El 23 de septiembre de 2025 se cumplirá el sesenta aniversario del día en que el Grupo Popular Guerrillero (GPG) asaltó el cuartel militar de Ciudad Madera, en la sierra ubicada en la región de Chihuahua en México.
I. La Guerra Fría en México y el fantasma que recorría América
El proceso a analizar se sitúa durante la Guerra fría, posterior a la segunda guerra mundial, específicamente en los años 60s en la región del norte de México en el estado de Chihuahua. Mientras Estados Unidos y la URSS, en plena guerra fría, libraban batallas ideológicas y tecnológicas en todo el mundo; en México —gobernado por el PRI que bajo la fachada de un régimen “revolucionario”— el gobierno se sumó reaccionariamente a la cacería de brujas contra todo lo que tuviera apariencia de izquierda.
El triunfo de la Revolución Cubana (1959) había sacudido al continente, demostrando que era posible desafiar y vencer a las oligarquías y al imperialismo. Sin embargo, durante la agitación global, para el gobierno mexicano, cualquier demanda social se convirtió en una “amenaza comunista”. En Chihuahua, donde los terratenientes controlaban la tierra y el poder político, esta paranoia justificó la represión contra maestros, estudiantes y campesinos organizados.
Es en este contexto turbulento, de represión por parte de las empresas ganaderas y madereras en contubernio con el Estado contra los campesinos pobres, donde comienza a gestarse el Grupo Popular Guerrillero (GPG) en Chihuahua, liderado por el profesor Arturo Gámiz García y el doctor Pablo Gómez, el cual surgió como un grito de dignidad contra un sistema de privilegios y cacicazgos que negaba tierra, educación y justicia.
Ya Gámiz lo decía en 1964: “Ningún acontecimiento había influido tanto en los pueblos de América como la Revolución Cubana… nada había levantado la moral de los revolucionarios como la esperanza en el porvenir”.
Aquella chispa encendió la acción y herencia revolucionaria en la sierra.
“En el contexto de la Guerra Fría, donde todo era permitido para combatir al fantasma del comunismo y en particular, en el continente americano con el triunfo de la revolución socialista de Cuba… el gobierno mexicano contaba con toda la ‘legitimidad’ a nivel internacional para combatir a este ‘enemigo interno’”.1
II. Las Normales Rurales: Trincheras de conciencia de clase
“Las Escuelas Normales Rurales (ENR) creadas en los años veinte en México fueron producto de la Revolución de 1910, movimiento en el que los campesinos exigieron justicia social y demandaron tierras.”2
Estas fueron parte del proyecto educativo cardenista, eran espacios donde hijos de campesinos accedían a educación gratuita y formación crítica dentro de sus respectivos contextos geográficos y sociales.
Siendo también el escenario donde se formaron y difundieron las corrientes de izquierdistas, especialmente marxistas, que propiciaron la conciencia e influyeron en el actuar del GPG. Para los años 60, normales como las de Salaices y Saucillo en Chihuahua se habían radicalizado: en sus aulas se estudiaba El Capital de Marx, se discutía la reforma agraria y se organizaban brigadas de apoyo a comunidades indígenas.
“La educación marxista en la vida de las normales rurales era de lo más habitual pues ‘varios estudiantes presumían de ser marxistas; traían siempre debajo del brazo El Capital de Carlos Marx’” (García, 2015, p. 94).3
El gobierno las acusó de ser «semilleros de guerrilleros». En 1964, el gobernador Práxedes Giner Durán ordenó el cierre de internados y la detención de estudiantes. «Traían siempre debajo del brazo a Marx», decían los informes policiacos, como si la teoría fuera un delito. La respuesta fue la resistencia: los normalistas se organizaron en cooperativas, tomaron tierras y se vincularon con la Unión General de Obreros y Campesinos de México (UGOCM).
“La falta de oportunidades de trabajo en el campo y la fábrica, el rezago educativo; el empleo de cuerpos paramilitares para reprimir al pueblo; la dependencia económica hacia el imperialismo norteamericano; así como las arbitrariedades cometidas por un gobierno cuyas políticas económicas y sociales afectaron a amplios sectores de la sociedad, fueron la base fundamental que provocó el nacimiento de un movimiento guerrillero autodenominado Grupo Popular Guerrillero (GPG), que era liderado por el profesor Arturo Gámiz García y auspiciado por la juventud de izquierda, contra el entonces gobernador Práxedes Giner Durán”.4
III. Del Primer Encuentro en la Sierra a las Cinco Resoluciones: Del debate a las armas
Tras los principios de gestación de la toma de conciencia en torno a los procesos de explotación, así como despojo que se encontraban viviendo desde hace un tiempo las poblaciones rurales y campesinas, se comenzó a organizar el primer gran encuentro organizativo de dicho grupo en la sierra de Chihuahua.
Así, los guerrilleros convocaron al Primer Encuentro de las Juventudes Populares… con asistencia de los diversos sectores marginales y encabezado por los estudiantes integrantes del Partido Popular, junto con estudiantes de otros centros como las Normales Rurales de Salaices y Saucillo, el Tecnológico de Chihuahua, la Universidad de Chihuahua y otras escuelas de Delicias, Camargo, Parral y Casas Grandes.”5
En dicha primera gran reunión se diagnosticó y se llegaron a las siguientes conclusiones en torno a las crisis:
- Tierra: Caciques como los Terrazas controlaban millones de hectáreas de tierras, ganados y peones, mientras campesinos morían de hambre (los Terrazas aparecen como dueños acumuladores de propiedad y medios de producción desde la época colonial hasta la actualidad).
- Represión: El ejército y los paramilitares desalojan comunidades a balazos en pro de los intereses de la burguesía nacional, intereses individuales y del Imperialismo norteamericano.
- Educación: Las normales eran perseguidas por enseñar marxismo, la historia crítica y otros diálogos en torno a la emancipación de las clases obreras y campesinas.
En febrero de 1965, durante el Segundo Encuentro «Heraclio Bernal», se redactaron Las Cinco Resoluciones, un programa político que llamaba a:
- Expropiar los latifundios y distribuir la tierra.
- Armar al pueblo para defender sus conquistas.
- Crear frentes guerrilleros en la sierra.
- Denunciar al PRI como títere del imperialismo.
- Buscar, así como difundir la relevancia de la solidaridad con Cuba y las luchas latinoamericanas.
Este programa básico atacaba uno de los problemas medulares del campesino de la zona, la acaparación de la tierra y la necesidad de la distribución al campesino, lo cual iba provocar resistencia del estado, el sector capitalista y pequeño burgués.
Dada la histórica y paulatina represión de los caciques empresarios, acaparadores de tierras, y del Estado, el proceso de armamento del pueblo estaba justificado sin embargo, la revolución no se llevaría a cabo a través de un foco guerrillero. Cabe mencionar que si bien el GPG fue influenciado por ideas marxistas, estas se encontraban distorsionadas, ya que en realidad asumieron una posición más guerrillera o foquista, poniendo a las armas como la estrategia de lucha, en lugar de optar por la vía de la construcción política del partido para organizar a la clase trabajadora entera y en su momento luchar por el poder político como organización con conciencia de clase y no como un grupo de individuos.
Un movimiento campesino aislado no tendría futuro sin extenderse más allá, y sobre todo con sus hermanos de la ciudad, la clase obrera. La estrategia debía ser preservar las fuerzas, desarrollar y profundizar lo más posible la organización de masas de los trabajadores del campo y la ciudad, así como la creación de un partido u organización comunista de carácter revolucionario a nivel nacional, con arraigo en las masas y que se ganara la autoridad en base al trabajo, sus ideas y perspectivas».
Esto sería una auténtica política leninista, bolchevique y no estalinista ni sectaria, pudiendo haber sido la palanca para llevar la lucha a un nivel superior, frente a las condiciones materiales e históricas de dicha región.
IV. El Asalto al Cuartel de Madera: Táctica y simbolismo de un sacrificio.
El hecho histórico es bien conocido: un grupo de jóvenes armados con rifles, carabinas, escopetas y bombas caseras, intentaron asaltar el Cuartel de Ciudad Madera el 23 de septiembre de 1965.6
La estrategia, inspirada en el asalto al cuartel de Moncada en Cuba, buscaba:
- Secuestrar armas para equipar a milicias campesinas.
- Despertar un levantamiento popular en la región.
- Golpear al ejército, símbolo de la opresión.
Sin embargo, la acción fracasó militarmente: los soldados, advertidos, repelieron el ataque; ocho guerrilleros murieron, incluyendo a Arturo Gámiz (joven profesor rural), Pablo Gómez (médico y teórico del grupo) y Salomón Gaytán.
«Murieron en el intento, pero ese hecho inspiró a posteriores organizaciones chihuahuenses, así como a la mayor guerrilla urbana mexicana que nombró a la Liga Comunista 23 de Septiembre en honor a esa fecha. El ataque fallido produjo una onda expansiva que trascendería para convertirse en símbolo de lucha armada de otros jóvenes del país (Castellanos, 2007)».7
La derrota, más allá de tácticas militares, tiene su explicación en que la GPG era un pequeño grupo, y no una organización política de masas que involucrara de manera más cercana al campesinado, que a su vez se aliara con los trabajadores de la ciudad. Aunque es innegable que parte de la derrota, también se debió a los contratiempos y errores tanto estratégicos como de comunicación al momento de llevar a cabo la acción.
Después de los brutales y lamentables hechos, los cuerpos de los guerrilleros fueron retenidos por las fuerzas estatales y exhibidos como trofeos en un camión de volteo. Se dice que el pueblo los veló en secreto, convirtiéndolos en una especie de mártires desde la comunidad Chihuahuense. Este hecho impactó fuertemente a los activistas de izquierda a nivel nacional. Figuras como Gámiz, quién había participado en la enorme huelga de masas de 1956 en el IPN, entre otros, se convirtieron en símbolo de la lucha estudiantil y del magisterio democrático.
V. La represión y sus métodos: Violencia de Estado y errores estratégicos
El gobierno respondió con una campaña de terror para reprimir las denominadas disidencias dentro de los grupos rebeldes organizados con:
-Desalojos forzosos de las poblaciones indígenas y campesinas dentro de la región del estado de Chihuahua, donde la GPG había estado tanto moviéndose como operando.
“Los ocupantes de tierra fueron desalojados por la fuerza pública y el ejército, al mismo tiempo se clausuraron cuatro escuelas rurales y dos internados. Sin embargo, la represión ni paralizó las movilizaciones campesinas, magisteriales y estudiantiles ni impidió la creciente radicalización de los jóvenes chihuahuenses”.8
-Normales cerradas y maestros desaparecidos, bajo el discurso de la guarida y semillero de guerrilleros que significaban para el gobierno las escuelas normales rurales.
“Las autoridades educativas lanzaron una campaña para desprestigiar a los estudiantes normalistas rurales por su rebeldía y desobediencia, y ejercieron presión mediante sanciones”.9
Es decir, también se construyó y fomentó una campaña de propaganda que tachaba al GPG de “bandidos”, bajo el argumento de ser concebidos como disidencia política armada de los poderes estatales de la región.
-Velación de mujeres como método de represión y control por parte del ejército y fuerzas represivas del estado: “Según Beth Henson (2012), éstos utilizaron como modos de presión la violación de las hijas de los campesinos”.10 Esto como táctica de humillación colectiva y mecanismo de control brutal dentro de las comunidades campesinas.
Errores estratégicos:
Dentro del acontecimiento histórico revisado en el presente artículo se pueden encontrar errores estratégicos desde la lógica del marxismo los cuales podrían ser descritos de la siguiente forma:
Desconexión con el movimiento obrero urbano: Solo 3 de los 50 asaltantes eran obreros industriales. Cuestión que en sí misma tuvo un peso más que decisivo dentro de los resultados del asalto del cuartel de Madera en 1965.
“El proletariado debe llevar hasta el fin la revolución democrática, uniendo a su alrededor a la masa del campesinado para aplastar por la fuerza la resistencia de la autocracia.” –Lenin –Dos tácticas de la socialdemocracia (1905).
Subestimación del aparato militar: El cuartel tenía el triple de efectivos que los calculados, al mismo tiempo hubo problemas de organización y asistencia en términos del retraso del ataque al cuartel de Madera el cual se tenía planeado desde el día 15 de septiembre, sin embargo, por retrasos, se terminó llevando de manera incompleta dicho asalto el 23 de septiembre, con armamento y personal faltantes por cuestiones de demora.
En un principio tenían pensado intervendrían tres comandos del GPG, sin embargo, finalmente es reducida la participación de uno de ellos. Otro comando se retiró al no encontrar contactos y asumir que la operación había sido cancelada. Mientras que el tercero que llevaba el armamento de mayor calibre no pudo llegar por las malas condiciones climáticas provocadas por las lluvias durante días anteriores que afectaron los caminos e hicieron crecer los ríos.
Sustituismo o foquismo: Aunque el GPG había nacido de la organización campesina y mantenía raíces en ella, fue llevada adelante, al final, por sólo 12 compañeros. Esta fue una acción heroica pero incorrecta, pues este pequeño grupo buscaba sustituir el rol que debían jugar las masas campesinas. Quisieron seguir la lógica de la revolución cubana tomando como ejemplo el asalto al cuartel Moncada.
Conclusión: Madera en la teoría revolucionaria
El asalto al cuartel no fue un “error” sino un momento de la lucha de clases en condiciones y tiempo concreto que demostró que:
Las armas no sustituyen a la organización (como alertaba Rosa Luxemburgo), es decir que un grupo foquista de intelectuales y guerrilleros no sustituyen la formación de cuadros dentro de la lógica de la organización de masas por la revolución del proletariado y campesinado internacional.
Este artículo se publica en el marco del 60 aniversario del Asalto al Cuartel de Madera (1965-2025), dedicado a los normalistas rurales y campesinos que mantienen viva la resistencia.
Citas:
- Pozos Barcelata, Adriana. 2018. “Evangelina Sánchez Serrano (2014). Del asalto al cuartel de madera a la reparación del daño a víctimas de la violencia del pasado. Una experiencia compartida en Chihuahua y Guerrero”. Anales de antropología 52 (1). https://doi.org/10.22201/iia.24486221e.2018.1.62661. Pág. 199.
- Flores Méndez, Yessenia. 2019. “Escuelas Normales Rurales en México: movimiento estudiantil y guerrilla”. Iztapalapa Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, núm. 87: 205–26. https://doi.org/10.28928/ri/872019/aot3/floresmendezy. Pág. 206.
- Ríos, Elena, ed. 2019. La participación de los estudiantes normalistas en la guerrilla del GPG en Chihuahua Debates por la Historia. Vol. 7. Enero-Junio. Pág. 80.
- Elena Ríos, Carmen Andrea. 2018. “Ni mártires ni bandidos. La guerrilla del GPG en Chihuahua (1963-1965)”. Debates por la Historia 6 (1): 13–38. https://doi.org/10.54167/debates-por-la-historia.v6i1.7. Pág. 14.
- Ríos, Elena, ed. 2019. La participación de los estudiantes normalistas en la guerrilla del GPG en Chihuahua Debates por la Historia. Vol. 7. Enero-Junio. Pág. 85.
- Elena Ríos, Carmen Andrea. 2018. “Ni mártires ni bandidos. La guerrilla del GPG en Chihuahua (1963-1965)”. Debates por la Historia 6 (1): 13–38. https://doi.org/10.54167/debates-por-la-historia.v6i1.7. Pág. 25.
- Flores Méndez, Yessenia. 2019. “Escuelas Normales Rurales en México: movimiento estudiantil y guerrilla”. Iztapalapa Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, núm. 87: 205–26. https://doi.org/10.28928/ri/872019/aot3/floresmendezy. Pág. 211.
- Ríos, Elena, ed. 2019. La participación de los estudiantes normalistas en la guerrilla del GPG en Chihuahua Debates por la Historia. Vol. 7. Enero-Junio. Pág.85-86.
- Flores Méndez, Yessenia. 2019. “Escuelas Normales Rurales en México: movimiento estudiantil y guerrilla”. Iztapalapa Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, núm. 87: 205–26. https://doi.org/10.28928/ri/872019/aot3/floresmendezy. Pág.208.
- Castorena-Sáenz, Nithia. 2014. Las mujeres en el asalto al cuartel de madera el 23 de septiembre de 1965. Chihuahua hoy. Pág.276.