El 9 y 10 de julio camaradas marxistas de El Salvador celebraron el décimo tercer congreso del Bloque Popular Juvenil, sección salvadoreña de la Corriente Marxista Internacional. Luego de algunos años sin poder celebrar un Congreso presencial, la posibilidad de participar en un evento como este elevó las expectativas de todos los camaradas. El Congreso se preparó con semanas de antelación debatiendo los documentos congresuales, recogiendo dinero para la colecta y haciendo todos los preparativos logísticos necesarios.
En términos generales, el evento se celebró en un periodo caracterizado por el miedo e incertidumbre entre la juventud debido a que el país cumplió 100 días de medidas excepcionales. El gobierno de Bukele, a partir de una ola masiva de asesinatos perpetrada por las pandillas, decretó Estado de Excepción a finales de marzo y declaró la “guerra contra las pandillas”, limitando y violentando derechos y libertades democráticas a la clase trabajadora y grupos oprimidos. Este Régimen de Excepción, cuya principal víctima son las juventudes, ya suma más de 43 mil capturas y 56 muertes de reos en custodia del Estado, según denuncias de Amnistía Internacional, estas muertes se deben a torturas, golpizas y malos tratos.
A pesar de este ambiente adverso, el Congreso del BPJ se inauguró exitosamente con la presencia de la mayoría de sus delegados y una representación de su militancia. El sábado 9, la apertura de la jornada fue sobre un debate de Perspectivas Nacionales, el encargado de introducir el tema fue el compañero Juan De La Cruz. El camarada mencionó una serie de temas que ponen en contexto la lucha de clases a nivel internacional, desde la economía mundial, la guerra entre Ucrania y Rusia, la crisis inflacionaria, los acontecimientos en Ecuador, Sri Lanka, Colombia, entre otros que son realmente consecuencias directas de una sola crisis: la crisis del capitalismo. Él explicó cómo a partir de todo este contexto tenemos que analizar el proceso económico y político salvadoreño, explicando a detalle temas como: la deuda del gobierno, los efectos de la inflación, el costo de la vida y las alternativas para solventar todos estos problemas por parte del gobierno de Bukele.
También se tomó el tiempo para explicar sobre el proceso de toma de conciencia de la clase obrera y la juventud y la necesidad de la construcción de una alternativa revolucionaria que pueda jugar un papel de canalizador del descontento que se viene acumulando, lenta y silenciosamente, contra el gobierno de Bukele, que saldrá a la superficie en cualquier momento.
Las diferentes intervenciones en el debate fueron inspiradoras y de gran nivel político. Los temas que destacaron en la discusión fueron la inflación, el aumento del costo de la vida y el cómo debemos los marxistas agitar con nuestro programa revolucionario ante esta situación, así como también el estado de frustración en el que se encuentra la juventud ante el desempleo, la falta de acceso a educación, vivienda, trabajo digno, recreación y encima de todo esto, el miedo a vivir bajo el estigma y ser blanco fácil de los militares y la policía, por ser joven y pobre; lo anterior ocasiona que la juventud esté dividida entre el miedo a las pandillas y el miedo de ser capturado para morir en un centro penal. Toda esta situación, similar a la de otros países de Latinoamérica en el actual contexto, es realmente, como bien apuntaron los asistentes, material inflamable para grandes acontecimientos en el futuro. Un camarada sindicalista acertadamente apuntó: “A partir del estudio del marxismo, ahora sé que El Salvador está más cerca de ser Sri Lanka, que de ser Singapur”.
El debate concluyó con la insistencia en la urgencia de hacer crecer nuestra organización para acelerar el proceso de construcción de una alternativa revolucionaria de los trabajadores, un partido marxista de la juventud y la clase obrera en general. Esta es la gran tarea a la que se dedica el BPJ y a la que queremos dedicarle todos nuestros recursos y energías en el próximo periodo, interviniendo en todas las luchas posibles de la clase obrera y la juventud en el país lograremos construir las bases de una organización marxista revolucionaria que se prepare para la lucha contra el capitalismo y por el socialismo.
La jornada de apertura terminó con una animosa colecta de $537. El monto final de la colecta superó el objetivo que nos propusimos meses antes, esto se debió a un gran trabajo agitativo entre todos los militantes y simpatizantes de la organización. Los fondos de esta colecta serán utilizados para un fondo especial previsto para pagar la renta de una pequeña oficina en San Salvador.
Lograr superar el objetivo de nuestra colecta es un claro reflejo de la calidad de camaradas que pertenecen a la organización, porque a pesar de todas las dificultades económicas, de la profundización de la pobreza, y el avance de la reacción, nuestros compañeros y compañeras están dispuestos a hacer los esfuerzos más grandes en nombre de la lucha socialista. Alcanzar este objetivo y mantener esta organización militante autofinanciada, publicar un periódico mensual e intervenir en las luchas más importantes de la clase trabajadora es una gran victoria en tiempos tan reaccionarios como los que vivimos.
El segundo día del Congreso arrancó con una introducción a cargo de la compañera Xenia Barrera sobre un balance detallado de nuestro trabajo organizativo de los últimos años desde la llegada de la pandemia, la cuarentena estricta y vuelta al trabajo presencial, haciendo hincapié en puntos específicos como el trabajo y estructuras de los grupos de base, el trabajo de formación política, la prensa, la librería, finanzas y principalmente el trabajo de crecimiento en el que se centró una buena parte de su intervención.
Los participantes en este debate reconocieron lo difícil que ha sido mantener las fuerzas de la organización en un período adverso en El Salvador, donde el interés de las ideas revolucionarias, tras la traición de dos periodos de gobierno del FMLN y el constante ataque del oficialismo, nos ha hecho retroceder a tiempos similares de reacción anteriores. Diferentes compañeros hablaron sobre el trabajo financiero, la prensa y la urgencia de redoblar nuestra militancia entre la juventud. Se respiraba un ambiente de optimismo que se vio reflejado en cada una de los aportes de los compañeros que explicaron nuestros logros y proponen formas e ideas para mejorar nuestro trabajo entre movimiento obrero y juvenil.
En la jornada de la tarde se dio un informe financiero y de prensa donde se reflexionó sobre el trabajo organizativo y político de estos aspectos del trabajo de construcción. Por último se hizo la elección de la nueva dirección nacional que será la encargada de dar seguimiento a las tareas y objetivos planteados en el Congreso.
Fue motivador contar con dos camaradas provenientes del oriente del país quienes a pesar de la distancia, se tomaron el tiempo de asistir ambos días al Congreso. También se contó con la participación de un camarada de Guatemala, quien se ha dedicado a construir la CMI en este país. Se recibieron calurosos y revolucionarios saludos de compañeros y compañeras de la Corriente Marxista Internacional en Polonia, Yugoslavia, República Checa, EE.UU, México, Grecia, Italia, Honduras, entre otros.
A pesar del calor y el cansancio sobre el final de la jornada, el Congreso terminó con un ambiente de optimismo. La fuerza de nuestra Internacional está en la teoría revolucionaria del marxismo y la juventud, y a pesar de las dificultades del presente, tenemos plena confianza en nuestras ideas, en nuestra fuerza colectiva y en nosotros mismos. Seguiremos trabajando sin cansancio en la construcción de las fuerzas del marxismo en El Salvador y Centroamérica. Sobre la base de la determinación y la disciplina lograremos nuestros objetivos, y prepararemos el camino para las victorias del futuro. Educar, agitar, organizar por la construcción de la organización revolucionaria por el socialismo, ese es nuestro camino. ¡Que viva el BPJ! ¡Qué viva la CMI!