Publicamos a continuación un primer comunicado del Bloque de Delegaciones Democráticas del IPN, Sección 11, SNTE – CNTE, sobre los recientes acontecimiento a lo interno del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
El Consejo Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) ha aprobado un “Reglamento para la Elección de Directivas Seccionales”, acto seguido el secretario general ha realizado diversas declaraciones acerca de, que con dicho reglamento se cumplen los postulados de democracia sindical. Como si la aprobación de dicho reglamento fuera una acción de santiguar a los que en meses pasados se declararon cínicamente el “ejército intelectual de la Cuarta Transformación”, pretendiendo que olvidemos sus prácticas antidemocráticas y autoritarias y la esencia de lo que representa el charrismo sindical, que debemos decirlo, está plasmada en el documento que han emitido, que es violatorio de los derechos políticos básicos y de la libertad sindical:
1.- Dicho Reglamento solamente va dirigido para el cambio de los Comités Ejecutivos Seccionales del SNTE. El Comité Ejecutivo Nacional y las instancias nacionales se arrogan el derecho de permanecer hasta el año 2024 al frente del sindicato, de realizarse las elecciones bajo esas consideraciones las instancias nacionales tendrán el control casi absoluto del proceso.
2.- Aunque se llenan la boca de las palabras “democracia sindical”, el proceso de las elecciones seccionales está diseñado para que se amplíe el margen de votación mediante una llamada Asamblea Delegacional Electiva, pero los que tendrán derecho a ser elegidos serán aquellos que en su gran mayoría se han cuadrado a los designios de los grupos hegemónicos de la dirigencia nacional del SNTE, léase: a los grupos del charrismo sindical (el cual existe, aunque algunos nieguen su existencia en el sindicato).
3.- El proceso de elección no se realizará mediante una jornada abierta, sino mediante un acto, en una Asamblea Delegacional Electiva, quién acuda a la misma solamente tendrá derecho a votar, nadie que no corresponda a las delegaciones de ese centro de trabajo podrá estar presente en las votaciones, se entiende por lo tanto, que los representantes de las planillas tienen necesariamente que ser de la delegación en turno, por lo que habrá asambleas donde planillas no contarán con representantes u observadores (Art. 7).
4.- Solamente tendrán derecho a participar y ser votados para el Comité Ejecutivo Seccional aquellos trabajadores que hayan desempeñado algún cargo de representación sindical (Art. 8).
5.- Solamente tendrán derecho a participar y ser votados para la Secretaría General del Comité Ejecutivo Seccional, aquellos que hayan ocupado un cargo en el Comité Ejecutivo Seccional (Art. 9).
6.- Solamente el Comité Ejecutivo Nacional está facultado para acreditar observadores electorales durante el proceso (Art 19).
7.- Los funcionarios sindicales de las Asambleas Delegacionales Electivas, quienes llevarán acabo el proceso de votación, serán designados solamente por el Comité Ejecutivo Nacional (Art 22).
8.- La Convocatoria para la renovación de los Comités Seccionales se emitirá con 15 días de antelación (Art. 28), violentando los estatutos del sindicato, los cuales señalan que la convocatoria para dicha instancia debe realizarse con un mes de anticipación.
9.- El registro de planillas se realizará dentro de los tres días siguientes de la publicación de la convocatoria (Art. 32), el Comité Nacional Electoral contará con 5 días para resolver la procedencia del registro de las planillas (Art. 34), en caso de existir una inconsistencia las planillas tendrán 3 días para resolverlas (Art. 35), una vez desahogadas las inconsistencias el Comité Nacional Electoral contará con tres días para resolver las solicitudes (Art 35), no dejando ningún margen para la promoción y propaganda para aquellas planillas de oposición que el Comité Nacional Electoral impugne su registro.
10.- No se podrá hacer difusión de las planillas fuera de los controles y medios que el Comité Nacional Electoral determine (Art. 38), de hacerlo podrán revocar el registro de la planilla (Art. 36).
11.- La votación en las Asambleas Delegacionales Electivas se realizará exhibiendo la credencial del sindicato, la cual no es una identificación oficial reconocida, muchos afiliados e incluso representantes sindicales del SNTE no cuentan con dicho documento (Art. 44).
Estas son algunas observaciones iniciales al Reglamento aprobado, hacemos un llamado para iniciar una lucha jurídica y política contundente contra el mismo. Alertamos que, de realizarse las elecciones bajo los lineamientos de dicho reglamento serán una simulación y los procesos quedarán nuevamente bajo el control de una de las maquinarias más eficaces para realizar fraudes electorales, que en el pasado estuvieron al servicio de los intereses de los gobiernos del PRI y el PAN: la estructura del charrismo sindical del SNTE.
La democratización del sindicato no será obra de los actuales dirigentes sindicales identificados con las expresiones institucionales (charrismo sindical), ni vendrá por decretos desde arriba, será obra de la base trabajadora, participando de manera activa y decidida en la recuperación de nuestras organizaciones para ponerlas al servicio de nuestras aspiraciones, intereses colectivos y nuestras tareas históricas.
¡Charros del SNTE la cuenta está pendiente!
¡Por la democratización del SNTE!
¡Unidos y Organizados… venceremos!
Bloque de Delegaciones Democráticas del IPN, Sección 11, SNTE – CNTE
El Sindicato de la Unión de Trabajadores del IEMS (SUTIEMS) está emplazando a huelga por violaciones al Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) para el próximo 5 de noviembre. El IEMS es un modelo educativo a nivel bachillerato fundado gracias a la movilización social de jóvenes y vecinos de Iztapalapa que se opusieron a la apertura de una cárcel de mujeres, y lograron la fundación del IEMS en el año 2000. Este origen marcó de forma indeleble el modelo educativo del IEMS: crítico, científico y humanista; orientado a las comunidades menos favorecidas, un modelo de corte constructivista que se acompaña, además de las clases en el aula, con asesorías y tutorías personalizadas y una evaluación cualitativa y no numérica (por ejemplo, los estudiantes egresan con un “problema eje” o un trabajo tipo tesis).
Evidentemente hablamos de un modelo a contrapelo de las políticas neoliberales que se supone terminarían con el gobierno de la 4T. Sin embargo, la política educativa de la actual Secretaría de Educación Ciencia Tecnología e Innovación (SECTEI), a cargo de Rosaura Ruiz, está fuertemente marcada por un perfil técnico y claramente pro-empresarial. Esto último lo podemos corroborar con la creación del Instituto de Educación Superior Rosario Castellanos entre cuyas licenciaturas encontramos “Datos para negocios”, “mercadotecnia y venta” y “contaduría y finanzas”, perfiles que no parecen idóneas para impulsar la transformación de fondo que se prometió en campaña y que sólo favorecen la visión empresarial. Si bien es cierto que este último instituto no está relacionado con el IEMS las declaraciones de la secretaria Rosaura Ruiz, específicamente en su comparecencia del pasado 23 de octubre ante el congreso de la CDMX, demuestran un desconocimiento absoluto del IEMS, una visión neoliberal de la educación y un desprecio por los derechos laborales.
Concretamente Rosaura Ruiz declaró que no se requieren más profesores en el IEMS lo que desconoce el rezago en lo que respecta a la creación de plazas y el congelamiento de las mismas. En lo que se refiere a las plazas académicas el SUTIEMS tiene detectadas la falta de, al menos, unas 70. En contradicción con la política de “austeridad republicana” del gobierno federal, la dirección del IEMS prefiere mantener una onerosa costra burocrática de personal de confianza, unos 90 en total, con sueldos de alrededor de 22 mil pesos mensuales que enviaron a todos los planteles sin tener ningún perfil educativo, simplemente como parte de una política de tribus y de reparto del botín político. Una afrenta a la comunidad que exige que esos recursos vayan a la creación de plazas de base necesarias para atender a la comunidad estudiantil. Estos funcionarios de confianza han sido utilizados en varios planteles para intimidar a los estudiantes, supervisar a los trabajadores sin tener ningún nombramiento ni funciones claras.
Como ejemplo bastan las amenazas de muerte de estos personajes contra la base trabajadora del plantel Azcapotzalco. Concretamente Annabelle Rodríguez Estrada personal de confianza de este plantel. Estás amenazas no pueden tomarse a la ligera, estos personajes no pueden permanecer en el IEMS.
Aunque es de celebrarse la apertura de plantel GAM III y el anuncio de otros cuatro planteles por abrir, los trabajadores no podemos confiar en las promesas de la patronal de que se respetará el modelo educativo y que los cambios previstos contemplan sólo el programa de estudios. Las declaraciones hostiles de la cabeza del sector y las encuestas unilaterales, violatorias al CCT, a estudiantes y docentes muestran la intención de modificar el modelo con criterios cuantitativos de eficiencia terminal, es decir, en un sentido neoliberal.
Al mismo tiempo, las autoridades se han resistido a ejecutar el laudo e-6 (332/2016) que los obliga a instalar las mesas de basificación de las compañeras de intendencia, actualmente contratadas con el infame outsourcing, y de los compañeros del semiescolar y Lengua y Cultura Náhuatl. A las compañeras de intendencia sufren cotidianamente de abusos de todo tipo, comenzando con salarios de miseria de 3000 al mes, despidos injustificados, cambios arbitrarios de plantel (que equivalen a despidos simulados). Recientemente trabajadores del plantel Azcapotzalco realizaron un paro parcial (del área administrativa) en rechazo al cambio arbitrario de plantel de trabajadoras de intendencia. Una vergüenza que el gobierno de Claudia Sheimbaum perpetúe este modelo de esclavitud.
En general el SUTIEMS está exigiendo un presupuesto suficiente para la creación de plazas, infraestructura adecuada, conclusión de la construcción de planteles como Iztapalapa IV y GAM III.
Hacemos un llamado a las organizaciones obreras, estudiantiles y a la comunidad en general a solidarizarse con el SUTIEMS, con su eventual estallamiento de huelga en defensa del IEMS, de su modelo educativo y la educación al servicio del pueblo. Sólo la lucha organizada de las organizaciones democráticas de los trabajadores y la juventud permitirá la profundización de nuestras conquistas y una verdadera 4a transformación.
La noticia ha resonado a nivel nacional, el líder corrupto del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) ha presentado su renuncia a la secretaría general durante una reunión celebrada este miércoles 16 de octubre.
El capitalismo mexicano chorrea corrupción por todos sus poros
Carlos Romero Deschamps no solamente fue una pieza clave en el control de los trabajadores petroleros, sino también en los actos de corrupción y transferencia de recursos ilícitos durante los gobiernos del PRI y el PAN, su renuncia al frente del STPRM se da en el marco de diversas denuncias y detenciones en contra de algunos funcionarios del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Apenas el 5 de julio del presente año la Fiscalía General de la República (FGR) ordenó la detención de Emilio Lozoya Austín, quien fungiera como director general de Petroleos de México (Pemex) durante el sexenio pasado encabezado por Enrique Peña Nieto, la causa: el aceptador sobornos por cerca de 10.5 millones de dólares, por parte de la transnacional Obredetch, a cambio de que la empresa brasileña obtuviera jugosos contratos. Además se le suma la detención de otra alta funcionaria ligada al peñismo, Rosario Robles, quien fuera Secretaria de Desarrollo Social y del abogado de Enrique Peña Nieto, Juan Collado. La primera es acusada de participar en la denominada Estafa Maestra, una red de corrupción extendida en diversas instituciones del Estado que desvió recursos cercanos a los 236 millones de dólares en la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) e incluso en algunas universidades públicas.
En el caso de Juan Collado, se le acusa de enriquecimiento ilícito y blanqueo de dinero, recientemente se dio a conocer que Andorra embargó algunas de sus cuentas bancarias por el concepto de 76.5 millones de euros, una parte de este dinero fueron transferidos seis días antes de ser detenido.
Con la renuncia de Romero Deschamps se va cerrando el círculo en torno a Enrique Peña Nieto.
La FGR presentó dos demandas en contra del dirigente sindical por desvío de recursos y enriquecimiento ilícito, además recordemos que arrastra denuncias por corrupción desde el denominado Pemexgate, en el que se acreditaron que millones de pesos fueron desviados del fondo del sindicato de Pemex a la campaña presidencial del entonces candidato priista, Francisco Labastida Ochoa.
La renuncia se esperaba ya desde hace algunos meses. El férreo control que mantiene el PRI y el mismo Romero Deschamps hacia el sindicato petrolero entra en contradicción con los planes del gobierno de la 4ª Transformación respecto a la industria petrolera. Algunos periodistas incluso afirman que existió un proceso de negociaciones entre el ex dirigente petrolero y la actual Secretaria de Gobernación, Olga Cordero, para que abandonara el cargo y diera paso a una nueva elección de la dirigencia del sindicato mediante el voto libre y secreto.
Así, el gobierno de la 4ª Transformación realiza un movimiento de pinza con la renuncia de Romero Deschamps, se le jubila para romper de alguna manera su control personal y de su partido sobre los trabajadores petroleros y continúa enviando mensajes al entorno de Enrique Peña Nieto y a los sectores de políticos y empresarios que le han declarado la guerra al nuevo gobierno, o acuden a la mesa de negociación que siempre está puesta o pasarán por las frías celdas de las cárceles mexicanas.
Todos los casos que hemos mencionado, han mostrado la punta del iceberg de la corrupción sucedida durante los gobiernos del PRI y el PAN, cuyos funcionarios recibieron jugosos sobornos a cambio de favorecer a determinado grupo de capitalistas que buscan establecer o mantener sus negocios en el territorio nacional. El binomio capitalismo – corrupción ha sido la constante desde la consolidación del Estado mexicano.
Carlos Marx y Federico Engels hace más de 150 años escribieron en el Manifiesto del Partido Comunista que los gobiernos no son más que una junta que administra los negocios comunes de la clase burguesa. Para el caso de México esa reflexión es cierta, sin embargo esa junta de administración en nuestro país siempre ha exigido una buena tajada del pastel, mediante sobornos y los famosos moches. El sistema capitalista mexicano chorrea corrupción por todos sus poros, incluso por los más pequeños.
Desde el siglo pasado los representantes de la burguesía han recurrido a esas prácticas. Robar es sinónimo de carrancear, en honorVenustiano Carranza, dirigente del ala burguesa de la revolución mexicana; en los inicios de la consolidación del Estado mexicano Álvaro Obregón afirmaba que no existía general que aguantara un cañonazo de 50 mil pesos; durante décadas el PRI representó no solamente el corporativismo, el partido – gobierno, el autoritarismo, sino que sostuvo al sistema político mexicano con base al soborno y la corrupción, situación que heredó a los dos gobiernos panistas. La frase favorita del político Carlos Hank Rhon resume de forma ejemplar la forma en que la burocracia estatal le arrebataba una buena tajada de pastel a la burguesía, y que además exigía entrarle al proceso de acumulación de capital: “un político pobre, es un pobre político”.
El sistema político y el Estado mexicano es consecuencia de un capitalismo débil y atrasado y una burguesía parasitaria. El poder lo controlaba una pesada burocracia corrupta, y se canalizó el malestar de las masas obreras y campesinas hacia cauces institucionales y seguros, se les incorporó al partido oficial, se les cooptó y se les dio enormes prebendas a sus dirigencia y se reprimió a las disidencias, a tal grado que los dirigentes sindicales desarrollaron intereses propios que se identifican con los de la burocracia estatal corrupta.
El fenómeno del denominado charrismo sindical, se desarrolló con base a la incorporación de los sindicatos al PRI, al Estado, el repartir algo del poder político entre los dirigentes, con la finalidad de mantener controladas a las masas obreras y campesinas. Los charros sindicales han defendido, y defienden los intereses de la patronal y el Estado, porque han obtenido privilegios, algunos muy grandes, con base al control de los trabajadores.
El sistema político mexicano y el Estado burgués se consolidó con base a una escandalosa corrupción, el control que se exigía hacia las masas trabajadoras tenía que recaer sobre dirigentes que repitieran el mismo comportamiento que la burocracia estatal corrupta y autoritaria.
La ruptura con el charrismo sindical es un primer paso para fortalecer la organización independiente y llevar acabo el objetivo histórico de la clase trabajadora, la lucha contra el capitalismo.
El charrismo sindical elemento de control burgués
El espécimen sindical Carlos Romero Deschamps contiene todo el ADN de los viejos dirigentes sindicales. Algunas anécdotas de las primeras organizaciones sindicales auspiciadas desde la cúpula gobernante, recuerdan que cuando al dirigente de la poderosa pero semi-oficialista Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) Luis N. Morones, algunos sindicalistas disidentes le cuestionaban los lujos, excesos y riquezas, cínicamente contestaba qué “el ser obrero no implicaba que tuviera que vivir en la pobreza”. Tuvimos fenómenos espantosos como el viejo Fidel Velázquez al frente de la Confederación de Trabajadores de México, que defendía fehacientemente al régimen político y jactaba que a “balazos llegamos, y los votos no nos sacarán”. Verdaderos gánsters, pandilleros sindicales, que se enriquecían (y algunos lo siguen haciendo) a costa de mantener controlados a los trabajadores vía las organizaciones sindicales oficiales. De este mundo es del que surge el corrupto Carlos Romero Deschamps, que durante mucho tiempo fue parte importante del Estado mexicano, de su régimen político y garantizó a la burguesía sus negocios, a costa de exigirle una buena tajada del pastel.
Carlos Romero Deschamps es un fiel representante lo que en México denominamos charrismo sindical, nada tiene que ver con los intereses de un trabajador u obrero mexicano, su estilo de vida va más allá de los ingresos que su posición en el sindicato petrolero o como senador del PRI le permiten.
En 1969 ingresó a trabajar a Pemex, en la Refinería de Salamanca, Guanajuato, ha estado activo en el PRI desde 1961, comenzó su actividad sindical en la expresión oficial del sindicato en la Sección 24, donde conoció y coincidió con el entonces dirigente petrolero Joaquín Hernández Galicia alías “La Quina”, tras el encarcelamiento de este dirigente petrolero en 1989 por parte de Carlos Salinas de Gortari, con la finalidad de ganarse legitimidad tras un escandaloso fraude electoral y para asegurarse el control del sindicato petrolero, Deschamps escaló a la secretaria general del sindicato de la mano del salinismo.
Aplicó una feroz represión a la disidencia del sindicato petrolero, mediante amenazas, golpes, acoso laboral, persecución laboral. Golpeadores a su servicio aseguraban el control casi absoluto del sindicato y garantizaban las elecciones a favor de sus incondicionales y su propia reelección.
En innumerables ocasiones fue acusado de actos de corrupción y de favorecer a los candidatos del PRI con el dinero y recursos del STPRM, el caso más conocido fue cuando en el año 2000 transfirió 640 millones de pesos de los fondos del sindicato a la campaña del entonces candidato Francisco Labastida Ochoa.
Su riqueza incluye mansiones y carros de lujo, además, sin duda de una buena fortuna en sus cuentas bancarias. Su poder y riqueza lo consiguió mediante actos de corrupción, desvío de dinero de Pemex y ofertando apoyos a los gobiernos del PRI y posteriormente del PAN. Sus hijos constantemente presumen sus viajes en jets privados, autos de lujo o departamentos en Miami, algo que ni en sueños un obrero mexicano puede aspirar.
Romero Deschamps representa una distorsión monstruosa de los líderes sindicales mexicanos. No solamente debe renunciar a la dirección del sindicato petrolero, sino que debería ir a la cárcel.
Tareas inmediatas del movimiento democrático sindical y el movimiento obrero
Si bien el gobierno de López Obrador no representa un cambio radical a favor de la clase trabajadora, si representa una ruptura respecto a algunas políticas de los anteriores gobiernos burgueses. La crisis del charrismo sindical, fiel mayoritariamente al PRI, ha profundizado su crisis con el nuevo gobierno. Algunos intentan acercarse, negociar y asumir el discurso de la 4a. Transformación, otros saben que su control sobre los sindicatos tarde o temprano terminará.
El STPRM es el más poderoso del país, sobre los hombros de los trabajadores de la industria petrolera recae el 6.6% del Producto Interno Bruto del país, con una producción de cerca de 1.7 millones de barriles de petróleo diarios, en la actualidad.
El control férreo sobre el sindicato no es casual, la burguesía y sus gobernantes desean limitar el poderío de ese sector de la clase obrera, además que durante muchos años Pemex fue la “gallina de los huevos de oro”, con la cual los gobernantes en turno se enriquecían.
Todo ese poder recae sobre poco más de 100,000 afiliados del sindicato, ahí se refleja el poder real de la clase obrera, el cual no se encuentra en su número, sino en el rol que juega en la producción. Un movimiento masivo de los trabajadores petroleros en las calles doblegaría a la clase dominante y a sus representantes políticos en poco tiempo.
Romero Deschamps le ha transferido la secretaría general al también priista Manuel Limón Hernández, secretario del interior del sindicato, quién no representa ningún cambio fundamental.
Los trabajadores petroleros, comenzando por sus grupos disidentes, deberían rechazar esa maniobra burocrática y convocar de inmediato a una Convención Nacional Petrolera para preparar la elección democrática de un nuevo dirigente que represente verdaderamente los intereses de la clase trabajadora y sustituir a la vieja burocracia rancia y corrupta del sindicato.
La puerta se ha abierto por arriba, los trabajadores de todos los sectores, la juventud consciente debemos estar atentos y prepararnos para solidarizarnos con los sectores de los trabajadores petroleros que comenzarán a reclamar la recuperación de su organización para ponerle fin a décadas de corrupción.
La ruptura con el agonizante charrismo sindical y el sacudirse del yugo del Estado, es un primer paso para la organización independiente de la clase trabajadora que a su vez abrirá oportunidades para extender la organización política revolucionaria que los trabajadores necesitamos para luchar contra este sistema y su régimen corrupto.
La oposición crece y las mentiras de la dirección burocrática que encabeza actualmente el SME son cada vez más evidentes para propios y extraños. En este contexto los actos de provocación -sean montados, un producto genuino de rabia y frustración, o una combinación de ambos- sólo favorecen a la dirigencia burocrática y a la trasnacional Mota Engil que requiere de la permanencia de sus “amigos” en el sindicato.
El 27 de septiembre se conmemoró el 59 aniversario de la nacionalización de la industria eléctrica. Para conmemorar esta fecha los compañeros del grupo opositor “Para todos todo” -que se enfrentan a la dirigencia burocrática y empresarial que actualmente dirige el SME, encabezada por Martín Esparza- se dieron cita en el Hemiciclo a Juárez. Cerca de mil compañeros acudieron a la convocatoria levantando la bandera de la renacionalización de la industria eléctrica, la salida de la actual dirigencia y la democratización del sindicato. Se trató de una manifestación pacífica. Mientras tanto la dirigencia del SME convocó a una manifestación para exigir el cumplimiento por el actual gobierno de los acuerdos pactados con Pepa Nieto, es decir, para exigir la privatización del sector eléctrico.
Curiosamente, un día antes de esta exitosa movilización opositora, la dirigencia sacó un comunicado donde pidió a los afiliados al SME defender la sede sindical ubicada en la Av. Insurgentes, pues afirmaba que la oposición encabezada por Mario Benítez y Alfredo Arenas pretendían tomar las instalaciones. Ipso facto, hubo un enfrentamiento a pedradas el mismo 27 de septiembre entre un grupo de supuestos opositores y personas al interior de las instalaciones sindicales. El incidente ha sido utilizado por la dirigencia del SME para aglutinar sus fuerzas, proyectarse al exterior y ganar simpatía frente a las organizaciones de izquierda, se publicó un comunicado firmado por las organizaciones adherentes a la Nueva Central. Independientemente de que la dirección del SME, sin muchos escrúpulos, suele utilizar el membrete de la Nueva Central para firmar masivamente sus comunicados sin que exista, necesariamente, acuerdo de las organizaciones firmantes, de manera vergonzosa algunas organizaciones autodenominadas trotskistas se apresuraron a sacar comunicados en defensa de la burocracia. No por casualidad -pues el sectarismo es el siamés del oportunismo- se trata de las mismas sectas que denuncian histéricamente al gobierno de AMLO -un día sí y el otro también- mientras en los hechos defienden al empresario trasnacional Esparza y sus intereses privados en el sector eléctrico, a una mafia que está, más allá, de su retórica sectaria, a la derecha del gobierno. Evidentemente, por otra parte, existen organizaciones legítimas y honestas cuya buena voluntad y espíritu solidario es utilizado de forma deshonesta por la dirigencia charra.
Pero la batalla de fondo es entre una dirección empresarial que promueve la privatización de la industria eléctrica a través de contratos privados -pactados con el gobierno de Peña Nieto a cambio del pasivo laboral- de generación y venta de energía que favorecerían a Generadora Fénix, la empresa Subase y la portuguesa Mota Engil, y por otro lado, quienes luchan por reencauzar al SME en la ruta del sindicalismo independiente, democrático y de clase, en la batalla por la renacionalización de la industria eléctrica. En el SME ha sido clausurada la vida sindical democrática y cualquiera que se atreva a denunciar los negocios privados de la mafia sindical es segregado, insultado e incluso golpeado. Bien documentada está la corrupción en el SME. Reproducimos acá una pequeña lista con todos los documentos probatorios, lista elaborada por los propios compañeros opositores:
“1. Todos los del Comité, familiares y allegados, obtuvieron liquidaciones millonarias.
De 2 a 7 millones de pesos.
El archivo anexo es de 257 hojas, pero con que revisen la primera basta.
Chequen los apellidos Esparza Flores, Montes de Oca y Bobadilla Zarza, entre otros.
Además, observen el renglón 31.
Esa persona, con apenas 2 años de antigüedad laboral, obtuvo una liquidación de 3 millones y cuarto.
Se trata de la “colaboradora” de Montes de Oca.
En contraste, la antigüedad promedio es de 14 años y la liquidación promedio es de 300 mil pesos.
2. A casi mil compañeros, con más de 23 años de antigüedad, se les presionó para que se liquidaran, pues “obtendrían una jubilación conforme al Contrato Colectivo de Trabajo e inmediatamente después entrarían todos los demás a trabajar”, afirmaron Esparza y Montes de Oca.
Ambas cosas fueron falsas.
No se les jubiló conforme al C.C.T. (Aguinaldo, seguridad social, compensación por antigüedad, etc.). Tampoco se dio el trabajo.
Todo quedó en una Renta Vitalicia, fondeada con recursos de los propios trabajadores, promedio de 14 mil pesos mensuales.
Pero hubo 14 casos de privilegio.
En 2014 a ellos se les dio, inmerecidamente, 44 mil pesos mensuales. A valor presente, esto ya es superior a los 55 mil pesos mensuales. Mientras otros, por injusto contraste, reciben al mes 8 mil pesos.
El archivo anexo es de 31 hojas. Revisen la última. Ubiquen los apellidos Esparza Flores. Los demás son los golpeadores, choferes y parientes del Comité.
3. En la empresa de capital portugués Mota-Engil, en sociedad con Esparza, solo contrataron a 541 trabajadores.
Todos los del Comité y sus parientes, están en la nómina y son aviadores, pues sin trabajar perciben los más altos salarios.
Los datos son de 2015. A valor presente, sus sueldos son superiores a los 2 mil pesos diarios.
El archivo es de 15 hojas. Consultar los renglones con fondo verde.
4. Acta Constitutiva de la empresa Fénix. Archivo con 12 hojas. Ampliar manualmente la hoja 2, pues la letra es muy pequeña. Parte baja. Aparece Martín Esparza como miembro del Consejo de Administración con cargo de vocal;o sea, vocero de la transnacional.
Ampliar manualmente la foto (aparece adjunta en esta publicación). Ubicar a Humberto Montes de Oca.
Sin trabajar, también percibe más de 50 mil pesos mensuales como “cooperativista”.
26 apellidos, más sus allegados, se enriquecieron con la lucha de miles de electricistas”.
La oposición crece y las mentiras de la burocracia empresarial que encabeza actualmente el SME son cada vez más evidentes para propios y extraños. En este contexto los actos de provocación -sean montados, un producto genuino de rabia y frustración, o una combinación de ambas cosas- sólo favorecen a la dirigencia y a la trasnacional Mota Engil que requiere de la permanencia de sus agentes en el sindicato.
La ruta para la recuperación del SME sólo puede surgir con la organización desde abajo, con la discusión democrática y fraterna sobre el programa necesario para reencaminar al SME, con la movilización organizada y paciente. Este es el camino que -con sus contradicciones y debates- están intentando los compañeros agrupados en “Para todos todo”. La violencia y reacción histérica de la dirigencia del SME expresa debilidad, las provocaciones les ayudan a aglutinar sus fuerzas y criminalizar a los opositores. La oposición democrática debe responder con un programa claro, con ideas y con organización. La historia pondrá a cada quien en su lugar.
Los acontecimientos del pasado viernes 27 de septiembre, en los cuales trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) se enfrentaron afuera del edificio sindical ha provocado la reacción de diversas expresiones sindicales democráticas, y de algunas agrupaciones políticas que se definen dentro del campo anticapitalista, revolucionario o socialista; dicha acción además de generar una serie de pronunciamientos a favor de la dirección del sindicato, desvió la atención de la movilización realizada por grupos disidentes de la actual dirigencia sindical en la que entregaron miles de firmas exigiendo la destitución del actual Comité Central en el Palacio Nacional. Estos sucesos se dieron en el marco de un nuevo aniversario de la nacionalización de la industria eléctrica.
La Sección 9 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) manifestó:
“Repudiamos el artero ataque en contra del legítimo y legal Comité Ejecutivo en las inmediaciones de sus instalaciones ubicadas en Antonio Caso… por grupos de esquiroles que traicionaron al movimiento en los momentos más intrincados por la defensa de la industria eléctrica…”
Por otro lado la Sección 18 de la misma CNTE:
“La Sección XVIII de la CNTE, en Michoacán, manifestamos nuestra solidaridad y total respaldo a los compañeros esmeítas, que el día de hoy fueron atacados en sus instalaciones sindicales, por traidores sindicalistas que actuaron como esquiroles en el momento que más se necesitaba de la defensa de su materia de trabajo y de los derechos de los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro”.
En un comunicado en el mismo tono firmado por diversas agrupaciones políticas, algunas de las cuales se asumen como socialistas, van más allá y niega la existencia de una disidencia a lo interno del SME:
“Todo esto deja al descubierto el carácter provocador de una supuesta disidencia, que ante la legitimidad de las bases del sindicato, se nutre de violentas acciones y discursos sumamente confrontativos por parte de agentes externos y de liquidados que buscan golpear a la actual dirección del sindicato…”
Incluso publican el comunicado de una inexistente “Asamblea General” Politécnica, la cual ha sido desconocida por las organizaciones estudiantiles y el movimiento sindical democrático del Instituto Politécnico Nacional.
“… al gobierno federal local una inmediata investigación de estos hechos. Sabemos que detrás de estos actos de provocación existen funcionarios y grupos partidistas que pretenden tomar el control político de nuestra organización. No lo permitiremos.
“Exigimos el respeto a nuestra Autonomía Sindical y a la Dirección Sindical electa por voto directo y secreto que encabeza nuestro compañero Secretario General Martín Esparza”
Por su puesto que las organizaciones sindicales democráticas, las organizaciones revolucionarias debemos pugnar porque las diferencias internas en la vida sindical deben basarse bajo el ejercicio de la democracia de la clase trabajadora, y en particular en la vida sindical en el respeto a la libertad expresión de las ideas que busquen fortalecer la organización de la clase trabajadora.
A su vez queremos manifestar que todas las organizaciones que firmaron los comunicados en solidaridad con la dirección del SME, a excepción de la denominada “Asamblea General” Politécnica, las reconocemos como agrupaciones consecuentes en la lucha por la defensa de los derechos de la clase trabajadora en el terreno gremial y sindical y político, sin embargo basándonos en el ejercicio democrático que debe existir en el movimiento obrero, nos tomamos la libertad de expresar nuestro punto de vista, con el cual queremos abonar al fortalecimiento de la lucha sindical democrática y a la construcción de la herramienta política revolucionaria que necesitamos la clase trabajadora para luchar contra el sistema capitalista.
Esperando que cualquier respuesta en torno a nuestro punto de vista, sea en el mismo tono: fraternal y contribuyendo al fortalecimiento de las organizaciones de la clase obrera.
Como respuesta a los comunicados, un sector de compañeros que pertenecen al sindicato, que han sido sancionados por organizarse en torno a sus ideas y sus puntos de vista, han dirigido un mensaje, el cual lo podemos leer de manera íntegra en su página de Facebook.
En este mensaje nuevamente denuncian una serie de irregularidades en el SME, ante las cuales existe un profundo descontento de la base electricista, la cual se expresa en la movilización convocada en el Hemiciclo a Juárez (el mismo día de la agresión a la sede del sindicato) la cual ha sido una de las mayores acciones por parte de un sector de la disidencia que refleja que el ambiente de enfadado entre un sector de los trabajadores hacia la dirección del sindicato ha ido en incremento, situación que se vio opacada por la agresión a las instalaciones del pasado 27 de septiembre.
Con algunos documentos obtenidos a través del Instituto Nacional de Acceso a la información, demuestran que la liquidación de los actuales miembros del Comité Central, y algunos de sus familiares, como parte de los acuerdos del entonces gobierno de Enrique Peña Nieto que oscilan entre 2 y 7 millones de pesos. En contraste si tomamos en cuesta una antigüedad promedio de los trabajadores de 14 años, la liquidación fue solamente de 300 mil pesos.
Por otro lado, dentro de los acuerdos entre la dirección del SME con la empresa de capital privado de origen portugués Mota Engil sólo incluyó el darle empleos 541 trabajadores, de los miles que conforman la resistencia smeíta. Los acuerdos de generación de electricidad mediante una empresa trasnacional privada contradice los discursos de la actual dirección del sindicato que habla de una nueva nacionalización de la industria eléctrica, la cual es una consigna correcta, con la cual estamos de acuerdo, pero ¿el actual Comité Central del SME se atreverá a romper su relación y compromisos con la empresa privada para producir electricidad y someter a consideración la nacionalización de los activos de la empresa portuguesa Mota Engil?
Dichos acuerdos entre la dirección del SME, el gobierno de Peña Nieto y la empresa Mota Engil incluso ha impactado en las organizaciones de usuarios de la energía eléctrica, lo cual provocó una división en la Asociación Nacional de Usuarios de Energía Eléctrica (ANUEE) y dio origen a la Coordinadora Nacional de Usuarios en Resistencia (CONUR). Cuyos objetivos se enfocan a detener los abusos y los altos cobros de la Comisión Federal de Electricidad, pero también se oponen a la privatización del sector eléctrico y pretenden elevar a rango constitucional el acceso a la energía eléctrica como un derecho humano.
Estamos convencidos de que el Proyecto de “Modernización” impulsado por el gobierno a través de la CFE, es un disfraz que tiene por objetivo crear las condiciones para privatizar el sector eléctrico, y entregar en manos privadas nacionales o extranjeras, este bien, que es propiedad de la nación”.
La respuesta obtenida ante su oposición dentro de la ANUEE, es similar en el método que la dirección del SME ha utilizado con la disidencia a lo interno del sindicato:
“La respuesta que obtuvimos a nuestra oposición al proyecto de modernización fue la descalificación política, los golpes bajos y la calumnia en las redes sociales para satanizarnos e impedir la discusión franca y democrática, pero también lo utilizaron como un ejemplo de lo que le puede suceder a quien opina diferente.
“Este proceso ha ido evolucionando, pues ya nos hemos enterado de la expulsión de varios compañeros en un juicio sumario realizado en la plenaria de la Coordinación Nacional”
La dirección del SME tiene algo que ver con ese proyecto de “Modernización” que pretende privatizar la distribución del servicio eléctrico en los hogares, los mismos compañeros de la CONUR en un escrito, publicado en nuestra página web, lo explican:
La primera diferencia fuerte surge cuando una parte de la dirección del Sindicato Mexicano de Electricistas y de algunos coordinadores de la ANUEE, nos intentaron imponer la aceptación del «PROYECTO DE “MODERNIZACIÓN” de la Comisión Federal de Electricidad, lo cual constituía un claro desacato a los acuerdos de la 10ª Asamblea Nacional de la ANUEE. Bajo el esquema neoliberal del gobierno de Enrique Peña Nieto, ésta imposición implicaba que los comités de la ANUEE tendríamos que suspender la Huelga de pagos para que los propios trabajadores del SME a través de su empresa privada instalaran el Proyecto de Modernización privatizador en nuestros territorios, siendo que la huelga de pagos era nuestra principal forma de presión para detener el avance de la privatización del sector eléctrico, además de ser una estrategia para obligar al gobierno a abrir una mesa de negociación sobre nuestro conflicto. El permitir esto traería como clara consecuencia el renunciar a la lucha por uno de nuestros objetivos más importante: evitar la privatización del sector eléctrico.
Y vuelven insistir en un método insano, burocrático, por parte de la dirección del SME para resolver las diferencias políticas, por parte no solamente de sus integrantes, sino en este caso de los integrantes de la ANUEE y que llevó a su ruptura.
Otro aspecto importante que nos llevó a separarnos de la ANUEE es que la mayoría de los integrantes de la Coordinación Nacional de la ANUEE (que curiosamente también son de la dirección del SME) tienen una perspectiva y forma de hacer política que no ayudaron al debate respetuoso, por lo que es inútil el insistir en tratar de distorsionar la realidad para justificar dichas diferencias. Jamás permitieron un debate auténticamente democrático, utilizaron métodos represivos para intentar acallarnos, violentando la autonomía de la ANUEE.
Otro aspecto que ha cuestionado un sector de la disidencia del SME, son los salarios y algunos privilegios que los integrantes del Comité Central han obtenido a partir de la conformación de la Cooperativa, con sueldos superiores a 50 mil pesos y la participación del principal dirigente sindical en el Consejo de Administración de la empresa privada “Fénix” surgida entre la asociación de Mota Engil y el SME, que en su página afirma que la alianza surge “para hacerle frente a la nueva configuración del mercado eléctrico mexicano con la implementación de la Reforma Energética”. Es decir, que con la creación de la nueva empresa se pretende incursionar en el mercado eléctrico, aceptando las reglas de la reforma privatizadora de Peña Nieto y el gran capital.
A partir de los cuestionamientos vertidos anteriormente, un sector de trabajadores del SME fueron suspendidos, amenazados, e incluso hay indicios de amenazas físicas por plantear sus puntos de vista, también fueron excluídos burocraticamente de la Cooperativa impulsada por el sindicato y se les ha impedido ser socios. El mismo método fue aplicado durante la pasada elección sindical, en la cual la dirección amedrentó y amenazó a trabajadores para verse favorecida en el proceso interno del sindicato.
El origen de la oposición a la dirección del SME dista mismo de provenir solamente de los sectores que se liquidaron o “esquiroles que traicionaron el movimiento”, como se afirma en algunos comunicados, la oposición legítima y que se desarrolla en líneas más sanas, ha cuestionado los pactos del SME con el gobierno de Peña Nieto, los negocios entre la dirección del sindicato con la empresa trasnacional Mota Engil y los privilegios que de estos se desprenden, además de los sueldos que tienen como socios cooperativistas, muy superiores a cualquier integrante de la Cooperativa y que es miembro de base del sindicato.
Estas diferencias, se han agravado a partir de métodos insanos de debate aplicados desde la propia dirección del SME, medidas burocráticas, expulsiones, amenazas, hacia todo tipo de disidencia, diferencias, preguntas o cuestionamientos.
Otro ejemplo de la forma en cómo se ha actuado para dirimir diferencias lo encontramos en la pasada elección sindical, donde integrantes de la planilla de oposición fueron golpeados cerca de las instalaciones sindicales y donde la dirección practicó toca clase de triquiñuelas para evitar un proceso democrático interno.
Hacemos un llamado a las organizaciones sindicales y políticas para reflexionar sobre lo que sucede internamente en el SME. Por su puesto que nuestra solidaridad debe estar presente con los miles de electricistas que se mantienen luchando por recuperar sus empleos, aspiramos a preservar a uno de los sindicatos más antiguos y combativos del país, rechazamos cualquier medida de violencia para dirimir diferencias, empezando por la dirección del sindicato.
Debemos ser conscientes que la actual dirección al destruir la vida democrática interna pone en riesgo al proyecto del Sindicato Mexicano de Electricistas como una alternativa del movimiento sindical democrático y como agrupación sindical misma.
La solidaridad con los trabajadores que buscan reestablecer una vida interna democrática dentro del SME, como primer paso para continuar la lucha contra la privatización de la energía eléctrica, la nacionalización de la industria eléctrica, y la recuperación del empleo también debe estar presentes en nuestro actuar.
La reforma laboral aprobada por el gobierno de la IV República en abril pasado representa un ejemplo de las contradicciones de un gobierno reformista que manifiesta buenas intenciones pero termina actuando, intentando quedar bien con dios y con el diablo, en contra de sus propias declaraciones. Al propio tiempo, las bonitas palabras han desatado una efervescencia sindical muy interesante y tal vez sin precedentes desde la insurgencia sindical de los años setenta.
Un ejemplo de la nueva coyuntura es la lucha de la CNTE. El gobierno de AMLO podrá estar lleno de contradicciones insolubles y terribles decisiones- mismas que no hay que dejar de criticar y señalar desde un punto de vista de clase-, pero ningún sectario puede ocultar que ni con el PRI, PAN o PRD se podría haber aprobado una ley reglamentaria de educación que diera pase directo a los normalistas, ni que otorgara la intervención sindical en la asignación de plazas; parte de la lucha justa e histórica de la CNTE. Sin duda un triunfo de la organización de los maestros democráticos.
Más contradicciones entre las medias tintas del reformismo y el ánimo de lucha de los trabajadores las encontramos en la reforma laboral. Por una parte –según el análisis de abogados de izquierda como Manuel Fuentes– se supone que la reforma (en su artículo 358) tuvo la intención de asegurar la libertad y la democracia sindicales al promover el voto libre, directo y secreto de los trabajadores, además de prohibir la creación de sindicatos de protección o blancos. Pero al mismo tiempo (artículo 371 bis) la verificación gubernamental de esas votaciones es voluntaria -por lo que una dirección charra puede simplemente no acceder a ella- y la autoridad sólo está obligada a verificar dichas votaciones cuando “haya duda razonable”, con lo que deja en letra muerta dicha obligación. Con respecto a la existencia de sindicatos blancos pone una serie de obstáculos administrativos (artículo 390 bis) como el contar con al menos el 30% de la plantilla laboral para crear sindicatos democráticos que desplacen a los sindicatos patronales que imperan actualmente.
Además de ello, se dificulta el estallido de huelgas al obligar al sindicato emplazante a contar con un acuerdo previo del patrón (artículo 390), mismo que puede no darse por voluntad de este último y contar, para estallar la huelga, con más del 50% de votos favorables de todos los trabajadores afiliados. Se permite el outsourcing, esa forma moderna d esclavitud y precarización extrema, elimina la sanción al patrón en caso de falta de aviso de despido; en caso de demanda al patrón pone la carga de la prueba en el trabajador, lo que sitúa en desventaja a éste frente a un patrón que bien puede retener documentos de prueba, entre otros muchos puntos señalados por Manuel Fuentes y otros abogados como Juan de Dios Hernández Monge. Esos puntos regresivos representan los intereses de la burguesía y no de los trabajadores para quienes supuestamente se legisló.
Pero los trabajadores no suelen leer la letra pequeña de las leyes. La declaración de intenciones del gobierno ha bastado para abrir las compuertas de un movimiento sindical inusitado. Así sucedió, por ejemplo, con el decreto de aumento salarial del 16% y en teoría del 100% en la frontera desató una histórica lucha sindical en Matamoros y en otras regiones del país. Y si bien es cierto que ese aumento sólo se dio donde los trabajadores lo arrancaron mediante huelgas y paros, en la mayoría de los otros casos los empresarios simplemente no subieron el salario o lo compensaron con despidos. En realidad bajo el capitalismo el dinero y las empresas pertenecen al patrón y nadie -salvo la movilización de los trabajadores- les puede obligar a no hacer con su capital lo que les plazca.
Algo similar está sucediendo con la promesa de democracia sindical, no importa tanto que en la letra pequeña de la ley se dificulte la formación de nuevos sindicatos, en la vía de los hechos nuevos sindicatos están surgiendo y varios de ellos están obteniendo su toma de nota. Recientemente se ha conformado el sindicato del Conalep (Sinadoco) o el Petromex de Pemex; después de 30 años de lucha los trabajadores democráticos del Instituto Mora lograron, el 11 de junio pasado, el registro de su sindicato quienes al propio tiempo que han sido animados por la coyuntura luchan contra el recorte presupuestal a ciencia y tecnología; en la UNAM el Sitaunam -sindicato democrático de profesores- obtuvo su toma de nota en junio pasado; en la INHA también está surgiendo sindicatos opositores a los charros, en el Seguro Social está el caso del Sindicato Nacional Democrático de Trabajadores del Seguro Social (SNDTSS); en Puebla, el histórico SUNTUAP, que había recibido charrazos, está hoy dando la lucha por ganar nuevamente la titularidad y mayoría de los trabajadores y administrativos de la Universidad Autónoma de Puebla o el sindicato que pretende crear la abogada Susana Prieto con los trabajadores del norte del país, etcétera. Lo anterior muestra que más importante que la letra pequeña de la ley es el ánimo de lucha de los trabajadores que ha sido catapultado, sin duda, por el triunfo electoral del 2018. Dentro de los sindicatos existentes también se está desarrollando un proceso de lucha contra las viejas direcciones burocráticas.
En medio de estas contradicciones desconcertantes los trabajadores debemos encontrar nuestro propio camino, con independencia política del gobierno y con una política de clase propia. De la misma forma que en la revolución de 1910 el pueblo encontró su camino al margen de las vacilaciones de Madero, la clase obrera mexicana está obligada a maniobrar en la turbulencia política de la 4ª Transformación para organizarnos, crear un frente único de trabajadores y luchar por un verdadero cambio que sólo vendrá erradicando el capitalismo de raíz. Estamos en una etapa muy interesante de la lucha sindical.
Publicamos a continuación un artículo escrito por una trabajadora de las tiendas OXXO, donde se denuncia las condiciones laborales en la que se laboran en estas tiendas de grupo FEMSA. Te invitamos a enviar tus artículos a contacto@marxismo.mx
Las tiendas de conveniencia OXXO se multiplican por la urbe a un ritmo escalofriante, y lo seguirán haciendo, ya que como mencionan en los cursos de inicio, uno de los objetivos de los dueños de estos negocios (Grupo Femsa, distribuidor de Coca Cola) es sustituir el 100 por ciento de las misceláneas de la zona urbana, aniquilando así las tiendas familiares.
No es un secreto que gran parte de este éxito responde a la amañada política laboral con la que emplea a sus trabajadores bajo el sistema outsoursing, que lo blinda de cualquier objeción o denuncia por parte de los empleados.
En OXXO hay dos maneras de ser contratado: están los empleados directos, los que son contratados por FEMSA y que cuentan con todas las prestaciones de ley y los empleados comisionistas, contratados bajo el sistema outsoursing y que representa el mayor porcentaje de los empleados de las tiendas OXXO.
En el caso de las tiendas OXXO que son administradas por comisionistas, el líder tiene la obligación de darse de alta ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público como persona moral y poder ejercer la figura de patrón ante los empleados que laborarán en su tienda, de esta manera cualquier objeción o conflicto laboral es responsabilidad del líder, aun cuando todo el sistema administrativo de la tienda sea impuesto y vigilado por OXXO. Por lo tanto, es una práctica muy generalizada entre los líderes que, con tal de cumplir con los protocolos que el sistema exige, se pase por encima de los derechos laborales de los empleados hasta el límite del abuso y por supuesto, la más vil explotación.
Aunque el horario de trabajo se encuentra estipulado de ocho horas, la mayoría de los empleados trabaja hasta 10 horas diarias puesto que “el empleado no se puede ir si no termina sus responsabilidades”.
Es frecuente que por los bajos sueldos ($930 semanales), el precario sistema de prestaciones y por los abusos, las tiendas no tengan personal suficiente y la carga laboral sea doble para los que se encuentran trabajando en la tienda y por lo mismo tengan que cubrir horas extras, que en la mayoría de las ocasiones no son remuneradas económicamente. En este punto cabe aclarar que hay una lista de tareas y serie de actividades del empleado en turno y cada una de ellas tiene un tiempo límite para que se lleve a cabo esa lista, en la que no se tiene contemplado un horario de comida. Si el empleado no reclama puede pasar ocho horas consecutivas trabajando sin ingerir alimentos, siendo está práctica más frecuente de lo que parece y hasta ahora a nadie parece importarle este hecho.
El empleado comisionista, no cuenta con un recibo de pago, no cuenta con un contrato, sin embargo, en muchas ocasiones se le hace responsable (mediante firmas de pagarés) de faltantes de mercancía en la tienda y se le hace pagar, descontándoles de su salario y/o no pagándole su tiempo extra. No se les respeta el día de descanso y si no aceptan “apoyar” al líder accediendo trabajar tiempo extra o en sus días de descanso, con mucha facilidad son despedidos.
En las tiendas OXXO se realizan corresponsalías bancarias, desde las seis de la mañana hasta las 10 de la noche, sin ningún tipo de seguridad o vigilancia, los cajeros de OXXO sin ser conscientes de ello operan como cajeros de instituciones bancarias, sin sistemas de seguridad poniendo en riesgo su vida. Están documentados los casos de cajeros de OXXO asesinados a manos de asaltantes en distintos puntos del país, por ejemplo, en mayo pasado en Uruapan, Michoacán, dos delincuentes le dispararon a un joven para robar cerveza y el dinero de la caja, causándole la muerte sin haber habido ningún detenido.
Al empleado se le exige rolar turnos y doblar turnos, sin importar sus responsabilidades en casa y su familia, en ocasiones los empleados salen a las 10 de la noche y al día siguiente se debe presentar a las 6 de la mañana, generando así en el empleado, enfermedades de sueño, falta de concentración y altos niveles de estrés, consumiendo poco a poco la vida de los trabajadores.
Estas son las condiciones bajo las cuales trabaja la mayoría de los empleados comisionistas de OXXO, sin que ningún gerente o asesor tome cartas en el asunto, y tal vez no se pueda esperar más de una organización que se ha enriquecido al ir acaparando a los pequeños negocios a lo largo y ancho del país, operando bajo las reglas del capitalismo más voraz.
Tras la revolución, cuando el Estado mexicano nacionalizó algunos sectores claves de la economía, fue que se consiguió un desarrollo significativo en el país que llevó a un crecimiento de la clase obrera, dejando México de ser un país fundamentalmente agrario. Eso coincidió con condiciones externas favorables, primero bajo la guerra mundial y luego con el boom internacional que favorecieron a la economía mexicana. Sin embargo, el régimen burgués que se fue consolidando tras la revolución estableció un férreo mecanismo de control obrero basándose en un discurso de conciliación de clase y el establecimiento de organizaciones sindicales corporativas ligadas al Estado, que cumplían el fin de controlar al movimiento obrero con represión y a cambio de algunas pequeñas concesiones. En todo ese periodo vimos a la clase obrera luchando por auténtica democracia (consolidando y manteniendo sindicatos combativos y democráticos en oposición a los charros), por mejorar sus niveles de vida y por cambiar de raíz la sociedad. Durante las década del 40 hasta los años 70 el desarrollo económico fue acompañado de luchas obreras que permitieron mejoras en los niveles de vida de los trabajadores.
El modelo económico keynesiano se agotó y la economía mexicana se estancó. Eso fue una expresión de la entrada del capitalismo a una era de decadencia donde dejó, desde entonces, de bridar concesiones a las masas trabajadoras como en el pasado. Esa tendencia continúa a nivel internacional, ya sea con partidos de derecha o de izquierda con muy diversos matices, que en el mejor de los casos, logran dar concesiones temporales que al final no logran mantener y tarde o temprano se recurren a ataques
Bajo el neoliberalismo, paulatinamente se fueron arrebatando las conquistas obtenidas en el periodo pasado (iniciando con la privatización de la mayoría de las industrias estatales). Un sector de la burguesía nacional creció abruptamente arropada por el Estado que les dio a precio de regalo industrias estatales, los rescató económicamente destinando millonarios recursos públicos, les consiguió préstamos del imperialismo que luego trasladaron a deuda pública y les ha perdonado el pago de impuestos. La burguesía nacional ha sido un parasito que se alimenta del estado y la explotación obrera. Todo este proceso, a su vez, fue representando una mayor ligazón y con eso subordinación a la economía imperialista norteamericana. En ese tiempo vimos también la ruina del campo, el deterioro de los niveles de vida de la clase obrera y el aumento del desempleo, subempleo, pobreza, migración y violencia.
Llevamos 4 décadas de deterioro constante de los niveles de vida de la clase obrera. De reformas pasamos a contrarreformas. El propio régimen fue minando las bases de su estabilidad, los propios sindicatos corporativos fueron golpeados y debilitados.
Durante el panismo se fomentó una modalidad de control mayor que fue el desarrollo del sindicalismo blanco, existente sólo en el papel pero no en la realidad, que impedía que cuando los trabajadores de un sector quisieran organizarse se hiciera.
Ante la reacción de los trabajadores frente a los ataques el Estado a su vez se fue perfeccionando, estableciendo leyes para combatir la lucha social y las huelgas, sofisticando los cuerpos represivos del estado y lanzando una ofensiva cada vez mayor. Eso se puede constatar con la represión a las huelgas minero-metalúrgicas, con el golpe al SME en 2009 o la lucha magisterial, que durante el sexenio de Peña Nieto maestros fueron golpeados, encarcelados y hasta asesinados durante las protestas.
Durante la última presidencia priista las huelgas fueron en la práctica prohibidas, por eso lanzaron datos alegres que querían mostrar como señal de estabilidad. Eso no evitó enormes luchas siendo la más destacada la de los trabajadores de la educación que desde el 2013, hasta terminar el sexenio, no dejaron de luchar. Ante la enorme presión en los centros laborales y el freno objetivo de la mayoría delos líderes sindicales y las estructuras burocráticas de las organizaciones obreras, la lucha se expresó en gran medida fuera de los sindicatos, también sacando a nuevas generaciones a la acción. El país se sacudió con Ayotzinapa, presenciamos la huelga politécnica (la más grande desde 1968), la lucha en contra del gasolinazo, la masiva organización popular en solidaridad con las víctimas del terremoto, etc. Frente a cualquier problemática el movimiento se desbordaba.
El Estado no solo se tenía que basar en un control férreo para impedir las luchas, cuando estas inevitablemente surgían tenía que recurrir a una represión mayor que no era más que el reflejo de que el consenso social hacia el régimen estaba agotado. Sin embargo, el Estado no tenía la fuerza de aplastar represivamente al movimiento obrero y juvenil. El ejemplo más significativo fue el intento de aplastar la lucha magisterial en 2016, encarcelando a dirigentes, reprimiendo las protestas y realizando una masacre en Nochixtlán. El látigo de la represión solo alentó al movimiento de masas y se respondió con una marcha de medio millón de personas que hizo retroceder al Estado.
Peña Nieto fue el presidente más impopular desde el usurpador Victoriano Huerta. El conjunto de las instituciones del régimen y su Estado se desacreditaron. La gente no creía no solo en el presidente, sino tampoco en el poder judicial, en el parlamento, en los partidos políticos, en los cuerpos armados del estado, etc. Sin un escape ante toda esta presión, el movimiento se encaminaba a una salida revolucionaria. El punto de escape fueron las elecciones del 1º de julio de 2018. No hubo fuerza que evitara que las masas barrieran con los partidos del viejo régimen y se materializara el triunfo de AMLO. Esas elecciones no fueron más que la continuación de la lucha de las masas. AMLO podría apoyarse en las masas e impulsar un cambio radical pero por el contrario ha decidido regenerar al Estado.
La burguesía necesita un gobierno fuerte y firme que aplique su programa radical de ataques, pero al hacerlo ha polarizado a la sociedad y se ha desacreditado frente a las masas a sus instituciones y partidos. Ahora se tiene como resultado a un gobierno que plantea cambios y reformas, que en realidad está reestructurando el Estado burgués, no plantea un rompimiento con el capitalismo y hace concesiones a la clase empresarial, pero que plantea una mejor redistribución del ingreso y ha hecho algunas pequeñas concesiones a los trabajadores como eliminar el examen punitivo de la reforma educativa y aumentar el salario un poco más arriba que la inflación. Después de décadas de ataques los trabajadores miran con ilusión y esperanza al nuevo gobierno. Tendrán paciencia y pueden esperar un poco porque piensan que los cambios no se darán de un día a otro. Por su parte, la mayoría de la burguesía mira con desconfianza al actual gobierno y no le gustan sus reformas. De tal forma que las boicotea.
AMLO ha declarado que aspira a restablecer un Estado de bienestar, que la riqueza se distribuya más equitativamente. El problema es la naturaleza de la época, donde el sistema ha agotado su potencial progresista y no puede subsistir más que atacando a las masas trabajadoras. Incluso en la economía más grande del mundo, la estadounidense, tiene un pobre crecimiento y las masas no están mejorando sus niveles de vida. El imperialismo busca exportar la crisis a otros países, sus medidas proteccionistas hacia México se podrían endurecer con resultados catastróficos. El gran capital tiene como programa sacar el mayor beneficio exprimiendo lo más posible a la clase trabajadora.
Es posible que AMLO tenga buenas intenciones y espere fomentar la inversión empresarial y que con ello los trabajadores mejoremos nuestros niveles de vida, pero los capitalistas lo que quieren es trabajadores baratos y mal pagados. El tiempo del Estado de bienestar es historia, y no sólo en México. Se necesita una economía estable en crecimiento que no se sustente en la sobreexplotación y para conseguirlo se necesita más que suerte. La mejor forma de distribuir equitativamente la riqueza es eliminando la alta concentración de capital que se encuentra en pocas manos poniéndola en manos del conjunto de la sociedad. El ejemplo de Cárdenas, que nacionalizó el petróleo, habrá que seguirlo pero abarcando al conjunto de las palancas centrales de la economía y administrándolas bajo control obrero, con el objetivo no de desarrollar el capitalismo sino de crear una economía al servicio de los que generamos la riqueza. Se necesita un programa auténticamente socialista.
Este gobierno llegó a la presidencia por un apoyo masivo de la clase obrera. Al verse con fuerza y confianza y al reducirse la presión contra los trabajadores las contradicciones acumuladas han encontrado los primeros puntos de escape. El primer gran episodio lo vimos con la oleada huelguística en Matamoros, que abarcó a miles de trabajadores. Otro episodio que ha sido un terremoto, es el cambio de la dirección en el sindicato petrolero, siendo destituido Carlos Romero Deschamps. En ambos casos vemos como el actuar colectivo ha permitido romper las estructuras burocráticas que hace poco parecían impenetrables. Veremos más acontecimientos de este tipo. Claro que estos pasos al frente no son suficientes, se requiere organización democrática bajo una política y un programa en defensa firme de los interese inmediatos y generales de nuestra clase, requerimos de cuadros obreros capaces de canalizar y orientar la lucha.
Algo queda claro, hoy tenemos mejores condiciones que ayer para luchar. Una segunda lección es que nadie nos regalará nada. En el caso de Matamoros, las conquistas económicas conseguidas no tienen precedentes en el periodo reciente, fueron producto de la actuar decisivo de los obreros unidos en la lucha. En el SITUAM, el conflicto se prolongó por tres meses y había una clara intención de la patronal de derrotar la huelga. No porque exista un nuevo gobierno las luchas están ganadas de ante mano ni serán fáciles, sobre todo porque el contexto material general no ha cambiado ni los planes de la clase dominante.
Las recientes reformas laborales han abierto la puerta a la libre sindicalización, pudiendo tener en un centro de trabajo más de 3 sindicatos. Esta medida puede ser una herramienta a usar en la lucha por la democracia sindical, aunque no se descarta la lucha por el rescate de los viejos sindicatos. Existe con esto una tendencia a la dispersión de la clase obrera, mientras que lo que debemos luchar es por la mayor unidad en defensa de nuestros intereses.
Sería un error garrafal esperar a que el gobierno de AMLO solucione nuestros problemas, eso solo lo conseguiremos con la lucha. El actual gobierno está presionado por distintas fuerzas, en ese sentido puede ceder ante las presiones de la oligarquía y el imperialismo pero también podemos hacerlo girar a la izquierda y obtener concesiones, pero solo organizados. Aquellos que quieran seguir un esquema prestablecido actuando frente a AMLO como con los viejos gobiernos pueden correr el riesgo del aislamiento frente a miles de trabajadores que le apoyan y confían en él. Como clase no debemos renunciar a nuestro programa, debemos defenderlo explicando su justeza al pueblo trabajador, mientas que se presiona a las instancias gubernamentales pero se actúa con firmeza en la lucha.
La contradicción central del gobierno de AMLO es que quiere dar reformas bajo un capitalismo decadente, al borde de la crisis, incapaz de dar concesiones serias. Su programa se está poniendo a prueba, en medio de su gobierno las clases en pugna no han abandonado sus intereses. Aunque habrá paciencia los trabajadores exigirán que sus demandas sean satisfechas, mientras la clase empresarial continuará con su paciente boicot al gobierno de AMLO. Este tiempo de aparente paz y reconciliación social solo es la antesala de futuras convulsiones. Lo más importante del proceso es que educará a millones de trabajadores y traerá grandes lecciones. Estamos convencidos que este sistema es irreformable y necesitamos acabar con él, en las actuales batallas debemos seguir defendiendo nuestro programa, avanzando en la construcción de sindicatos democráticos y combativos, en una perspectiva de fortalecer las fuerzas de la clase obrera en pos de la revolución socialista, que es la única forma en que la IV transformación puede triunfar.
El presente resolutivo fue aprobado el pasado 28 de Agosto de 2019 en una asamblea del Bloque de Delegaciones Democráticas del IPN, Sección 11, SNTE – CNTE, realizada en la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía del Instituto Politécnico Nacional, a la cual acudieron representaciones de 25 escuelas y centros de trabajo.
Al Personal de Apoyo y Asistencia a la Educación del IPN
A la comunidad del Instituto Politécnico Nacional
Los avances en la Comisión Organizadora del Congreso Nacional Politécnico (CoCNP) y la posibilidad del Congreso mismo han abierto un debate entre las diversas expresiones organizadas de la comunidad del Instituto Politécnico Nacional, la discusión con argumentos sólidos, propuestas, sobre el futuro de nuestra institución es positiva, se debería alentar y promover.
Como expresión sindical el Personal de Apoyo y Asistencia a la Educación tenemos como deber dar a conocer nuestro punto de vista, manifestar a los trabajadores y a la comunidad en general, lo que acontece en el IPN; consideramos que es urgente y necesario, ya que algunos se han arrogado el derecho de hablar a nombre de nosotros, a distorsionar nuestros puntos de vista y opiniones.
Siempre hemos intentado que nuestra práctica política-sindical se rija bajo los principios del Movimiento Democrático de los Trabajadores de la Educación, que ha trazado como sus ejes estratégicos: la democratización del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), la democratización de la educación y la democratización del país, enriqueciéndolos con nuestras propias ideas y experiencias propias en el IPN.
¿Cómo interpretamos estos tres ejes?
Pugnamos por ponerle fin a las prácticas de algunos dirigentes sindicales, que conciben a la organización de los trabajadores, al sindicato, como una herramienta para obtener beneficios y prebendas personales, que lo consideran patrimonio personal y toman decisiones unilaterales sin consultar a la base trabajadora. Es decir pugnamos por terminar con las prácticas entreguistas del denominado charrismo sindical.
Sabemos que no todos los trabajadores del IPN afiliados SNTE son charros, pero debemos reconocer que existen estas lamentables prácticas entre un sector de los dirigentes sindicales a las que debemos poner fin.
Aspiramos a un sindicato democrático, combativo, que consulte a los trabajadores y que atienda a los intereses de sus agremiados, que sea una herramienta de la defensa, organización, concientización y lucha de los derechos, aspiraciones e intereses colectivos de los trabajadores. Sabemos que la vía que tenemos trabajadores para transformar nuestras condiciones económicas, nuestras condiciones de vida y la realidad en que vivimos es la organización colectiva consciente y combativa. Buscamos un sindicalismo clasista y combativo.
La democratización de la educación la concebimos como la consulta y la participación activa de todos los actores, incluyendo al Personal de Apoyo y Asistencia a la Educación, para la toma de decisiones trascendentales en las instituciones educativas; la ampliación de la cobertura educativa para el pueblo, los trabajadores y nuestros hijos, la defensa de la educación gratuita manteniendo una visión científica, crítica e integral. Por ejemplo, es inconcebible la actual estructura vertical y autoritaria en la administración del IPN, donde el presidente en turno nombra al Director General, el Director General a los Directores de las escuelas y las autoridades de las Unidades Académicas y Administrativas, sin consultar en lo más mínimo a la comunidad politécnica.
Todos estos elementos no los podemos entender sin la democratización del país. Nuestra lucha por la transformación sindical, de la educación pública no puede estar al margen de la transformación de la actual sociedad, una sociedad verdaderamente democrática no puede estar supeditada a las decisiones e intereses de una minoría rapaz, dueños de los monopolios, los bancos y las grandes empresas, que concentran en sus manos las decisiones económicas y políticas del país y controlan el destino de millones de personas, supeditados a los intereses trasnacionales y del imperialismo norteamericano.
El actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha decretado el fin del llamado modelo neoliberal, eso debe representar el fin de las privatizaciones, el fin de la entrega de los recursos naturales a las grandes empresas extranjeras y el fin de la política anti-laboral y anti-social agresiva, con la que nos arrebataron nuestros derechos sociales, laborales y que pulverizó nuestros salarios en los últimos años. Para que eso se cristalice debemos fortalecer la organización abajo, incluyendo la organización sindical democrática, de ahí la urgencia de la democratización del SNTE.
En este contexto se desarrollan los trabajos de la CoCNP, donde nosotros como expresión tenemos algunos representantes, no abandonamos nuestra visión, objetivos y nuestra lucha. Y cabe aclarar que no sometemos nuestro actuar y nuestras demandas a la realización del Congreso Nacional Politécnico (CNP) y los trabajos de la CoCNP, nuestra lucha se da dentro y fuera de esa instancia.
A partir de nuestros representantes en la Comisión esperamos explicar a los trabajadores y la comunidad del IPN las demandas y aspiraciones del Personal de Apoyo y Asistencia a la Educación aglutinados en el Bloque de Delegaciones Democráticas, Sección 11, SNTE – CNTE, que a continuación presentamos y aclaramos:
¿Qué no defiende e impulsa el BDD?
1.- No promovemos la autonomía del IPN. Algunos sectores confundidos o mal intencionados pretenden adjudicarnos esa iniciativa a nuestra agrupación, deseamos aclarar nuestra posición, nosotros en este proceso no somos promotores de la autonomía pero a su vez rechazamos la visión de esos mismos sectores que desean y aspiran a que nada cambie en el Instituto Politécnico Nacional, pensamos que quedan muchas cosas por cambiar en beneficio de los trabajadores y la comunidad en general.
2.- Manifestamos nuestras dudas con el modelo de Educación 4.0, el cual consideramos que es similar Modelo Educativo por Competencias, que pretender tecnificar la educación para ponerla al servicio de los monopolios y arrebatarle su contenido científico, crítico y social. El movimiento estudiantil de 2014, al que apoyamos, se manifestó en contra de estos Modelos Educativos y Planes y Programas de Estudio emanados del mismo.
3.- Manifestamos nuestro repudio a las campañas de odio, desinformación, mentiras y calumnias por la que algunos sectores han optado, pugnamos por un intercambio respetuoso de ideas y proyectos a lo interno del Instituto Politécnico Nacional.
¿Qué defendemos?
1.- La reivindicación del papel que juega del Personal de Apoyo y Asistencia a la Educación a lo interno del Instituto Politécnico Nacional.
2.- La recuperación de nuestra materia de trabajo, entregadas a empresas privadas y a la Policía Bancaria e Industrial. Actualmente el IPN cuenta con menos de 10,000 trabajadores de base en el Politécnico, pero existen 4,000 trabajadores contratados por el régimen de honorarios y otros tantos por empresas privadas. Todos estos trabajadores deben ser basificados y otorgarles todos los derechos y prestaciones, se debe poner fin al outsorcing y a la subcontratación.
3.- La defensa irrestricta de nuestras conquistas y derechos laborales. De ninguna manera permitiremos que se vulneren los derechos adquiridos durante estos años.
4.-La democratización del IPN, la elección democrática de las autoridades por parte de la comunidad politécnica.
5.- La reivindicación del proyecto histórico que le dio origen al Instituto Politécnico Nacional, como la institución rectora de la educación científica y tecnológica del país que le abrió las puertas a los hijos de los trabajadores del campo y la ciudad.
Hacemos un llamado al Personal de Apoyo y Asistencia a la Educación a organizarnos para discutir un proyecto en beneficio de nuestras aspiraciones, para fortalecer nuestros derechos laborales. A su vez hacemos un llamado a los docentes y estudiantes conscientes para que sumemos esfuerzos con base a un programa de defensa de la educación pública, de reivindicaciones sindicales y estudiantiles democráticas y la defensa de derechos laborales. La transformación del IPN necesita la unidad de los sectores conscientes de la comunidad para lograrlo.
Recientemente en el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) se llevó a cabo un proceso electoral para renovar a 13 de sus 26 miembros de la dirección sindical. En la contienda electoral del mes de junio participaron 2 planillas: la planilla encabezada por Fernando Muñoz Ponce (miembro de la dirección que se llevó una liquidación de más de 7 millones de pesos); “Once de Octubre” y la planilla que encabezó el compañero Alfredo Arenas Pluma; “Para todos, todo”.
Desde el 2009, año del decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro (LyFC), no se había presentado una disputa electoral donde contendieran dos planillas. A 10 años de dicho suceso, por primera vez, existió una opción diferente a la que representa Martin Esparza. Si bien, ya había expresiones de descontento a la actual dirección, es en 2019, en un contexto electoral, cuando se articula una opción democrática para disputar las carteras a la dirección del SME, y con ello se desafió el poder charril que representa Martin Esparza.
Los trabajadores democráticos han tenido que organizarse para enfrentar el poder acumulado de Martin Esparza en más de 14 años, que engendró estructuras cuasi-mafiosas en el sindicato. La contienda electoral se inscribe en un contexto general -aparentemente democrático- donde el primero de mayo –día de los trabajadores- se promulgó en el diario oficial de la federación; nuevas reglas para el mundo sindical mexicano. Con la reforma a la ley federal del trabajo se le intentó dar un énfasis mayor a la participación de los trabajadores en sus organizaciones sindicales para garantizar la libertad sindical, la autonomía de los sindicatos y la democratización de sus procesos.
La planilla “para todos, todo” – impulsada por esa ola de luchas reivindicativas del nuevo contexto- ha dado una lucha democrática para redirigir las batallas de los electricistas, que actualmente tiene a la mayoría en el desempleo. Pero aunado de eso, se planteó la posibilidad de reabrir –el tema siempre abierto- de la cuestión del sector eléctrico del país, es decir, hablar de nuevo sobre la privatización de la electricidad, espacio donde actualmente participa el SME, junto con una transnacional portuguesa, –Mota Engil- a través de su subsidiaria: Fénix. Pero, sobre todo, la planilla “Para todos, todo”, se plantea la idea de recuperar la vida democrática del sindicato, que actualmente se encuentra secuestrada por una cúpula burocrática.
La batalla política a lo interno del SME –esa que resulta a veces incomprensible por su complejidad- no se redujo a la pelea electoral, sino a la colocación de posturas políticas divergentes. Lo que se está disputando en SME son esencialmente tres aspectos:
1.- Buscar salidas de trabajo para resolver el problema del desempleo de miles de trabajadores que actualmente sólo está resuelta para una exigua minoría y que ha privilegiado a una casta sindical. En la paradoja de las cosas, el SME se ha convertido –hasta el momento- en un sindicato que representa a desempleados.
2.- Hay un fuerte debate sobre la postura que asumió la actual dirección en relación con la privatización del sector eléctrico. En la vía de los hechos, colaboró, con su ignominiosa “alianza” con la transnacional portuguesa, Mota Engil, al desmantelamiento del sector eléctrico estatizado. Ahora es un nuevo competidor en el lucroso mundo de la generación de electricidad. Lo cual supone una traición a los principios de una organización que se identifica con el sector eléctrico nacionalizado.
3.- El primer y segundo aspecto produjo que la organización sufriera graves modificaciones en su dinámica democrática. Haciendo que una casta sindical se haya beneficiado de la gestión del poco trabajo que es capaz de conseguir a través de sus “alternativas”, y por otro lado lucrando con la gestión de la necesidad de los electricistas.
Aunque parezca increíble, se puede lucrar con la esperanza.
Pero el deterioro de su vida democrática tiene que ver con el pérfido pacto que se estableció con la transnacional portuguesa Mota Engil, que pide garantías a su negocio en el sector eléctrico, y que sólo puede ser garantizado por una dura y corrupta dirección sindical. El SME al compartir intereses con una empresa privada rompió con su autonomía, no frente al gobierno, que, por cierto, les incomoda para sus planes, sino en relación al capital transnacional. Es Mota Engil el que manda, el que dirige y el que condiciona la vida interna del SME. La dirección del SME se encuentra del otro lado del atlántico. Martin Esparza dejó hace mucho tiempo de representar los intereses de los trabajadores, para ahora representar los intereses del capital portugués. Podemos decir sin temor a equivocarnos, que estas elecciones no fueron entre dos planillas de trabajadores; sino fue la planilla pro-patronal de Mota Engil representada por la corriente “Once de Octubre” versus la expresión democrática de los trabajadores representada en el grupo sindical “Para todos, todo”.
Una elección fraudulenta
El negocio de generación de electricidad representó para la burocracia del SME (quien posee el 49% de las acciones de FÉNIX) en el 2019; la cantidad de 406 millones de pesos en utilidades, según el informe de la dirección sindical.
¿Cuántos millones se llevó Mota Engil con el 51% de las acciones de FÉNIX?
Cabe señalar, que la infraestructura utilizada para generar electricidad de, “Generadora Fénix”, era de Luz y Fuerza del Centro y la mano de obra corresponde a ex-trabajadores electricistas. Fue un acuerdo político con Peña Nieto que favoreció a Mota Engil. Los electricistas, con su fuerza de trabajo, construyeron toda la infraestructura eléctrica, y parte de ella correspondía a sus pasivos laborales (80 mil millones de pesos) cuyo monto fue negociado por la dirección del SME para compartirlos con la empresa portuguesa. Se tiene que decir, que Mota Engil se beneficia de la explotación de los trabajadores, en complicidad con la dirección sindical.
¿Qué representaría un cambio de dirección en el SME?
Mota Engil y la dirección del SME no se pueden permitir que se modifique la estructura orgánica del sindicato. La trasnacional portuguesa tiene como principal socio, y como garantía política; a Martin Esparza Flores. Lamentablemente para ellos, hay que lidiar con los requisitos estatutarios de convocar a elecciones para renovar la dirección sindical. Si por ellos fuera no existirían elecciones. Sin embargo, la ley los obliga a tener mecanismos de participación de los trabajadores.
¿Pero qué hace un charro para enfrentar un requisito formal?
El proceso electoral en el SME estuvo lleno de irregularidades, se convirtió en una simulación que tiene como intención engañar a los trabajadores, a las organizaciones sociales, pero, sobre todo; intentar engañar a la autoridad federal para que se les otorgue el reconocimiento legal.
En las elecciones en el SME pudimos presenciar: la falta de padrón electoral, el negar que compañeros de la planilla de oposición estuvieran de escrutadores en diversas divisiones, hubo compra del voto, existió hostigamiento permanente, se pudo observar agresiones físicas a compañeras disidentes, entre muchas anomalías más.
Todas estas evidencias se encuentran mostradas en el documental de los compañeros del Animal Dañero titulado: “Mega fraude 2019: la odisea de poder votar en el SME”.
Cuando un charro necesita cumplir con un requisito formal, lo que hace es simular. En el sindicato mexicano de electricista hubo una gran simulación electoral. Cumplen con diversos requisitos, pero en el fondo, construyen diversos mecanismos para torcer la voluntad de los trabajadores.
La democracia no se puede reducir a un hecho procedimental, debe contener elementos que le otorguen legitimidad. Y en el SME se utilizaron mecanismos “invisibles”, es decir, no formales, para cometer un fraude. De la mampara hacia la urna, parecía todo correcto, sin embargo, de la mampara hacia afuera, todo fue un desaseo.
Ningún charro, por lo que está en juego, se va someter a las reglas de la democracia, y mucho menos una empresa transnacional va dejar en manos de los trabajadores la decisión sobre sus negocios. En este caso estamos hablando de miles de millones de pesos, como hemos podido comprobar.
Luchar contra las mafias sindicales es una actividad de alto riesgo para los activistas sindicales, se requiere mucho valor, confianza, voluntad y principios.
De 30 pasamos a miles: volveremos
Analizar un fraude electoral a través de sus números es inadecuado, el fraude altera la realidad, es imposible saber cuál fue el sentido de la mayoría. La dirección del SME sabe que sus resultados no fueron reales, y saben que se sostienen sobre una mentira que ellos mismos construyeron. Cabe la posibilidad de que sean víctimas de su propia ilusión. Lo que no nos podemos permitir la base trabajadora es caer presa de los números espurios. Los charros del SME maximizan sus votos, e intenta minimizar la fuerza de la disidencia. Pero no pudieron ocultar su debacle, así como tampoco pueden ocultar la fuerza en ascenso de la disidencia democrática del SME.
Una de las expresiones más visibles de descontento durante años a lo interno de la resistencia, son los compañeros del Animal Dañero, que con su primer documental el 24 de noviembre 2013: “ SME: 4 años resistiendo. Ya es hora de romper el silencio” dieron una visión distinta a la corrupta dirección del SME. Ha sido muy duro alzar la voz en el SME, pero alzarla bastante pronto, es mucho más complicado. En esos momentos una decena de compañeros pusieron su nombre, su cara, su reputación para denunciar los desvíos de la actual dirección. Atreverse a levantar la voz les ha costado agresiones físicas, hostigamiento permanente, amenazas, ser excluidos de la cooperativa, negarles su participación política en las instalaciones del SME. Es el precio político por levantar una postura política con principios.
En ese momento se sentía un ambiente de relativo aislamiento, era como gritar en un desierto. Sin embargo, el documental se levantó sobre la visualización de más de 26 mil miradas registradas en Youtube. El documental tuvo efectos positivos para ir encontrándonos con otros, era sumar compañeros hablándoles siempre con la verdad.
Los orígenes de la planilla “Para todos, todo”, tiene que ver con un esfuerzo organizativo semi-clandestino (por las repercusiones que tiene el destaparte públicamente en SME), de 30 compañeros y compañeras que se reunían periódicamente para analizar y debatir la situación en el SME y que se fueron encontrando poco a poco.
En un proceso paciente de construcción de una alternativa política, se han ido sumando más y más, hasta el punto de poder conformar una planilla opositora a la actual dirección del SME. No ha sido un proceso lineal, debido a las múltiples dificultades que presenta construir una alternativa a una dirección charra. El grupo con lo único que cuenta es con su voluntad de querer democratizar al SME y que se haga justicia para los electricistas. Es un esfuerzo voluntario que trae más responsabilidades que beneficios. Son militantes que se han hecho en el camino y que tienen un férreo compromiso por rescatar al SME.
El proceso electoral del 2019 permitió que el grupo “Para todos, todo” creciera en simpatía, pasaron de ser 30, a convertirse en miles. El fraude electoral no pudo borrar que se reconocieran más de 5 mil votos a su favor. Constantemente se criticaba por ser una decena de compañeros. Ahora se pasó a ser una fuerza de miles de trabajadores, con la responsabilidad que ello representa.
¿Cómo se puede saber los números exactos si hubo un fraude electoral?
Pero si dejamos a un lado los números y los analizamos políticamente, se pude decir que la organización democrática a lo interno del SME va en aumento. A diferencia de los charros que cada que participan en un proceso electoral van perdiendo simpatía de manera estrepitosa. Su pérdida de simpatía anuncia su decadencia como dirección, pero además prefigura su pronta caída.
Camino a la impugnación
Los trabajadores tienen derecho a elegir de manera libre a sus representantes. Los trabajadores tienen derecho a que en sus organizaciones existan condiciones democráticas. Los trabajadores tienen derecho a que se respete la voluntad de la mayoría. Ningún trabajador tiene que sentir miedo por ejercer un derecho. La impugnación del proceso ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje es un derecho consagrado en las leyes mexicanas. Pero, además, constituye un elemento en defensa de la democracia de los trabajadores. Incluso la impugnación se convierte en una batalla ineludible, nadie que vea un fraude puede dejarlo pasar.
La planilla “Para todos, todo” tiene un fuerte compromiso con los agremiados electricistas, la lucha jurídica es, ante todo, una lucha política, que lo único que reclama es mayor democracia, para que los trabajadores puedan elegir libremente, y de una vez por todas, puedan sacudirse el lastre que representa el charrismo sindical en México.
Entendemos que la lucha por democratizar a los sindicatos es tarea de los trabajadores, y que son ellos los únicos que van a poder cambiar a sus organizaciones. Sin embargo, los trabajadores no actúan en escenarios vacíos, sino que operan en contextos específicos. Y la 4T, es un contexto, donde también está en juego el cambio de los sindicatos. En ese sentido, la lucha por recuperar la democracia en el SME, se circunscribe en un escenario político más amplio. Y la 4t tendrá que dar respuestas a las demandas de democracia de los trabajadores. No para que intervenga en las organizaciones, sino que, desde la ley, de garantías para un juego democrático sin simulaciones.
Es por ello que contextualizamos de manera distinta este proceso de impugnación al que sucedió en el 2009, donde efectivamente, se utilizó a Javier Lozano, para intentar desaparecer al Sindicato Mexicano de Electricistas. Las intenciones son totalmente distintas, incluso los personajes, el grupo “Para todos, todo” tiene la calidad moral para diferenciarse de cualquier traidor; llámese como se llame. Lo único que se está exigiendo a la autoridad es que se haga valer la nueva Ley Federal de Trabajo y que no se violenten los estatutos sindicales. Estamos seguros que en condiciones democráticas los trabajadores sabrán elegir la mejor opción, y pondrán a los traidores en el basurero de la historia.
Estamos seguros que los esfuerzos colectivos van a traer buenos resultados, no sólo para recuperar al SME, sino para recuperar la fuente de trabajo arrebatada a miles de electricistas en 2009, pero se convierte en un imperativo recuperar a la organización sindical, para rescatar la industria eléctrica y con ello obtener justicia para miles de trabajadores.
*El autor es integrante del Sindicato Mexicano de Electricistas