A nivel internacional la cuestión del agua es uno de los retos más importantes a resolver, sobre todo cuando el riesgo de la privatización cada vez es más palpable. Y para poder entender el problema del agua en la península “Plataforma Calcárea de Yucatán” el cual comprende los estados de Yucatán, Campeche y Quintana Roo (a su vez a las ciudades, ejidos y pueblos que conforman dichos estados), se debe de tener en cuenta qué es un sistema Kárstico.
¿Qué significa Karst? Son formaciones que se producen por la disolución del carbonato cálcico de las rocas calizas debido a la acción de aguas ligeramente ácidas. El agua se acidifica cuando se enriquece con dióxido de carbono de la atmósfera o cuando atraviesa el suelo, y reacciona con los carbonatos generando su disolución y por otra parte la formación de bicarbonatos en el subsuelo, por lo que en los relieves de la península de Yucatán se pueden encontrar cuevas subterráneas, cenotes entre otras formaciones kársticas.
Ya entrando en materia, en la península se llevan a cabo actividades económicas que al no contar con un manejo adecuado de sus residuos generan contaminación de manera directa e indirecta en los mantos freáticos (acuíferos), un ejemplo claro son las fábricas de cerdos (granjas) que se encuentran en casi toda la península; los países de Europa no tienen fábricas de cerdos por la alta generación de residuos (agua contaminada y excremento), sin embargo, tan solo en Yucatán hay más de 40 granjas en zonas protegidas, de un total de 500 en toda la Península, la mayoría de las cuales son irregulares y no cuentan con estudios de impacto ambiental.
Por otra parte, en Mérida, la planta de la cervecera de grupo Modelo ha empezado a crear problemas en la calidad del agua para los agricultores cercanos a esta fábrica, pues las aguas residuales contaminan suelos y agua; asimismo, los habitantes han observado la disminución del nivel de agua de sus pozos.
Sin embargo, solo una mínima parte de los campesinos emplean prácticas sustentables y ecológicas amigables con el ambiente y la salud humana; la gran mayoría de los productores emplean prácticas agrícolas heredadas de la revolución verde (capitalismo) con el discurso “DE QUE SE NECESITA PRODUCIR PORQUE LA POBLACIÓN MORIRÍA DE HAMBRE”; no obstante, la interrogante es la siguiente ¿mueres de hambre por no consumir alimentos o mueres por los químicos con los que se contamina lo que se come?
Y esto no solo afecta a la península de Yucatán sino como ya se mencionó, es un problema a nivel mundial y lo preocupante es que las políticas públicas solo han sido reformas que tapan un pequeño agujero del problema, pero no se da una solución al verdadero problema, el cual es una consecuencia del capitalismo.
La solución más viable son prácticas agrícolas sustentables, pero de igual manera sostenibles que busquen el menor impacto ecológico y el beneficio de las mayorías y no de los beneficios de un puñado de empresas capitalistas. Adicionalmente, se debe de legislar en pro de la mayoría y no de unos cuantos, por ejemplo, es necesario aprobar la nueva ley de aguas que están impulsando diversos colectivos en todo el país, siendo el Movimiento Agua para Todos, Agua para la vida, quienes articulan las propuestas ciudadanas para el bien común y la justicia socio hídrica.
Debemos pugnar por un cambio radical en el sistema económico, para que las palancas de la economía estén bajo propiedad y control democrático de los trabajadores, dando apoyos al campo y a los pequeños productores locales, en un proceso paulatino de explotación colectiva de un agro industrializado en beneficio del medio ambiente y la sociedad, dentro de una planificación económica para poner las riquezas de la naturaleza y la sociedad en beneficio de los trabajadores del campo y la ciudad.
Desde La Izquierda Socialista Campeche decimos No al subsidio para productos agrícolas de las transnacionales (Monsanto, que ahora ya ha sido absorbida por Bayer corporación; Syngenta; Pionee; Química sagal; Corteva; etc.) y Sí, al subsidio de los productos con prácticas agroecológicas.