Nada se nos ha regalado. Nuestros derechos, la educación pública, el tener acceso a una cafetería de bajo costo, el tener acceso a una universidad pública, etc., han sido resultado de las luchas del pasado y del presente. Nuestra universidad acaba de vivir el más prolongado paro estudiantil que haya existido en nuestra historia. Este ha sacudido la rutina de nuestra universidad, ha conseguido algunos triunfos en la lucha en el combate a la violencia de género cómo el acompañamiento psicológico a las víctimas durante el proceso de denuncia en Unigénero, campañas de concientización sobre los diferentes tipos de violencia que existen y la difusión efectiva de cómo llevar a cabo un proceso de denuncia, cursos para todo el personal docente y administrativo sobre violencia de género. Además, logramos que un sector estudiantil del que nunca se había hablado, las estudiantes madres, tengan la posibilidad de acceder al servicio de guardería para sus hijos e hijas y que en lo inmediato no se les discrimine la entrada a la universidad cuando vienen con sus hijas e hijos. También se puso sobre la mesa cuestiones como gestionar el aumento del transporte estudiantil para las zonas con más demanda, es decir, la periferia de la zona oriente de la Ciudad y Edomex. Se puso en la mesa el compromiso de que se discutiría en el Colegio Académico, considerando estudios socioeconómicos y sociespaciales hacia el estudiantado, basándonos en el Artículo 9 fracción VIII del Reglamento estudiantil, el dejar de criminalizar las actividades de vendimia dentro de las instalaciones, sin embargo, hay puntos que siguen sobre la mesa y que requieren mantenernos organizados y en lucha.
Es claro que todavía falta mucho para transformar la educación y la sociedad al grado que queremos. Seguimos teniendo deficiencias como instalaciones que no se terminan de reparar, muchos de nuestros profesores trabajan de manera temporal sin derechos laborales, lo que los ha precarizado, los precios de la cafetería van peligrosamente en aumento a su vez que no hay suficientes becas para los estudiantes de escasos recursos que lo necesitamos.
Como estudiantes venimos a la UAM no a hacer paros, no a hacer manifestaciones, ni protestas. Venimos a estudiar. Pero justamente, como hay una serie de problemas que nos aquejan, nos vemos obligados a organizarnos y luchar. Un movimiento no puede permanecer en auge eternamente, hay fases de cansancio, hay momentos de reflujo, hay períodos de confusión y nuevos auges donde se abren oportunidades de defender con firmeza conquistas y arrebatar nuevas concesiones.
Como vimos, antes del estallido del paro, las autoridades actuaron de forma negligente frente a nuestros problemas, por mencionar un ejemplo, la rectora de la unidad Iztapalapa, Verónica Medina Bañuelos, el día en que estalló el paro hizo declaraciones como que quienes estaban tomando las instalaciones no eran estudiantes, además demoró 3 semanas en presentarse a la universidad para tener un primer diálogo con los paristas. Son ellos quienes impulsan los ataques en contra de nuestras conquistas como estudiantes y trabajadores; son los que han intentado en el pasado poner nuestras universidades al servicio del capital privado y no de los explotados y oprimidos de nuestra sociedad. Para defender nuestras conquistas es necesaria una organización permanente de los estudiantes que defienda los intereses de los hijos de trabajadores y enarbole dentro de sus demandas el combate profundo a la violencia de género. Si el estudiantado es capaz de conquistar con su lucha espacios de organización como cubículos estudiantiles, estos pueden ayudar potencialmente a la defensa de nuestros derechos.
No es nada fuera de lo común que existan cubículos estudiantiles dentro de las universidades e instituciones públicas, podemos ver el caso del local del CLEP en ESIME Zacatenco del IPN que fue tomado por los estudiantes en la huelga de 1968 y hasta la fecha se mantiene como un espacio de organización estudiantil. En muchas otras escuelas del IPN así como de la UNAM e incluso en algunos campus de la UAM, existen también locales estudiantiles. En UAM Iztapalapa durante varios años existió un cubículo estudiantil. Eso muestra que la defensa de un espacio de organización estudiantil en la UAM-I no es algo errado, la historia nos muestra que es posible y que esto no ha significado que los estudiantes se queden sin espacios para recibir clases ni mucho menos.
La Asamblea General del Paro, acordó tomar un espacio para la organización que es el auditorio E002. Sabemos que es un espacio que se ocupa para recibir clases, pero también que se pueden buscar alternativas para reacomodar las mismas en otros espacios de la universidad.
Apenas regresamos a clases, las autoridades emprendieron una campaña de acoso contra el espacio estudiantil tomado y hubo un intento por parte de ellos de arrebatárnoslo. Estas acciones fueron encabezadas por Javier Rodríguez Lagunas, secretario de unidad, quien con algunos profesores reaccionarios y demás funcionarios que lo acompañaban actuaron de forma agresiva, cual si fueran porros, dejando entre ver que no descartaban acciones violentas contra nosotros. Los estudiantes organizados impedimos ese intento de arrebatar nuestro espacio conquistado.
Las autoridades han cambiado de táctica. Ahora buscan dividir al estudiantado al no reagendar las clases que antes se hacían en el E002 en otros espacios y así buscar provocar un enfrentamiento entre nosotros, no podemos darles ese gusto a las autoridades pues solo abriría el camino para debilitar al movimiento estudiantil y lanzar una ofensiva contra nuestros derechos generales.
Por un lado, entendemos que requerimos espacios adecuados para nuestros estudios (algo que evidentemente todos nosotros defendemos), pero también creemos fundamental que existan espacios óptimos para la organización estudiantil bajo nuestro control, que no es un asunto secundario y no se deben destinar espacios marginales para ello. Creemos que bien se puede hacer uso de otros salones y auditorios para que todos nuestros compañeros puedan tomar clases. Lo cierto es que como estudiantes debemos ver la mejor forma de resolver este problema que debe implicar no afectar nuestro desempeño académico, pero también fortalecer la organización estudiantil.
El paro de 68 días que vivimos es un parteaguas. Con el regreso a clases es necesario que más compañeros se sumen y participen en la organización estudiantil. Hemos vivido una gran sacudida que ha despertado conciencias. La autoridad lo que busca es el desgaste, es mermar la organización estudiantil, es separar a los estudiantes organizados con las capas de la comunidad que aún no se involucran a la lucha. El intento de arrebatarnos el E002 es sólo el pretexto que busca como objetivo mermar la organización estudiantil. La defensa de un espacio adecuado para la organización estudiantil debe ser abrazada por todo estudiante con un poco de consciencia de la necesidad de luchar contra los problemas que nos aquejan.
Un local estudiantil debe ser usado adecuadamente. Debe mantener principios firmes, no dando entrada a grupos porriles o de la autoridad, ni realizando acciones que den pretexto a la autoridad para justificar el arrebato de estos espacios o que mermen los objetivos que se persiguen. La organización estudiantil debe mantener un sentido de clase, que dé consistencia a la lucha. Debe ser un espacio donde existan reglas establecidas por los estudiantes organizados que permitan que éste sirva para los fines deseados. Es un espacio para la organización, debe servir para que el estudiantado que voluntariamente quiera organizarse en base a los principios establecidos pueda hacerlo. Debe estar administrado de forma autónoma por la organización estudiantil y debe servir para poder tener reuniones, para la formación política, para realizar actividades de propaganda, para hacer cualquier acción que fortalezca nuestra lucha. Los estudiantes organizados deben hacer trabajo hacia la comunidad que llame al resto de estudiantes a participar, a organizarnos y defender nuestros derechos de una forma más amplia.
Como parte de este movimiento, las Juventudes Marxistas llamamos a la comunidad de la UAM (estudiantes, trabajadores y estudiantes de todas las unidades) a actuar en defensa de un nuevo local estudiantil en la UAM-I. Llamamos a la solidaridad de los estudiantes y trabajadores de otras universidades e instituciones de educación pública, asi como a las mujeres que luchan a pronunciarse por la defensa de nuestro cubículo y a tomar acciones contra cualquier represaría que pueda recibir cualquier compañero en lucha. Llamamos a combatir todo intento de mermar la organización estudiantil independiente de las autoridades, el estado y el gran capital. Llamamos a dar continuidad a los acuerdos del reciente paro y continuar luchando contra la violencia de género. Llamamos a organizarnos permanentemente por la defensa de una educación pública, gratuita y de calidad; por un puesto de trabajo digno al terminar nuestros estudios y a contribuir en la lucha por una transformación profunda y radical de nuestra sociedad.