Escrito por: Corriente Marxista Internacional
Publicamos a continuación un comunicado de la Corriente Marxista Internacional, de la que forma parte nuestra corriente Lucha de Clases, sobre la crisis en el Estado español. El referéndum de independencia catalán desafía al régimen de 1978, y se ha encontrado con la dura represión del Estado español. La CMI apoya el derecho del pueblo catalán a la autodeterminación. ¡por una República socialista catalana, que actúe de chispa para la revolución ibérica!
- La decisión del Parlament catalán de convocar un referéndum sobre la independencia el 1 de octubre ha abierto la crisis institucional más seria en la historia del Estado español desde la restauración de la democracia burguesa en 1977. La represión del Estado español y del gobierno de Rajoy en Madrid ha provocado un movimiento de masas en las calles que ha adquirido algunas características insurreccionales.
- . El paso hacia la convocatoria de un referéndum sobre la autodeterminación se da tras años en los que el Estado español y el gobierno de derechas de Rajoy han bloqueado cualquier intento de que Catalunya decida sobre su propio futuro. El Estatut catalán de 2006, tras ser aguado por el parlamento español, fue suspendido por el Tribunal Constitucional bajo las exhortaciones del Partido Popular. Por último, el Tribunal Constitucional declaró inconstitucionales algunos de los artículos clave del Estatut. Treinta y cinco leyes diferentes aprobadas en el Parlament catalán fueron también declaradas ilegales por el Tribunal Constitucional.
- En 2011-2015, Catalunya fue parte de la oleada de movimientos de masas contra los recortes y la austeridad, que cuestionaron todas las instituciones de la democracia burguesa en el Estado español. En aquel momento, el partido burgués nacionalista CiU estaba en el poder en Catalunya, con Artur Mas como presidente, siendo el más entusiasta impulsor de recortes en sanidad, educación y el gasto social, con el apoyo total del PP. En 2011, decenas de miles de personas rodearon el Parlament en un intento de impedir la aprobación de un presupuesto de austeridad. Algunos diputados tuvieron que ser llevados en helicóptero. El partido también se vio empantanado en toda una serie de escándalos de corrupción que siguen pendientes.
- Viéndose ante esta situación, el presidente catalán Mas decidió ponerse al frente del movimiento soberanista para salvar su carrera y a su partido. El movimiento independentista catalán pronto adquirió un carácter de masas (con millones de personas manifestándose en las diadas, el día nacional de Catalunya), pero con una dirección compuesta por nacionalistas burgueses de derechas.
- En el otro bando del conflicto, el PP, gobernando en Madrid, y también carcomido por la corrupción y llevando a cabo una política de represión y de recortes, consideró que azuzar el nacionalismo español reaccionario le permitiría ganar votos.
- Amplias capas de la sociedad catalana anhelaban una victoria de Podemos en el gobierno central para poder cambiar completamente la situación. En las dos elecciones generales, las coaliciones encabezadas por Podemos fueron la fuerza más votada en Catalunya. Sin embargo, al ser Podemos incapaz de conquistar el poder en el parlamento español, los anhelos independentistas, que veían la secesión como una solución a los problemas de la austeridad, los recortes y la falta de democracia, se extendió de manera inevitable. El porcentaje de aquellos que apoyan la independencia aumentó de alrededor de un 10%-15% hasta casi un 50%.
- El carácter de este movimiento es por tanto contradictorio, con una dirección oportunista encabezada por el partido burgués nacionalista PDeCAT (la reencarnación de CiU tras una escisión y un cambio de dirección), pero, por otra parte, las bases se inspiran sobre todo en un rechazo al régimen español reaccionario, y contra la supresión de los derechos del pueblo catalán, que representan Rajoy, el ejército, la monarquía, etc.
- El régimen español que existe hoy día se remonta a la constitución de 1978. En ese momento, para frenar al creciente movimiento revolucionario de jóvenes y trabajadores contra la dictadura franquista y evitar que llegara al poder, el viejo régimen alcanzó un acuerdo con los dirigentes de los partidos obreros, básicamente con Santiago Carrillo del PCE y Felipe González del PSOE. Este pacto, conocido hoy como la “transición”, representó una traición a las aspiraciones genuinas de los trabajadores a la democracia y a la revolución social. Aseguró la impunidad a los crímenes del franquismo, cuyo aparato de Estado fue mantenido, se impuso la monarquía borbónica y la bandera española (ambos símbolos del régimen de Franco) y la negación del derecho a la autodeterminación para las nacionalidades oprimidas. El artículo dos de la constitución de 1978 consagra la “indisoluble unidad de la nación española”, dejando claro en otro artículo que ésta será garantizada por “las fuerzas armadas”.
- A ojos de la clase dominante reaccionaria de España, que nunca ha sido capaz de conseguir la verdadera unificación del país sobre bases progresistas, sino que ha recurrido a la represión brutal y descarada, el derecho a la autodeterminación es visto, correctamente, como una amenaza al sistema del 78 en su totalidad. Esto explica la reacción del Estado español al referéndum catalán.
- La jugada del partido nacionalista de derechas PDeCAT siempre fue arriesgada, pero durante un tiempo le permitió mantenerse en el poder, embaucando, con la promesa de un referéndum sobre la autodeterminación, a los nacionalistas de izquierda de ERC e incluso a los anticapitalistas de la CUP.
- En 2014 el Estado español prohibió un referéndum sobre la autodeterminación, que luego pasó a ser una consulta no vinculante. Como respuesta a la prohibición de este referéndum, el gobierno catalán convocó elecciones anticipadas en 2015, que fueron presentadas como un plebiscito sobre la independencia. Los partidos independentistas consiguieron la mayoría de los escaños, pero habiendo obtenido un 48,8% de los votos carecían de una mayoría social absoluta.
- Finalmente, el 6 de septiembre de 2017, con los votos del bloque independentista y la abstención de CSQP (la coalición catalana de Podemos y la filial catalana de Izquierda Unida) y la ausencia del resto de partidos, que boicotearon la sesión, el Parlament aprobó una ley para convocar un referéndum sobre la independencia el 1 de octubre. El Parlament tomó esta decisión a sabiendas de que representaba un desafío abierto a la ley española.
- A las pocas horas, el Tribunal Constitucional suspendió la ley, a esperas de llevar a cabo una investigación sobre su constitucionalidad. Este fue el inicio de la oleada de represión por parte del Estado español que busca evitar que el referéndum tenga lugar.
- Los diputados del Parlament que presentaron la ley han sido imputados, actos públicos fuera de Catalunya en apoyo al referéndum han sido prohibidos a instancias de los jueces, más de 700 alcaldes catalanes han sido llamados a declarar (y amenazados con ser arrestados si no acuden) por el hecho de haber declarado su deseo de ayudar a organizar el referéndum, los miembros de la nueva sindicatura electoral han sido sancionados con multas de €12.000 al día, catorce altos cargos de la Generalitat han sido detenidos por la Guardia Civil en sus casas o de camino al trabajo y han sido imputados, las finanzas de la Generalitat han sido intervenidas por el Estado español, se han llevado a cabo registros en imprentas, los medios han sido vetados de retransmitir publicidad sobre el referéndum, se han cerrado las páginas web que lo promovían y se han bloqueado sus réplicas alojadas en el extranjero, activistas que repartían octavillas sobre el plebiscito han sido arrestados y su propaganda requisada, se han incautado papeletas, etc. Este es el ataque más contundente contra los derechos democráticos fundamentales en cuarenta años (quizás equiparable a la ofensiva contra los derechos democráticos del pueblo vasco y sus organizaciones).
- La respuesta salvaje del Estado español contra los deseos del pueblo catalán de que tenga lugar un referéndum sobre su futuro (un derecho que cuenta con el apoyo de un 70% de la población) revela la naturaleza profundamente reaccionaria del régimen del 78 y sus límites en lo que respecta a los derechos democráticos.
- La represión ha puesto en seria dificultad la organización de referéndum, pero al mismo tiempo ha provocado una respuesta masiva en la calle. El 20 de septiembre, decenas de miles de personas rodearon la Conselleria d’Economia cuando estaba siendo registrada por la Guardia Civil. Los agentes fueron incapaces de salir, quedando atrapados en el edificio durante más de veinte horas, y sólo pudieron escapar de madrugada cuando la muchedumbre se había dispersado un poco y con la ayuda de unidades antidisturbios de los Mossos d’Esquadra.
- Ese mismo día, miles de personas se plantaron ante la sede de la CUP, partido anticapitalista e independentista, evitando un intento de redada policial. En Reus, tras el acoso a activistas que estaban poniendo carteles, más de mil personas participaron en una cartelada masiva que la policía fue absolutamente incapaz de frenar. Manifestaciones masivas semi-espontáneas han tenido lugar a lo largo y ancho de Catalunya.
- La represión estatal ha generado una dinámica que ha dado la iniciativa a las calles. Comités de defensa del referéndum han empezado a formarse en numerosos barrios y pueblos. Los estibadores de Barcelona y Tarragona han acordado boicotear a los cruceros que alojan a las fuerzas policiales traídas a Catalunya para evitar el referéndum. Las universidades están en paro indefinido y los estudiantes han ocupado el edificio histórico de la Universitat de Barcelona. Los principales sindicatos, CCOO y UGT, han emitido comunicados contra la represión, y una serie de centrales más pequeñas (CGT, COS, IAC) han llamado a la huelga general en Catalunya el 3 de octubre (que era lo más temprano que se podía convocar en conformidad con la legislación sindical).
- La clase dominante española ha desencadenado un movimiento de masas en las calles que no sólo amenaza la estabilidad del gobierno de Rajoy, sino que abre profundas grietas en el sistema del 78. Sin embargo, no pueden echarse atrás. Tienen que restaurar lo que ellos ven como la ley y el orden. Cualquier concesión antes del 1 de octubre sería una condena fatal para el PP. Ahora están acusando a los organizadores de las concentraciones de masas del 20 de setiembre de “sedición” y han tomado el control de la policía catalana, los Mossos. Vetada la Generalitat al acceso de sus propias cuentas y de sus fuerzas de orden público, la autonomía catalana ha sido prácticamente suprimida.
- Los nacionalistas burgueses catalanes han despertado un movimiento de masas que les aterra. Ahora bien, no pueden echarse atrás o sentarse a negociar, ya que serían vistos como traidores por el movimiento, y esto probablemente conduciría a su gobierno a la ruina.
- Es el deber de todos los marxistas revolucionarios, y de hecho de todos los verdaderos demócratas, el apoyar firmemente el referéndum catalán del 1 de octubre, que representa el ejercicio del derecho democrático básico a la autodeterminación.
- No obstante, hemos de advertir que en el contexto del Estado español, la puesta en práctica del derecho a la autodeterminación acarrea consecuencias revolucionarias y sólo se puede llevar a cabo con métodos revolucionarios. No nos podemos fiar de los burgueses nacionalistas catalanes. Sólo la movilización del pueblo en las calles puede garantizar la celebración del referéndum del 1 de octubre. La clase obrera tiene que jugar un papel clave en esto.
- El camino a seguir ahora es expandir y fortalecer los comités de defensa del referéndum en cada barrio, escuela, universidad y lugar de trabajo para abordarlos aspectos logísticos de la organización del referéndum y su defensa ante el Estado español y sus fuerzas represivas. Estos comités de defensa se deberían unir a nivel local, municipal y nacional a través de delegados electos. Mientras el Estado español se prepara inexorablemente para aplastar el autogobierno catalán, una Asamblea Nacional de delegados de los comités debería ser convocada como representante legítimo del pueblo catalán.
- Los compañeros de la CUP han planteado muchas de estas consigas (la huelga general, por el establecimiento de los comités de defensa, la necesidad de la movilización de masas), y han de ser felicitados por esto. En el pasado, tomaron decisiones que nosotros consideramos equivocadas, apoyando la investidura de Puigdemont y votando a favor de su presupuesto de austeridad. Les animamos a romper decisivamente con la política de colaboración de clases. La batalla por la República catalana no puede ganarse a no ser que haya una ruptura con el nacionalismo burgués, que no está dispuesto a llevar la lucha hasta las últimas consecuencias. Como dicen los compañeros de la CUP, tenemos que barrerlos a todos (a los banqueros, los capitalistas, los políticos corruptos, independientemente de si lucen la careta del nacionalismo catalán o español).
- La lucha por la autodeterminación no puede vencer sin antes ganarnos a la mayoría de la clase obrera. En Catalunya, muchos trabajadores hablan castellano como lengua materna, y se identifican en mayor o menor medida como españoles. Se muestran instintivamente escépticos ante un movimiento dirigido por la nacionalistas burgueses del PDeCAT, que han impuesto políticas de austeridad y de recortes y representan los intereses de la clase capitalista. La batalla por la República catalana debe vincularse a la lucha contra la austeridad capitalista, por el empleo, la sanidad, la educación y los derechos laborales.
- Esta sería la mejor forma de ganarnos el apoyo de los trabajadores del resto de la península, que contribuirían a socavar el aparato represivo del Estado español. Ya ha habido manifestaciones importantes en apoyo al derecho a la autodeterminación de Catalunya y en defensa de los derechos democráticos básicos en Madrid, Andalucía, Euskal Herria y en otros lugares.
- Podemos e Izquierda Unida tienen una gran responsabilidad. Han realizado una gran labor a la hora de defender el derecho a la autodeterminación. Sin embargo, cuando se han visto ante el referéndum del 1 de octubre, se han echado atrás. Usando excusas legalistas, se han negado a apoyarlo, abogando en vez de eso por un “referéndum pactado”, una propuesta utópica, puesto que la clase dominante española ya ha dejado claro que no está dispuesta a hacer ninguna concesión. En vez de eso, deberían dar apoyo total al referéndum del 1 de octubre (sean cuales sean sus limitaciones) ya que representa el desafío más serio al régimen del 78 en toda su historia. Deben explicar que la lucha del pueblo catalán también es la lucha de los trabajadores del resto del Estado, contra la monarquía, el gobierno derechista del PP y contra un aparato de Estado reaccionario heredado del franquismo, y que cualquier golpe que debilite al Estado español debe ser bienvenido, apoyado y usado para fortalecer la posición de la clase obrera.
- Podem, la sección catalana de Podemos, ha tomado una decisión valiente, con el respaldo de la mayoría de su militancia, al apoyar el 1-O y llamar a la máxima participación. Esto les ha granjeado muchas simpatías y apoyos por parte del ala izquierda del independentismo. Hay una creciente unidad entre el sector de izquierdas y anticapitalista del independentismo y la expresión política del 15M. Esta es la base de la lucha por una República catalana que represente una ruptura clara con la austeridad, lo cual sólo se puede conseguir rompiendo con el capitalismo y avanzando hacia la transformación socialista de la sociedad.
- 29. La Corriente Marxista Internacional declara su apoyo firme al derecho a la autodeterminación del pueblo catalán y al referéndum del 1 de octubre. Un voto por el Sí es un voto contra el régimen del 78. Nuestra consigna es la República socialista catalana, que sirva de chispa para un movimiento de cambio revolucionario en toda la Península Ibérica.
¡Por el derecho a la autodeterminación del pueblo catalán!
¡Defendamos el 1 de octubre con métodos revolucionarios!
¡Movilización de masas en las calles, comités de defensa en todas partes, huelga general!
¡Abajo la represión del Estado español, abajo el régimen del 78!
¡Por la República socialista catalana!
¡Por la revolución ibérica!