El día 18 de mayo los normalistas exigían un examen presencial de ingreso a la Escuela Normal Rural Mactumactzá, a pesar de seguir en situación de pandemia, debido a que la mayoría de los aspirantes son indígenas que no cuentan con acceso a Internet, y de ser de forma electrónica sería una situación injusta. Este mismo día, se realizó una protesta en la cuál intervino la policía sin motivo alguno, haciendo uso de la fuerza, deteniendo a un grupo de 95 estudiantes (74 mujeres y 21 hombres) de la misma Normal Rural Mactumactzá en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. La detención fue durante una protesta en la carretera de cuota entre Chiapa de Corzo y San Cristóbal de las Casas por la Policía Federal. Los jóvenes, de entre 18 y 20 años, formaban parte de un grupo de 250 estudiantes normalistas que tomaron varios autobuses de línea y realizaron un bloqueo en la caseta de peaje, donde fueron dispersados por las autoridades con gases lacrimógenos y trasladados a los separos de la Fiscalía del Estado. La mayoría de estos, reportan que en la misma detención fueron víctimas de violencia física, verbal, psicológica y además de esto, abuso sexual por parte de los elementos policiales.
Ante la solidaridad y la empatía, el 21 de mayo, normalistas de distintos estados del país protestaron en la plancha del Zócalo de la CDMX, pidiendo la liberación de los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Mactumactzá, Chiapas. Fue tan burda la represión que el mismo presidente Andrés Manuel externó lo siguiente ante este suceso “Estuvo mal planteado, es una falta de comunicación. Hago un llamado de atención fraterno, y eso se debía haber resuelto y no ameritaba ir a tirar bombas. Hubo falta de comunicación”. Además de esto señaló que él es partidario de garantizar a las alumnas y los alumnos las facilidades necesarias para presentar un examen, sobre todo en una región de difícil acceso a Internet, donde la señal apenas llega al diez por ciento del territorio chiapaneco. De igual manera empezó a convocar a todos a persuadir al diálogo, la comunicación y garantizar que los “muchachos” (como él los llamó) puedan estudiar, y a que se cumpla el compromiso de que al terminar tengan una plaza garantizada.
Dos días después, la Oficina en México del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (ONUDH) exigió al gobierno de Chiapas garantizar el proceso y respetar los derechos de las personas detenidas, así como investigar las denuncias de abusos, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se sumó a esta última investigación. Igualmente, ese día se hizo la liberación de las 74 mujeres y de los 21 hombres que seguían detenidos. Hubo un proceso el día 25, en el que acordó dejar salir solo a los menores de edad, dejando a los demás aún en detención.
Quienes quedaron procesados (dos de ellos desplazados de Chenalhó, que se asumen como normalistas) fueron acusados de delitos de motín, pandillerismo, robo con violencia, atentados contra la paz y la integridad corporal y patrimonial de la colectividad y del estado y daños.
Diez días después de la primera protesta y en vista de que no soltaban a los compañeros que seguían presos, los normalistas retuvieron nueve tráileres y camiones de empresas nacionales de suministro de alimentos, de Pemex y de la CFE.
El día 29, del mismo mes alrededor de las 7:20 horas, normalistas llegaron a Palacio de Gobierno, esto en Tuxtla Gutiérrez, expresándose, manifestando y exigiendo la liberación de los aún retenidos. Los asistentes a este hecho eran mismos alumnos de la Escuela Normal Rural de Mactumactzá, los medios de comunicación informan que los manifestantes llegaron en dos camiones, colocaron tarimas sobre una valla de madera en la entrada de Palacio, las cuales quemaron arrojándoles artefactos inflamables, con los cuales también se ocasionó el destrozo de vidrios de la fachada, los normalistas se retiraron en los mismos camiones en los que llegaron. Posterior a esto, protestaron también en un tramo del libramiento norte-poniente, en el crucero hacia Mactumactzá, donde colocaron tablas con clavos para retener camiones. Además se apoderaron de una pipa de combustible de Pemex y un camión de una empresa distribuidora de alimentos. Tanto los vehículos del día 28 como los del día 29, permanecieron resguardados por los normalistas afuera de las instalaciones de Mactumactzá.
Los estudiantes, padres de familia y maestros, mantuvieron una campaña de protestas con bloqueos carreteros y manifestaciones en oficinas públicas en diferentes regiones de Chiapas, eso logró la liberación de alumnos de Mactumactzá, recluidos en el centro penitenciario El Amate.
Además de la puesta en libertad de los alumnos se debe eliminar todo proceso legal, levantando todos los cargos que tengan. Luchar por defender la educación pública no es un delito. Debe haber la garantía de que las y los estudiantes, hayan o no tenido que ver con las protestas, puedan realizar los exámenes de manera presencial, con las medidas de precaución y sanidad pertinentes. Exigimos examen presencial escrito para todos.
Sumado a la represión en Mactumactzá, en Puebla también se vivió una fuerte represión contra estudiantes de Teteles. Sumado a eso dos compañeras murieron en un trágico accidente en una protesta el pasado 20 de mayo. Los estudiantes normalistas señalan que estas compañeras dieron su vida por la lucha y exigen justicia para ellas. Esto fue producto del hostigamiento que sufren los estudiantes normalistas, exigimos cese a la represión contra los estudiantes normalistas.
Hay que echar abajo la represión contra las normales y luchar por la defensa de la educación pública, debemos luchar por una política pública integral, que garantice educación disminuyendo las desigualdades en su acceso tecnológico y garanticen una red de Internet accesible y universal, con el fin de eliminar la marginación digital en el país. También, evitar cualquier tipo de represión por parte de los cuerpos policiacos y Estatales en cualquier protesta y que se dirijan al pueblo y manifestantes respetando nuestros derechos humanos, iniciando con el que tenemos sobre organizarnos y luchar.
¡Protestar es un derecho, reprimir es un delito!