El pasado 4 de junio fue instalada la Comisión Organizadora del Congreso Nacional Politécnico (CoCNP), nos alegra que un buen número de compañeros académicos, trabajadores y estudiantes honestos y combativos hayan ganado las elecciones para estar presente en esa instancia. Se necesitaba una fuerza que contuviera y fuera contrapeso a intereses ajenos a las aspiraciones colectivas de los trabajadores de la educación y a los estudiantes en el Instituto Politécnico Nacional. Porque lejos de la idea de que “todos somos politécnicos”, que algunos sectores honestamente piensan y desean que se trabajara bajo esa consigna, diversas tendencias e intereses hostiles al proyecto histórico del instituto se mueven en torno a la CoCNP. Queda pendiente un análisis de las diversas fuerzas que se expresan en la misma y los intereses que atienden.
¿Qué sucedió en la primera sesión?
En teoría la CoCNP es la encargada de realizar el temario y acordar las fechas para el Congreso Nacional Politécnico, el cual fue aprobado durante el movimiento estudiantil del 2014. Debemos reconocer que no fue una de las demandas más sentidas en esa lucha. Si debemos describirlo de alguna forma, éste fue acordado de manera algo artificial. Significaba de alguna manera posponer la solución de las demandas del movimiento a un futuro incierto.
El primer intento de conformar la CoCNP comenzó en el año 2016, fracasó debido a los intentos del ex Director General de controlarla a toda costa. La oposición que encontró en esa instancia era el reflejo del descontento que existía entre la comunidad del IPN ante una administración impuesta, autoritaria y corrupta. Al no poder controlar a dicha instancia recurrió a la represión y al hostigamiento directo contra los sectores organizados de la comunidad del IPN.
El ex Director General no dudó en levantar actas administrativas, expulsar estudiantes, despedir trabajadores e incluso demandar penalmente a decenas de estudiantes, profesores y trabajadores. Todo esto con la complacencia y complicidad del grupo que ahora mismo se autodenomina “Asamblea General Politécnica” (AGP), el cual se ha convertido en un grupo de presión y de choque al servicio de antiguos funcionarios del IPN y la Secretaría de Educación Pública.
Durante ese periodo se formó una coordinación estudiantil, de trabajadores y académicos honestos y combativos para hacerle frente a esa política autoritaria, detener la represión, defender la educación pública y los derechos laborales adquiridos. Dicha coordinación hasta la fecha se sostiene y, haciendo valer nuestros derechos democráticos, participamos en el proceso de elección en la CoCNP y afortunadamente un buen número de compañeros fueron votados en sus escuelas.
Nuestro proyecto siempre ha sido el de defender férreamente y fortalecer la educación pública, atender las demandas y necesidades de los estudiantes, defender los derechos laborales, recuperar los derechos arrebatados, poner sobre la mesa la eliminación del outsorcing y las condiciones precarias en las que un sector de trabajadores y profesores laboran en el IPN; defender el proyecto histórico del IPN y reposicionarlo como la institución rectora de la educación científica y tecnológica en el país, entre otras ideas y demandas. Ante la conformación de la CoCNP, esperamos encontrarnos dentro con decenas de estudiantes, profesores y trabajadores honestos con los que podamos coincidir, intercambiar ideas y avanzar juntos.
En la primera sesión se conformó la mesa coordinadora provisional de esa instancia y se eligieron algunas comisiones importantes como es la de la incorporación de los trabajadores y académicos del área central que no tienen representación en la CoCNP y la creación de la comisión que modificará las reglas de operación, donde se tendrá que eliminar los candados que la AGP y las autoridades impusieron a los trabajos de la Comisión, cómo es: la fecha de término, eliminar la representación del grupo denominado AGP, y poner mecanismos democráticos que le permitan a esa instancia discutir libremente cualquier tema y cumplir con sus tareas, todo esto tendrá que votarse la próxima sesión.
Somos conscientes de las limitaciones de una instancia como la CoCNP, que no se ha impulsado de la forma más legítima y democrática pero, como ya dijimos, dentro de la que vimos importante intervenir para defender los intereses de los trabajadores y sus hijos. La coordinación que ha venido trabajando durante más de 4 años, haciendo uso de su derecho a participar presentó sus candidatos estudiantiles, académicos y de trabajadores a cada una de las votaciones de la primera sesión de la CoCNP y obtuvimos un resultado positivo, lo cual despertó reacciones entre algunos grupos con intereses cercanos a los grupos conservadores del IPN, pero también, para nuestra sorpresa, entre un pequeño grupo de compañeros, que en teoría deberíamos buscar la forma de construir una coordinación más amplia, pues coinciden en algunos puntos de los que nosotros hemos planteado.
Estos últimos compañeros han extraído de manera deshonesta, usando métodos dignos de policías, algunas conversaciones de un grupo de WhatsApp, las han publicado, sacándolas totalmente de contexto. Han elaborado un video donde se nos acusa de traidores, argumentando una especie de conspiración que proviene de fuerzas oscuras que pretenden apoderarse de la CoCNP y del Politécnico. Un discurso muy similar, por cierto, al de la antigua administración del IPN y de la AGP.
Ese material en redes sociales proviene de este grupo de compañeros, pero quien las ha compartido entusiastamente son los grupos más reaccionarios, arribistas y podridos del Politécnico. Los cuales están totalmente desconcertados por los resultados de la primera sesión de la CoCNP porque no pudieron imponerse.
Rechazamos los métodos de calumnias, creemos que en nada ayudan al proceso de defensa del IPN y, por el contrario, le hacen el juego a la autoridad. Pensamos que los compañeros deberían reflexionar sobre ellos. Pugnamos por un debate democrático entre las fuerzas de izquierda, donde las ideas se puedan debatir y defender libremente, sin calumnias ni denuncias sectarias que distorsionen la realidad y con ello traten de desprestigiar el legítimo trabajo de los compañeros en lucha. Las tácticas divisionistas solo ayudan a la reacción.
Por un frente democrático en defensa de la educación pública y los derechos laborales
Ante el inicio del proceso de conformar la CoCNP ha habido divergencias en cómo intervenir. Vimos desde un par de compañeros que se negaron a participar en el proceso y otros que sí, aunque con distintos matices. Hay quien ve a la CoCNP como el camino para avanzar en la privatización del IPN y otros que pueden considerar que desde ahí se puede marcar el inicio de su transformación. En última instancia la defensa y profundización de nuestras conquistas ha sido producto de la lucha de los trabajadores y los estudiantes, en esta ocasión no será diferente.
La CoCNP no fue electa por un voto masivo y no tiene plena legitimidad, lo cual no significa que no haya habido sectores de la comunidad que vieron importante participar en ella. Todo cocenepista consecuente debe ganarse la representatividad de su comunidad con autoridad moral y un trabajo de base cotidiano. Sabemos que el camino no será fácil y como en el pasado en el momento actual, una lluvia de calumnias vendrán sobre los compañeros y organizaciones más consecuentes. El tiempo dirá el desenlace de esta instancia, pero lo fundamental es que ésta ayude a que los sectores democráticos establezcamos un programa y frente amplio, en que se fortalezca la organización de la comunidad y sus sectores más conscientes.
Tratar de resumir la batalla a simples denuncias contra estas instancias y los maléficos planes del Estado y las autoridades, nos parece, por decir lo menos, insuficiente. Peor aún, repudiamos la táctica de tachar de traidores a los compañeros que participamos en dicha instancia para contrarrestar de manera organizada a los sectores reaccionarios de la CoCNP o por no actuar como quienes desde los márgenes se dedican a criticar o desde el interior se mantienen, con su política, en los márgenes de la lucha. Es como aquellos que escriben un tratado y teorizan sobre como nadar pero si alguien se atreve verdaderamente a echarse al agua provoca que los “expertos” le critiquen por no usar la mejor técnica o no seguir de ante mano sus consejos. Dejemos que los expertos sigan teorizando sobre el buen nadar, a nosotros nos toca, con nuestras limitaciones y errores, fortalecer la organización real para la lucha.
Pugnamos por la unidad de los sectores clasistas del IPN en la defensa de la educación democrática y pública y de los derechos laborales. Nos oponemos a los métodos sectarios divisionistas que sólo le hacen el juego a la autoridad. Plantemos la defensa consecuente y firme de la educación pública contra los sectores reaccionarios, aunque los moralistas se asusten de nuestra firmeza. Nuestra consigna es firmeza intransigente en los principios y flexibilidad total en nuestra táctica.
Sabemos que al actuar en la CoCNP entramos a dar la batalla en la trinchera del enemigo. Las autoridades pondrán mil y un trabas, argucias o maniobras cuando sus intereses y los de sus amos se pongan en juego. Es ilusorio creer que un buen discurso salvará al IPN, pero puede ser un buen foro de agitación y denuncia. Es necesario que la CoCNP se convierta en instrumento del sector democrático para realizar foros, asambleas y generar vínculos con la comunidad, con el objetivo de avanzar en la organización y, de ser necesario, en la movilización en defensa del IPN.
El debate sobre el IPN y la sociedad que queremos no se puede obviar ni tratar de coartar adjetivando de ante manos las diferentes posiciones del sector democrático. En distintos puntos, por ejemplo el de la autonomía para el IPN, que desde nuestro punto de vista encarna importantes peligros, hay opiniones divergentes de compañeros en cómo avanzar. Pensamos que debe establecerse un programa claro en defensa del IPN y su proyecto histórico, donde se contemple la lucha por una educación científica, laica, democrática y de calidad; la defensa de los derechos laborales y el rescate del proyecto histórico del IPN. En base a estos acuerdos podemos establecer el camino más viable en la defensa de nuestras conquistas y derechos y señalar qué medidas y formas legales se convierten en un peligro para nuestros intereses. La CoCNP nos permite hablar con la comunidad, organizar foros, asambleas y explicar y establecer el programa de lucha que sea base de la transformación democrática del instituto.
Necesitamos un cambio profundo de la educación y al mismo tiempo luchar por una transformación profunda en nuestra sociedad. El pueblo de México ha dado muestras más que claras de querer transformar su realidad, pero el terreno en que pisamos en lo económico y político es turbulento, estas turbulencias traerán consigo oportunidades importantes para avanzar en un cambio de raíz en nuestra sociedad, en la que el IPN no puede estar al margen. Desde ahora debemos prepararnos para su transformación.
*Representante de la COCNP del CECyT 14 por el personal no docente