Escrito por Adrián Alvarado
Durante la noche del 2 de julio la Junta de Conciliación y Arbitraje ha declarado ilegal la huelga impulsada por los trabajadores del Sindicato Independiente de los Trabajadores de La Jornada (Sitrajor) a petición de la empresa Desarrollo de Medios (Demos S.A. de C.V.), que es la encargada de imprimir el periódico. La huelga ha desatado un debate entre los militantes de izquierda, sindicalistas y activistas debido a que ha sido uno de los pocos espacios informativos que tienen apertura hacia los movimientos obreros, populares, campesinos y estudiantiles en el país, sin embargo, ante la grave crisis económica por la que atraviesa la empresa ha propuesto la eliminación de las conquistas laborales de sus trabajadores.
Los directivos de Demos S.A. de C.V. argumentan que parte de los problemas financieros se deben a las prestaciones plasmadas en el Contrato Colectivo de Trabajo las cuales son insostenibles y deben ser eliminadas; por su parte los trabajadores en huelga argumentan que se han realizado diversos sacrificios por parte de la plantilla laboral, que existe una separación muy fuerte entre los ingresos de los jefes, directivos y los trabajadores sindicalizados y piden que los ajustes también se realice a esa élite. Por otra parte, desde los lectores de La Jornada, entre los que se encuentran en mayoría los militantes y simpatizantes de izquierda, sindicalistas, integrantes de organizaciones populares, estudiantes; se observa con preocupación que los problemas financieros y el conflicto sean las causas que ocasionen el cierre definitivo del periódico.
En un país donde ejercer el oficio de periodista se ha convertido en un riesgo, donde se han asesinado a 36 periodistas en lo que va del sexenio y el común denominador es que al frente de los proyectos periodísticos se encuentran personas como Carlos Marín, Ricardo Alemán, Pablo Hiriart, cuyo proceso informativo lo han convertido en un jugoso negocio para vender noticias a favor del mejor postor; proyectos como La Jornada reciben la simpatía de los militantes de izquierda, debido a su apertura al movimiento obrero, campesino, estudiantil y popular y que desde sus páginas se leen algunas líneas críticas hacia el régimen y el gobierno en turno. De ahí la preocupación legítima de las personas conscientes ante la posibilidad del cierre de este espacio. La situación es compleja, pero sin duda en el conflicto no se puede permanecer neutral.
Por parte de los directivos del periódico se argumenta que las prestaciones plasmadas en el Contrato Colectivo de Trabajo firmado con el Sitrajor rebasan a los beneficios plasmados en la Ley Federal del Trabajo, ante lo cual se tiene que eliminar, debido a la complicada situación por la que atraviesa la industria de los medios de comunicación. La Junta de Conciliación y Arbitraje se pronuncia por una reducción de las percepciones del CCT en un 70%, la empresa pide que sea el 100%. [i]
Es un hecho innegable que la industria periodística sufre una crisis debido al consumo de noticias por medio del internet, lo cual ha ocasionado la disminución de la compra de los periódicos impresos, además la actual crisis del capitalismo afecta a todos los sectores de la economía, sin embargo, la propuesta de Demos S.A de C.V., como la de cualquier empresa privada, es la de recargar esas dificultades económicas sobre las espaldas de sus trabajadores.
Posiciones divergentes de los directivos y los trabajadores en huelga
Para justificar esa medida diversos columnistas y periodistas reconocidos se han posicionado de parte de la empresa, la más relevante ha sido la periodista Blanche Petrich, en un artículo publicado el domingo 2 de julio[ii] en diversos medios de comunicación se manifestó en contra de la huelga, se posicionó de lado de los directivos y acusó a los huelguistas de pretender silenciar al periódico.
Cuando se refiere a la huelga insinúa que todo ha sido una manipulación, acaso ¿niega Petrich, a los trabajadores, la capacidad de razonar y de pensar críticamente?, menciona que participó en las negociaciones con el sindicato y “Con documentos y números, los trabajadores fueron confrontados con esta realidad”, la de recortar las prestaciones plasmadas en el CCT.
Un nutrido grupo de compañeros, entre ellos pocos periodistas, muchos trabajadores de nuevo ingreso, sin noción de lo que ha sido nuestra historia y nuestra lucha, optaron por la vía de la autodestrucción. Prestaciones extraordinarias o huelga. En nada ponderaron la garantía de mantener el empleo, de conservar el salario íntegro y seguir obteniendo prestaciones de ley (…) En ningún momento aceptaron mirar el panorama a su alrededor, donde despidos sin derechos es la agenda diaria, de la mayoría de los medios.
Al final de su escrito sentencia:
“Al final de cuentas, no creo que sea demasiado entender. La empresa apuesta por la sobrevivencia de La Jornada, con todo lo que ello implica. Los huelguistas, por el contrario, por su silencio”.
Por otra parte el famoso caricaturista Rafael Barajas “el Fisgón” en un video que circula en las redes sociales[iii] se posiciona plantea de una forma muy clara: la alternativa que plantea la empresa es retirar el Contrato Colectivo de Trabajo porque son prestaciones onerosas “que no se tienen ni en Suecia”, dice que esta huelga no le sirve a los trabajadores debido a que el periódico puede desaparecer, después de preguntar ¿a quién le conviene el cierre de La Jornada?, concluye que en el movimiento hay una mezcla de sectores muy radicalizados de los trabajadores con demandas legítimas pero de “manera lógica” se puede decir que en huelga hay mano negra, es decir la intervención del Estado o sectores reaccionarios interesados en la desaparición del periódico.
Para algunos periodistas, que se asumen como parte de la patronal, es más fácil escribir sobre las luchas de los trabajadores, de las comunidades campesinas que se dan en diferentes partes del país del lado de las cuales nos tenemos que posicionar; sin embargo, cuando estas luchas suceden en la empresa de la que forman parte, la alternativa es “aceptar la dura realidad” de sub-empleo, bajos salarios y prestaciones; ¡y cuidado! que los trabajadores se atrevan a protestar o emplazar a huelga por que pronto se descubrirá que son parte del “enemigo” interno que desean desaparecer el proyecto que durante años han construido.
Pero como veremos la posición de los trabajadores es radicalmente distinta a la planteada por algunos periodistas reconocidos.
Los trabajadores en huelga han insistido que su lucha no pretende la desaparición del periódico, sino la defensa de las prestaciones, en un comunicado lanzado a la opinión pública mencionan[iv]:
Estamos en huelga desde el 30 de junio porque creemos en este proyecto que nació hace 32 años, con la misión de darle voz a los que, como nosotros, defienden sus derechos, y queremos que tenga viabilidad financiera que requiere, que se modernice y que se convierta en la plataforma incluyente que no debe perder el país.
En este movimiento hay trabajadores de intendencia, mantenimiento, recepcionistas, administrativos, de sistemas, auxiliares de redacción, de internet, editores, redactores, fotógrafos, reporteros, estamos todos los que de una forma u otra trabajamos con orgullo para que cada día salga La Jornada, una Jornada digna, fiel a sus principios.
Por parte de los trabajadores se han hecho diversos ofrecimientos a la empresa para que se recapitalice, que van en proporciones de 20 al 40 % de las prestaciones y que representaría un ahorro anual de entre 21 y 30 millones de pesos al año, pero la empresa los ha condicionado a reducir un 100% el CCT.
Los trabajadores han propuesto que una de las alternativas sea recortar los altos ingresos de los directivos los cuales han crecido de una forma muy fuerte si se compara al de los sindicalizados, hay casos en los que llegan a ganar más de 100 mil pesos mensuales. Afirman que, si se llegara a hacer esas reducciones de lo que ellos llaman “una élite”, se podría tener un ahorro de un millón 300 mil pesos al mes, 16 millones de pesos anuales.
Aunque reconocemos que por el momento es difícil obtener datos sobre los salarios de los directivos de La Jornada. La única referencia que se tiene es la de una imagen difundida en twitter[v] del mes de abril de este año donde al columnista Enrique Galván Ochoa, se le hace un pago de $140,000.
Además de eso existe un texto de la revista Etcétera[vi], publicado en el año 2003, donde la ex secretaria técnica del Consejo de Administración Rosa Vega Salcedo da a conocer los problemas financieros del periódico y las percepciones monetarias de algunos directivos y periodistas en aquel año. Según la documentación presentada, en el año 2001 la actual directora tenía un salario catorcenal de $41, 363. 98 y una compensación de $1, 627. 66 para abril del año 2002, el salario era de $42, 224.28 pero la compensación había aumentado a $13, 556.6. por su parte Josetxo Zaldúa, actual Coordinador General de la edición, en enero de 2002 recibió una compensación de $172, 626.00 y en mayo del mismo año recibió $9,333.33 más su salario; en el documento incluso menciona que a algunos periodistas se les paga $5 mil pesos por cada una de las columnas publicadas en el periódico. Sería interesante saber cuál es el nivel de ingresos que actualmente tienen esas personas y la totalidad de los directivos.
En una situación de graves problemas económicos los cuales han puesto en riesgo la edición del periódico, lo justo sería que a los que más ingresos perciben en La Jornada sean los que se les aplique un mayor recorte en sus ingresos y no a los trabajadores con bajos salarios.
Ante la única propuesta de la empresa es eliminar de facto el CCT como vía para salir de los problemas que afronta La Jornada, ¿por qué no voltear a ver hacia arriba, hacia sus propios ingresos? Acaso, una de las razones fundamentales de las reacciones tan virulentas por parte de algunos periodistas reconocidos es que los trabajadores en huelga hayan señalado la diferenciación salarial tan grande que existen entre los directivos y los trabajadores sindicalizados.
Declaran inexistente la huelga
En la noche del domingo 2 de julio la huelga ha sido declarada ilegal ante la petición de la empresa, son cuatro razones fundamentales, por las cuales la Junta de Conciliación y Arbitraje ha tomado esa decisión[vii]. Ante este hecho es válido preguntar a aquellos que afirman que en la huelga existe la mano negra del Estado o los reaccionarios manipulando a los trabajadores, ¿por qué se procedió de esa manera? Si el Estado estuviera detrás del movimiento o intereses oscuros o reaccionarios, la conclusión lógica es que se hubiera declarado legal la huelga, continuar con la confrontación y así facilitar la desaparición del periódico, pero la realidad es otra.
La primera argumentación para declarar la inexistencia de la huelga es porque todos los trabajadores no abandonaron el edificio al momento del estallido. La segunda por que el Sitrajor no cumplió con las normas que rigen la vida interna del sindicato, según el fallo, no se convocó a asamblea y no cumplió con el 60% mínimo de apoyo de los trabajadores. La tercera es porque según la actual huelga no busca equilibrar los “factores de producción” y armonizar el trabajo y capital. Y la cuarta y la más grave, se refiere a que los huelguistas utilizaron actos de violencia, privaron ilegalmente de la libertad a las personas que permanecieron en el edificio, lo cual conlleva a acciones penales en su contra.
Independiente de la posición que se asuma en el conflicto actual podemos observar que el fallo es totalmente reaccionario y una declaración de principios en contra de la organización de la clase trabajadora, cualquier persona que se asuma de izquierda no puede avalar un fallo de este tipo, el cual podría ser aplicado impunemente a cualquier movimiento huelguístico.
El Sitrajor argumenta que quienes permanecieron dentro del edificio y se negaron a abandonarlo fueron los trabajadores de confianza, acompañados de los directivos y un número reducido de trabajadores sindicalizados que se oponen a la huelga, que las cifras tomadas por la Junta de Conciliación y Arbitraje corresponden a hace algunos meses antes de que abandonaran sus empleos 55 trabajadores, y que la huelga busca defender el Contrato Colectivo de Trabajo, el cual la empresa busca desaparecer. A pesar de eso la “inexistencia” de la huelga ha sido declarada.
Ante esta situación el sindicato ha procedido a ampararse y ha hecho un llamado a Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México para que sea el intermediario y darle solución de la huelga, lo cual consideramos un error. Si en algo se ha caracterizado, el actual jefe de gobierno, es su actitud autoritaria hacia los movimientos sociales, y en nada se parece a un amigo de los derechos laborales; el llamado de solidaridad y mediación del Sitrajor debería orientarse a personas reconocidas en la lucha por los derechos humanos a nivel nacional, acompañado de un llamado de solidaridad a los sindicatos democráticos, las organizaciones sociales, populares, campesinas y estudiantiles y a personalidades de izquierda.
Evitemos la desaparición de La Jornada con medidas de solidaridad militantes
Nadie desea la desaparición del periódico La Jornada, al realizar algunas críticas u observaciones sobre el actuar de sus directivos para nada nos coloca en la lista de “enemigos internos o externos a combatir”. Las intenciones de las críticas que realiza el periodista pro-régimen Ricardo Alemán, son diferentes a las que realiza un joven, trabajador, o militante de izquierda que en este momento se solidariza con la huelga en La Jornada.
Nuestra postura no la escondemos simpatizamos con las demandas de los trabajadores del Sitrajor, deseamos y luchamos por que sus demandas sean resueltas, y deseamos que las páginas de La Jornada sigan circulando y estén siempre abiertas a los movimientos obreros, campesinos, estudiantiles y populares, aspiramos a que se corrijan algunos detalles de la línea editorial que se ha mantenido en los últimos años como producto de la visión comercial del periódico, como es el darle preferencia a la versión de algunos gobiernos locales, autoridades gubernamentales y educativas sin tener en cuenta la contraparte de los hechos o los actores.
Algunas propuestas para resolver el conflicto podrían ser:
Que se den a conocer la lista de los ingresos de los directivos, periodistas, trabajadores de intendencia, mantenimientos, recepcionistas, administrativos, de sistemas, auxiliares de redacción, de internet, editores, redactores, fotógrafos, reporteros.
Con base a esa lista que exista un acuerdo temporal de recorte a los ingresos, empezando por los de mayores ingresos monetarios mensuales tienen. No es lo mismo recortarle 50% a alguien que percibe $140, 000 mensuales a un trabajador que percibe $8,000.
La no eliminación del Contrato Colectivo de Trabajo.
Una campaña de financiamiento público y solidario a nivel nacional, que se emitan bonos solidarios y suscripciones de apoyo para el periódico a las organizaciones sindicales democráticas, organizaciones sociales, populares, estudiantiles, campesinas, comunidades, el pueblo en general y personajes reconocidos de la izquierda, con la finalidad de pagar los adeudos al Estado y refinanciar el periódico, una campaña así despertaría el entusiasmo inmediato de miles de personas.
El objetivo es profundizar la línea independiente y crítica de La Jornada, para que sea de los y para los trabajadores.
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[i] Villegas, C. (2017). Lo que debes saber sobre el conflicto sindical en La Jornada. Declaran inexistente la huelga. Recuperado el 03 de julio de 2017 de http://revistafortuna.com.mx/contenido/2017/07/02/lo-debes-saber-conflicto-sindical-la-jornada-buenos-malos/
[ii] Petrich, B. (2017). ¿Por qué estoy contra la huelga en La Jornada? Recuperado el 03 de julio de 2017 de http://aristeguinoticias.com/0207/mexico/por-que-estoy-contra-la-huelga-en-la-jornada-opinion-de-blanche-petrich/
[iii] Video: La VERDAD sobre la huelga en La Jornada – Rafael Barajas «El Fisgón» feat. Paco Ignacio Taibo II https://www.youtube.com/watch?v=XwVh1nc49eo&feature=share
[iv] Comunicado A la opinión pública del Sitrajor del día 02 de julio de 2017, circula en redes sociales.
[v] La publicación se puede rescatar del siguiente enlace https://twitter.com/resonancia2017/status/881228017267298304
[vi] Levario, M. (2003) ¿Crisis en La Jornada? Recuperado el 03 de julio de 2017 de http://www.etcetera.com.mx/articulo/Crisis+en+La+Jornada%3F/151
[vii] Documento de la resolución de la Junta de conciliación y Arbitraje se puede leer en: http://www.jornada.unam.mx/documentos/i_resolucion_calificacion_demos.pdf