Escrito por: La Izquierda Socialista
Exactamente a las 3:00 am, policías vestidos de civil y encapuchados desalojaron con lujo de violencia el campamento que profesores de la organización UPTN de Nezahualcóyotl tenían frente al palacio de gobierno en la Ciudad de Toluca. Dicho campamento se había instalado para exigir al gobierno cumpliera los acuerdos a los que se comprometió (pagos caídos a profesores, contratación anual a directivos, etc.), así como reconstruir las escuelas que fueron afectadas por los sismos del año pasado. Como también levantar la voz ante la ola de violencia que afecta a la entidad y que ha convertido a Ecatepec y a Nezahualcóyotl, principalmente, en zonas de muy alto riesgo para las mujeres.
La madrugada del martes ya habían intentado levantar los centenares de cruces que se habían colocado en la Plaza de los Mártires, pero los compañeros en guardia alertaron al resto de profesores, ante lo cual los agresores huyeron, tirando en su huida las cruces y banderas que se robaban.
Pero hoy regresaron, con más elementos y dispuestos a levantar el campamento a como diera lugar, con la impune protección de la policía estatal y municipal. Los compañeros que se mantenían en guardia alertaron, en un primer momento se creyó que se repetiría lo acontecido el martes, sin embargo y con toda la complicidad de los guardias del palacio de gobierno, quienes apagaron las luces instantes previos al ataque, sembrando así la confusión. Cuando se vio que eran un grupo numeroso y que venían encapuchados los profesores salimos corriendo, pues algunos de ellos traían palos y piedras, encontramos resguardo en una plaza cercana. Después de reorganizarnos y verificar que todos los compañeros estábamos presentes, así como revisar a cada compañero, pues algunos no salieron bien librados, varios recibieron golpes al arrebatarles los celulares o solo por el gusto de agredirnos, otro compañero sufrió una lesión en la rodilla que le impedía caminar, y que fue trasladado a un hospital, pero que no fue atendido.
Instantes después en una pequeña comisión regresamos al campamento para ver los daños, todas las cruces de la plaza habían sido levantadas y robadas, las casas de campaña destrozadas, así como sillas, banderas, los enseres que teníamos para comer y la comida. También nos percatamos que se habían robado todo lo que pudieron, mochilas, el audio, altavoces, celulares, libros.
Y para rematar fuimos perseguidos y acosados, vehículos particulares apostados en las cercanías daban rondines para verificar que nos habíamos retirado, para ponernos a salvo tuvimos que caminar durante mucho tiempo, pero siempre con la policía siguiendo nuestros pasos.
Más allá del desalojo y del robo perpetrado, el gobierno del Estado de México, encabezado por Alfredo del Mazo, muestra su verdadero rostro y la actitud con la que trata a los ciudadanos que exigen sean respetados sus derechos, vemos nuevamente qué intereses defiende el gobierno, vemos nuevamente qué papel juega la policía y los grupos de choque a su servicio. Y al final de todo, el desalojo y el robo, en mi opinión, demuestra más debilidad que fortaleza, pues Del Mazo asumió el cargo con un fraude y con el fantasma de su primo a cuestas, el PRI ha venido desprestigiándose más y más, y se encuentra en un callejón sin salida.