Cuando se planteó la jornada nacional de sana distancia fue por el peligro de la propagación masiva del SARS-CoV-2 debido a la conglomeración de personas, esto implica a los centros de trabajo que son un espacio natural para que la epidemia crezca. El gobierno federal declaró una emergencia nacional que limita la producción a sectores prioritarios (sector salud, alimentos, equipo médico, etc.). La burguesía de otras áreas comenzó a hablar de la gran importancia de sus mercancías para, bajo ese pretexto, justificar el mantener la producción y no cerrar las fábricas. Con el decreto presidencial de emergencia nacional, además, los empresarios debían mantener el pago salarial en un 100%. Gris es la teoría si se compara con el árbol verde de la vida, una cosa es lo que se dice en el papel y otra lo que sucede en la práctica. Es verdad que un importante número de fábricas cerraron, pero desde el primer momento la clase capitalista ha boicoteado estas medidas, con el apoyo de políticos y gobernadores de oposición, negándose en muchos otros casos a parar la producción y pagar lo que por ley deberían a los trabajadores así como realizando despidos ilegales. Esto ha costado la vida de obreros y, sin tener controlada la pandemia.
El gobierno de AMLO planteó que éste 18 de mayo se reactivaría la actividad en los municipios que no hay contagio ni tienen vecindad con municipios donde hay registro de la existencia del virus. Entre el 18 y el 1° de junio se iniciarían preparativos para la reapertura y se declaran esenciales las industrias de minería, construcción y fabricación de transporte. Pero desde éste 18 han comenzado a abrir fábricas (no todas esenciales) y en zonas como la frontera norte hay una enorme presión para reactivar la producción y legalizar la que se ha mantenido activa, violando la ley, buscando regresar a la normalidad. Si eso ocurre en esta etapa tan prematura se pagará con más muertes de obreros.
El diario El País, resaltó esto en un discurso frente a una maquiladora en Ciudad Juárez, de la abogada Susana Prieto:
“‘En Estados Unidos han parado las empresas, pero aquí les da igual, total, son mexicanos, qué más da. Cuando tienen un muerto o dos cierran unos días, dizque para sanitizar, y luego los trabajadores vuelven, creen que ya no se van a contagiar, o les dan un bono. ‘¿Es que con el bono ya no se contagian?’, ironiza la abogada laboralista. ‘¿Y qué hace el Gobierno?’ Decía que miraba por los pobres, pues aquí tiene a los pobres, es un crimen lo que están haciendo con ellos’”.
¿De qué sirve que el gobierno de AMLO tome medidas si por abajo se incumplen? La clase obrera ha llegado a actuar bajo el impulso de sus declaraciones pero él no se basa en la organización de ellos para romper la resistencia de la burguesía, eso lleva a que acciones que van en un buen sentido no se lleven a la práctica, es por eso que depende de nosotros los trabajadores, y de nadie más, luchar para parar esta pandemia y salvar nuestras vidas.
La clase obrera matamorense puso el ejemplo
Los obreros de Matamoros, cuando inició la jornada de sana distancia, pusieron el ejemplo. En varias fábricas se organizaron al grado de llegar a parar la producción. Vimos asambleas en fábricas, paros laborales y casos como el de Trinodex, donde cientos de obreros tomaron la junta de conciliación y arbitraje de ésta ciudad fronteriza. El resultado fue que la clase obrera de varias fábricas obligó con su acción a cumplir los decretos presidenciales. La clase obrera es la única que puede salvar de la catástrofe a la sociedad pero bajo la condición de estar organizada y actuar unida y con determinación.
Los empresarios en Matamoros no dejaron de maniobrar, en algunos casos dieron a los trabajadores que iban a casa sólo el 50 o 60% de salarios y han boicoteado al gobierno de AMLO dejando de pagar impuestos. Los obreros de Vidrio Decorativo Occidental fueron los primeros en parar, sin embargo, los empresarios jugaron con la necesidad de los obreros y ofrecieron un bono especial del 50% del salario para que regresaran a la producción, los trabajadores accedieron y ahora hay al menos 10 obreros con síntomas de COVID-19 en esta empresa. Pese a todo, el cierre de empresas fue mayor en esta ciudad que en otras zonas maquiladoras de la frontera, eso ha salvado vidas.
Alianza de gobernadores de derecha y empresarios
Al momento de escribir estas líneas, en Matamoros, Tamaulipas, contabilizamos 201 lamentables muertes por COVID-19, en contraste vemos que en Ciudad Juárez, Chihuahua, son más de 200 y en Tijuana, Baja California Norte, hay 343 fallecidos por esta enfermedad. El parar la producción por la acción organizada de la clase obrera matamorense ha salvado vidas. Ciudad Juárez y Tijuana son dos de las ciudades con mayor índice de mortalidad por la enfermedad del nuevo Coronavirus en el país.
En el primer caso vemos también el actuar de protección de los empresarios del gobierno panista de Jaime Corral Jurado.
Según la Secretaría de Economía de Baja California, están produciendo (antes de la reapertura) 40% de las empresas maquiladores, que según ellos son esenciales. En realidad lo que vemos es el actuar sumiso del gobernador para rescatar las ganancias de la clase empresarial sin importar la vida de la clase obrera.
La situación en éste estado raya en lo patético porque aquí la población ha dado un giro a la izquierda, se dio un movimiento de rechazo masivo a la gubernatura de Kiko Vega, quien privatizó el agua. Con él como gobernante se dio un movimiento masivo contra el gasolinazo en 2017 donde vimos la manifestación más grande de la historia del Estado. Más recientemente, bajo la actual administración, la población dio una muestra clara de conciencia al rechazar en una consulta la construcción de una cervecera en Mexicali, dando continuidad a una larga lucha contra el arrebato del agua por Constellation Brands. En la elección del 2018 la gente votó por un cambio, por el candidato de Morena en Baja California pero Jaime Bonilla fue un candidato que reciclaron de los partidos de la burguesía. Además de querer extender su mandato con maniobras legales, está en un claro boicot contra las medidas de la Secretaría de Salud. Éste empresario fue impuesto como candidato por la pasada dirigente de Morena, Yeidckol Polevnsky, esa política de conciliación con sus PRImores ha demostrado su completo fracaso y en esta pandemia ha costado la vida de obreros. La acción de la clase obrera salva vidas, el actuar de la derecha capitalista mata.
La diferencia en Matamoros es que la clase obrera, pese a todo, está mejor organizada y con mayor conciencia de clase que en otras regiones del país. La oleada huelguística, al inicio del sexenio, ha sido inspiradora. Mostró a los trabajadores que actuando unidos pueden conseguir triunfos, incluso rebasando a los sindicatos patronales burocráticos que aún mantienen importante presencia. Producto del movimiento 20-32 se comenzó a construir el Sindicato Nacional Independiente de Trabajadores de Industrias y Servicios, en la que participa dirigentemente la licenciada laboral Susana Prieto Terrazas, éste se ha extendido a Ciudad Juárez y da sus primeros pasos en Reynosa, Tamaulipas.
Presión imperialista
Las empresas maquiladoras, asentadas en la frontera norte de México, tienen distintos capitales extranjeros provenientes de Europa o China, pero principalmente de EEUU. Hay una presión para sacar la producción, pues aquí se produce lo que no pueden producir en otros país, por eso han violado leyes, se han autodeclarado empresas prioritaria, han puesto en riesgo y llevado a la tumba a muchos trabajadores y familiares. Los obreros no somos carne de cañón, vale más nuestra vida que las ganancias de los capitalistas.
El primer trimestre del año fue recesivo, cayendo la economía del principal país capitalista en un 4.8%, una caída más profunda que la vivida en Europa. Más de 36 millones de personas han perdido su empleo en Estados Unidos. El gobierno de Trump sin tener control de la pandemia, ha comenzado a tomar medidas para reactivar la economía. La industria mexicana está ligada a la estadounidense, las maquilas son un claro ejemplo, pues forman parte de una cadena internacional de producción.
Eso mismo ocurre con la industria automotriz, la cual vio caer sus exportaciones un 90% en abril. El plan de reactivación económica de EEUU incluye que plantas en México reactiven su producción. México decide sus prioridades de reactivación económica bajo la presión imperialista y las prioridades de Estados Unidos, no se piensan en beneficio de la clase obrera o los pobres del mundo. El diario El país señaló que:
“El Pentágono envió un mensaje al embajador de EE UU en México, Christopher Landau, para ‘pedir ayuda para reabrir proveedores internacionales´ de insumos para industria de la defensa. Landau ha contestado: ‘Estoy haciendo todo lo que puedo para salvar las cadenas de suministro que se crearon a través de las últimas décadas’”.
El embajador estadounidense hizo declaraciones señalando que México no estaba haciendo lo suficiente en materia económica y que se debería declarar esencial la industria automotriz. Eso se dijo pocos días antes de que el gobierno de AMLO declarara el plan de reactivación económica. Finalmente se señaló que el 18 de mayo se reactivarían la fabricación de transporte (es decir la industria automotriz), la minería y la construcción.
El gobierno mexicano está bajo la enorme presión de una economía que colapsa y se enfrenta al boicot de la burguesía con fugas y huelgas de capital. Existen grandes plantas de autopartes y armadoras de autos en ciudades donde el virus tiene alta infección. Aunque se tiene una buena percepción de las medidas sanitarias de México frente al virus, nuestro país ya superó en muertos a China. En el momento de reactivación de estas industrias la pandemia se piensa está en sus puntos de mayor propagación, y aun sabiendo esto se manda a la clase obrera de estas industrias como carne de cañón. Las acciones que se toman no tienen que ver con el cuidado sanitario de la población sino por la presión del gran capital. Es la acción de la clase obrera la única que puede salvar del desastre.
Ciudad Juárez
Por su lado, en Ciudad Juárez los capitalistas usan de carne de cañón a los obreros. Los obreros han tenido que reaccionar y actuar frente a la pandemia, viendo a sus compañeros de la planta enfermarse. Así vimos algunos paros como en Fagerdala o Electrocomponentes 1 y 2 en Ciudad Juárez. Éste ambiente ha llevado a dar pasos para luchar por la vida y los derechos laborales más básicos, chocando con las estructuras del sindicalismo charro, poniendo sobre la mesa la afiliación al nuevo sindicato democrático. Susana Prieto denunció en una reciente manifestación que:
“Aquí hay más de 200 muertes en la maquila y un número incalculable de obreras y obreros contagiados (…) Cuando los trabajadores escuchan que el secretario de Salud en el estado dice que van 17 muertos en la industria maquiladora, pero si Lear lleva más de 30, Regal lleva 10 directos y 3 indirectos, choferes de transporte de personal, llevan 7 en Electrolux, llevan 10 en Electrocomponentes de México, llevan 9 en Foxconn en Santa Teresa y 6 en Foxconn Las Torres, 2 en Toro Company, 1 en Columbus y siguen cayendo muertos, la curva del contagio no se va a aplanar jamás si no cierran”.
Esas cifras han levantado una polémica y las distintas instituciones han salido a desmentir. No queremos entrar a un debate sobre si las cifras de una abogada en contacto directo con la clase obrera son mejores que las de un sistema de salud saqueado o las de un gobernador panista, lo que es innegable es que la clase obrera está muriendo por que se le obliga a trabajar en medio de estas condiciones sanitarias.
El diario español El País, hizo una interesante crónica de la vulnerabilidad de los obreros de la maquila en Ciudad Juárez:
“Ciudad Juárez, con 1,3 millones de habitantes, es el paraíso de estas empresas [maquiladoras], mayoritariamente estadounidenses, pero también europeas, que se instalaron en México en busca de mano de obra barata, casi esclava. De Estados Unidos llega la materia prima y a Estados Unidos se retornan las piezas ensambladas: lo mismo son cajeros automáticos de bancos que las tripas de una computadora, piezas para vehículos, aparatos de telefonía o el cableado de los electrodomésticos. Tres turnos de ocho horas cada uno para no interrumpir la producción ni de día ni de noche, a 215 pesos la jornada, unos 10 euros. Viejos autobuses recogen a los obreros en sus colonias y, bien apiñaditos durante el trayecto, los depositan en las empresas y de vuelta a casa”.
Y más adelante señalan:
“Unos ojos claros de largas pestañas pintadas es lo poco que se ve en la cara con mascarilla de una mujer de 28 años embarazada. No quiere dar su nombre, nadie quiere. Con la comida no se juega. Está de siete meses y ha pasado marzo sin trabajar, cuando el Gobierno decretó la emergencia y mandó proteger a los más vulnerables. Pero esta mañana de lunes ya le tocaba incorporarse. Absurdo: el embarazo no hay concluido. Ni tampoco la diabetes, ni las hipertensiones. Tiene dos hijos, necesita el dinero, así que si la empresa cierra y solo les paga la mitad, prefiere que siga abierta. ¿No tiene miedo? Todo el del mundo, pero se resigna. La familia espera en casa a su madre, no al coronavirus, pero…”
El gobierno e AMLO no debe ceder ante la presión de los empresarios poniendo en riesgo a los trabajadores. Debe pasar de las palabras a los hechos en la defensa de la población más vulnerable, como lo es la clase obrera de las maquilas y obligar a cerrar las empresas maquiladoras como lo han exigido los obreros.
La clase obrera debe actuar para proteger su vida
Bajo el anuncio de la reactivación de estas industrias muchas otras empresas, varias maquiladoras entre ellas, nuevamente se declaran importantes para reabrir o mantenerse abiertas. Frente al peligro de la reapertura masiva de la producción en ciudades como Juárez el Sindicato Nacional Independiente de Trabajadores de Industrias y Servicios convocó a una manifestación simultánea en Matamoros y Ciudad Juárez. La abogada Susana Prieto estuvo llamando en redes a los trabajadores a sumarse a la manifestación del 18 de mayo, sin embargo en Facebook le han sacado cuentas falsas para generar confusión además constantemente le bloquean sus videos y cuenta. Un obrero que tiene en su paquete de internet Facebook ilimitado no tendrá datos suficientes para seguir los videos de la abogada en YouTube.
Se exigía el cierre de las plantas, la indemnización a sus empleados y el pago salarial del 100%. Las manifestaciones no fueron muy numerosas, en realidad fueron activistas obreros, pero es significativo, que en medio de la pandemia, con todos los riesgos y temores que esta trae, hayan salido estas marchas. En Matamoros se llegó a la plaza central, en Juárez, manteniendo sana distancia, entraron a la oficina de la junta de conciliación.
Ante el anuncio de reactivar la industria automotriz, Nissan se declaró estar lista pero los obreros de la planta A-1 y A-2, bajo el llamado de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), realizaron una numerosa protesta frente al palacio de gobierno de Aguascalientes este 18 de mayo. Denunciaron las largas jornadas laborales que llegan a las 12 horas diarias, los bajos salarios de 700 pesos al día, la poca claridad en el pago de las prestaciones y la salida del sindicato charro de la CTM. Cada vez que la clase obrera se pone en acción se pone sobre la mesa la necesidad de sindicatos democráticos y de lucha en defensa de nuestros derechos.
El gobierno de AMLO puede ceder ante la presión del gran capital, si la clase obrera actúa puede hacerse oír y presionar para que no caiga bajo esta presión y se concreten medidas efectivas que resguarden nuestras vidas, pero también puede tomar medidas efectivas como el paro laboral que permita hacer efectivas las medidas sanitarias bajo la exigencia de mantener el pago del 100% del salario. Debemos tener sana distancia pero también unidad, si conseguimos eso, con organización podemos avanzar en echar a un lado a los sindicatos charros y construir verdaderas organizaciones a favor de la clase obrera. La pandemia aún no termina y nuestras vidas están en peligro.