Escrito por: :Liza R
En un reciente comunicado de prensa, la Dra. Anne Scucha, una alta funcionaria de la administración de Obama de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), declaró que: “Todo lo que vemos con este virus (Zika) parece ser un poco más aterrador de lo que inicialmente pensábamos”. A inicios de abril del 2016 ha habido más de 700 casos confirmados relacionados con el virus del Zika, en los Estados Unidos.
También ha habido 358 casos en territorios controlados por los Estados Unidos, incluyendo 32 mujeres embarazadas y 7 en los cuales la enfermedad fue transmitida sexualmente. En febrero del 2016, la Organización Mundial de la Salud, declaró emergencia de salud mundial debido a los niveles epidémicos de microcefalia y otros desordenes neurológicos causados por el virus del Zika.
A inicios de este año, la administración de Obama solicitó una asignación para la emergencia de 1,8 mil millones para abordar el daño causado por el virus del Zika, en Estados Unidos. Pero esto fue rechazado por el congreso, basándose en que “la administración debe primero utilizar el dinero reservado para combatir el Ébola” Como resultado el CDC ha declarado que las instituciones oficiales de la salud pública tendrán que desviar dinero de vacunas contra la gripe, la malaria y de otros programas de prevención dirigidos por el Estado.
El Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, ha declarado que se deben de tomar rápidamente medidas de precaución, ya que: “Cuanto más aprendemos sobre los aspectos neurológicos, más miramos alrededor y entendemos que esto es muy grave”. También señaló que los funcionarios han sido forzados a “tomar dinero de otras áreas de investigación para empezar. No podíamos simplemente detenernos y esperar el dinero”.
Como con todo en el capitalismo, el sistema de salud pública está sufriendo con la crisis capitalista y la austeridad, y la vida de millones de personas están directamente afectadas y en peligro.
¿Qué es el virus del Zika?
Encontrado originalmente en Uganda en 1947, el virus del Zika es un flavivirus (1), relacionado con la fiebre amarilla, dengue, el virus occidental del Nilo y la encefalitis japonesa. El Zika se transmite principalmente a través de las picaduras del mosquito, y a veces también por transmisión sexual. Otras posibles maneras de la transmisión del virus son a través del embarazo (infección de madre a hijo) y transfusiones de sangre.
Los síntomas del virus del Zika incluyen fiebre leve, erupciones cutáneas, dolores de cabeza y enrojecimiento de los ojos. Algunos estudios demuestran que solo una de cada cuatro personas expuestas al virus del Zika es infectada, la reciente epidemia del Zika está relacionada con problemas durante el embarazo y defectos de nacimiento. Por el momento no hay vacuna o medicamento preventivo para infecciones por Zika.
Muchos doctores comenzaron a descubrir otros casos similares de daño cerebral en fetos no nacidos, describen la situación como “un sentimiento de estar en una película de terror y no tener una salida”. Mientras que, por el momento, no hay una clara correlación entre la microcefalia y el virus del Zika, muchos doctores en Brasil están concluyendo que el Zika infecta a las madres embarazadas en las que la infección viral daña el cerebro y el córtex del niño no nacido antes de “extinguirse” eventualmente.
En los casos de adultos, el Zika también ha sido la fuente del síndrome de Guillain-Barre, una enfermedad de debilitamiento muscular que está relacionada con la parálisis. A lo largo de Sudamérica el virus del Zika esta resonando con el síndrome de Guillain- Barre. En países como Colombia, por ejemplo, ha habido más de 227 casos del síndrome mientras que también ha habido un total de 64.839 colombianos infectados con el virus del Zika. En otros países vecinos, ha habido un aumento en el número de casos del síndrome de Guillain-Barre y de microcefalia. En Venezuela se discute si el número de casos es inferior a 3.700 o en realidad es tan alto como 400.000. Esta gran discrepancia entre el gobierno y los doctores con respecto a cuántas personas han sido en realidad infectadas con Zika es un mero reflejo de la mala planificación de los líderes de las naciones y de las administraciones que están lidiando con esta situación.
El virus del Zika en Sudamérica
No fue sino hasta el 2015 que el virus del Zika recibió una gran atención por parte de médicos profesionales y otros. Miles de mujeres brasileñas infectadas dieron a luz a bebes prematuros. A inicios de marzo del 2016, ha habido un total de 6.158 casos relacionados con la microcefalia, solo en el país de Brasil.
Por el momento, los doctores en Brasil están teniendo dificultades para entender la relación entre el Zika y el daño cerebral en niños no nacidos. El rotativo The Guardian informó recientemente un alarmante aumento de casos de microcefalia, sobre todo en sectores de clase obrera tales como en Recife: “extrañamente los bebes de Recife eran de peso normal y la mayoría tenía buenas puntuaciones de Apgar (2), al medirles el ritmo cardiaco, respiración, tono muscular, reflejos y color de piel al nacer. Ellos fueron amamantados normalmente, pero sus posibilidades de un desarrollo normal con la clase de calcificaciones vistas en tomografías computarizadas, fueron cero. Algunos tuvieron espasticidad. Muchos estaban irritables… desde el inicio, los niños gritaban, gritaban, y gritaban. Es muy difícil para las familias lidiar con esto”.
Muchos doctores comenzaron a descubrir otros casos similares de daño cerebral en fetos no nacidos, describen la situación como “un sentimiento de estar en una película de terror y no tener una salida”. Mientras que, por el momento, no hay una clara correlación entre la microcefalia y el virus del Zika, muchos doctores en Brasil están concluyendo que el Zika infecta a las madres embarazadas en las que la infección viral daña el cerebro y el córtex del niño no nacido antes de “extinguirse” eventualmente.
En los casos de adultos, el Zika también ha sido la fuente del síndrome de Guillain-Barre, una enfermedad de debilitamiento muscular que está relacionada con la parálisis. A lo largo de Sudamérica el virus del Zika esta resonando con el síndrome de Guillain- Barre. En países como Colombia, por ejemplo, ha habido más de 227 casos del síndrome mientras que también ha habido un total de 64.839 colombianos infectados con el virus del Zika. En otros países vecinos, ha habido un aumento en el número de casos del síndrome de Guillain-Barre y de microcefalia. En Venezuela se discute si el número de casos es inferior a 3.700 o en realidad es tan alto como 400.000. Esta gran discrepancia entre el gobierno y los doctores con respecto a cuántas personas han sido en realidad infectadas con Zika es un mero reflejo de la mala planificación de los líderes de las naciones y de las administraciones que están lidiando con esta situación.
Virus del Zika: Un asalto médico a la clase obrera
No debería ser una sorpresa que la mayoría de casos de microcefalia y otros relacionados están ocurriendo en los sectores subdesarrollados en Brasil, Colombia, Venezuela y otros países latinoamericanos. En Recife, y otras favelas (barrios pobres), los residentes anteriormente habían sido expuestos a otras enfermedades mortales a través del mosquito portador del virus del Zika (Aedes aegypti), como el dengue y el chikungunya. Mientras que el número de casos en estos brotes fueron menores que el número de casos de Zika, no ha habido un tratamiento correcto para prevenir que el Aedes aegypti se propague aun más. A decir verdad, al almacenamiento de agua en áreas como Recife no se le da el mantenimiento adecuado, así como a “depósitos de agua abiertos con fondo de recipiente plástico, donde los mosquitos pueden reproducirse”. En la mayoría de favelas el agua es abastecida apenas uno de cada cuatro días, lo que obliga a los residentes a preservar y a racionar el agua lo más eficientemente posible en dichos depósitos. Esto crea las condiciones ideales para la reproducción del mosquito.
Mientras que a muchos residentes se les ha recomendado por parte de los encargados de salud el uso de repelente de mosquitos, estos productos son financieramente inaccesibles. Como un residente expresa: “ellos nos dicen que pongamos las botellas boca abajo y cubramos los tanques de agua y que usemos repelente. No podemos darnos el lujo de comprar repelente. Nos dicen que lo usemos, pero no nos lo dan”.
En estas áreas donde muchos residentes viven con menos de 220 dólares al mes, el acceso a tener ventanas cerradas y repelentes de mosquitos es considerado un lujo. Además, no se tiene el acceso adecuado a los servicios públicos en muchas de estas favelas. Jardim Jandaia y otros vecindarios, por ejemplo, están “plagados de basureros informales y en algunos lugares, las aguas negras corren a lo largo de las aceras”.
La desigualdad en los ingresos es extremadamente visible en Brasil, estas favelas se ubican a un lado de lujosos centros comerciales, “rascacielos con ventanas de cristales brillantes y aire acondicionado”. Además, los hospitales alrededor de las favelas atienden a pacientes con seguro privado o quien pueda costear los gastos (quienes usualmente no tiene o no cargan con el virus).
En otras clínicas de salud públicas que rodean la vecindad, como en Quintino Facci II, la situación es diferente. Estas clínicas están llenas de doctores sin experiencia o estudiantes de medicina con las cantidades inadecuadas de materiales y medicinas. Docenas de pacientes, particularmente mujeres embarazadas, esperan de “cuatro a siete horas“ para ser examinadas por un doctor, donde son tratadas con solución salina para prevenir la deshidratación causada por el dengue más que por el Zika.
Por otra parte, en hospitales privados, los pacientes son llamados para chequeos regulares que usualmente duran poco más de una hora, y se les asignan kits de prevención y otros materiales. De acuerdo a The Guardian, las opciones a las que se enfrentan los residentes de las favelas están en completo contraste con las opciones disponibles en las esferas de la clase media alta:
“Independientemente de la causa, aquellos con menores ingresos, tienen menos opciones de decidir cómo enfrentarse a los riesgos. Algunas mujeres ricas embarazadas están renunciando a sus trabajos y viajando al extranjero hasta que sus bebes nazcan. Otras están teniendo abortos ilegales de manera preventiva en clínicas privadas antes de arriesgarse a que sus fetos sean diagnosticados con un término cercano a la hidrocefalia. Las mujeres más pobres no pueden costearse el huir a cualquier lugar para que las cosas sean diferentes y es menos probable que puedan pagarse un aborto”
Esta no es la primera vez que la falta de sanidad, el abastecimiento de agua contaminada, la insuficiente atención sanitaria y los servicios sociales inadecuados han tenido un enorme impacto durante una epidemia viral en Brasil o en otros lugares. Antes del Zika, virus transmitidos por el mosquito como el dengue y el chikungunya eran (y siguen siendo) un problema mayor en los barrios con bajos ingresos, de clase trabajadora, sin embargo, ninguna medida preventiva fue tomada por las autoridades estatales para resolver estos problemas
Del mismo modo, al sur de México el virus del Zika se está convirtiendo en un fenómeno galopante, en los barrios pobres como Tixtla, y áreas de Guerrero, Chiapas y Oaxaca carecen de suministro de agua adecuado. Para muchas familias, el agua llega una vez cada semana o incluso apenas una vez cada dos semanas. Al igual que con las favelas de Brasil, estas pequeñas cantidades de agua, al ser contenidas en tanques de almacenamiento, se convierten en caldo de cultivo ideal para los mosquitos.
El imperialismo de Estados Unidos y el virus del Zika
Desde la creación de la Doctrina Monroe, a la construcción del Canal de Panamá, a través de los tiempos modernos, el imperialismo de los EE.UU. ha continuado invadiendo toda América Latina en todos los ámbitos, incluyendo la medicina y la salud pública. El establecimiento de compañías farmacéuticas multinacionales con inversiones en países como Brasil y Colombia no podrían haber tenido lugar sin la ayuda de organizaciones “filantrópicas” como la Fundación Rockefeller. A través de la creación de iniciativas de salud pública y servicios, como las clínicas de salud gratuitas en la Favelas, tales grupos sentaron las bases para la participación de las compañías de seguros privadas y multinacionales farmacéuticas. El dominio de estas empresas a través de los precios de las vacunas, a las que se sujetan las patentes y derechos de propiedad intelectual, está garantizada por su dominación completa de la industria médica en estos países. Aquellos que necesitan desesperadamente acceso a la atención, como los residentes de las favelas, son ahora incapaces de pagar los materiales y la asistencia médica, dicho suministro es controlado por estas empresas extranjeras. La ausencia de hospitales y clínicas bien equipadas capacitados para hacer frente a las pandemias es lo que finalmente se traduce en acciones de emergencia mal planificadas, como las que estamos viendo ahora en el caso del Zika.
Se dio otro ejemplo de esto con el manejo de la epidemia del Ébola, donde empresas farmacéuticas internacionales habían dejado de nuevo a países de África sin una infraestructura fuerte de consultorios de atención primaria y hospitales. Para estas compañías el haber tomado interés en combatir el Ébola tendría que haber sido primero una oportunidad sin fines de lucro, que por cierto no lo era. Escribimos anteriormente lo siguiente en el momento del brote (20 de octubre de 2014):
“(…) se debe de cuestionar el grado de preparación e incluso la voluntad de las grandes empresas internacionales de farmacéuticos en términos de su investigación y desarrollo. Las enfermedades que afectan a los países de bajos ingresos han sido siempre las que tienen la prioridad más baja para las corporaciones farmacéuticas porque no hay en ellas provecho. Por ello, han tenido la menor cantidad de investigación y desarrollo.
“ ( … ) la fiebre Lassa y el Ébola tienen relativamente pocos recursos asignados por lo que el desarrollo de vacunas es lento en el mejor de los casos. Pero ahora que hay una posibilidad seria de que esta enfermedad se extienda fuera de África, y dada su mortalidad muy alta, ahora podemos esperar que los gobiernos occidentales obliguen a las grandes farmacéuticas a comprometer recursos mucho más importantes para el desarrollo de la vacunación”.
El Zika en los Estados Unidos
A inicios del 2016, ha habido 358 casos relacionados al virus del Zika en los Estados Unidos, la mayoría concentrados en Puerto Rico. En Puerto Rico, donde las medidas de austeridad del gobierno se combinan con su escasez de agua, los barrios pobres se han visto muy afectados.
De acuerdo con los Centros de Control y Prevención de Enfermedades: “Es probable que un cuarto de los 3,5 millones de habitantes de la isla se contagien con el virus del Zika dentro de un año, y, eventualmente, el 80 por ciento o más puedan estar infectados. »
A través de los ataques a la clase trabajadora por parte del actual gobierno de derecha, encabezados por el Partido Popular Democrático, ha habido una serie de privatizaciones que afectan a las empresas químicas estatales que de otro modo habrían proporcionado los insecticidas utilizados para exterminar a los mosquitos. De acuerdo al New York Times: “Miles de trabajadores públicos necesarios para combatir los mosquitos han sido despedidos”. En lugar de ello, el gobierno ha estado utilizando convictos de abuso de drogas para disponer y limpiar «cementerios, casas abandonadas, depósitos de chatarra de automóviles, tanques sépticos sin sellar y pilas de neumáticos viejos.» Además, los mosquitos portadores del virus han desarrollado resistencia a los pesticidas anteriores, un devastador golpe a los intentos de las empresas químicas y los CDC para contener la situación.
En Puerto Rico también, muchos de los gastos asociados a las visitas al hospital, así como kits de prevención y abortos (que son legales en Puerto Rico), están fuera del alcance de muchos.
Los médicos y los científicos predicen que el virus Zika se convertirá en un problema grave en los Estados Unidos en su conjunto, especialmente en áreas como Flint, Los Ángeles, West Baltimore, y otros barrios áridos, donde los sistemas de agua insalubres podrían crear un caldo de cultivo para los mosquitos
Mientras que áreas como Baltimore no tienen el clima particular en el que el mosquito Aedes aegypti es capaz de reproducirse, en «comunidades de bajos ingresos, con menos acceso en general a la atención médica, puede ser probable que los síntomas también pasen inadvertidos” así como que «especies de mosquitos hayan adoptado la supervivencia y estrategias reproductivas que dependen de los entornos urbanos artificiales creados por los seres humanos». Mientras tanto, en áreas que tienen climas que son hospitalarios para el mosquito, como Miami y Nueva Orleans, «hay potencialmente un peligro mayor debido al clima más adecuado para el Aedes aegypti y, así también, por las relativamente altas tasas de pobreza”.
La suspensión reciente impuesta por la Casa Blanca al presupuesto para el virus del Zika, y la incapacidad de los gobiernos de Brasil, Colombia, Venezuela, México, Puerto Rico y otros gobiernos de América Latina en las zonas afectadas por el brote Zika para tratar adecuadamente la situación, es un reflejo de la crisis del propio sistema. Mientras que todos estos gobiernos han acordado que el virus Zika es una emergencia sanitaria mundial, nadie está actuando de manera proactiva para resolver el problema.
Mientras que muchas compañías de investigación, como Intrexon, Cerus y Inovio, están en proceso de desarrollar posibles vacunas para el virus del Zika, muchos inversores no están convencidos de que el virus sea algo en lo que valga la pena invertir. Según un artículo publicado en la revista Forbes, el director general de Inovio, Joseph Kim, afirmó que llevaría algún tiempo que una vacuna de este tipo se convirtiera en un bien comercializable debido a la falta de urgencia que se muestra en los Estados Unidos. Tal actitud refleja el desinterés general de la clase dominante en la solución de la epidemia del Zika
En los últimos años, hemos visto virus mortales y enfermedades metamorfoseándose en emergencias de salud mundiales, como hemos visto con el Ébola y el dengue. Sin embargo, los gritos de protesta pronto desaparecen una vez que la demanda insuficiente se encuentra para satisfacer el afán de lucro de las empresas farmacéuticas gigantes. Además, como en el caso de Ébola, tratamientos del Zika y los kits de prevención no son accesibles para la mayoría de los que ha sido afectados, ya que este es un virus que está vinculado a cuestiones sanitarias y de higiene, una situación que es prominente en los barrios pobres y en los barrios pobres de clase trabajadora de toda América del Sur y de Estados Unidos.
La falta de asignación de recursos y materiales necesarios para eliminar el virus del Zika es un reflejo de la escasez artificial que crea el capitalismo. El virus del Zika es completamente evitable —si los repelentes, mosquiteros, agua potable, sanitarios e incentivos se facilitaran y focalizaran— en las regiones infectadas por el Zika. No es una cuestión de si la clase capitalista puede permitirse el lujo de resolver el problema, sino más bien de si pueden beneficiarse de él. Es la dislocación y la mala gestión causada por la reducción del gasto en los servicios públicos, programas sanitarios, y los cambios en los sistemas de agua (en el caso de Flint y Brasil) que alentó la proliferación del virus. Sin embargo, es la clase trabajadora la que se enfrenta al agobio del virus. Independientemente de que se encuentre una cura para el Zika o no, su distribución entre los residentes de las favelas y entre los residentes de bajos ingresos de los barrios subdesarrollados es muy dudosa, ya que serían los mismos funcionarios de salud y las redes de distribución que anteriormente se negaron a distribuir repelentes y kits de prevención, los que se encargarían de la distribución de una cura.
En Brasil, donde el aborto es ilegal, los abortos clandestinos no son accesibles para la mayoría de las mujeres embarazadas, infectadas con Zika. De los abortos clandestinos que se llevan a cabo, muchos de ellos no se llevan a cabo en forma adecuada debido a la falta de equipos médicos. Tales abortos pueden costar de 800 a 4.000 dólares.
En el período reciente, las autoridades brasileñas han acaparado las píldoras de aborto de las mujeres que temen estar infectadas con Zika. Incluso en una situación de este tipo, «ofrecer alternativas para la terminación del embarazo a las mujeres en un país donde el aborto es ilegal, en la mayoría de los casos, está demostrando ser casi imposible».
Si el Zika encuentra su camino a los Estados Unidos, provocaría otra controversia ya que los abortos siguen siendo inaccesibles para muchas mujeres de la clase trabajadora. Apenas el año pasado, una mujer fue condenada a veinte años de cárcel por «feticidio». Ya sea que se trate de Brasil o de Estados Unidos, existe la misma moral burguesa, que utiliza la intimidación para disuadir a las mujeres de buscar abortos. Como hemos indicado en otra parte:
«A pesar de que el aborto ha sido legalizado, no es tan simple para las mujeres de la clase trabajadora optar por realizarse uno. El 58% de las mujeres que buscan un aborto están en alrededor de los 20 años y no tienen ingresos suficientes regulares o altos, o un compañero para ayudar a cubrir los costos. La mayoría de los planes de salud no cubren el costo de un aborto, con un promedio de 500 dólares, y que pueden acercarse a los 1.500 dólares en el primer trimestre. El 42% de las mujeres que buscan abortos tienen un nivel de ingresos por debajo de la línea de la pobreza, un porcentaje que seguramente ha aumentado dramáticamente desde el año 2008”.
El capitalismo: La enfermedad de la humanidad
El virus del Zika es una consecuencia directa de un sistema que está alimentado por la anarquía del mercado y la ganancia. En un mundo donde los científicos e ingenieros han desarrollado métodos extraordinarios en la purificación del agua, desde el agua sucia del río hasta el agua del mar, el proveer acceso al agua potable en estos barrios no debería plantear ningún problema. Es el mismo capitalismo que ya no es capaz de manejar adecuadamente este tipo de crisis cuando se producen, como podemos ver con la situación de la basura y el agua en áreas como Recife y Tixtla.
La solución para el virus del Zika se encuentra primeramente en la nacionalización de las compañías farmacéuticas multinacionales, bajo el control de los trabajadores, que serían capaces de proporcionar las grandes cantidades de suministros médicos necesarios para ayudar a los pacientes actualmente infectados por el Zika, ofrecer acceso al aborto a las mujeres embarazadas, y distribuir el personal médico y sanitario competente, capaz de proteger y limpiar vecindarios e instalar sistemas de agua capaces de proporcionar a los residentes agua más que suficiente para sus necesidades, sin la necesidad de racionamiento. Sin embargo, esto no está en la agenda de la clase dominante, ya que esto significaría una reducción de sus ganancias y un ataque a sus propios intereses. El mismo capitalismo es incapaz de resolver esta tarea, se encuentra en una crisis de la que no puede liberarse a sí mismo. La única solución es una solución socialista, que pueda desatar el enorme potencial humano y la creatividad latente que existe dentro de la sociedad. No sólo seremos capaces de eliminar este virus mortal, sino que garantizaríamos la eliminación de la pobreza, el hambre, la guerra y las enfermedades en general, que están en el centro de estos problemas.
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(1) Flavivirus es un género de virus ARN pertenecientes a la familia Flaviviridae. Los Flavivirus son virus con envoltura, la simetría de la nucleocápside icosaedrica, y cuyo material genético reside en una única cadena de ARN de polaridad positiva.
(2) La prueba de Apgar es un examen rápido que se realiza en el primer y el quinto minuto después del nacimiento del bebé. El puntaje en el minuto 1 determina qué tan bien toleró el bebé el proceso de nacimiento. El puntaje en el minuto 5 le indica al médico qué tan bien está evolucionando el bebé fuera del vientre materno.