Uno de los sectores más afectados por la crisis económica catalizada por la pandemia del COVID-19 ha sido las aerolíneas, la Asociación Nacional de Transporte Aéreo calcula en 230 millones de dólares las pérdidas diarias durante el 2020, un 50% de sus ingresos, el peor año en la historia de la aviación comercial. En el caso de México, las pérdidas se valúan en 9,320 millones de dólares, lo que representa un 65% menos respecto al año 2019, Interjet perdió casi el 75% de sus pasajeros a partir del mes de marzo del 2020.
Sin embargo, la crisis no todos la viven por igual, mientras los grandes capitalistas refugian sus inversiones en lugares seguros manteniendo su nivel ostentoso de vida, la clase trabajadora es lanzada a las filas del desempleo, ve reducidos sus ingresos, y tiene que apretarse el cinturón al máximo. Un caso concreto son los trabajadores de Interjet, que desde el pasado 8 de enero estallaron la huelga en los aeropuertos del país e instalaciones de la empresa, después de observar cómo sus ingresos y los de su familia se reducían drásticamente. La empresa fue declarada en quiebra técnica por los empresarios.
Una huelga en el contexto de la pandemia
El pasado 15 de diciembre de 2020 la empresa suspendió operaciones, desde los primeros días que la pandemia comenzó a extenderse en nuestro país los trabajadores comenzaron a observar cómo se reducían sus percepciones. Les adeudan ocho quincenas, el aguinaldo, seis meses de vales de despensa y caja de ahorro, además de los dueños han dejado de pagar las cuotas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), del Instituto del Fondo Nacional de Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) y del Fondo Nacional para el Consumo de los Trabajadores (Fonacot).
Aunque la crisis, de la empresa que presumía ser una de las líderes en vuelos económicos y en transporte de pasajeros a nivel nacional, no comienza con la pandemia del COVID-19. En el mes de diciembre, el Servicio de Administración Tributaria embargó las cuentas bancarias, automóviles y marcas de ABC Aerolíneas, nombre legal de Interjet, por el incumplimiento de pago de impuestos durante los años 2017, 2018 y 2019, que equivalen a 7 mil 947 millones de pesos, dicho embargo no implicaba el cese del pago a los trabajadores.
Los trabajadores están afiliados a las sección 15 de la Confederación de Trabajadores de México, decidieron estallar la huelga en demanda del pago de los adeudos, la empresa recurrió a un recurso legal que intentó declarar ilegal la huelga argumentando que no todos los 5,000 trabajadores participaron en la votación, dicho recurso fue rechazado por la Junta de Conciliación y Arbitraje el pasado 15 de enero, por lo que la huelga proseguirá y en los próximos días se realizará un nuevo conteo entre los trabajadores agremiados al sindicato.
Tuvimos la oportunidad de conversar con cuatro trabajadores, es importante señalar que no son dirigentes sindicales, sino trabajadores de base, omitimos sus nombres por motivos de seguridad, nos comentaron su percepción de los acontecimientos durante estos meses, la falta de información y opacidad por parte de la empresa, lo que esperan de la huelga, la posición que esperan del gobierno federal y cómo han sorteado estos meses de crisis económica.
Una de las quejas principales es la falta de información por parte de la empresa desde que inició la pandemia y desde que comenzaron a recortar sus ingresos comenzando por los vales de despensa, ante la opacidad la mayor parte de su información procedían de rumores que circulaban entre los mismos trabajadores.
Además, nos relataron cómo han sorteado la crisis económica, la respuesta es repetitiva:
“He sobrevivido con mis ahorros”.
Una de ellas nos comenta:
“Un vecino, que también es trabajador de Interjet ha sobrevivido durante estos dos meses vendiendo abarrotes”.
Otro trabajador nos comentó que se vio en la necesidad de trabajar en un puesto de tacos de carnitas.
Alguno más se vio obligado a trabajar en un restaurante, uno o dos días a la semana, pero la pandemia ha obligado también a cerrar establecimientos de comida y restaurantes.

La mayoría comenta que han tenido que reducir fuertemente sus gastos y/o actividades uno de ellos nos explica a detalle:
“Tuve que reducir al máximo los gastos, viviendo con $1,500 o $2,000 al mes” (descontando el pago de la renta)
Una parte considerable de la clase trabajadora en general, y en particular los trabajadores de Interjet se las han tenido que ingeniar para completar los gastos para ellos y sus familias, recurrir a otras actividades, ajustar fuertemente los gastos y estirar lo máximo los ingresos, para que el dinero alcance.
Esta lucha se desarrolla durante uno de los mayores repuntes de contagios de COVID-19, los cuales han ido en incremento en lo que va del mes de enero, alcanzando picos máximos de más de 21 mil contagiados, bajo estas condiciones y por la situación financiera de la empresa se requiere la mayor solidaridad posible de los trabajadores y jóvenes conscientes hacia los huelguistas de Interjet.
Para tener una visión más amplia de la huelga y la problemática en Interjet, una de las preguntas obligadas es ¿los capitalistas (inversionistas) también padecen los efectos de la quiebra de la empresa y la crisis económica?
En épocas de crisis económica no todos pierden
Interjet la fundó Miguel Alemán Magnani, presidente del grupo Alemán (GALEM) nieto del ex presidente Miguel Alemán Valdés, sus inversiones se encuentran en áreas del transporte aéreo, industria inmobiliaria, telecomunicaciones y la industria energética.
No es cualquier empresario, nació en cuna de oro y desde entonces es cercano al poder político y a las cúpulas empresariales, tiene el sello familiar de los “cachorros de la revolución”, así se le conoció al grupo de presidentes civiles que se enriquecieron en la etapa pos-revolucionaria en México, además es hijo de un exgobernador de Veracruz. Como la mayoría de la cúpula empresarial en México, fue accionista, directivo y parte del Consejo de Administración de Televisa.
Fue considerado dentro del ranking de los 100 principales empresarios del país en el año 2020, el cual se calcula con base a su fortuna, las ventas y utilidades de sus empresas. Interjet durante el año 2019 tuvo ventas netas por 25,200 millones de pesos (6% más que en el 2018), con activos totales cercanos a los 40,000 millones de pesos (Interjet realizó ventas diarias superiores a los 69 millones de pesos).

El 2 de diciembre el consejo de administración de la empresa acordó la sustitución de la presidencia de la empresa, al frente del cual quedó Alejandro del Valle quién prometió una inversión para la compra de más aeronaves y el relanzamiento de la empresa, sin embargo, eso nunca sucedió.
Alejandro del Valle es un millonario que se caracteriza por su suntuosidad y por presumir su nivel de vida y sus relaciones políticas y económicas por las redes sociales. No tiene empacho de exhibir sus autos de lujo o los “modestos” regalos de su señor padre, como un helicóptero con un gran moño y envoltura de regalo incluidas, además de fotografías con políticos como Miguel Ángel Mancera, ex jefe de gobierno de la Ciudad de México; Manuel Velasco, ex gobernador por parte del Partido Verde en Chiapas; Rosario Robles, la ahora presa por complicidad en la red de corrupción conocida como la “estafa maestra” durante el anterior sexenio o el excandidato a la presidencia por parte del PRI, José Antonio Meade. También se conoció ampliamente su nombre cuando en una subasta realizada por el Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado adquirió la mansión del difunto Amado Carrillo Fuentes «El señor de los cielos», por 49.7 millones de pesos.
Es presidente de la Intercontinental Chamber of Commerce, Mexico; en su página web, establecen que son una de las cámaras más exclusivas de México, con presencia internacional, que:
“Desde el 2018 a la fecha, la Cámara apoya al Gobierno Mexicano, como asesor en la implementación de los programas sociales, tales como Banco del Bienestar y en la reestructuración de ciertas entidades, como SEGALMEX y Salud”.
Sus ramas incluyen el servicio de call center, outsourcing, por medio de Telmark-Contact Line; y operaciones con remesas; además de la venta de servicios y artículos diversos.
Sus empresas de servicios de call center estuvieron vinculadas a las operaciones electorales del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Estado de México y a algunos de sus dirigentes de la región, como Arturo Montiel, Isidro Pastor y el Grupo Atlacomulco; es socio del banquero y empresario Carlos Cabal Peniche, beneficiado por las privatizaciones realizadas durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari y del rescate a los banqueros que se implementó vía el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa).
Los presidentes del consejo de administración de Interjet no sólo forman parte del poder económico en el país, sino que los unen múltiples lazos al poder político; como capitalistas su finalidad de mantener su nivel de vida y sus ganancias, incluso a costa de los trabajadores.
Los trabajadores con los que tuvimos la oportunidad de platicar, son conscientes de que la crisis no se vive en igualdad de condiciones:
“Los dueños no padecen la crisis”, “ellos están bien”; nos comentaron.
“Ellos, los dueños, no solamente cuentan con Interjet, tienen otras empresas”.
Incluso tiene el conocimiento de que el actual presidente del consejo de administración exhibe fantochamente su nivel de vida en redes sociales, lo cual debe ser como una especie de bofetada e insulto para los trabajadores y sus familias que han dejado de percibir ingresos.
Por su puesto que no todos en Interjet pagan la crisis por igual. Mientras Miguel Alemán gozó de las ganancias que representan las ventas diarias de Interjet por más de 69 millones de pesos diarios durante el año 2019 y Alejandro del Valle se da el lujo de comprar una mansión por 49.7 millones de pesos, de recibir de regalo de cumpleaños un helicóptero o presumir que puede manejar un Lamborghini; 5000 trabajadores en huelga y sus familias han dejado de percibir salarios y prestaciones, han buscado otras fuentes de ingresos han recortado drásticamente sus gastos, los que adquirieron una deuda con el INFONAVIT para adquirir a crédito su vivienda estarán pensando qué sucederá con la misma y su cotización en el seguro social, en pleno repunte de la pandemia, ha quedado suspendida.
Sin embargo, los trabajadores confían que con la acción colectiva y organizada puede influir para que el actual gobierno intervenga a su favor y llegar a un acuerdo que les favorezca.
La 4T y la huelga de Interjet
Andrés Manuel López Obrador en la conferencia mañanera del pasado 13 de enero se refirió al conflicto en Interjet:
“Ojalá y los dueños decidan rescatar la empresa o buscar socios y que se mantenga la fuente de trabajo. Debe de comprenderse que el Gobierno no puede estar rescatando empresas, eso es lo que se hacía anteriormente y se abusó muchísimo”
Comentó que el gobierno no rescatará empresas privadas, ni convertirá la deuda privada en deuda pública, puso como ejemplo el Fobaproa, donde el gobierno del PRI inyectó una suma millonaria en el rescate a los bancos y posteriormente hizo pagar ese rescate a la mayor parte de la población.
Acerca de estas declaraciones los trabajadores con los cuales conversamos también tienen un punto de vista:
“No esperamos que se apoyen a las empresas privadas, pero sí que se ayude a los trabajadores”, reflexiona alguien.
“Se debe poner en regla a los empresarios”, comentan y continúan “esperamos que el actual gobierno haga valer las leyes y llegar a un acuerdo para no salir perjudicados”.
“Hay fallas en este gobierno, pero es comprensible, sin embargo, estoy de acuerdo con el planteamiento del gobierno, no se deben rescatar a las empresas privadas, pero se debe llegar a un acuerdo por el bien común”.
La Cuarta Transformación se le denomina al proceso que ha emprendido el actual gobierno, implementar una serie de reformas y paliativos, la lucha que se emprende no es contra el capitalismo, sino contra la corrupción y el neoliberalismo, usando a las instituciones, al Estado y mediante un gobierno no corrupto se logrará un cambio equiparado con la revolución de independencia, la reforma y la revolución mexicana; Andrés Manuel López Obrador llegó con un apoyo abrumador en las urnas en el 2018 millones votaron en contra de las privatizaciones, los bajos salarios, la corrupción, los niveles de vida que te imponía vivir en el umbral de la pobreza, la esperanza de cambios en beneficio de los pobres y la clase trabajadora se hizo presente. El actual gobierno está siendo una escuela política para millones de personas.

Sin embargo, conforme sucede el tiempo hay algunas ideas que debemos reflexionar. Las pequeñas concesiones que se han realizado han desatado una reacción furiosa por parte de sectores del Estado, la cúpula empresarial y los políticos burgueses a su servicio.
La derecha como expresión política de la defensa de los intereses de los grandes capitalistas, se ha movilizado, ha presionado, e incluso se ha infiltrado dentro de las propias filas del actual gobierno para impedir que las cosas cambien en lo más mínimo.
Tomando nuevamente como ejemplo el conflicto en Interjet. Gabriel García Hernández, coordinador nacional de los Programas Integrales de Desarrollo, le ha abierto la puerta al actual presidente del consejo de administración de Interjet para que el empresario vinculado al PRI, ahora esté cercano, por medio de algunas concesiones, a un sector del gobierno de la 4T, obteniendo contratos para sus empresas de call center y remesas para el Banco del Bienestar; esto con el consentimiento no solamente del coordinador de los llamados super delegados, coordinadores de los programas sociales en los Estados, sino con la simpatía del canciller Marcelo Ebrard, el director del IMSS Zoé Robledo y el actual coordinador de la bancada de Morena en el senado, Ricardo Monreal.
Por su puesto que todo mundo quisiera que la justicia y las leyes sean imparciales y sirvan a las causas justas. Y en particular deseamos que las leyes se inclinen a favor de los trabajadores en huelga en Interjet y esta se resuelva favorablemente. Sin embargo, este ejemplo, y otros más en los meses recientes, como es el caso de la exoneración del general Salvador Cienfuegos, nos muestran que las leyes, las instituciones y el propio Estado no es un ente neutral. Por encima del gobierno existe un poder que nadie elige, ni controla democráticamente: el poder económico de los grandes capitalistas, que moldea al Estado, las leyes y las instituciones para la defensa de sus intereses.
En un contexto de crisis económica la voracidad de los capitalistas es mayor, pretenden que sus ganancias no se reduzcan y buscan recargar sobre las espaldas de los trabajadores los efectos de la crisis, utilizando todas las instituciones, el Estado, sus lazos con sectores del actual gobierno para que esto suceda.
Los cambios añorados en beneficio de los trabajadores y pobres del país, no los puede realizar una sola persona, por muy honesta y bien intencionada que esta sea. Se necesita del poder de la organización independiente y la movilización masiva en las calles de la clase trabajadora.
Los capitalistas usarán todo a su alcance para vencer, nosotros como trabajadores tenemos las herramientas de la organización, la movilización y la solidaridad, además debemos armarnos de un programa de lucha consecuente y acorde a nuestros intereses, comenzando por nuestros sectores más conscientes.
Ante periodos extraordinarios, necesitamos un programa que puede parecer extraordinario, pero de lo más realista para preservar nuestros ingresos y empleos.
Ante la pregunta de si estarían de acuerdo en la consigna de la nacionalización de Interjet ante la quiebra de la empresa, los trabajadores con los cuales platicamos comentaron:
“Estaría de acuerdo con la nacionalización”
“Debemos poner los pies en la tierra, buscar un buen acuerdo”.
“Necesitamos que las reglas sean claras, al frente de la empresa se necesita una buena administración, esa opción es favorable, se deben preservar la fuente de empleo”.
¿Acaso será difícil concebir que, ante la mala administración de los privados, la declaratoria de quiebra de la empresa y una posible cerrazón por parte de la patronal en la huelga, el pedir al gobierno la nacionalización de Interjet y apoyándose en los trabajadores, que son los que hacen funcionar a la empresa, ponerla de nuevo en operaciones; con la finalidad de preservar los ingresos y los empleos?
¿Acaso no hay otra opción que buscar solamente la venta y el embargo de los activos, buscar la liquidación de 5000 trabajadores y enviarlos a la búsqueda de empleo en un contexto de crisis?
Ante periodos complejos, debemos buscar soluciones audaces.
Opciones para lucha y demandas de los trabajadores en el contexto de la crisis
Los trabajadores de Interjet piden la solidaridad a su lucha, compartir la información. “Hoy nos toca a nosotros, pero no seremos los únicos” y tienen razón, los efectos de la crisis se sentirán en los próximos meses.
Carlos Marx nos explica la esencia de las crisis económicas bajo el capitalismo:
“Las crisis comerciales, además de destruir una gran parte de los productos elaborados, aniquilan una parte considerable de las fuerzas productivas existentes. En esas crisis se desata una epidemia social que a cualquiera de las épocas anteriores hubiera parecido absurda e inconcebible: la epidemia de la superproducción. La sociedad se ve retrotraída repentinamente a un estado de barbarie momentánea; se diría que una plaga de hambre o una gran guerra aniquiladora la han dejado esquilmado, sin recursos para subsistir; la industria, el comercio están a punto de perecer. ¿Y todo por qué? Porque la sociedad posee demasiada civilización, demasiados recursos, demasiada industria, demasiado comercio. Las fuerzas productivas de que dispone no sirven ya para fomentar el régimen burgués de la propiedad; son ya demasiado poderosas para servir a este régimen, que embaraza su desarrollo. Y tan pronto como logran vencer este obstáculo, siembran el desorden en la sociedad burguesa, amenazan dar al traste con el régimen burgués de la propiedad. Las condiciones sociales burguesas resultan ya demasiado angostas para abarcar la riqueza por ellas engendrada”.
Además, concluye la receta con la cual los capitalistas intentan salir de las crisis una y otra vez:
“¿Cómo se sobrepone a las crisis la burguesía? De dos maneras: destruyendo violentamente una gran masa de fuerzas productivas y conquistándose nuevos mercados, a la par que procurando explotar más concienzudamente los mercados antiguos. Es decir, que remedia unas crisis preparando otras más extensas e imponentes y mutilando los medios de que dispone para precaverlas”.
La búsqueda de nuevos mercados en un contexto de crisis mundial, para la clase dominante en México es una tarea complicada, de hecho, las grandes potencias económicas pretenden exportar la crisis hacia países como el nuestro, los mercados se ha vuelto estrechos. Por lo que han optado por “destruir violentamente una gran masa de fuerzas productivas”, es decir la destrucción de instrumentos, maquinaria, implementos, materia prima y por supuesto la fuerza de trabajo.
No es sorpresa que los dueños de Interjet hayan optado por la declaratoria de la quiebra, deshacerse de diversas aeronaves, y por consecuencia suspender los pagos hacia los trabajadores. En otra aerolínea, Aeroméxico, sucede algo similar, la empresa pretende despedir cientos de trabajadores y destruir las conquistas laborales plasmadas en el Contrato Colectivo de Trabajo.
Los capitalistas tienen muy claro lo que tienen que realizar, ellos no están dispuestos a perder su nivel de vida y sus ganancias, pretenden que la crisis la paguemos los trabajadores. Pero ¿los trabajadores tenemos claro lo que hay que hacer por delante en la defensa de nuestras percepciones y empleos?
Nuestras organizaciones gremiales deben estar a la altura de los acontecimientos, no deben ser una herramienta de desmoralización y desmovilización, sino de organización, movilización, inspiración y claridad, en procesos como la huelga en Interjet o como los que atraviesa Aeroméxico se deben establecer mecanismos de toma de decisiones democráticas, como el establecimiento de asambleas en las oficinas y centros de trabajo, la elección democrática de comités de trabajadores que acompañen los procesos de discusión y decisión.

Debemos evitar el aislamiento de las luchas, la clase trabajadora dividida puede ser vencida fácilmente, se debe buscar la vinculación con otros sectores de trabajadores y con trabajadores de la misma rama pero que pertenecen a otras empresas o sindicatos. Esto se hace más urgente en este periodo de pandemia. No es lo mismo que protesten los trabajadores de las aerolíneas, a que lo hagan de manera conjunta, cada quien, con sus demandas, los trabajadores de las maquilas, de la industria hotelera, los trabajadores universitarios, etc., a todos nos une una demanda: hacerle frente a la crisis económica. La solidaridad de clase y la unidad de los trabajadores es necesaria, hoy más que nunca.
No podemos permitir que bajo el pretexto de la crisis se despidan, se rebajen los salarios o se eliminen las prestaciones. Si los capitalistas alegan problemas económicos en la empresa. Los trabajadores debemos pedir que se dé a conocer públicamente la contabilidad total de la empresa, no solamente la del periodo del confinamiento, sino también la de años anteriores, además de las demás empresas relacionadas al consorcio.
La destrucción de empresas representa la pérdida de empleos para el presente y el futuro. Si los capitalistas son incapaces de manejar eficientemente una empresa y la lleva a la quiebra, debemos pedir que el gobierno la nacionalice y con el apoyo de los trabajadores se debe mantener la producción y la operación de la empresa. Debemos impedir que miles de trabajadores sean orillados al desempleo en un contexto de crisis económica.
Debemos construir las herramientas de lucha de la clase trabajadora que haga frente a nuestras demandas inmediatas, pero que trascienda la coyuntura, que sea capaz de hacerle frente de manera contundente a la realidad a la que nos enfrentamos, con un programa de lucha claro y firme en defensa de nuestros intereses y aspiraciones.
Nos jugamos no algo menor, sino el futuro de nosotros, y nuestras familias.
Cada día se hace más palpable que la lucha no solamente es contra la corrupción y el neoliberalismo, este último, no es sino un modelo del actual sistema político y económico causante de la crisis: el capitalismo, por lo que debemos aspirar a retomar nuestras banderas históricas de lucha no sólo contra tal o cual aspecto del sistema, tal o cual modelo, sino contra el sistema mismo.
Te invitamos a discutir amistosa y fraternalmente estas y otras ideas y a organizar una campaña de solidaridad lo más amplia posible con los trabajadores en huelga de Interjet y con los demás sectores de trabajadores en lucha.
