Nacida el 5 de julio de 1857, Clara Zetkin fue una revolucionaria comunista que dedicó su vida a la lucha por la emancipación de las mujeres trabajadoras. En una Alemania, donde las mujeres no podían votar, acceder libremente a la educación ni decidir sobre su vida, Zetkin supo convertir su experiencia de opresión en conciencia de clase y organización revolucionaria.
A los 15 años, tras mudarse con su familia a Leipzig, entró en contacto con las ideas socialistas a través de la lectura y comenzó a asistir a círculos de mujeres progresistas como la Sociedad de Educación de Mujeres de Leipzig. Más allá del feminismo liberal que defendía derechos individuales, Clara comprendió que la emancipación de las mujeres solo sería posible si se derrochaba el sistema capitalista
En ese momento su formación estaba dirigida a la docencia y fue a los 17 años cuando comenzó a involucrarse con el movimiento obrero y comenzó a trabajar en el ámbito de la política social. Sufrió el exilio debido a la represión antisocialista en Alemania y se unió a los revolucionarios en Suiza y Francia, donde forjó una relación tanto política como personal con Ossip Zetkin, con quien tuvo dos hijos. Su compromiso la llevó a desempeñar un papel clave en el ala revolucionaria del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) y, más tarde, a participar en la fundación del Partido Comunista Alemán (KPD) en 1918, después de que el SPD traicionara a la clase trabajadora durante la Primera Guerra Mundial.
Durante su exilio por la ley anti socialista de 1878 Zetkin vivió en varios lugares, uno de ellos fue Austria en donde se convirtió en tutora de trabajadores en las fábricas difundiendo las ideas del partido. En Suiza escribió material político cuyo fin era que esos escritos llegarán a Alemania y comenzarán a circular de manera clandestina. Estos actos demuestran el gran compromiso con la causa revolucionaria por parte de Zetkin quien, después de su largo estudio de los textos de Engels y Bebel, comienza a llegar a conclusiones revolucionarias resaltando que la lucha por la emancipación de la mujer está intrínsecamente ligada a la lucha contra el capitalismo, estás conclusiones son las que llevaron a qué Clara zetkin fuera considerada como una de las principales y primeras teóricas en hablar y escribir sobre la emancipación de la mujer ligandola a la lucha de clases.
Die Gleichheit (La Igualdad)
A finales del siglo XIX y tras la abolición de las leyes socialistas el SPD toma gran fuerza entre los movimientos obreros de Alemania, con esta popularidad, la necesidad de un movimiento propio de las mujeres trabajadoras impulsa al partido a crear una herramienta y bajo la tutela de Clara se lanza el periódico titulado Die Gleichheit (La Igualdad) mismo que funge la importante función de organizar y educar políticamente a las mujeres trabajadoras desde una perspectiva marxista, las mujeres eran una gran parte del proletariado industrial, a pesar de esto dentro del movimiento proletario las ideas patriarcales eran algo común y la participación femenina era reducida.
Frente al auge del movimiento feminista liberal, que abogaba por el sufragio y reformas dentro del capitalismo, Zetkin destacó la importancia de crear un movimiento propio de mujeres proletarias, vinculado al socialismo, pero con una organización y medios específicos.
El lanzamiento de Die Gleichheit constituía la principal fuente de formación política para las mujeres trabajadoras, dentro de sus párrafos encontrábamos una fuerte crítica al feminismo burgués y se resaltaba la necesidad de la lucha de clases, además se informaba sobre luchas concretas de mujeres en fábricas, barrios, sindicatos, etc.
A continuación se cita un fragmento del periódico:
“Debido a que las feministas burguesas aspiran a conseguir las reformas en favor del sexo femenino en el marco de la sociedad burguesa, a través de una lucha entre los sexos y en contraste con los hombres de su propia clase, no cuestionan la existencia misma de dicha sociedad. Las mujeres proletarias, en cambio, se esfuerzan a través de una lucha de clase contra clase, en estrecha comunión de ideas y de armas con los hombres de su clase –los cuales reconocen plenamente su igualdad— por la eliminación de la sociedad burguesa en beneficio de todo el proletariado. Las reformas en favor del sexo femenino y en favor de la clase obrera son para ellas únicamente un medio para un fin, mientras que para las mujeres burguesas las reformas del primer tipo son la meta final.” (Clara Zetkin, «Reinliche Scheidung», Die Gleichheit, 1894, Jg. 4, H. 8, p. 63, reimpreso en Elke Frederiksen (ed.), Die Frauenfrage in Deutschland 1865-1915, Stuttgart: Reclam, 1981, p. 107.)
Die Gleichheit no fue solo un periódico, fue la voz de la mujer trabajadora, siendo un ente antagónico del feminismo burgués que abogaba únicamente por reformas. Mientras que dentro del periódico encontrábamos un análisis materialista que vinculaba la lucha de la mujer con la lucha del proletariado, el alcance de este periódico fue tal que no solamente organizó a miles de mujeres alemanas, sino a miles del continente europeo poniendo una línea política clara con una consigna en alto: “La emancipación de las mujeres solo es posible con la abolición del capitalismo”.
Una militante ejemplar
Clara Zetkin militó durante décadas en el SPD. En el año 1895 a pesar de la prohibición de las mujeres en partidos políticos se convirtió en miembro del órgano de dirección. Junto a Rosa Luxemburgo formaron la contraparte de las ideas revisionistas que existían dentro del partido, principalmente de Eduard Bernstein que planteaba un cambio gradual a partir de reformas. El compromiso con la causa revolucionaria de Clara Zetkin era tal que cuando el SPD votó a favor de los créditos de la guerra durante la Primera Guerra Mundial, Zetkin rompió lazos con la dirección pues entendía que esto era una traición al proletariado que rompía con el socialismo internacional.
El partido Socialdemócrata alemán tenía dentro de sí a la Liga Espartaquista, el núcleo de lo que se convertiría en el Partido Comunista Alemán, Zetkin junto a Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht. El KPD se planteaba como una alternativa revolucionaria a la traición de la socialdemocracia.
Tras la fundación del Partido Comunista Alemán, Zetkin fue elegida como miembro del comité ejecutivo, su participación era sumamente activa, defendía constantemente el rechazo a las alianzas con sectores burgueses incluyendo al feminismo. Además, constantemente ligaba las experiencias de la revolución de Octubre con la lucha proletaria alemana.
Clara Zetkin también se destacó por su postura contra el fascismo, gracias a la experiencia obtenida por el KDP y la Internacional Comunista advirtió sobre los peligros del mismo pues es la forma política más brutal del poder burgués.
En un informe presentado al comité ejecutivo de la Internacional Comunista en 1923 Clara hace especial énfasis en la necesidad de la unión proletaria ante el fascismo el cual ocupaba métodos terroristas y sangrientos que ponían en riesgo al movimiento comunista, a los derechos laborales y en general a la lucha por la emancipación de esta clase.
En dicho informe Clara escribe:
“En términos históricos, visto objetivamente, el fascismo llega más bien como castigo porque el proletariado no ha llevado adelante la revolución que comenzó en Rusia.”
En una carta de Lenin a Inessa Armand, en 1915, escribe:
“Zetkin es una comunista honesta, una camarada valiente, de quienes hay pocas en Alemania.”
Día Internacional de la mujer trabajadora
Durante décadas la burguesía se ha encargado de despolitizar el 8 de marzo poniéndolo como una simple fecha de celebración, aunque originalmente fue llamado “día de la mujer trabajadora”. La conmemoración del 8 de marzo fue una de las principales contribuciones de la camarada Zetkin a la lucha por la emancipación de la mujer, se propuso en 1910 en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas (celebrada en Copenhague). Está fecha tiene como objetivo organizar a las mujeres en la lucha de clases por su propia emancipación y por la revolución.
La primera conmemoración del día de la mujer se realizó el 8 de marzo de 1911, en países como Alemania, Austria, Suiza y Dinamarca, con manifestaciones masivas. Sin embargo, el hecho que consolidó al 8M como fecha histórica revolucionaria ocurrió el 8 de marzo (23 de febrero en el calendario juliano) de 1917, cuando mujeres obreras textiles salieron a las calles de Petrogrado (San Petersburgo) en protesta contra el hambre, la guerra y la explotación. Su huelga marcó el inicio de la Revolución Rusa.
Una vida revolucionaria
Clara Zetkin murió el 20 de junio de 1933 a los 75 años en Arkhangelskoye, una localidad cercana a Moscú, el ascenso del régimen nazi obligó su exilio a Rusia en donde fue acogida, Zetkin estaba en la lista negra del régimen, a su vez que se ilegalizó el partido comunista alemán.
La vida de Clara Zetkin nos deja un legado innegable en el estudio de la causa por la emancipación de la mujer. Como militante comunista revolucionaria nos dejó un amplio repertorio digno de estudio por cada mujer que lucha por la emancipación de la misma. Su crítica al feminismo burgués, su trabajo en la Internacional Comunista, su diálogo político con Lenin, su papel en la formación de cuadros revolucionarios mujeres y su denuncia temprana del fascismo nos muestran que su legado no es algo del pasado, es algo completamente vigente y admirable.
Si algo nos dejó claro Zetkin es que bajo la opresión del capitalismo será imposible la emancipación de la mujer, la historia de vida y sus escritos revolucionario nos dan una bandera de lucha ante una actualidad postmodernista que divide a la clase trabajadora e instaura formas de lucha separatistas y reformistas. Estudiar a Zetkin nos brinda un arma política ante los movimientos reformistas y separatistas que buscan desacreditar la lucha de la mujer obrera, que buscan despolitizar el ocho de marzo. Debemos unirnos como clase trabajadora para luchar en conjunto por la emancipación de la mujer y de toda nuestra clase.
