Hace unas semanas que se inició la contingencia por el COVID-19 en nuestro país, y en estos días se declaró la emergencia sanitaria por causa de fuerza mayor, esto significa que el contagio se está masificando, y que en caso de no contenerse se estaría en el riesgo de saturar el sistema de salud público (como ha sucedido en otros países, como España, Italia o los Estados Unidos), y aunque se ha decretado que de ser necesario se podrá hacer uso de todos los recursos médicos del sector privado, eso es algo a lo que tendremos que esperar para ver si es real o no (pero en el supuesto caso de que algún hospital o centro médico niegue el servicio, se tendría que nacionalizar a la brevedad, para ponerlo al servicio de los más necesitados).
Pero pasando a otra cosa, en un artículo anterior exponemos cómo los recortes y “ajustes” neoliberales han afectado al sistema nacional de salud, por lo que no se encuentra preparado para atender a un elevado índice de personas contagiadas, y ante el incremento en el número de personas positivas de Covid-19, las contradicciones salen a flote más claramente, como también las carencias y las necesidades del personal que está atendiendo a los pacientes infectados (médicos, enfermeras, camilleros, personal de limpieza), pues ellos son los que más necesitan los implementos sanitarios adecuados para poder desarrollar su trabajo de forma segura. Sin embargo, no los tienen y ya han salido a manifestarse.
Se ha dicho claramente que el Covid-19 no es un virus letal, pero sí muy contagioso, lo que significa que el personal de salud tiene un mayor riesgo de ser infectado, pues están tratando a pacientes ya confirmados como positivos. Y ante la falta de personal, tienen que atender a varios pacientes a la vez. Obviamente cada caso es diferente, pero el riesgo se vuelve todavía mayor.
En otros países el contagio de médicos y enfermeras, principalmente, es muy elevado. En España se está hablando de casi 12 mil 300 médicos, enfermeras u otro personal sanitario infectado, en Italia se tiene el registro de cinco mil médicos infectados. En nuestro país las cifras no son tan estratosféricas, pero ya se están dando casos, como el del médico del Hospital General de la Zona #7 en Monclova, Coahuila, que falleció por Covid-19, al contagiarse realizando su labor médica en el área de urgencias.
Ante el lamentable deceso del médico de 45 años, el resto del personal del Hospital se manifestó ante la falta de equipos necesarios, e incluso amagaron con dejar de trabajar hasta que se les entregara lo necesario para seguir atendiendo a los pacientes infectados con el virus, protesta que sumó a las ya realizadas en Saltillo, específicamente en la Clínica 2 del IMSS y a la de la Clínica 89 por el mismo motivo: la exigencia de equipos para continuar trabajando.
Así mismo, en el Hospital Soledad de Graciano, en San Luis Potosí, los médicos y enfermeras señalaron que los insumos necesarios, como respiradores mecánicos, no estaban en funcionamiento, así como la falta de gel antibacterial y cubre bocas.
En la alcaldía de Iztapalapa, un grupo de enfermeras y médicos protestaron a las afueras de la clínica del IMSS y pidieron contar con todos los aditamentos para atender a los pacientes con la posibilidad de estar infectados con el coronavirus, lo mismo ocurrió en el Hospital General Regional #2 y en el Hospital General de Zona.
Otro grupo de médicos, enfermeras y personal de salud que trabaja en el Hospital General de Zona No. 27 del IMSS bloquearon el Eje 2 Norte, a partir de Paseo de la Reforma, para exigir material necesario en caso de atender a pacientes con coronavirus. Por otra parte, un grupo de trabajadores del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) también se quejaron de la falta de material para atender a las personas que llegan y que posiblemente estén contagiadas.
En el Centro Médico la Raza también hubo protestas para exigir que se entregaran los equipos y el material necesario para poder brindar una mejor atención a los derechohabientes, así como evitar posibles contagios.
Las protestas que se dieron iniciando la contingencia exigiendo el material y que se han extendido a ciertos lugares del país en las últimas semanas muestran una profunda preocupación por parte del personal médico y de asistencia, porque el riesgo es muy alto, y se puede agravar si la persona que contrae el virus tiene algún padecimiento crónico o padece alguna enfermedad como obesidad.
La respuesta en todos los casos que he mencionado –la respuesta de las autoridades– ha sido favorable. Se ha hecho el compromiso de surtir de equipos y material y de entregarlo a la brevedad posible, sin embargo, no se puede asegurar que realmente se haga, y mucho menos que se tenga la capacidad de proveer de material a todo el sistema de salud nacional, tanto porque hay escasez de ciertos utensilios, como por escasez de capacidad de compra de parte de las autoridades.
Otro elemento a mencionar es que las protestas no son algo novedoso, muchas veces el personal ha salido una y otra vez a exigir mejores condiciones de trabajo, así como mejoras salariales, y no se hizo absolutamente nada en beneficio de los trabajadores del sector salud, que ahora se enfrentan a un verdadero problema de salud pública.
Un elemento adicional es que las direcciones de los sindicatos a los que se encuentran afiliados la mayoría de los trabajadores no representan sus intereses. Siempre han velado por los intereses de los gobiernos que durante años mermaron el sistema de salud y fueron cómplices de los más viles ataques a los derechos de los trabajadores del sector, y eso es algo que no debemos dejar de hacer notar, porque también ellos son responsables de la condición en la que se encuentran hospitales, clínicas y centros de salud en todo el país.
Desde La Izquierda Socialista brindamos todo el apoyo a los trabajadores y trabajadoras del sistema nacional de salud, sabemos que sus demandas siempre han sido justas y somos conscientes que deben de trabajar en las condiciones óptimas para brindar un mejor servicio y para evitar cualquier riesgo de contagio.
Por lo tanto, exigimos:
– La entrega inmediata de los equipos de seguridad y material necesario a todo el personal del sector salud.
– Que la contratación que se hará de personal médico no sea temporal, sino que después de que pase la pandemia se les otorgue la base.
-Nacionalización de todo el sector de salud.