Una de las promesas centrales de López Obrador, como candidato y como presidente, fue echar abajo la reforma educativa. Incluso el presidente tuvo una reunión con los dirigentes de la CNTE, manteniendo cada parte su independencia, pero donde AMLO ratificó su compromiso con los maestros. A mediados de diciembre firmó un decreto que echaba abajo la reforma peñista diciendo que nunca más se le faltaría al respeto a los maestros del país. Ha prometido un incremento salarial a los maestros. Pero la nueva reforma que plantea el legislativo da continuidad a muchas medidas de la reforma educativa peñista.
La nueva iniciativa del poder legislativo, que busca sustituir a la anterior, en primera instancia sigue teniendo el vicio inicial de la de Peña Nieto al no ser consultados de manera real los maestros sobre esta. Mucho de su contenido es la misma gata pero revolcada. Mientras que con Peña Nieto se hablaba de calidad educativa, ahora se introducen conceptos como excelencia educativa entendida como el “mejoramiento integral constante que promueve el máximo logro de aprendizaje de los educandos”. El Instituto Nacional de Evaluación de la Educación será sustituido por el Sistema Nacional de Mejora Continua de la Educación. Al feo rostro de la vieja medida neoliberal ahora se le trata de poner un poco de maquillaje y mostrárnosla como benéfica para los maestros y el pueblo de México, cuando el maquillaje se caiga quedará la misma esencia de la reforma contra la que todo el sexenio pasado lucharon los profesores.
Si bien se elimina el examen punitivo de permanencia, lo cual es una conquista de la lucha, el ingreso para las plazas de maestro se hará vía un examen de oposición. Las plazas deberían ser llenadas por los egresados normalistas, que al ser egresados ya acreditan tener los conocimientos necesarios para dar clases y no deberían hacer un nuevo examen.
Una medida muy peligrosa, que abre la puerta para ataques laborales al magisterio, es que no se les reconoce como trabajadores al servicio del Estado y no estarán determinados por el artículo 123 (que pese a todas las reformas sigue dando protección a una serie de derechos de los trabajadores) y estarían determinados por el artículo 3° constitucional dedicado a la educación. Eso pone al magisterio en un régimen especial que será legislado a futuro lo cual no da garantías de respeto a los derechos laborales. Ante la presión, el diputado morenista Mario Delgado ha dado una respuesta poco satisfactoria diciendo que se pondrá un artículo transitorio que señale que dependen del apartado B del 123, lo cual no se ve como una medida legal que de suficiente seguridad.
Ante el intento de aprobar esta reforma el magisterio se movilizó y cerraron las entradas de San Lázaro poniendo un plantón. Esto fue suficiente para que se anunciara la suspensión de la sesión. Señalaron que entablarían un diálogo con los maestros y estaban abiertos a escuchar sus puntos de vista. Unas horas después se dijo que los legisladores se trasladarían al senado para sesionar y aprobar un dictamen, los maestros se movilizaron hacia allá e impidieron esta nueva reunión diciendo que no confiaban en lo que iban a aprobar. Hasta el mismo AMLO criticó a los parlamentarios por tratar de sesionar en otra cede, dijo que era mejor cancelar la reunión.
Todo nos huele a negociaciones en lo oscurito del Secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán (y detrás de él la clase empresarial y sus partidos), con algunos legisladores de Morena que buscan por la puerta chica introducir lo que hemos derrotado en las calles y en las urnas. En contra parte un grupo de 13 diputados federales oaxaqueños sacó un comunicado que llama al diálogo con el magisterio y retoman muchas de las demandas e inquietudes de la CNTE señalando la defensa de la educación pública y los derechos laborales, defendiendo con claridad su permanencia en el artículo 123 y el apartado B.
Mientras este movimiento se desarrolla otros sindicatos educativos están luchando para romper el tope de aumento salarial de 3.35%. En el terreno laboral bastan más que discursos y se requiere restituir el salario al igual que las prestaciones y respetar los derechos laborales.
Si bien estas protestas de la CNTE han sido relativamente pequeñas, si el gobierno no hace caso a sus demandas podría desatar un conflicto de grandes magnitudes y generar una ruptura con un sector clave de la sociedad, organizado y con capacidad de movilización.
AMLO ha llamado a un debate con los maestros, sobre todo del ala democrática, y con la ciudadanía en general. Llamó a que una comisión de los maestros en protesta se reúna algunos de sus ministros. Enfatiza que no habrá represión y señala que su reforma nada tiene que ver con la de EPN. Nosotros creemos que no es así, que el dialogo debe servir para erradicar los elementos del capitalismo neoliberal que quieren introducir en la nueva reforma, heredada del pasado y que de no hacerlo los maestros tienen el derecho legítimo de luchar y defenderse.
Cuando los villistas y zapatistas se unieron en la Convención Revolucionaria establecieron un programa que decía que había que crear escuelas en todo el país, crear normales en cada Estado y elevar la remuneración del profesorado. La cuarta transformación debería ser continuidad de la lucha de la División del Norte y el Ejército revolucionario del Sur y no seguir el camino de Madero que al final sucumbió por no ponerse de manera clara del lado de las clases populares.
La elección presidencial de 2020 ha comenzado. Los cuarenta escaños adicionales que ganaron los Demócratas en la Cámara de Representantes en las recientes elecciones de mitad de período ha hecho aumentar las esperanzas de algunos de ellos. Varios candidatos, entre ellos Elizabeth Warren, Amy Klobuchar, Kamala Harris y Corey Booker, ya han lanzado sus campañas. Bernie Sanders se ha convertido en el décimo candidato oficial, con muchos más por venir, en anunciar su candidatura para la nominación del Partido Demócrata.
¿Qué significa esto exactamente? Significa que Sanders se presenta como candidato a presidir el Partido Demócrata, uno de los dos grandes partidos políticos de las grandes empresas. Casi sin excepción, todos los candidatos del Partido Demócrata que no ganan la nominación apoyan al candidato oficial en la carrera presidencial final. Así es como funciona el sistema. Esto es lo que hizo Sanders en 2016. Ahora, ha decidido nuevamente no tratar de proporcionar una salida de clase independiente a millones de trabajadores en 2020. Ha elegido, en cambio, tratar de canalizar sus aspiraciones hacia el Partido Demócrata. Estamos totalmente en desacuerdo con este enfoque.
La campaña de 2016
En el último ciclo de elecciones presidenciales, Bernie Sanders sacudió la política estadounidense enfrentándose a Hillary Clinton para la nominación del Partido Demócrata. Hizo campaña por una “revolución política contra la clase multimillonaria” y abogó por un sistema de salud universal, proyectos de obras públicas, educación superior gratuita, baja por paternidad remunerada y un salario mínimo más alto. Pronunció discursos en todas partes, no sólo en ciudades como Nueva York y Boston, sino también en Houston y Phoenix, y en todas atrajo a grandes multitudes. Bernie recaudó más de 240 millones de dólares, principalmente a través de pequeñas donaciones de miles de personas y consiguió más de 13 millones de votos en las primarias Demócratas.
Como era de esperar, el aparato del Partido Demócrata utilizó sus reglas amañadas para derrotar a Sanders, incluidos los llamados “superdelegados”, que hicieron que la nominación de Clinton fuera casi inevitable. Posteriormente, en la Convención Nacional Demócrata (DNC, por sus siglas en inglés), Bernie pudo haber aprovechado el impulso que había ganado para separarse del partido, del que técnicamente no es miembro, y establecer una campaña presidencial socialista independiente. Esto podría haber sentado las bases para un partido socialista obrero de masas. Es posible que Sanders hubiera vencido a Trump y Clinton en noviembre de 2016. En cambio, apoyó a Clinton y la política del “mal menor”, Trump fue elegido y no se construyó ninguna alternativa.
¿Por qué los trabajadores necesitan un partido propio?
La clase obrera es la abrumadora mayoría de la población y sus intereses de clase se oponen a los intereses de los más ricos en lo que respecta a la política nacional y extranjera. Es una necesidad histórica de la clase obrera la formación de su propio partido. Las políticas de los líderes sindicales han retrasado dicha necesidad en EEUU, ya que tradicionalmente han apoyado principalmente a los Demócratas. También se ha retrasado por aquellos en la izquierda que han apoyado a los Demócratas y continúan justificando esta estrategia.
La campaña de Bernie Sanders en 2016 fue una expresión distorsionada de la necesidad de tal partido al tiempo que bloqueó su formación real. Los trabajadores apoyaron las políticas de Sanders por ser más radicales que el statu quo, a pesar de postularse como Demócrata, y no por esto último. Pero toda su estrategia condujo a un callejón sin salida en lugar de a la ruptura legítima que se necesitaba. Y mientras se ubicaba a la “izquierda” de los políticos tradicionales de las grandes empresas, no se postuló con un programa socialista ni cuestionó el derecho de los capitalistas a gobernar. De haberlo hecho, no se le habría permitido presentarse como Demócrata. La dirigente del mismo partido, Nancy Pelosi, dijo que los Demócratas son “capitalistas” y tiene toda la razón al respecto. En su día, Bernie se opuso al Partido Demócrata. Pero trabajar en el cómodo ambiente de Washington, DC con sus “colegas Demócratas” aparentemente ha cambiado sus puntos de vista. O eso, o simplemente no tiene confianza en la capacidad de la clase trabajadora para defenderse políticamente por sí misma.
Lecciones de Corbyn en Gran Bretaña
Hay muchas diferencias entre la política estadounidense y británica, pero los acontecimientos en ambos países se influyen entre sí. Una gran diferencia es que a finales del siglo XIX, los sindicatos británicos dejaron de apoyar al Partido Liberal, aproximadamente el equivalente a los Demócratas, y crearon el Partido Laborista. Éste creció y se convirtió en la principal oposición a los Conservadores, mientras que los liberales se convirtieron en un partido menor.
El Partido Laborista tiene un ala de derecha poderosa, liderada en el pasado por Tony Blair. Blair quiso convertir al Partido Laborista en un partido como el de los Demócratas, pero no tuvo éxito. Inevitablemente, la arrogancia de los abrió el camino para que Jeremy Corbyn se postulara como líder del partido y éste consiguió canalizar el entusiasmo de millones de personas en torno a su candidatura. Para sorpresa de los , existía un gran electorado que quería un Partido Laborista con políticas radicales. Con Corbyn como líder, el Partido Laborista creció y ganó escaños en las últimas elecciones generales. Ahora hay una batalla por el control del Partido Laborista y algunos en el ala derecha ya han abandonado el barco. Es probable que se produzcan más estampidas hacia el llamado centro si Corbyn llega al poder. La batalla en Gran Bretaña consistió en retomar el Partido Laborista del ala pro capitalista que intentaba destruirlo. El entusiasmo que se ha creado con la perspectiva de un Partido Laborista con políticas radicales que llegue al poder, ha disparado la afiliación convirtiéndolo en el partido más grande de Europa.
En Estados Unidos, tenemos que empezar desde el otro lado, por así decirlo. No se trata de volver a retomar “nuestro partido”, sino de construir el nuestro propio desde cero. Hay una gran parte de votantes que quiere un partido de masas de la clase trabajadora, libre del control de las grandes empresas. Si Bernie tomara en serio la posibilidad de arrebatar el poder a los multimillonarios, podría utilizar el entusiasmo en torno a su campaña para crear algo nuevo: un partido de, por y para los trabajadores. Una encuesta realizada en octubre de 2018 reveló que el 72 por ciento de los Independientes y el 54 por ciento de los Demócratas quieren un nuevo partido. ¿Podría haber un mejor momento para construir uno?
Una organización socialista que se postulara de forma independiente para la presidencia lucharía contra las políticas de los Republicanos y los Demócratas, y propondría un programa para sacar la riqueza de las manos del 2% más rico y establecer una economía democráticamente planificada. Tal candidato apelaría a las bases de los sindicatos para formar comités de presión para incitar a sus líderes a separarse de los Demócratas y Republicanos y apoyar al nuevo partido. Un programa de lucha por empleos de calidad, mejoras salariales y protección sindical para todos, por no hablar de la atención médica, educación y vivienda para todos, captaría el interés de millones de personas, que querrían unirse y contribuir a este esfuerzo.
El hecho de que Bernie Sanders se presente nuevamente como Demócrata con un programa moderadamente reformista, más el lamentable papel de los líderes sindicales, retrasará la perspectiva de un partido de la clase trabajadora, pero no se puede impedir para siempre.
La campaña de 2020
Debido a que Sanders no está impulsando un programa socialista, otros candidatos “populistas” del Partido Demócrata como Elizabeth Warren podrían hacer campaña a su izquierda en algunos temas y ganar a algunos de sus partidarios. Aunque Warren dejó claro que defiende el capitalismo, se ha pronunciado a favor de medidas como que el gobierno fabrique algunos medicamentos para hacerlos más baratos para los trabajadores, guarderías financiadas con impuestos a los ricos y un impuesto a las riquezas más altas. Si bien estas propuestas parecen radicales en comparación con el programa habitual del Partido Demócrata, gravar a los ricos no transformará el sistema de manera fundamental.
Los ricos siempre encontrarán una manera de proteger su dinero, o que el aumento de impuestos sean declarados “inconstitucionales”. Nuestra alternativa socialista es nacionalizar las 500 empresas más importantes y utilizar esta riqueza para el bien de la sociedad en general.
No obstante, somos conscientes de que ante el vacío en la arena política actual, muchas personas apoyarán la campaña de Sanders. Cuando anunció el 19 de febrero que iba a presentar su candidatura, recaudó 5,9 millones de dólares y el apoyo de 400.000 personas en las primeras 24 horas.
Queremos debatir nuestras ideas marxistas de forma amistosa con los partidarios de Bernie y asistir a sus reuniones y mítines. Hay mucho de lo que queremos discutir. Por ejemplo: ¿Qué significan las políticas socialistas y cómo pueden resolver los problemas a que se enfrentan los trabajadores hoy en día? ¿Qué pasos podemos dar para avanzar en esa dirección? ¿Es esto posible dentro de los límites de un partido capitalista? También nos gustaría explicar que, incluso en el caso de que Bernie gane la nominación del Partido Demócrata, no significará que se haya hecho con el control del Partido Demócrata, sino lo contrario. Y alertaremos sobre el intento para atraer a los partidarios de Bernie para que apoyen a cualquier Demócrata que gane, si no es Bernie, bajo la presión del “mal menor” para elegir a “todos menos a Trump”.
Si Sanders gana la presidencia, su modesto programa se vería diluido, obstaculizado y saboteado. El capitalismo estadounidense y mundial está en decadencia y no puede proporcionar una vida mejor a la mayoría. Esto también es cierto para los países escandinavos que Bernie admira tanto. Están recortando las reformas del pasado, el nivel de vida empeora, y la inseguridad va en aumento. Esta es la razón por la cual el sentimiento anti-inmigración está levantando la cabeza en esos países actualmente y obteniendo cierto apoyo. Algunas personas tendrán que aprender a través de esta experiencia, pero otras ya han roto con los Demócratas en base a la experiencia de las elecciones de 2016.
¡América será socialista!
En su reciente discurso sobre el estado de la Unión, Trump declaró que Estados Unidos nunca será un país socialista. Esto debería contarse entre las innumerables mentiras que Trump lanza diariamente. De forma irónica, en el pasado, los socialistas y la izquierda eran vistos como una fuerza insignificante en Estados Unidos. Ahora el presidente se siente obligado a atacar abiertamente al socialismo. Esta es sólo una medida del creciente atractivo de las ideas socialistas.
Trump se vio obligado a reabrir la actividad del gobierno, cerrada por falta de presupuesto al no haber un acuerdo al respecto en el Congreso entre el presidente y la mayoría Demócrata, porque los controladores de tráfico aéreo cerraron cuatro aeropuertos importantes. ¡Lo que muestra el enorme poder de la clase obrera! Trump y los empresarios pueden ser derrotados desde el puesto de trabajo y en las elecciones, pero para esto la clase trabajadora necesita su propio partido. Se necesitarán fuerzas de masas para construir tal partido, pero en algún momento surgirá. Es posible que no podamos construir un partido de masas de inmediato, pero podemos establecer pacientemente los cimientos para la futura dirección revolucionaria de este partido estudiando la teoría marxista y la historia de la clase trabajadora. Los marxistas incrementaremos nuestras fuerzas a medida que nos involucremos con los partidarios de la campaña de Sanders, tanto con aquellos que ya han roto con los Demócratas como con los que no, así como a través del desarrollo de los acontecimientos políticos del próximo período. ¡Probaremos que Trump está equivocado! La crisis del capitalismo no deja alternativa.
Discurso pronunciado en inglés por Federico Engels en el cementerio de Highgate en Londres, el 17 de marzo de 1883
Publicado originalmente en alemán en el Sozialdemokrat del 22 de marzo de 1883.
El 14 de marzo, a las tres menos cuarto de la tarde, dejó de pensar el más grande pensador de nuestros días. Apenas le dejamos dos minutos solo, y cuando volvimos, le encontramos dormido suavemente en su sillón, pero para siempre.
Es de todo punto imposible calcular lo que el proletariado militante de Europa y América y la ciencia histórica han perdido con este hombre. Harto pronto se dejará sentir el vacío que ha abierto la muerte de esta figura gigantesca.
Así como Darwin descubrió la ley del desarrollo de la naturaleza orgánica, Marx descubrió la ley del desarrollo de la historia humana: el hecho, tan sencillo, pero oculto bajo la maleza idológica, de que el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, etc.; que, por tanto, la producción de los medios de vida inmediatos, materiales, y por consiguiente, la correspondiente fase económica de desarrollo de un pueblo o una época es la base a partir de la cual se han desarrollado las instituciones políticas, las concepciones jurídicas, las ideas artísticas e incluso las ideas religiosas de los hombres y con arreglo a la cual deben, por tanto, explicarse, y no al revés, como hasta entonces se había venido haciendo. Pero no es esto sólo. Marx descubrió también la ley específica que mueve el actual modo de producción capitalista y la sociedad burguesa creada por él . El descubrimiento de la plusvalía iluminó de pronto estos problemas, mientras que todas las investigaciones anteriores, tanto las de los economistas burgueses como las de los críticos socialistas, habían vagado en las tinieblas.
Dos descubrimientos como éstos debían bastar para una vida. Quien tenga la suerte de hacer tan sólo un descubrimiento así, ya puede considerarse feliz. Pero no hubo un sólo campo que Marx no sometiese a investigación -y éstos campos fueron muchos, y no se limitó a tocar de pasada ni uno sólo- incluyendo las matemáticas, en la que no hiciese descubrimientos originales. Tal era el hombre de ciencia. Pero esto no era, ni con mucho, la mitad del hombre. Para Marx, la ciencia era una fuerza histórica motriz, una fuerza revolucionaria. Por puro que fuese el gozo que pudiera depararle un nuevo descubrimiento hecho en cualquier ciencia teórica y cuya aplicación práctica tal vez no podía preverse en modo alguno, era muy otro el goce que experimentaba cuando se trataba de un descubrimiento que ejercía inmediatamente una influencia revolucionadora en la industria y en el desarrollo histórico en general. Por eso seguía al detalle la marcha de los descubrimientos realizados en el campo de la electricidad, hasta los de Marcel Deprez en los últimos tiempos.
Pues Marx era, ante todo, un revolucionario. Cooperar, de este o del otro modo, al derrocamiento de la sociedad capitalista y de las instituciones políticas creadas por ella, contribuir a la emancipación del proletariado moderno, a quién él había infundido por primera vez la conciencia de su propia situación y de sus necesidades, la conciencia de las condiciones de su emancipación: tal era la verdadera misión de su vida. La lucha era su elemento. Y luchó con una pasión, una tenacidad y un éxito como pocos. Primera Gaceta del Rin, 1842; Vorwärts* de París, 1844; Gaceta Alemana de Bruselas, 1847; Nueva Gaceta del Rin, 1848-1849; New York Tribune, 1852 a 1861, a todo lo cual hay que añadir un montón de folletos de lucha, y el trabajo en las organizaciones de París, Bruselas y Londres, hasta que, por último, nació como remate de todo, la gran Asociación Internacional de Trabajadores, que era, en verdad, una obra de la que su autor podía estar orgulloso, aunque no hubiera creado ninguna otra cosa.
Por eso, Marx era el hombre más odiado y más calumniado de su tiempo. Los gobiernos, lo mismo los absolutistas que los republicanos, le expulsaban. Los burgueses, lo mismo los conservadores que los ultrademócratas, competían a lanzar difamaciones contra él. Marx apartaba todo esto a un lado como si fueran telas de araña, no hacía caso de ello; sólo contestaba cuando la necesidad imperiosa lo exigía. Y ha muerto venerado, querido, llorado por millones de obreros de la causa revolucionaria, como él, diseminados por toda Europa y América, desde la minas de Siberia hasta California. Y puedo atreverme a decir que si pudo tener muchos adversarios, apenas tuvo un solo enemigo personal.Su nombre vivirá a través de los siglos, y con él su obra.
El martes 12 de marzo de este año, con la asistencia de aproximadamente 400 personas de 32 escuelas del Politécnico, se llevó a cabo una asamblea donde participaron estudiantes, profesores y trabajadores del Instituto Politécnico Nacional, en el auditorio 4 de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, Zacatenco.
La asamblea fue convocada por varios colectivos y organizaciones de la comunidad politécnica ante la convocatoria para la conformación de la Comisión organizadora del Congreso Politécnico (CoCNP) que acordó el director general junto con el actual grupo de personas que se autodenominan Asamblea General Politécnica, quienes han mantenido negociaciones hablando a nombre de toda la comunidad politécnica con la autoridad en reuniones conocidas como las mesas 5×5.
Dicha convocatoria se ha publicado bajo sus lineamientos, sin consulta de nadie más, y favorece a este grupo minoritario:
– En caso de no cumplirse el plazo del 31 de Octubre del presente año que impusieron para la CoCNP, este grupo y la Dirección General del IPN tendrán facultad de decidir la ruta del Congreso Nacional Politécnico (CNP).
– La autodenominada AGP se adjudica la representación de los estudiantes en la Mesa de Debates de la CoCNP, cuando otros sectores tendrán la oportunidad de elegir a quienes los representará ahí.
– La autodenominada AGP tendrá el control de un Comité Técnico de la CoCNP que llevará acabo el registro, las convocatorias y el orden del día de las reuniones.
– Se le impone a la COCNP unas reglas de operación, acordadas y discutidas solamente por la mesa 5×5
– Se le regalan 7 espacios a la denominada AGP en la Comisión Organizadora. Nadie los elegirá, nadie sabe quienes serán y nadie sabe a quienes representan.
No podemos permitir que el CNP comience con tales condiciones, este proceso tiene que ser totalmente democrático, amplio e incluyente. Toda la comunidad politécnica: estudiantes, trabajadores y docentes, deben participar e inmiscuirse. Plantear los diferentes problemas que aquejan nuestras escuelas es responsabilidad y tarea de todos. Tenemos que construir este proceso para el beneficio de nuestra educación.
Asamblea de la comunidad politécnica, 12 marzo. 32 escuelas presentes analizando la ruta para el @CNPolitecnico
No a la convocatoria acordada entre la autodenominada AGP y la actual dirección general del @IPN_MX
La AGP no representa a la comunidad
¡Todos a la marcha 21 marzo! pic.twitter.com/fArD0Y7rdV
Nos manifestamos a favor de un congreso donde sea la comunidad quién decida los procesos, la ruta, el temario desde la propia CoCNP, sin injerencias de grupos externos, con intereses ajenos a la comunidad politécnica, nos manifestamos en contra de los 7 espacios otorgados a la AGP y su intervención en el Comité Técnico y la mesa de debates.
Hacemos un llamado a los estudiantes a participar activamente en estos procesos de manera crítica, a involucrarnos con la finalidad de que en el Congreso se discuta la problemática real que aqueja al Instituto Politécnico Nacional, sabemos que la transformación real del IPN en beneficio de los estudiantes, profesores y trabajadores vendrá producto de la organización y la lucha.
En la asamblea llegamos a los siguientes acuerdos:
1. Elaboración de un pronunciamiento como integrantes de la comunidad del Instituto Politécnico Nacional exigiendo:
a) La cancelación de la convocatoria para la elección de los integrantes de la nueva CoCNP, en los términos establecidos entre la Dirección General del IPN y la falsa (actual) AGP.
b) El desconocimiento de la actual AGP como representante de la comunidad politécnica.
c) Por el Congreso Nacional Politécnico, sin injerencias externas y sin los actuales integrantes de la AGP y de la mesa 5×5.
2. Realizar Asambleas generales o locales en todas las escuelas explicando el posicionamiento al que llegamos como comunidad politécnica el día de hoy.
3. Movilización de la Plaza Roja hacia la Dirección General del IPN, el próximo 21 de Marzo a las 11 am.
4. Segunda Asamblea de la Comunidad Politécnica el próximo 28 de marzo, a las 11:00 en el auditorio del edificio 4 de la ESIME Zacatenco.
Ahora vamos todos juntos, unidos: estudiantes, profesores y trabajadores del IPN.
Ayer por la noche, las calles de Argelia estallaron de alegría después del anuncio de que el odiado y eterno dictador se retiraba de las elecciones presidenciales programadas para abril. “¡No hay quinto mandato para Buteflika!” era el grito que agrupa a las masas desde hace semanas. Ahora parece que han logrado su objetivo.
El presidente Abdulaziz Buteflika ha anunciado que no se presentará para un quinto mandato. Esta retirada es una gran victoria para las masas en lucha sobre un régimen que no quería ceder. La última estimación (France24, 11 de marzo) sitúa la cantidad de participantes en las manifestaciones diarias entre 10 y 15 millones en su apogeo, de una población de 40 millones. Este alcance de esta movilización no se ha visto desde que el país logró la independencia en 1962.
La convocatoria de una huelga general en las redes sociales también estaba cobrando impulso desde ayer. Pero esto provocó una conmoción en toda la clase dominante, donde algunos sectores parecían estar abandonando a Buteflika o al menos cubriendo sus espaldas al dejar de apoyarlo directamente. Además de los Imanes y los jueces que declararon su recién descubierta independencia respecto al régimen, el jefe del ejército, en un mensaje críptico, anunció que el ejército comparte los mismos objetivos que el pueblo. No puede haber duda: ha estallado una verdadera tormenta política. La clase dominante ahora está tratando de maniobrar para recuperar la iniciativa. Temen que, si continúan con su antigua posición intransigente, corren el riesgo de ser superados por completo por la ola revolucionaria. Por eso están tratando de dar concesiones para ganar tiempo y paz.
Pero la exaltación de las masas es sin embargo contradictoria. La decisión de no presentarse a las próximas elecciones presidenciales no significa que Buteflika haya renunciado. Muy por el contrario. Es una maniobra de su clan de generales y empresarios para mantenerse en el poder. El anuncio de ayer por la tarde incluyó más medidas. Las elecciones presidenciales se han pospuesto sine die. No se ha establecido una nueva fecha. Se convocará una conferencia nacional (¿de quiénes?) para establecer una nueva constitución que se someterá a un referéndum a fin de año. Entonces, y solo entonces, habrá nuevas elecciones presidenciales.
Pero una vez más, no se han establecido fechas precisas. Hasta entonces, Buteflika presidirá un gobierno tecnocrático. Esto significa, en realidad, un cuarto mandato extendido para el presidente. Ya hay etiquetas de twitter circulando en las redes sociales argelinas exigiendo “No a un cuarto mandato extendido”. “Dejarlo significa dejarlo” también se ha convertido rápidamente en una consigna popular. Ali Dilem, un dibujante argelino, dibujó una caricatura de Buteflika anunciando que no buscaría un quinto mandato. “A cambio, haré un cuarto mandato de diez años”, dice el presidente.
Otras medidas confirman el deseo obstinado de la camarilla dominante de permanecer en el poder. El gobierno ha sido reorganizado con el objetivo de fortalecer el clan alrededor del presidente. Saben que tienen que tratar de engañar para mantenerse en el poder. La intimidación y la represión no han funcionado. Así que están tratando de ganar tiempo, en su lugar.
Pero semanas de movilización de desafío al régimen ha aumentado la conciencia de las masas. Han aprendido más en esas semanas que en años de pasividad. La victoria de ayer las envalentonará. Querrán más. Especialmente los jóvenes (la mayoría de los argelinos son menores de 30 años) quieren que toda la mafia de burócratas, generales y empresarios salga del poder. “Todos deben irse”, comentaron ayer jóvenes manifestantes. Ya se anuncia un nuevo día de movilización para este viernes 15 de marzo. La batalla de Argel acaba de empezar.
El siguiente artículo se publicó por primera vez en árabe el 6 de marzo, antes de los últimos acontecimientos.
Desde el 22 de febrero, ha habido manifestaciones masivas en toda Argelia. Estas son las protestas más grandes desde el movimiento de al-Aroush en junio de 2000. Las marchas comenzaron cuando la oficina del presidente Abdelaziz Buteflika anunció su intención de postularse para un quinto mandato. Esto fue la gota de agua que colmó el vaso en términos de la ira acumulada de la juventud argelina. Aunque este movimiento pareció aparecer de la nada, no ha sido un acontecimiento aislado. De hecho, 2018 ha visto un aumento en las luchas populares, las más destacadas han sido las huelgas de médicos, trabajadores del sector educativo y los fuertes levantamientos populares en Bashar y Ouargla en el sur de Argelia.
Punto de inflexión
Estas protestas, en su profundidad, tamaño y combatividad, marcan una nueva fase en la historia de la lucha de clases en Argelia y en la región en general. El régimen argelino pudo resistir la tormenta de las revoluciones que se extendieron por el norte de África y Oriente Medio desde 2011. Esto se logró mediante una combinación de concesiones materiales para algunas capas y amenazando con “regresar a los años de la guerra civil” que Argelia experimentó durante los años noventa.
Estos criminales en el régimen han chantajeado durante mucho tiempo al pueblo argelino al desenterrar “la sangrienta década”, durante la cual el ejército y los islamistas colaboraron para causar estragos en todo el país y asesinar al menos a 200.000 personas.
Todavía repiten la misma canción contra las recientes protestas. “El precio de restaurar la seguridad y estabilidad de Argelia fue enorme y es importante mantener este precioso logro”, dijo el Viceministro de Defensa y Jefe de Estado Mayor del Ejército, el teniente general Ghaid Saleh, en un discurso después de las protestas. Añadió: “Un pensamiento objetivo y adecuado debe tener en cuenta la seguridad lograda después de los años sangrientos que experimentó Argelia, aunque el precio para restaurar la seguridad y la estabilidad de Argelia fuera grande…”
El primer ministro Ahmed Ouyahia tampoco se olvidó de hacer recordar a todos lo que se vivió en ese período. Se refirió a ello varias veces, especialmente en su discurso en el parlamento. También utilizó la amenaza de las experiencias de Siria en los últimos años. Lo que realmente quiere decir es: “U os rendís y sometéis a nosotros, o desataremos las fuerzas del infierno sobre vosotros”. Pero los manifestantes le respondieron en las calles diciendo: “Ouyahia, Argelia no es Siria”.
Lo que vemos hoy en las calles de Argelia es la evidencia de que ahora es la clase dominante quien tiene miedo, mientras que los argelinos están levantando sus cabezas nuevamente y recuperando sus grandes tradiciones revolucionarias.
Enfrentados al heroísmo de las masas, que no fueron impedidos por el gas lacrimógeno, las porras y los arrestos, la pandilla gobernante se vio obligada a hacer “concesiones” rápidamente, lo que indica la magnitud del terror que siente. Inmediatamente después del estallido de las protestas, la agencia oficial de noticias anunció que Buteflika había retirado a su jefe de campaña y al ex primer ministro Abdelmalek Sallal, reemplazándolo con el actual ministro de transportes, Abdelghani Zaalan. Pero esto solo condujo a más protestas, porque fue visto nada más que como una maniobra para mantener el gobierno de la camarilla alrededor de Buteflika. El propio Buteflika ha desaparecido de la vida pública después de un derrame cerebral que sufrió en 2013. Se cree que no es más que un títere, un cadáver en el sentido real y político de la palabra, que está controlado por una pandilla de compinches a su alrededor.
El domingo, la camarilla gobernante emitió otra declaración en nombre de este cadáver. Declaró la intención de Buteflika de “no completar su mandato presidencial” si gana el 18 de abril, y de “organizar elecciones presidenciales anticipadas” en las que no será candidato. Y como las palabras son baratas, los autores de esa declaración prometieron todo bajo el sol. Dijeron, en nombre del presidente:
“Estoy decidido, si el pueblo argelino me elige de nuevo, a asumir la responsabilidad histórica de responder a sus demandas fundamentales, es decir, al cambio de régimen”.
También se comprometió a “preparar una nueva […] constitución que consagre el nacimiento de una nueva república y un nuevo régimen argelino”, así como “el establecimiento de políticas públicas urgentes que permitan la redistribución equitativa de la riqueza nacional, la eliminación de toda marginación y exclusión social… “, etc.
De esta manera, la camarilla gobernante quiere dividir el movimiento para poder recuperar la iniciativa. Pero si estos bandidos realmente imaginan que el pueblo argelino creerá estas promesas y será engañado por su maniobra, habrá perdido todo contacto con la realidad. Esto fue comprobado por el pueblo argelino, que trató la declaración con el desprecio que merecía y reforzó sus protestas.
Accidente y necesidad
La razón inmediata detrás de este levantamiento popular es el rechazo generalizado a la nominación de Buteflika como candidato presidencial por quinta vez. Pero esto fue simplemente un accidente que expresó una necesidad más profunda. Una enorme cantidad de ira e indignación se ha acumulado a lo largo de muchos años de recortes, saqueos y represión, esperando bajo la superficie la oportunidad de expresarse. Esta última provocación fue la chispa que encendió el polvorín.
Argelia es un país rico, el más grande de África (2.381.741 kilómetros cuadrados), cuatro veces el tamaño de Francia, y su fuente más importante de riqueza es su juventud, que representa la mayoría de la población. Los menores de 25 años representan el 46 por ciento de la población. La tasa de desempleo ha aumentado del 10,5 por ciento en 2016 al 11,1 por ciento en 2018. Ha afectado especialmente a jóvenes y mujeres, alcanzando el 26,4 por ciento entre los jóvenes de 16 a 24 años y el 20 por ciento entre las mujeres.
Argelia es también el quinto productor mundial de gas natural y el 13º en producción de petróleo. ¡Estas fuentes de riqueza suministraron al presupuesto estatal durante el período comprendido entre 1999 y 2014 (es decir, el reinado de Buteflika) 750 mil millones de dólares! Este tipo de dinero podría eliminar permanentemente la pobreza y el desempleo en el país y reconstruir Argelia varias veces a todos los niveles, con un sistema económico y político basado en la planificación democrática de la economía y el control popular sobre la riqueza.
Sin embargo, a pesar de esta enorme riqueza, Argelia es un país con profundos problemas. La visita del presidente a Suiza para chequeos médicos es uno de los mil indicios de esto. Demuestra que, después de 25 años de gobierno y 57 años de independencia, todavía no hay un solo hospital en el que él confíe para brindarle tratamiento. Las promesas hechas en la última declaración de la camarilla gobernante sobre su intención: “desarrollar políticas públicas urgentes que aseguren la redistribución equitativa de la riqueza nacional y eliminen toda marginación social y exclusión…” son una prueba más de su propia quiebra política.
La bancarrota de la clase capitalista y de la pandilla gobernante está claramente expuesta en su dependencia parasitaria de los ingresos del petróleo y del gas natural en lugar de la inversión en educación, infraestructura, industria, medio ambiente o cualquier otro bien social. Esto ha hecho que el país sea vulnerable a las fluctuaciones en los precios de la energía. Por lo tanto, después de que los precios de la energía cayeron en el mercado internacional a partir de 2014, los ingresos del petróleo cayeron un 70 por ciento, según cifras oficiales. Las reservas de moneda extranjera también cayeron a 93 mil millones, desde 114 mil millones en 2016. Se espera que caiga a 76 mil millones en 2020, equivalente a 17 meses de importaciones. La deuda del país aumentó del 20,4 por ciento como proporción del PIB en 2016 al 32,9 por ciento en 2018 y, por primera vez en un cuarto de siglo, el país registró un déficit comercial: $ 13.700 millones.
A raíz de estos contratiempos económicos, el gobierno ha lanzado políticas de austeridad brutales, obligando a los trabajadores y los pobres a soportar la carga de la crisis causada por las políticas de la clase dominante desde la independencia. Recientemente han anunciado que “el pueblo argelino tendrá que soportar tiempos difíciles”. Como una “solución” a los crecientes problemas económicos, han recurrido a despidos masivos. También pretendían abandonar los subsidios a muchos productos básicos, como el petróleo, y reducir el valor del dinar para que los pobres paguen cada vez más por la crisis. Desde 2014, el dinar ha perdido el 48 por ciento de su valor en comparación con el dólar. La tasa de inflación alcanzó el 7,5 por ciento en 2018.
Junto con esta bancarrota económica de la clase dominante, también somos testigos de su bancarrota política. Después de 20 años de gobierno de Buteflika y más de cinco décadas de independencia, no hay libertad democrática en Argelia (algo que incluso aquellos que escribieron la declaración de Buteflika tuvieron que admitir). Por ejemplo, Argelia está clasificada por las Naciones Unidas como un “país no libre en términos de libertades políticas” y en 2017 ocupó el lugar 134 (de 180 países) en relación con la libertad de prensa.
El régimen tiene miedo
El régimen creía que las cosas estaban bajo control y que el “orden estaba asegurado”, lo que se reflejó en la arrogancia con la que trataron las demandas populares y todas las formas de oposición. Luego vino este movimiento, que no esperaban, y cuya fuerza subestimaron. Se volvió todo al revés.
El dilema de los bandidos gobernantes es que no tienen mucho espacio para maniobrar. A diferencia del pasado, ya no tienen miles de millones de dólares disponibles para hacer concesiones financieras a las masas, especialmente debido a la disminución significativa en los precios del petróleo y el gas, y a la cantidad de despilfarro y corrupción que abunda en el Estado.
Su canción sobre “la legitimidad histórica”, la legitimidad de la revolución argelina y la lucha contra el colonialismo, ya no convence a nadie. Todos saben que solo son una pandilla que confiscó los derechos del pueblo argelino, saquearon el país y lo convirtieron en una granja de compañías imperialistas (franceses, estadounidenses y otros), es decir, los mismos crímenes con los que las masas querían romper a través de la revolución.
El chantaje criminal que están librando contra el pueblo para “someterse a la seguridad”, al aumentar el espectro de los “años rojos” cada vez que se enfrentan a un movimiento de masas, ya no funciona, especialmente en los jóvenes, para quienes el único terrorismo que han conocido en sus vidas es el terrorismo de Estado. Es posible, que la camarilla gobernante, acorralada por estas protestas, pueda recurrir a ataques terroristas aquí y allá (o al menos permitir que se realicen) para descarrilar el movimiento revolucionario. Pero es muy poco probable que se arriesguen a regresar a los años de la guerra civil después de haberse quemado los dedos y que sus intereses sufrieran graves daños.
Ahora se enfrentan a un verdadero callejón sin salida. Sus pasos atrás ante las demandas populares revelarán su impotencia, aumentarán la confianza de las masas y estimularán sus demandas. Pero la intransigencia del régimen amenaza con aumentar la ira pública, y si las protestas atraen nuevas capas y afectan a más regiones, esto profundizará las divisiones por arriba. En la guerra, como en el ajedrez, llega una etapa en la que un movimiento en cualquier dirección (retirada o ataque) podría llevar a la derrota, y la pandilla gobernante en Argelia ha llegado a esta situación.
Pero no son los únicos que temen el gran ascenso del pueblo argelino. Todos los regímenes de la región sienten el calor bajo sus espaldas. La clase obrera argelina es una de las clases trabajadoras más fuertes de la región y del continente en general. Tiene una larga historia de luchas y grandes tradiciones revolucionarias. Por lo tanto, su ascenso y triunfo inspirarán a todos los pueblos de la región y de todo el continente. De hecho, las masas de Sudán que están en las calles desde febrero comenzaron a plantear consignas de solidaridad con el movimiento en Argelia. Y el líder del movimiento del Rif en Marruecos, Nasser Zafzafi, envió un mensaje a los jóvenes argelinos desde su celda, expresando su solidaridad con ellos.
Los imperialistas, especialmente los franceses, están siguiendo estos acontecimientos con preocupación. Esto es normal, porque lo que está sucediendo en Argelia ciertamente afecta a Francia. El régimen argelino desempeña el papel del perro obediente de Francia en la región en medio de la llamada “guerra contra el terrorismo” y en la restricción de la migración. También tiene importantes intereses en Argelia en términos de inversiones y comercio, el último de los cuales asciende a $ 5 mil millones al año, ya que Argelia es uno de los mayores importadores de trigo francés y un importante proveedor de energía (que proporciona el 10 por ciento de las necesidades energéticas de gas de Francia, etc.).
El factor más importante es la presencia de una gran clase obrera argelina en Francia, que tiene una gran tradición revolucionaria y está involucrada en las luchas de masas que recientemente se desataron en este país. También están siguiendo con interés y simpatía los acontecimientos en su país de origen, y están muy enojados por la complicidad entre la clase dominante francesa y la pandilla gobernante en Argelia.
Lo que asusta a la clase dominante francesa y a los mafiosos argelinos es la posibilidad de que este movimiento encienda un nuevo capítulo de la revolución en toda la región y extienda su simpatía a Europa, especialmente a Francia. Como no hay un país estable en toda la región, hay protestas masivas que exigen cambios en todas partes. Entre 2017 y 2018, Marruecos ha visto fuertes protestas en el Rif y Jrada, por no mencionar muchas huelgas, huelgas generales y protestas estudiantiles. En las últimas semanas, ha experimentado un movimiento de protestas, encabezado por maestros con contratos temporales, junto con jóvenes desempleados.
Túnez también es testigo del estallido de manifestaciones masivas contra el alto precio de los bienes y diversas formas de explotación y opresión. Jordania había visto grandes protestas en junio de 2018 contra un aumento en los impuestos, lo que llevó al derribo del gobierno. Irak también se ha visto afectado por fuertes protestas en Basora en julio y octubre. Incluso Irán ha visto a manifestantes salir a las calles en varias ocasiones durante el año pasado. Sudán está atormentado con importantes protestas en este momento, que el régimen dictatorial de Bashir aún no ha logrado detener, a pesar de desplegar balas, arrestos y otros métodos brutales de represión.
La necesidad de un partido revolucionario
La pobreza, la marginación y la opresión nacional experimentada por los pueblos de la región son el resultado directo de los regímenes capitalistas de la zona. La región del Magreb es rica en riqueza y, bajo una economía socialista democráticamente planificada, podría convertirse en un paraíso en la tierra, para el beneficio de los pueblos de la región en general, no para un grupo de ladrones como lo es hoy. Pero esto requiere el derrocamiento del capitalismo, la destrucción de sus regímenes dictatoriales y la ruptura de los vínculos con el imperialismo. En resumen, requiere una revolución socialista y la toma del poder por parte de la clase obrera.
En Argelia, y en toda la región, las masas han demostrado repetidamente su deseo de cambio y su capacidad para lograrlo. No hay ningún sacrificio que no hayan estado dispuestas a hacer durante estos últimos años para cambiar su situación. Y con gran heroísmo se han enfrentado a la represión de todo tipo. Pero el problema es la ausencia de una dirección revolucionaria que pueda unir estas luchas y darles un programa de combate.
Los dirigentes reformistas de los sindicatos y partidos de izquierda están completamente corrompidos y en bancarrota. Se han convertido en traidores al servicio de los regímenes. La única lucha que conocen es participar en elecciones, parlamentos y “diálogos”: han abandonado cualquier perspectiva revolucionaria. Muchos de ellos se han convertido en una herramienta para aprobar políticas de austeridad y ataques a las conquistas y derechos de la clase trabajadora y de la juventud.
La juventud revolucionaria y los activistas marxistas deben asumir la tarea de construir un partido marxista revolucionario, como el Partido Bolchevique, que logró en 1917 llevar a la clase obrera rusa al poder, construir un Estado obrero y consejos de campesinos pobres. Esta tarea es indispensable y urgente, sin la cual no hay posibilidad de victoria a pesar de los grandes sacrificios de las masas, al igual que el vapor se evapora cuando no hay una caja de pistones para dirigirlo. Nadie hará esto por nosotros, debemos ser dueños de nuestro propio destino.
Para hacerlo, tenemos que confiar en nuestra clase: la clase trabajadora, que es la única clase que crea toda la riqueza en la sociedad. Y debemos armarnos con las ideas marxistas, que nos permitirán construir las fuerzas necesarias para dirigir la lucha para cambiar la sociedad y eliminar la crueldad, la injusticia, la explotación y la esclavitud. Solo así viviremos para ver el triunfo del socialismo en Argelia, en el norte de África y en todo el mundo.
“El nivel del mar está subiendo, también nuestra ira”. Así se lee un cartel en el reciente #YouthStrike4Climateen Londres. Los jóvenes de todo el mundo están saliendo a las calles para abordar el tema candente de nuestra época: la inminente catástrofe climática. Comenzando en Suecia, el pasado mes de agosto, con las protestas semanales de una estudiante, Greta Thunberg, las huelgas juveniles se han extendido rápidamente por todo el mundo. En todos los países la situación es la misma: una nueva generación radicalizada está entrando en la actividad política, exigiendo acciones y cambios en el sistema para evitar la destrucción del medio ambiente.
El cambio climático ya no es cosa del futuro. Los huracanes se están volviendo más poderosos, los bosques están ardiendo, la gente está muriendo a causa de las olas de calor, la sequía, las inundaciones y la hambruna. Estos fenómenos meteorológicos extremos se están convirtiendo rápidamente en la regla, no en la excepción.
Los océanos están contaminados por desechos plásticos y químicos, que matan a los peces y a otras especies marinas. Los suministros de agua subterránea son drenados o contaminados, lo que conduce a una escasez generalizada de este recurso esencial. Cada año, muchas especies se extinguen a causa de la destrucción sin sentido de los ecosistemas.
Se necesita una acción inmediata. Es esencial una reducción masiva de las emisiones y de los niveles de contaminación. Y se deben tomar medidas de mitigación a gran escala, como la construcción de defensas contra las inundaciones y la reforestación. Pero los capitalistas y sus representantes políticos son completamente incapaces de llevar a cabo los cambios radicales que se requieren.
Se necesita una acción global para resolver un problema global, pero los gobiernos capitalistas son impotentes. Sin embargo, esta inercia en la cúspide no se debe simplemente a la falta de voluntad política. Los “líderes” mundiales no son pasivos en esta cuestión porque carezcan de determinación, sino porque su propósito primordial es defender el sistema capitalista, no el futuro de la humanidad o del planeta. Greta Thunberg, en su discurso ante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, afirmó que:
“Si las soluciones dentro del sistema son tan imposibles de encontrar, tal vez deberíamos cambiar el sistema mismo. No hemos venido aquí para rogar a los líderes mundiales que se preocupen. Nos han ignorado en el pasado y nos volverán a ignorar. Nos hemos quedado sin excusas y nos estamos quedando sin tiempo. Hemos venido aquí para hacerles saber que el cambio está llegando, les guste o no. El verdadero poder pertenece al pueblo”.
Esto va al meollo del asunto. Thunberg señala que los científicos están siendo ignorados, y pide a los gobiernos que escuchen la evidencia y el asesoramiento científico. Pero los capitalistas y sus políticos no se dejarán convencer por argumentos morales, ni por hechos y cifras. Al fin y al cabo, no podemos esperar que esta élite ajena haga algo para proteger la Tierra, ya que su único criterio es maximizar los beneficios a expensas de nosotros.
Es el sistema económico actual, el capitalismo, el que está matando a nuestro planeta. Su insaciable búsqueda del máximo beneficio a corto plazo es responsable de la carrera hacia el mínimo al que se ven reducidas cada vez más las condiciones ambientales y de vida. Son las grandes empresas las que deciden qué se produce y cómo se produce. Pero esto no se hace de acuerdo con ningún plan. En cambio, nuestra economía queda en manos de la llamada “mano invisible”, es decir, de la anarquía del mercado.
Las corporaciones buscarán atajos y pasarán por encima de las regulaciones siempre que sea necesario para reducir costos, superar a sus rivales, capturar nuevos mercados y maximizar sus ganancias.
El escándalo de las emisiones de Volkswagen lo demuestra claramente. Se descubrió que la mayoría de los grandes fabricantes de automóviles diesel hacían trampas en las pruebas de los vehículos, lo que les permitía eludir normas de emisión más estrictas. Mientras tanto, los políticos ofrecían exenciones fiscales a los automóviles diésel. La consecuencia fue una caída drástica en la calidad del aire urbano.
Los microplásticos son otro ejemplo. Las empresas, abandonadas a su suerte, han contaminado los océanos y a sus habitantes con pequeños trozos de plástico. Las consecuencias de esto podrían haber sido fácilmente pronosticadas (y evitadas) de antemano. Pero el sistema sólo reacciona una vez que el daño ya está hecho, y luego sólo de manera fragmentaria.
Los políticos capitalistas no tienen nada que ofrecer en respuesta a esta destrucción. Todo lo que pueden sugerir es que debemos unirnos y tomar decisiones individuales para reducir nuestra huella ambiental.
Pero las “soluciones” que se derivan de esto son totalmente reaccionarias. En esencia, no son más que un “lavado verde” de austeridad, diciéndoles a los trabajadores y a los pobres que deben apretarse el cinturón para resolver un problema creado por los capitalistas y su podrido sistema.
Lo más importante es que este mantra liberal e individualista va en contra de los hechos. Un estudio reciente, por ejemplo, demostró que 100 grandes empresas (principalmente grandes productores de combustibles fósiles) son responsables de más del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Esto pone de relieve dónde reside la verdadera culpa del cambio climático. Pero también señala el camino a seguir. Estos grandes monopolios generan la mayor parte del daño ambiental. Sin embargo, nacionalizados bajo un plan de producción socialista, podrían emplear tecnologías verdes modernas para reducir las emisiones y la contaminación en el espacio de unos pocos años.
Al combinar las mejores mentes científicas con las habilidades de los trabajadores de la industria, bajo el control democrático de los trabajadores, podemos poner todas las capacidades y recursos tecnológicos de la sociedad al servicio de la humanidad y del planeta.
Los movimientos políticos y sociales de izquierda están en aumento en todo el mundo. La tarea ahora es llevar la militancia y la radicalización de las huelgas estudiantiles hacia estos movimientos más amplios, con trabajadores y jóvenes luchando juntos por políticas ambientales socialistas audaces.
En algunos países, los huelguistas estudiantiles climáticos se han dirigido correctamente a los sindicatos para pedirles apoyo. Este es el enfoque correcto. Los sindicatos deben responder ahora apoyando a los estudiantes con movilizaciones y huelgas. No se trata sólo de un problema de los jóvenes, sino de un problema que afecta a todos los trabajadores.
El poder de la clase obrera organizada, armada con un programa socialista, sería imparable. Como los marxistas siempre hemos dicho, ni una lámpara brilla ni una rueda gira sin el permiso de la clase obrera.
Sólo aboliendo el sistema capitalista y sustituyéndolo por el socialismo podremos planificar los recursos del planeta de forma democrática. Sólo con la transformación socialista de la sociedad podremos satisfacer las necesidades de la mayoría en armonía con el medio ambiente, en lugar de generar beneficios para una minoría parasitaria.
La tecnología y la ciencia existen para hacer frente al cambio climático. Pero bajo el capitalismo, estas fuerzas están destruyendo el planeta Tierra, no salvándolo. Socialismo o barbarie: ese es el futuro que tenemos por delante. Necesitamos una revolución.
¡Máxima movilización para el 15 de marzo!
El capitalismo es el problema – ¡El socialismo es la respuesta!
El episodio de crisis social del que fuimos testigos durante los últimos días como consecuencia de la caída abrupta del suministro eléctrico en todo el país desde el pasado jueves, ha sido el más severo en los últimos 15 años, desde el paro petrolero y sabotaje patronal que llevó adelante la burguesía nacional junto al imperialismo para derrocar al camarada presidente Hugo Chávez en diciembre de 2002.
La interrupción total del suministro eléctrico ha generado un impacto devastador sobre la vida cotidiana de la gente. En Caracas por ejemplo, la interrupción del servicio de transporte por parte del Metro de Caracas, paralizó por completo la ciudad. Los únicos medios de transporte disponibles eran las busetas y autobuses, que ya de por sí han mermado en cantidad durante los últimos años. Si bien desde el día viernes la empresa METRO puso a disposición su flota de los llamados metrobuses para proveer un servicio temporal de transporte, evidentemente no es suficiente para atender la demanda poblacional de transporte que existe en la ciudad capital.
Por otro lado, al no contarse con servicio eléctrico, las plataformas de comunicación prácticamente colapsaron, y ello hizo casi imposible la compra de alimentos, medicinas y cualquier otro bien durante los últimos días, cada vez que había una caída del suministro. Aunque algunas cadenas de supermercados contaban con plantas eléctricas para mantenerse funcionando, al no haber líneas telefónicas en funcionamiento, cada vez que se cortaba el suministro no había forma de pagar electrónicamente en los comercios, abastos y demás establecimientos. Si bien era posible pagar también con efectivo, está siendo -otra vez- cada vez más escaso y difícil de conseguir para la gente. Asimismo, ciertas cadenas de supermercados, tiendas de lujo y otros establecimientos comerciales, estaban aceptando dólares, cosa que sólo podían hacer pocos elementos integrante de la burguesía y pequeña burguesía, y que además refleja el rápido avance de la eliminación del control de cambio.
Por otra parte, la crisis de agua se agudizó tanto en Caracas como en otras zonas del país, casi a un nivel de colapso total del servicio. La caída abrupta del servicio eléctrico hizo imposible lógicamente bombear agua hasta la ciudad de Caracas, o desde los embalses correspondientes hacia las zonas urbanas en el caso de ciudades del interior. No obstante, el deterioro del servicio de agua ha sido progresivo durante los últimos años, y no simplemente un hecho aislado durante los últimos días. Al igual que ha ocurrido con la mayoría de las empresas estatales y nacionalizadas, la ausencia de un control obrero genuino, de una planificación consciente y democráticamente discutida y aprobada de las inversiones en las mismas, la corrupción y el flagelo terrible de la burocracia, han venido dando al traste también con la capacidad de servicio de las hidrológicas del país. En Caracas por ejemplo la gente ha acudido masivamente a las quebradas y tomas de agua provenientes del cerro el Ávila. Como si se tratara de la Semana Santa, la gente ha aprovechado a asearse y bañarse en los ríos, lavar ropa y cargar agua para llevar a sus hogares.
En las noches, ha habido guarimbas y protestas en varias ciudades del país. Nuevamente, hemos sido testigos de esa combinación particular constituida cada vez más por protestas populares espontáneas, como respuesta a la situación país o al deterioro de las condiciones de vida de las masas por un lado, y por el otro, la acción de grupos organizados y pagados por la derecha, de jóvenes de clase trabajadora o de sectores lumpenizados, socialmente de la sociedad para derrocar al gobierno. En el supermercado Luvebras ubicado en La Florida en Caracas por ejemplo, no hubo destrozos en el establecimiento comercial, por lo que sigue funcionando, pero además quienes ingresaron al establecimiento comercial, aunque se llevaron artículos de higiene y algunos comestibles, saquearon sobre todo el área de licorería.
Los saqueos y protestas, no han sido generalizados sino focalizados. En el Zulia y en Carabobo, también se han reportado saqueos.
Hoy martes 12 de marzo, el servicio eléctrico y de telecomunicaciones se ha mostrado más estable tanto en el oriente del país como en la zona central, si bien hay zonas de cada estado y ciudad en los que no se reconecta el servicio desde hace más de 100 horas, como es el caso de La Dolorita en Petare, Caracas, y zonas donde aún no hay suministro estable, como la ciudad de Maracay.
En lo que respecta al occidente del país, varios estados permanecen sin servicio. Mérida por ejemplo, cuenta con más de 100 horas continuas sin servicio eléctrico. En el Estado Zulia, el servicio se ha ido restituyendo de forma progresiva desde la noche de ayer, pero diversas zonas de la ciudad de Maracaibo aún no tienen luz.
El gobierno ha señalado que la interrupción del servicio eléctrico se debió en primer lugar a acciones de sabotaje externo contra el cerebro informático de Corpoelec. Es cierto que el imperialismo norteamericano ha llevado a cabo acciones de este tipo en el pasado, como la acción de ataque informático efectuada contra Irán hace casi diez años, mediante un virus – después llamado Stuxnet- que fue introducido en la red de computadores que controlaban las centrales nucleares en ése país.
Ahora bien, por otro lado, como hemos señalado más arriba, con Corpoelec ha ocurrido lo mismo que con cientos de empresas estatales y nacionalizadas. Antes de la interrupción brusca del servicio eléctrico el pasado jueves, estados como Mérida y Zulia, han venido sufriendo apagones constantes –a veces incluso muy prolongados- durante los últimos años, y ellos son consecuencia del papel nefasto y contrarrevolucionario que ha jugado la burocracia dentro de las empresas eléctricas, a pesar de mil y un denuncias y movilizaciones de trabajadores de base del sector eléctrico, organizados en sindicatos, consejos de trabajadores, así como delegados de prevención, etc. En consecuencia, tampoco es falso que existe un deterioro progresivo y agudizado del servicio eléctrico en el país.
Sin embargo, es público incluso internacionalmente que la administración Trump está decidida por todos los medios posibles –incluso la intervención militar- a llevar adelante un golpe de Estado contra Nicolás Maduro para terminar de derrotar y enterrar de forma definitiva a las masas trabajadoras de Venezuela y al legado de la Revolución Bolivariana.
Pues bien, ante un enemigo tan poderoso y decidido no se le puede enfrentar, bajo ningún concepto, con medias tintas. Hacerlo es preparar la propia derrota, ya sea que esta llegue tarde o temprano.
Por ejemplo, la burguesía venezolana ha sido siempre, tanto económica como políticamente, un simple enclave del imperialismo yanqui en nuestro país. Los últimos 20 años de conspiraciones, sabotaje e intentos de golpe así lo demuestran.
El gobierno ha dicho durante los últimos años, una y mil veces, que la burguesía ha venido ejerciendo una guerra económica contra el pueblo, ha desviado o simplemente robado las divisas que le han sido entregadas para la importación de alimentos y otros bienes de primera necesidad, ha acaparado y contrabandeado productos a Colombia, especulado con los precios de venta y saboteado la producción de bienes, y no obstante, la política del gobierno en los últimos años ha sido precisamente de colaboración de clases con esta misma burguesía que ha golpeado con toda su fuerzas a las condiciones de vida de los trabajadores.
El gobierno de Maduro les ha entregado más dólares, y al mismo tiempo ha terminado de levantar – si bien progresivamente- el control de cambio. De la misma forma, los controles de precio, así como las acciones de los organismos encargados de supervisar su cumplimiento –la Sundee-, parecieran ser hoy simplemente un recuerdo del pasado. Hay una liberación tácita y de facto de los precios de los bienes de primera necesidad que golpea en primer lugar a la clase trabajadora.
Asimismo, en medio de esta última ofensiva intervencionista del imperialismo, y meses antes también, el presidente Maduro ha llamado a la administración Trump al diálogo. Y es sabido que representantes del gobierno venezolano mantienen negociaciones con sectores del imperialismo, a través de un grupo de senadores republicanos y demócratas, con los que hace muchos años se estableció el llamado “grupo de Boston”. ¿Puede tener sentido alguno el diálogo o la conciliación con el primer enemigo de la clase obrera venezolana? Cualquier acuerdo con el imperialismo, a la larga sólo puede contribuir a la derrota de la revolución y de los trabajadores. Alguna vez el cantor del pueblo, Alí primera, nos dijo “el yanqui teme a que tú te levantes, américa latina obrera por qué no lo haces, el yanqui teme a la revolución”, al parecer la burocracia bolivariana olvidó hace mucho tiempo las palabras de nuestro querido Alí.
En consecuencia, ante la grave y decisiva crisis que vive el país en estos momentos, los jóvenes, militantes de base y trabajadores organizados en Lucha de Clases, sección venezolana de la Corriente Marxista Internacional, sostenemos:
– Sólo con medidas radicalmente revolucionarias podremos poner fin de una vez por todas a la conspiración golpista, dirigida internacionalmente por el imperialismo norteamericano y encabezada nacionalmente por Juan Guaidó y la dirigencia de la oposición de derecha. Es necesario derrotar la ofensiva reaccionaria parando la acción de sus cabezas. Por esto, ordenar la detención y encarcelamiento del golpista Guaidó y del resto de dirigentes de la conspiración, es una acción no sólo urgente, sino necesaria e imprescindible para derrotar el golpe. Cárcel para Guaidó, disolución de la Asamblea Nacional golpista.
-Una emergencia nacional como la que se ha vivido en el país durante las últimas horas, exige medidas contundentes contra los capitalistas, que no han dejado de sabotear y especular, para poner todos los medios producción de alimentos y bienes de primera necesidad, así como las cadenas de distribución de los mismos al servicio de las necesidades de la sociedad, por demás, absolutamente urgentes y apremiantes durante los últimos días. Expropiación de las multinacionales y de la oligarquía bajo control obrero. Confiscación de la cadena de producción y distribución de alimentos bajo control obrero y de las comunidades.
-No es primera vez que ocurre una acción de sabotaje contra la industria eléctrica, si bien esta ha sido la más grave en la historia. La única posibilidad de blindar a Corpoelec, pero también al resto de las industrias primordiales del país, contra cualquier acción de sabotaje, es permitiendo que se desarrolle el control obrero genuino dentro de estas empresas. La participación activa y realmente protagónica de los trabajadores en la toma de decisiones en materia de inversión y de gestión, así como el control efectivo por parte de éstos de todo el proceso productivo y de los procesos de trabajo y en las demás ramas de la indústria, incluyendo la administración de estas empresas, es la única garantía real de defensa contra cualquier ataque, interno o externo que se quiera ejercer contra las mismas. Control obrero de la producción.
– La primera respuesta de la gente ante el corte eléctrico ha sido resguardarse en sus casas, y tratar de conseguir provisiones y agua para sobrellevar los días sin suministro. Estas acciones deben pasar de la esfera netamente familiar a una de carácter colectivo, comunitario. Estas experiencias populares que ya se están llevando cabo, como fogatas comunitarias, compartir comida, tomas de agua colectivas, debemos ampliarlas y organizarlas a un nivel superior, sobre la base de los organismos políticos y sociales ya existentes –CLAP, consejos comunales y otros-, y debemos usarlos como instrumentos para garantizar las necesidades básicas del pueblo trabajador –seguridad, alimentación, agua y energía- en los barrios y comunidades. Organizar en todos los barrios Comités Revolucionarios de Abastecimiento y Defensa. Todo el poder al pueblo trabajador.
– Organismos de este tipo, que funcionen democráticamente, con delegados elegidos por cada comité y organismo en cada barrio o sector, articulados a nivel local, regional y nacional, podrían sentar las bases para la reconstrucción de un poder popular genuino – o llamándolo por su nombre correcto, un Estado obrero- cuyos gérmenes, expresados en los consejos comunales, comités de agua, salud y otros, han sido severamente golpeados por la crisis económica y social por un lado, pero también, torpedeados y desarticulados por el Estado burgués y la burocracia contrarrevolucionaria que existe dentro de las esferas dirigentes movimiento bolivariano. Esta es una tarea esencial, si las y los revolucionarios queremos realmente dar al traste con quienes han venido asesinando a la revolución desde adentro, y plantear la lucha de la destrucción del Estado burgués de una vez por todas. Combatir la contrarrevolución y el imperialismo con medidas revolucionarias
Se han cumplido los primeros cien días del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pese a que es relativamente poco tiempo, es el suficiente para saber los rasgos fundamentales de su administración.
Poder, Estado y gobierno
En un régimen capitalista el poder real, reside en los grandes capitalistas, ellos son los que deciden quë y cómo se va a producir. Tan solo los 16 hombres más ricos de México poseen alrededor de 150 mil millones de dólares, es decir el equivalente a poco más del 60% de presupuesto para este año. El 1% de la población posee casi la mitad de toda la riqueza nacional. En suma tienen el control de la economía y es un poder no democrático, nadie voto por ellos y están donde están porque nacieron ricos o porque las tranzas a lo largo de sus vidas se los permitió.
Los supermillonarios deciden, pero para poder ejercer su domino se requiere todo un andamiaje jurídico-político que regule su dominio y que se torne invisible con reglas en las que formalmente cualquiera puede gobernar pero preservando en realidad el estado de cosas para asegurar que se sigan enriqueciendo. Esta estructura jurídica, política y represiva es el Estado.
El Estado mexicano es capitalista porque defiende al capitalismo, puede asumir formas represivas o democráticas, dependiendo del grado de consenso que haya en la sociedad, pero nunca por sí mismo buscará modificar las relaciones de dominación existes.
Como parte de las reglas del Estado está la renovación de sus órganos de gobierno: el poder ejecutivo y el legislativo. Las leyes están hechas para que estos órganos se integren por los miembros de la elite, pero formalmente cualquiera podría postularse.
Cuando llega una revolución las masas exigen participar del poder del Estado, tumban gobiernos, reconstruyen reglas, pero mientras no se cambien las relaciones económicas (y se construya un nuevo Estado con un carácter de clase a favor de los trabajadores) la oligarquía siempre terminará por asimilar a la nueva casta gobernante. Esto fue lo que pasó con el PRI, el cual al final terminó confundiéndose con la derecha tradicional.
En México la asimilación del gobierno a la burguesía se profundizó desde el sexenio de Miguel Alemán, pero fue en el gobierno de Carlos Salinas cuando llegó a un punto cúspide, desde entonces en su afán por enriquecerse lo más rápido posible transfieran el equivalente la cuarta parte del PIB a los actuales millonarios. Un proceso distinto pero en esencia muy relacionado con lo que pasó con el porfiriato.
El proceso de depredación de la gran burguesía se hizo a costa de destruir la legitimidad del Estado. Para el sexenio de Calderón, luego de fraudes y despilfarros, el Estado no tenía poder ni en territorios ni en la esfera económica. Ante esta situación los grupos delincuenciales en todas las esferas asumieron el control. El capitalismo de compadres sustituyó las reglas de control estatal por las de las mafias.
1 de diciembre de 2018, llegó el turno de las masas
Las masas trabajadoras, defendiéndose instintivamente, han dado en esta fase histórica de más de treinta años una batalla permanente la cual tuvo un punto culminante el 1 de julio de 2018.
Entonces tuvo lugar un raro acontecimiento, alguien que no formaba parte de la elite burguesa llegó al gobierno con 30 millones de votos. Esto fue un auténtico cataclismo para el sistema, dado que la gente opto por una alternativa que formalmente aparecía como contraria a todas las políticas del llamado neoliberalismo.
Andrés Manuel López Obrador avasalló en las pasadas elecciones. Tanto en la cámara de diputados como en la de senadores tiene mayoría, de tal modo que no necesita ceder a los chantajes de los partidos del viejo régimen.
El movimiento fue tal que, aún hoy en día, las masas no pierden ocasión para mostrar su repudio al PRI o al PAN abucheando a los gobernantes ahí donde se presenta AMLO.
Fin del monopolio informativo
Incluso los medios de comunicación tradicionales se han visto rebasados por las redes sociales. Un ejemplo, el canal de youtube de noticieros televisa tiene uno 900 mil suscriptores, tan solo hay 10 distintos canales de simpatizantes de AMLO con la misma cantidad de suscriptores, con 100 mil o más vistas diarias mientras que los noticieros ya citados no pasan de 2 mil o 3 mil visitas.
El control de la información que tenían las grandes televisoras y radiodifusoras se hizo pedazos. En este punto sí que las fuerzas productivas han desbordado las relaciones de producción. Pero esto es solo un aspecto de la nueva situación.
La batalla por un nuevo sindicalismo
Las masas quieren un cambio y lo expresan en todos los campos, ejemplo de ello es el movimiento sindical, el cual se desató de manera desbordante en la frontera norte, especialmente en Matamoros, ante el anuncio de AMLO de aumentar el salario mínimo. Rápidamente las masas rebasaron a los sindicatos tradicionales y estallaron huelgas, unas legales y otras no, logrando en las mayoría de los casos importantes triunfos como lo son los aumentos salariales del 20%, imposibles de alcanzar en 30 años con la excepción de los obreros del sindicato minero que por su posición estratégica y combatividad han conseguido aumentos semejantes a pesar de la persecución a su dirigente.
En este punto hay que aclarar que el triunfo de los trabajadores de Matamoros es producto del actual ambiente de lucha de clases. Es un ejemplo de la combatividad proletaria, es una victoria exclusivamente de los trabajadores dado que el propio gobierno de AMLO hubiera preferido evitar la lucha con el fin de quedar bien con los empresarios.
Ahora los trabajadores enfrentan represión patronal en la forma de despidos, pero el proletariado de la frontera no se amedrenta, va por más. Ahora que el gobierno de AMLO dice que debe haber democracia sindical se desatará una lucha por construir sindicatos que sustituyan a los cascajos de la CTM y congéneres. Esto se hará con la anuencia del gobierno o sin ella. Se trata de un proceso cuyos primeros momentos de han vivido en estos cien días pero que tiende a generalizarse a nivel nacional.
Luchas regionales
En lo que se refiere a otros sectores sociales es importante recalcar el sentimiento de confianza de las masas y lo mejor es que por el momento no están supeditadas a la voluntad del nuevo gobierno. Este es el caso de asuntos como el de la termoeléctrica en el estado de Morelos, la cual se construyó en contra de la voluntad de los pobladores y hasta ahora mantienen una batalla por evitar su puesta en funcionamiento.
Algo similar sucede en el caso de proyectos como la mina de oro en baja california, la cual se tuvo que cancelar ante el clamor de las masas y probablemente veamos escenarios de lucha de clases en el marco de proyectos como los del Istmo de Tehuantepec y el tren maya. En todos estos casos el camino es la lucha, la organización y movilización independiente, las propuestas del gobierno se tienen que confrontar con la voluntad de las masas en pueblos y regiones, todo esto sin simulaciones.
Los derechos de la mujer
Otro tanto sucede con luchas como la de la mujer, en este punto podemos ver señales disímbolas en el gobierno. Está claro que no habrá una iniciativa para hacer nacional el derecho al aborto que incluya su atención en los servicios de salud, como es en la ciudad de México. Será necesaria una campaña de movilizaciones masivas, especialmente en las zonas más retrogradas como Guanajuato y Nuevo León.
Lo mismo pasa con la lucha contra el feminicidio y por la auténtica igualdad de la mujer, en estos temas la lucha va primero, la organización desde abajo y el combate sistemático y sistémico es imprescindible. No se trata de un problema de gestión de gobierno sino de una sociedad que el capitalismo ha enfermado y de la que emanan por todos sus poros racismo, sexismo y violencia contra los más débiles. Estas batallas no se pueden dejar para un futuro indeterminado, se deben librar ya, dado que hay vidas que en estos momentos se están perdiendo y no hay tiempo que perder. Sin dejar de perder de vista que la sociedad capitalista hará renacer todas estas lacras mientas exista.
En suma las masas están en el plan de tomar sus destinos en sus manos. Si es con AMLO que bueno, pero lucharán con o sin él.
La Guardia Nacional
La violencia es también una dimensión del problema del capitalismo actual. La reacción del presidente ha sido la de crear una nueva fuerza militar que llegará a tener 80 mil integrantes lo cual, en suma, significa una forma de militarización. La iniciativa es vista con simpatía por la absoluta mayoría de la población, dado que suena como una acción más allá de las palabras y de los actos escenográficos de anteriores gobiernos. Por supuesto es muy natural la reacción de amplios sectores de las masas que se sentían abandonados. Es probable que a la larga veamos algún efecto en la detención de criminales, pero lo que realmente es un asunto preocupante es la creación de un cuerpo de hombres armados que al estar aislado de las masas se pueda utilizar en su contra en este o en algún otro gobierno. Como señalaba Marx, criticando a la asamblea nacional francesa en tiempos de Luis Bonaparte cuando esta fue disuelta a manos de las fuerzas armadas que ella misma creo. Por esto mismo tanto el PRI como el PAN al final dieron su visto bueno, tal vez en su mente pueda pasar la idea “quien sabe, tal vez a nosotros nos toque utilizar esta guardia nacional para aplastar al Lopezobradorismo”.
Ante ello la alternativa tampoco es cantarles canciones de paz y amor a los delincuentes, sino el armamento del pueblo en forma de milicias locales, electas en asambleas populares y con revocabilidad y vigilancia de la misma población, una fuerza armada no de 80 mil, sino de dos o tres millones, un auténtico pueblo en armas.
¿Cómo combatir al neoliberalismo?
No hay duda que AMLO es genuinamente una persona bien intencionada. Ha señalado, en repetidas ocasiones, que es necesario superar al neoliberalismo al cual identifica con la corrupción y con la utilización de los cargos gubernamentales para crear fortunas. Es decir, la función del poder económico y el poder político. En vez de emplear al Estado para fortalecer a la oligarquía lo que pretende AMLO es utilizar al Estado para distribuir la riqueza en beneficio de los más pobres, con apoyos que pueden ir de 800 a 6mil pesos, dependiendo de los casos. Por supuesto no hay nadie que se oponga a que los pobres mejoren sus ingresos con excepción de los oligarcas, que por supuesto consideran un pecado mortal desperdiciar el dinero “regalándolo” a los pobres, cuando bien podría seguir “regalándolo” a los ricos como es la tradición en México.
Para decirlo en otras palabras, AMLO pretende pasar de un gobierno centrado en lo ricos a uno centrado en lo pobres. Los apoyos a 8 millones de adultos mayores y 10 millones de estudiantes de bachillerato son solo un botón de muestra de ello. Para financiar esta inversión social pretende enfrentar otro de los elementos que él considera neoliberalismo: la corrupción.
Cuando se trata de cualquier problema económico parece que solo hay una respuesta por parte del nuevo gobierno: “combatir la corrupción”. Por supuesto, hay bastante de razón en ello. Supongamos que la lucha contra la corrupción tiene éxito, que “todos nos portamos bien” y se consiguen ahorros y un presupuesto de 500 mil millones de pesos para distribuir a los pobres anualmente. Supongamos que estos suman 60 millones, esto daría unos 8400 pesos al año para cada uno. Es un buen dinero, sin duda, pero nada comparable a un empleo de 144 mil pesos que se requieren anualmente para comprar la canasta básica.
En suma, aún si son exitosos los programas del nuevo gobierno se quedaría aún muy corto de abatir realmente la pobreza, los apoyos son sensacionales y marcan una diferencia con respecto a los gobiernos del PRI y del PAN, pero no son suficientes para abatir la pobreza.
Pese a todo, las masas ven con un optimismo que los “expertos” burgueses no pueden entender que el indicador de Confianza del Consumidor (ICC) alcanzó 48.81, el nivel más alto de toda la historia (El Sol de México 6/III/19).
Otros indicadores ayudan a una percepción optimista, entre ellos que la inflación (3.9 anualizada) también es una de las más bajas en 5 años y para acabarla el dólar promedia 19 dólares mientras que hace 100 días superaba los 20 pesos.
Turbulencia internacional
Por supuesto las razones de esta circunstancia se deben a factores externos como el hecho de que Donald Trump está dedicando a destruir los acuerdos comerciales con todo el mundo: Rusia, Turquía, India, Unión Europea, pero especialmente con China con quien vive una auténtica guerra comercial. Esto ha llevado a la administración Trump a mantener una relativa poca presión contra México, lo que genera en el corto plazo un escenario relativamente ventajoso para el comercio exterior mexicano el cual aún tiene un tratado vigente.
La economía mundial camina rumbo al colapso del dólar, no obstante este proceso aún puede tardar y mientras esto sucede la economía mexicana sobrevive nadando de a muertito ante la turbulencia internacional. No obstante, cuando a crisis internacional estalle no habrá escudo que nos proteja.
El grillete de la deuda
No se ha recurrido ni a la impresión de billetes ni al endeudamiento. Esto último ha enfurecido a los bancos norteamericanos los cuales, como si fueran vampiros, viven de succionar la sangre de países enteros por la vía de intereses de deudas impagables. En eso Peña era todo un héroe para los bancos gringos ya que llevó a un endeudamiento total, interno y externo, del 30% del PIB al 50% en la actualidad, haciéndoles ganar millonadas. Tan solo en Pemex contrató deuda por casi 100 mil millones de dólares, por ello les ha dolido tanto que AMLO señale que no habrá más préstamos. Aun así, la deuda mexicana no se compara, por ejemplo, con la deuda gringa que es de un 104% del PIB o países como Alemania con un 70% del PIB, Italia con un 135 % o más de 200% en el caso de China.
Como hemos dicho en otras ocasiones, la deuda es uno de los mecanismos que la burguesía tiene para succionar la riqueza de los trabajadores sin crear un centavo de valor así que el ponerle límites es algo bueno como también lo es el no incurrir al déficit y la idea de que los gastos del Estado se pueden reducir sin que ello implique una reducción al gasto social. No obstante ni aún con estas medidas se cambia la estructura de poder real de México.
Inversión y desarrollo
López Obrador tiene razón cuando dice que el neoliberalismo es corrupción, pero esta no es la escancia del mismo. Si observamos la estructura económica del país en 1982 y la comparamos con la del 2018 encontramos las claves de este modelo económico y cuáles podrían ser las vías para romper con él.
En México, la inversión total en 1981 era de alrededor del 30% el PIB. De ella casi un 11% era pública (Cuamatzin, 2006); para 2017 era del 22%, de ella el 19% era privada y el 3% del gobierno. Dicho en otras palabras el “neoliberalismo” ha significado una reducción relativa del 8% del PIB de la inversión pública, sin que ello haya significado que los capitalistas privados inviertan más, de hecho hay un efecto contrario. La burguesía no fue capaz de desarrollar la economía ni cuando el Estado se borró casi del mapa.
Mientras no se revierta esta composición tendremos un gobierno que critica al neoliberalismo pero que en los hechos lo administra. La única manera de comenzar a revertir esto sería expropiando a los ricos de Forbes y poniendo empresas, bancos y organismos financieros bajo el control democrático de los trabajadores. Alguno dirán que los capitalistas están vinculados internacionalmente y ya no tendríamos préstamos. Nosotros decimos que de hecho se tendría que desconocer la deuda del gobierno, declararla ilegitima, en suma no pagarla. Así si tendríamos recursos para el desarrollo, así si se acabaría el neoliberalismo. Seguramente los trabajadores norteamericanos verían con simpatía eso de desconocer la deuda nacional, algunos dirían que para eso sería necesaria una revolución en Estados Unidos, nosotros decimos, “bueno si, esa es la idea”. La cuarta transformación no debe conocer fronteras.
Sistemas de pensiones
En prácticamente todos los rubros de la economía se tiene condiciones similares. Los últimos 30 años de reformas han generado un esquema de reproducción capitalista que se alimenta a sí mismo a costa de la miseria de las masas y que debe ser destruido o de lo contrario el gobierno terminará sirviéndole.
Pongamos un ejemplo más, la esencia de los sistemas de pensiones, los cuales fueron privatizados entre 1997 (IMSS) y 2007 (ISSSTE), es que las pensiones no están garantizadas. El trabajador recibirá lo que bien o mal logre ahorrar. Las administradoras de fondos, mientras tanto, jinetean el dinero y ganan comisiones ya sea que los fondos suban o bajen. Un auténtico atraco que significa que el estado se deshace de la responsabilidad de otorgar una pensión al trabajador. La propuesta que hace la administración de AMLO no es renacionalizarlas, sino ampliar sus facultades de inversión manteniendo su esencia. A la larga esto significará una fuente de conflictos sociales de proporciones monstruosas. Por el momento estos problemas no son evidentes, dado que será hasta mediados de la próxima década cuando al pensionarse los trabajadores se den cuenta que no tienen nada. En este punto no basta con no ser corrupto, hay que renacionalizar los sistemas, construir una administradora estatal, que sea fuente de inversión productiva con pensiones garantizadas, eso sí sería superar al “neoliberalismo”.
Ni un paso atrás
AMLO destaca que es importante arribar a la armonía social como mecanismo para que la cuarta transformación se consolide. Nosotros consideramos que la armonía social es un fin no un medio. Cuando la explotación y la violencia terminen, entonces habrá espacio para la armonía. Mientras tanto no se puede apelar a la paciencia del pueblo, todo lo contrario. Si hay algo positivo en esta situación es que se abre el espacio para liberar la lucha de clases en contra de las clases explotadoras.
Morena no es un organismo de control social como lo fue el PRI, no tiene mecanismos ni fuerza para someter una sola directiva del movimiento sindical, campesino o incluso juvenil. Esta es una ventaja que debe ser aprovechada para no ponerle límites a la lucha de todos los sectores.
El enemigo principal es la burguesía y el imperialismo, mientras las masas asuman la iniciativa será posible avanzar en las reivindicaciones del pueblo, y estos 100 días del gobierno de AMLO demuestran que los verdaderos conflictos apenas se están perfilando.
El ambiente político se transformó en la ciudad de Matamoros con la oleada de huelgas. Todo el actuar de los patrones y el Estado busca el restablecimiento de la vieja normalidad. Matamoros en su historia tiene acontecimientos de gran importancia como la derrota de tropas invasoras que le han dado el mote a la ciudad de heroica. Hay obreros que dicen que esta lucha convierte a Matamoros nuevamente en heroica. No es para menos, así como la biblia dice que los últimos serán los primeros vemos como esta clase obrera sobrexplotada que parecía agachona, se ha puesto a la vanguardia del movimiento obrero nacional.
El impulso viene desde abajo
El impulso de esta lucha no viene de arriba, sino de muy abajo. Son los obreros de las fábricas que se han hartado. Los obreros de la siderúrgica Castlight nos platicaban que en noviembre ya habían hecho un paro en una línea de producción, antes de estallar la lucha actual. En una y otra fábrica había cansancio y se gestaba aquí y allá un pequeño conflicto y otro, de forma casi imperceptible en la mente de miles de obreros algo estaban cambiando. La derrota a la derecha en las elecciones de julio fue a la vez reflejo del malestar acumulado e impulso. El detonante lo dio el decreto de aumento al salario dado por AMLO.
Al estallar de forma espontánea esta insurgencia obrera, asistió a Matamoros la abogada laboral Susana Prieto Terrazas, quien ya había estado presente en las luchas de las maquilas en Ciudad Juárez. La abogada es de un carácter duro, lo cual puede tener un doble filo. En una ciudad donde el trabajo y la vida son duras, incluso sus arrebatos han sido vistos como positivos por el movimiento obrero. Ella les habla fuerte también a los patrones, a sus representantes, a los jefes de la policía, etc. Susana se ha convertido en una especie de héroe local, una dirigente de masas. Algún obrero me decía que además de Rigo Tovar, el histórico cantante popular matamorence, sólo Susana había logrado abarrotar la plaza central de Matamoros.
La fuerza no viene de arriba sino de abajo, pero se ha dado una interrelación y la presencia de la abogada, en la etapa actual, es motivo de ánimo y unidad. Lo cual no significa que los obreros la esperen para actuar, pues incluso estando fuera de la ciudad los estallidos de paros no se detienen. También es claro que Susana no es capaz de resolver sola los problemas de la lucha en cada fábrica, les corresponde a los obreros organizarse en cada centro de trabajo y a nivel general para concretar la democracia sindical.
Para tener un mejor panorama del ambiente entre los proletarios podremos algunos ejemplos. Los guardias de seguridad de las empresas comenzaron a organizarse e iniciaban un paro porque a todos les estaban aumentando el salario menos a ellos. Para evitar un paro de este sector accedieron de inmediato a sus peticiones. Las obreras de SCG Moños se quejaron porque no le estaban respetando sus pagos y amenazaron con hacer un nuevo paro, mágicamente en sus nuevos recibos aparecían sus adeudos pendientes.
En la planta 3 de la fábrica INTEVA una maquina se sobrecalentó y comenzó a echar humo. El protocolo de seguridad es claro y en un caso así de inmediato se tenía que sacar a los trabajadores a la calle. Ésta empresa tiene como slogan: “Salud y seguridad son lo más importante, todos los accidentes se pueden prevenir”. El encargado de sacar al personal es el delegado junto con los guardias de seguridad. El delegado del segundo turno es Rodolfo Morado pero en vez de sacar al personal sólo les dio mascarillas, poniendo en riesgo sus vidas. Una obrera se desmayó por el miedo y el terror a morir calcinada si las cosas se agravaban, los compañeros obreros fueron a sindicato SJOIIM a quejarse con el secretario Juan Villafuerte quien como siempre les dio por su lado diciendo que no pasó nada. Ese incidente es motivo para una denuncia por atentado con alevosía y ventaja contra los cientos de obreros que laboran en INTEVA planta 3. La verdadera causa por la que no sacaron a los obreros es porque, frente al ambiente que existe, eso se podría haber convertido en un nuevo paro en demanda de verdadera seguridad laboral.
Es más que el 20-32, el obrero tiene dignidad
La primer oleada de la lucha se dio en una rebelión de 48 fábricas del Sindicato de Obreros y Jornaleros Industriales de la Industria Maquiladora (SOJIIM) pero las ondas expansivas sacudieron a los demás gremios burocráticos, como el Sindicato Industrial de Plantas Maquiladoras y Ensambladoras y el Sindicato de la Industria Química y Petroquímica de Matamoros, controlados por Jesús Mendoza y Alfredo Bazán Serrata, respectivamente.
Los obreros luchan por sus demandas económicas como son el 20% de aumento al salario y el bono especial de 32 mil pesos, pero es más que dinero lo que impulsó este movimiento. Son años de estar pisoteados; de agachar la cabeza; de, en el mejor de los casos, pelear tus derechos individualmente y limitadamente con tu jefe inmediato. Pero ahora se había logrado la unidad, quizás no de todos, pero sí de muchos que estaban dispuestos a incluso sacrificar su seguridad y estabilidad laboral. La lucha dotó de dignidad a la clase obrera. Nos comentaron de un caso de un trabajador que ganaba más de 700 pesos al día, lo cual es casi el triple que otros trabajadores, él se sumó al movimiento y decía que si bien no tenía la misma necesidad económica, quería estar con sus compañeros en ese movimiento histórico aunque perdiera su empleo y su buen salario. Los obreros se atrevieron a luchar, asentir la libertad que te da la unidad, a hablarle de iguales a jefes y burócratas sindicales. Aun cuando han despedidos obreros, el conseguir el 20-32 es cosa de orgullo y de callar la boca incluso a esos mismos compañeros que criticaron el movimiento y decían que no se podía conseguir nada.
Los obreros han mostrado su fortaleza, su unidad llevó a que la correlación de fuerzas les favoreciera. Los patrones no han tenido opción, por mucho que lloriqueen que sacarán las empresas de la ciudad, han tenido que ceder a las demandas económicas de los obreros.
Sobre los despidos
La secretaria del Trabajo, Luisa Alcalde, ha dicho que sabe que ha habido represalias contra los obreros de las Maquilas y que hay decenas de despedidos, sin embargo no toma ninguna acción más allá de su declaración. Pero no son decenas, son cientos de compañeros despedidos. Esta medida de los patrones busca mermar la organización, dar un escarmiento y regresar a la vieja normalidad. El movimiento adquirió un carácter de masas, que sean cientos de despedidos es un reflejo de esa masividad de la lucha.
¿Por qué los obreros están aceptando los despidos? En un sentido es falta de experiencia en la lucha, por otro se debe considerar que los bajos salarios hacen muy difícil que un obrero tenga capacidad de ahorro, el recibir un dinero extra permite dar un respiro, resolver problemas o aumentar el patrimonio. A esto hay que sumar que se considera que hay mucho trabajo en la ciudad y seria relativamente fácil emplearse en un nuevo trabajo. En condiciones normales así sería pero los patrones no quieren contratar problemas y boletinan a los trabajadores para que se les niegue el trabajo en caso de lo busquen en otra empresa. Esas problemáticas no se visualizan del todo a la hora de aceptar un despido, pero también un obrero consciente puede pensar más de dos veces defenderse primero porque eso es una lucha de resistencia que pude llevar a que por un tiempo largo no tenga un ingreso estable. En segundo lugar porque expondría al compañero dificultando encontrar otro trabajo futuro.
Incluso a esos golpes, que significan los despidos, los obreros pueden responder con gran dignidad. En la fábrica Polytech no se hicieron los despidos de golpe, continúan paulatinamente cada semana. A un obrero lo han despedido por tomar una foto favorable a la lucha de los obreros de la Coca Cola. Otros despedidos son por participar destacadamente en el 20-32. Cuando un compañero es despedido pasa en medio de la planta de producción y cuando da sus primeros pasos rumbo a la calle empieza una rechifla masiva, una ovación. Algunos de los despedidos levantan las manos con júbilo o caminan lentamente para que la ovación se prolongue bajo el enojo de sus jefes. Es una venganza obrera hacia los jefes, una acción de dignidad al reconocer a los compañeros golpeados como héroes de la lucha de clases.
El caso de TPI
Otro caso lo vemos en la fábrica TPI, que entró en acción en la segunda ola de la lucha. Ahí los obreros habían aceptado que no les dieran el 20-32, habían aceptado ya un aumento de alrededor del 18% a condición de que no hubiera represalias ni despidos. Los patrones incumplieron y empezaron las represalias, así que primero un grupo numeroso no entró a trabajar y después pusieron las banderas rojinegras con una huelga legal. El movimiento se prolongó por un mes.
Nos tocó ver como los trabajadores fueron a otra empresa a buscar apoyo y tenían los botes llenos con varios billetes de a 20 pesos, otros trabajadores de una empresa en activo organizaron por su cuenta una colecta y entregaron el bote a los compañeros de TPI. En la huelga llegaba gente con víveres en apoyo, en el quiosco de la ciudad se juntan también víveres y algunas despensas se entregaron a los compañeros huelguistas de TPI. Esa es otra conquista del movimiento 20-32.
Obreros de TPI en asamblea
Pero el cansancio se notaba, la relación con los patrones se había roto y a los obreros les pareció bien aceptar un despido masivo con buenas indemnizaciones. Fueron 240 obreros despedidos en TPI. Mientras se leía la propuesta de acuerdo los obreros nombrados en la lista de despedidos se alegraban en su inmensa mayoría. Nadie les quitará el gusto de haber encarado a la empresa y a sus capataces.
Susana Prieto llamó, en la última asamblea masiva, el pasado 23 de febrero, a no aceptar los despidos ni sus finiquitos y luchar contra ellos. Ya comienzan a verse casos de trabajadores que se a defienden y luchar contra los despidos. La única forma es actuar contra los despidos es de forma organizada en la defensa de nuestros compañeros: si tocan a uno tocan a todos.
La bandera de huelga en TPI
Castlight
La segunda oleada de paros y huelgas, animada por las primeras 48 fábricas que entraron en acción, aún continúa. Tienen la desventaja de no estar en el punto cúspide del movimiento pero no significa que el ambiente general sea desfavorable. Hay un sentimiento de fuerza, donde se ve la importancia de los trabajadores de la sociedad y cada lucha es parte de un movimiento conjunto de la clase obrera. Hay trabajadores que ya regresaron a laborar, pero en cada fábrica en paro o huelga estos obreros llevan víveres, organizan dentro de las fábricas bateos, etc. Hay muchas muestras de apoyo que se notan en el ambiente como el ver pasar autos pitando con júbilo frente a las fábricas en huelga.
Arriba hemos mencionado el caso de TPI, además vemos otras empresas como Castlight que cuando los visitamos aun no conseguían colocar las banderas rojinegras de huelga pero su movimiento había conseguido sacar a todos los trabajadores de la empresa y extenderse por un mes. Ellos nos narraban las condiciones difíciles de su trabajo, son obreros metalúrgicos y tienen que trabajar en temperaturas muy altas, lo que hace que el trabajo sea complicado. Algunos compañeros no soportan tener todo el tiempo los cubre bocas en esas altas temperaturas, pero aun con ellos es imposible no inhalar distintos gases. Se trabaja con altas temperaturas, fundiendo metales a temperaturas mayores a 800ºC. Eso vuelve al trabajo en uno de alto riesgo.
Obrero de Castlight en lucha
Los compañeros no pudieron poner las banderas rojinegras, pues la estructura sindical no los apoyó. Pero poco a poco fueron consiguiendo que todos los obreros pararan y se paralizara la producción totalmente, adentro solo estaban un par de vigilantes de la empresa. La unidad y persistencia permitió que los compañeros consiguieran el acuerdo 20-32.
Flux Metals
Flux Metals es una pequeña fábrica siderúrgica de 45 obreros. Ahí los trabajadores no cuentan siquiera con sindicato. La situación es complicada pues los patrones no han querido establecer negociaciones, no han querido dar la cara, como medida de presión pusieron un letrero en la nave industrial diciendo que se rentaba. Cuando los visitamos tenían una buena cantidad de víveres, es una de las fábricas que más apoyo material requiere, pero también político para mantener su resistencia.
Los obreros se mantienen unidos, realizan asambleas y mantienen sus guardias organizadamente. Para mantener la huelga han vendido pollos y salchichas asadas y así obtener un poco de recursos. Desde estas líneas hacemos un llamado a apoyar esta huelga que llevan los trabajadores de Flux Metals desde el 6 de febrero.
Agroquímicas y Equipos
Esta es otra empresa pequeña, los obreros trabajan con condiciones de gran inseguridad pese a trabajar con químicos muy peligrosos. A esto hay que sumar que la mayoría no cuenta con contratos base y tiene que firmar un nuevo contrato cada semana, algunos llevan años y años así. Las plazas las llega a vender el dirigente sindical en 10 mil pesos. Los salarios son precarios, se inicia percibiendo 1200 pesos semanales. Los obreros rebasaron a sus dirigentes y un importante sector inició un paro laboral. Este es un paro reciente, iniciado el 27 de febrero. Esta lucha nos muestra que en otras fábricas donde los obreros aún no entran en acción se subterráneamente se siguen desarrollando procesos que van a salir a la superficie. Para conocer más sobre la lucha en Agroquímicas invitamos a leer este artículo: (https://goo.gl/94vuuq).
Fachada de la empresa Agroquímicos
Coca-Cola, los obreros paralizan Arca Continental
La Coca-Cola tiene un gran simbolismo, que los obreros hayan entrado en acción y parado la producción tiene, además de una presión económica, un enorme peso político. Las banderas rojinegras están en las puertas de la Coca-Cola de Matamoros, a las afueras hay camiones que los obreros alcanzaron a recuperar para impedir su circulación en medio de la huelga. Uno de esos camiones tiene una bandera rojinegra con las siglas 20-32.
El ambiente es de buena moral, la fábrica está ubicada en un lugar de buena circulación. Los autos pasan pitando en señal de apoyo. Los compañeros lavan autos, venden elotes, esquites, pollo y salchicha azada para tener un pequeño recurso y resistir. Se respira un ambiente de unidad. Los compañeros son muy abiertos a la solidaridad.
El dirigente de la lucha imprime moral y ánimo. El compañero nos comentaba que han seguido todos los pasos legales de la lucha y ya estaban en instancias federales. También que cuidaban mucho dar una buena imagen del movimiento para no restar apoyo.
La empresa hizo una campaña #YoSiQuieroTrabajar para contrarrestar la huelga, sacaron algún video de trabajadores de la Coca e incluso convocaron a una marcha a la que solo asistieron los pocos que salen en el video. Fue un fracaso.
Obreros de Coca-Cola con el periódico impreso de La Izquierda Socialista
La huelga ha generado escases de refresco, hay tiendas donde no se encuentra el producto y donde existe se presta a especulación y se vende más caro. La empresa hizo una acción de boicot al movimiento. Los trabajadores retuvieron los camiones, en algunos casos la población llegó a saquear alguno. No se dejó descargar en la mayoría de los casos y se escoltaron los camiones hasta abandonar la ciudad. La empresa interpuso demandas y eso hizo que en los siguientes días logaran entrar algunos camiones. Aun así no hay el abasto suficiente de Coca-Cola. Existen también tiendas con dueños consientes, hay casos donde se han puesto carteles con leyendas como esta: “No se vende Coca Cola hasta que les paguen a los obreros el 20-32”.
Cabría hacer un paréntesis sobre la legalidad, en nuestra sociedad, esta ha defendido a los patrones, a la alta burocracia Estatal. Si existen derechos laborales es producto de la lucha, de la revolución, aunque también se establecieron leyes laborales con el objeto de controlar al movimiento obrero. Las huelgas en su origen se hacían de hecho, para contener al movimiento obrero, el estado legisló las huelgas y estableció procedimientos legales, donde el Estado se convierte en juez que dictamina si una huelga es legal o no. En Matamoros los obreros despertaron y salieron a la lucha y en el camino presionaron al sindicato para dar legalidad a la huelga. Los patrones han usado argumentos como paros ilegales y faltas injustificadas para despedir a obreros en lucha.
Es correcto, como lo han hecho los compañeros de la Coca, agotar los recursos legales pero más allá de la legalidad está la legitimidad del movimiento. Los empresarios de la Coca han buscado derrotar al movimiento desde el inicio. La junta local, ante la presión se declaró incompetente. Recientemente la empresa ha circulado una resolución que ilegaliza la huelga de la Coca. Los empresarios someten a una enorme presión.
El gobierno de AMLO y su secretaría del trabajo están entre dos ruedas de molino. El Estado en México tiene un carácter burgués porque defiende los intereses de la clase en el poder. Llegó a un extremo de corrupción insostenible. Entre la población se imponía autoridad. AMLO lucha por que el régimen de corrupción caiga, pero las viejas instituciones del Estado siguen intactas. Si desde el gobierno federal surgen medidas contra la huelga de Coca Cola en Matamoros es porque estas instituciones están actuando bajo la presión del gran capital. Este gobierno, sin embargo, entró por un apoyo masivo de los trabajadores que también lo someten a presión. Así que el gobierno puede ceder a una u otra clase.
Es inadmisible que se declare ilegal la huelga de la Coca-Cola por parte de las juntas de la secretaría de trabajo del gobierno federal. Los obreros interpondrán recursos legales como los amparos y seguirán actuando en la defensa de su demanda del 20-32. La huelga de la Coca-Cola es el punto central de la lucha y los empresarios quieren derrotarla, no se los debemos permitir y con unidad debemos doblegarlos.
El Sindicato Minero en Matamoros
Estallado el conflicto vimos al dirigente Nacional del Sindicato Minero, Javier Zuñiga, asistir a Matamoros, su ciudad de origen, a brindar apoyo a las luchas de las maquiladoras que se levantaban a la lucha. Le vimos participar en las manifestaciones y al sindicato dando víveres para los obreros en huelga y dar asesoría legal, por ejemplo calculando finiquitos para trabajadores despedidos. La presencia de dirigentes mineros llevó a empresarios y a algunos de sus medios de comunicación a señalar que el conflicto era provocado por Napoleón Gómez Urrutia para adherirlos a su nueva central sindical que días después anunciaría su constitución.
En Matamoros el Sindicato Minero tiene presencia en la siderúrgica SIGOSA. Desde el 2004 esta fábrica ha participado en huelgas, incluyendo la histórica del 2006 iniciada tras el accidente de Pasta de Conchos. Esto ha dado experiencia y cohesión.
El Sindicato Minero en Matamoros se suma a la lucha
En esta coyuntura algunos compañeros de base se empezaron a inquietar porque en medio de esta no se estuviera actuando en defensa de los propios agremiados, incluso un grupo fue a buscar a la licenciada Susana. La dirección actuó convocando a reunión a sus agremiados y acordaron unificadamente adelantar su estallido de huelga.
Ha habido una lucha de declaraciones entre Susana Prieto y el dirigente Minero Metalúrgico Javier Zuñiga. Susana los ninguneó en un mitin público en la plaza diciendo que por unos cuantos lonches (refiriéndose a los apoyos en víveres dados durante la huelga), no se iban a dejar comprar y que la decisión sería adherirse a un sindicato en Monterrey.
Cuando estalló la huelga del SIGOSA se presentó Susana frente a la fábrica pero no tuvo mayor eco entre la base de este sindicato. Javier Zuñiga hizo declaraciones públicas de que ahí no necesitaban el apoyo de la licenciada. Esto puede verse como una lucha de personalidades y egos pero en realidad también tiene que ver con el futuro del movimiento sindical en Matamoros.
Con esto el movimiento de SIGOSA queda “fuera” del 20-32. Sus demandas de hecho no son estas, ellos pelean 20% de aumento al salario y un bono de 48 mil. Zuñiga nos dijo que su ayuda al movimiento obrero fue desinteresada y ellos no actuarían oportunistamente en este movimiento jalando agua para su molino pero que las puertas de su sindicato estaban abiertas.
En las puertas de la fábrica el movimiento se ve más sólido que en la mayoría de las empresas. Los obreros de base del 20-32 llegan y dan muestras de solidaridad y víveres. El ambiente general es de unidad. La moral de los trabajadores es alta, Zuñiga suele subir videos de sus compañeros haciendo chistes y bailes, así como organizándose. Zuñiga no es un dirigente de escritorio, se pone al pie de la fábrica para estar al lado de sus compañeros de base y tiene gran experiencia.
Lo que preocupa primeramente a los líderes del sindicato minero, en nuestra opinión, es salir con una base cohesionada y un acuerdo mejor que en las otras empresas. Y con esto ponerse como ejemplo, como una organización atractiva para otros sectores de los trabajadores.
Guardias de los obreros en la huelga impulsada por el Sindicato Minero
La lucha por la democracia sindical
Los sindicatos pueden tener estructuras muy conservadoras y sostenerse incluso cuando la consciencia ha avanzado mucho más. Los actuales sindicatos, al ser estructuras corporativas que han defendido ante todo los intereses de los patrones, no son vistos como alternativa de lucha para los obreros en Matamoros y hay un rechazo hacia ellos, se quiere que se vayan. Susana Prieto llamó a formar sindicatos democráticos planteando que se afilien a una confederación sindical ya existente en Monterrey. Esta idea no ha convencido a todos los obreros pues se ve como una cosa ajena al proceso de lucha local y no se conoce esta confederación que estuvo ausente en el proceso de la lucha. Lo ideal es establecer mecanismos democráticos de debate, eligiendo por ejemplo representantes de las diversas empresas, para decidir el futuro del movimiento sindical en matamoros.
Desde nuestro punto de vista se requiere establecer comités en cada fábrica, que se organicen con todas las medidas de seguridad para no ser descubiertos prematuramente por los patrones que actuaran con represalias y despidos. Estos comités deben organizar el que en cada fábrica se gane el 50% más uno de los afiliados para ganar la representatividad sindical y concretar su democratización. Los compañeros más conscientes de cada fábrica deben aprender no solo de leyes sino de la historia del movimiento obrero y establecer escuelas de discusión político sindical basadas en la experiencia del movimiento obrero representadas por el marxismo. Aquel que no aprende de la historia está condenado a repetirla, para evitar errores del pasado y contrarrestar una futura burocratización necesitamos dirigentes formados con clara consciencia de clase que de la completa firmeza en el actuar de la defensa de la base obrera.
No han podido acabar con la lucha obrera
Lo que busca la clase capitalista en Matamoros y el gobierno del Estado, apoyándose en sus cuerpos represivos y en sus medios de comunicación, es acabar con la lucha en Matamoros. A Susana Prieto la han amenazado de muerte y presionado para que abandone la ciudad, la respuesta fue una masiva asamblea (la más grande de la lucha) el 26 de febrero. La plaza quedó abarrotada y no todos los obreros pudieron entrar. Ahí Susana llamó a la democratización de los sindicatos y a afiliarse a una central sindical con sede en Monterrey. Ante las amenazas el movimiento respondió de manera masiva.
Acompañado de las amenazas se hicieron notas difamatorias contra Susana en Televisa y otros medios de comunicación. En medio de ese ambiente de amenazas y ataques mediáticos Susana no se apareció por varios días en la ciudad, varios obreros organizaron una marcha contra Televisa, que partiría de la plaza a dicha televisora.
Un día antes fue cuando entraron los camiones de la Coca-Cola con el objeto de boicotear la huelga y hubo ofrecimientos de solución para algunas fábricas. También hubo balaceras en la ciudad y bajo ese pretexto se suspendió el transporte público en la mañana (reestableciéndose en la tarde porque estaba el desfile tradicional anual de la charrería dentro de las Fiestas Mexicanas), además hubo un operativo contra taxis piratas de tal forma que en la mañana del sábado 2 no había forma de transportarse rumbo a la marcha a Televisa. Esto mermó la asistencia pero no impidió la realización de la marcha, hubo compañeros que marcharon desde sus fábricas para llegar a la plaza. Con carteles y consignas contra los sindicatos charros y contra televisa se realizó la marcha y Susana finalmente se presentó y dio un discurso agradeciendo a los trabajadores. Mientras crece el odio a Televisa la reportera Rocy, de un medio local que ha cubierto a la abogada y las huelgas, crece en popularidad.
En las empresas de TPI y Castlight se llega a acuerdos y pocos días después la junta federal declara ilegal la huelga de la Coca- Cola. Quieren asestar una derrota a esta lucha para dar un ejemplo, los trabajadores debemos responder con la mayor solidaridad local, nacional e internacionalmente con las huelgas obreras en Matamoros y con la de la Coca-Cola en particular.
Susana es un medio de expresión del movimiento, ha sido un incentivo para que mujeres obreras y amas de casa despierten a la vida política. El 8 de marzo hizo un llamado a la movilización, llevaba una playera que decía: “Por la mujer y la clase obrera daré la Guerra”. Llevó mariachis a las obreras aunque recordó que el día de la mujer se debe a que las obreras dieron su vida por la jornada de 8 horas.
La lucha obrera ha transformado la mentalidad y el panorama político de la Ciudad de Matamoros. La lucha no se puede medir solo en las huelgas, los obreros que están en fábricas laborando, los despedidos y sus familias han adquirido consciencia de su fuerza. Se han ganado algunas batallas pero debemos prepararnos para ganar la guerra lo que implica mejorar nuestros niveles de vida, ganar más derechos laborales, democratizar los sindicatos estableciendo medias de control de la base y dirigentes con clara consciencia de clase y conseguir a futuro una sociedad para los trabajadores donde eliminemos definitivamente la explotación y permee una verdadera igualdad entre todos los miembros de la sociedad.
Mientras que la economía viene en caída libre, el gobierno de Macri muestra, como expresión de la crisis del capitalismo argentino, una incapacidad supina para resolver los problemas apremiantes que aquejan a los trabajadores y a los sectores populares.
Con una utilización de la capacidad instalada industrial del 56%, que marca un retroceso hasta los niveles más bajos de diciembre de 2002, en tan solo 38 meses de gobierno, Macrilogró pauperizar la vida de millones de trabajadores. En 2018 llegaron a casi 70.000 las cesantías, superando en 33.000 del año 2017.
12.000.000 millones de personas se encuentran por debajo del nivel de pobreza, es decir, un 28,6% de la población, que no son sólo resultado de las “virtudes” de la gestión Macri, sino que aunque hubo mejoras durante la gestión Kirchnerista, la miseria estructural no fue erradicada. Y las perspectivas de mejoramiento en las condiciones de vida de los trabajadores van de limitadas a nulas, según se desnvuelva la crisis capitalista. Lógicamente, no sólo se trata de una crisis del capitalismo argentino, sino que se inscribe en la crisis mundial del sistema capitalista que ya lleva una década y billones de dólares inyectados al sistema para resolverla, que lejos de hacerlo, la ha profundizado.
El macrismo, junto a todo un arco político dentro y fuera del país, es parte de una ofensiva de los sectores de derecha del establishment en toda la línea. Ya no hay espacio para dar concesiones a las masas y esto se expresa en que las burguesías, comandadas por el imperialismo yankee, descargan la crisis sobre los trabajadores de la ciudad y el campo.
Una economía a la deriva “y la supervivencia de la burguesía”
Los datos de la economía del país y del mundo no pueden ser tan desalentadores, las perspectivas en general van a la baja. Dejemos hablar al FMI de las predicciones para este año.
“La expansión mundial se ha debilitado. Se estima que en 2018 el crecimiento mundial fue de 3,7%, conforme a lo pronosticado en la edición de octubre de 2018 de Perspectivas de la economía mundial (informe WEO), a pesar del desempeño más flojo de algunas economías, particularmente en Europa y Asia. Se proyecta que la economía mundial crezca 3,5% en 2019 y 3,6% en 2020, es decir, 0,2 y 0,1 puntos porcentuales menos que lo proyectado en octubre pasado.
Los pronósticos de crecimiento mundial correspondientes a 2019 y 2020 ya se revisaron a la baja en el último informe WEO, en parte a raíz de los efectos negativos de los aumentos de aranceles introducidos en Estados Unidos y China previamente en el año. La revisión adicional a la baja desde octubre refleja las consecuencias de una moderación del ímpetu en el segundo semestre de 2018 —como por ejemplo en Alemania, tras la adopción de nuevas normas sobre emisiones para vehículos de combustión, y en Italia, donde las preocupaciones en torno a los riesgos soberanos y financieros han constituido un lastre para la demanda interna—, pero también obedece a un debilitamiento de la actitud de los mercados financieros y a una contracción en Turquía que ahora se proyecta que será más profunda de lo previsto.
Los riesgos para el crecimiento mundial se inclinan a la baja. Un recrudecimiento de las tensiones comerciales que vaya más allá de lo contemplado en el pronóstico sigue siendo una importante fuente de riesgo para las perspectivas. Las condiciones financieras ya se han tornado más restrictivas desde octubre. Varios factores, aparte del recrudecimiento de las tensiones comerciales, podrían provocar un deterioro aun mayor de la actitud frente al riesgo, lo que incidiría negativamente en el crecimiento, especialmente en vista de los altos niveles de deuda pública y privada. Entre esos posibles factores están la salida del Reino Unido de la Unión Europea sin que medie un acuerdo y una desaceleración más importante de lo previsto en China.” (Perspectivas de la economía mundial, FMI, enero de 2019)
Las predicciones del FMI no pueden ser más claras, el diagnóstico y el pronóstico de caída, en los próximos años, de la economía mundial como así del comercio mundial muestran un sistema en plena decadencia. Pero como León Trotsky señaló en Una Escuela de Estrategia Revolucionaria: “[…] La burguesía es una clase viva que ha retoñado sobre determinadas bases económico-productivas. Esta clase no es un producto pasivo del desarrollo económico, sino una fuerza histórica, activa y enérgica. Esta clase ha sobrevivido, o sea que se ha hecho el más terrible freno de la evolución histórica. Lo cual no quiere decir que esta clase esté dispuesta a cometer un suicidio histórico ni que se disponga a decir: “Habiendo reconocido la teoría científica de la evolución que yo soy reaccionaria, abandono la escena.” Evidentemente, ¡esto es imposible! Por otra parte, no es suficiente que el Partido Comunista reconozca a la dase burguesa como condenada y casi suprimida para considerar segura la victoria del proletariado. No. ¡Todavía hay que vencer y tirar abajo la burguesía”.
Un pacto social sin anuncios
Todo el arco Parlamentario que representan a las diferentes facciones capitalistas, como no podia ser de otra manera, sostienen la viabilidad de la gobernabilidad y así garantizar su supervivencia. Nos encontramos ante un régimen que ha perdido todo tipo de vestigio democrático, incluso encontrándose en las antípodas del propio sistema parlamentario.
La justicia, sus medios de comunicación, su aparato ideológico de dominación, todos y cada uno de los estamentos que conforman el complejo andamiaje de la democracia burguesa parlamentaria, niegan lo mejor que la burguesía en años pasados lograron y puso en funcionamiento.
Existe un monopolio del poder de los grandes capitalistas, los bancos y el imperialismo, no sólo a través del Fondo Monetario Internacional, sino inclusive la mayoría del arco opositor burgués se encuentra alineado con el imperialismo norteamericano liderado por Donald Trump.
El acuerdo tácito de la totalidad de este arco opositor es mantener calma la situación, nadie quiere hacer olas. Se suma a esta intensión política, los desembolsos acordados entre el FMI y el Gobierno macrista por más de U$S10 mil millones para llegar, dentro de lo posible, sin sobresaltos al calendario electoral que ocupa todo el 2019 en las 23 provincias del país, sumada las presidenciales de octubre.
Como señalamos más arriba, el acuerdo de las diferentes facciones burguesas para mantener la gobernabilidad del régimen capitalista y sus Instituciones, se da en un marco donde los sectores más decididos van a fondo con el ajuste y se encuentran en sintonía con Bolsonaro y Trump. El imperialismo yankee aparece con el acelerador a fondo, no es la conducta de un “loco” como Trump que ejecuta políticas cada vez más reaccionarias, no es la torpeza del Presidente de EEUU, sino es la expresión de las dificultades del sistema para seguir funcionando como hace más de 10 años atrás.
Sin negar el papel del individuo en la historia, Trump es producto de esta crisis de sobreproducción del capitalismo. La ruptura del equilibrio mundial y las relaciones que se han establecido con el nuevo orden que aplica el imperialismo norteamericano, imponen una voracidad y ferocidad sin precedentes en la totalidad del planeta.
Es necesario entender que este trípode político: Trump, Bolsonario y Macri representa una ofensiva que hace años no veíamos en la región. Venezuela es el objetivo en el cual el imperialismo y sus acólitos pretenden imponer una derrota al proceso revolucionario queimplicaría un retroceso en la región para crear mejores condiciones para avanzar contra las conquistas obreras.
Estos son los acuerdos de la totalidad de los Legisladores que representan al gran capital del país, la mayoría se ha alineado con la lógica imperialista y así garantizarse su supervivencia a través de las dádivas que dejan caer los imperialistas más fuertes.
Por su lado los compañeros del FIT en sus variantes que componen al frente y su bloque Parlamentario de izquierda, están volcados en general a la propaganda electoral, caminando por una delgada línea de institucionalidad y legalidad electoral, agitando más de las veces políticas ajenas a quienes los escuchan. Pareciera que votando a sus candidatos darían garantía del cumplimiento de las leyes, lógicamente con democracia obrera. Esta posición ambivalente entre parlamentarismo capitalista y democracia obrera deja desarmada a la vanguardia revolucionaria, llevando más confusión a la situación actual. En vez de trabajar por una salida ligada a las reivindicaciones más elementales de los explotados, estableciendo los puentes necesarios con la Revolución Socialista.
El pacto social implica una lógica de subordinar las luchas que ocurrieron durante 2018 a la lógica electoral, la “paz social” está dada sobre la “aceptación” de los de debajo de peores condiciones de vida que en 2001. La diferencia con aquella gesta revolucionaria estuvo dada en que los de arriba estaban “divididos”. Hoy, la burguesía timoneada por el imperialismo y el FMI aprendió de aquellas jornadas. El operativo “no queremos un 2001, queremos un 2003” funcionó hasta ahora.
Por su lado, el papel de los movimientos sociales, en general afines o aliados al kirchnerismo, que gestionan la supervivencia de las masas progresivamente hambreadas y despolitizan sus demandas y luchas para dejarlas en el plano del asistencialismo y la confianza en soluciones futuras, en la modalidad de la utopía reaccionaria de satisfacer sus demandas dentro del capitalismo, esto sería la tan mentada propuesta que puede ofrecer una supuesta salida “nacional y popular”.
Es verdad, que algunos dirigentes sindicales le reclaman a la CGT que pase a la acción con un paro general como es el caso del dirigente bancario Sergio Palazzo, o los comentarios de que el comienzo de clases está cuestionado como manifestó la dirigente Sonia Alesso. Esto evidencia la desesperación de enormes sectores de trabajadores ocupados y desocupados ante la ofensiva capitalista. Pero la magnitud del ataque es tan grande que los tibios susurrosde convocatoria a la “lucha” de estos dirigentes apenas se escuchan en la enorme marea de desconcierto.
Luchar para derrotar al capitalismo, ¿utopía o necesidad?
Muchos compañeros y compañeras consideran que las condiciones subjetivas no dan para tal tarea. En parte compartimos esta opinión. Sabemos que hoy, importantes sectores de la clase obrera siguen con cierta “ilusión” en el kirchnerismo.
Pero desmenucemos un poco. Podemos percibir que la dirigencia K, ha comenzado desde meses atrás a preparar a sus militantes en la lógica que no se pueden restituir las conquistas perdidas.
Con una lógica similar a los fundamentos del macrismo, la dirigencia K plantea algo así como la “pesada herencia”. Si escuchamos a Agustín Rossi o Axel Kicillof o a la propia Cristina Fernández, nos explican que las condiciones en el país, la región y el mundo no son las propicias para aquel desaparecido documento de 24 puntos del Instituto Patria elaborado en 2016, donde señalaban que de ganar en 2019 iban a restituir cada una de las conquistas perdidas al entregar el timón del Estado en 2015 a Cambiemos.
Axel Kicillof en la entrevista de la revista Forbes, se mostraba confiable ante el empresariado y el FMI; hoy, el ex ministro de Economía se reúne con parte de la comitiva del Fondo Monetario que arrivó al país en estos días, señalando tan solo que la iniciativa de sentarse con los Legisladores de diferentes bloques Parlamentarios era buena pero tardía, y que ellos deberían garantizar que los dólares prestados no vayan a la timba financiera. Pareciera que Kicillof y demás ex funcionarios de la gestión K no ven como un escollo, el atolladero donde se encuentra el capitalismo mundial. Creen de manera desacertada que hay posibilidades de gestionar al capitalismo de una manera diferente. Pareciera que la gestión 2003/2015 no bastó para darse cuenta que no se puede administrar lo que no es de uno y que la bonanza monetaria en aquella década fue producto de los precios elevados en el mercado mundial de las materias primas.
Entonces lo que debemos concluir que la estrategia tanto de oficialistas como de opositores, es el salvataje de las Instituciones capitalistas y la gobernabilidad.
La utopía reaccionaria es creer y mostrar como salida, que es posible controlar y gestionar al capitalismo en su crisis secular cuando, en realidad, llevan a las masas a al callejón sin salida de un sistema que solo profundiza la depredación ambiental, desbastando la naturaleza y las especies. Estos “estrategas” solo ven como salida descargar la crisis sobre las espaldas de millones de argentinos, millones de trabajadores y de la juventud en el mundo, aunque sólo beneficie a un puñado de capitalistas que buscan su propio beneficio.
Entonces el Socialismo no representa una solución para más adelante, es la respuesta urgente que amerita la situación en el país, en Venezuela y en Honduras, en México y en Europa, en África y en Asia. Estamos ante la disyuntiva: Socialismo o Barbarie.
¡Luchar por la independencia política de los explotados!
Se hace imprescindible luchar por la independencia política de la clase obrera y de la juventud.
¿Pero de qué independencia hablamos? De independencia política de la tutela de los partidos que garantizan el funcionamiento de las Instituciones parlamentarias, que dan quórum a la ofensiva del capitalismo, -llámese reforma previsional, reforma laboral, entrega de los recursos naturales, etc.- y de aquellos también, que pregonan el canto de sirena dando oxígeno a un sistema caduco. La cuestión de la cuestión para oficialista y opositores, es salvar a la propiedad privada de los grandes bancos, fábricas y los grandes propietarios de las millones de hectáreas en el país.
La independencia política de los de abajo, de los trabajadores y sectores populares es, aquella que levante nuestras banderas y reivindicaciones y no se subordinen o se mezclen con las demandas de los capitalistas. La independencia política de los explotados es, la que no quede como furgón de cola de cualquiera de las facción burguesas y de su institucionalidad. Una independencia que no puede ir desligada de la táctica del Frente Unico
Se trata de luchar junto a las masas y su vanguardia, dando el debate y acompañando la experiencia. Sin ultimátum ni políticas ultra izquierdistas, como nos tienen habituados parte de la izquierda partidaria. Señalar el papel reaccionario (y de clase) del Parlamento, no generando como bloque de izquierdas ilusiones en que éste ámbito puede resolver la vida de millones de personas. Aunque tengamos la mayoría de los escaños, no podremos avanzar en una vida mejor que satisfaga las necesidades de millones de trabajadores, con una vida armoniosa con el medio ambiente, sino nos hacemos de las palancas fundamentales de la economía.
Entonces, se trata de dar batalla hacia la vanguardia obrera y juvenil, con la clase y desde la clase, no generando políticas que nos alejan de los trabajadores.
Debemos tener paciencia, paciencia revolucionaria. Con un sentido de urgencia y sin requerimientos estrepitosos.
¡Socialismo o barbarie!
Pliego Nacional de Reivindicaciones
1- Salario y Jubilación mínimos equivalente al costo de la canasta familiar.
2- No a los despidos, No a los retiros voluntarios. Ocupación de toda fábrica o empresa que cierre, suspenda o despida. Reparto de las horas de trabajo disponibles entre todos los trabajadores, sin afectar el salario. Defensa de las condiciones de trabajo y jornada máxima de 8 horas.
3- No a la entrega de las riquezas que son patrimonio del trabajo del pueblo. Defendamos a las empresas y propiedades estatales. Control obrero colectivo y democrático. Re estatización de todas las empresas privatizadas.
4- Monopolio estatal de la banca, aseguradoras, transporte, energía, comunicaciones, puertos, acero.
5- Monopolio estatal de la educación. Educación laica, gratuita y científica. Expropiación de todos los establecimientos privados y puesta en funcionamiento a cargo del Estado y mediante el co gobierno de la comunidad educativa.
6- Monopolio estatal de la Salud. Rechazo a toda forma de privatización total o parcial. Expropiación de clínicas, sanatorios y laboratorios medicinales. La salud de la población trabajadora no puede depender de la tasa de ganancia de los capitalistas. Control obrero colectivo de las mismas.
7- Derecho a la vivienda. No a los desalojos. Congelamiento de alquileres que no supere el 10% del salario del inquilino. Entrega de títulos de propiedad a los ocupantes de tierra, conventillos o casas abandonadas. Plan nacional de viviendas bajo control obrero y de los adjudicatarios.
8- Derechos laborales para la mujer, igual salario por igual trabajo. Extensión del periodo de licencia por maternidad y lactancia sin afectar el salario. Extensión de la licencia por paternidad. Plena estabilidad laboral. Por políticas de planificación familiar. Legalización del aborto, seguro y gratuito. Pleno derecho a la mujer a decidir sobre su cuerpo.
9- Investigación de las fortunas de los gobernantes y principales grupos económicos que operan en el país. Aperturas de sus libros. Abolición del secreto bancario y comercial. Tribunales populares de enjuiciamiento y castigo. La justicia burguesa defiende a los corruptos e inmorales. Jamás los castigará.
10- Unificación en una mega causa de todos los crímenes impunes perpetrados por la dictadura militar. Libertad a todos presos políticos. Libertad a Milagro Sala. Plena vigencia de las libertades democráticas y de organización sindical y política. Plena vigencia del derecho de huelga. No a los arbitrajes obligatorios.
11- Desmantelamiento del aparato represivo.
12- Ruptura con el imperialismo. Desconocimiento de la deuda externa e interna con los bancos y los capitalistas. Expropiación de todas las empresas imperialistas instaladas en el país. Expulsión del imperialismo de Malvinas y del territorio argentino. Frente al Mercosur de las multinacionales oponer la unidad Latinoamericana obrera y campesina.
13- Por la expulsión del poder de la burguesía y sus sirvientes mediante la acción directa y revolucionaria de las masas