El día de hoy, 7 de diciembre de 2022, el presidente Pedro Castillo Terrones, en un acto desesperado e improvisado, da un mensaje a la nación donde anuncia la disolución temporal del congreso, a las 11:00 de la mañana. En los siguientes minutos, sus ministros empiezan a renunciar uno tras otro, entidades institucionales emiten comunicados rechazando el golpe y, para dar la última estocada, las fuerzas armadas, el Comando Conjunto, no le brinda su apoyo y hace deslinde total del accionar del presidente Castillo. En las siguientes horas, el Congreso de la República une fuerzas y, con 101 votos, logra vacar al presidente Pedro Castillo Terrones.
Así empezaba este día caótico en Lima, Perú.
Al parecer, todo indica que el presidente Castillo había hecho caso a las indicaciones de uno de sus asesores más cercanos sobre una posible vacancia y la obtención de votos necesarios para esta misma. También este mismo asesor le habría sugerido la disolución del Congreso, asegurando tener a su favor a las FFAA. Así llegamos al 7, donde el Congreso tenía la tercera noción de vacancia en curso, pero, por lo que se sabe, no obtendrían los 87 votos que requiere la Constitución para ser vacado, como las dos veces anteriores.
Castillo, al percatarse que se quedaba solo y todos sus ministros anunciaban su renuncia irrevocable, entre ellos su propio abogado, sale de Palacio de Gobierno con su familia raudamente, en vehículos oficiales, rumbo a la embajada de México, donde a mitad de camino es detenido por las Fuerzas Armadas y luego es trasladado en calidad de detenido a una dependencia policial.
Mientras tanto, en el Congreso, indignados por este suceso, se unen casi todas las voluntades y obtienen los 101 votos, dando así la vacancia presidencial. A las 15:00 horas asumía la investidura presidencial la vicepresidenta Dina Boluarte, en medio de un caos político y social.
Un suceso indignante fue ver a los principales miembros de las FFAA en palcos de honor en el Congreso de la República. Las felicitaciones entre estos parásitos no tardaron en llegar. Las fotos y abrazos estuvieron a granel.
La derecha estúpida asume una gran victoria sin lograr entender que la clase obrera y campesina lamentan el suceso y saldrán a las calles a manifestarse en contra de esta impopular y anticonstitucional vacancia.
Por otro lado, el ya expresidente Pedro Castillo ha tenido innumerables ocasiones de cerrar el Congreso dentro de los estatutos legales que dicta esta Constitución, pero con los que su espíritu cobarde y débil no le permitió proceder. Castillo, desde un inicio, ha intentado conciliar y congraciarse con la oligarquía peruana, la más sucia y rastrera de toda Latinoamérica, que nunca lo asumió como uno de los suyos y que desde un inicio ya cocinaba la vacancia.
La prensa basura también hizo su parte azuzando y dando cobertura a supuestas denuncias y casos de corrupción que nunca tenían un claro sustento. Tras de ello, estuvo siempre presente la venganza de que Pedro Castillo les había quitado las millonarias sumas a las que estaban acostumbrados recibir por el concepto de publicidad estatal. La fiscal de la nación y su equipo también hicieron su parte en esta consigna de vacancia-golpe, desde la elección de Patricia Benavides, cuya hermana (la jueza Emma Benavides) estaba en un proceso judicial por haber recibido dinero del narcotráfico.
A todas estas fuerzas: Congreso, oligarquía, sector empresarial, Fiscalía, prensa e Iglesia tuvo que enfrentarse el expresidente Pedro Castillo.