Escrito por: Luis edgar Lira Toral
La obra de Carlos Marx inicia como respuesta a un tipo de recriminación por no haber expuesto las relaciones económicas que forman la base material de la lucha de clases en Europa del siglo XIX[1], por lo que comienza con un listado de distintas luchas sociales en diferentes países europeos, con distintos tipos de gobierno, monárquicos y republicanos. Y como éstos inevitablemente se enfrentan y experimentan la lucha de clases, que solo pondrá fin la victoria de la clase obrera revolucionaria sobre la burguesía y la eliminación de las clases sociales entre individuos.
La lucha de clases se presenta por la esclavitud que sufre el proletariado por parte de la clase dominante burguesa. Marx analiza como expone las bases materiales y relaciones económicas que propician esa relación antagónica entre clases.
La determinación como claridad de Marx, y Engels en la introducción del texto. En cada una de las líneas, son frontales y desafiantes hacia la clase dominante burguesa, ya que uno de sus principales objetivos o principal objetivo de su obra, es que el obrero pueda comprender sobre Economía Política y entienda las relaciones económicas que determinan sus condiciones de vida subyugada hacia el capital y al burgués. Y donde dialécticamente, esas mismas, propician su conveniente liberación de la explotación burguesa.
Con ejemplos muy claros e inmediatos para el obrero, Marx explica qué es el salario[2], sin importar la cantidad del mismo que éste perciba por la actividad o tarea que desempeñe para el burgués. Siendo esa relación un intercambio de mercancías mutuas, dónde el tiempo es el que media la cantidad por la que pagará el burgués a cambio por la fuerza de trabajo del obrero. El dinero del burgués es la mercancía de éste, que es intercambiada por la del obrero, la cual es su fuerza de trabajo.
El desglose de Marx sobre el salario es una profunda reflexión sobre el mismo, su obtención y su relación directa con el obrero, el burgués y demás mercancías en la sociedad.
El obrero y su fuerza de trabajo no son más que una mercancía para el burgués y la sociedad capitalista, donde el intercambio de ésta fuerza de trabajo, normalmente se paga con el salario, medido en horas por jornadas laborales, “el salario es el nombre distintivo al precio del trabajo”[3].
El obrero con la mercancía obtenida a cambio de la suya, continúa intercambiándola por medios de vida, desapareciendo para siempre la obtenida, obligándolo a continuar el intercambio de su fuerza de trabajo por la mercancía de la burguesía para no morir de hambre, enfermedades, frio o por no contar donde resguardar su corporalidad. La entrega de la fuerza de trabajo por parte del obrero por lo general dura casi toda su vida.
Para el burgués el intercambio de mercancías es distinto, siendo éste dueño de algún medio de producción, al pagar por cierto tiempo por una determinada cantidad de fuerza de trabajo para la manipulación de los medios de producción por medio del obrero, genera mercancías para la venta de las mismas y así obtener capital.
Por lo mencionado, se puede observar que el obrero y el burgués desempeñan un rol específico en la sociedad, separándolos por clases sociales, está separación la determina el capital que poseen y que pueden generar cada uno. El obrero al vender su fuerza de trabajo y gastar capital por medios de vida, los cuales dan fin al mismo, lo mantienen en la necesidad de trabajar los medios de producción de los burgueses para mantenerse con vida.
Sin embargo el burgués al cambiar en un primer momento capital por fuerza de trabajo que manipule los medios de producción para generar mercancías y vender éstas, lo hacen obtener de nuevo capital, situación que no se presenta en el obrero al cambiar capital por medios de vida. Es inevitable que el burgués del mismo modo destine capital para obtener medios de vida para él, pero ¿Por qué el burgués obtiene capital, en tal cantidad, que no solo lo destina para medios de vida cómo lo hace el obrero?
El burgués al vender mercancía lo hace partiendo de un precio base determinado por la materia prima, el mantenimiento y/u operación de los instrumentos o máquinas para la manipulación de la misma y la fuerza de trabajo, que en conjunto crean mercancías.
Por lo general el burgués antes de la venta de la mercancía, cuenta con el capital para pagar el salario del obrero, capital con el que ya contaba de reserva, mismo con el que compró materia prima, instrumentos de trabajo y la mercancía del obrero, su fuerza de trabajo. Por lo tanto en la venta o no venta de la mercancía, el salario del obrero queda fuera de la ganancia o no de capital.
En la situación de una mala o nula venta de mercancías del burgués, en el peor de los casos, ambos se verán en la necesidad de vender su fuerza de trabajo a otra rama de la industria, es decir a otro burgués y nuestro primer burgués pasa a ser de la clase social obrera, siempre y cuando esa rama industrial y económica tenga cabida, oferta, para los nuevos obreros, demanda.
En el caso de la venta de la mercancía, su precio por lo general parte del costo de producción, pero en sí lo que determina su precio, es la oferta y demanda que haya por la misma. Cuando la oferta es mucho mayor a la demanda, el precio de la mercancía tiende a bajar, en ocasiones por debajo del costo de producción, y esta sería una mala venta, que como ya se menciono puede ser tan mala, que el burgués termine como obrero o deje de producirse tal mercancía, ya que la demanda es mínima respecto a la oferta y por lo general se deja de producir en una estadía prolongada de esa relación, demanda < oferta, o por avances tecnológicos, quedando obsoleta.
Pero cuando la demanda es mayor a la oferta, el precio de la mercancía es mucho mayor al costo de producción y las ganancias del burgués harán crecer su capital invertido en la compra de la fuerza de trabajo del obrero, en la materia prima y maquinaria de trabajo, igualando a su similar, el obrero, en una mercancía, una cosa. Y con esa exponenciación de capital, el burgués puede adquirir más de las mercancías bases para generar más mercancía y seguir aumentando y acumulando capital.
En ese estadío, en el mejor de los casos, puede que aumente el salario del obrero, por la demanda de su trabajo para la generación de la mercancía con mayor demanda que oferta, pero es por la demanda de su trabajo, no por las ganancias mayores que está obteniendo el burgués y es en ese punto donde la distancia económica entre clases es mayor, porque el burgués retiene ese plus valor del trabajo del obrero; es la enajenación del obrero con el producto de su trabajo, situación permanente en las buenas ventas, ya que en las malas ventas, el obrero puede acabar con la misma suerte de la mercancía que produce, perecer.
Como se mencionó la fuerza de trabajo es una mercancía, el burgués, el capital, la sociedad capitalista, le dan ese trato de cosa al obrero, así como explotan los recursos naturales, del mismo modo el burgués explota al obrero, tal como se le da mantenimiento a la maquinaria de trabajo, lo que implica un costo, de la misma forma el obrero se requiere mantener con vida por medio del costo del salario, pero con lo suficiente para que la clase obrera jamás deje de vender su fuerza de trabajo a la burguesía y así nunca acortar distancias económicas ni humanas, ya que para los burgueses, los obreros somos como la materia prima y la maquinaria de trabajo, somos cosas con mayor oposición a la explotación que las materias primas, con un costo de mantenimiento mayor que la maquinaria pero con mayor ingratitud que estás, porque al tener el conocimiento, la habilidad y la técnica de la producción de mercancías, nuestro similar, el burgués, nos es un estorbo para una sociedad más humana y sin distancias sociales.
[1] Marx, Carlos, Trabajo Asalariado y capital, Marxist Internet Archive, pagina 1.
[2] Marx, Carlos, Trabajo Asalariado y capital, Marxist Internet Archive, pagina 3.
[3] Marx, Carlos.