El sábado 26 de noviembre se convocó en Roma una manifestación nacional contra la violencia hacia las mujeres, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Posiblemente habría unas 10.000 personas en la manifestación, como máximo: muchas menos que las cerca de 100.000 de años anteriores. La manifestación fue convocada por el grupo activista de mujeres «Non una di meno» (Ni una menos).
Las compañeras, y también compañeros, de Sinistra Classe Rivoluzione –la CMI en Italia– participaron con consignas y pancartas revolucionarias, y su puesto de material fue posteriormente atacado por autodenominadas activistas de los derechos de la mujer.
La razón de la menor participación es que «Non una di meno» ya no es el movimiento que fue en el pasado. En su apogeo, había reunido a diversas corrientes del movimiento de la mujer, entre ellas las mujeres de la CGIL, la principal confederación sindical de Italia, por ejemplo. Las compañeras de Sinistra Classe Rivoluzione, la CMI en Italia, también formaban parte de este movimiento y participaban en sus actividades.
Ahora, sin embargo, «Non una di meno» ha visto predominar en sus filas a las seguidoras de la teoría Queer, que han expulsado sistemáticamente a todos los demás grupos, asociaciones y movimientos que no están de acuerdo con ellas. Y lo han hecho con tácticas muy agresivas, a veces con violencia física. Han condenado al ostracismo a la mayoría de los distintos componentes de los movimientos de mujeres y LGBT, incluidos sus partidarios en el movimiento obrero, con sus métodos gamberriles.
El sábado pasado, las compañeras de Sinistra Classe Rivoluzione participaron, como siempre han hecho, en la manifestación. Marcharon detrás de una pancarta con el lema «Meloni Vattene» (Meloni Vete) en texto grande, seguido de un lema más pequeño: «Nuestra liberación: revolución». Las compañeras de la CMI no eran conscientes de que la suya sería la única pancarta política de la manifestación.
La pancarta de la CMI fue recogida por todos los medios de comunicación, pero también fuimos atacados y mal citados con el objetivo de presentar a nuestras compañeras como promotoras de la violencia, incluso se las acusó de animar a atacar físicamente a la Primera Ministra. Se nos acusó de lanzar la consigna: «Meloni fascista, primera de la lista», y otras declaraciones similares. ¿Por qué esta falsificación? Los medios de comunicación burgueses intentan criminalizar a la izquierda relacionándola con un tipo de consigna que estaba presente en los años 70, cuando también se produjo un fenómeno de terrorismo de izquierdas, incluyendo asesinatos de importantes figuras políticas.
Esta campaña mediática ha creado ahora un gran escándalo, con destacados políticos al frente. Una de ellas es Daniela Santanchè, Ministra de Turismo del actual gobierno, mientras que la Subsecretaria de Defensa, Isabella Rauti, dijo que todo esto está alimentando un clima de odio, con amenazas contra la Primera Ministra. Otros atacaron a “las mujeres que odian a las mujeres».
Lo que tenemos en realidad es un intento descarado de utilizar la política de identidad para dividir el movimiento. Estos cínicos embusteros se retuercen las manos y dicen: ¿Cómo pueden las mujeres odiar a otras mujeres? Esto ignora convenientemente el hecho de que el actual gobierno está formado por elementos de derecha, intolerantes, sexistas y racistas. Tan pronto como este gobierno llegó al poder, empezó a plantear la idea de prohibir el derecho al aborto. ¿No es esto violencia por parte de mujeres Meloni y sus amigas– contra la masa de mujeres corrientes en Italia? ¿Por qué las ministras de este gobierno sólo ven la supuesta violencia de unas pocas consignas pero ignoran la violencia real que se ejerce contra las mujeres cada día?
Cabe destacar quién es Isabella Rauti en realidad. Es la hija de Pino Rauti, antiguo dirigente del MSI (Movimiento Social Italiano, creado tras la Segunda Guerra Mundial por partidarios del Partido Fascista de Mussolini). En su juventud, fue miembro del MSI, y luego siguió a su padre en una escisión a la derecha del partido, para formar la Fiamma Tricolore. Finalmente, acabó con Giorgia Meloni en los Fratelli d’Italia (Hermanos de Italia). Así que sabrá un par de cosas sobre la violencia y los métodos violentos. También procede de una tradición totalmente reaccionaria en cuestiones como los derechos de las mujeres, los homosexuales y las personas trans. Pero, ¿por qué dejar que todo esto estropee una buena historia? Cuando se trata de «mujeres que odian a otras mujeres», esta gente es experta. Odian a las mujeres de la clase trabajadora hasta el punto de que –como hemos visto– el gobierno al que pertenecen ha contemplado incluso la posibilidad de abolir el derecho al aborto.
Su principal objetivo era presentar a Giorgia Meloni como víctima de una campaña de odio personal –fabricada–. Todas ellas han expresado su solidaridad con Meloni, y exigen que las «mujeres de izquierda» se distancien de tales consignas y las condenen.
Antes, bajo la influencia de la política de identidad, las autodenominadas «dirigentes» del «Non una di meno» habían exigido que nadie acudiera a la manifestación con pancartas ni consignas políticas. Es una situación increíble. Aquí tenemos el gobierno más derechista de Italia desde hace décadas, que ha atacado abiertamente los derechos de las mujeres y los derechos de los homosexuales y los trans, un gobierno que expresa abiertamente opiniones misóginas, homófobas y transfóbicas, ¡y se supone que el movimiento contra la violencia sobre las mujeres pretende ser apolítico!
Este llamamiento para que no haya pancartas políticas se ha hecho en manifestaciones anteriores, pero todo el mundo lo ignoró en general, y varios grupos y movimientos acudieron con sus pancartas. Los compañeros de la CMI se presentaron con su pancarta «Meloni Vete», junto con banderas rojas, levantando consignas tanto por los derechos de las mujeres como contra este gobierno reaccionario [ver artículo más abajo para la lista de consignas].
Vídeo publicado por La Stampa de nuestros compañeros gritando consignas
El hecho de que las compañeras de la CMI expresaran sus posiciones de forma abierta y audaz molestó a las organizadoras. Pero lo que les molestó aún más fue el alto perfil de nuestra intervención, con toda la cobertura mediática que recibió.
Al día siguiente de la manifestación, se celebró un encuentro nacional del movimiento «Non una di meno», en el que las compañeras de la CMI (SCR) siempre han participado regularmente. Como han hecho en el pasado, también instalaron su puesto de material político en el lugar de la reunión. Las organizadoras atacaron físicamente el puesto, con varias decenas de ellas rompiéndolo, tirando al suelo panfletos y folletos y pisoteándolos.
Aquí tenemos «mujeres atacando a mujeres», pero este tipo de violencia está aparentemente totalmente justificada cuando proviene de las organizadoras: las mismas organizadoras que siempre condenan la violencia de cualquier tipo, ¡hasta el punto de que incluso aplaudir se considera un acto de violencia! Sin embargo, el verdadero motivo del ataque físico a nuestras compañeras no es la pancarta, sino su agudo análisis de la cuestión de las mujeres y su negativa a aceptar las teorías que dividen al movimiento.
Los compañeros de la CMI en Italia destacan la necesidad de la unidad de la clase obrera para luchar por los derechos de las mujeres y de las personas LGBT, junto con la necesidad de derribar al gobierno actual y luchar por un gobierno de los trabajadores. Sostienen la lucha de millones de mujeres con problemas reales acuciantes, al tiempo que reconocen los derechos de gays, lesbianas y personas trans.
Los compañeros de la CMI en Italia se oponen a cualquier idea, y a cualquier tipo de análisis, que conduzca a la división y fragmentación del movimiento. Destacan que el movimiento debe unirse y rechazar cualquier política que nos divida: que enfrente a trabajadores contra trabajadoras, a gays contra mujeres, o a las mujeres contra las personas trans, etc. Todos los oprimidos deben estar unidos en torno a la clase obrera, luchando por cambiar el sistema en su conjunto.
Publicamos aquí una breve declaración de los camaradas del SCR, junto con una aclaración de las verdaderas consignas que levantaban en la manifestación.
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«Non una di meno», la triste degeneración de un movimiento
Por Sinistra Classe Rivoluzione
Después de la manifestación contra la violencia hacia las mujeres del 26 de noviembre, como compañeras de «Sinistra, Classe, Rivoluzione» [la CMI en Italia] asistimos a la asamblea nacional de «Non una di meno». Justo antes del inicio de la asamblea, nuestro puesto fue clausurado por la violencia física por un grupo de unas decenas de dirigentes de «Non una di meno», que tiraron nuestro material político al suelo y lo pisotearon, declarando abiertamente que su intención era negarnos la libertad de expresar nuestras ideas, lo que también ocurrió dentro de la propia asamblea cuando exigimos el derecho a explicar lo sucedido y a presentar nuestras posiciones.
Ver VÍDEO: [el momento en el que Serena, del SCR, pregunta si puede hacer una pregunta, y es rechazada a gritos].
Una de las razones que nos dieron fue la «excesiva» visibilidad en los medios de comunicación de nuestro bloque en la manifestación detrás de la pancarta «Fuera Meloni». En primer lugar, no somos responsables de los reportajes distorsionados en la prensa burguesa, identificando nuestra pancarta con consignas que no hemos levantado. En segundo lugar, creemos que es importante que el movimiento luche contra el actual gobierno reaccionario e intolerante que desde el mismo día en que llegó al poder ha declarado la guerra a los derechos de las mujeres y de las personas LGBT. Nos parece sorprendente que estas posiciones sean consideradas ajenas por la dirección de «Non una di meno». Pensamos que estas posiciones, así como cualquier otra que pretenda hacer avanzar el movimiento, deberían beneficiarse del derecho a la libertad de expresión en las mejores tradiciones del movimiento obrero, y de todos los movimientos de lucha.
Por lo tanto, consideramos inaceptable que la dirección de «Non una di meno» haya puesto un veto a estas ideas y haya bloqueado el desarrollo de un debate democrático, abierto, genuino y sincero. Ahora más que nunca, con un gobierno dispuesto a atacar frontalmente los derechos de las mujeres y de las personas LGBT, consideramos necesario desarrollar esta discusión, y como compañeras de la Sinistra Classe Rivoluzione seguiremos haciéndolo diariamente en los centros de trabajo, en las escuelas y colegios, y en las calles, con una fe inquebrantable en los trabajadores y trabajadoras de este país en la lucha contra este gobierno.
Grazia Bellamente
Serena Capodicasa
Margherita Colella
Silvia Forcelloni
Martina Gaeta
Arianna Mancini
Chiara Mazzanti
Giada Tramparulo
Elvira Vitale
Las verdaderas consignas que levantaron en Roma las compañeras de la CMI (SCR)
Por Sinistra Classe Rivoluzione
Fuimos a la manifestación en Roma contra la violencia hacia las mujeres con una pancarta que decía: «¡Fuera Meloni! Nuestra liberación pasa por la revolución». Varios periódicos citaron consignas que nunca levantamos. Por ello, ponemos a disposición de los lectores las verdaderas consignas que levantamos durante la manifestación.
Reivindicamos nuestro derecho democrático a pedir la dimisión de una presidenta del Gobierno, y pretendemos conseguir este objetivo lo antes posible, de la misma manera que nuestros compañeros de Brasil -que durante años salieron a la calle con el lema «Fora Bolsonaro» [Fuera Bolsonaro]-, que finalmente se ha cumplido.
[Nota: lo que sigue son traducciones].
– ¡Somos libres para luchar!
– ¡Mujer, vida, libertad, revolución!
– ¡Fuera la Iglesia de los centros de planificación familiar, de las escuelas y del Estado!
– Sanidad: ¡pública, gratuita y laica!
– La objeción de conciencia [de los médicos] debe ser abolida. ¡Yo decido sobre mi vida!
– [Pregunta] ¿El derecho a la objeción? [Respuesta] ¡Abolición!
– Contra el acoso y la represión, ¡lucha en las escuelas y con ocupación!
– ¡La mujer libre del hombre, ambos libres del Capital!
– Contra los patrones, sean hombres o mujeres, ¡unidad de la clase obrera y revolución!
– No a la guerra y al imperialismo, ¡es el capitalismo el que provoca la guerra!
– ¡Enterraremos el patriarcado si derrocamos el capitalismo!
– ¡Meloni, Meloni vete ya!
– Una mujer contra las mujeres: ¡Meloni, Meloni, prepárate para temblar!
– Contra la derecha misógina e intolerante, no temas, ¡es la hora de la lucha!