En el Grupo de Base Nadia Krúpskaya en Yucatán discutimos nuestras perspectivas sobre el imperialismo. La camarada Isa comentó lo siguiente:
El genocidio en Gaza y los ataques brutales a Medio Oriente representan un testimonio vivo de la faceta más cruel del imperialismo. En octubre de 2024 se cumplió un año del ataque de Hamas, que, aunque a simple vista pueda parecer el detonante de una crisis más profunda, es en realidad, el resultado de una crisis que lleva décadas gestándose.
Quienes insisten en hablar de «terrorismo palestino» harían bien en recordar que, en 2018, cuando los palestinos lanzaron un movimiento pacífico de resistencia masiva, la respuesta del Estado israelí fue abrir fuego con municiones reales, asesinando a cientos de manifestantes desarmados, entre ellos 46 menores de edad. Los sucesos derivados del ataque del 7 de octubre no son hechos aislados; más bien, forman parte de un proceso acumulativo de tensiones que ha conducido a una fractura inevitable.
El apoyo a Israel bajo la narrativa “pacifista”, sobre su derecho a existir, es casi universal entre todos los Estados burgueses. Esta postura les cae como anillo al dedo a los políticos e instituciones capitalistas debido al papel fundamental que desempeña Israel en el apoyo a los intereses imperialistas de Estados Unidos, especialmente en el control de los recursos y mercados del Medio Oriente.
A pesar de las incontables resoluciones adoptadas en congresos internacionales, ninguna ha logrado avanzar en la causa de la liberación palestina. La guerra, como explicó Lenin, no emana de la simple mala voluntad de los gobiernos, sino que es una clara expresión de los intereses imperialistas de las clases dominantes. Cada día nos acercamos más a una era de beligerancia y cataclismo, y el creciente financiamiento dirigido al armamento militar por parte de las diversas potencias, deja al descubierto las verdaderas intenciones que ya ni siquiera se esfuerzan por ocultar.
Todas estas maniobras financieras, ejecutadas a plena luz del día, demuestran una vez más que el sistema capitalista no solo carece de interés en proteger al pueblo palestino, sino que, además, no duda en beneficiarse incluso de la guerra y el exterminio.
La lucha por la liberación de Palestina, ha inspirado a millones de trabajadores y jóvenes a alzarse en contra de la maquinaria de guerra imperialista. Nuestro papel como comunistas será elemental para determinar el desenlace de esta crisis, nuestros esfuerzos deberán estar dirigidos en la consolidación de los cuadros más determinados y, sobre todo, de la organización de las masas del proletariado que barran del poder a los capitalistas.
¡Si deseas seguir discutiendo sobre estos temas y organizarte para la lucha contra el imperialismo, únete a tu Grupo de Base más cercano!