19 de Julio, día histórico, reinicio del ciclo de marchas contra la dictadura cívico-militar.
El día 19 de julio se desarrolló una de las manifestaciones más masivas de los últimos meses, la cual se venía convocando por todas las redes sociales, la llamada:»Toma de Lima», que la derecha quiso desprestigiar y terruquear comparandola de forma distorsionada con la toma de la Bastilla en la revolución francesa y la toma del palacio de invierno en la revolución rusa.
Semanas previas al 19J la Policía Nacional del Perú (PNP), la presidenta y sus ministros criminalizaron la protesta en diferentes medios de comunicación. En un discurso, Dina Boluarte dijo: «Cuántas muertes más quieren». Afirmando que si el pueblo sale a ejercer su legítimo derecho a la protesta sería cruelmente reprimido, como ocurrió con los casi 70 peruanos asesinados por la PNP en el ciclo de protestas realizadas entre diciembre y enero.
Por su parte, la PNP hizo lo suyo colocando a cientos de policías en las entradas de Lima quienes hacían detenciones arbitrarias ante la llegada de buses interprovinciales, cuyo objetivo era evitar a toda costa la aglomeración de manifestantes. A la par, también la PNP, sus principales coroneles y generales, se presentaban en los medios de TV declarando: «Hemos identificado a la camarada Vilma detrás de estás protestas», todo ello como parte de la campaña de terruqueo. La pregunta qué nos hacemos es: Si ya los tienen identificados ¿Por qué no los capturan?¿Es que detenerlos no les es rentable para sus intereses? Hay muchas interrogantes puesto que el fujimorismo hace suya la derrota de este agrupamiento politico que utilizaba metodos terroristas, y que, junto al Estado contribyó al desangre del país, pero a la vez, en cada campaña electoral, hay «atentados terroristas» y salta nuevamente el fantasma del terrorismo y el terruqueo.
Lo cierto es que el día 19 de julio se desarrollaron las marchas a partir de las 10:00 horas en distintos puntos del centro de la ciudad, convocadas por organizaciones como la Central Única Nacional de Rondas Campesinas del Perú (Cunarc), la Confederación General de los Trabajadores del Perú (CGTP), quechuas y aymaras, diversos colectivos, mercados, así como la Federación de Pueblo Jóvenes de Construcción Civil, Macrocentro, Macro Sur, Macro Norte, y muchos otros gremios más.
Uno de los datos que cabe destacar es que se calcula que participaron aproximadamente entre 20.000 y 21.000 almas solo en Lima, lo cual la convierte en una de las marchas que mayor acogida ha tenido desde el 2020 tras la destitución que le hicieron al entonces presidente Vizcarra e imponiéndose Manuel Merino, cuyo mandato no duró más de una semana, y de las movilizaciones de diciembre-enero del año pasado.
La marcha del 19J no sólo fue en Lima —aunque tras ese nombre fue que se popularizó, «la toma de Lima»—, sino que también se realizó en las 26 regiones del país. Un dato importante que cabe señalar es la participación de la clase media limeña que fue convocada en gran parte por la periodista Rosa María Palacios (RMP) quien, mediante su programa en YouTube, hacía un llamado a la manifestación, a tener empatía con nuestros hermanos de otras regiones y a movilizarse por la indignación que generaba las tantas muertes y tantos abusos cometidos por la policía, dándole un toque liberal y humanitario a la lucha.
Por su parte, el rector de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), Alfonso López Chau, también se manifestó y pidió a la población asistir a esta marcha respaldando las causas nobles del pueblo. Cabe señalar que este rector también en el ciclo de manifestaciones anteriores había dado acogida a universitarios de otras regiones, quienes llegaban a la ciudad luego de ser expulsados por la rectora de la universidad nacional mayor de San Marcos (UNMSM) Jeri Ramón Ruffne. El rector, en un acto humanitario, les ofreció en aquel momento un lugar donde poder residir en la ciudad universitaria la UNI.
De alguna manera estos personajes, tanto la señora RMP y el rector de la uni, fueron una especie de canal para que la clase media salga de ese limbo donde se mantenía y se manifieste en contra de este gobierno, en contra de este congreso y también sume fuerzas para evitar la terrible represión policial, sin embargo lo que pasa es que se está quitando del escenario los sectores más radicalizados del Sur del país.
Al ser un grupo social con mejores condiciones económicas, la policía lo ha pensado dos veces al momento de disuadir la marcha y en este inicio de protestas por lo menos no ha ocurrido ningún asesinato a causa del uso de la fuerza. No es que saludemos o estemos agradecidos que no nos maten pero vale la pena contrastar la actitud de las fuerzas opresoras para quienes el proletariado y el campesinado no tiene ningún valor y al momento de disparar actúan sin medida alguna, pero cuando clases más pudientes salen a marchar tienen mayor control del daño que puedan ocasionar. Esto lo han demostrado la misma fuerzas armadas puesto que en los días siguientes al 19J pudimos apreciar con total indignación como un grupo de efectivos desalojaba a unas mamitas que habían tomado la plaza San Martín haciendo uso de su derecho legítimo a la protesta. No solo fueron gaseadas con bombas lacrimógenas sino que al resistirse a estas mismas unos cuantos policías las arrojaron desde un monumento a más de metro y medio de altura contra el suelo, quedando golpeadas y adoloridas. ¿La policía haría lo mismo con los señoritos de Lima que visten de traje y corbata y de apellidos rimbombantes?
El 19 de julio ha sido apenas el inicio de una serie de marchas constantes, las siguientes se está desarrollando. En el centro de la ciudad hay marchas, manifestaciones, todos los días pero de las cuales las que se está pidiendo mayor convocatoria es para los días 27, 28 y 29 que son los días festivos de las fiestas patrias. Por ejemplo, durante el día 28 la señora Boluarte tiene que dar su mensaje presidencial en el congreso haciendo un balance desde la toma de su poder y un programa que llevará su gobierno hasta julio del 2024. El 29 de julio es la famosa parada militar donde todas las fuerzas armadas “le juran lealtad» a la presidente. Es por ello es de suma importancia que esta convocatoria que se está haciendo para estos días sea de mayor aglomeración para no darle ningún respiro a este gobierno usurpador, que las mismas encuestas han demostrado su total rechazo por parte de la población y la impopularidad de la que goza. Tanto el congreso como la presidenta, uno cada vez más desprestigiado que otro.
En esta misma línea de impopularidad y desprestigio el congreso de la república en estos días se encuentra en elecciones para elegir a su mesa directiva. Lo más irrisorio, indignante y repulsivo es que ha resultado la fusión en una de las listas, vemos el pacto que tienen a todas luces el fujimorismo y el cerronismo, ambos partidos de extrema derecha y de extrema izquierda. Una vez más, como dicen: los extremos se juntan.
En nuestro círculo de discusión que hemos desarrollado durante el 2022 ya veníamos advirtiendo de los guiños que hacían Keiko Fujimori y Vladimir Cerrón. En una entrevista dada a un medio argentino, por ejemplo, Cerrón hablaba acerca de pactar con el fujimorismo en contra de los caviares. Decía que podía abrazar al fujimorismo, no tenía ningún problema con ello con tal de luchar contra los caviares. Por esos días también había pactado con el fujimorismo para tener el control del Tribunal Constitucional, puesto que ambos líderes de estos partidos tienen juicios en proceso y buscaban con esto una táctica para disolver estos juicios y/o para eliminar esas condenas. Durante 2022 veíamos con asombro y asco como en muchos proyectos de ley o censuras, el fujimorismo y el Cerrorismo votaban en conjunto.
Hoy a todas luces ese pacto es evidente, palpable y programático. A raíz de este suceso militantes y cuadros políticos de Perú Libre empezaron a renunciar al partido. Por su parte, Vladimir Cerrón intentaba por todos los medios posibles, principalmente mediante su cuenta de Twitter, exponer los motivos e intentar suavizar este pacto dando ejemplos estúpidos. Por mencionar la mesa directiva donde fue miembro un izquierdista de gran trayectoria como fue Javier Diez Canseco, quien en plena dictadura fujimorista del 2001 integró una lista de derechas, es verdad. Pero esta misma lista no era para asociarse con el fujimorismo sino todo lo contrario, se vivía en una época de dictadura y era para formar un bloque fuerte con todos los movimientos sociales con todos los partidos incluso los de la derecha, no para repartirse el poder, no para hacerse de un escaño o ganar más dinero sino para acabar con la dictadura fujimorista.
JDC jamás hubiera pactado con el fujimorismo. Cerrón mediante Twitter pretendía tener alguna legitimidad y a su vez se victimiza que por ser de izquierda y provincia el bloque de izquierda lo estaba criticando y censurando y mientras a JDC por ser blanco y de una clase acomodada lo hacían pasar por paños tibios.
Qué ha demostrado los líderes del partido Perú libre seudo marxista, seudo leninista, que en realidad sólo son una sarta de oportunistas en el fondo: que los intereses del país no les importa puesto que ellos sólo velan por tener el poder y por engordar sus billeteras. Pactar con el fujimorismo es prácticamente pactar con la Alemania Nazi, es el mismo pacto que hizo Stalin y Hitler en el denominado pacto Riveentrop-Molotov. Pactar e ir de la mano con el fujimorismo es darle legitimidad, es olvidar el saqueo programático, es olvidar a los cientos y miles y miles de muertos en la década oscura de los años 90, es olvidar a los desaparecidos, es darle la mano al neoliberalismo traído por fujimori; en otras palabras, pactar con el fujimorismo es garantizar la putrefacción del país, de las instituciones y asegurar el continuismo y el saqueo por parte de la burguesía.