En esta tercera y última entrega, se puede leer el papel de Ricardo Flores Magón y el PLM en la Revolución Mexicana, en una fase donde éste dirigente se declara abiertamente anarquista lo cual lo posiciona a la izquierda de la revolución pero también lo lleva a cometer errores importantes. Se puede ver la escisión clara con el maderismo pero también la propia ruptura del PLM. También se narra la experiencia revolucionaria internacionalista en Baja California de los pelemistas. Aun derrotado y en declive, Magón mantiene una posición revolucionaria consecuente. Su saludo a la revolución rusa (a la que ve como el inicio de la revolución mundial) y su llamado internacionalista a oponerse a la guerra lo llevan a su última y desgarradora cárcel de la que ya no saldría con vida. Lee la primera parte aquí y la segunda parte aquí.
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Capítulo VI. La Revolución Mexicana
Ricardo Flores Magón se declara anarquista
Revolución fue un periódico donde de forma más abierta se muestra la evolución política de un sector del PLM girando al anarquismo. Estando en la cárcel Ricardo escribe una carta el 13 de junio de 1908 a su hermano Enrique y a Práxedis. Ahí dice, hablando en plural, que ellos son anarquistas, incluyendo Librado Rivera que está con él en la cárcel. Pero también estaba preso Antonio I. Villareal y nada dice de Manuel Sarabia. Es un claro distanciamiento político del grupo. En dicha carta Ricardo señala los límites de un congreso nacional (constituyente), dice que incluso de aprobarse leyes que reflejen los ideales de la revolución. “Los ricos se rebelarán cuando no se trate de hacer práctico el programa del partido liberal”. Se dice anticapitalista, pero mantiene la defensa del programa del partido de 1906, aunque en sus aspectos sociales y no es su defensa de la legalidad. El plan es que en la futura revolución se den las tierras, las fábricas, las minas, etcétera, en manos de los trabajadores. Plantea que no se molestará a los burgueses extranjeros al inicio, sino hasta tener la fuerza. “Cuando los parias tengan algo que defender veremos que no habrá uno que deje de empeñar el fusil”.
Dice: “todo se reduce a una cuestión táctica. Si desde un principio nos hubiéramos llamado anarquistas, nadie, a no ser unos cuantos nos habrían escuchado. Sin llamarnos anarquistas hemos ido penetrando en los cerebros ideas de odio contra la clase poseedora y contra la casta gubernamental. Ningún partido liberal en el mundo tiene las tendencias anticapitalistas del que está próximo a revolucionar en México, esto se ha conseguido sin deciros anarquistas” (Flores, 2001, p. 464).
Su táctica en realidad había llevado a que el partido girara a la izquierda sin conseguir romper programáticamente con el liberalismo. Tampoco lograban diferenciarse como un ala del PLM claramente anticapitalista. La carta refleja cuál era la política revolucionaria que quería empujar Ricardo. Incluso plantea que ya en la revolución triunfante seguiría sin llamarse anarquistas, pero invitarían a periódicos europeos a divulgar esas ideas entre la población mexicana.
Es interesante ver como una serie de postulados de los liberales se adaptaron naturalmente a los anarquistas, como el no personalismo ante una posición anti electoral, contra los dirigentes y contra el Estado o en anticlericalismo en la lucha contra la religión anarquista, sin embargo, el PLM chocó desde su origen, con muchas teorías anarquistas. No es casualidad que Lenin dijera que los narodnikis (en donde nació el anarquismo ruso) no eran más que liberales con bombas.
Los anarquistas niegan en la teoría la necesidad de una dirección. La experiencia del PLM fue contraria a eso. Nadie puede negar el papel de la prensa entre estos revolucionarios pero el periódico funcionó de manera centralizada. Además, ¿Cómo podrías organizar las fuerzas de un partido disperso, y más cuando estas desde el exilo, sin una dirección fuertemente centralizada? Por eso el Comité Ponciano Arriaga, primero, y luego la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano eran necesarias. Cuando gran parte de la JOPLM estaba en la cárcel y la dirección recayó en compañeros como Enrique Flores Magón y Práxedis Guerrero, quienes estaban buscando impulsar un nuevo levantamiento armado, el primero le dijo al segundo: “aunque seamos anarquistas… debemos considerarnos como jefes del ejército liberal” (Albro, 2018, p. 191).
Si te lastiman unos zapatos no llegarás a la conclusión de caminar descalzo, sino de buscar otros zapatos que te acomoden. Si los dirigentes son corruptos, no defienden nuestros intereses o los partidos no son los adecuados para conseguir los objetivos de emancipación de los trabajadores, habrá que luchar por construir una dirección que nos acomode y sirva a nuestros fines. En la futura revolución el PLM lucharía, frente a Madero, por la dirección del movimiento revolucionario.
Las teorías anarquistas podían expresar el rechazo al estado, a las direcciones burguesas y al sistema de explotación, podían avanzar en planes como atacar la propiedad privada de los medios de producción en la lucha contra la explotación, pero no dotaron a estos luchadores de una claridad para tener una estrategia adecuada en la revolución, sino que ayudaron a su naufragio.
Libertad
Manuel Sarabia había enfermado gravemente en la cárcel. Había establecido una relación amorosa con Elizabeth Trowbridge, quien tuvo los recursos para sacarlo de la cárcel y decidieron ir a Inglaterra. Eso fue una sensible pérdida que fue acompañada de duras críticas y recriminaciones de sus viejos compañeros por haber traicionado a la causa. Finalmente el resto de presos pudieron salir libres.
“Mi brazo se levantará siempre, y hasta que muera, en favor del débil y contra el déspota. Tengo en mis carnes las huellas de las cadenas y de ellas me siento orgulloso. Creo en un futuro de bienestar y mientras que llegamos a ese futuro, lancemos un ¡Viva la revolución social!” (Turner, p. 193. 194)
Esas fueron las palabras de Ricardo en el mitin con 1200 personas, que se realizó el 7 de agosto de 1910 tras salir de la cárcel. La mitad de los asistentes eran mexicanos. Se hizo una colecta para reactivar la publicación de Regeneración, se consiguieron 412 dólares una cantidad muy importante dada por las aportaciones de los trabajadores que asistieron, a pesar de que no tenían grandes recursos.
El grupo tenía una enorme autoridad y mucha gente dispuesta a seguirlos. Además, en México la tan añorada revolución comenzaba a levantarse. Había una situación muy favorable, un gran grupo de compañeros en EEUU dispuestos a colaborar con el PLM, una gran autoridad del partido y una revolución, la tan anhelada, que se podía ver cerca. La JOPLM en libertad, reactiva la tarea de reorganizar al partido. Se rearman los clubs liberales que para finales de 1911 serían unos 200, principalmente en EEUU.
Maderismo
Madero colaboró con Regeneración cuando fueron al exilio. Le parecía un periódico importante. Compartía los principios liberales pero cuando el movimiento se radicalizó este tomó distancia. En 1905 se dio un movimiento de oposición electoral en Coahuila que fue reprimido y en el que participaría Madero. En ese momento comenzó a organizar una fuerza independiente a lo que la JOPLM respondió llamando a la unidad a construir un solo partido, el PLM. El crear un partido distinto no prosperó en ese momento pero ya se mostraba una estrategia distinta. Madero concluyó que era necesario no una lucha local sino nacional, pero también reusó la lucha violenta y creyó poder hacer un cambio pacífico.
En octubre de 1905, Madero escribe una carta donde expresa en privado sus opiniones sobre Magón y sus compañeros:
“Nosotros no podemos depender de ellos porque son unos periodistas sumamente exaltados y apasionados, como lo demuestran en el manifiesto que publicaron y en sus artículos de Regeneración. Además, en [palabra incompleta en la copia] por pedir dinero y más dinero con el pretexto de auxiliar a sus correligionarios perseguidos y yo le aseguro que no emplearán gran cosa en eso” (Madero, 2021, p. 368).
Madero impulsó su propio movimiento, en 1908 creó el partido Antirreeleccionista que, a diferencia del PLM, adquirió un carácter de masas. El PLM había realizado una labor titánica, sus periódicos influyeron a muchos de los dirigentes de la revolución. Pero fue un periódico y un partido de capas avanzadas. Cuando las masas entraron en acción vieron en la figura de Madero la posibilidad de quitarse de encima a la dictadura. Las masas difícilmente entran a la acción buscando una revolución, Madero proponía un camino que parecía más simple.
Madero se presentó como candidato a la presidencia poniendo sobre la mira la posibilidad real de sacar a Porfirio Díaz. Hizo que las masas entraran a la política. Conseguido eso ellas aprendieron de su propia experiencia. La elección de 1910 fue un nuevo fraude, Madero estaba encarcelado mientras se hacían los comicios. Todas las ilusiones de poder cambiar las cosas por una vía democrática se vinieron abajo.
Cuando los líderes del PLM quedaron en libertad Madero estaba en la cárcel, pero contaba con un movimiento amplio y nacional. Cuando reaparece Regeneración Madero estaba interesado en conocer el periódico y pide que le envíen una copia a la cárcel. Poco después envía a José de la Luz Soto a los Ángeles a entrevistarse con los Magón. Esto habla de la gran autoridad e historia que tenía el PLM.
Lo que pidió Madero fue que se integraran a su movimiento, ofreció a Ricardo un puesto en su gabinete cuando tumbaran al dictador. Eso significaba renunciar a la independencia política y a un programa de clase, algo que Ricardo rechazó, diciendo desde su óptica anarquista: “Esto sería reconocer la Jefatura de Madero, ¡y yo no reconozco ninguna Jefatura”. Pero Antonio I. Villareal, replicó: “Pero si Madero tiene la jefatura, es a él y a su partido se debe la organización revolucionaria” (Bartra, Barrera, 2022, p. 124).
Esto avizoraba la pronta ruptura de la JOPLM.
Ricardo, en una posición sectaria, planteó a su vez que Madero se incorporara al PLM y aceptara su programa. Las dos organizaciones tenían derecho a existir, Magón debió haber diferenciado entre la cúpula burguesa del maderismo y las masas populares que lo apoyaran y más que prejuicios sectarios anárquicos debió buscar la forma de ganar a su base en torno a un frente único y un debate compañero que se ganara los oídos de la base.
Madero en una carta en la cárcel dice:
“Es bueno que hagan notar claramente que no [hay] ninguna alianza ni unión entre el partido de los Magón y nosotros. Te digo principalmente esto, porque ayer recibí una comunicación de ellos en que me dicen que algunos agentes nuestros andan haciendo propaganda, diciendo que trabajan de acuerdo con ellos y se muestran celosos de ello y hasta llevaron su pretensión a decirme que si queríamos unirnos a ellos debíamos aceptar como bandera su programa” (Madero, 2021, p. 2091).
Ese rumor de unión lo desmintió Ricardo en Regeneración, pero sectores del maderismo veían como competencia al PLM y preferían decir que se habían sumado a su movimiento y hasta inventar que había un manifiesto conjunto con ellos.
Madero huyó de la cárcel a Estados Unidos. Publicó un programa que dijo haberlo escrito en su paso por San Luis Potosí, ciudad simbólica en la última década de lucha contra la dictadura. Incluso el pacifista Madero hizo un llamado a un levantamiento armado. El PLM había sido descabezado en dos levantamientos armados, pese a que intentó usar el factor sorpresa, pero la infiltración permitió al régimen descubrirlos y desmantelarlos. ¡Madero ponía públicamente la fecha y hora de la insurrección!: 20 de noviembre a partir de las 6 de la tarde.
El Plan de San Luis declara nulas las elecciones y no reconoce al gobierno de Díaz. Se autoproclama presidente provisional con el objetivo de hacer la guerra a Díaz. Es un plan para restituir la legalidad. Sólo hay un ambiguo punto social:
“Abusando de la ley de terrenos baldíos, numerosos pequeños propietarios en su mayoría indígenas, han sido despojados de sus terrenos por acuerdo de la Secretaría de Fomento, o por fallos de los tribunales de la República. Siendo de toda justicia restituir a sus antiguos poseedores los terrenos de que se les despojó de un modo tan arbitrario, se declararán sujetas a revisión tales disposiciones y fallos y se les exigirá a los que los adquirieron de un modo tan inmoral o a sus herederos, que los restituyan a sus primitivos propietarios, a quienes pagarán también una indemnización por los perjuicios sufridos. Sólo en caso de que esos terrenos hayan pasado a tercera persona antes de la promulgación de este Plan, los antiguos propietarios recibirán indemnización de aquellos en cuyo beneficio se verificó el despojo” (archivos.juridicas.unam.mx).
Es el único punto social, el Plan de San Luis está a años luz de los puntos planteados en el programa de 1906. Ese ambiguo punto fue clave para atraer a los campesinos que luchaban por su tierra a la lucha, como fue el caso de los campesinos encabezados por Emiliano Zapata en Morelos.
Regeneración 4ª época y la pugna con Madero
El 3 de septiembre de 1910 aparece Regeneración en su cuarta época. Era un periódico de gran formato. Su eslogan había cambiado, ahora decía: “Semanal revolucionario”, más tarde quedaría como “Periódico Revolucionario”.
La principal arma del PLM regresaba, su periódico Regeneración. Era de un formato grande, de cuatro páginas. Ahora incluía fotos y caricaturas. Ya es un periódico bilingüe en español e inglés, en algún momento también con una sección en italiano. Como era tradición, en el periódico se promocionaban libros en venta, dentro de ellos aparecen títulos como El Capital de Marx, El Origen de la Familia, la propiedad privada y el Estado de Engels y del novelista ruso, amigo de Lenin, Máximo Gorki. Los exhombres – En la prisión.
Regeneración reaparece anunciando la Revolución. En su primer número Ricardo hace un artículo llamado “A los Proletarios”, que dice:
“Obreros, amigos míos, escuchad: es preciso, es urgente que llevéis a la revolución que se acerca la conciencia de la época; es preciso, es urgente que encarnéis en la pugna magna el espíritu del siglo. De lo contrario, la revolución que con cariño vemos incubarse en nada diferirá de las ya casi olvidadas revueltas fomentadas por la burguesía y dirigidas por el caudillaje militaresco, en las cuales no jugasteis el papel heroico de propulsores conscientes, sino el nada airoso de carne de cañón (…)”.
“Tened en cuenta, obreros, que sois los únicos productores de la riqueza. Casas, palacios, ferrocarriles, barcos, fábricas, campos cultivados, todo, absolutamente todo está hecho por vuestras manos creadoras y, sin embargo, de todo carecéis”.
Y separándose de la postura clásica liberal, la que defendía Madero de retorno a la legalidad, dice:
“Si vais a la revolución con el propósito de derribar el despotismo de Porfirio Díaz, cosa que lograréis indudablemente, porque el triunfo es seguro, si os va bien después del triunfo, obtendréis un Gobierno que ponga en vigor la Constitución de 1857, y, con ello, habréis adquirido, al menos por escrito, vuestra libertad política; pero en la práctica seguiréis siendo tan esclavos como hoy, y como hoy sólo tendréis un derecho: el de reventar de miseria”.
Aunque usa el término ambiguo de conquistar la libertad económica, es un artículo inspirador, que concluye:
“Proletarios: tened presente que vais a ser el nervio de la revolución; id a ella, no como el ganado que se lleva al matadero, sino como hombres conscientes de todos sus derechos. Id a la lucha: tocad resueltamente a las puertas de la epopeya; la gloria os espera impaciente de que no hayáis hecho pedazos todavía vuestras cadenas en el cráneo de vuestros verdugos” (Regeneración N° 1, 4ª época, 3 de septiembre de 1910).
Límites programáticos del PLM al inicio de la revolución
El PLM, ante la revolución que se veía venir, llama en EE. UU. a formar ligas anti intervencionistas y a apoyar económicamente a Regeneración. En México realiza una nueva campaña por reagrupar al PLM, estableciendo contacto con los círculos y la JOPLM en libertad, llaman a seguir formando círculos, hacer campañas por el pago de las cuotas, etc. Nuevamente se hicieron planes para un levantamiento armado. Eran muy escépticos de Madero, no pensaron que él, un pacifista burgués, llamaría a un levantamiento armado, pero lo hizo. De tal forma que prefirieron hacer coincidir su levantamiento con el de él. En una Carta circular interna, del 16 de noviembre de 1910, dicen: “la Junta recomienda a usted se prepare y recomiende a sus amigos que se preparen y estén listos para que, si hay alguna perturbación en el país originada por los maderistas, aprovechemos el momento de confusión para levantarnos todos los liberales”.
De manera Pública (ver Regeneración, N° 10, del 5 de noviembre de 1910) e interna marcaron cuales eran las diferencias con Madero, en dicha carta interna señalan:
“El Partido Liberal quiere libertad política, libertad económica por medio de la entrega al pueblo de las tierras que detentan los grandes terratenientes, el alza de los salarios y la disminución de horas de trabajo; obstrucción a la influencia del clero en el gobierno y en el hogar. El Partido Antirreeleccionista sólo quiere libertad política, dejando que los acaparadores de tierras conserven sus vastas propiedades, los trabajadores sigan siendo las mismas bestias de carga y que los frailes continúen embruteciendo a las masas”.
Esta es una crítica y diferenciación muy acertada. Cuando Madero llegó al gobierno, realizó reformas democráticas, mientras para él había terminado la revolución, para Zapata y su movimiento campesino apenas empezaba. Señalan que “Por cuestión de principios el Partido Liberal no puede estar de acuerdo con el maderismo” (Flores, 2017, pp. 216 y 217).
Llamaban a defender el programa de 1906, que en realidad estaba desfasado, seguía siendo liberal y por tanto compatible con la revolución burguesa del maderismo. Es decir que el PLM podía luchar por reformas sociales para las masas explotadas dentro de los marcos del sistema capitalista, no planteaba una ruptura con el sistema que es lo que quería en realidad Ricardo. En términos reales el llamado no iba más lejos que una reforma agraria y mejoras a las condiciones de vida del obrero, bajo una terminología radical.
Ganar a las masas o aislarte del movimiento
En Rusia, a pesar de la larga trayectoria revolucionaria del bolchevismo, a inicios de 1917, año de la revolución, el partido quedó en minoría. Erróneamente los dirigentes que se encontraban dentro del territorio apoyaron al gobierno provisional burgués en vez de plantear la necesidad de que fuera la clase obrera, que contaba con el poder de los soviets, quienes tomaran el poder. Lenin criticó esto y reorientó al partido, sin embargo desarrolló una fina táctica para no alejarse del movimiento y dar una batalla por ganar a las masas. Nueve décimas partes de una dirección revolucionaria (y el PLM luchaba por tener esa dirección) es ganar a las masas. En esta tarea de ganar a las masas los bolcheviques llegaron a hacer frente único con ese gobierno provisional en la lucha contra la reacción, por ejemplo cuando se intentó hacer el golpe de estado contrarrevolucionario de Kornilov. Eso mostraba a los bolcheviques como los verdaderos revolucionarios y más consecuentes enemigos del viejo orden.
En Rusia derribaron a los zares, pero en México ni siquiera se había cumplido la tarea de derribar a Porfirio Díaz. Madero que representaba una esperanza de cambio y tenía enormes bases de apoyo entre las masas en ese momento, estaba siendo perseguido por la dictadura. No se trataba de abandonar el programa de clase, ni renunciar a la organización independiente (que debía ser en esencia una organización con independencia de clase). Ricardo correctamente luchó por mantener unido al PLM actuando como organismo independiente.
Magón pensaba que en medio de la revolución las masas deberían actuar por su cuenta y llevarla más lejos, pero en su mayoría estaban influenciadas por un dirigente burgués liberal y no iban a actuar de esa forma sino rompían ideológicamente con él. El no establecer una alianza con los maderistas era un punto en contra cuando se requería unificar fuerzas contra la dictadura. El hacer críticas frontales a Madero, que estaba siendo perseguido por la dictadura, podía poner a los ojos de las masas al PLM del lado de la barricada opuesta.
Lo que se requería era un frente único, golpear juntos aunque se camine separado. Se debió haber ofrecido apoyo en la lucha contra la dictadura y emplazar a Madero públicamente a que resolviera los problemas de las masas como el reparto de tierra. No basta con hacer una crítica correcta, se debe buscar la forma de que esta sea oída. No basta con decir que un dirigente es traidor, esto debe ser entendido también con la propia experiencia. El PLM se debió mostrar como un aliado en la lucha contra la dictadura, tirando sus principales dardos contra el viejo régimen porfirista, defendía su programa y mantenía una crítica amistosa pero firme a Madero, explicando que su programa era limitado, emplazándolo a defender un programa de clase que resolvería los problemas sociales de las masas.
Para ser justos, debemos decir que en un momento el PLM sí planteo el frente único con la organización de Madero. Éste les respondería con una puñada en la espalda atacando a los grupos armados del PLM.
El PLM y su prensa fue muy influyente en las capas avanzadas del movimiento, su lenguaje iba dirigido a los activistas pero cuando la revolución emergía, es decir, cuando las masas entraban en acción, con sus prejuicios iniciales, era necesario buscar un lenguaje que conectara con el ambiente del movimiento. Como dijera Marx, se necesitaba puño de hierro (una crítica clara y una defensa intransigente de los principios) pero con guante de seda.
Escisión
Magón actuó de forma correcta al no fundir su organización con el maderismo y plantear la defensa de su propio programa. Sin embargo, las ambigüedades políticas del PLM pesan pues aunque algunos de sus miembros se dicen en secreto anarquistas en público sigue habiendo un programa liberal con reformas sociales. Madero ofrecía un movimiento liberal más amplio y fuerte. Antonio I. Villareal, que era uno de los cuadros dirigentes, abandonaría el PLM y realizaría una lucha fraccional basándose en mentiras, desorientando a la base, para tratar de atraer a los más posibles al maderismo.
Era posible un frente único e incluso un trabajo entrista en el movimiento de madero (convirtiéndose el PLM en una fracción del movimiento) pero a condición de tener una política claramente diferenciada y cuadros firmes dispuestos a asumir una posición revolucionaria clara que defender en el interior buscando ganar a los mejores elementos a dicha política. Pero cuadros centrales del PLM sucumbieron.
La táctica de intervención
Ya hemos dicho que un problema central de la estrategia del PLM es que veía en la insurrección armada el camino casi fijo de la lucha. Había, claro, una tradición de lucha en esa línea que en el liberalismo se remontaba a 100 años atrás. Justo se estaban cumpliendo cien años de la insurrección de independencia. Cuando Magón decía a los proletarios “es urgente que llevéis a la revolución que se acerca la conciencia de la época”, se debía entender que la clase obrera debía poner su sello no sólo en los objetivos sino en los métodos. Las huelgas, las asambleas y sí, la insurrección armada, debían estar sobre la mesa. Rusia tenía una clase obrera muy pequeña, como en de México, pero esta puso su huella en el proceso. En 1917 se hizo una huelga general, se formaron soviets (comités de obreros, soldados y campesinos) que enviaban representantes para hacer asambleas de soviets regionales y nacionales, con un respaldo de las masas. Eso opuso un naciente poder obrero al naciente poder de la burguesía.
El PLM una y otra vez se fue a la batalla frontal, eso mermó sus fuerzas desmedidamente. Cuadros importantes que estaban desarrollando un buen trabajo entre obreros y campesinos terminaban en la cárcel, huyendo o muertos. En cierto sentido esto era inevitable por la represión de la dictadura. Pero, así como hay momentos para avanzar a la batalla, hay otros para cavar trincheras. Se requería un trabajo paciente de formación de cuadros vinculados a la organización del movimiento de masas de las clases explotadas.
Era correcto que las masas tomaran el destino en sus manos, pero es su acción en la lucha práctica la que puede llevar a conclusiones y el partido debe ayudar a sacarlas. La agitación es importante, pero también la propaganda, la teoría que eduque a los más avanzados cuadros. El marxismo es una teoría más consistente y profunda.
La JOPLM se reunió para ver sus planes revolucionarios. Invitaron a John Kenneth Turner y Ethel Duffy Turner, camaradas estadounidenses de gran valía y de toda la confianza del grupo. Práxedis planteó que debían incursionar en Chihuahua, pues era una zona donde el PLM tenía más posibilidades y trabajo. El partido también había entablado contacto con un dirigente indígena Cucapá que estaba dispuesto a levantar a su pueblo en Baja California. Turner, comentaría después la valoración que hicieron:
“La Baja California es, debido a su aislamiento, una región donde se le dificultará al gobierno enviar tropas adicionales con prontitud. Las actuales fuerzas militares son limitadas (…) 450 soldados y 100 rurales. La mitad de estas fuerzas está situada en cada extremo de la Península. Por lo tanto, ésta área era fácil de ser capturada por pocos hombres, aunque no estuvieran bien armados. Una vez en sus manos, proyectaron usarla como un campo de reclutamiento para refugiados mexicanos y utilizar el caudal territorial para comprar armas y parque a fin de mandarlos a lugares del interior donde se necesitarán apremiantemente para completar el derrocamiento del régimen de Díaz” (Bartra, Barrera, 2022, pp. 128-129).
El 20 de noviembre, Madero esperaba al pueblo levantándose en armas. El plan era que él regresara al país y declarará un gobierno, que a través de la guerra le arrebatara el poder a Díaz. Algo similar a lo que Juárez había hecho con Maximiliano de Habsburgo. Pero el levantamiento es un fracaso, en Puebla son sorprendidos el 19 de noviembre y asesinados los maderistas. Madero ingresa a México esperando tener un ejército de 400 hombres pero apenas un puñado lo espera y tiene que regresar a Estados Unidos.
Regeneración sigue los hechos y publica los acontecimientos ocurridos, pero tras el balance del 20 de noviembre sentencia: “En efecto, parece que ya todo terminó” (Regeneración N° 13, 26 de noviembre de 1910). Madero señalaría en privado: “La revolución ha fracasado. El pueblo acepta resignado servilmente el gobierno de Díaz” (Bartra, Barrera, 2022, pp. 135).
Sin embargo, la revolución apenas iniciaba. Varios focos armados fueron manteniéndose y en el caso de Chihuahua el movimiento adquiriría fuerza con un viejo colaborador de Regeneración, Pascual Orozco, quien fuera también migrante en EEUU donde trabajaría como obrero, ahora sumado a la lucha de Madero, logra crear un movimiento consistente en el Estado. Poco a poco la revuelta armada fue extendiéndose.
La muerte de Práxedis
En Chihuahua se tenía un trabajo importante del PLM. La prensa de oposición y el congreso de 1901 animaron a un grupo a adherirse al partido. La base era fundamentalmente de mineros pero también de campesinos macheteros. Intentaron impulsar el levantamiento de 1906, que como sabemos, fue un primer fracaso. Eso llevaría a varios compañeros a la cárcel de San Juan de Ulúa. Juan Sarabia haría su valiente defensa legal ahí, usando su juico como tribuna de combate. Había una organización activa en ambos lados de la frontera.
Práxedis defendió que el PLM debía incursionar ahí. Pero también criticó al resto de la JOPLM que no se involucraran activamente en la lucha revolucionaria. A Manuel Sarabia, el compañero que lo cooptó al PLM, tras su viaje a Inglaterra (que en su momento fue visto como una traición), le dijo:
“Voy hacia la anarquía práctica, tratando de no cometer el error de muchos ‘dogmáticos’ que se colocan fuera de la masa y quieren dar la efervescencia del acero a un instrumento de blanda madera” (Vargas, 2014, p. 134). Y en otro momento: “La frase revolucionaria, cuando no la acompañan los hechos, o no la siguen, va adquiriendo insensiblemente la montaña soporífica de los rezos cristianos” (Vargas, 2014, p. 137).
Hay anécdotas de como León Trotsky cuando fue dirigente del ejército rojo, iba al frente de batalla con el resto de las tropas y decía que un dirigente no podía exigir algo que no estaba dispuesto a hacer él mismo, y correr los mismos riesgos. Pero también la dirección debe ser responsable, no debe dinamitar su propia fuerza. Las insurrecciones pasadas habían tenido un enorme costo con la perdida de cuadros que iban a la cárcel. Estaba el ejemplo claro de Juan Sarabia que seguía en la cárcel de Ulúa.
Práxedis estaba decidido a ir a la revolución. La impaciencia es una mala compañera del revolucionario, pero no podemos dejar de admirar la valentía y espíritu de sacrificio del revolucionario guanajuatense, que había abandonado su vida cómoda y asegurada en su cuna de oro de su familia burguesa. A Manuel Sarabia:
“Estoy trabajando en las minas de carbón para sacar algunos recursos. Esto me hace tener muy pocos ratos desocupado, o mejor dicho ninguno” (Vargas, 2014, p. 135).
La experiencia de las derrotas del pasado son oro puro para el presente. Chihuahua tenía también la ventaja de contar con el grupo de hombres más experimentados en el terreno militar del PLM.
“En Chihuahua nada les importa Madero… Entre los revolucionarios, el sentimiento es favorable en todo a Flores Magón, y la mitad de los ‘que han tomado las armas lo han hecho cuando Madero les aseguró, por medio de sus agentes, hace tres meses, que en caso de triunfo habría elección libre y de buena fe, y los amigos de Flores Magón tendrían entonces oportunidad de votar por él” (Martínez, 1960, 223).
Con los veteranos del levantamiento fallido de 1908 y un grupo de jóvenes, Práxedis emprendió desde Texas, la expedición revolucionaria hacia México. El objetivo era tomar toda una serie de poblaciones pequeñas que les permitiera acumular fuerza para tomar la ciudad de Chihuahua. Tomaron por asalto un tren para ingresar a México en la noche del 23 de diciembre. A su paso cortaron los cables de telégrafo y teléfono. Se encontró con otro grupo de compañeros en México. Desde Ciudad Guzmán elaboraron su estrategia, dividieron el contingente en dos. El contingente que dirigió Práxedis tomó el poblado de Corralitos para avanzar hacia Casas Grandes, pero al haber un gran contingente militar ahí, prefirieron tomar primero la población de Janos. Se dio una batalla el 29, prolongándose por horas.
“Poco antes del amanecer, y cuando todo indicaba que los revolucionarios tomarían la plaza, Práxedis Guerrero subió a la azotea de una casa desde donde calculó que podía someter a un grupo de francotiradores, y cuando apenas empezaba a lograr su propósito fue alcanzado por una bala que le destrozó la cabeza” (Vargas, 2014, p. 65).
La ciudad de Janos fue tomada por el PLM, pero la muerte de su dirigente fue un duro golpe que convirtió en derrota la incursión del PLM en Chihuahua.
Por algún tiempo se mantuvo activo Prisciliano Silva combatiendo en la región. Madero quería incursionar en el país y los magonistas, que estaban a favor del frente único en ese momento, prestaron un gran servicio. A mediados de febrero dieron provisiones e intervinieron militarmente para que ingresara a México y no fuera capturado por el enemigo. Madero le pidió a Silva subordinación y éste al negarse a aceptarlo como jefe lo detuvo y desarmó a sus tropas, pagando la ayuda magonista con una puñalada en la espalda. Lázaro Gutiérrez de Lara cambió de bando y se posicionó al lado de Madero.
Baja California
En California, Estados Unidos, se agrupan bajo la bandera roja de Tierra y Libertad un contingente para llevar adelante la revolución bajo la bandera del PLM. La base del magonismo en Estados Unidos es el movimiento obrero revolucionario, muchos de los que se suman a la batalla son miembros del IWW.
A finales de 1910 e inicios de 1911 se hacen los preparativos. Se incrustan en el bosque y divididos en tres contingentes entran sorpresivamente a Mexicali, Baja California, toman la aduana; también la cárcel y liberan a los presos invitándolos a sumarse a la lucha, algunos de ellos lo hacen. La toma de Mexicali desata toda una serie de fuerzas y las pone en acción. Entre la clase obrera en EE. UU. se da un ímpetu de ayuda, anima a más voluntarios internacionalistas a sumarse a la revolución en Baja California. Por otro lado, el gobierno estadounidense, que tanto ha usado las leyes de neutralidad en contra de los revolucionarios, ahora actúa favoreciendo a los porfiristas que quieren el retorno del control. Militares mexicanos se van posicionando, pero también entran al país soldados norteamericanos en ayuda a la dictadura.
Sectores reaccionarios aventureros, como Richard Ferris de los EE. UU. tratan de sacar agua para su molino, hacen un ofrecimiento a Díaz de comprar Baja California y al negarse hacen un llamado a reclutarse para irla a tomar. Pero también se hacen mítines del movimiento obrero en solidaridad con la revolución encabezada por el PLM. En estos muestran su apoyo, entre otros, John Kenet Turner, Emma Goldman y Jack London.
Gran Parte de 1911, el magonismo logra mantener control sobre el territorio bajacaliforniano. Se dan los inicios de un gobierno revolucionario y se consiguen conquistas en algunas fábricas como el establecimiento del salario mínimo en $1.5 y la reducción de la jornada laboral a 8 horas. Pero el ejército liberal no está cohesionado, es amorfo y tiene fisuras y escisiones internas.
Hay una fuerte campaña mediática que el magonismo no logra contrarrestar, en la que se les acusa de querer separar Baja California de México y anexarla a EEUU, se les tacha de filibusteros. El magonismo no logra establecer una alianza firme con la población y los trabajadores en Baja California. En parte esto se debe a que el proceso de descontento no estaba tan avanzado como en otras zonas del país como Morelos, Chihuahua o Sonora. El propio Porfirio Díaz entendía que lo que se vivía en Baja California no era filibusterismo sino que se buscaba una revolución social. En su informe presidencial del 1 de abril dijo:
“En la Baja California se ha efectuado un movimiento de otro carácter, causado por bandas comunistas, en el que figuran filibusteros norteamericanos, con el fantástico proyecto de crear una república socialista…” (Martínez, 1960, p. 17).
En abril de 1911 la JOPLM publica un manifiesto a los trabajadores de todo el mundo donde muestran su espíritu internacionalista:
“Esta lucha formidable de las dos clases sociales en México es el primer acto de la gran tragedia universal que bien pronto tendrá por escenario la superficie toda del planeta y cuyo acto final será el triunfo de la fórmula generosa Libertad, Igualdad, Fraternidad que las revoluciones políticas de la burguesía no han podido cristalizarla en hechos porque no se han atrevido a hacer pedazos la espina dorsal de la tiranía: capitalismo y autoritarismo” (Regeneración 4ª época, 8 de abril de 1911).
En mayo los magonistas toman la ciudad de Tijuana. Regeneración saca en su primera página el titular “¡Viva la revolución Social! La Bandera Roja se Cubre Nuevamente de Gloria y Ondea Gallardamente Sobre Tijuana. Compañeros, No Olvidéis que Somos Pobres y que la Revolución Necesita Dinero: Dinero y Más Dinero” (Regeneración 4ª, N° 37, 18 de mayo de 1911).
Aunque logra mantener una fuerza en el territorio, no deja de ser una zona marginal con poca población que no le ayuda a influir en el proceso general. Por otro lado, aunque el movimiento armado impulsado por Madero inició con enorme debilidad, fue adquiriendo fuerza formándose múltiples focos armados en el país. En Chihuahua, el movimiento maderista adquiere fuerza. En el tiempo que el PLM tomaba la pequeña población de Tijuana, los revolucionarios maderistas logran tomar la primer gran plaza, Ciudad Juárez, también en mayo de 1911. Eso fue suficiente para precipitar la caída de Díaz, estableciéndose un gobierno provisional. Los presos políticos, incluidos viejos miembros del PLM como Juan Sarabia, serían liberados.
Madero se ratificaría como el principal líder del movimiento. Eso abonó al aislamiento de la campaña bajacaliforniana que no dejaba de mostrarse como una amenaza a Madero.
Se da una alianza de facto para combatir al PLM de parte de Madero, de viejos escindidos del PLM, del gobierno provisional mexicano y del gobierno estadounidense. El maderismo utilizó a los viejos compañeros de combate del PLM para tratar de rendirlos. El recién liberado Juan Sarabia, su hermano Jesús, que tenía años de no ver, los van a visitar con el objetivo de adherirse al maderismo. Enrique y Ricardo rechazan indignados la oferta. Los agentes maderistas intentan convencer al resto de miembros de la JOPLM sin éxito. Apenas rechazaron la oferta Enrique Flores Magón, Anselmo L. Figueroa y Librado Rivera caerán presos.
Los disidentes adaptados al maderismo sacaron su propia versión de Regeneración dirigida por Juan Sarabia y Villareal, en donde viejos colaboradores del club Ponciano Arriaga y Regeneración colaborarían. El periódico espurio del ala derecha, escindida del partido y adaptada al maderismo, se publicaría durante 5 meses del año 1911. En vez de Regeneración se le hacía llamar Degeneración.
La posibilidad potencial de que el PLM actuara como una corriente organizada dentro del maderismo estaba presente. Pero para ello requería de cuadros educados y firmes, capaces de defender una posición clasista y revolucionaria dentro de este movimiento, con el objetivo de atraer a los sectores de la clase obrera y el campesinado hacia una lucha que resolviera sus problemas sociales, un programa anticapitalista con independencia de clase. Pero la realidad es que todo miembro del PLM que se vinculó al maderismo fue absorbido y adaptado. Esto se explica, en parte, porque el programa de 1906 no dejó de ser un programa liberal que abría las puertas a una política de conciliación de clases. Se trató de convencer al PLM de girar al anarquismo de manera secreta y poco a poco haciéndolo girar a la izquierda, el resultado fue un partido centrista entre una política socialista y el reformismo. Ante un poderoso movimiento de masas como el que dirigió Madero, fueron atraídos y chupados. Finalmente, Madero era también un liberal, como muchos miembros del PLM seguían siendo.
La JOPLM tenía limitaciones, no era capaz de dar orientaciones políticas en el día a día ni brindar el apoyo material que la expedición de Baja California exigía. Entre los líderes de la campaña en la península se habían desatado divergencias. Esas fisuras fueron aprovechadas por el enemigo, quienes hicieron una política de fractura, cooptación, aislamiento y represión para acabar con la revolución en Baja California. En medio de esto, el actuar de los grupos reaccionarios anexionistas estadounidenses, fue aprovechado para tratar de ensuciar la imagen de la lucha del PLM promoviendo la idea que eran filibusteros y abonar en su derrota.
El programa del 23 de septiembre de 1911
Con la derrota en Baja California el movimiento magonista dejó de ser una fuerza con capacidad de influir decisivamente en la revolución. Se convirtió en un grupo marginal. Como ellos señalaron, las reformas políticas de Madero no solucionarían los problemas de los proletarios y campesinos. Madero estableció la libertad de prensa y medidas democráticas, pugnó por el respeto a la ley. Por estas medidas lucharon los liberales que participaron en el congreso una década atrás. Pero los problemas sociales se mantuvieron, no dejó conforme a ninguna clase social porque no hizo una reforma agraria profunda ni pacificaba al país, siendo los grupos armados de las masas explotadas un peligro constante para capitalistas y terratenientes.
En Morelos, los campesinos indígenas que habían sido arrebatados de sus tierras apoyaron a Madero en su lucha contra Díaz. Le dieron el beneficio de la duda pero los campesinos siguieron siendo acosados por el ejército y los terratenientes y mantuvieron sus armas. El líder de oposición también los trató de rendir y cooptar, la mayoría no se doblegó. El movimiento sufría en carne propia el problema del arrebato de tierras y había que dar una solución clara. También contaron con dirigentes firmes como los que se mantendrían al final en la JOPLM, pero los zapatistas eran además eran un movimiento de masas local, con métodos democráticos en la toma de decisiones y medidas de control hacia los dirigentes. Eso les ayudó a estar mejor preparados para enfrentar las presiones del maderismo.
Este manifiesto, este programa, rompe, ahora sí, de manera clara con el liberalismo y plantea una política anticapitalista. Pone el dedo en la yaga al señalar que el problema central es la propiedad privada. Dice que el principio de propiedad es el mal fundamental, y este es el que sostiene al gobierno. Señala que el objetivo es acabar con el clero, la autoridad y capital. Dice que la sociedad está:
“Dividida la humanidad en dos clases sociales de intereses diametralmente opuestos: la clase capitalista y la clase trabajadora; la clase que posee la tierra, la maquinaria de producción y los medios de transportación de las riquezas y la clase que no cuenta más que con sus brazos y su inteligencia para proporcionarse el sustento”.
Se plantea el tema de la expropiación llevada adelante por el actuar revolucionario de las masas:
“La expropiación tiene que ser llevada a cabo a sangre y fuego durante este grandioso movimiento, como lo han hecho y lo están haciendo nuestros hermanos los habitantes de Morelos, sur de Puebla, Michoacán, Guerrero, Veracruz, norte de Tamaulipas, Durango, Sonora, Sinaloa, Jalisco, Chihuahua, Oaxaca, Yucatán, Quintana Roo y regiones de otros Estados, según ha tenido que confesar la misma prensa burguesa de México, en que los proletarios han tomado posesión de la tierra sin esperar a que un gobierno paternal se dignase a hacerlos felices”.
En su lógica anarquista el programa deja una ambigüedad con respecto al estado. Parece que basta con tomar las tierras y las fábricas y así destruyes la autoridad. En realidad, el, o mejor dicho los estados, actuaron como una herramienta de ataque para aplastar la revolución bajacaliforniana. Se requiere un aparato de estado en defensa de la revolución. Este proceso no puede quedarse aislado, olvidando que el Estado existe. Una región donde los trabajadores tomen las tierras y fabricas requerirá una organización para su administración y defensa, será un embrión de poder de los trabajadores (aunque a los anarquistas no les guste usar el termino poder) pero o este poder se generaliza o será derrotado.
El programa también es ambiguo en como se administrará la economía, dice que basta con que uno vaya a un almacén y tome lo que necesita. Pero, pensamos, no se trata de generar pequeñas comunas aisladas sino una sociedad donde se pongan el conjunto de riquezas al servicio del conjunto de la humanidad. Eso requiera una economía planificada que por un lado necesita un centro dirigente pero también una amplia democracia.
Pese a sus limitantes este programa es un paso adelante muy importante al poner sobre la mesa el tema de la propiedad privada de los medios de producción como el problema central.
Los indígenas de Morelos que luchaban por la reconquista de la tierra bajo la dirección de Emiliano Zapata leerían este programa, de ahí tomarían el lema “Tierra y Libertad”. Elaborarían su propio programa, el plan de Ayala, donde cuestionarían a la gran propiedad privada.
Frente al Orozquismo
La derrota de Baja California aisló al magonismo del movimiento de masas. Se mantuvo un grupo armado del PLM, en especial en Chihuahua. Madero entró a la presidencia y realizó toda una serie de reformas democráticas, se restableció la libertad de prensa y se realizaron elecciones libres. Incorporó a parte de las tropas revolucionarias al ejército pero no lo depuró y siguió siendo en gran parte el ejército porfirista. En términos sociales Madero no resolvió el problema de las tierras. Tenía la ilusión de poder quedar bien con los campesinos y los terratenientes. Con sus reformas políticas él daba por concluida su revolución, pero para los campesinos que luchaban por su tierra apenas iniciaba.
El magonismo crítico enormemente a Madero por considerarlo un político burgués que no quería una revolución social. Su movimiento fue interclasista pero las masas se habían agarrado a él para luchar por un cambio en sus condiciones. Al magonismo le fue difícil comprender que dentro de este movimiento podría haber lideres provenientes e influenciados por los trabajadores del campo y la ciudad que buscaban en el fondo un cambio a favor de las clases explotadas. Además, en el campo de batalla se enfrentaron en barricadas diferentes, enfrentados las tropas magonistas del norte por el mismo Pascual Orozco y Pancho Villa.
El gobierno de Madero era burgués, pero no igual al de Porfirio Díaz. Había llevado algunas medidas democráticas y tímidos cambios sociales. No fue suficiente y algunos campesinos correcta y claramente rompieron con él. Pero otros sectores de las masas mantenían confianza e ilusiones en él. La propia División del Norte ya después de su muerte saldría a la batalla bajo el grito de ¡Viva Madero! El villismo no fue comprendido por el magonismo y se le vio durante mucho tiempo como un claro enemigo. A Pascual Orozco se le catalogaba como “científico”, es decir, porfirista.
Al no cumplir su promesa de reforma agraria y al buscar la pacificación del país defendiendo el monopolio de violencia del estado, lo que se tradujo en represión campesina y búsqueda de su desarme, hubo sectores que se desprendieron a la izquierda en una critica contra el maderismo. Uno de ellos fue Pascual Orozco.
Antes de la revolución, Pascual Orozco había sido migrante en Estados Unidos, fue obrero. Colaboró con el PLM y era asiduo lector de Regeneración. Apoyó a Madero, cuando rompió con él, la guerrilla del PLM en Chihuahua lo saludó con vivas y se fusionaron a su tropa. Ahí es donde los cuadros políticos pueden jugar un papel. La presencia de Práxedis hubiera permitido mantener la organización del PLM y defender una política de frente único con Orozco o incluso fusionarse dando posibilidad de desarrollo al ala radical de la revolución.
La acción de Orozco fue vista con simpatía por los zapatistas, por eso en su plan de Ayala lo nombran como jefe de la revolución en una clara alianza que querían hacer el movimiento sureño con sus hermanos del norte del país.
Cuando Orozco rompe con Madero, la guerrilla peelemista de Chihuahua cambia sus consignas por ¡Viva Orozco! Y se integran a sus filas fundiéndose. Es aquí donde se ve la ausencia de los cuadros políticos como Práxedis, que podría haber mantenido la organización estableciendo un frente único o dando pasos para unificar las organizaciones en base a una discusión del programa a defender, donde el PLM tenía mayor claridad.
El gobierno de Madero era atacado por los extremos. El movimiento campesino más radical y los grandes terratenientes que querían ya pacificar al país a toda costa. Viejos porfiristas como el carnicero Bernardo Reyes y Félix Díaz, quienes durante el gobierno de Porfirio aspiraron a sucederlo, ahora hacían un golpe de estado reaccionario contra Madero. Ellos serían desplazados (Reyes muerto en ese proceso), Victoriano Huerta toma el control de la situación, finge defender a Madero y al final consuma el golpe buscando restablecer el viejo orden.
Orozco entendió que el enemigo de mi enemigo es mi amigo y vergonzosamente claudicó y se alió con él. Rechazando Regeneración claramente a Orozco.
El Zapatismo
El movimiento zapatista había colaborado con Madero en un primer inicio. Dentro de la corriente anarquista la JOPLM fue criticada por su posición hacia la revolución y hacia el zapatismo. Ricardo les llamaría “anarquistas de café”. Les respondió:
“Cuando Zapata incita al campesinado a quitar a los monopolistas de la Tierra y les ayuda a hacerlo, encontramos en él un camarada más cercano los propios revolucionarios, bayardos del salón” (Flores, 2001, p. 630).
Esto habla de lo que fue Magón, no un sectario dogmático sino alguien que analizaba la realidad concreta y buscaba intervenir en el movimiento revolucionario real.
Magón buscaba que en medio de la revolución las masas se diferenciaran y llevaran adelante su propia revolución adueñándose de las tierras y las fábricas. Los zapatistas pasaron por varias fases, pero finalmente romperían con Madero y tomarían ellos mismos sus tierras. Eso hizo que Regeneración viera con simpatía ese movimiento. Desde el inicio entendió el papel revolucionario del zapatismo y se puede leer en las páginas de Regeneración. Los revolucionarios surianos llegaron a leer estos materiales.
Desde 1911 la JOPLM busca establecer contacto directo con el zapatismo, en 1912 lo consigue entrevistándose Magdaleno Contreras, enviado peelemista, con Emiliano Zapata. Se buscaba convencer que Madero no era un revolucionario, pero aun había ilusiones en él y la misión fracasa. A inicios de 1913 se manda a otro delegado del PLM, José Guerra, a la zona zapatista.
En su recorrido por la zona zapatista los textos del PLM son leídos por varios dirigentes con buena aceptación. Finalmente logra entrevistarse directamente con los lideres zapatistas. Madero había sido derrocado y la dirección zapatista fijaba su posición frente a Huerta. Se entabla un debate sobre Orozco que seguía siendo reconocido en el plan de Ayala como el jefe revolucionario. Guerra explicó que se había aliado con terratenientes, Manuel Palafox, defendió a Orozco y le justificó diciendo que no todos habían obtenido su tierra de forma mal habida. Pero Zapata dijo que había que echar mano a las tierras de los ricos y de los aliados de Orozco. Guerra explicó la posición del PLM.
Guerra le preguntó a Zapata si conocía Regeneración, él le contestó que sí lo había leído y estaba muy bueno y no dejaran de mandárselo. En otro momento se le dio lectura al programa del 23 de septiembre de 1911. Zapata dijo que todo lo de los ricos había que expropiarlo.
José Guerra quedó con muy buena impresión del zapatismo, no así de Palafox, aunque él jugaría un papel muy destacado en la expropiación de tierras y la elaboración de un plan de reforma agraria revolucionario cuando fue ministro zapatista en el gobierno de la convención revolucionaria.
Un segundo encuentro se daría entre un delegado del PLM y Zapata. Este fue con Jesús María Rangel en marzo o abril de 1913. Zapata reunirá a los jefes zapatistas para que les sea leído el programa del 23 de septiembre de 1911. Al finalizar la lectura, en donde se habla de la expropiación de las tierras y las fabricas para ponerlas en manos de los trabajadores, Otilio Montaño hace un cuestionamiento, preguntando por qué usa el PLM la bandera roja y no la tricolor. Rangel diría que la roja es la bandera del proletariado. Eso generó mas dudas que la propia acción revolucionaria con la que en esencia estaban de acuerdo.
En su lucha contra Huerta, el zapatismo fue una de las fuerzas principales que le combatiría además de la División del Norte de Villa y el ejército constitucionalista de Carranza. El zapatismo fue tomando las tierras para los campesinos a lo largo de esta lucha. Programáticamente había condiciones para una alianza entre el PLM y el Ejército Revolucionario del Sur, pero los primeros habían dejado de ser una fuerza real en el movimiento revolucionario. Zapata propuso a Rangel que trasladaran la Junta del PLM a Morelos. Rangel increpó que necesitaban sacar el periódico. Zapata responde que tienen bajo su control la fabrica de Papel San Rafael. Argumenta que una de las funciones del PLM es la unidad con centro, Sudamérica y la defensa de sus ideas en los mismos Estados Unidos. De cualquier forma, los líderes de la Junta estaban en la cárcel y en ese momento no era viable la propuesta de Zapata.
Capítulo VII. La revolución rusa y confianza en el futuro de la humanidad
La comuna
Después de la derrota en Baja California y el encarcelamiento de los líderes la situación vino cuesta abajo. El trabajo de camaradas como Blas Lara y William Owen, por mencionar a algunos camaradas, fue muy importante.
Hubo momentos en que el periódico sacaba tirajes de sólo 25 ejemplares para no perder los privilegios fiscales. En un momento fue imposible seguirlo publicando, aunque luego se consiguió reactivar su impresión.
El aislamiento en que quedó el grupo llevo a síntomas de degeneración. Un miembro del partido, Rafael Romero Palacios, tomó 228 dólares de la caja, al ser descubierto y no poder pagar, huyo. En ese tiempo se cambió a un local mucho más amplió con la perspectiva de dar un nuevo empuje a Regeneración. En ese local llamaron a fundar la Casa del Obrero Internacional. Eso atrajo a migrantes de los ángeles que acudían al local. Pero lo que estaba tras de esto era la creación de una camarilla que quería adueñarse del periódico y de la infraestructura. Al descubrírseles se dio una nueva escisión, que significa también una ruptura familiar para Enrique Flores Magón. Lo que había mantenido a Regeneración eran las ideas, los burócratas tienen un fetiche hacia el aparato, las imprentas, los locales. Esos pueden perderse, pero si las ideas son las correctas la organización puede seguir adelante. Regeneración regresaría a su antigua y modesta oficina.
Jesús María Rangel sería derrotado en un intento de rearmar una guerrilla peelemista con la cual influir en la revolución. Los dirigentes de la Junta saldrían de la cárcel el 31 de enero de 1914. Ese año sería decisivo en la revolución pero el grupo apenas podía sostenerse, el periódico tuvo que suspenderse por meses debido a problemas financieros. Decidieron comprar una granja y vivir ahí.
Se estableció una comuna, algunos trabajaban y daban sus salarios, ortos cosechaban. Sin tener presión de la prensa Ricardo logró escribir otras cosas como obras de teatro y cuentos.
Una comuna no puede aislarse de la sociedad de clases en que vivimos. Además, los problemas políticos y personales en un lugar así suelen mezclase poniendo muy por arriba del peso que debían tener, afectando la actividad política. Eso ocurrió.
Las luchas en Estados Unidos, el pensamiento revolucionario de Regeneración y la existencia del estado capitalista llevó a una nueva represión en la que Enrique y Ricardo serían otra vez presos. Ahí se establecen nuevos vínculos con compañeros estadounidenses como John Kenneth Turner, John Murray, Jimmy S. Roche, Ethel Duffy Turner, Primrouse D. Noely Elizabeth Trowbridge, entre otros.
En la comuna se restablece el periódico. Ricardo, más alejado de los hechos, escribe artículos más generales y abstractos. Aunque se da un nuevo auge del movimiento migrante, en que están los simpatizantes del grupo, se abandona la idea de intervenir de forma más directa. Pero las ideas revolucionarias no se habían abandonado, estaban ya arraigadas en los genes y el tuétano.
Contra la guerra imperialista y la revolución proletaria
La revolución mexicana tuvo episodios muy importantes. En 1914 los ejércitos revolucionarios barrieron con el Estado porfirista, se dio la convención revolucionaria que aliaría a los sectores más revolucionarios: villismo y zapatismo. Aunque ellos no querían el poder para ellos, sí querían derrocar a Carranza y asumir como grupos la dirección para llevar adelante sus programas, que en parte fueron afinando en el transcurso de esos meses. Pero serían derrotados.
Ese año iniciaría la primera guerra mundial que era una guerra imperialista que buscaba un reparto diferente del mundo. La inmensa mayoría de las organizaciones obreras claudicaron y apoyaron a sus burguesías nacionales claudicando a los chovinismos locales. Traicionando la causa del socialismo. Sólo una pequeña minoría de revolucionarios en el mundo se mantuvo firme, entre ellas podemos contar al IWW, al grupo de Regeneración y a los bolcheviques en Rusia.
En México los constitucionalistas se convertirían en los triunfadores de la revolución. Establecerían una constitución. Aunque su dirigente, Carranza, solo quería algunos cambios políticos, la base se rebeló y estableció derechos sociales. La influencia de Regeneración y del programa de 1906 estuvieron presentes. Por ejemplo, Mújica, uno de los principales lideres del ala izquierda, autollamados jacobinos, había sido fiel lector de Regeneración. Pero para entonces eso estaba lejos de los ideales que ya perseguía Ricardo Flores Magón.
En 1917 ya habían sido derrotados los ejércitos de Villa y Zapata. La perspectiva de reanimar la revolución se veía lejana.
La lucha revolucionaria en Rusia fue seguida por Ricardo desde tiempo atrás. Hay notas en sus periódicos que hacen referencia la revolución de 1905, comparativos de la represión zarista con la vivida con Porfirio Díaz. Emma Goldman era de origen ruso. Su referencia, sin embargo, era sobre todo el anarquismo ruso. Pero fueron los bolcheviques, los marxistas rusos, quienes dirigieron la toma del poder e hicieron la revolución más radical que haya existido. Se repartieron las tierras, se tomaron las fabricas y se construyó un gobierno, el más democrático sistema que hasta entonces haya existido. Basado en una organización de comités locales emanados de las fábricas, pueblos y entre los soldados, que elegían delegados que se reunían en asambleas y congresos.
Ricardo Flores Magón fue ante todo un revolucionario. Por eso, cuando los obreros rusos tomaron el poder fue saludada con entusiasmo en Regeneración. El último número de este periódico, en su cuarta época, fue el número 262 publicado en Los Ángeles, California, el 16 de marzo de 1918.
“Nicolai Lenine, el leader ruso, es en estos momentos la figura revolucionaria que brilla más en el caos de las condiciones existentes en todo el mundo, porque se halla al frente de un movimiento que tiene que provocar, quiéranlo o no lo quieran los engreídos con el sistema actual de explotación y de crimen, la gran revolución mundial que ya está llamando a las puertas de todos los pueblos; la gran revolución mundial que operará cambios importantísimos en el modo de convivir de los seres humanos”.
Ricardo se lamenta no tener espacio suficiente para poner en Regeneración las palabras de los líderes bolcheviques, que apropia en ese momento como suyas y que cita ampliamente en su artículo.
“Las dimensiones de Regeneración, reducidas a dos pobres páginas nos forzan a no traducir todas las declaraciones de Lenin, y lo lamentamos, porque estas declaraciones, así como las del otro líder ruso, León Trotsky, arrojan fuerte luz sobre el movimiento revolucionario ruso. Así, pues, allá va algo de lo que dice Lenin:
“La revolución de Rusia no es una revolución nacional, sino que es una revolución mundial”.
“Los bolcheviques son los verdaderos internacionalistas. Ellos son los únicos que desean ver extenderse por todo el mundo las ideas de la revolución”.
“Los bolcheviques comprendieron desde hace tiempo que la revolución, aunque de carácter político al principio, tiene que llegar a ser económica y social, y que este último carácter de ella nada tiene que ver con diferencias de raza ni de fronteras nacionales, y por lo tanto, el futuro de nuestra revolución tiene que ser internacional. La revolución tiene que pasar sobre las fronteras y distinciones de raza, para aplastar las ideas opuestas a ella porque si queda confinada a un pueblo que adopte principios de paz y de igualdad económica y social, será sofocada por los estados capitalistas y autoritarios”.
Ricardo, señala:
“Cuánto alientan las palabras de Lenin. Ya no es la fraternidad universal un deseo sentido apenas por unos cuantos emancipados de prejuicios y errores de toda especie. Este deseo va penetrando a la médula de los pueblos, este deseo se hace carne y sangre”.
“Los sueños de los utopistas se confirman. Los sensatos y cabezas frías ya no llamarán locos a los anarquistas”.
En medio de la barbárica guerra mundial aparecía esta revolución extraordinaria. Ricardo añade:
“¡Bendita mil veces la carnicería europea que está produciendo tan espléndidos resultados! En tres años y medio de barbarie capitalista, se ha logrado más de lo que se hubiera ganado en cien años con nuestra propaganda de fraternidad y de justicia. El viejo sistema se derrumba, hermanos de cadenas. ¡Ánimo!
“Que nadie flaquee en este momento en que se necesita que todos los que sufrimos los efectos de un sistema que nos aplasta, tengamos nuestras mentes preparadas para ver con serenidad lo que se acerca: la desaparición de todo lo que nos hace desgraciados: Autoridad, Capital y Clero” (Regeneración N° 262, 16 de marzo de 1918).
Como anarquista, pero sobre todo como revolucionario proletario e internacionalista auténtico, Ricardo ve en la Revolución Rusa el camino a seguir.
En ese mismo número Ricardo Flores Magón y Librado Rivera sacan un manifiesto dirigido a los miembros del partido, a los anarquistas de todo el mundo y a los trabajadores en general. En el que dicen:
“El reloj de la historia está próximo a señalar con su aguja inexorable el instante en que ha de producirse la muerte de esta sociedad que agoniza”.
La revolución rusa fue tan poderosa e inspiradora que desató una ola de revoluciones y avance de la organización proletaria a nivel internacional. Era posible que la muerte de la vieja sociedad, de la sociedad burguesa, estuviera próxima a ocurrir. Lo único que faltó fueron partidos de revolucionarios de acero y con una perspectiva correcta como lo fue el partido bolchevique.
Los escritos de Ricardo son inspiradores, pero es difícil encontrar uno con tanta confianza e inspiración en el futuro de la humanidad como este. El manifiesto que firma con su compañero Librado Rivera dice:
“Compañeros: el momento es solemne; es el momento precursor de la más grandiosa catástrofe política y social que la Historia registra: la insurrección de todos los pueblos contra las condiciones existentes” (Regeneración N° 262, 16 de marzo de 1918).
Ricardo no había abandonado las ideas anarquistas, hace un énfasis en la agitación, en la necesidad de la acción revolucionaria de los anarquistas y las masas, pero ni una palabra sobre la necesidad de la dirección revolucionaria, que fue lo que permitió que la revolución rusa fuera una revolución triunfante.
La última cárcel
Ese manifiesto llevaría una vez más a Ricardo, junto con su compañero Librado, a la cárcel. Toda su vida fue perseguido. Forjó una terca posición revolucionaria que vivió en cuerpo y alma. En su calabozo en Levenworth, Kansas, en el que había sido sentenciado a 20 años de prisión, Ricardo escribe:
“He sacrificado todo: riquezas, poder, fama, honores, por seguir un camino que lo creo, sinceramente, es el único que se puede conquistar para las sufridas masas víctimas de la justicia social, de la que tienen hambre y sed; he perjudicado mi salud y he puesto mi libertad para elevar al infeliz esclavo a la dignidad de hombre”.
Ricardo estaba enfermo, se estaba quedando ciego.
En esta carta dice que vemos el nacimiento de un nuevo ser de un organismo decrépito.
“Que la vieja sociedad está muriendo, es demasiado evidente; hasta mi calabozo puedo percibir el rechinido de su muerte, y puedo ser la tristeza reflejada en la cara de aquellos que se beneficiaron con su existencia” (Flores, 1978).
Si algo hizo Ricardo en su vida fue escribir, escribir para las masas en un lenguaje sencillo sus ideas revolucionarias. Tuvo un lenguaje que inspiraba y sigue inspirando a la lucha por la revolución. Pero imposibilitado de escribir para las masas, aislado, con una ceguera que avanzaba y le limitaba su escritura, Ricardo tiene en su correspondencia un refugio. Las cartas de su última cárcel son algunos de los escritos más inspiradores que muestran además la integridad de este revolucionario.
La mente de Ricardo piensa en muchos temas, en el arte, en la belleza de la naturaleza o en la muerte como gran liberadora. Piensa una ingeniosa metáfora muy dialéctica, en la que muestra al progreso como una tortuga que trae en su espalda prejuicios y tradiciones, pero de repente a esa tortuga le salen alas y vuela. La historia y las revoluciones son esos choques violentos en los que abruptamente las cosas cambian.
Antonio Díaz Soto y Gama, que a fines de 1903, poco antes del exilio, le declaró en privado a Ricardo que era un socialista, un comunista auténtico se había alejado del PLM por años. Luego jugó un papel muy destacado en el zapatismo, ahora era un diputado de izquierda. Él se sentía el más indigno de los compañeros de Ricardo. Consiguió que el Estado le diera una subvención económica a él y a Librado, que podía hacer menos dura su penosa existencia. Ricardo siempre agradecía la solidaridad de la gente sincera que le apoyó y no fue esta la excepción. Pero respondió:
“Yo no creo en el Estado; sostengo la abolición de las fronteras internacionales; lucho por la fraternidad universal del hombre… todo dinero obtenido por el Estado representa el sudor, la angustia y el sacrificio de los trabajadores. Si el dinero viniera directamente de los trabajadores, gustosamente, y hasta con orgullo, lo aceptaría, porque son mis hermanos. Pero viniendo por intervención del Estado… es un dinero que quemaría mis manos, y llenaría mi corazón de remordimiento” (Flores, 1978, p. 44).
Su salud deterioró. Ricardo sabía que esa era su última cárcel. La única forma de salir era pedir perdón, cosa que no estaba dispuesto a hacer. A su amigo y confesor Bernal dijo:
“Así pues, mi querido Nicolás, estoy condenado a cegar y a morir en la prisión; más prefiero esto que volver la espalda a los trabajadores, y tener las puertas de la prisión abiertas a precio de mi vergüenza. No sobreviviré a mi cautiverio, pues ya estoy viejo; pero cuando muera, mis amigos quizá inscriban en mi tumba: ‘Aquí yace un soñador, y mis enemigos: ‘Aquí yace un loco’; pero no habrá nadie que se atreva a estampar esta inscripción: ‘Aquí yace un cobarde y un traidor a sus ideas’” (Flores, 1978, p. 36).
Ricardo dejó de respirar en la madrugada del 21 de noviembre de 1921. El reporte médico indicó que fue un paro cardiaco, su compañero Librado señaló que tenía marcas de asfixia en el cuello y denunció que había sido asesinado. Él no estuvo ahí para verlo pero siendo un revolucionario al que odiaban es posible que ocurriera, pero de no ser así, no deja de ser una muerte por parte del Estado imperialista y su aliado el Estado mexicano, fieles representantes del gran capital contra el que Ricardo luchó.
Ricardo fue un anarquista que tuvo un periódico centralizado, que luchó por construir un partido revolucionario (con una dirección centralizada), que saludó el inicio de la revolución rusa como el inicio de la revolución mundial. Es decir que varias de sus ideas chocaron con el anarquismo, eso mismo ocurrió con otros revolucionarios anarquistas como Durruti. Bien decía Trotsky que la teoría anarquista es como un paraguas lleno de agujeros, precisamente inútil cuando llueve. Pero los anarquistas que son revolucionarios consecuentes buscan la forma de llevar adelante la revolución, aunque eso choque con sus teorías. Así fue Ricardo.
Su vida es una inspiración para los revolucionarios socialistas, y no sólo para nosotros. Luchó en condiciones muy difíciles. Su partido no fue lo suficientemente sólido para sobrevivir al torrente revolucionario en que se enfrentó al movimiento maderista, a la represión del gobierno de México y Estados Unidos, en la que cuadros principales se desprendieron al maderismo. Es correcto construir un partido revolucionario pero debe sentarse en una teoría que ponga cimientos de granito, eso no lo da ni el liberalismo ni el anarquismo, pero si la teoría marxista aplicada correctamente como lo hicieron Lenin y Trotsky.
Ricardo murió con una gran confianza en el futuro de la humanidad. Vio que el capitalismo era un cuerpo putrefacto que moría. Parecería que en eso se equivocó, pues han pasado más de cien años de ello. La historia no se desarrolla de manera lineal. Eso lo podemos ver también en la revolución burguesa. En Inglaterra Cromwell acabó con la monarquía y el feudalismo, a su muerte fue enterrado y con ello su revolución, restableciéndose la monarquía. Cien años después vino la revolución francesa y transformaría al mundo.
Hoy el capitalismo lleva al mundo a la barbarie. Hay una descomposición social. Líderes sociales siguen siendo perseguidos y encarcelados. La clase obrera esta sometida a brutal explotación mientras vemos una acumulación de riqueza que parece un juego de niños comparado a lo que se vivía en el porfirismo. El gran capital arrebata tierras y recursos naturales a las comunidades. El capitalismo internacional produce guerras, migraciones masivas y horrores. Debemos tener confianza en el futuro de la humanidad. Como ocurrió hace 100 años, de la barbarie capitalista nacerá un mundo nuevo. La diferencia de hace cien años es que hoy el capitalismo es más decrépito y las contradicciones más profundas y generalizadas. Basta una revolución triunfante como en Rusia para que la llama se extienda por el planeta. Pero necesitamos una dirección, un partido revolucionario, tarea a la que se dedicó Ricardo, pero que Lenin y Trotsky concretaron de mejor forma. Es el estudio del marxismo tarea indispensable para construir el partido que necesitamos.
“Mis pies no saben de caminos floridos; pero saben de espinas, y lo que me espera son espinas, espinas. Sin embargo, tengo fe en una cosa, y esa es que ningún esfuerzo es perdido. Lo que está sembrado ahora, tarde o temprano dará su fruto. Yo no lo cosecharé, pero el mero hecho de sembrar es un placer, el placer que acompaña a toda la creación. Este placer es mi recompensa, y para recibirla estoy dispuesto a dar el precio; no evado los mares, no rehuyó las espinas. Así es que no me siento desanimado por mi venidero destierro. Cualquier tierra es buena para mi semilla; es verdad, toda la Tierra la necesita, pues solamente siendo sembrada, resuelta e intensiva pueden ser realizados nuestros sueños de una raza humana, sabia, justa y libre. No sé cómo me recibirán mis hermanos mexicanos; tal vez me vuelvan sus espaldas. Pero ¿no he dicho que mis pies no saben de caminos floridos? Aun así, sembraré mi semilla, y con esta obra mi alma encontrará el placer necesario”.
El sacrificio de Ricardo Flores Magón no está perdido, corresponde a nosotros seguir labrando la tierra, construir el partido revolucionario, para que la humanidad recoja los frutos: un mundo sin explotación ni opresión.