El anuncio de la próxima sustitución de Alejandro Diaz de León por Arturo Herrera en la presidencia del Banco de México, a finales de este año 2021, ha abierto la puerta para que el lugar de secretario de hacienda lo ocupe Rogelio Ramírez de la O, un antiguo amigo y asesor de López Obrador y según muchos, artífice de las ideas en materia económica que impulsan las iniciativas del presidente.
Rogelio Ramírez de la O, no es en algún sentido un economista contrario a las políticas llamadas neoliberales, López Obrador le llama política económica ortodoxa, la cual consiste en mantener un control de la inflación a partir de un equilibrio presupuestal, basado en la contracción del gasto público a excepción de ciertas obras de carácter estratégico. Para Ramírez de la O la iniciativa privada tiene el deber de generar riqueza y el gobierno la obligación de distribuirla.
Recientemente se realizó una reunión entre AMLO y el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), en donde se dio a conocer un paquete de inversiones publico privadas, que mas bien es un plan económico de la burguesía avalado por el gobierno.
Así pues, en ese juego de varias pistas, el CCE se dedica a hacer negocios con el gobierno, mientras que la Coparmex se dedica a intentar derrocarlo, al final mientras no se rompa el tablero, siempre ganan.
En realidad, para ser estrictos durante la 4T, la presencia del sector privado se ha incrementado en términos porcentuales
De hecho, en el 2019, primer año del gobierno de AMLO, la inversión privada supuso alrededor del 20.6 % del PIB mientras que la pública fue de 2.6%; en el 2020 la relación fue 18.7% para el sector privado y 2.5% para el sector público. Ya en el 2021 el ritmo de inversión privada está creciendo entre el 19% al 21% pero la inversión pública se mantiene estancada en un 2.4%.
Este incremento de inversión se está concentrando especialmente en la formación bruta de capital fijo, la cual tuvo un incremento del 2% de febrero a marzo, pero destacando un incremento del 12.1% en un sólo mes en maquinaria y equipo, lo cual simplemente supone que los grandes capitales se preparan para incrementar sus ritmos de producción. Otro ejemplo de ello es la importación de bienes de capital la cual esta creciendo a ritmo de dos dígitos durante el segundo trimestre del 2021.
Obviamente el incremento de la demanda ha estimulado un aumento de la inflación de alrededor de un 6%, por lo cual el propio banco de México ha decidido incrementar los tipos de interés con el objeto de encarecer el crédito y así reducir el ritmo de crecimiento económico, una vieja receta que los neoliberales siempre aplican, bajo la suposición de que si se “ sobrecalienta la economía” se “generan desequilibrios” incontrolables, así que estos políticos ortodoxos prefieren ponerle freno elevando las tasas de interés, suponiendo que de ese modo retardarán un próximo colapso.
De cualquier modo, es un hecho evidente que un incremento de inversión de casi un 2% del PIB por parte de la burguesía, denota que en el segundo semestre veremos un indiscutible crecimiento de la economía, que podría llevarla a acercarse a los niveles precrisis.
No obstante, el otro factor clave en cualquier política económica “ortodoxa” se mantiene, este es el tema de la contención salarial, cuyos incrementos no rebasan el 5.2% y que representarían nuevamente una reducción del poder adquisitivo del salario.
Pese a la supuesta regulación del outsourcing el trabajo precario sigue siendo una constante incluso dentro del propio gobierno, como ya han ejemplificado los compañeros del movimiento 469.
No nos engañemos, la política económica ortodoxa es lo que se conoció en otras décadas como neoliberalismo y mientras se practique no habrá una disminución de las desigualdades y la pobreza.
Los cambios de personas en el ara económica afianzan la línea de crecer a costa del empobrecimiento de los trabajadores. Tanto Arturo Herrera como Rogelio Ramírez de la O, creen ciegamente que no hay otro camino y por lo tanto no podemos confiar en que de sus iniciativas surgirá una solución a la problemática de los trabajadores, de ahí la importancia de la organización y la movilización independiente.
¿Habrá crecimiento?
Si, pero no para los trabajadores, sino a costa de ellos y eso es algo que no podemos permitir, debemos organizarnos y luchar.
Compañero trabajador, no nos engañemos, el enemigo es tu patrón, y los patrones se unen para explotar mejor, los partidos que patrocina la burguesía son también nuestros enemigos, nosotros debemos unirnos para defendernos y luchar tanto por mejoras económicas como para obtener el poder político necesario para eliminar de raíz la fuente de las miserias de la sociedad actual: el capitalismo.