El segundo congreso del PCR fue un evento electrizante, como ningún otro, rico en comprensión política, entusiasmo revolucionario y confianza contagiosa. ¡Nunca ha habido un mejor momento para organizarse y unirse a los comunistas! [Publicado originalmente en communist.red]
Este fin de semana del Primero de Mayo, del 2 al 5 de mayo, 550 comunistas se reunieron en Londres para el segundo congreso del Partido Comunista Revolucionario (PCR).
Esta reunión no podría haber llegado en un momento más oportuno, con acontecimientos explosivos estallando en todo el mundo. Como señaló el secretario general del PCR, Ben Gliniecki, en su discurso de apertura:
«Las elecciones locales [del 1 de mayo] han dado una instantánea de la ira total que existe entre los trabajadores hacia el establishment. Pero la característica clave que define la situación política es el vacío total de una dirección revolucionaria que pueda conectar con este estado de ánimo…
«Por estas fechas, el año pasado, Rishi Sunak seguía siendo primer ministro; Joe Biden era presidente de Estados Unidos; el movimiento de campamentos acababa de empezar en las universidades.
Desde entonces, el partido se ha visto envuelto en todos los acontecimientos importantes: el movimiento palestino, nuestra campaña para las elecciones generales, las contramanifestaciones contra la extrema derecha el pasado mes de agosto…
Todo ello, entretanto, habrá tenido un enorme impacto en la conciencia».
En este contexto político, por un lado, y el inmenso fortalecimiento político del partido en los últimos 12 meses, por otro, el estado de ánimo en el congreso era muy optimista.
Mike Hogan, un camarada dirigente, que se unió a nuestra organización predecesora, la tendencia Militant de Ted Grant, en 1978, afirmó que este era el mejor evento político de toda su vida.
No faltan anécdotas que transmiten el impacto electrizante que tuvo el congreso en todos los asistentes. Todas las capas del partido se inspiraron en este evento histórico.
«Me di cuenta de que podía hacer mucho más… Tengo muchas ganas de dar un paso adelante y desarrollarme a mí mismo y al partido». — Pan, miembro del partido desde hace cinco años.
«Tuvimos una interesante discusión durante el desayuno, en la que un nuevo compañero hablaba de lo impresionado que estaba por el nivel de las charlas y las intervenciones. Dijo que casi pasó por las siete etapas del duelo, que se dio cuenta de que pensaba que había llegado tan lejos [en su formación], pero que ahora tenía que llegar mucho más lejos». – Calum, miembro de la grupo de base de Leith
«Se podía sentir la emoción en la sala». – Michaela, que asistía por segunda vez al congreso nacional del PCR, hablando de la recaudación de fondos.
«Escuchar los informes de las [otras secciones de la Internacional Comunista Revolucionaria] me ayudó a poner todo en perspectiva. Somos mucho más grandes que las reuniones de sección a las que he asistido hasta ahora». – Nick, miembro reciente.
«Llegamos a nuestro alojamiento a la 1:30 de la madrugada del domingo. Luego pasé dos horas hablando con [otro compañero irlandés] en el parque. Nos vemos todo el tiempo, pero yo estaba rebosante de ideas y entusiasmo, así que no podíamos parar». – Mike, miembro del grupo irlandés de la ICR.
«Perdí la cuenta de cuántas veces se me hizo un nudo en la garganta o se me puso la piel de gallina. Hay un aspecto emocional en nuestro trabajo. Tenemos un optimismo revolucionario, que no se basa en hipótesis que suenan bien, sino en condiciones materiales reales. El PCR es la encarnación viva y palpitante de las ideas marxistas. Siento mucho orgullo por esta organización y una gran camaradería con mis compañeros. Salí de allí sabiendo que había encontrado el trabajo de mi vida». —Annie, miembro del PCR desde hace un año.
Este sentimiento se reflejó no solo entre los miembros del PCR, sino también entre el personal del recinto. «¡Nunca había visto una reunión en esta sala con tanta energía!», exclamó el técnico de audiovisuales al hablar con nuestros compañeros.
El mundo en llamas
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca marca el comienzo de una fase cualitativamente nueva en las relaciones mundiales, un punto de inflexión en la crisis orgánica del capitalismo que se ha desarrollado desde 2008.
Este mensaje fue subrayado por el debate de todo el día sobre las perspectivas mundiales que abrió el congreso, presentado por el teórico principal de la ICR, Alan Woods.
Como subrayaron varios compañeros durante el fin de semana, solo comprendiendo la importancia histórica de los acontecimientos mundiales podemos entender la profundización de la crisis en Gran Bretaña.
En particular, Alan destacó que estamos asistiendo al fin de una era.
«Los liberales acusan a Trump de destruir por sí solo el «orden internacional basado en normas»», comentó Alan.
Pero añadió que lo que los liberales atribuyen a la «locura» de un solo político refleja en realidad procesos y presiones que se han estado gestando bajo la superficie durante mucho tiempo.
Por encima de todo, explicó Alan, el programa de Trump refleja el declive relativo del imperialismo estadounidense, la potencia imperialista más poderosa de la Tierra.
Detrás de todos los giros y vueltas de la política comercial de Trump no se esconden las locuras de un demente, sino la intensificación de la competencia imperialista por los mercados y los beneficios.
«Los aranceles son misiles nucleares lanzados contra otros países», afirmó Alan. «Son armas de guerra».
En el fondo, esbozó Alan, estamos viendo los síntomas del callejón sin salida del capitalismo: las barreras al desarrollo de las fuerzas productivas impuestas por la propiedad privada y el Estado-nación.
En el pasado, la clase dominante intentó superar estos obstáculos mediante la inmensa intensificación del comercio mundial, por un lado, y la expansión del crédito, por otro. Pero ahora estos factores se están convirtiendo en su contrario.
Los oradores del público dieron muchos ejemplos de cómo la montaña global de deuda y la intensificación de las guerras comerciales amenazan ahora con provocar quiebras soberanas y una depresión económica mundial, con todas las ramificaciones sociales y políticas que ello conllevará.
James Kilby, miembro del consejo editorial de In Defence of Marxism, utilizó la expresión «bomba de relojería» para referirse a la crisis mundial de la deuda. «La clase dominante pospuso el día del juicio final durante años y años», señaló James, «y ahora por fin ha llegado».
La relación entre la deuda y el PIB en los países capitalistas avanzados se sitúa actualmente en torno al 110 %. En Estados Unidos, alcanza el 120 %. En consecuencia, el dinero que se gasta en pagar los intereses es superior al de cualquier departamento federal, salvo el militar. Gran Bretaña, de manera similar, se ve amenazada por una «espiral de muerte por deuda».
Las economías más atrasadas serán las primeras en caer. En los últimos años, ya hemos visto cómo la cuestión de la deuda ha conducido directamente a movimientos revolucionarios en lugares como Sri Lanka y Kenia. La guerra comercial solo puede empeorar las cosas. «Estos países dependen del superávit comercial en dólares estadounidenses para pagar la deuda», continuó James. «Pero ese superávit es precisamente lo que Trump quiere acabar».
En otras palabras, como explicó Alan, el proteccionismo significa exportar los problemas sociales a otros países. «America First» significa que el resto del mundo es lo último.
La guerra comercial sumirá al mundo entero en un caos aún mayor. Niklas Albin Svensson, miembro destacado de la ICR, dio un ejemplo claro que demuestra la inmensa perturbación que causará el aumento de los aranceles:
«Una pieza que se utiliza tanto en los aviones Boeing como en los Airbus, la CFM56, se produce de forma independiente en Estados Unidos y Francia para cada uno de los monopolios, respectivamente.
Pero una parte significativa de las piezas utilizadas para fabricar esta pieza se producen en una sola fábrica. Ahora se da una situación en la que resultará más barato que lo que antes era una fábrica se convierta en dos, tres o cuatro.
Este es el enorme impacto que tiene la ruptura de la división internacional del trabajo en la productividad».
Es evidente que no faltan, ni faltarán, golpes duros que sacudirán la conciencia de las masas explotadas y oprimidas de todo el mundo.
Como ponen de relieve los ejemplos de Sri Lanka y Kenia —y, más recientemente, Grecia y Serbia—, a menos que se construya de antemano un partido revolucionario poderoso, la clase dominante siempre conseguirá estabilizar la situación, incluso frente a tremendos movimientos de masas.
En resumen, en ausencia de una dirección revolucionaria clara, las guerras, las crisis y la miseria del capitalismo continuarán y empeorarán. La alternativa a la que se enfrenta la sociedad es clara: socialismo o barbarie.
«Tenemos que construir el partido como si toda la historia futura de la humanidad dependiera de nosotros», proclamó Ben Gliniecki. «Porque así es».
Crisis del capitalismo británico
Atrapada en las corrientes cruzadas de la tempestad que azota el mundo se encuentra Gran Bretaña: uno de los países capitalistas avanzados más débiles y, por lo tanto, donde se pueden ver de forma concentrada todas las contradicciones del capitalismo.
Rob Sewell, secretario político del PCR, abrió la tercera jornada del congreso con un debate sobre las perspectivas de la revolución británica y las tareas que afronta nuestro partido.
«Lo que es notable es el grado de colapso del capitalismo británico, en su profundidad y alcance», comentó Rob. «Este declive se disimuló durante un período histórico gracias al Imperio y al auge de la posguerra. Pero ahora es evidente para todos».
Rob señaló el largo declive industrial de la antigua «fábrica del mundo». Gran Bretaña tiene ahora 2,7 millones de trabajadores industriales, y en descenso, frente a los 4,5 millones de 1992.
«Hace miles de años, los antiguos egipcios construían con ladrillos, y construyeron las pirámides», señaló Rob. «Hoy en día, Gran Bretaña no produce suficientes ladrillos para la construcción y tiene que importarlos de Australia».
«Tenemos que importar mineral de hierro y carbón para fabricar acero en Gran Bretaña», continuó Rob, «¡y eso que tenemos carbón suficiente para 700 años!».
El declive del capitalismo británico está provocando una grave degradación social. Un millón de jóvenes británicos no tienen empleo, ni estudian, ni reciben formación. «Eso es un millón de jóvenes descartados por el capitalismo», afirmó Rob.
«No es casualidad que los conservadores hayan sufrido la mayor derrota electoral de la historia», explicó Rob. «Esto refleja la situación de ira que se está acumulando en la sociedad».
Toda esta ira está tratando desesperadamente de salir a la superficie. Y está encontrando una expresión temporal y parcial en forma de Reform UK.
Pero como demagogo reaccionario sin soluciones para las crisis del capitalismo británico, cualquier apoyo a Farage se convertirá rápidamente en amargura si llega al poder.
Los compañeros explicaron cómo podemos esperar muchas otras expresiones de las presiones acumuladas y el material inflamable en la sociedad en el período que se avecina: divisiones en el Partido Laborista; el surgimiento de nuevos partidos y formaciones; movimientos antipolíticos; y luchas industriales.
Sin embargo, lamentablemente, en este momento nos enfrentamos a la izquierda más débil de la historia. En consecuencia, existe un enorme vacío político en Gran Bretaña, una falta total de puntos de referencia para toda la ira y la energía que arden entre los trabajadores y los jóvenes.
Los líderes del movimiento sindical tienen una responsabilidad especial en esta situación, como señaló Mike Hogan en una de sus intervenciones en el debate:
«[El secretario general del TUC] Paul Nowak elogió a Ernest Bevin [un ministro destacado del gobierno laborista de 1945] por utilizar lo que él llamó «diplomacia, no huelgas», es decir, utilizar la «inteligencia» contra los patronos.
¡Pues lo inteligente es ir a la huelga!».
Sin embargo, tarde o temprano, los sindicatos se verán obligados a pasar a una semi oposición a la austeridad de Starmer, como demuestra el ejemplo de la huelga indefinida de los trabajadores de la basura en Birmingham.
Varios compañeros explicaron que, incluso cuando surge esta militancia industrial, la lucha de los trabajadores siempre se ve frenada por la estrecha visión de los líderes del movimiento obrero, que no buscan una solución más allá del capitalismo.
«No solo luchamos por mejores condiciones», concluyó Mike.
«Lenin dijo que nuestro partido «lidera la lucha de la clase obrera, no sólo por mejores condiciones para la venta de la fuerza de trabajo, sino por la abolición del sistema social que obliga a los desposeídos a venderse a los ricos».
«¡Nuestro partido quiere construir un paraíso en la Tierra! ¡Nuestro partido es el comunismo! ¡Nuestro partido es la liberación de la humanidad de la inmundicia de la guerra, el capitalismo y el imperialismo!».
Reclutamiento para la revolución
Basándose en esta inspiración y comprensión, el congreso pasó a debatir nuestras tareas para el período que se avecina.
Las bases para los éxitos futuros ya están sentadas. Es importante destacar que, a lo largo del fin de semana, varios compañeros subrayan la conquista que el partido ha logrado en los últimos años al recuperar la bandera del comunismo.
Como resultado, jóvenes radicalizados que buscan una alternativa revolucionaria genuina se están acercando cada vez más a nuestro partido, basado en las ideas del marxismo y las tradiciones del bolchevismo.
Hemos alcanzado este hito trascendental en el plazo de un año desde la fundación del PCR. A través de iniciativas audaces, como la campaña de Fiona Lali en las últimas elecciones generales, nos hemos situado de verdad en el mapa.
Al presentar el informe de la organización en el último día de debate, Ben Gliniecki señaló que el último año ha sido testigo de un fortalecimiento de todos los aspectos de nuestro partido: desde la educación hasta las finanzas.
Pero de la comprensión de las perspectivas se desprende que aún somos una fuerza demasiado pequeña para las tareas históricas que nos esperan.
Por lo tanto, todas las fuerzas del partido deben centrarse en el punto de ataque: reclutar y consolidar una nueva capa de comunistas y luchadores de clase.
Por eso el PCR está lanzando una campaña de reclutamiento. Desde ahora hasta el final del verano, nuestro objetivo es reclutar 200 nuevos miembros, reuniendo a los trabajadores y a los jóvenes con el llamamiento a una «revolución contra los multimillonarios».
Los camaradas salieron del congreso con una enorme confianza en este objetivo. «Cuando nos proponemos algo, siempre lo conseguimos», concluyó Ben. «Sé que reclutaremos a 200 personas. Sé que las consolidaremos».
Este optimismo está totalmente justificado. Durante el propio congreso, el partido dio importantes pasos adelante. Las secciones del PCR donaron colectivamente la asombrosa cifra de 140.000 libras en respuesta al llamamiento para el fondo de lucha. Y los compañeros se comprometieron a aportar un total de 4000 libras al mes en forma de aumento de las cuotas de afiliación.
Algunas de estas promesas fueron realmente excepcionales, incluyendo aumentos de 6,50 libras esterlinas al mes a 100 libras esterlinas; de 50 libras esterlinas a 230 libras esterlinas; y de 55 libras esterlinas a 450 libras esterlinas.
Estas increíbles muestras de sacrificio fueron uno de los muchos indicios del impacto inspirador que tuvo el congreso de ese año en los compañeros.
Del mismo modo, tras la clausura oficial del evento, los asistentes comenzaron inmediatamente a discutir planes para construir el partido durante su viaje de regreso a casa.
Todavía nos queda un largo camino por recorrer. Pero los compañeros del PCR están preparados para afrontar el reto.
Tenemos confianza en nosotros mismos y en el poder de la clase obrera, sobre todo porque confiamos en las ideas del marxismo: «nuestra arma invencible» en la lucha por derrocar el capitalismo, como dijo Fiona en sus palabras de clausura, antes de una emotiva interpretación final de La Internacional.
Ben resumió esta audacia y valentía revolucionarias, no citando a Marx o Lenin, sino con las palabras de T. E. Lawrence:
«Todos los hombres sueñan, pero no de la misma manera. Aquellos que sueñan de noche, en los oscuros recovecos de sus mentes, se despiertan por la mañana para descubrir que todo se ha desvanecido. Pero los soñadores de día son hombres peligrosos, porque actúan sobre sus sueños con los ojos abiertos para convertirlos en realidad».
«Esos somos nosotros», concluyó Ben, entre aplausos entusiastas. «¡Somos los soñadores peligrosos!».
El marxista de origen cubano asesinado en México, Julio Antonio Mella, durante su periodo de militancia en el Partido Comunista Mexicano, escribió un breve curso para corresponsales obreros que esperamos sea de gran utilidad a todos aquellos trabajadores que se inician en el arte de la escritura. El curso consta de diez breves artículos publicados en la columna: “Correspondencia del Taller y el Campo” del periódico del PCM: El Machete. Apareció entre el número 67 (3ª semana de junio de 1927) y el número 77 (27 de agosto de 1927). Estos artículos han sido tomados del libro: Julio Antonio Mella en El Machete de Raquel Tibol. Esperamos anime a los trabajadores a escribir y a enviarnos sus artículos para publicarlas en las paginas de Revolución Comunista.
I. ¡¡Un paso más!
Podemos decir sin jactancia alguna que El Machete es el periódico proletario de México que más corresponsales tiene. La gran campaña iniciada desde hace meses ha dado sus resultados. Pero ahora hay algo más que hacer. Los corresponsales de nuestro semanario van a tomar un curso libre a través de estas columnas, para perfeccionarse. Vamos a convertir a cada camarada en un corresponsal que no tenga nada que envidiar a los corresponsales de la prensa diaria burguesa. Todos los secretos del periodismo, todas las recomendaciones, toda la experiencia de los corresponsales de otros diarios del mundo, van a desfilar por estas columnas para el perfeccionamiento de los compañeros que lo escriben.
La conquista de los corresponsales obreros y campesinos ha sido una sólida viga de hierro en el edificio de la revolución social que estamos construyendo por medio de nuestras columnas y del Partido Comunista. Ahora, el perfeccionamiento de estos corresponsales, su educación y preparación como periodistas será, para continuar con el símil anterior, una magnífica y útil decoración a este mismo edificio.
¡Un paso más!, compañeros, un paso más hacia la conquista de nuestro ideal: la Republica Socialista de Obreros y Campesinos de México.
Así, paso a paso, llegaremos.
El Machete, Núm. 67, 3ª semana de junio de 1927
II. Brevedad y concisión: dos virtudes fundamentales del periodista
¿Qué significa ser breve y conciso? No decir una palabra más ni menos e lo que es necesario y expresar cada idea con el mínimo de palabras.
La brevedad es una virtud fundamental porque el periódico de los proletarios lo forman unas cuantas hojas que deben recoger todas las palpitaciones de la vida mundial que tengan interés para la clase trabajadora. Si usted no es breve roba espacio, impide que se puedan poner otras notas tan interesantes o más que la suya. No ser conciso, es decir, escribir más de lo necesario, constituye también una grave falta en un periodista. El periódico semanal o diario es una conquista de la vida moderna. Y, en esta época de grandes industrias, de vuelos trasatlánticos en menos de 40 horas, todo el que vive de veras, vive algo rápidamente. Por lo tanto, si usted, querido corresponsal, escribe algo más de lo necesario, no va a conseguir que su trabajo sea leído por todos, lo que debe ser aspiración de un buen periodista.
El Machete, Núm. 68. 25 de junio de 1927
III. La unidad
¿Cómo ser breve y conciso, sin dejar de expresar lo necesario? Vamos a intentar decir de qué manera. Cada artículo, información o crónica debe tener una sola idea central.
Esta idea central debe guiar al escritor durante todo el desarrollo del trabajo. Debe cuidar que nuevas ideas —»ideas parasitas»— no vengan a su mente y sean como hongos u otras plantas alrededor de un grueso tronco. Así se tendrá ganada la concisión. Nada, fuera de lo necesario para explicar la idea central, ocupará lugar. Es útil recomendar que los artículos se escriban dos veces siempre. Primero, un borrador. Una vez terminado este, debe corregirse bajo los siguientes aspectos: de acuerdo con lo expuesto, para ver si es breve y conciso, todo lo superfluo debe quitarse. Una segunda revisión, de lo que reste, será para aclarar bien los términos y palabras; se verá, antes que nada, si cada palabra indica lo que el escritor tenia en mente. Una buena manera de hacer este trabajo de análisis es «olvidar» lo escrito y ponerse en la disposición de un lector que va a conocer lo que hemos escrito. De esta manera se podrá dar cuanta todo corresponsal el efecto que va a causar en sus lectores lo escrito.
El Machete Número 68, 25 de junio de 1927.
IV. Cómo expresar ideas
Después de la brevedad y la concisión, nada más interesante para el periodista que la forma de expresar ideas. Esto podrá parecer una simpleza; pero no todos saben expresar con propiedad las ideas, y muchos se creen incapacitados. ¿Qué es una idea? No vamos a contestar repitiendo la definición de un tratado de psicología. Esta es una sección popular. Una idea es para todos los compañeros la representación, la imagen de una cosa de la realidad que se la representan en su cerebro y desean expresarla por la palabra escrita o hablada. También pueden venir comentarios, deducciones, de acuerdo con sus conocimientos y experiencias anteriores, y que llamaríamos, no con mucha exactitud, ideas originales, porque las “produce” su cerebro. Las primeras serían reales porque representan la realidad.
Pues bien, no hay un ser humano que no tenga ideas y no las sepa expresar de algún modo. Algunos afirman que hasta los animales tienen ideas y las expresan, como el perro que ladra ante un extraño. Todo el mundo está constantemente transmitiendo ideas a sus amigos en las conversaciones. Nadie puede, por lo tanto, declararse incapacitado para “expresar sus ideas” en el periódico.
Es necesario, después de lo dicho, señalar algunas conclusiones:
Todo mudo puede expresar ideas con solo fijar bien en su mente lo que ha visto: la acción del patrón o del capataz, el atropello de los guardias blancos de los federales.
Debe ser expresada esta idea con la misma naturalidad y espontaneidad con que se habla a un amigo o se cuenta cualquier suceso familiar.
Debe huirse de todo lo artificial, es decir, de palabras huecas, “literarias”, “cursis”, párrafos inútiles, que no son comentarios naturales, ideas originales, sino “frases hechas” que se han quedado en nuestra cabeza, producto de las lecturas de libros de otros autores. Esto es muy común, a veces sin darse cuenta el mismo escritor.
Los camaradas deben ensayar y escribir para El Machete, que es el periódico para la defensa de sus intereses. Si algo no está bien, aquí se arreglará. Nadie nació sabiendo, y un obrero ni después de nacer puede aprender, como no sea con la práctica.
El Machete, Núm. 69, 2 de julio de 1927
V. La Estructura de los artículos
Una vez conocido todo lo expuesto en esta sección en los números pasados, nada más importante quela escritura de los artículos. Sabemos ya cómo fundir el bronce, necesitamos ahora saber cómo hacer el molde. Para esto, como para las cosas anteriores, no puede haber una regla infalible, de hierro. Pero si son útiles las sugestiones. Como tales se dan estas reglas:
Un artículo informativo como los que escriben los corresponsales, debe tener un título que reúna estas condiciones: ha de expresar claro lo que es la parte fundamental, y expresarlo de una manera sugestiva, llamativa.
Debe entrarse inmediatamente a la materia, diciendo lo ocurrido, el lugar, la fecha –si es importante–, etc. Hay, que huir de hacer un “prólogo” para cada artículo. Este “prólogo” no debe ser ni literario ni filosófico, es decir, a los lectores no les interesa, por ejemplo, cómo “estaba el Sol”, cómo estaba “su alma” o “su corazón”. Tampoco interesa a los lectores que se les haga para cada información una síntesis de las doctrinas que el escritor sustenta.
Después de esta parte, que llamaríamos la exposición de los hechos, debe venir el juicio propio del corresponsal sobre el asunto. Aquí tampoco es el lugar de lanzar maldiciones o lamentaciones. El juicio propio debe consistir en relacionar el asunto tratado –pero con datos exactos, no condivagaciones– con la política general de lugar, con los intereses y la política de los que mandan allí: el gobernador, el dueño de la fábrica, el cacique, el militar, etc.
Un hecho no sucede aisladamente. Tiene siempre relación, si es contrario a los intereses de los trabajadores, con la organización social, política y económica en general. Enseñar esos hilos entre toda la tela de araña que nos cubre en la sociedad capitalista, es hacer labor de gran convencimiento revolucionario.
Finalmente, alguna sugestión práctica debe ser dada, según el pensar el corresponsal, para remediar la situación o luchar contra ella. Con esto basta. Así habrá lugar para todos los corresponsales.
El Machete, Núm. 70, 9 de Julio de 1927
VI. El Periódico de y para todos
Nuestra primera tarea inmediata, aquella en que debemos concentrar todas nuestras actividades, es la solidificación del órgano nacional del partido. Para Lenin, en los comienzos del movimiento bolchevique ruso, la organización de un “periódico nacional” era el primer paso. Hoy en México, como en la Rusia de 1901, padecemos de dispersión. “La mayoría de los socialdemócratas (el partido de donde salieron los bolcheviques) están sumergidos en la obra localista, lo cual estrecha sus puntos de vista, limita sus actividades y daña sus habilidades”. La situación fraccionada de México, la política particular de los Estados favorece el fraccionamiento y dispersión del trabajo del partido. Un periódico nacional de intensa circulación será el que luche y hasta contribuya poderosamente a la unificación y nacionalización (en el sentido unitario), del movimiento obrero y campesino de México.
Hay que cambiar la educación personal que los miembros del partido pueden hacerse con sus libros, lo mismo que la agitación y propaganda en los pequeños círculos, por la educación y la propaganda en los pequeños círculos, por la educación y la propaganda a escala nacional por medio del periódico nacional. Esta labor no es solamente del Comité Ejecutivo y de la redacción del órgano oficial del partido, sino que ha de ser también obra de las locales del partido, de las células en las fábricas, de los simpatizantes en general. Todos deben enviar noticias de los sucesos y su opinión sobre los asuntos locales y nacionales. Por medio del periódico nacional vamos a interesar a todas las secciones revolucionarias del país para pensar con el verdadero criterio socialista.
Los agentes y corresponsales son la base del trabajo. Pero ellos tienen que trabajar en contacto con las locales del partido. Agentes, corresponsales y locales son los que permitirán hacer el periódico nacional y efectivo. Es de esperar que esta labor se coordine por los distintos camaradas. Claro es que no se intenta que el periódico trate solamente las cuestiones puramente nacionales.
Por el contrario, gran parte de la vida del mismo ha de venir de la exposición de la situación local, estatal; pero nunca podrá olvidarse que el régimen que nos oprime no es ya nacional, siquiera, sino internacional.
Solamente estando escrito por todos y expresando el sentir de toda la masa, en sus varias manifestaciones, el periódico será útil. Vendrá a ser un inmenso fuelle soplando en todos los lugares donde exista el descontento de una lucha de clases, para encender la hoguera general.
El Machete, Núm. 71, 23 de julio de 1927
VII. El periódico político nacional
Antes que nada, demos una interpretación popular y clara de o que es política. Todo acto o declaración que se haga sobre el régimen social actual es un acto político porque se relaciona con el Estado, la institución política por excelencia. Se dice, por ejemplo, que una huelga es política cuando no se limita a un movimiento económico, a hacer demandas puramente económicas, sino que demanda cambios en la organización política capitalista o choca con esta. Como se ve, el concepto comunista de política no tiene nada que ver con lo que se entiende casi siempre por política: caudillaje, asalto a los puestos públicos, sucias maniobras electorales.
Un órgano nacional político no será, como podría decir cualquier ignorante o mal intencionado, un órgano para apoderarse de los puestos públicos y para beneficiar a los “águilas”. No. Ese órgano será el periódico político de los comunistas y de todos los simpatizantes. Por las campañas de El Machete ya hemos levantado el entusiasmo para el ataque en el terreno económico. Los obreros dicen todo lo que les pasa en la fábrica y en el sindicato; los campesinos cuentan lo que ocurre en sus rancherías o comunidades. Pero ahora es necesario dar un paso más: es necesario que cada trabajador sepa dirigir sus críticas hacia el Estado capitalista. Eso es la lucha política. Un órgano para esta lucha queremos hacer de El Machete cuando decimos que sea el órgano político nacional de los obreros y campesinos.
Queremos que en él se denuncien, al mismo tiempo que otras cuestiones, las injusticias, fallas y abusos de la estructura política del país, que es el Estado capitalista, y se propongan cosas mejores.
Solamente acusando al Estado capitalista, luchando por convertirlo en un Estado proletario, levantando la capacidad de la clase obrera para que adquiera conciencia de sus derechos y del valor de su fuerza.
El Machete, Núm. 72, 23 de julio de 1927
VIII. El periódico como organizador colectivo
Ilustración aparecida en el periódico El Machete, sobre el asesinato de Julio Antonio Mella
Un periódico, órgano oficial de un partido de clase, tiene una función importantísima, además de la de propaganda en todas sus formas y de la creación de la unidad de pensamiento en el partido. El periódico debe ser el mejor organizador colectivo. El partido debe enseñar a resolver los problemas de cada día desde las columnas de El Machete. Los problemas de organización de cada una de las entidades el partido deben encontrar una solución. Cómo se organiza una célula de barrio, de taller o de campo. Cómo debe funcionar.
Cuáles son sus fines revolucionarios. Cuál es el trabajo político, sindical y de propaganda de las locales. Cómo se reparte la propaganda. Todos estos temas es necesario tratarlos –se tratarán uno a uno− para hacer del periódico lo que debe ser: un organizador colectivo.
Pero la enseñanza no puede venir de la simple exposición teórica de la doctrina y de los principios de organización. Para que el periódico de resultado como organizador, es necesario que todos expongan sus experiencias, lo mismo cuando fracasan que cuando triunfan. Nosotros no somos burgueses hipócritas para ocultar nuestros fracasos e ineptitudes. El análisis de un fracaso puede impedir otros fracasos, y un triunfo prepara el terreno para los triunfos de los demás compañeros.
Desde el próximo número existirá una sección especial de organización en El Machete para discutir los problemas de organización del partido. En esa sección se expondrá teóricamente la organización, y después se discutirán los ensayos, hasta darle al partido la estructura férrea que necesita un Partido Comunista.
El primer tema que se discutirá en varios números hasta su realización completa es la organización de las células.
El Machete, Núm. 73, 30 de julio de 1927
IX. Temas de organización: Campaña de reclutamiento
Para que la organización de las células, la base orgánica del partido, pueda ser efectiva, hay que ampliar más las filas de las locales.
Es innegable que se han hecho muchos progresos en lo que respecta a la entrada de nuevos miembros. En esta campaña la local de México va a la cabeza. Pero mientras todos los que deben estar en el partido no lo estén, no será posible darles una organización sólida que ponga las bases del partido de masas que queremos.
Antes de la campaña por la organización celular hay que hacer una campaña de todas las locales a un tiempo para el ingreso de nuevos miembros. Lo primero que debemos tener en cuenta es el gran número de simpatizantes que tiene el partido. Gran parte de ellos puede convertirse en miembros activos si se les sabe atraer. El Machete está imprimiendo y distribuyendo estratégicamente 7,000 mil ejemplares. Esto indica más del doble de lectores, si se tiene en cuenta que en las fábricas y rancherías cada ejemplar es leído por muchos compañeros.
Desde estas páginas haremos una campaña nacional para el reclutamiento de nuevos miembros. Todos los simpatizadores que asiduamente leen el órgano del partido; todos los compañeros que ayudan en los trabajos sindicales a los miembros del partido; todos los corresponsales y agentes que han demostrado su amor a la causa comunista sin formar parte del partido; todos los socialistas y revolucionarios honrados que no encuentran ambiente en los partidos “moderados” tienen su puesto en el Partido Comunista. Todos los luchadores sindicales que quieren y no saben cómo destruir al capitalismo deben venir al Partido Comunista para emprender la verdadera ruta.
El Machete, Núm. 76, 20 de agosto de 1927
X. Agitación y propaganda*
Para la captación de nuevos miembros, nada más importante que la propaganda metódica, especializada y práctica. Ya dijimos la importancia que tiene El Machete en esa propaganda. Pero él solo no basta. El órgano del partido es de agitación y de educación, mediante la divulgación de los problemas nacionales e internacionales. El exceso de noticias impide que se desarrolle una amplia campaña educacional y de convencimiento. Así, pues, la propaga de nuestro semanario debe ser acompañada con la distribución de literatura comunista: libros, folletos y manifiestos especiales.
Cada miembro del partido debe ser un propagandista diario y eficaz. No basta solo con comprar y repartir el órgano del partido. Es necesario hacer también la distribución de folletos y libros. Claro esta que estos no pueden darse gratis. Pero es un deber de cada miembro venderlos. Publicaremos en el próximo número una lista de las obras que tenemos para dar a la venta. Las locales deben hacer que sus secretarios de Propaganda se impongan como misión principal, en este momento de la vida del partido, la difusión de los libros y folletos. En cada junta el secretario responsable debe exhortar a los miembros para que lleven libros y los vendan. El comunista que no lleva un poco de convencimiento a alguien en los días que pasan entre junta es un comunista inútil, una rémora.
La otra parte importante de la propaganda es la impresión de hojas sobre problemas locales y de lucha inmediata para núcleos especiales de trabajadores. Esto se tratará en el próximo número. Pero es necesario que cada miembro del partido comience, como tarea inmediata, la difusión de la literatura, repartiendo el folleto que acaba de imprimir el partido sobre La situación actual, que es reflejo de la opinión del Comité Central. Los 10,000 folletos impresos deben traer muchos miembros a nuestras filas. Háganse los pedidos a la Administración.
El Machete, Núm. 77, 27 de agosto de 1927
*Aun cuando Mella promete seguir publicando su cursillo para corresponsales obreros, en realidad esta decima parte fue la ultima entrega.
¡Comunistas revolucionarios de toda Irlanda se reunieron en Dublín los días 5 y 6 de abril para el histórico segundo Congreso de los Comunistas Revolucionarios de Irlanda!
Con 50 camaradas presentes durante todo el fin de semana, hicimos balance de los importantes avances logrados durante el último año: la expansión de nuestra organización a Derry, Sligo, Wicklow, Meath, Cork, Limerick, Wexford y Kildare, así como el afianzamiento de nuestras raíces en Dublín, Belfast y Galway. Y lo que es más importante, ¡hemos superado el hito de los 50 comunistas activos en Irlanda! Y tal fue el entusiasmo en el evento, que recaudamos la asombrosa cantidad de 10.700 € para financiar la lucha por el comunismo aquí en Irlanda, ¡incluidos 850 € en ventas de literatura revolucionaria!
Desde nuestro Congreso del año pasado, nuestra organización ha crecido más del 50 por ciento, con la introducción del Congreso que celebra este increíble hecho: ¡ahora tenemos 56 militantes activos en Irlanda!
¡Este es un crecimiento histórico para nuestra organización que no existía hace unos años, y es un testimonio de la corrección de las ideas del marxismo genuino y los métodos del bolchevismo!
Sin embargo, estamos lejos de ser complacientes. Las tareas impuestas a los comunistas revolucionarios por la historia son grandes, y debemos esforzarnos por estar a la altura de las circunstancias.
Por lo tanto, para el próximo Congreso, hemos resuelto hacer crecer nuestra organización a 100 militantes, contratar a nuestro segundo revolucionario a tiempo completo, relanzar nuestro periódico como una publicación bimensual y materializar nuestras ideas estableciendo una sede revolucionaria en Dublín.
Una nueva época en el capitalismo mundial
Inauguramos nuestro Congreso con un debate sobre las perspectivas mundiales. Una cosa está clara: no estamos viviendo tiempos normales. La época de la llamada política capitalista «normal» ha terminado, y estamos asistiendo a la agonía del orden mundial liberal y a las convulsiones de un sistema en declive terminal.
A lo largo del debate, los camaradas describieron la crisis cada vez más profunda del imperialismo estadounidense. El imperio estadounidense, que en su día fue el amo indiscutible del capitalismo global, es ahora un coloso en declive, golpeado por la decadencia interna y la fragmentación geopolítica. La apuesta de Donald Trump por el proteccionismo es precisamente una expresión cualitativa del declive relativo de Estados Unidos como única superpotencia mundial.
La Unión Europea, aliada histórica de Estados Unidos, se encuentra cada vez más en desacuerdo con este país. La ilusión de la unidad occidental está hecha jirones. Lo que estamos presenciando no es más que la desintegración del orden mundial liberal de la posguerra.
En el corazón de esta agitación global se encuentra la crisis objetiva del propio capitalismo. La crisis financiera de 2008 marcó un punto de inflexión histórico, dejando al descubierto las contradicciones fundamentales del sistema.
Sin embargo, la clase dirigente evitó este colapso inyectando miles de millones en las venas del capital financiero, pero esto solo aplazó la crisis al tiempo que inflaba una burbuja de deuda de proporciones sin precedentes. Esa burbuja amenaza ahora con estallar con una fuerza cada vez mayor, arrastrando potencialmente a todo el sistema a una crisis en espiral.
La globalización, que en su día fue anunciada como la salvación del capitalismo, ahora se está revirtiendo y convirtiendo en su opuesto. Los mismos imperialistas que en su día ensalzaron las virtudes del libre comercio y los mercados abiertos ahora se apresuran a levantar muros proteccionistas, incapaces de competir a escala mundial. La contradicción entre el Estado nación y la producción internacionalizada es cada vez más explosiva, amenazando con hacer añicos el sistema.
Pero las masas están empezando a agitarse. Una ira ardiente hierve bajo la superficie, lo que está provocando saltos en la conciencia entre la clase trabajadora y la juventud.
En el debate se destacó cómo, en ausencia de una alternativa revolucionaria, esta rabia de clase está encontrando salidas de forma distorsionada, concretamente en el auge de los demagogos de derechas. El auge de figuras como Trump no es un signo de la fuerza del capitalismo, sino de su crisis.
Nuestra tarea es preparar a las fuerzas revolucionarias capaces de intervenir en el movimiento, proporcionar liderazgo a la clase trabajadora y lograr el derrocamiento final de este sistema podrido a través de la revolución socialista.
Irlanda y el período que se avecina
Irlanda está lejos de ser inmune a esta crisis. Como destacamos durante nuestra segunda sesión sobre Perspectivas irlandesas, Irlanda es increíblemente vulnerable a los cambios en las relaciones globales.
Irlanda se encuentra atrapada entre tres bloques imperialistas en conflicto: Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Europea. El llamado «milagro económico» del Tigre Celta, construido sobre la inversión extranjera directa, se está desmoronando rápidamente. La clase dirigente irlandesa, paralizada por esta creciente contradicción, no tiene una respuesta estratégica. Ante el creciente proteccionismo, lo que una vez fue la mayor fortaleza de Irlanda se está convirtiendo en su mayor debilidad.
A pesar de las estadísticas oficiales de crecimiento del PIB, las condiciones materiales de la clase trabajadora continúan deteriorándose. Los salarios reales se estancan o caen, la renta disponible disminuye y más de un millón de personas en el sur viven ahora en la pobreza. La vivienda, la sanidad y los servicios públicos están en una profunda crisis.
En el norte, esta crisis se ve agravada por la cuestión nacional sin resolver. Décadas de mala gestión capitalista han dejado al Norte lleno de material inflamable. Las infraestructuras se están deteriorando, desde el NHS hasta las carreteras, mientras la crisis de la vivienda sigue empeorando.
El DUP, plagado de escándalos, ha dejado un vacío en el que se ha introducido el ala más extrema del unionismo. Con la cuestión de la frontera de nuevo en la agenda a instancias de los aranceles de Trump, esta contradicción amenaza con estallar de nuevo. Y, sin embargo, más austeridad está en la agenda. El Sinn Féin ha aceptado las condiciones de los imperialistas y cultiva la ilusión de que una Irlanda unida puede lograrse por medios constitucionales.
Pero el capitalismo no puede cumplir. El único camino viable hacia la unidad irlandesa es a través de la revolución. Solo el derrocamiento del capitalismo en toda la isla por una clase trabajadora consciente y unida puede romper las cadenas de la partición y forjar una Irlanda Socialista Unida de 32 condados.
Las tareas de los comunistas en 2025
El segundo día de nuestro Congreso comenzó con un debate sobre las tareas organizativas necesarias para construir un partido capaz de derrocar el capitalismo.
Si bien la organización actual de 56 camaradas es un logro importante, es solo un punto de partida. Para lograr nuestros objetivos revolucionarios, debemos expandirnos rápidamente tanto cualitativa como cuantitativamente.
Nuestra tarea inmediata es formar a cada camarada en los métodos de construcción del partido, la teoría revolucionaria y el bolchevismo. Cada camarada no es solo un miembro, sino un potencial cuadro en la lucha por el socialismo.
Para satisfacer las necesidades de la revolución venidera, debemos aspirar a convertirnos en una organización de cientos y luego de miles. Cada nuevo recluta representa un paso adelante en la construcción de la futura vanguardia de la clase trabajadora.
Con este fin, el Congreso resolvió alcanzar los 100 camaradas para nuestra próxima reunión y garantizar que cada camarada se convierta plenamente en un cuadro marxista. Esto requiere no solo educación teórica, sino una comprensión profunda de nuestras tareas prácticas y la necesidad de desarrollar un liderazgo revolucionario en todos los niveles.
Además, hemos decidido relanzar nuestra publicación The Revolutionary Communist con mayor frecuencia. Actualmente es trimestral, pero pasará a ser bimensual, con el objetivo de pasar a ser mensual lo antes posible. La rápida evolución de la sociedad exige una prensa revolucionaria que pueda ofrecer comentarios oportunos y agudos sobre la situación en curso.
Lograr estos objetivos requiere sacrificios, tanto materiales como organizativos. Como dijo Cicerón, «las finanzas son los tendones de la guerra». Y estamos librando una guerra, la más justa de todas: ¡la guerra de clases! Para traducir nuestras ideas en una fuerza material, necesitamos medios materiales. Por eso nuestra independencia financiera es fundamental para nuestra supervivencia y crecimiento.
A principios de este año, logramos un hito significativo al reclutar a nuestro primer revolucionario a tiempo completo, financiado en su totalidad por las cuotas de nuestros militantes. Esto marca un gran paso adelante en la construcción de la base material para nuestro trabajo. Pero no nos detendremos aquí. El Congreso ha resuelto contratar a un segundo revolucionario a tiempo completo y comenzar el desarrollo de un centro revolucionario en Dublín, un centro físico y símbolo del avance del comunismo revolucionario en Irlanda.
La dedicación de nuestros camaradas es incuestionable. Durante nuestra recaudación financiera, en la que pretendíamos recaudar 6000 € para nuestro fondo de lucha, superamos ese objetivo por un margen significativo y recaudamos unos 9000 €.
Esto demuestra que los Revolucionarios Comunistas de Irlanda no sólo están creciendo en número, sino también en determinación y voluntad de superar todos los obstáculos que se nos presentan. Tenemos que prepararnos para los titánicos acontecimientos que se avecinan.
Un partido mundial de la revolución
La sesión final de nuestro Congreso se centró en los informes del resto de la Internacional. La lucha por construir los Comunistas Revolucionarios de Irlanda no es una lucha por crear un movimiento irlandés separado, sino parte de la lucha global por el comunismo mundial como parte de la Internacional Comunista Revolucionaria.
El debate se centró en el trabajo de nuestra Internacional en el último período y en nuestros orígenes, en concreto en el trabajo incansable de Ted Grant, cuyos esfuerzos aseguraron la supervivencia del marxismo genuino durante el período de posguerra.
El crecimiento de la Internacional Comunista Revolucionaria refleja tanto la profunda crisis del capitalismo como la corrección de nuestros métodos. Los camaradas informaron de que en los últimos años, nuestra membresía internacional creció de 2600 a más de 6800 camaradas, con ganancias significativas en países como Gran Bretaña, Estados Unidos, México y Pakistán.
Lo que está claro en toda nuestra Internacional es que nuestra fuerza radica en nuestro compromiso inquebrantable con el marxismo ortodoxo.
Aquí en Irlanda, nuestra tarea es la misma. Construir un partido que pueda derrocar al capitalismo cuando llegue el momento. Todas y cada una de las sesiones de nuestro Congreso, todas y cada una de las resoluciones, discusiones y votaciones contribuyeron a este objetivo.
Ahora es el momento de actuar. No solo para votar sobre objetivos, sino para salir con audacia a cumplirlos. Este segundo Congreso está preparado para actuar como plataforma de lanzamiento de nuestro trabajo en el próximo período.
¡Por los 100 militantes! ¡Adelante a la construcción de los Comunistas Revolucionarios de Irlanda!
Los días 6 y 7 de abril, comunistas de toda Irlanda se reunieron en Dublín para el Congreso fundacional del grupo irlandés de la Corriente Marxista Internacional (CMI). Nos acompañaron invitados internacionales del Partido Comunista Revolucionario de Gran Bretaña y del centro internacional de la CMI. A lo largo de los dos días asistieron 33 personas procedentes de Dublín, Navan, Belfast, Bangor, Derry y Galway, la reunión más grande de la CMI en Irlanda hasta la fecha.
Tras haber duplicado nuestro tamaño con creces desde nuestra primera reunión nacional en septiembre, la introducción al Congreso celebró los enormes éxitos que hemos cosechado en la construcción de la organización en los últimos 8 meses. Hemos pasado de 8 camaradas en una célula en línea hace un año, a 15 en septiembre y a 37 camaradas en la actualidad, con cuatro grupos de base en Dublín, uno en Belfast y uno en Galway. Esta demostració de que podemos crecer sobre la base de nuestras ideas creó un ambiente de optimismo y entusiasmo que duró todo el fin de semana.
Antes del Congreso, los camaradas se fijaron el ambicioso objetivo de recaudar 1.000 euros para el fondo de lucha. Tal era el fervor revolucionario entre los camaradas que sobrepasamos ese objetivo, recaudando la impresionante cifra de 4.143 euros, incluidos 469 euros procedentes de la venta de literatura, lo que refleja una profunda sed de teoría entre todos los camaradas.
Sobre la base de este Congreso, hemos decidido llegar a 50 camaradas para el verano, a 100 para el Congreso del año que viene, lanzar una nueva página web en los próximos meses, lanzar un nuevo periódico (El Comunista Revolucionario), y unir todo esto contratando a un revolucionario a tiempo completo este año. Estas son las medidas que creemos que debemos tomar para convertirnos en una sección oficialmente afiliada a la Internacional Comunista Revolucionaria, que se fundará este mes de junio. Son metas ambiciosas, y las alcanzaremos.
La muerte agónica del capitalismo
El debate comenzó con una sesión sobre las perspectivas mundiales. El capitalismo está entrando hoy en la crisis más profunda de su historia, no sólo en Irlanda, sino en todos los países del mundo. El sistema económico mundial se está resquebrajando. El declive relativo del imperialismo estadounidense significa que, aunque sigue siendo la potencia imperialista más cruel y poderosa de la Tierra, está perdiendo el control sobre el mundo que había logrado mantener desde el colapso de la URSS.
Este proceso se está acelerando por la guerra de Ucrania y las sanciones económicas impuestas a Rusia como resultado. Las consecuencias económicas en Europa la están llevando a una inestabilidad social masiva, que sólo ha servido para socavar aún más su ya impopular establishment político.
La matanza de Gaza fue un tema clave del debate, en el que los camaradas hablaron de la necesidad de derrocar al imperialismo israelí y a sus patrocinadores imperialistas en Washington, Bruselas y Londres.
La clase obrera sigue siendo la única fuerza de la sociedad con el poder y el interés de acabar con esta brutalidad de una vez por todas. Como remarcó Ben Curry, “este periodo, la agonía del capitalismo no se resolverá automáticamente, será el socialismo o la barbarie. Para el socialismo se necesita un partido revolucionario. Como explicó Trotski, en último análisis, la crisis de la humanidad puede reducirse a la crisis de dirección de la clase obrera”.
Perspectivas para la revolución irlandesa
La siguiente sesión se centró en nuestro documento de perspectivas para Irlanda, el primer documento de este tipo redactado por la CMI en Irlanda. La economía de Irlanda depende en gran medida del mercado mundial, por lo que es muy vulnerable a la crisis económica mundial. Las condiciones peculiares que propiciaron el desarrollo de la industria en el Sur en la década de 1990, dieron lugar a la creación de una amplia clase obrera en Irlanda, que ha empezado a mover sus músculos a medida que el crecimiento económico del pasado se convierte en su contrario.
La clase trabajadora, impulsada por la crisis general, está cada vez más enfadada con la clase política, lo que está socavando su capacidad para gobernar. Las dimisiones de Leo Varadkar y Jeffery Donaldson reflejan el turbulento periodo en el que hemos entrado. Pero, ¿quién refleja la ira de las masas? Como explicaba Andrea Patanè en su introducción sobre las perspectivas irlandesas, mucha gente mira hacia el Sinn Féin como una alternativa, pero sectores significativos de trabajadores y jóvenes están viendo más allá del Sinn Féin.
Mientras tanto, en el Norte, el unionismo atraviesa una crisis irresoluble. La polarización en el seno del unionismo ha fortalecido a la facción de línea dura del DUP. La clase obrera no se queda de brazos cruzados ante estos acontecimientos. En un intento desesperado por volver a poner en marcha el parlamento de Stormont, Westminster provocó una enorme huelga de trabajadores del sector público. Pero ahora Stormont está al borde del colapso una vez más.
Con la inestabilidad al norte y al sur de la frontera, y la clase obrera empezando a reafirmarse, toda la isla se ha llenado de material inflamable. Se avecinan acontecimientos revolucionarios. Sólo una revolución socialista puede quemar las cicatrices de la partición, formando una república socialista de 32 condados que podría desencadenar la revolución en Gran Bretaña, Europa y el mundo.
¡Los comunistas están aquí!
Los preparativos organizativos de este Congreso fueron ejemplares, y al final del primer día, celebramos una colecta de fondos para la fundación de nuestra organización, para darnos las herramientas para construir una organización comunista auténtica y profesional. Los camaradas de cada grupo de base vinieron preparados con compromisos de donativos para el Congreso y algunos camaradas también mostraron sus habilidades haciendo obras de arte para recaudar más fondos. En total, recaudamos 4.142,50 euros. Fue una recaudación increíble que eclipsó todo lo que habíamos recaudado en el pasado y demostró la voluntad de sacrificio de los camaradas para construir esta organización.
Los asistentes estaban tan inspirados que un camarada aprovechó la pausa del almuerzo para reunirse con un contacto y convencerle de que viniera a nuestra reunión social al finalizar el congreso. Otro camarada llamó a todos sus contactos en cuanto terminó el Congreso y convenció a seis de ellos para asistir a la reunión de grupo de base esta semana, tras la cual uno de ellos se dió de alta.
Con una dedicación como ésta no cabe duda de que nuestros camaradas serán capaces de aplastar todos los obstáculos que se interpongan en nuestro camino en la lucha por el socialismo.
Organizar las fuerzas del comunismo
El segundo día del Congreso comenzó con nuestra resolución organizativa. La situación objetiva que discutimos en nuestras perspectivas exige la creación de una organización comunista revolucionaria. Construir una organización así desde cero no es tarea fácil, requiere enormes sacrificios. Recordamos a los camaradas las palabras de Trotski antes de la guerra: “¡Si buscas una vida cómoda y tranquila, has elegido el momento equivocado para nacer!”.
Nuestros camaradas son muy conscientes de esto y se han fijado objetivos ambiciosos a la altura de nuestra tarea. Una organización de 37 personas es un logro asombroso, pero es sólo el principio. Debemos convertirnos rápidamente en una fuerza de cientos y miles de personas, y extendernos por todo el país. Para ello, nos hemos propuesto llegar a 50 miembros a finales de verano, y a 100 en nuestro próximo Congreso.
Hay más que suficientes revolucionarios en busca de una organización como la nuestra para que superemos estos objetivos. Todo lo que tenemos que hacer es encontrarlos. Para ayudarnos a llegar a estas capas estamos relanzando nuestro grupo Marxistas Irlandeses como los Comunistas Revolucionarios de Irlanda.
En la misma línea, estamos relanzando nuestro periódico La Voz Marxista como El Comunista Revolucionario. Estos nuevos nombres, combinados con nuestros audaces métodos, nos servirán en nuestro esfuerzo por encontrar y conectar con los miles de comunistas de toda Irlanda que buscan unirse a la lucha por el socialismo. El Comunista Revolucionario será trimestral con el objetivo de convertirse en bimensual y mensual en un futuro próximo. Un periódico más regular será esencial en todo nuestro trabajo, permitiéndonos comentar los acontecimientos actuales e incluir informes de las luchas que tienen lugar en todo el país. Paralelamente, lanzaremos un nuevo sitio web, que se esforzará por convertirse en la principal fuente de análisis marxista.
Para lograr todo esto, nos hemos fijado el objetivo de contratar a un liberado este año. Esto significará tener un camarada liberado de trabajar de 9 a 5 para la burguesía para que pueda dedicar todo su tiempo a luchar por el comunismo. La construcción de un aparato profesional ampliará todos los aspectos de nuestro trabajo, lo que significa que podremos educar y formar mejor a los nuevos miembros, y que nuestro periódico podrá publicarse con más frecuencia. Será la primera vez en décadas que exista en Irlanda una auténtica organización bolchevique, que defienda la política revolucionaria y tenga su propio aparato profesional, que dependa únicamente de los sacrificios de nuestros propios camaradas, dándonos independencia política del Estado y de cualquier otra fuente de presiones ajenas.
Lennie Mc concluyó citando a Ted Grant: “Nadie puede quebrar la voluntad de la clase obrera de cambiar la sociedad”. Debemos estar a la altura de la tarea de dirigirlos con ideas comunistas revolucionarias, ¡para arrojar el capitalismo al basurero de la historia! Sabiendo que se avecinan grandes acontecimientos, nos esforzamos por preparar la futura dirección que la clase obrera necesitará para asegurar su victoria final.
La Internacional Comunista Revolucionaria
La CMI no sólo está cosechando éxito en Irlanda. En todo el mundo nuestros camaradas están creciendo a una velocidad increíble. Nuestra sección británica fue la primera de la internacional en superar los 1.000 militantes, con EE.UU. y Canadá no muy lejos con 700 cada una, habiendo casi duplicado ambas su número de miembros en el último año.
Nuestra sección pakistaní cuenta con más de 600 miembros. Muchas otras secciones han experimentado un importante crecimiento en el último año: Italia ha superado la barrera de los 500 miembros y otras secciones se acercan a esa cifra el año que viene.
Este crecimiento se ha basado en la situación objetiva. Millones de personas en todo el mundo, bajo la presión de la crisis capitalista, han empezado a mirar al comunismo como la única salida. Habiendo reconocido esto, nuestros camaradas iniciaron la campaña “¿Eres comunista?”, que ha tenido un éxito asombroso al ayudarnos a llegar a estos comunistas.
Está claro que hoy se necesita una auténtica fuerza comunista que pueda llevar a los trabajadores a la victoria internacional. En 1915, en la conferencia de Zimmerwald, Lenin declaró la necesidad de establecer una nueva Internacional comunista. Esto fue en un momento en que el propio Lenin dijo que todos los internacionalistas del mundo cabían en dos vagones de diligencia. Esto se debió a que en 1915 la situación mundial exigía la creación de dicha Internacional. Hoy, la situación objetiva exige la misma acción. En junio, en la Escuela Mundial de Comunismo, relanzaremos la CMI como Internacional Comunista Revolucionaria.
En la clausura de nuestro Congreso votamos por unanimidad solicitar la afiliación oficial como sección de la ICR. Al unirnos a la Internacional, nos comprometemos a construir la sección irlandesa del partido mundial de la revolución comunista, y a luchar por la victoria del socialismo mundial. Los Comunistas Revolucionarios de Irlanda se unen a la marcha hacia adelante de los comunistas de todo el mundo, unidos bajo la bandera de la Internacional Comunista Revolucionaria que se fundará pronto.
Andreu Nin no sólo fue un dirigente revolucionario de primer orden, fue también un importante teórico. Hoy publicamos una obra inédita escrita en 1926 sobre el movimiento nacionalista catalán. Este estudio tiene un gran valor para los comunistas en la actualidad, cuando la cuestión nacional catalana no da visos de amainar. Estamos llamados a estudiar este problema y profundizar en su historia. Este documento es un aporte valioso para este esfuerzo.
Prólogo de Arturo Rodríguez
Como correctamente señala Andreu Nin al inicio de este trabajo, la cuestión nacional ha sido desde hace más de un siglo una pesadilla para el Estado burgués español y su clase dominante. Sólo hace falta observar la reacción histérica de la derecha y del aparato de Estado contra la ley de amnistía pactada por Pedro Sánchez con los independentistas catalanes para comprender la gravedad de este problema. La raíz de esta situación es la absoluta incapacidad de la atrasada clase dominante española para unificar de manera armoniosa la Península. No pudiendo atraerse o satisfacer democráticamente las reivindicaciones nacionales de los vascos, catalanes y gallegos, sólo puede someterlos a la fuerza. España se ha mantenido unida a tiros y culatazos. Para entender la cuestión nacional hoy es preciso echar la vista atrás, hacia las diferentes fases de unificación del Estado español, los sangrientos jalones de este proceso y los orígenes de los movimientos nacionalistas modernos a finales del siglo XIX.
Andreu Nin
Esto es precisamente lo que hace en este texto de 1926 sobre el nacionalismo catalán Andreu Nin, el teórico marxista más importante de la historia de Cataluña. Nacido en 1892 en el Vendrell, al norte de Tarragona, Nin militó en su juventud en la Unió Federal Nacionalista Republicana, partido catalanista de izquierdas, para pasar más tarde al Partido Socialista, donde polemizó con sus dirigentes catalanes, en particular con Fabra Ribas, por su actitud hostil hacia el catalanismo. Más tarde, en 1919, en una fase de fuerte agitación social marcada por la huelga de la Canadenca, se afilió a la Confederación Nacional del Trabajo, la CNT. Esta organización anarcosindicalista irrumpió en estos años como verdadera fuerza de masas, dirigiendo grandes luchas como la huelga de la Canadenca en Barcelona. En aquel entonces, la CNT se postulaba como la fuerza más revolucionaria en España y Cataluña, identificándose con la Revolución rusa y los bolcheviques. A pesar de ser un intelectual de origen social pequeñoburgués (era profesor por formación y se labró un nombre como periodista), Nin, gracias a sus capacidades organizativas e intelectuales y su pleno compromiso con la causa de los obreros, ascendió al cargo de secretario nacional de la CNT a finales de 1920 o comienzos de 1921. Su paso por la Confederación coincidió con una fase de durísima represión contra el movimiento obrero catalán. Nin mostró un enorme coraje tratando de reorganizar el movimiento en condiciones de clandestinidad.
Adreu Nin / Dominio público
En el verano de 1921, viajó a la Rusia soviética junto con otros cuatro delegados cenetistas (Maurín, Arlandis, Ibáñez, Leval) para representar a la CNT en el congreso fundacional de la Internacional Sindical Roja, vinculada a la Internacional Comunista. Allí quedó impresionado por la obra de la revolución y por sus dirigentes, los bolcheviques. Bajo la influencia de personalidades como Lenin y Trotsky, abandonó el anarquismo, que, en realidad, había asimilado sólo superficialmente, y abrazó el marxismo. Tras una tentativa frustrada de regresar a Barcelona (fue detenido en Berlín en el otoño de 1921), acabó asentándose en Moscú, donde llegó a convertirse en el segundo dirigente más importante de la Internacional Sindical Roja, superado sólo por su secretario general, Solomon Lozovsky. Fue también un cuadro importante de la Internacional Comunista, y realizó varios viajes por Europa como emisario político. Al desatarse la lucha entre Stalin y la Oposición de Izquierdas de Trotsky, Nin se posicionó decididamente del lado de ésta desde su surgimiento, en 1923. A pesar de las presiones de Lozovsky para que claudicara, Nin se mantuvo fiel a sus principios, lo que le valió su remoción de la dirección de la Internacional Sindical Roja en 1928. Tras dos años de agónica incertidumbre, acosado y perseguido por la burocracia estalinista, pudo escapar de Rusia y regresar a Cataluña en 1930. Organizó a los seguidores de Trotsky en España bajo las banderas de la Izquierda Comunista, aunque, tras varias polémicas, acabó rompiendo a finales de 1934 con su maestro. La causa principal de la ruptura fue la negativa de Nin de intervenir en las Juventudes Socialistas, organización de masas que estaba escorándose hacia la extrema izquierda, desoyendo a Trotsky y prefiriendo fundirse con el grupo, pequeño y ecléctico, de Joaquín Maurín y formar el Partido Obrero de Unificación Marxista, el POUM, en 1935. A pesar de su política equivocada de colaboración y contemporización con la coalición reformista gobernante del Frente Popular, el POUM, bajo la dirección de Nin, se postuló como la fuerza más a la izquierda durante la Revolución y Guerra Civil española. Esto le convirtió en el blanco de la furia de los estalinistas, cuya política durante la guerra era de defensa de la legalidad burguesa y de la propiedad privada, en un intento de Stalin por ganarse la confianza de los gobiernos capitalistas de Francia y Gran Bretaña. Tras la insurrección espontánea del proletariado barcelonés en mayo de 1937, Nin fue secuestrado por los servicios secretos estalinistas, torturado y asesinado cerca de Alcalá de Henares.
Francesc Macià, Andreu Nin y el “pacto de Moscú”
Nin no sólo fue un dirigente revolucionario de primer orden, fue también un importante teórico. Hoy publicamos una obra inédita escrita en 1926 sobre el movimiento nacionalista catalán. Este estudio tiene un gran valor para los comunistas en la actualidad, cuando la cuestión nacional catalana no da visos de amainar. Estamos llamados a estudiar este problema y profundizar en su historia. Este documento es un aporte valioso para este esfuerzo. Nin aborda el fenómeno desde la perspectiva del materialismo histórico, explorando las raíces económicas de la cuestión nacional catalana, cuyo origen moderno se encuentra en el desencaje entre la Cataluña burguesa y capitalista y un Estado español atrasado, dominado por las élites agrarias castellanas. Aunque en el texto se hacen algunas afirmaciones que hoy en día pueden sonar algo imprecisas o simplistas, las ideas principales de esta obra son acertadas. Hay que tener en cuenta que este documento era un borrador seguramente inacabado, que le fue requisado por la policía durante un viaje a París. A su vez, el manuscrito original fue transcrito por la policía española, lo que explica algunos de los gazapos del texto. Esta transcripción policial se puede encontrar en el fichero policial de Andreu Nin en el Archivo Histórico Nacional (fondos policiales históricos, legajo 394).
Políticamente, el texto contiene algunas debilidades. Correctamente, Nin denuncia a la burguesía nacionalista catalana, organizada en aquella época en la Lliga Regionalista, que usaba, y usa, el catalanismo cínicamente para obtener concesiones de Madrid. Sin embargo, los epígrafes finales, los más importantes, tienden a exaltar a la figura de Francesc Macià, dirigente del nacionalismo pequeñoburgués organizado a la sazón en el partido Estat Català. Nin tenía razón en señalar el papel progresista de este movimiento, enzarzado en aquellos años en una lucha sin cuartel con la dictadura de Primo de Rivera. Sin embargo, tanto entonces como en nuestros días, el nacionalismo pequeñoburgués es incapaz de conquistar la autodeterminación de Cataluña. La pequeña burguesía es una clase intermedia entre el proletariado y la burguesía, y oscila entre ambos. Aunque puede dar giros bruscos hacia la izquierda, tenderá en los momentos críticos a vacilar y capitular, sobre todo cuando el poderoso Estado español enseña los dientes. Eso sucedió en Cataluña en abril de 1931, cuando Macià se plegó ante Madrid tras haber declarado el Estado catalán, y, nuevamente en 1934, cuando su sucesor, Lluís Companys, ante el triunfo de la derecha en Madrid, hizo una proclamación puramente simbólica de la independencia catalana para claudicar sin ofrecer resistencia. Sigue siendo cierto en nuestros días: basta sólo recordar la actitud vacilante y cobarde de Puigdemont y su gobierno en los momentos críticos de septiembre y octubre de 2017. A su vez, aunque los dirigentes pequeñoburgueses puedan apelar a la clase obrera y adoptar una retórica izquierdizante, ante la intervención revolucionaria del proletariado tienden a acobardarse. Esta duplicidad la expresó el propio Macià a mediados de los años 1920:
“Estos elementos (sindicalistas, anarquistas, comunistas), ¿lucharán con toda su alma para derrocar al gobierno y al régimen? Sí, pero más que por otra cosa para derrocar el estado social existente. Por eso se puede temer de ellos que una vez empezada la lucha no se detengan allí donde se haya convenido de hacerlo… Con los primeros logros… se dejarán llevar por los odios de clase que con mucha parte de razón tienen enganchados en el fondo de su alma.” (citado en Ucelay-Da Cal y Escúlies, Macià al país dels soviets, 2015).
Francesc Macià / Arxiu Josep Segura
En el Estado español, la lucha por la libertad de los catalanes, vascos y gallegos es una tarea revolucionaria, que debe ser encabezada por la clase más revolucionaria de la sociedad, el proletariado. Los comunistas no pueden dar la espalda a los agravios nacionales de los pueblos oprimidos, pero tampoco deben fundirse o subordinarse a los nacionalistas pequeñoburgueses. En realidad, nuestro objetivo debe ser disputarles la dirección del movimiento, alzando la bandera de la autodeterminación, pero vinculándola a reivindicaciones sociales y democráticas más amplias. Nin no explica claramente esta dinámica, elogiando de forma algo exagerada la combatividad de Estat Català.
Para entender las debilidades del texto, hay que contextualizarlo. Como explica Nin, Francesc Macià fue radicalizándose a lo largo de los años 1910, rompiendo con la Lliga y asumiendo tesis abiertamente separatistas. Durante la dictadura de Primo de Rivera, planteó una lucha insurreccional contra el régimen. Para lograr derribar la dictadura, buscó una alianza no sólo con los nacionalistas vascos y gallegos, sino también con el movimiento obrero, en concreto con la CNT y el Partido Comunista de España, el PCE. Con la esperanza de recibir fondos e incluso armas soviéticas, y afianzar su pacto con los comunistas, Macià viajó a Moscú en noviembre de 1925. Allí, Nin actuó de cicerón y estuvo presente en la reunión de Macià con el dirigente de la Internacional Comunista Nikolái Bujarin. Las conclusiones de estos encuentros se plasmaron en el llamado Pacto de Moscú, que tenía como objetivo práctico el derrocamiento revolucionario de Primo de Rivera, y como ejes programáticos la abolición de la monarquía, la formación de una república federal, la retirada de España de Marruecos y el derecho de Cataluña y Euskadi a la independencia.
Sin embargo, el pacto quedó en agua de borrajas, tanto por las divisiones internas entre nacionalistas, anarquistas y comunistas como por los cambios en la Internacional Comunista (su secretario general, Zinoviev, estaba en aquel momento siendo desplazado por Bujarin en alianza con Stalin). Un año más tarde, en noviembre de 1926, Estat Català intentaría, sin éxito, llevar a cabo la insurrección solo, en los sucesos de Prats de Molló. Este documento de Nin fue escrito unas semanas después de la firma del pacto. Estaba dirigido, se sobreentiende, a los lectores soviéticos, y representa un intento de justificar y explicar este pacto. Por lo tanto, puede entenderse su esfuerzo de exaltar a Macià y el potencial revolucionario de la alianza. A pesar de este ligero sesgo, consideramos que el texto merece ser leído por los comunistas en la actualidad. Las conclusiones de Nin, de que “las masas populares de Cataluña acabarán por comprender que solamente una república soviética federativa puede encontrar una solución plenamente satisfactoria a la cuestión Nacional” es totalmente cierta y mantiene su actualidad. Ese debe ser nuestro objetivo.
INFORMACIONES DE PARÍS – ÁLVAREZ – COPIA DE UN TRABAJO SOBRE CATALUÑA HECHO POR ANDRÉS NIN, EL CUAL SE LE HA ENCONTRADO EN EL MOMENTO DE SU DETENCIÓN EN PARÍS EL 13-1-26
La cuestión nacional en España – El problema catalán
Para la inmensa mayoría de los lectores rusos España es un país exótico donde se ignora casi todo y las características y la historia para el público en general, es que se trata de país de los Monjes, de Carmen y de los Toreros.
Por lo que respecta a los militantes revolucionarios (hacemos excepciones necesarias) sus nociones no son mucho más precisas. Pero si bajo todos sus aspectos España es desconocida, es además completamente ignorada cuando se trata de la cuestión nacional (y sin embargo esta cuestión es uso del último cuarto de siglo). Constituye, con el movimiento obrero, una de las causas fundamentales de las agitaciones políticas y sociales acaecidas durante los últimos años, y uno de los motivos más serios de intranquilidad para los gobernantes.
La cuestión nacional en España puede ser comparada, por su importancia, a la de Polonia bajo el régimen zarista y a la de Irlanda por la Inglaterra actual. El movimiento nacional abarca Vizcaya y Cataluña, los dos centros industriales del país, y se inicia ya en Galicia, región campesina del Norte limitante con Portugal. No nos ocuparemos más que de lo importante o sea del problema de Cataluña dejando para otra ocasión el examen de la cuestión de Vizcaya, que ocupa el segundo lugar.
Origen del Estado español
En el curso de la lucha secular de la Península Ibérica contra la dominación árabe pequeños estados independientes se fueron creando en los territorios sucesivamente reconquistados. El poder de la Nobleza, que había desempeñado un papel preponderante en la reconquista, se vio decaído enormemente. Por otra parte, como señala Marx (Marx dice: Ver Ispanskaia Revolutsia, serie de artículos publicados en 1854 en el New York Tribune que acaba de ser reunido por primera vez por el Instituto Marx y Engels en el tomo [?] de las obras de los dos grandes teóricos socialistas. De este trabajo de Marx, único en su género y que revela un conocimiento asombroso, por su profundidad y su extensión de la Historia de España, es del que nos servimos principalmente en nuestro estudio.) las ciudades de interior del país adquieren una significación más considerable de día en día, como consecuencia de que los habitantes se ven constreñidos a vivir juntos en los sitios fortificados para su defensa de los ataques de los moros. Por otra parte, las ciudades comerciales y marítimas importantes han sido creadas en la costa como continuación de las relaciones constantes establecidas con Italia y Provenza. En el siglo [¿XIV?] las ciudades desempeñaban un papel predominante en las Cortes que estaban compuestas de representantes de las ciudades, del clero y de la nobleza. Todo el siglo XVI es domando por las luchas constantes entre la sociedad feudal y la Monarquía.
El Estado español no se formó hasta la mitad del siglo XV, como consecuencia del casamiento de Fernando V el Católico, Rey de Aragón, con Isabel Iª Reina de Castilla por la unión de todos los Estados independientes bajo una misma corona. Pero esta Monarquía no era todavía más que una Monarquía feudal.
Solamente fue bajo el reinado de Carlos I, que los ataques decisivos se dirigieron contra las Cortes y las municipalidades para transformar esta monarquía feudal en una monarquía absolutista. Esta transformación se vio favorecida por la aleación insignificante entre los países independientes y por la habilidad del Rey que supo aprovechar las rivalidadesexistentes entre la nobleza y las municipalidades para derrotar las unas y las otras. El aliado natural de la monarquía fue la Iglesia que utilizando el arma terrible de la Inquisición se volvió en instrumento ciego del absolutismo. Sin embargo, resto[s] de antiguas libertades sobrevivían un poco en todas las provincias dominadas (y el centralismo estaba y está lejos todavía hoy) y odios profundos se implantaron en un país donde el absolutismo había sin embargo aparecido antes que en los otros estados feudales y bajo las formas más violentas. [¿]Cómo puede explicarse este hecho extraordinario? Marx da una respuesta terminante. (Marx y Engels, Obras, tomo XI, páginas 475-477, Ediciones del Instituto Marx y Engels).
En todo el siglo XVI bajo los odios de las clases feudales en lucha, la aristocracia y las ciudades formaron grandes monarquías. En los otros grandes estados de Europa, la monarquía absoluta se presenta como el centro civilizador, como el portador de la unidad común. Ella fue el laboratorio donde los diferentes elementos de la sociedad se mezclaban y se fusionaban a tal punto que para las ciudades se hacía imposible de cambiar su independencia y autonomía local mediocre contra la superioridad general de la burguesía y el reinado de la sociedad burguesa. En España la aristocracia, al contrario, cae de la manera más profunda sin perder sus más viles privilegios, cuando los pueblos perdían su poder ínfimo, no adquirían ninguna de las influencias contemporáneas.
Desde la época de la formación de la monarquía absoluta los pueblos han vegetado en un estado continuo de sumisión. No es nuestro objeto aquí explicar las condiciones políticas y económicas que hubieron destruido el comercio, la industria, la navegación y la agricultura de España. Para el objeto que nosotros nos proponemos es suficiente señalar: A medida que la vida comercial e industrial de los pueblos declinaba el cambio interior disminuía, las relaciones entre los habitantes de provincias separadas se restringían[,] los medios de comunicación fueron abandonados. Y la vida local de España, la independencia de sus provincias y comunas, las particularidades sociales nacidas de la estructura geográfica del país[,] su desenvolvimiento dependiente de la manera por la cual la provincia en particular se emancipaba del yugo de los moros y formaba pequeñas provincias independientes que acababan por reforzarse gracias a la revolución económica de la actividad nacional.
Mapa político de España, 1850 / Dominio público
La monarquía absoluta encontrando en España una materia que, por su naturaleza misma se oponía a la centralización, hizo todo lo que estaba de su mano para impedir el crecimiento de los intereses sociales, determinando con ellos la división nacional y la pluralidad de relaciones industriales, de esta manera, destruía la única base sobre la que podía estar fundado un sistema uniforme de dirección (gobierno) y una legislación general.
He aquí por qué la monarquía absoluta en España puede ser clasificada casi en el mismo grado que el despotismo asiático que, comparado con otros gobiernos absolutos de Europa con los cuales aquella no tiene más que semejanzas muy limitadas, la Estaña es exactamente como Turquía un conglomerado de provincias mal gobernadas con un Soberano nominal a la cabeza.
Formación Histórica de la nación catalana
La raza catalana
Las cuestiones de etnología son las más difíciles y las más confusas. Los hechos considerados como pruebas y las clasificaciones étnicas que estaban generalmente admitidas, han sido destruidas en el transcurso de los últimos años.
En lo que concierne a los primeros habitantes de la península Ibérica y las razas primitivas que han tenido su origen a través de las invasiones y las mezclas sucesivas de la población peninsular, las hipótesis y las teorías son muy abundantes.
En lo concerniente a Cataluña, las investigaciones más serias permiten afirmar que el nudo fundamental de la raza catalana se encuentra en el Etnos Ibérico que se descubrió 500 años antes de la era cristina entre Murcia y el Rhone a lo largo de la costa Mediterránea y que estaba en contacto al sur con los libiofenicios de Andalucía oriental y al norte, con los ligurios de Provenza. Así los antiguos historiadores llaman Iberia al territorio oriental de la Península. La denominación de Iberia por toda la Península no se empleó hasta más tarde por los romanos. El territorio de la raza Ibérica estaba abierto a las incursiones de otras tribus. Pero pronto, la parte septentrional fue invadida por los ligurios y la parte meridional por los [¿cartagineses?] de donde resulta una reducción geográfica ocupada por los íberos, es decir los antiguos catalanes. A continuación, fueron las colonizaciones comerciales de los fenicios y los griegos y las invasiones militares de los cartagineses, de los romanos y de los árabes. Fue la dominación romana quien dejó la huella más profunda. Esta influencia predominantemente romana fue apenas alterada por la invasión gótica y menos aún por la invasión árabe. Por eso Cataluña quedó en un pueblo latino. La raza catalana está pues compuesta de la combinación de dos elementos principales: el ibérico y el romano.
Continuará.
INFORMACIÓN DE PARÍS. – ÁLVAREZ 26 de enero de 1926 COPIA DE UN TRABAJO SOBRE CATALUÑA HECHO POR ANDRÉS NIN EL CUAL SE HA ENCONTRADO EN EL MOMENTO DE SU DETENCIÓN EN PARÍS EL 13 DE ENERO DE 1926 CONTINUACIÓN=
Cómo se ha formado la nación catalana
Dos siglos de dominación romana, había[n] hecho desaparecer la raza y la civilización ibéricas. Pero con la caída del imperio de Roma, la vieja populación ibérica resurgió de nuevo. El hecho de que las fronteras de la lengua catalana eran las mismas del antiguo etnos ibérico, demuestra que no se trataba de una simple diversificación de la España romano-gótica; pero el origen del Estado catalán propiamente dicho, es una consecuencia (como para los otros Estados de la península) de la expulsión de los moros.
La reconquista fue iniciada en las montañas pirenaicas de Montgrouy; pero no fue completada hasta la ayuda de los francos que invadieron Cataluña hacia el fin del VIII siglo, expulsaron a los musulmanes, fundaron la marca hispánica y designaron a los Condes encargados de gobernar los diversos Condados que componían esta última. Estos Condados son el origen histórico del Estado catalán de la Edad Media. Hacia el fin del siglo X, los Condados catalanes, emancipados de los emperadores francos llegan a ser independientes, y el Condado de Barcelona obtiene la hegemonía, llegando a su vez a Principado de Cataluña.
En el año 1150 Cataluña y Aragón se unían para constituir la Confederación catalano-aragonesa, y en el seno de la cual los dos países conservan su autonomía. No obstante, la hegemonía era ejercida por Cataluña, cuyos Condes-Reyes llegaron a ser los jefes de la Confederación. Los altos cargos dirigentes del Estado estaban casi exclusivamente ocupados por los catalanes. El desarrollo del comercio y de la marina, hacen de Cataluña una potencia marítima. Su potencia se extiende, como consecuencia de los matrimonios reales y de las conquistas por el Mediodía de la Galia, las Islas Baleares, Valencia, Murcia, Norte de África, las tierras italianas, griegas y otomanas.
Cataluña lucha durante más de un siglo contra el Papa y Francia para obtener la preponderancia en el Mediterráneo de la que llega a ser la primer[a] potencia.
Por su situación geográfica privilegiada, por la importancia de su comercio, por el desarrollo de sus comunicaciones, Cataluña era, durante este periodo, un emporio de riqueza y de cultura.
Cataluña e Italia, ha dicho un escritor catalán contemporáneo, Eugenio d’Ors, fueron las dos primeras Naciones surgidas del caos de la Edad Media. Durante este periodo, el término geográfico España, no era empleado más que para designar las tierras meridionales y centrales de la Península.
Usatges de Barcelona, compilación de 1413 (edición impresa) / Dominio público, Wikimedia Commons
¿Cuál era la Constitución política y social de la Cataluña de la Edad Media? Bajo las formas del régimen feudal reinante en Cataluña como en otras partes, aparecen ya visiblemente los gérmenes de la sociedad burguesa. Mientras que el servilismo dominaba el régimen local de Barcelona constituía bajo este aspecto un verdadero modelo. El Consejo de los Ciento, órgano municipal compuesto de cien consejeros, hizo de la capital catalana una verdadera República municipal. Los reyes se veían obligados a respetar los privilegios de las ciudades; la falta de cuyos privilegios ocasionaba conflictos, a veces muy serios. Estos conflictos llegan a ser más frecuentes después del advenimiento de la dinastía castellana, cuyas tendencias absolutistas hurtaban la aproximación de los catalanes a sus libertades municipales.
Por otra parte, del Parlamento formado por los brazos o Estados eclesiástico-militar (nobleza) y Real (ciudadanos), existía un órgano permanente de gobierno llamado Diputación general, compuesto de seis miembros representantes de los tres estados parlamentarios.
Las libertades civiles eran muy amplias. El domicilio inviolable. Se podía circular libremente sin ningún pasaporte. El servicio militar era obligatorio solamente en el interior del país. La tenencia de armas era libre. Las tendencias a la teocracia no existían. Cataluña fue más bien un país tolerante bajo el punto de vista religioso. Los judíos, que desempeñaban un gran papel en la actividad comercial del país, eran protegidos, mientras que en Castilla sólo eran objeto de terribles persecuciones. La Inquisición, importada de Castilla, fue siempre antipática a los catalanes; los inquisidores eran exclusivamente castellanos.
Las tendencias hacia [el] absolutismo y al centralismo, que hacia la mitad del siglo XV empezaban a manifestarse en todos los Estados para triunfar plenamente al principio del siglo siguiente, encuentran su expresión en la península dentro de la dinastía castellana, llegando a ser fatales a las libertades locales de Cataluña. El advenimiento al trono de uno de los reyes castellanos, Fernando de Antequera, señala el principio de la política de absorción. La unión de Castilla, de Cataluña y de Aragón bajo la corona de Fernando el Católico y de Isabel, señala el triunfo del absolutismo y de la política de unificación. El Estado español está formado sobre las ruinas de los antiguos privilegios locales. Ya hemos hecho alusión más arriba, apoyándonos en Mar[x], de las característicasespecíficas del absolutismo español, más comparable, vista la apreciación del fundador del marxismo científico, al despotismo oriental que a las monarquías europeas de la época. La monarquía absoluta llega, en efecto a ser un obstáculo para el desarrollo de las fuerzas económicas del país; los judíos, que se consagraban exclusivamente al comercio, son expulsados. El descubrimiento de América fue fatal para Cataluña que era una potencia mediterránea. Pero las consecuencias de este gran descubrimiento hubieran sido, totalmente o en parte, reparadas si la monarquía absolutista no hubiera prohibido, bajo pena de muerte, el comercio de los antiguos habitantes de la Confederación catalano-aragonesa con el Nuevo Mundo para reservar el monopolio a las provincias del centro y del sur de España.
Cataluña fue arruinada económicamente, y desde el principio del siglo XVI su decadencia es visible. Los catalanes perdieron el comercio del Mediterráneo y se vieron en la imposibilidad de dirigir sus barcos hacia nuevos mares. Su comercio fue restringido en el Mediterráneo, el cual quedaba fuera de las grandes rutas marítimas; y que por otra parte llego a ser en extremo peligroso debido a que los turcos eran los amos de su parte oriental y como consecuencia de la extensión tomada por la piratería. Pero Castilla, al arruinar a Cataluña, se arruinó a ella misma. Los catalanes hubieran sin duda alguna creado en el Nuevo Mundo un comercio floreciente, servido por una poderosa marina mercante. Castilla no hizo otra cosa que exportar a América el despotismo asiático y la religión católica e importar el oro del cual volvían cargados los buques. Castilla fracasó en su intento de colonización, pero no por eso dejó menos de continuar su política de unificación, favorecida por las tendencias generales de Europa sobre la base de las leyes y de la lengua de Castilla, que proclama lengua española. Esta política de asimilación se presta una resistencia enérgica de Cataluña y de Portugal, las dos naciones comerciales y marítimas de la península. Esta misma resistencia prueba la culminación dramática de los acontecimientos de junio de 1640 durante los cuales millares de funcionarios castellanos fueron destrozados por el pueblo de Barcelona revolucionario y por los campesinos venidos a la capital. Estos acontecimientos fueron la señal del levantamiento general de Cataluña y Portugal. Éste último país ganó su independencia; Cataluña se anexionó voluntariamente a Francia y los franceses y catalanes unidos vencieron a los ejércitos de Felipe IV. Pero las discusiones que surgieron entre los primeros, hicieron cambiar completamente el aspecto de la lucha. Por el tratado de los Pirineos, concluso en 1652, Cataluña fue reintegrada a España y la regiones ultrapirenaicas (Rousillon, Vallespir, Capcir y la mitad de Cerdeña) fueron incorporadas a Francia. Pero Cataluña acertó a conservar una parte de sus instituciones autónomas; sin embargo, se derrumbaron totalmente al principio del siglo [XVIII] como consecuencia del desenlace en favor de Felipe V y de la guerra entre este último y Carlos de Austria por la sucesión a la corona de España y durante la cual los catalanes tomaron parte a favor de éste último. La caída de Barcelona el [11] de septiembre de 1714 después de una lucha sangrienta de trece meses contra las tropas francesas y castellanas aliadas, marcó el fin de los restos de autonomía que Cataluña había acertado a conservar y el principio de autonomía que Cataluña había acertado a conservar y el principio de la política de unificación y asimilación que se sigue hasta nuestros días.
Cataluña acabó por someterse; durante más de un siglo el decaimiento del país fue completo; a la sombra de una protesta o de una revolución, Cataluña llegó a ser un país monárquico, españolista y fanático bajo el punto de vista religioso; tanto es así, que las tentativas de los revolucionarios franceses para atraerse a los catalanes a su lado y para unirlos con ellos en tal lucha contra el absolutismo español no tuvieron ningún eco en Cataluña. Con este fin, varios agentes fueron enviados en 1791. Uno de estos agentes no era otro que Robespierre en persona, el cual llevaba en su maleta la Constitución francesa traducida en catalán. Algunos revolucionarios, como por ejemplo el general Dugommier, preconizaban la anexión de Cataluña; pero el comité de salud pública se había opuesto a la realización de estos proyectos, que consideraba como una violación de las fronteras naturales. El convencional Couthon, en una memoria, proponía la transformación de Cataluña en una república independiente a la que infiltraría él “el genio de la libertad”, el desprecio de las tonterías españolistas y la dignidad de la república. Pero ya le hemos visto; todos estos proyectos no encontraron ningún eco en Cataluña.
Únicamente hacia la mitad del siglo XIX con el levantamiento de la economía catalana, es cuando el movimiento en Francia a favor de la independencia regional, hace su aparición.
La lengua catalana
Como consecuencia de la dominación romana que puso raíces muy profundas en el territorio de la antigua Cataluña, el latín llegó a ser la lengua general del país. A partir del siglo VII, en los países que pertenecieron al imperio romano, la diferencia entre el latín y la lengua vulgar es tan pronunciada, que bajo esta última denominación se oculta la existencia de lenguas nuevas muy alejadas del latín.
La lengua romana que estaba en formación, presentaba, al principio del siglo IX que los neustrianos, los borgoñes, los provenzales, así como los italianos y los catalanes comprendieran la lengua románica del noreste de Francia. Algunos siglos después esto no hubiera sido posible, cuando cada uno de estos pueblos hablaban una lengua propia y diferenciada.
La evolución del romano, las grandes unidas de lenguas, se forman en el territorio invadido por [los] bárbaros. Los territorios comprendidos en un mismo Estado tendían a unificar su lengua; los territorios pertenecientes a organizaciones políticas diversas, tenían a separarse de este último punto de vista. Por eso es por lo que la Galia meridional y Cataluña que desde la caída de Imperio romano habían casi siempre formado parte de la misma unidad política tuvieran hasta el siglo VIII una verdadera comunidad de lengua. No se trataba, sin embargo, de una misma lengua. Entre el provenzal (lengua del sur de la Galia) y el catalán había diferencias muy pronunciadas, aunque se trataba de dos lenguas hermanas. La lengua catalana propiamente dicha existía ya en el siglo VIII. Su formación se completó hacia el siglo IX, pero no fue empleada en la escritura que hasta mucho más tarde. Los primeros documentos escritos en catalán aparecen a fin del siglo XI.
El máximum de desarrollo de la literatura catalana se alcanza en la Edad Media. La lengua catalana, vino a ser instrumento científico en el momento, donde en los otros países no se empleaba más que el latín y fue conocida por los escritos y los sabios de la Europa latina y occidental. Los nombres más brillantes de esta época son los filósofos Ramon Llull, Francisco Eximenis, Arnoldo de Villanova, Anselmo Turmeda, los historiadores Ramón Muntaner y Bernardo Desclot, el novelista Juan Martorell, los literatos Bernardo Metge y Antonio Canals, los poetas Ausias March, Jordi de San Jordi y Ruíz de Cornellà. Los escritores y los sabios catalanes era[n] figuras plenamente europeas; su producción era traducida a otras lenguas.
La decadencia del catalán como lengua literaria es paralela a la castellanización del país. Los escritores catalanes, desde el advenimiento de Felipe V no emplean más que la lengua oficial; el catalán es desterrado de todas las instituciones públicas. Pero, a pesar de la obra tenaz de asimilación, la lengua catalana es, siempre, aun en el periodo de sumisión absoluta y de abyección, la única lengua hablada en los países. Más adelante hablaremos de su renacimiento como lengua literaria.
Origen y desenvolvimiento del movimiento nacional catalán
Cataluña contemporánea
La Cataluña actual se encuentra situada al Noroeste de España. Limita, al Norte, con Francia, al Este con el Mediterráneo, al Oeste con la región de Aragón y al Sur con la región Valenciana. Su extensión es de 32,194 kilómetros cuadrados y su población, después del censo de 1920 es de 2,844,719 habitantes, de los cuales cerca de un millón corresponden a Barcelona – la capital-. La población relativa de Cataluña es de 72.19 habitantes por kilómetro cuadrado, mientras que la de España no es más que de 37.87. La de la provincia de Barcelona es de 156.
Estos datos se refieren exclusivamente a lo que se llama estrictamente Cataluña, es decir a las provincias de Barcelona, Tarragona, Lérida y Gerona. Pero las regiones comprendidas bajo la denominación de tierras catalanas, ligadas por la comunidad de lengua, la tradición histórica y las relaciones económicas, y que sin duda estarían a forma parte de una Cataluña autónoma o independiente, estas tierras son mucho más vastas como se puede ver en el cuadro siguiente:
CATALUÑA—32,194 Km cuadrados 2,344,719 habitantes
ISLAS BALEARES—5,014 338,894
REPÚBLICA DE ANDORRA — 496 6,000
REGIÓN VALENCIANA — 13,345 1,394,0443
TOTALES – 51,049 4,083,043
Mapa francés de 1775 de los Países Catalanes / Dominio público
La extensión territorial del Estado español, no es más que de 504,000 kilómetros cuadrados y su población del último censo es de 21,347,855 habitantes, de donde resulta que el porcentaje correspondiente a Cataluña es, respectivamente de 11 y 19%.
Existe una tendencia, que se dice imperialista, que aspira la incorporación de la región del mediodía de Francia que perteneció en otro tiempo a Cataluña. Esta región que ha conservado la lengua catalana está ligada por lugares a Francia y no tiene nada de común y ningún punto de vista económico ni político con la Cataluña actual. Por esto es por lo que consideramos esta tendencia como un sueño irrealizable. Es preciso decir, por otra parte, que no encuentra ningún eco entre el pueblo catalán. Es una tendencia que está sostenida por un grupo insignificante de intelectuales. Señalaremos solamente a título de información, que la extensión de la Cataluña francesa es de 3,713 kilómetros cuadrados y su población de 206,129 habitantes.
Cataluña es el centro industrial más importante del Estado español. El primer lugar lo ocupa la industria textil. Ya en los siglos XIII y XIV existían corporaciones de tejedores de lana, lino y algodón, y en la época moderna [?], existía en Barcelona una verdadera sociedad de resistencia de tejedores, que sostuvieron luchas muy activas contra la burguesía.
Sir Charles Macara, presidente de la Federación Algodonera Internacional, afirma que Cataluña fue el primer país de Europa donde se hiló el algodón.
Algunas cifras corresponden por la mayor parte del año 1921, y darán idea del desarrollo de la industria textil catalana. En la industria de la lana, el algodón y la seda, están empleados 117,055 obreros, que trabaja en 1,505 fábricas. La producción anual alcanza – siempre después de los datos de 1921, la cifra de 2,655,687,465 pesetas. La industria del lino y del estambre ocupa 5,170 obreros que trabajan en 46 fábricas. La cifra de producción fue en 1921 de 147,443,000 pesetas. Hay que citar aún algunas otras ramas industriales como, por ejemplo, la metalurgia con 30,000 obreros poco más o menos y una producción anual de unos 200 millones de pesetas; las fábricas de curtidos con 8,523 obreros y 205,464,172 pesetas; las manufacturas de corcho con 500 operarios 70 millones de pesetas; el cristal con 2,500 obreros y 45 millones de pesetas y además los productos químicos, la industria editorial, etc.
La producción industrial total representa anualmente 4,500,000,000 de pesetas, o sea el 75% de la producción total española.
La agricultura y la cría del ganado
Cataluña no es exclusivamente industrial como corrientemente se pretende. La agricultura juega también un papel de primer orden en su vida económica. (El Estado español por un decreto de 1833 fue dividido caprichosamente en 49 provincias, cuya delimitación no está fundada en ninguna base geográfica, etnográfica ni económica.)
En efecto el valor total de la producción agrícola catalana se eleva en 1922 a 1.758.778.132 pesetas; o sea casi la quinta parte de la producción agrícola total. Es necesario todavía hacer notar, que casi todos los productos agrícolas catalanes son productos de exportación mientras que España no produce más que el trigo y todavía en proporciones insuficientes para cubrir las necesidades de su mercado interior.
La producción agrícola catalana con relación a la producción total del Estado español era [en] 1922 la siguiente:
Patatas 12,5% Frutas 50%
Aceite de oliva 21,9% Almendras 68%
Forrages 25% Naranjas 79%
Legumbres 32% Nueces 85%
Vino 45% Algarrobas 97,6%
Cebollas 42% Arroz 99,4%
La sola producción agrícola [de]ficiente es la del trigo, la [región] catalana como todos los países costeros del Mediterráneo produce pocos cereales. La producción de trigo catalán se pelea por término medio a 4.338.304 quintales y el consumo se eleva a la cifra de 7.269.370. Cataluña está obligada a comprar 150 pesetas y más por tonelada.
Vamos a ver ahora algunos datos respecto al aumento del comercio.
Se limitan a Cataluña y corresponden al año 1920:
IMPORTACIÓN UNIDADES KILOS PESETAS
Ganado bovino para carne 103.329 10.749.887
Ganado lanar y cabrío 1.486 17.472
Especie porcina 28.000 3.024.000 93.731.481
Bovino de leche 3.000 5.000.000
Especie caballar 4.000 6.000.000
mulos 8.000 12.000.000
Conservas de carne 5.000.000
Industrias de la leche 10.000.000
Aves 2.000.000 10.000.000
Huevos 197.000.000 39.420.000
EXPORTACIÓN UNIDADES PESETAS
Caballos 6.000 4.800.000
Asnos 8.000 12.000.000
Burros 400 8.000.000
Salchichones 6.006.000 8.000.000
Grasas y carnes en conserva 15.000.000
Leche condensada 200.000
Total pesetas: 48.000.000
La importación que se recibe de España comprende todo, el ganado bovino, el ganado lanar y el cabrío y la especie porcina más todavía, 15.000.000 de huevos y aves sumando todo 108.751.481 pesetas. La exportación se hace en España exceptuando los burros. […]
Origen y desenvolvimiento del movimiento nacional de Cataluña: las causas del antagonismo entre Cataluña y España
Como hemos visto más arriba la sumisión de Cataluña al absolutismo español corresponde exactamente al periodo de decadencia económica. Mientras que en España merced al monopolio de comercio con América se vive de la explotación desenfrenada de las colonias saqueadas literalmente por bandas de aventureros, Cataluña vegeta miserablemente. Es solamente hacia fines del siglo XVIII cuando el comercio con las colonias está autorizado y el resurgimiento económico se inicia. Pero el desenvolvimiento económico del país es muy lento hasta tal extremo que Cataluña conocía en los principios del siglo XIX periodos de miserias. Es al fin del primer cuarto del siglo pasado cuando el tiempo del desenvolvimiento industrial se acelera para llegar al máximum cerca del fin del siglo pasado. La industria textil que tenía una fuerte tradición en Cataluña es la que se desenvuelve más intensamente y con una mayor rapidez. En este periodo es cuando el movimiento nacional hace su aparición. La burguesía catalana llena de ardor y de iniciativa no podía entrar en tratos con el Estad español. La monarquía española no ha cesado de ser la monarquía del tiempo despótico de que hablaba Marx en 1854. Al principio de la época moderna no solamente no ha favorecido a ella el desenvolvimiento de las fuerzas económicas, sino que las ha atropellado de una manera despiadada.
Pero en España, como en Rusia por el zarismo, la realización de estos designios no ha sido fácil y rápida más que en los países donde la burguesía no había todavía nacido. En Cataluña el conflicto ha sido inevitable. El desenvolvimiento industrial de este país es incompatible con la estructura del Estado español. La monarquía española de nuestros días puede quizá compararse por sus rasgos fundamentales a la Rusia zarista desaparecida (aquí siguen cinco líneas en ruso [nota de la policía]).
Esta monarquía asiática era la más reaccionaria del mundo porque (dos líneas en ruso [policía]).
Este análisis del contenido económico y social de la autocracia rusa puede ser íntegramente aplicada a la monarquía española.
España no ha pasado todavía por la fase de la revolución burguesa. Las grandes convulsiones que llenan toda la historia del siglo XIX dejaron casi intacta la base del Estado. El poder ha sido ocupado por representantes de los grandes propietarios financieros, por castellanos, andaluces y gallegos, es decir, por representantes de regiones agrarias. Dos partidos, el partido conservador y el partido liberal han turnado pacíficamente en el Poder durante muchos años. Las diferencias entre estos dos partidos eran insignificantes, eran dos bandos que comparan amigablemente las ventajas del poder. El partido liberal se distinguía por un ligero respeto a la constitución. El esquema electoral no era más que una enorme mixtificación. Apoyándose sobre los caciques el Ministerio del interior del partido volvía al Poder fabricaba mejoras parlamentarias a su gusto. El caciquismo, fenómeno propiamente español es la dominación semifeudal ejercida por los grandes propietarios hacendados. Los caciques gozaban de un poder ilimitado; ellos obligaban a los electores a votar por los candidatos oficiales; todos los organismos administrativos y judiciales no son más que juegues en sus manos. Así, las tres cuartas partes del país no eran más que una máquina dócil a las manipulaciones de los dueños del poder. Sólo Cataluña y Vizcaya, es decir, las regiones industriales, constituían una excepción. Allá la oposición al poder central no cesaba jamás de manifestarse.
España es un Estado semifeudal, militarista, clerical. El Ejército y el clero constituyen las cargas más pesadas para el erario. El presupuesto militar de 1922-1923 (que está todavía en vigor) era de 627.902.449 pesetas a lo que hay que añadir los gastos de la campaña de Marruecos por 328.844.385 pesetas. El ejército cuesta al país más que nos cuesta los ejércitos de Francia o de Alemania en 1914. Y he aquí cuando la deuda pública alcanza una aproximación de 20.000.000 de pesetas casi todos desperdiciados en la guerra o en los preparativos de ella.
Una gran parte de los ingresos del Estado son arrancados a Cataluña. El importe de los impuestos de todo el Estado son arrancados a Cataluña. [sic] El importe de los impuestos de todo el Estado español durante el año económico 1922-1923 fue de 2.384.250.242 pesetas. Las tierras castellanas figuran en ellos por 739.043.755 estas o sea el 31,4%. Cataluña estrictamente 549.846.549, o sea el 23,4% [?]; solamente de Barcelona 454.906.985, o sea el 19,3%. La participación de la provincia de Barcelona en las cargas de Estado rebasa de 317.000.000, la contribución rústica del pequeño ganado de toda España y de 213.000.000 la contribución general que comprende la rústica pecuaria y urbana. Esta sola provincia paga una contribución igual a la de 28 provincias españolas. Para llegar a la cifra de impuestos de Cataluña sola, hay que añadir la contribución de nueve regiones o sea 30 provincias. La participación dada a Cataluña en los beneficios del Estado es bien mediocre. Las cantidades concedidas a Cataluña por los Ministerios de trabajos públicos, de instrucción pública, de agricultura no llegan a los 150.000.000 lo que quiere decir que Cataluña da cerca de 400.000.000 de beneficio a España. Los nacionalistas catalanes se basan en estas cifras para afirmar que Cataluña tiene recursos suficientes para vivir por sí sola.
En Cataluña el régimen predominante en el campo es el de la pequeña propiedad. Masia El Castell, Lluçà, siglo XVII / Wikimedia Commons
Pondremos finalmente de relieve algunas características económicas de Cataluña que la distinguen de la estructura económica y social del Estado español. Mientras que en España domina el régimen de la gran propiedad latifundista, en Cataluña el régimen predominante es el de la pequeña propiedad. La mayoría de los campesinos catalanes son propietarios a medias. El trabajador agrícola asalariado casi no existe. Los pequeños propietarios de España son en su inmensa mayoría más que pobres, miserables. Han sido calificados de propietarios mendigos por el profesor socialista español Fernando de los Ríos. Existe una enorme masa de trabajadores agrícolas asalariados. Añadamos todavía que la clase media catalana, en oposición a la de España, es una clase relativamente acomodada.
Tenemos pues una España semi-feudal, pobre, atrasada, ejerciendo su dominación sobre un país industrial rico, adelantado, el cual impide su libre desenvolvimiento. El movimiento nacional catalán, puede considerarse como una lucha de la burguesía contra las disposiciones de la monarquía absoluta. Nos encontramos en presencia de una manifestación de la tendencia histórica del capitalismo señalada por Lenin y definida por él (cuatro líneas en ruso [policía]).
El movimiento nacional catalán debe ser considerado por nosotros común movimiento progresivo. En apoyo de nuestra tesis hay que añadir algunos extractos de Lenin que pueden aplicares perfectamente a España. Ese será el mejor epílogo a esta parte de nuestro estudio.
Las etapas principales del movimiento nacional catalán
El movimiento nacional catalán fija su aparición en el año 1880 bajo la forma de un renacimiento literario. El movimiento político no parece hasta más tarde en el año 1860. La primera organización política fundada es “la Jove Cataluña” en de 1869. Es bajo su presión o bajo la efímera república española, cuando se ensaya en 1873 de proclamar el Estado catalán. Sucesivamente son fundados “El centre catalá” (1885) y la “Lliga de Cataluña” (1887) que disponen ya de una organización cotidiana y de un periódico, “La Renaissance”. En 1888, tiene lugar en Barcelona una exposición universal que marca la importancia del desenvolvimiento económico de Cataluña. Los elementos nacionalistas que ya en 1885 habían dirigido al gobierno central una memoria de los fueros de Cataluña dirigieron también un mensaje a la Reina cuando fue a Barcelona con motivo de la exposición. Como base de estos documentos figuraban las protestas contra la tasa elevada de los impuestos, contra la falta de protección a la industria y contra los ataques al lugar y a la lengua catalana.
El movimiento nacional se desenvolvió rápidamente. Todas las organizaciones creadas aquí y allá se agruparon en la Unión Catalanista a que en 1892 se reunión en congreso en Manresa donde se adoptaron las bases que durante un cierto número de años constituyeron el programa político del nacionalismo catalán. Las partes dinámicas profetizaron esta situación y rehusaron a tomar parte en la administración pública de Cataluña transfiriendo aquí los métodos del caciquismo exhalo. Las guerras coloniales con los sacrificios enormes en sangre y en dinero que ellas exigían determinaron un profundo malestar. La catástrofe de 18[9]8 consecuencia de la imprevisión gubernamental, que condujo al país a la guerra con los Estados Unidos, intensificó todavía este malestar. La burguesía catalana veía en el gobierno central al responsable de la pérdida del mercado colonial.
[CONTINUACIÓN Y FIN]
El movimiento Nacional no fue más el patrimonio de un grupo de intelectuales: llegó a ser un movimiento de masa cuyas aspiraciones se limitaban a la concesión de una amplia autonomía política y administrativa en los cuadros del estado español. El movimiento toma promociones tan vastas que una cierta inquietud se manifiesta entre los dirigentes de la política española. El general POLAVIEJA a su vuelta de Filipinas, que se vanagloriaba de haber hecho fracasar la insurrección, publicaba un manifiesto en el cual se declara partidario de una serie de reformas en sentido de la descentralización. La inmensa mayoría de los catalanistas acogió con hostilidad la tentativa del general POLAVIEJA, pero algunos elementos de la gran burguesía entraron en relación con este último, lo cual determinó la escisión en las filas de “L’Unió Catalanista”. Una comisión compuesta de los presidentes de las sociedades económicas de Barcelona, fue en noviembre de 1898 a Madrid para exponer sus pretensiones a la Reina. En marzo de año siguiente, fue construido un Ministerio en cuya composición entraba el general POLAVIEJA. Los elementos catalanes que habían seguido a éste, creyendo que el momento había llegado, esperaban obtener resultados positivos. Pero no fue así. El nuevo Ministro se opuso a toda clase de concesiones y continuó la vieja política. Algunos meses más tarde, el ministro de HACIENDA VILLAVERDE, presentaba al parlamento su proyecto de Presupuesto en el cual se preveían impuestos elevados. Contra este proyecto se levantó unánimemente el comercio, la industria catalana. Habiendo declarado la huelga del impuesto, el Gobierno adoptó, medidas de presión que llegaron hasta el encarcelamiento de un gran número de comerciantes. Poco después DURAN Y BASI, el primer ministro catalán llamado a tomar parte en el Gobierno, presentaba su dimisión. El general POLAVIEJA le siguió al poco tiempo. El Gobierno intensificó su hostilidad al catalanismo. El primer ensayo de colaboración había fracasado rápidamente, consecuencia inmediata de este fracaso fue el recrudecimiento del movimiento catalanista que se manifestó bajo formas violentas (demostraciones contra la bandera española y la marcha real, contra los Ministros que venían a Cataluña en honor de la flota francesa que visitaba Barcelona y cuyos oficiales eran acogidos con exclamaciones de ¡Viva Francia! ¡Viva Cataluña francesa!, etc.)
En las elecciones legislativas de 1901, la candidatura presentada en Barcelona por los catalanistas, obtenía una gran victoria. Después de las elecciones, la unión regionalismo y el Centro Nacionalista Catalán, surgiendo de la escisión de la Unión Catalanista, se agrupaban de nuevo en una organización única, la “Lliga Regionalista”, la cual, en las elecciones municipales del mismo año, obtuvo una nueva victoria. Fue en este momento que hizo su aparición en Barcelona ALEJANDRO LERROUX, agitador republicano cuya propaganda fue caracterizada por una demagogia sin precedente. Se puede afirmar que LERROUX fue enviado a Barcelona por el gobierno central para oponente por la creación de un movimiento republicano popular al movimiento catalán que comenzaba a inquietar seriamente a los políticos madrileños. El republicanismo englobó en efecto grandes masas y en las elecciones de 1903 la candidatura republicana triunfó contra los catalanistas. Esta victoria fue favorecida por el hecho que la “Lliga Regionalista” se alió a los elementos más reaccionarios; gracias a esta circunstancia, las grandes masas obreras siguieron a LERROUX que predicando el internacionalismo no servía en realidad que a los intereses de los agrarios en el poder. Las tendencias conservadoras que se habían manifestado en el seno de la “Lliga Regionalista”, provocaron la escisión en noviembre de 1904, la izquierda se separó para formar el centro nacionalista republicano, que se pronunció en favor del gobierno para la separación de la iglesias y del Estado y en favor de grandes concesiones en reformas sociales. Entre tanto, el fracaso del movimiento republicano español, que había hecho concebir grandes esperanzas a la clase obrera y a una buena parte de la pequeña burguesía tiene su repercusión en Cataluña. En las elecciones de 1905 la “Lliga Regionalista”, obtiene de nuevo la victoria. El 25 noviembre del mismo año, los oficiales de la guarnición de Barcelona recorren las calles de la ciudad profiriendo gritos contra el catalán, y finalmente devastan los locales donde estaban instaladas las redacciones de los periódicos catalanistas. El Gobierno, en lugar de castigar estos actos de indisciplina, suspende las garantías constitucionales, prohibiendo la publicación del semanario catalanista “Cu Cut”, y encarceló al director del periódico LA VEU DE CATALUNYA. Entre tanto la prensa madrileña, llevaba una campaña de una violencia extrema contra el movimiento catalán; la información abierta con ocasión de los acontecimientos del 25 de noviembre fue cerrada bajo pretexto de que los autores de los excesos eran desconocidos y los oficiales de otras guarniciones se solidarizan públicamente con sus camaradas de Barcelona. La consecuencia de estos acontecimientos fue la aprobación de una ley malvada contra catalanistas que aún hoy está en vigor y que es conocida bajo el nombre de Ley de Jurisdicciones. Según está ley todos los delitos contra la Patria y el Ejército son juzgados por consejos de guerra. La promulgación de esta ley provocó un enorme movimiento de protesta. El 11 de febrero de 1905 todos los partidos catalanes, excepción hecha de LERROUX y de una parte del partido republicano, se unían en la Solidaridad Catalana cuyo primer acto público fue una grandiosa manifestación en Barcelona en la cual tomaron parte más de 200.000 personas. Este movimiento cuyo programa común fue la lucha contra la ley de Jurisdicciones y por la autonomía, abarcó a todo el país. En las lecciones legislativas de 1907, de los 44 diputados elegidos en Cataluña, 41 pertenecían a la solidaridad catalana. Pero este bloc, compuesto de elementos muy heterogéneos no tardó en dividirse. El gobierno de MAURA, comprendiendo la debilidad interna del movimiento, presentó al gobierno un proyecto de administración local que acordaba algunas concesiones a Cataluña. La Lliga Regionalista, representando a la gran burguesía, dio su conformidad al proyecto. Los elementos republicanos por el contrario, lo combatieron violentamente basándose en el hecho de que las concesiones concedidas eran insignificantes y que establecía el voto corporativo suprimiendo de raíz el sufragio universal. La ruptura fue inevitable. En 1919 [sic, 1909] en las elecciones municipales de Barcelona, los elementos de la izquierda, coligados (centro nacionalista, republicano, unión republicana y partido federalista), luchando independientemente, obtienen una mayoría de 3,000 votos sobre la Lliga Regionalista coaligada con los elementos reaccionarios. Al año siguiente, los elementos de la izquierda se unificaban en un sólo partido, conocido bajo la denominación de Izquierda Catalana [sic]. El fracaso de solidaridad catalana determinó durante un año, cierta depresión política. En 1911 comenzó una activa campaña en favor de la constitución de la Mancomunidad, consistente en el derecho de las 4 provincias catalanas para constituir un organismo único en el cual se delegarían ciertos servicios administrativos. En diciembre de 1913, el gobierno de DATO acordó esta concesión a Cataluña, después de una lucha tenaz de dos años la Mancomunidad fue constituida y se apresuró a la tarea de crear una serie de instituciones de cultura y de mejorar los servicios públicos. Se crearon escuelas y bibliotecas municipales populares por todas partes, lo mismo que instituciones científicas y universidades industriales. El teléfono se instaló hasta en los pueblos más insignificantes. Esta concesión obtenida sobre todo por la acción parlamentaria de la Lliga Regionalista determinó una nueva era de crecimiento de ésta última. Este hecho fue favorecido por la disolución de la izquierda catalana que fue víctima de sus inducciones. No podía ser de otra manera siendo como era un partido formado casi exclusivamente por elementos de la pequeña burguesía. Hasta 1920 la Lliga Regionalista, es una gran fuerza política, que englobaba la gran burguesía y la masa de la pequeña burguesía que se había separado de la izquierda.
Los partidos catalanes
Dirigentes de la Lliga Regionalista en 1912; tercero por la izquierda, Enric Prat de la Riba; cuarto por la derecha, Francesc Cambó / Dominio público
La Lliga Regionalista ha sido durante 23 años la expresión política más importante del moviendo catalán. Ha sido regionalista, autonomista o separatista según las circunstancias. Se hizo el partido de la gran burguesía sobre la masa de la pequeña burguesía. Ha experimentado la lucha de la burguesía industrial contra los agrarios en el poder. Hubiera podido realizar la revolución burguesa formando un bloc con la burguesía metalúrgica de Vizcaya y la burguesía minera de Asturias. Esto era lo que su jefe CAMBÓ había presentido, preconizando en 1914-1917 la constitución de una España grande, es decir, de una federación dirigida por la burguesía industrial. Pero esta tentativa fracasó. En 1917, como consecuencia del desarrollo extraordinario adquirido por la industria, como consecuencia de la guerra mundial, la burguesía jugó un papel predominante. La banca comercial, que, como otros lo hemos visto [sic], es[tá] siempre en déficit, llegó a [tener] un balance activo. En 1916 y 1917 el exceso de exportación sobre las importaciones fue respectivamente de 512 y 543 millones. Este hecho tuvo repercusiones inevitables en la vida política del país. Los antagonismos entre la burguesía industrial y los partidos agrarios se exacerbaron. La revolución burguesa parecía inevitable, pero el capitalismo, en el momento decisivo, tuvo miedo. El desarrollo extraordinario del movimiento obrero le hizo comprender que la revolución no se pararía en los marcos de la sociedad burguesa.
La burguesía retrocedió y se alió al gobierno central para aplastar al movimiento obrero. Esta colaboración encuentra su expresión más característica en la colaboración en el Ministerio [entrada de la Lliga en el gobierno de Maura en 1917-1918]. El deseo de destruir las potentes organizaciones sindicales obreras conduce a la burguesía catalana en septiembre de 1923 a apoyar el golpe de Estado del general Primo de Rivera. Pero éste representó típicamente a la vieja España absolutista; no tardó en seguir la política tradicionalista española. El movimiento Nacional catalán es prohibido; la Mancomunidad disuelta, los consejeros elegidos por sufragio universal son reemplazados por consejeros designados por decreto; todas las instituciones de cultura son destruidas. Al mismo tiempo, el Directorio militar favorece la penetración del capitalismo extranjero en España y concierta con Alemania un tratado de comercio que lesiona gravemente los intereses de la industria catalana. Esto inclina a la burguesía catalana a separarse del Directorio, pero la Lliga Regionalista, con su política de compromiso, ha perdido la confianza de las grandes masas de la pequeña burguesía.
Todo esto determina un proceso considerable de las ideas separatistas. Dos nuevos partidos, la Acción catalana y el Estado Catalán, han ingresado en sus filas así como la pequeña burguesa y buena parte de la clase obrera. Uno y otro partido se proclaman contra toda solución autonomista del problema catalán y por la separación pura y simple. La Acción Catalana constituida ante el golpe de estado de Primo de Rivera, nació con un gran empuje, pero su poco coraje desde el establecimiento de la dictadura militar ha disminuido considerablemente su prestigio. El Estado Catalán, por el contrario, dirigido por FRANCISCO MACIA, que goza de un gran prestigio por su valor y su honradez, ha llegado a ser la fuerza política más importante de Cataluña. Los miembros son perseguidos despiadadamente por el Gobierno. Cinco estudiantes pertenecientes a este partido acusados de haber participado en una tentativa de atentado terrorista contra el Rey, pasarán en breve por un consejo de guerra y se pide para ellos la pena de muerte. Este partido proclama abiertamente la decisión de obtener la independencia catalana por medio de la insurrección armada. Algunas palabras aún sobre los otros partidos. El Partido Republicano no tiene ninguna fuerza. Los mejores elementos se han pasado al movimiento Nacional. El partido Comunista es aun numéricamente poco importante; pero la simpatía por el comunismo es cada día más grande entre la masa obrera. Es necesario hacer observar que la actitud netamente leninista tomada por el partido cara a cara del movimiento Nacional, las simpatías de la pequeña burguesía [sic].
Esta simpatía no es simplemente platónica, se traduce en una alianza política. El Partido Comunista Español, las organizaciones sindicales revolucionarias y los partidos separatistas nacionales y vascos han constituido un frente único para la lucha contra el Estado español actual. Esta alianza es la mejor garantía de una solución justa del problema catalán. Separada de la esfera de influencia de la gran burguesía, las masas populares de Cataluña acabarán por comprender que solamente una república soviética federativa puede encontrar una solución plenamente satisfactoria a la cuestión Nacional.