El 31 de octubre, aproximadamente a la 1:30 de la madrugada, vecinos de San Pablo Xochimehuacán, junta auxiliar de Puebla capital, reportaron a los servicios de emergencia una fuga de gas en la avenida Gasoducto y la avenida Ferrocarril. Aproximadamente a las 2:40 horas de la madrugada inició una serie de explosiones que, de acuerdo con los reportes periodísticos, ha dejado un saldo de un muerto y siete heridos.
“A las 2:19 horas, Protección Civil Municipal confirmó la fuga y señaló la posibilidad de que fuera causada por una toma clandestina.” (Infoquorum noticias).
Debido al fuerte olor a gas, todas las personas alrededor de la presunta fuga decidieron salir y dejar sus hogares para trasladarse a un lugar más seguro. En las redes sociales se pueden ver desde imágenes y hasta vídeos del siniestro, mismo que fueron tomados tanto desde una distancia cercana, como a una distancia un tanto retirada. Sin embargo, los estallidos no solamente se escucharon en la capital poblana, sino también en municipios aledaños como San Pedro y San Andrés Cholula.
Las autoridades, así como protección civil del estado, bomberos, ejército y trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex), implementaron las medidas necesarias para controlar la fuga y el fuego provocado por las explosiones.
“La Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) instruyó el despliegue de una Misión ECO para coadyuvar en las labores de atención del siniestro.”
“Operarios de Pemex cerraron los ductos de la zona para detener el flujo de gas y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) cortó la energía eléctrica en las inmediaciones” (Infoquorum noticias).
El gobernador recientemente ha declarado que se hará una investigación a fondo de todas las gaseras y que se llegará al fondo del asunto, aunque sus declaraciones son una prueba más de que no se ha investigado a fondo una actividad claramente ilegal y criminal como es la extracción de gas de forma clandestina.
Como parte de la investigación inicial, así como del reconocimiento del lugar en que ocurrió la explosión, en el cual se halló una pipa de gas rotulada con el nombre de la compañía Hidrogas:
“La empresa Hidrogas, una de cuyas pipas fue utilizada en el robo de gas que provocó las explosiones del pasado domingo en San Pablo Xochimehuacán, ha tenido en los años recientes otros nombres como Gas Global Corporativo, Gas Provincia. Los cambios en su designación comercial han sucedido a partir de que la empresa ha sido inspeccionada por la Guardia Nacional a raíz de investigaciones llevadas a cabo por la FGR sobre el robo de hidrocarburos, revelaron a La Jornada de Oriente fuentes de esta última dependencia federal” (La Jornada de Oriente).
De manera extraoficial, fuentes de la Fiscalía General de la República, comentaron a La Jornada de Oriente que la empresa Hidrogas ha estado bajo sospecha y que ya en varias ocasiones se han realizado inspecciones en sus instalaciones, por ejemplo, en enero del presente año, pero sin resultado alguno.
En febrero del presente año, la Secretaría de Seguridad Pública Estatal inmovilizó una pipa perteneciente a Hidrogas, que transportaba gas robado, aunque tampoco se supo de alguna sanción a la empresa.
La tragedia ocurrida en Xochimehuacán sucedió debido a una gran variedad de factores que intervinieron, pero sobre todo a la omisión por parte de algunas autoridades que, teniendo la obligación de investigar los actos delictivos cometidos como, por ejemplo, el huachicoleo, no actuó e hizo caso omiso a la problemática.
Y es que es difícil que las autoridades ejerzan algún tipo de acción o investigación para detener esta actividad, al menos dentro de las facultades en las cuales pueden actuar, ya que esta administración ha demostrado una y otra vez que dentro del aparato ejecutivo y judicial a nivel estatal está lleno de funcionarios morenovallistas, que han tenido algo que ver en mayor o menor medida con el huachicoleo. Para muestra de lo anterior, podemos decir que uno de los responsables de las acciones represivas que se han llevado a cabo en contra de los normalistas de la Sierra Norte, es Ardelio Vargas, por nombrar a uno.
El huachicoleo es una actividad que no es particular de Puebla, pero si ha demostrado ser una actividad particularmente muy lucrativa pues, la actividad se ha incrementado considerablemente. “Puebla se ha convertido en una de las entidades con más presencia de ‘huachicol’ (robo de combustible), de acuerdo con las cifras de Pemex quien señala en sus reportes que para 2018 esta práctica ilegal alcanzó el nivel más alto, convirtiéndose en un verdadero problema para el estado y el país en general, dado que registraron 14,910 tomas clandestinas en todo el territorio nacional, lo que trajo como consecuencia la pérdida de 2,068 millones de pesos.
Y continúa:
“A pesar de que en 2019 la estrategia antihuachicol, impulsada por la gestión de Andrés Manuel López Obrador, logró una reducción de 1.74 por ciento (con respecto a 2018), el fenómeno aumentó un 3.27 por ciento para 2020 a nivel nacional. Eventualmente, en el periodo enero-julio de este año, el huachicol en Puebla aumentó un siete por ciento, de acuerdo con la información de Pemex” (Infoquorum Noticias).
En realidad, vemos como esta actividad es una extensión de las formas en que el capitalismo logra una continua acumulación del capital, es decir, es el lado no legal o ilícito con el capitalismo sigue subsistiendo y es por las cifras mencionadas, una de sus mejores alternativas y que no dejará por ningún motivo pues es consustancial al sistema mismo.
Por lo tanto, pensar en reformar el sistema capitalista como lo han dicho los reformistas en el gobierno federal actual no es posible, más aún es una utopía absurda.
Es por eso mismo que los marxistas hemos dicho y seguiremos diciendo que la única alternativa real al problema del huachicol y otros muchos es derrotando al sistema capitalista y reemplazar el actual Estado capitalista por un Estado Obrero y una economía planificada bajo el control del proletariado. Un trabajo que solamente puede ser llevado a cabo por la misma clase obrera, con la que los marxistas debemos estar codo a codo.