Zimbabwe: la muerte de Mugabe y la hipocresía de Occidente
Mientras aplicaba fielmente las políticas del imperialismo occidental, éste apuntalaba su régimen y hacía la vista gorda ante sus atrocidades
Mientras aplicaba fielmente las políticas del imperialismo occidental, éste apuntalaba su régimen y hacía la vista gorda ante sus atrocidades
En la noche del 4 de julio se llegó a un acuerdo para compartir el poder entre el Consejo Militar de Transición (TMC), la junta militar actualmente en el poder, y las Fuerzas para la Libertad y el Cambio (FFC), que incluye a los principales dirigentes del movimiento revolucionario que estalló en diciembre pasado.
La revolución sudanesa ha sido una inspiración para los trabajadores, las mujeres y los jóvenes de todo el mundo. Las mujeres en particular han revelado un tremendo potencial revolucionario. Todo lo que había de progresista en la sociedad sudanesa emergió para mostrarle al mundo que la sociedad puede ser cambiada.
Una huelga general revolucionaria planteará claramente la cuestión del poder. ¡Pero no lo resolverá! Si la revolución no derrota a la contrarrevolución, volverá, incluso con más violencia
Por: Ben Morken Los resultados electorales pueden ser un importante barómetro del estado de ánimo en la sociedad. Los resultados de las sextas elecciones nacionales y provinciales del 8 de mayo confirman que existe un gran fermento en la sociedad […]
Las negociaciones entre el Consejo Militar de Transición (TMC) y los representantes del movimiento revolucionario de Sudán han sido suspendidas. Son conversaciones que nunca debieron haber ocurrido y el momento es ahora para que los trabajadores sudaneses pasen a la ofensiva.
Hay intereses económicos en juego. Las reservas de petróleo son las mayores de África y se encuentran entre las 10 más grandes del mundo.
La destitución del ex dictador de Sudán, Omar A-Bashir, el 11 de abril no supuso el fin de la revolución sudanesa. Por el contrario, lejos de satisfacer las principales demandas de la revolución, la toma del poder por parte del ejército es un intento de desorientar a las masas y robarle sus logros.
Los detenidos son muy conscientes de que el régimen es una dictadura brutal y represiva, que defiende los intereses de una oligarquía pequeña y parasitaria que no tiene legitimidad.
Después de casi tres décadas en el poder, Omar al-Bashir fue destituido como presidente de Sudán por las protestas populares. Las masas han salido a las calles en lo que solo se puede describir como un movimiento revolucionario.