Por: Jeanne Biard
Hay un movimiento entre todos los movimientos populares que pasaron en 1968 que destacó, el del mes de mayo en Francia. ¿No dice Engels que Francia es el país donde la lucha de clase se llave hasta el final? (Prefacio de la tercera edición del 18 brumario). Sin embargo, mayo 68 en Francia no se culminó la revolución, sino con algunos derechos adicionales para los trabajadores y un regreso de la derecha. ¿Cómo un movimiento tal importante se ha colado para tomar el poder ya que tenían todas las llaves en la mano?
El contexto en Francia en 1968
El general De Gaulle, considerado como un héroe de la resistencia durante la Segunda Guerra mundial, era presidente desde 1958. Está un presidente autoritario a la cabeza de un partido de derecha conservadora, el UDR (Unión para la defensa de la república). Gracias a los 30 gloriosos, el crecimiento es de 6%, a las capitalistas les fue muy bien e incluso los trabajadores parece que les iba bien porque, en efecto, una parte de la clase laboral vió sus condiciones de vida aumentar. Entonces ni las capitalistas, ni las medias, ni los políticos de izquierda o derecha, ni los sindicados se esperaban el mayo del 68.
Pero en realidad todas las condiciones se cumplieron para un movimiento así. Los 30 gloriosos permitían también el desarrollo de la clase laboral y la creación de enormes fabricas con miles o decenas de miles de trabajadores. Si el tiempo de trabajo es limitado a 40 horas per semana desde 1936, en realidad el tiempo promedio de trabajo es de 45 horas y puede ir hasta 50. 6 millones de franceses viven por debajo de la línea de pobreza. A causa del el éxodo rural 3 millones viven en barrios de chabola cerca de Paris. Además, entre 1960 y 1967 el desempleo aumenta de 70%. Por fin, en 1967, hay muchas huelgas importantes y confrontaciones violentas con la policía.
El inicio del movimiento
Pero todo empieza con un movimiento estudiantil contra la guerra en Vietnam, en la Universidad de Nanterre, en los suburbios de Paris. Los miles de estudiantes que manifiestan dan miedo a la dirección de la universidad quien decide suspender los cursos el 2 de mayo. El 3, la Universidad de la Sorbonne, situada en un distrito estudiantil en el centro de Paris, se moviliza en solidaridad con Nanterre. Encuentran amenazas de grupos fascistas e intervención de la policía quien embarca a 400 personas. Esto lleva a enfrentamientos aún más violentos y al levantamiento de barricadas. Toda la Prensa denuncia la violencia… de los estudiantes. Incluso L’humanité (la humanidad), el periódico del PCF (Partido Comunista Francés) dice que es un movimiento izquierdista, anarquista, trotskista…
El 6 de mayo, 60 000 personas manifiestan para la liberación de los presos, la reapertura de la Sorbonne y la retirada de la policía. Otra vez, lleva a enfrentamientos aún más violentos y al levantamiento de nuevas barricadas. 600 personas resultan heridas y otras 400 son encarceladas.
Poco a poco, el movimiento se desarrolla y se extiende a la provincia. El 10 de mayo es la noche de las barricadas: más de 60 son levantadas en el barrio de la Sorbonne. Otra vez la policía intervine de manera muy violenta y el movimiento toma una dimensión mucho más grande.
Una situación casi revolucionaria
Mientras que el gobierno se divide entre los que quieren ser firmes con el General De Gaulle, y los que quieren hacer concesiones, con el primer ministro Pompidou, los principales sindicatos llaman por una huelga general de 24 horas el 13 de mayo. Este día, la manifestación reúne a 1 millón de personas de todo tipo de profesiones. Los sindicatos no habían planeado continuar, pero el movimiento se les escapó. El 21 mayo, mientras que Francia tiene 51 millones de habitantes, 10 millones de trabajadores están en huelga, es decir la mitad de la población activa. Las universidades están ocupadas. Incluso las clases medias y una parte de la pequeña burguesía se movilizan. El país está paralizado.
El PCF, que cuenta 400 000 miembros, y el principal sindicato la CGT (confederación general del trabajo), que tiene 2.5 millones de miembros, dicen que no está una situación revolucionaria, que solo está un gran movimiento protector. Dicen que la prioridad es la democracia y no el socialismo. En verdad, siguen la burocracia de la URSS que no quiere una revolución en Francia porque probablemente no tomará una forma estalinista.
El 27 de mayo, los dirigentes de los 3 sindicatos principales (la CGT, la Confederación Francesa Democrática del Trabajo, Fuerza Obrera) aceptan la propuesta del gobierno: los acuerdos de Grenelle. Incluyen un aumento salarial, la legislación de la sección sindical de la empresa, el aumento de las pequeñas pensiones y el compromiso sobre la reducción del tiempo de trabajo. Pero las masas no son de esta opinión y piden un gobierno popular.
Por la noche, una reunión reúne a 30 000 personas que coinciden en la necesidad de actuar sin los sindicatos. Sin embargo, no se organizan en un movimiento construido con propuestas concretas.
El fin del movimiento y sus consecuencias
El 30 de mayo, el general de Gaulle disolvió la asamblea y está planeando nuevas elecciones a fines de junio. El PCF y la CGT acuerdan que el gobierno popular tendrá que pasar por las urnas. Su excusa es que tienen miedo de que de Gaulle llame al ejército. En verdad, incluso la oligarquía sabía que era una mala idea porque solo fortalecería el movimiento. Especialmente desde que el ejército y la policía comenzaron a permear las ideas revolucionarias. Fueron las organizaciones de trabajadores las que frustraron el movimiento. Si hubieran querido tomar el poder, solo tendrían que hacerlo. Pero en realidad, no deseaban ver la revolución y, a contrario, sofocaron el movimiento e incluso empujaron a los trabajadores a volver al trabajo. Después de la disolución de la asamblea, el trabajo se reanuda lentamente. Los acuerdos de Grenelle son finalmente aceptados.
A mediados de junio todavía hay 4 millones de huelguistas quién son reprimidos violentamente: 4 muertos, expulsiones de extranjeros, despidos… Las elecciones legislativas refuerzan a de Gaulle y hacen retroceder a la izquierda: el PCF pierde 39 escaños y miles de miembros abandonan el partido. El PCF había hecho campaña por el orden y la ley, es la figura del general que se ha beneficiado.
A pesar del fracaso de una revolución, el movimiento del 68 de mayo mantiene un lugar fuerte en la imaginación de los franceses. Incluso la burguesía intenta apropiarse de ella transformándola en un movimiento de juventud para la liberación de la moral. Lo que se aprende en las clases de historia, es que fue, sobre todo un movimiento estudiantil que ha logrado obtener derechos para los trabajadores. Pero las masas también se le apropia y muchos, en los movimientos de este año esperaban ver el resurgimiento de mayo de 2018. Pero una vez más, las masas no han trinfado debido a sus direcciones sindicales y políticas.