Escrito por: Julio Cesar Ramírez
Los jóvenes tomamos la ciudad; aquellos que la clase dominante, los medios de comunicación, han denominado como “millennials”. Según ese concepto, esta generación es irresponsable, desordenados, e individualista. Incluso algunas corrientes que extrañamente se denominan socialistas retoman ese concepto, nosotros lo rechazamos.
Ahora miles de jóvenes se trasladan en motocicletas, bicicletas, autobuses, carros, caravanas y su labor es de llevar a las zonas de desastre los insumos básicos y acudir como voluntarios para quien lo requiere. Multitud de personas toman las calles para ayudar, ya pasada la fase aguda, llega la desilusión de aceptar lo que se ha perdido, casi enoja que un momento afirma, que la desgracia puede fortalecernos, sin embargo algo llamado crecimiento postraumático puede permitiros replantear la jerarquía de lo importante y así valorar más el pedacito de tierra en el que habitamos
En Chiapas, Oaxaca, Puebla, Morelos y Ciudad de México, basta más ver una imagen en redes para darnos cuenta el sufrimiento y consternación del pueblo mexicano al ver a sus hermanos caídos.
En algunas personas quedaran secuelas emocionales a largo plazo, tras el impacto que solo duro unos minutos pero quedara marcado en una caótica realidad.
Levantar el puño significo esperanza, significo que juntos podemos, como pueblo, como clase obrera y juventud.
Hoy los verdaderos protagonistas son aquellos que donaron, que levantaron escombros, que llevaron un vaso de agua, somos muchos y somos la mayoría.
Hoy hablamos y ya no queremos quedarnos callados.
¿Nos dio miedo?, sí, porque era algo incontrolable, pero no nos cruzamos de brazos lo enfrentamos, gritamos y nos unimos porque no había nadie que lo evitara.
A nivel mundial mostramos cual es nuestra mayor virtud la nobleza y la lucha del pueblo, la juventud y la clase obrera.
Hoy alzamos los puños porque significa lucha y esperanza.
Hoy el pueblo, la clase trabajadores y la juventud estamos más unidos. El concepto en que la clase dominante, sus sociólogos y medios de comunicación nos querían enmarcarnos “millennials” se acabó, lo hemos sepultado.