Escrito por: Mayren Padilla
«A nosotros no nos dan miedo las ruinas, porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones. Ese mundo está creciendo en este instante».
Los estudiantes de diferentes escuelas del IPN citamos a una brigada el día miércoles a las 11 horas en el monumento a la revolución haciendo un llamado a estudiantes, trabajadores, profesores, principalmente del Instituto Politécnico Nacional para intervenir en Álvaro Obregón y Chimalpopoca donde se desplomó una fábrica textil y un edificio de departamentos.
Citamos a los voluntarios preparados con cascos, guantes, palas, picos, con alimentos, agua, enlatados, medicamentos básicos, etc.
Los estudiantes, profesores y trabajadores de diferentes escuelas de IPN asistieron con un entusiasmo y emoción por ayudar a los más afectados. La brigada politécnica se dividió en dos grandes grupos, uno el más equipado para remoción de escombros con unos 80 participantes se dirigían a Bolívar y Chimalpopoca.
La segunda, con un número similar de voluntarios, se dirigió a Álvaro Obregón donde la intervención sería llevar víveres y ayudar a la coordinación exterior de lo medicamentos y alimentos para distribuirlos en diferentes puntos.
Pero la solidaridad era tanta, las calles se desbordaban de ayuda y organización que era necesario distribuir las fuerzas a otros puntos, así que nos mandaron a división del norte al sur de la ciudad donde también se localiza un punto de recolección de víveres que a su vezera un punto de distribución de voluntarios para Xochimilco, solicitaban sobre todo personas equipadas. Ahí se dirigieron los compañeros convocados.
En el Instituto Politécnico Nacional se localizan dos centros de acopio uno en la Biblioteca Central ubicado en la Unidad Profesional Zacatenco y el otro a las afueras de la Escuela Superior de Economía en el Casco de Santo Tomás. Compañeros estudiantes y profesores que día a día con su trabajo voluntario se esfuerzan en ayudar a los afectados por el terremoto, a los cuales les reconocemos esa labor.
También debemos reconocer la brigada de los estudiantes de la Escuela Superior de Economía que ese día partió también a diversos puntos de la Ciudad para ayudar.
Muchas iniciativas han surgido de los estudiantes, profesores y trabajadores del Instituto Politécnico Nacional, a todas les aplaudimos y les reconocemos el esfuerzo, debemos poner la técnica al servicio del pueblo.
Es impresionante como la organización popular supera en tiempo y en número a las instituciones corruptas y podridas de un Estado incapaz de asegurar las condiciones básicas de subsistencia.
Los de a pie tomaron por asalto las calles, los terremotos son inspectores de los arquitectos de honestidad, se agitó la conciencia.
Los vecinos rápido comenzaron a mover escombros con sus manos, buscando personas a esas a las que les dan los buenos días diario o qué nunca habían visto antes, las señoras, las mamás con sus hijos hicieron café y tortas para ofrecer a los voluntarios.
Los médicos en formación de diferentes universidades, los ingenieros civiles organizaron brigadas de apoyo, los trabajadores ayudando a sus hermanos de clase, los jóvenes utilizando toda su energía para remover escombros.
Lo más emblemático se veía entre Bolivar y Chimalpopoca, una fábrica textil se desplomó, mujeres y hombres obreros de esta fábrica aún siguen esperando ser encontrados y a las afueras los voluntarios aún esperan encontrarlos con vida.
Los de a pie tomaron las calles con nada más que sus manos para remover el dolor y la desesperanza que nos ahoga.
La unidad, la solidaridad es inherente es estos casos y se ve en las calles de la ciudad.
¡Estudiantes y trabajadores organizados superaremos este acontecimiento!