El mes de junio está marcado por las reivindicaciones del Orgullo de la comunidad LGTBI, en conmemoración de los disturbios de Stonewall iniciados de manera espontánea el 28 de junio de 1969 en Estados Unidos. ¿De dónde surge la opresión del colectivo LGTBI? ¿De qué manera lo perpetúa el capitalismo? ¿Cuál es la situación de esta lucha hoy?
“Stonewall riots”: qué fue y qué queda de aquello
Las revueltas de Stonewall surgieron en respuesta a una redada policial de una noche cualquiera, es decir, fue una sola gota la que colmó la continua represión y persecución que recibía el colectivo por parte de las fuerzas policiales. A partir de esta explosión, la respuesta espontánea contra la violencia fue transformándose en organización: la anécdota inició unas jornadas de protesta y manifestaciones que duran hasta el movimiento LGTBI que conocemos en la actualidad, que lucha por el reconocimiento de los derechos básicos de la comunidad LGTBI y por la igualdad y la dignificación de diferentes identidades y sexualidades marginadas por el sistema.
Desde luego que Stonewall no fue la primera semilla de lucha, pero sí el punto de inflexión que conocemos hoy en día. Por eso, no debemos olvidar que quienes protagonizaron estas jornadas fueron, entre otras, Marsha P. Johnson y Sylvia Rivera: es decir, mujeres trans y obreras. Al igual que con otras jornadas revolucionarias, la clase dominante tiende a disimular el indudable origen de clase de quienes lucharon por la liberación contra la opresión. Para comprender la lucha, es necesario analizar el sistema capitalista actual y hacer un balance crítico del movimiento por la liberación.
Capitalismo: mercantilización y fragmentación de toda lucha
Como ya explicó Engels en El origen, es precisamente el paso del comunismo primitivo (sociedad anterior a la división de clases) a las sociedades de clase (esclavismo, feudalismo, capitalismo) lo que dio lugar a muchas opresiones de clase, de género y de identidad que son funcionales para mantener la subordinación. Siendo la clase dominante actual la burguesía, debemos analizar cómo opera la LGTBIfobia bajo el capitalismo. Los diferentes colectivos oprimidos, incluso marginados por el sistema, sirven al capital, entre otras cosas, como mano de obra barata, precaria y muy explotada. Dentro del colectivo trans, los datos son desgarradores1: al menos un 53% de las personas trans tienen dificultades para llegar a fin de mes en España, frente al 40% del conjunto del colectivo LGTBI; un 42% han sufrido discriminación en el trabajo, en el caso de las mujeres trans aumenta a un 77%; un 48,2% de ellas han ejercido la prostitución en algún momento; un 54,5% de hombres trans y un 57,1% de mujeres trans han intentado el suicidio; etc.
A pesar de esta cruda realidad, la clase capitalista ha intentado aprovecharse del movimiento, por un lado, mercantilizando las reivindicaciones del Orgullo (pinkwashing) y ocultando el componente de clase de la lucha y, por otro, fragmentando la lucha entre distintas identidades (interseccionalidad) y difuminando los intereses de clase irreconciliables dentro de un mismo colectivo. Debemos combatir ambas tendencias, ya que, a fin de cuentas, salvaguardan los intereses de la clase dominante. ¡La lucha debe ser unida!
Socialismo: única vía de liberación
Como marxistas, luchamos por mejoras para todas las capas oprimidas de la sociedad, entre ellas, la comunidad LGTBI. Sin embargo, somos conscientes de que las mejoras parciales, aunque necesarias, no son suficientes para liberar al colectivo de su opresión. Por esta razón, al mismo tiempo que defendemos más derechos y recursos, debemos señalar los límites del sistema capitalista y, por tanto, vincular las reformas con la necesidad de derrocar el capitalismo, como única vía que puede garantizar la emancipación de la clase obrera en su conjunto. Rechazamos corrientes como el posmodernismo o la interseccionalidad, pues solo la revolución socialista hará frente a la raíz de todos los problemas: el sistema capitalista.
La clase obrera, que incluye a todas las disidencias e identidades, debe luchar unida contra el sistema hacia un objetivo común: la construcción de una nueva sociedad, libre de opresiones. Apelamos a toda la clase obrera a que se una a las movilizaciones del Orgullo. ¡Contra la LGTBIfobia y contra toda opresión: unidad de clase y liberación!
1https://felgtbi.org/wp-content/uploads/2022/10/Argumentario-Ley-Trans-y-LGTBI_FELGTBI.pdf