El tratamiento faccioso que ha implementado el Instituto Nacional Electoral (INE) en contra de diversas candidaturas de Morena, particularmente en Michoacán y Guerrero, ha llevado a una reacción bastante enérgica, del partido. Parte de ello es el hecho de que se ha puesto en marcha un proceso de juicio político en contra de las cabezas visibles del grupo faccioso que controla el INE, Lorenzo Córdova y Ciro Murayama.
Adriana Favela, presidenta de la comisión de fiscalización del INE, señaló que, si las acusaciones en contra de los candidatos de Morena son el motivo del retiro de las candidaturas, entonces se debía también sancionar a los candidatos de los demás partidos, dado que todos incurrieron en la omisión de informar los gastos de campaña.
A favor del grupo que controla el INE, se han pronunciado el conjunto de “intelectuales” encabezados por Enrique Krauze y, por supuesto, todos los partidos de la derecha mexicana. Con esos puntales se ha transformado actualmente en el principal ariete en contra del gobierno de López Obrador.
Por supuesto, es evidente que Morena ha cometido una serie de errores sobre los cuales el INE se ha basado para justificar sus ataques en contra de la 4T. El mas importante es que se ha transformado de un partido movimiento, que era la propuesta original, a una maquinaria de distribución de candidaturas.
Nadie duda de la honestidad y espíritu de sacrificio del 90% de la militancia de Morena, la cual ha buscado todas las vías para apoyar y dar impulso a la llamada IV transformación. No obstante, haciendo eco del llamado del presidente, ha dejado de movilizarse dejando las calles y las plazas públicas a la disposición de los grupúsculos se extrema derecha.
Las causas de los sectores sociales en lucha han dejado de ser acompañadas por el partido. Cierto es que, a título personal, diversos activistas de morena se han sumado a las luchas sindicales, juveniles, campesinas y de mujeres. Pero también es cierto que Morena, desde que se ganó la presidencia, no ha tenido una actividad real salvo ahora que se han puesto en peligro diversas candidaturas.
Morena también ha fallado en la selección de candidatos. Apoyados en la vieja táctica de AMLO de postular a elementos provenientes de otros partidos, para supuestamente “dividirlos”, ha permitido que espacios seguros para su propia militancia, sean ocupados por militantes expriistas, expanistas y del partido más arrastrado con quien detente la presidencia en turno: el partido Verde.
Esta táctica desmoraliza y desconcierta a sus propias bases, mientras que alienta el discurso de la derecha en el sentido de que no hay diferencias reales entre Morena y los demás.
Además de ello se ha tenido una absoluta falta de sensibilidad ante temas tan delicados como el de la violencia contra la mujer. Es verdad que la actitud de bloqueo por parte del INE en contra de Salgado Macedonio es arbitraria y caprichosa, pero no lo es el blanco que han elegido para atacar. Salgado Macedonio, efectivamente, tiene un largo historial de prepotencia y machismo que no duda en presumir. Mientras más cerca se está de su círculo interno esto es más conocido. Si bien es factible dudar que una u otra acusación puede ser fincada, es absolutamente probable que muchas de ellas sean reales. Si huele a pato, tiene plumas de pato y grazna como pato es un pato, en este caso un Toro.
No es cierto que en Guerrero no haya una alternativa a Salgado Macedonio, no hace falta citar a decenas de activistas provenientes de ese Estado que podrían representar muy bien los intereses de los trabajadores guerrerenses. El empecinamiento en sostener a Salgado Macedonio, ha dejado un flanco abierto para los ataques de un INE, que está determinado en convertirse en figura principal en reducir la presencia del movimiento en torno a AMLO a menos del 50% en las cámaras.
Para Lorenzo Córdova y su camarilla, lo de menos es que Salgado Macedonio se quede o no con la candidatura, lo importante es el golpeteo que se desate de aquí a que el tribunal federal electoral dicte sentencia. Como se dice en los arrestos en EEUU: todo lo que suceda “será usado en contra de Morena”.
Para la derecha el mensaje propagandístico es claro: si Salgado Macedonio es definitivamente eliminado, se habrá doblegado el “autoritarismo” presidencial, convirtiéndose Córdova y Murayama en los campeones de la derecha que pueden humillar al presidente. Si al final el tribunal revierte el resultado quedarán como aquellos que plantaron cara al “violador” Salgado Macedonio, cuya imagen negra será explotada a nivel nacional en contra de Morena y la IV transformación.
En cualquier caso, el bloqueo a las candidaturas de Morena es una táctica. La estrategia, que ya ha sido planteada por los “intelectuales orgánicos” de la derecha, es impedir que el espectro lopezobradorista logre más del 50% en las cámaras, de tal modo que se genere una parálisis gubernamental de tres años, tiempo durante el cual pretenden acumular fuerzas para retomar la presidencia en el 2024.
El otro terreno es el litigio respecto a la supuesta sobre representación de Morena en las cámaras, con el pretexto de la eliminación de la valoración de las coaliciones para la representación proporcional. Esto es irónico dado que, desde los tiempos de Carlos Salinas, se decía que se tenia que procurar una mayoría parlamentaria para el partido triunfante en las elecciones con el argumento de permitir la “gobernabilidad”. Fue Salinas, de hecho, quien propuso que se asegurara la mitad más uno al partido que ganara la elección y tuviera mas del 30% de los votos. Ahora, por el contrario, se habla de limitar su participación lo mas posible para generar “contrapesos”. O sea, cuando se gobierna se dice: “hay que sobrerrepresentar para evitar la anarquía del conflicto entre poderes”, cuando se está en oposición se dice: “hay que generar contrapesos en contra del autoritarismo”.
En nuestra opinión lo ideal seria que tanto PRI, PAN y PRD desaparecieran y generar una fuerte mayoría de la 4 T, capaz de cambiar la Constitución de tal modo que se eliminara cualquier pretexto al gobierno para emprender medidas reales que le den el poder a la clase trabajadora. No nos hacemos ilusiones, lamentablemente el afán del actual gobierno es de conciliar, de pactar y de negociar para no hacer enojar a la oligarquía que en el fondo es la que realmente decide las cosas en este país. Para un verdadero cambio se requiere una auténtica revolución que elimine el juego de los partidos burgueses y promueva el poder de los trabajadores.
De cualquier modo, la batalla actual esta muy clara y es por la mayoría en el congreso, eso es lo que está detrás del conflicto INE-Morena.