S. Evert Beltrán González
Este año estamos conmemorando el Centenario de la Revolución Rusa, y los esbirros del capital alardean sobre el fracaso del socialismo, hablan de la dictadura estalinista como consecuencia directa del bolchevismo, y tratan de ocultar el gran legado que nos ha dejado.
Con sus mentiras y farsas tratan de ocultar las lecciones y experiencias que nos sirven como guía para la lucha contra el capitalismo hoy día. Asimismo tratan de mantener en la oscuridad el gran triunfo de la clase trabajadora, es decir, tratan de esconder e incluso negar la posibilidad de que los trabajadores se hagan del poder del Estado, como también quieren que nadie se entere de los beneficios de una economía planificada.
Por eso es importantísimo esclarecer algunos de los capítulos y personajes que hicieron posible el triunfo del Partido Bolchevique y la toma del poder de los trabajadores rusos.
En el presente trabajo abordaré a uno de los fundadores del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (POSDR), editor de uno de los principales periódicos marxistas que llegó a toda Rusia, el Iskra, y aunque con una postura totalmente opuesta a Lenin en cuanto a la construcción del partido, fueron grandes amigos al inicio de su lucha, reconciliándose hasta antes de su muerte, aún después de haber permanecido en polos opuestos, es decir, Lenin en el bolchevismo y Mártov en el menchevismo.
Primeros años
Yuli Osipovich Tsederbaum, mejor conocido como Yuli Mártov, nació en Constantinopla, en el entonces Imperio Otomano el 24 de noviembre de 1873, en el seno de una familia judía acomodada. Su padre fue miembro de la Sociedad Rusa de Navegación y Comercio, corresponsal de dos diarios liberales de San Petersburgo. Yuli fue el segundo de cinco hermanos. En 1878 la familia se mudó de Estambul a Odesa tras la guerra ruso-turca. Y al residir fuera de la zona designada para los judíos, Yuli desarrolló un sentimiento de solidaridad con la comunidad oprimida por las autoridades.
En 1888 la familia se trasladó a Tsárskoye Seló, antes de regresar a la capital, y en la Universidad de San Petersburgo en el otoño de 1891, formó junto con otros compañeros un grupo de estudio. En la última década del siglo xix, ya era un socialdemócrata convencido, respetado entre sus compañeros por su gran capacidad intelectual, valor, principios morales y honradez.
A los 19 años y expulsado de San Petersburgo por su actividad revolucionaria, llego a Vilnius, ya un próspero centro de la socialdemocracia, en donde escribió junto a dos compañeros Sobre la agitación, y que pasó a conocerse como “El Programa de Vilnius”. El documento levantó un gran interés en el período de 1893 a 1897 cuando estaban teniendo lugar por todas partes discusiones frenéticas sobre el giro hacia la agitación, más allá de los pequeños círculos de discusión.
Hacia 1895 el grupo de Lenin había logrado construir una organización bastante sólida, y para noviembre se dio un paso decisivo cuando un grupo socialdemócrata recién establecido, que incluía a Mártov, se fusionó con los “veteranos” para formar la Liga para la Lucha por la Emancipación del Trabajo de San Petersburgo (nombre adoptado en solidaridad con el Grupo Emancipación del Trabajo de Plejánov). Los líderes de dicho grupo, sin dudas fueron Lenin y Mártov.
Los resultados no se dejaron esperar y a pesar de cierta reticencia de algunos “veteranos” y “conservadores” de los pequeños círculos, una comisión viajó a Suiza para establecer relaciones con el Grupo de Plejánov. Trayendo como principal tarea la edición de un periódico Rabócheie Dielo (La Causa Obrera). Sin embargo no todo salió del todo bien, Lenin fue detenido en diciembre de 1895 y Mártov en enero de 1896.
Los economicistas
Después de que Lenin y Mártov fueran encarcelados, y la Liga se quedará sin una dirección políticamente calificada, se abrió un debate hacia 1897, sobre la cuestión de un “fondo de los trabajadores” organizado sobre bases no políticas. Lenin, sin menospreciar dicha actividad, y secundado por Mártov y otros, enfatizaba en la necesidad de construir la Liga para la Lucha como una organización revolucionaria.
Incluso, la nueva dirección proponía diluir el programa de la Liga, supuestamente para hacerlo más atractivo a los trabajadores, pero Lenin defendió con firmeza la formación de cuadros obreros a los que se debería dar posiciones claves, pero sin reducir la organización al nivel de los trabajadores más atrasados. Pues sin duda no hay ningún “atajo” hacia las masas.
Para ese entonces se necesitaba un periódico marxista que reflejara no sólo la vida y las luchas del proletariado, es decir, un órgano político revolucionario que sirviese para unir el movimiento huelguístico con el movimiento revolucionario contra la autocracia. Lenin y Mártov estaban trabajando precisamente en este proyecto antes de ser detenidos. Pero los nuevos dirigentes de la Liga tenían otras ideas.
Al mismo tiempo que se desarrollaba esta situación en Rusia, algo similar sucedía entre la emigración, en la Unión de Social Demócratas Rusos, una organización que se estableció en 1894, compuesta principalmente por estudiantes. Hacia finales de 1897, un colaborador del Grupo Emancipación del Trabajo, empezó a plantear diferencias similares y a pesar de los intentos conciliatorios de Plejánov, los conflictos se volvieron más frecuentes. Y aunque los conflictos se generaban por aspectos organizativos, lo que realmente sucedía era el egoísmo de los jóvenes, el desprecio a la teoría y los llamados superfluos a la “política práctica” y a la “actividad”, producto de su arrogancia, la cual servía para cubrir su ignorancia. Y a pesar de los intentos por conciliar, el surgimiento de la revista Rabóchaya Mysl’ (El Pensamiento Obrero) trajo consigo un cambio radical de la situación. Lenin y Mártov, vieron en Plajánov la única opción para salir avante en la lucha contra esta nueva tendencia, que proclamaba la independencia de la lucha económica de la política (economicismo, o una versión moderna del sindicalismo -reducir la lucha de los trabajadores solo por logros económicos y dejan de lado la lucha política) , algo que decantaría más tarde en la teoría de las dos etapas.
El primer congreso del POSDR e Iskra
Ante un auge del movimiento de los trabajadores, pero sobre todo de la necesidad de aglutinar a todas las fuerzas socialdemócratas, el 1 de marzo de 1898 se realizó en primer congreso y único en Rusia del POSDR. Al principio el partido tuvo una composición heterogénea, sin embargo ese primer congreso logró fundar un partido en potencia, una bandera y un Manifiesto, aunque de un modo no tan sólido, por las condiciones mismas de Rusia, que tampoco permitieron la unificación del partido sobre unas bases de principios. Por lo que el Congreso sólo señalo el camino a seguir.
Por otra parte la nueva embestida del economicismo, ahora proveniente de Rabócheye Dielo (La Causa Obrera), que llevó a que Plejánov perdiera posiciones en el Grupo. Ante esta situación Lenin se alió a Mártov y Protésov, y buscaron lazos de unión con Plejánov, con la idea firme de reconstruir el partido sobre la base de un periódico genuinamente marxista. Y aunque empezaban a notarse ciertas diferencias se llegó finalmente entre las dos partes a que Iskra tendría un Comité de Redacción de seis, que consistiría en Lenin, Mártov, Potrésov, Plejánov, Axelrod y Zasúlich, con Plejánov contando con dos votos.
En su primera edición, la Declaración del Comité de Redacción publicada en Septiembre, suena como una declaración de guerra a las demás tendencias del movimiento obrero ruso, denunciando no solo a Bernstein y a Rabóchaya Mysl’, sino también a Rabócheie Dielo y a Struve.
El Segundo Congreso y la escisión
Después de la formidable batalla que se dio desde las trincheras de Iskra contra los revisionistas y economicistas, que hizo plantear su retirada, aunque no su derrota, se iniciaron los preparativos del Segundo congreso del POSDR. El Congreso se desarrollo en debates por la cuestión nacional, en el que Mártov estuvo del lado de Lenin, defendiendo la necesidad de organizar a los trabajadores dentro del partido sin importar su nacionalidad. Y aunque en los asuntos de importancia el grupo Iskra votó unificado, fue en un punto organizativo, donde surgieron dos tendencias, una encabezada por Mártov y otra por Lenin.
La cuestión sobre la que dio el enfrentamiento fue el cuestionamiento de quién es miembro del partido, la postura de Lenin, requería de miembros que fueran activos, tanto dentro del partido, como en su actividad cotidiana, mientras que Mártov, era un poco más “flexible”, dicho punto se voto y Lenin quedo en minoría. Sin embargo, ese debate abrió la puerta para la escisión, que si bien no marca las tendencias históricamente reconocidas como Bolchevismo y Menchevismo, si allana el camino hacia ellas.
La esencia de la escisión no es tal cual, quién es o no miembro del partido, sino, cómo se construye el partido, Lenin pugnó por un partido con sólidas raíces en el inició de su actividad revolucionaria, no un partido abierto como pretendía Mártov, que pudiera disolverse en las vísperas del movimiento revolucionario. Debate que salió a la luz en el momento de elegir un nuevo comité de redacción de Iskra.
Después de esta súbita ruptura, que nadie esperaba, y a pesar de los intentos de Lenin de reconciliarse con Mártov, se dividió el partido en dos fracciones, que a la postre formarían dos partidos totalmente opuestos. Mártov tomó, con el paso del tiempo, una posición semejante a la que combatió en el primero número de Iskra, al final los mencheviques en 1917 apoyaron al Gobierno Provisional y cuándo éste se desmoronaba, Mártov, ya muy enfermo, insistía en la formación de un gobierno de coalición con los dirigentes socialistas de derechas “para evitar la guerra civil”.
Mártov enfermo, muere en Schömberg, Alemania el 4 de abril de 1923, antes de que esto sucediera Lenin buscó la forma de reunirse con su antiguo camarada, algo que no sucedió.