El pasado 9 de marzo del 2023, en el diario El Universal, el columnista Cristopher Cabello publicó la nota: “En ceros dejan al programa de apoyos y becas Elisa Acuña”. A esta nota, le fue secundada la posición de las autoridades universitarias de la UNAM que señalaron que, de forma taimada y sin cuestionar el supuesto recorte presupuestario sobre el monto de las becas, cubriría los montos de cada una de ellas utilizando recursos propios, considerando que “en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2023 no fueron asignados recursos para dicho Programa”.
Rápidamente la juventud universitaria se activó y emprendió jornadas de discusiones en defensa de las becas estudiantiles, de modo que el martes 11 de marzo la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, decide detener las clases ordinarias para salir en una manifestación hasta rectoría y posteriormente cerrar la Av. Insurgentes. A estos hechos se fueron sumando más facultades de la universidad que en la semana han iniciado huelgas, como han sido la Facultad de Filosofía y Letras, la Facultad de Economía y la Facultad de Ingeniería.
Sin embargo, algo que dominó al comienzo del movimiento y aún se mantiene después de haber transcurrido una semana es la confusión. Un sector mayoritario no temió en ningún momento señalar esto como un golpe proveniente desde el gobierno, inclusive se habló de una “cortina de humo” orquestada por el Gobierno de la CDMX al organizar conciertos masivos en el Zócalo. Otros sectores, mucho más pequeños, llamaron a ver a los culpables no en el gobierno, sino en la burocracia dorada de la UNAM y sus tradiciones corruptas.
Ante esta disyuntiva, donde parecía ser que se le hacía el trabajo sucio a uno y otro partido, algunos sectores planteaban la consigna “no importa quien tenga la culpa, lo que hay que hacer es luchar por las becas”. Esta consigna no es mala de facto, pues llamaba a no caer en divisiones artificiales sino, mantener unido el movimiento estudiantil en pro de un mismo objetivo: la educación gratuita. Pero ¿cómo podemos pelear por algo si no sabemos desde donde provienen los ataques? Debemos conocer quiénes son los responsables directos de éste ataque a la educación gratuita, lo cual no significa condonar de toda responsabilidad al sistema capitalista, como si este ataque fuese un mero accidente. Hay que entender qué fue lo que realmente pasó.
El Universal, así como otros periódicos de derecha, han declarado contundentemente: “Las becas incorporadas en el programa de apoyo Elisa Acuña se encuentran sin un peso para ejercer desde el 2022”. Señalando como responsable de esto a un recorte realizado desde el gobierno federal. En respuesta, la UNAM ha salido a decir en más de una ocasión que no ha recibido este apoyo desde 2022, pero como buena universidad que es, cubrirá todas las becas con dinero propio de la Fundación UNAM.
Sería fácil terminar aquí: el Estado es el malo del cuento, que prefiere mejor construir una refinería que dar becas, y la UNAM es nuestra salvadora, quién se desgarra las vestiduras y nos da de su propio dinero para que no nos falte nada. Pero qué bonito cuento de Disney quiere la prensa burguesa que nos creamos. Ya ha salido la UNAM a tratar de convencernos que esta es la verdad histórica, que no hay más que buscar. Tanta es su preocupación por que nos creamos esto que ha adelantado la convocatoria para varias becas. Becas y circo ha de decir Graue desde su torre de marfil y cafeteras de $20,000.[1]
Salgamos de ese oscuro pantano periodístico para ir directamente a los datos. Si analizamos el Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2022 y 2023, así como los Analíticos realizados por la Secretaria de Hacienda y Crédito Público[2], de cada uno de ellos nos podremos dar cuenta de tres cosas importantes:
- El presupuesto destinado a la educación pública tiene un incremento del 11%, al pasar de $364,600,046 en 2022, a 402,276,748,788 en 2023. Si restamos la inflación actual en enero del presente año, la educación pública presentó un incremento de aproximadamente 3.1%.
- Las Becas Elisa Acuña tuvieron una disminución del 55% con respecto al mismo periodo. Los sectores donde se puede observar esta disminución son prácticamente todos: para el desarrollo de los pueblos y comunidades indígenas que disminuye en un 99%; para la igualdad entre mujeres y hombres que disminuye en un 35.4%; para la atención de grupos vulnerables que disminuye un 99.8%; para la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático que disminuye un 52.3%; para el desarrollo de los jóvenes en el nivel superior que disminuye en un 58%; para la atención de niñas, niños y adolescentes que tuvo un recorte del 28.5% y, por último, para prevenir el delito que tiene una disminución del 49.3%. En total, las Becas Elisa Acuña pasan de tener un presupuesto de $4,333,761,064 en 2022, a tener $1,927,601,136 en 2023.
- En 2022, a la UNAM se le otorgaron por medio de las Becas Elisa Acuña un monto de $753,847,142, mientras que, en 2023, bajo el mismo concepto, recibió un monto de $802,940,354. Es decir, un incremento del 6.5%.
¿Qué podemos sacar de estos tres datos? Primero, el Gobierno Federal ha manejado una política de incrementar el gasto en educación pública, pero este se enfoca en unos sectores específicos de modo que para llevarlo a cabo realiza algunos tijerazos en otros sectores como fue el caso de las Becas Elisa Acuña, las cuales, no caen a cero como falsamente dice la prensa burguesa, sino que es reducida a la mitad. Ya con esto sería suficiente para desmentir a la reacción. Pero aún hay más, a la UNAM, así como a otras universidades como el IPN o la UAM no sólo no se vieron impactadas por este recorte de presupuesto en las becas, sino que fueron beneficiadas con aumentos iguales o ligeramente menores a la inflación.
No faltará el periodista que salga a decir que el gobierno de una u otra manera ha quitado presupuesto a la universidad, sin embargo, la propia UNAM reconoció un incremento del presupuesto otorgado federalmente este año, al pasar de 44 mil 823 millones 807 mil 35 pesos en 2022 a 47 mil 659 millones 117 mil 711 pesos a 2023. Es decir, un incremento de aproximadamente el 6.3%. Por donde se quiera ver, la UNAM tiene para el 2023, contando la inflación, el mismo dinero federal que en 2022, por lo que las notas de estos periódicos dejan ver como amarillismo de derecha clásico y a las autoridades de la UNAM como una burocracia corrupta, es decir, se dejan ver como lo que realmente son.
Recordemos que la UNAM se quiso poner la medalla de usar los recursos propios provenientes de Fundación UNAM para supuestamente reemplazar el monto federal. ¿Pero, si es falso que el Gobierno retiró este apoyo, en que se gasta la UNAM lo aportado por la Fundación UNAM? O aún más contundente ¿Si es la fundación UNAM la que da las becas, en qué gasta la UNAM lo dado desde el gobierno? A todes nos retumba en los oídos la palabra corrupción, y no puede ser otra cosa ciertamente, ¿de qué otra manera Graue podría costearse botes de basura tan caros como los que tiene la UNAM (aunque sólo en rectoría, porque en los planteles a duras penas hay agua para los baños y a veces ni eso). Como estudiantes debemos exigir no sólo el mantenimiento de todas nuestras becas, pues dinero no le falta a la UNAM, sino que debemos exigir muchas más, debemos pelear por una ampliación del padrón beneficiado.
De este movimiento podemos ver que es evidente un nuevo nivel de conciencia. Hay un sentimiento en común entre les estudiantes sobre todo los que reciben el apoyo, los cuales son la capa más precarizada, de que grandes cosas están emergiendo dentro de la sociedad y asimismo en reacciones y acciones políticas las cuales nos incumben como estudiantes. Los que actualmente somos los más afectados por la crisis del capital, en donde además de sufrir explotación laboral, también sufrimos una múltiple crisis en donde abarca campos de desempleo, ambiental, médico, económico, cultural, mental, política y ahora también precariedad educativa. En este contexto ahora más que nunca es importante que la comunidad se mantenga unida no dejando a un lado la cuestión política que esto implica, la cual es la organización de las y los estudiantes para lograr terminar con este yugo que nos exprime hasta la última gota de producción.
La ejecución de los programas sociales tiene límite, no la resolución del conjunto de necesidades de toda la sociedad, sino la misma crisis fiscal del gobierno cuando a este se le acaben los recursos por el ineludible ciclo económico de crisis periódica que imposibilita la operatividad del gasto público. El Gobierno de la “4T” parece firme por ahora, pero ha comenzado a hacer los ya conocidos recortes a programas sociales y reorganizaciones presupuestales, el caso mencionado aquí de las Becas Elisa Acuña sólo es un ejemplo, pero le seguirán más, y cuando no tenga más alternativa por presión del capital atacará a la educación pública sin tocarse el corazón, sea en este o en el próximo sexenio. Debemos estar alerta y no dejarnos engañar ni distraer, debemos exigir un mayor gasto en educación pública desde hoy para dejarle saber el Estado que a la primera que trate de reducirlo, estaremos listos para luchar juntos intensa y organizadamente.
¡Compañeres estudiantes, debemos de abandonar las luchas meramente económicas, entender que se trata siempre de una pugna de intereses opuestos entre una clase trabajadora y una clase holgazana llamada burguesía! ¡La lucha por la educación gratuita representa una lucha por democratizar nuestras universidades a la par que luchamos contra un Estado al servicio del capital! ¡Únicamente uniéndonos a las luchas de los trabajadores y de los profesores precarizados seremos capaces de arrancar de raíz a la burocracia dorada corrupta y formar un frente contra la reacción privatizadora!
¡TRABAJADORES, PROFESORES Y ESTUDIANTES, UNIDOS Y ADELANTE!
¡UNETE A LAS JUVENTUDES MARXISTAS! ¡PARA DEFENDER LA EDUCACIÓN GRATUITA Y POR LA DEMOCRATIZACIÓN DE LA UNIVERSIDAD, ORGANIZATE!
https://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/ref/pef_2022/PEF_2022_orig_29nov21.pdf
https://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/PEF_2023.pdf
https://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2021_1073.html
https://www.pef.hacienda.gob.mx/es/PEF2022/analiticos_presupuestarios
http://transparencia.unam.mx/obligaciones/consulta/inventario-bienes-muebles
[1] Inventario de bienes muebles . (s/f). Unam.Mx. Recuperado el 18 de abril de 2023, de http://transparencia.unam.mx/obligaciones/consulta/inventario-bienes-muebles
[2]FEP 2022 . (s/f). Gob.mx. Recuperado el 18 de abril de 2023, de https://www.pef.hacienda.gob.mx/es/PEF2022/analiticos_presupuestario