Este documento no quiere ser un simple recuento de lo que ha sido el gobierno de AMLO, esto se puede buscar en muchísimos espacios y artículos dentro de la prensa burguesa. Lo que sí pretende ser, es una guía para la acción en el siguiente periodo, por eso, más que tratar de hacer un balance exhaustivo, sólo se ahondará en los aspectos que se consideran necesarios para entender el futuro y nuestras tareas. Reconocemos que el gobierno ha tenido y seguirá teniendo un impacto muy hondo en ciertos sectores de la población, y por la forma en que terminará su gestión, será recordado como uno de los mejores por mucha gente de a pie, tenemos que explicar el por qué, para no perder el hilo de nuestra lucha.
El gobierno de AMLO lidió con problemas muy importantes, algunos los pudo atajar, otros los resolvió a medias y algunos más simplemente no los pudo resolver. Su táctica fundamental para lograr todos los cambios positivos fue la utilización del Estado, sus instituciones y finanzas, para intervenir en los puntos más candentes, como, por ejemplo, aminorar la pobreza, disminuir la corrupción, hacerles frente a catástrofes como el huracán Otis, la pandemia y la crisis económica del 2020.
Como una anotación al margen, si esto lo pudo hacer AMLO con unas finanzas limitadas y sin tocar un pelo de las ganancias de la gran burguesía, qué haríamos nosotros teniendo en las manos todas esas fortunas de la oligarquía mexicana, el capital imperialista y las finanzas del Estado, con un plan único para sacar al país de la pobreza. Las reformas de AMLO palidecerían rápidamente. Este gobierno ha demostrado que, con la intervención del Estado, se pueden hacer grandes cambios, nosotros demostraremos que con un Estado obrero expropiando a la gran burguesía, se pueden hacer maravillas.
El gobierno ha salido bien librado, además, por fenómenos internacionales que se han dado en los últimos años, la desglobalización, pasando a una regionalización, y la guerra comercial entre el imperialismo estadounidense y chino. El llamado nearshoring ha puesto a México en la mira de grandes empresas internacionales que lo consideran una buena opción para invertir, aprovechando además, los beneficios del TMEC que mantienen las relaciones económicas entre México, Estados Unidos y Canadá en un régimen que beneficia a las exportaciones entre los tres países. Este fenómeno ha traído un crecimiento de la Inversión Extranjera Directa, la creación de empleos y de forma indirecta, el sostener un peso fuerte frente al dólar. Estos aspectos internos y externos han hecho avanzar la economía el año pasado a un 3.1% y la creación de 1.2 millones de empleos nuevos. Las proyecciones para éste es que el crecimiento se va a mantener, si es que no estalla una crisis económica en Estados Unidos.
Estos logros han sido la bandera que el gobierno ha ondeado por lo alto y animado a sus militantes a defenderlos de forma intransigente. No solo el apoyo de las masas se ha mantenido con AMLO, también hay una reafirmación de que estas políticas reformistas sirven y los integrantes del partido en el gobierno se ven entusiastas de seguir por el mismo camino. Se ven tan confiados que desafían a cualquiera que les quiera recriminar alguna falla del gobierno. Se puede decir que su moral está inflamada por los logros; lo que no consideran es que se pueden desvanecer rápidamente. Es nuestro deber analizar este proceso y ver los cambios que van a dar pie a un proceso contrario al que vivimos, tanto en lo económico como en lo político.
La derecha ha sido incapaz de poder retomar alguna iniciativa seria para hacer frente al gobierno. Primero fueron los intentos de sabotaje abierto, las marchas reaccionarias, la guerra sucia en los medios de comunicación, etc. Ahora no lo hacen mejor, siguen manteniendo un actitud beligerante pero sin ninguna oportunidad seria de ganar, ya no digamos la presidencia, sino las gubernaturas importantes. Es un rasgo importante esta bancarrota porque los ha anulado temporalmente como alternativas reales para sus políticas y esto pone en el centro de la cuestión lo que pasa a lo interno de Morena.
Trotsky, hablando del partido único en la Unión Soviética, dijo que, al no haber partidos de oposición todos los procesos de la sociedad se vivirían a lo interno del partido único. Esto es una ley histórica. En los lugares donde la oposición de derecha se ha desfondado, resurgen a lo interno del partido gobernante, porque a final de cuentas los partidos políticos son representaciones de las clases en la sociedad. Morena al asumirse como un partido pluriclasista, también se ven reflejadas en su interior intereses de un sector de la clase dominante. Si la burguesía tiene cerrada una puerta, abrirá las que sean necesarias para hacer que sus intereses sean respetados.
A esta ley histórica sumémosle la política que se ha llevado desde los órganos de dirección del partido Morena con respecto a la conciliación de clases y alianzas electorales, que les ha impulsado a integrar en sus filas y hacer concesiones a sectores abiertamente reaccionarios. La dirección de Morena utiliza el mote de “unidad” para llevar adelante una política de excluir a los sectores más a la izquierda y con más raíces en las bases, para abrirle el paso a ex priistas y panistas, empresarios, políticos ligados al crimen organizado y en general con sectores podridos y enemigos de los intereses de la clase obrera y la juventud.
El proceso de degeneración ha sido apresurado por la falta de cuadros y por la penetración de oportunistas que se han encumbrado en su dirección desde el principio. Además, para no eximir responsabilidades, la política utilitarista de alianzas sin principios es un fruto directo de AMLO, el cual empeñó el partido con tal de ganar las elecciones. Como lo hemos explicado en otras ocasiones, esta política se debe a dos aspectos teóricos más profundos, la primera, ver como única alternativa las elecciones para llegar al gobierno, fruto de una visión reformista. La otra es más una posición filosófica mecánica y antidialéctica, el pensar que una alianza siempre suma, esto no es real; uno más uno no necesariamente suma dos, esto es profundamente erróneo, principalmente cuando vemos que esa o esos personajes apuntando lados contrarios; pasa como en la física cuando dos vectores apuntan a sentidos contrarios.
Dialécticamente podemos decir que, mientras Morena ha ganado más puestos en el gobierno, mientras más fuerte es electoralmente, más débil se vuelve en sus partes fundamentales o de principios, se ha convertido en una suma de fuerzas muy frágiles, que dependen de los triunfos -y todo lo que esto conlleva, como puestos de trabajo y salarios altos- para mantenerse unidos. Cuando comiencen los primeros tropiezos entonces se empezará a ver los verdaderos intereses de sus integrantes. En este proceso no sólo veremos relucir el oportunismo de derecha sino también se expresarán sectores a la izquierda que buscan un cambio profundo en la sociedad.
En fin, a los marxistas no les causa felicidad el hecho de que un gobierno como el de Claudia Sheinbaum y el partido Morena, pueda caer en bancarrota, porque ambos son fruto de un esfuerzo de miles, tal vez millones de personas que honestamente creen que son su única alternativa para cambiar sus vidas. Lo que decimos aquí tiene como objetivo, no desear mal a nadie, sino hacer un análisis objetivo de las condiciones materiales concretas. Nuestra obligación es hacer un análisis lo más apegado a la realidad para ver hacia dónde se dirigen los acontecimientos y el papel que van a jugar las diferentes fuerzas en la sociedad. Además, por qué caminos debemos avanzar como comunistas, marcando nuestras tareas inmediatas.
Un somero análisis de la situación internacional.
Se están gestando las condiciones para un cambio profundo a nivel internacional y una de las tareas más importantes de los comunistas es entenderlo, de esto va a depender nuestro desarrollo. Como siempre lo decimos, para nosotros las perspectivas son una guía de acción política, comprender los dramáticos acontecimientos es una tarea de primer orden.
Hay varios acontecimientos cruciales ocurriendo al mismo tiempo, la guerra en Ucrania, el conflicto en Medio Oriente el cual puede escalar rápidamente, los acontecimientos en Argentina, etc. Nosotros sabemos que en última instancia la cuestión económica es lo fundamental. Sin embargo, si únicamente se tratase de economía, las perspectivas se podrán reducir a una ecuación matemática.
Hay muchas corrientes que se están cruzando y estas les dan formas, efectos y velocidades a los diferentes procesos. Acontecimientos como la masacre que los sionistas están haciendo en Gaza han acelerado todas las contradicciones a nivel mundial. Cuando nos decidimos a analizar una situación compleja no podemos echar mano de fórmulas generales y simplistas para intentar explicarlas.
La burguesía está en un verdadero problema, los métodos comunes para salir de la crisis los ha usado para mantenerse a flote, durante algún periodo. Esto ha cerrado las puertas ordinarias y la única que tienen para salir de este callejón sin salida es aplastar todas las conquistas de la clase obrera adquiridas en periodos pasados. Los planes de ajuste que Milei ha presentado en Argentina, es lo que la burguesía aspira en muchos países.
No dudemos que en el momento en que la lucha de clases arrecie y la burguesía se vea acorralada, cuando se vea en la posibilidad de perderlo todo, pueda retroceder y comenzar a dar concesiones. Las reformas no están descartadas pero solo se podrán conseguir si es que la burguesía piensa que lo va a perder todo. Se endeudarán aún más y gastarán lo que tengan para salir con vida.
Esto fue lo que sucedió en el 2008, la burguesía urgió a sus gobiernos para que gastaran cantidades brutales de dinero para salir de la crisis, aumentando la deuda a niveles históricos, pero lograron sus objetivos, salir de la crisis. Unos años después, durante la crisis de la COVID 19, hicieron lo mismo. El resultado de esto está ocasionando contracciones brutales en todos los niveles de la sociedad y en todo el mundo. La cantidad de deuda estatal, privada y empresarial es inimaginable. El efecto directo de sacar dinero al mercado ha aumentado los niveles de inflación en prácticamente todos los países.
En el 2023 se tuvo que poner un freno urgente a estas cosas, la inflación estaba provocando crisis revolucionarias en algunos países. Este “freno” crea contradicciones porque la forma en que han puesto un alto ha sido elevando las tasas de interés en todo el mundo, llevándose entre las patas a pequeñas empresas que no pueden soportar esta subida. Por el momento han logrado un equilibrio inestable, han detenido la inflación y evitado la crisis que se pensaba explotaría durante el año pasado. Lo que han creado ahora, es una situación de inestabilidad, a pesar de haber mantenido la economía a flote.
Este es el contexto donde se desarrollan todas las demás contradicciones, las cuales agregan combustibles altamente inflamables a la situación internacional y de aquí se desprenden sus principales contradicciones: es el período más inestable y con mayores contradicciones de la humanidad en todos los terrenos, en lo económico, político, financiero, social, diplomático y militar. Esta es la esencia del periodo. Todos los fenómenos económicos pueden ser afectados por los demás trastornos, ya sean políticos o militantes y viceversa.
El comportamiento de los gobiernos y diferentes burguesías es incomprensible, no se comportan de una manera lógica, incluso pareciera que toman decisiones para empujar la situación a una explosión, -no lo quieren pero así actúan-. Este comportamiento es incoherente, y esto sucede porque un hombre al borde del abismo es incapaz de pensar. Como decía Trotsky en 1938: la burguesía se desliza al desastre con los ojos cerrados.
Ante una situación ya de por si complicada, como lo era la situación económica después de la crisis de la COVID 19 se le han sumado desastres como la guerra en Ucrania y el genocidio en Medio Oriente por parte de Israel contra el pueblo palestino. Nosotros deberíamos preguntarnos si es que hay algún interés estratégico por parte de los EEUU en Ucrania, la respuesta es que no hay nada, ni recursos naturales, ni petróleo, ni nada. El imperialismo estadounidense forzó una guerra contra Rusia para debilitarla militar y económicamente, y lo que ha obtenido es que quien se ha debilitado es Europa, particularmente Alemania y ahora tiene una derrota anunciada ante sus ojos.
Biden, al inicio de su gobierno había dicho que le interesaba una alianza con Rusia para detener el avance de China y aseguró que no habría más guerras. Unos años después sucede justo lo contrario, impulsó una guerra en Ucrania, que no tiene mucho sentido desde los intereses directos de los Estados Unidos pero sí desde la perspectiva de la cuasi subordinación con las burguesías europeas occidentales y que pudo ser evitada, incluso ellos mismos sabotearon los primeros intentos de negociación entre Rusia y Ucrania para terminar el conflicto.
Ahora quieren terminar la guerra porque está muy claro que no tienen ninguna oportunidad de ganarla y porque todo se ha convertido en su contrario, además ha mostrado la debilidad y presiones que sufre el gobierno imperialista más fuerte del mundo. Hay un declive relativo en su papel mundial.
En Ucrania, la gente ya no quiere luchar, ese espíritu patriota que al principio del conflicto se podía ver entre el pueblo ucraniano, ahora ha desaparecido. El reclutamiento se está dando por la fuerza, arrastrando a gente que no quiere ir a morir. El imperialismo estadounidense y el gobierno de Zelensky son los responsables de la masacre que sufre el pueblo ucraniano.
Hay una gran crisis en el círculo gobernante que se refleja nítidamente en el conflicto entre el presidente Zelensky y el General de las Fuerzas Armadas, Sulinsky. Rusia puede esperar a que el régimen colapse o incluso iniciar una gran ofensiva para terminar esta situación. El final de la guerra significará una derrota humillante para occidente.
La situación en Medio Oriente también parece una locura, cada acción de los imperialistas están empujando a una situación sin retorno, amenazando incendiar toda la región. Parecería que no se pueden detener frente a un barranco, pero siguen empujando de forma inexplicable.
El conflicto puede incendiar toda la región afectando de forma directa el aumento del precio de los combustibles y en general de todas las mercancías, además de desestabilizar todos los países de la región. Pero no pueden parar. Es una locura, pareciese que la dinámica empuja ciegamente y si algo va mal, empujan para que vaya peor, pero esto solo se puede explicar cómo los intentos de la burguesía de mostrar su dominación en la región sin temer de las consecuencias terribles que pueden generar sus políticas desesperadas.
Nuestra posición es muy clara en el conflicto, “esto no es una guerra, sino un genocidio” el cual solo se puede frenar con un levantamiento generalizado en toda la región, que termine no solo con los odiados regímenes, sino con el capitalismo.
La intervención del imperialismo estadounidense se ha precipitado a dar apoyo incondicional al gobierno sionista de Netanyahu, han dicho que tendrá apoyo económico e incluso militar si este lo requiere. El gobierno israelí ha dicho que el conflicto durará algunos meses más, y mientras más largo sea, mayor el riesgo que el conflicto escale a todos los países alrededor.
Incluso ya hemos visto los primeros pasos de esta situación. Los Estados Unidos junto a la Gran Bretaña han bombardeado a grupos armados que han declarado el apoyo a Palestina y que han estado impidiendo el paso a barcos mercantes en el Canal de Suez. Aunque el primer bombardeo fue a los Hutíes, el segundo ha sido a objetivos relacionados con la Irán, en Siria e Irak.
Para el imperialismo el verdadero enemigo es Irán y están aprovechando la intervención sionista en Gaza para mandar barcos de guerra, bombardear y en general preparará el terreno para un ataque contra la República islámica de Irán, esto solo es cuestión de tiempo. Esto no será un día de campo para los EEUU, incluso si su intervención se reduce a un bombardeo indiscriminado. Irán tiene armamento y aliados que responderán.
La intervención imperialista está creando un desastre, el simple apoyo incondicional que han prometido a Israel los está apartando cada vez más del gobierno de Arabia Saudita y empujándolos a la órbita de Rusia. El odio a los soldados y al gobierno estadounidense crece rápidamente y en caso de un ataque a Irán seguramente habrá ataques a sus embajadas y despachos militares en la región.
Aunque Netanyahu ha dicho que su objetivo es acabar con Hamas, no es exactamente lo que busca. A pesar de la brutal intervención y con más de 28 mil asesinatos a sus espaldas -la mayoría de niños y mujeres-, Hamas no está debilitado, por el contrario, su popularidad crece en la franja de Gaza y Cisjordania, lo que tampoco elimina rupturas a lo interno o el surgimiento de posiciones opuestas al fundamentalismo o incluso la búsqueda de alternativas revolucionarias.
La verdadera razón de esta campaña de muerte es que Netanyahu quiere mantenerse en el poder, seguir al frente del gobierno de Israel, si lo pierde, seguramente terminará en la cárcel o asesinado. Por lo que este asesino tiene que seguir la ofensiva y así desviar la atención y cerrar filas contra los supuestos terroristas palestinos.
Estos dos conflictos están teniendo enormes consecuencias en las relaciones internacionales, se están reformulando alianzas en dos grandes bloques, por un lado occidente con los EEUU al frente y por el otro Rusia, China, India, Turquía, Arabia Saudita, Irán y demás países que se van sumando, tensando la situación a su máximo.
Después de la caída de la Unión Soviética, los EEUU se irguieron como la única potencia a nivel mundial, debido a este poderío económico y militar le siguió una arrogancia descomunal. Sus gobiernos se creyeron dueños del mundo. Ellos creen que esto no ha cambiado hasta hoy y tratan a otros países como Rusia o China, con desprecio, no se han dado cuenta que la situación ha cambiado y que ahora ya no son los únicos que pueden imponer sus caprichos.
Detrás del conflicto en Ucrania está esa arrogancia imperialista. Ellos pensaban que Rusia estaba aislada y que sería fácil derrotarla con el apoyo de la OTAN y de los EEUU. Detrás de la declaración de apoyo a Israel, está la creencia de que ellos controlan a los sionistas, pero esto es falso y se lo han dejado saber, negándose a aceptar el reconocimiento de un Estado palestino. Ahora creen que con mandar unas “señales” a Irán, esta se arrodillará rápidamente frente a su poder, pero eso no sucederá.
Por el contrario, en toda la región no hay un régimen estable y todos estos acontecimientos pueden provocar un estallido revolucionario en un país tras otro, podríamos ver una reedición de la primavera árabe que sacudió esos países hace unos años atrás.
En otras regiones del mundo la inestabilidad también va en aumento. En el continente asiático está el conflicto entre China y Taiwán. En Corea del Norte vuelven a sonar los tambores de guerra contra Corea del Sur. En África se suscitan golpes de Estado contra presidentes falderos de Francia, esto le está restando control en la región. El imperialismo está empantanado en varios conflictos sin resolver y no podría intervenir como le gustaría si en alguno de estos sitios comienza una guerra.
La situación en los Estados Unidos
Para las perspectivas en México es muy relevante lo que pueda pasar en los EEUU, por las relaciones económicas y políticas que entablan los dos países. Hablemos un poco de las contradicciones que hay en el corazón del imperio. Este año hay elecciones y las cosas no pintan bien para los demócratas. La decrepitud y estupidez de Biden está abriendo el camino para que Trump vuelva a la presidencia.
En este punto conviene analizar la situación con cuidado, no somos mecanicistas y sabemos que los aspectos económicos no tienen un efecto de espejo en la situación política, y las características de la política en EEUU nos lo muestra. La burguesía y su gobierno, en el país más poderoso del mundo, trabajó intensamente para que en el 2023 la economía no cayera en recesión. Si recordamos un poco, todos los analistas creían que el año pasado la economía estadounidense arrastraría al resto del mundo a una crisis económica, este era el pronóstico para dos tercios de los países del planeta.
La Reserva Federal logró salvar la situación y lograron un alza de la bolsa de valores, al tiempo que el desempleo decrecía. Los políticos burgueses han dicho que gracias a esta estabilidad económica se logrará una estabilidad política y democrática en las siguientes elecciones, nosotros decimos, eso está por verse.
Millones de estadounidenses no reconocen que el país esté en un periodo estable. Se ha desarrollado un proceso de huelgas las cuales han arrastrado a medio millón de obreros a la huelga, otros tantos ahora se preparan para iniciar acciones en defensa de sus derechos laborales. Se ha prohibido el aborto en 26 estados de la república y ha creado un malestar generalizado entra las mujeres jóvenes. En cuentas arrojan que el 56% de la población considera que ya hay una recesión.
En el último año ha aumentado un 12% la gente que vive en la calle, los llamados “sin techo” se cuentan en 700 mil, mientras eso pasa en los fondos, los 5 más ricos han duplicado sus riquezas desde el 2020. Según las estadísticas 1 de cada 6 niños sufre malnutrición. Hay una desigualdad creciente acompañado de un odio creciente a los políticos y la burguesía.
Hay una inestabilidad política sin precedente en toda la superestructura. La constitución y el sistema de los dos partidos crearon una estabilidad en el último siglo, ahora está mostrando sus límites. Los colegios electorales fueron los que dieron la victoria a Trump en 2016, eso mismo va a pasar ahora, a pesar de que la cantidad de votos sea favorable a los Demócratas. Es increíble cómo es que en el país donde supuestamente se defiende la democracia, pueda ganar una elección quien tiene menos votos. La política de Biden ha abonado este camino, en estados como Michigan donde hay una gran población de árabes, seguramente se abstendrán de votar. Trump conseguirá la victoria aprovechando estas cosas.
El sistema de dos partidos, donde tú tienes que irte a registrar ante el Estado, en un órgano electoral, como candidato de uno u otro partido, hace que los partidos no tengan decisión alguna sobre quién debería de ser su candidato y pierda el control de ellos. Esto lo ha aprovechado muy bien Trump, el cual no cuenta con un apoyo mayoritario por parte de la dirección de su partido, sin embargo, aun así será su candidato, después del fracaso de DeSantis.
Hay una inestabilidad creciente en la cámara de representantes, donde han tardado un año en elegir al presidente de la cámara, y solo después de 15 votaciones ha sido elegido uno el cual no duró mucho tiempo en el cargo, unos meses después le echaron por presiones de los seguidores de Trump. Debemos decir que estos puestos, en años pasados, podían durar mucho tiempo. Hay un chantaje por parte de los republicanos trumpistas, para presionar al congreso en una serie de demandas, de no ser complacidas están dispuesto a boicotear cualquier iniciativa en las cámaras.
La deuda pública es gigantesca y la extrema derecha presiona para que se den recortes gigantes, pero hay un temor a lo que puede pasar si se quitan los subsidios y atacan los derechos de los trabajadores. Todas estas contradicciones se profundizarán en el siguiente periodo, principalmente si Trump llega al poder.
Por si esto fuera poco, hay otro problema. En dos estados de la república, Maine y Colorado, han dicho que Trump no se puede presentar a las elecciones por su participación en los actos violentos en el Capitolio en el 2021. Está controversia se tendrá que resolver en marzo y todo apunta a que la Suprema Corte va a votar a favor de Trump, violando olímpicamente la Constitución Norteamericana que en su enmienda 14 declara que no pueden ser votados para presidente aquellos que atenten contra la estabilidad del país. Si se aplicara lo que dice la constitución veríamos un levantamiento nacional de los seguidores de Trump y por ello guardaran silencio como muertos.
Es casi un hecho, si no pasa algo extraordinario, que Trump ganará las elecciones siguientes y se abrirá un periodo de inestabilidad muy profundo. Se intensificarán las luchas a lo interno en el aparato del Estado, los demócratas no pararán el golpeteo y las masas en las calles se abrirán camino reclamando su futuro.
Ahora mismo estamos viendo un alza de huelgas y ha marcado un récord que supera a las últimas dos décadas. Los procesos se han dado en sitios muy variados, desde Apple hasta Starbucks. Esto está acompañado de un proceso de organización de los jóvenes, a su vez, esta participación masiva está partiendo a los sindicatos en líneas de clase.
En sindicatos como el del automóvil o correos han votado resoluciones rechazando la posición del gobierno con respecto a Gaza, cosa muy extraña porque los sindicatos regularmente no se posicionan en aspectos relacionados a la política internacional del gobierno.
En el sindicato del automóvil hubo un cambió de dirección y emprendió una huelga contra las tres empresas más importantes en EEUU. Aun cuando no fue una huelga total, se consiguieron logros importantes que fueron tomados por sus bases como una victoria. Esta huelga impactó en otras empresas como WV y Tesla. Aunque la dirección del sindicato es de izquierda se ha posicionado a favor de Biden y esto tendrá sus consecuencias.
La intervención de los EEUU en la masacre de Israel contra los palestinos ha tenido un fuerte impacto en la población. Hay una gran cantidad de judíos que están luchando contra el imperialismo y a favor del pueblo palestino en los EEUU. Hay un odio creciente entre los trabajadores y la juventud contra este gobierno y Trump lo está capitalizando.
El siguiente periodo, independientemente de la situación económica, estará marcado por la incertidumbre. Miles de jóvenes están buscando una alternativa más radical a lo que la democracia burguesa les ofrece, A esto se debe el avance de las fuerzas de nuestra organización allá la cual está impulsando su crecimiento para llegar rápidamente a los mil camaradas.
Como vemos, tanto la situación internacional y particularmente la de los EEUU no es de estabilidad, por el contrario, el mundo se está convulsionando. Este aspecto que es lo más general del periodo, la esencia, se manifestará en nuestro país, sumando a las peculiaridades históricas y coyunturales locales. A pesar de la supuesta estabilidad nacional que pregona el gobierno, toda tira hacia el lado contrario.
La situación económica nacional
Comencemos explicando las bases del llamado “milagro mexicano”, como les gusta llamarlo a algunos. El crecimiento económico del año 2023 rompió los pronósticos de los analistas. Solo el gobierno defendía que el año pasado se crecería por encima del 3% del PIB. Ahora con las cifras en la mano se puede decir que el pronóstico se cumplió, hay crecimiento económico, además, según el Coneval, la reducción de la pobreza pasó, del 2018 a 2022, de 41.9 a 36.3% de la población[1]. El FMI coloca a la economía mexicana como la 12 en importancia a nivel mundial, por encima de España, sólo detrás de Brasil en AL[2].
Las cifras del empleo nos dicen que han crecido los empleos, la revista electrónica Forbes México reportó un crecimiento interanual al mes de octubre del 3.2% [3], marcándolo como un récord en la creación de empleo. Pareciera que con estas cifras sólo un loco podría pronosticar malos augurios para el próximo periodo. Siguiendo la filosofía mecanicista de los ideólogos de Morena, si este año es bueno, el siguiente será mejor y así hasta el infinito. Nada más inexacto.
La Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP) dice que el crecimiento económico se basa en dos aspectos, por un lado las grandes obras de construcción que impulsa el gobierno, las cuales están sostenidas por la inversión pública en los proyectos estratégicos del gobierno (Tren Maya, Tren Transístmico, aeropuertos, carreteras, hospitales, etc.); y por otra parte, la inversión privada que mantiene la inversión “en la construcción de edificios, plantas industriales y bodegas para las empresas que llegan por el nearshoring”. Dice que la construcción no residencial mantuvo un aumento acumulado de 47%, cifra no antes vista.[4]
Estas cifras siendo de julio del año pasado, nos hablan de un incremento de la inversión privada del 18% a esa fecha y se tenía la estimación que para finales de año llegaría al 21% de incremento. Estamos hablando que la inversión pública creció en el 2022 un 2% anual, el 2023 su crecimiento con respecto al año anterior es del 20.7%, un brinco cualitativamente importante. Un informe sobre la inversión en el país, del portal mexicocomovamos.mx nos dice los siguientes datos:
“*La formación bruta de capital fijo (inversión) en México cierra el segundo trimestre de 2023 (2T2023) con un crecimiento de 6.5% respecto al primer trimestre de 2023. Esta variación trimestral es producto de un incremento de 5.1% en la inversión pública y de 6.5% en la privada. *En su comparación anual, la inversión creció 20.7% respecto al mismo periodo del año anterior. Esta variación anual es producto de un incremento de 18.3% en la inversión pública y de 20.9% en la privada. *La inversión en el 2T2023 equivale al 24.9% del PIB nacional. El Semáforo económico de inversión se encuentra en verde. *La inversión privada representa 22% del PIB, desde 21% en el trimestre anterior. La inversión pública representa 2.8% del PIB, desde 2.7% en el 1T2023.”[5]
Estos datos son fundamentales para entender el desarrollo económico del país y sus contradicciones. Tanto analistas privados como el gobierno reconocen que la base del desarrollo es la inversión producto de la relocalización económica por las contradicciones del capitalismo mundial, podríamos destacar las más importantes: la guerra en Ucrania, los conflictos al alza en Medio Oriente, la guerra comercial entre los imperialismos de Estados Unidos y China, la reducción sin pausa del comercio mundial (tal como lo conocemos hasta ahora) y las consecuencias del cambio climático.
Aunque la Secretaría de Hacienda destaca la inversión del gobierno como aspecto importante, la verdad es que no juega un papel determinante en el rumbo de la economía. Como lo hemos dicho a lo largo de nuestros artículos, el gobierno ha facilitado todo para que haya una intervención libre de la burguesía en los aspectos fundamentales de la economía sin la intervención del Estado, salvo en el tema de los programas sociales. Esto lo podemos ver cuando comparamos el papel que juega la inversión privada en el PIB, que es del 22% y la pública que es del 2.8%.
Algunos analistas dicen que los próximos 25 años serán maravillosos para el país, siempre y cuando se puedan dar estímulos para la inversión, se cuente con infraestructura adecuada, desde aspectos logísticos hasta la energética, ciberseguridad a nivel mundial y otras cosas más que demanda la inversión privada.
Pero, lo que no dicen es que este crecimiento en inversión va a durar solo hasta que el crecimiento de la economía de los EEUU lo permita. Este es un pequeño detalle que les gusta omitir a la mayoría de los analistas que adulan al gobierno. Se cree que el mercado de los Estados Unidos es infinito y no tiene límites, por tanto ¡para qué preocuparse por nimiedades! Como ya lo dijimos, si hoy es bueno, mañana lo será aún más. Hay otro pequeño detalle en esto, si la gran mayoría de la inversión se está haciendo en infraestructura, mañana que esas obras se hayan realizado, esa inversión no volverá, por lo menos no con esas dimensiones.
Valdría la pena hacernos la pregunta de si ¿los comunistas estamos a favor de una economía meramente nacional y romper los vínculos con la economía internacional? Trotsky respondió a esta pregunta hace mucho tiempo, parafraseando dijo algo así: La economía nacional fue una reivindicación de la democracia burguesa, sin embargo, el desarrollo de las fuerzas productivas chocaron rápidamente con los límites nacionales y extendieron sus tentáculos por el mundo, embarcando en una dinámica general a todas las economías locales, ligándolas en una relación desigual y combinada, donde los países imperialistas explotan los recursos naturales y la mano de obra, en algunos casos precapitalistas, en favor del capital financiero. Esta teoría de la libre competencia, bandera de los liberales, fue de la mano con el desarrollo de la visión nacional, sin embargo, el resultado los rebasó. Nosotros los comunistas no pretendemos restringir nuestras actividades a un solo país, más en un mundo donde la interconexión económica es total, simplemente es utópico.
Por el contrario, nosotros creemos que la única forma de sentar las bases de una auténtica sociedad comunista es con la colaboración armónica en todos los terrenos de las diferentes naciones, las cuales no tendrían necesidad de existir. Una gran economía internacional, planificada para satisfacer las necesidades de la humanidad, respetando y preservando el medio ambiente, etc. Esto solo podrá desarrollarse cuando los trabajadores, no de un país, sino del mundo, tengan bajo su control las palancas fundamentales de la economía y que su objetivo fundamental sea, no la ganancia individual, sino el desarrollo colectivo de la humanidad.
Pero esto dista mucho de las relaciones que se pueden dar entre países capitalistas, principalmente entre las grandes potencias imperialistas y las llamadas economías emergentes o no desarrolladas, como las que hay entre Estados Unidos y México. La dinámica en que se crean las relaciones de las empresas capitalistas trasnacionales con los países donde invierten, es de tratar de extraer todos los beneficios posibles para su capital, está es la lógica más elemental del capitalismo. No les interesa ni el bienestar de la gente, ni los trastornos ecológicos, ni mucho menos ayudar a uno u otro gobierno, son rapaces y carroñeros y piden leyes a su favor, salarios bajos, pocas prestaciones, contratos a modo, concesiones de impuestos, infraestructura que el gobierno ponga a disposición para mover sus mercancías, etc. Si además, puede evadir los impuestos, lo hace.
Esta masiva inversión se reflejó en un incremento del 3.7% del sector industrial, al tercer trimestre del 2023. Los sectores que más se desarrollan nos dicen mucho hacia donde están apuntando las inversiones: “El dato es resultado del alza interanual, con base en cifras originales, de todos los rubros, encabezados por la construcción (13.7%) y la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas (3.3%). Les siguieron los avances de la minería (2.3%), y de las industrias manufactureras (1.5%).”[6]
Este desarrollo también se notó en la subida de las exportaciones las cuales se incrementaron un 2.6% con respecto al año anterior. Se dice que es el tercer año donde se rompe récord en el valor de las exportaciones. Aunque hay un crecimiento, también se nota una desaceleración en el crecimiento, pues comparando ese crecimiento, en el 2021 las exportaciones crecieron 18.6% y 16.7% en el 2022. Es cierto que en 2021 se tuvo ese crecimiento porque fue el año donde se comenzaron a incluir las industrias y actividades comerciales después de la pandemia, incluso el crecimiento del 2022 también guarda algo de relación. Lo interesante es que ahora que ya está normalizada la producción en EEUU, el crecimiento solo haya representado el 2.6%, es muy bajo[7]. Además, las exportaciones no petroleras, se han reducido. Algunos achacan esto al fortalecimiento del peso con respecto al dólar, esto puede tener algo de verdad, lo otro es que también, nunca terminó de despegar la economía norteamericana a niveles prepandemia.
Además de la inversión extranjera el país recibe ingresos en dólares por medio de la venta de exportación de petróleo. A pesar de que la producción de petróleo ha caído, la exportación tuvo un incremento del 7.5%. Vale la pena señalar que estas entradas se ven favorecidas por el conflicto que se desarrolla en Ucrania y la actual intervención del imperialismo estadounidense en la región de Medio Oriente. No es nuestro objetivo hacer un balance exhaustivo de Pemex, sólo podríamos agregar que, si el gobierno quiere seguir manteniendo estos niveles de exportación de petróleo, tendrá que solucionar los problemas de deuda de la paraestatal, la cual es gigantesca. Algunos dicen que sumando todos los activos de Pemex, esto no alcanzaría para pagar su deuda.[8]
Otro de los rubros donde la economía tuvo éxitos fue en el sector financiero y el mercado accionario. En el sector financiero fueron los bancos los que llevaron la mejor tajada, como siempre, incrementando sus ganancias en un 12.86% con respecto al 2022. Para hacerse a la idea de la cantidad de sus ganancias, se puede comparar sus ingresos 273 mil 328 millones con la asignación de presupuesto a todas las instancias represivas del estado a nivel federal (Marina, Ejército y Seguridad y Protección ciudadana) el cual fue de 252 mil 818 millones de pesos.[9] La ganancia de los bancos está por encima de ese presupuesto. Es obscena la ganancia de los banqueros en un país donde se hacen cobros que en ningún otro país hacen. Al sector accionario (especulativo) se le ubica, tan solo por detrás de Hungría y Polonia. Quienes invirtieron en dólares obtuvieron un rendimiento del 46.9%
Las remesas también han sido uno de los grandes triunfos del gobierno de AMLO, las cuales se han incrementado año tras año desde su llegada, en el 2023 rebasaron los 63 mil millones de dólares. Algunos analistas dicen que esto no es casual y que detrás de ello es un lavado de dinero masivo por parte de los carteles de la droga, esto se argumenta porque se han aumentado de forma espectacular el envío de remesas a mexicanos, en ciertos estados donde históricamente eran muy bajas.[10]
Estos datos ya nos muestran tres cosas que hemos explicado antes. La primera y más importante es que el crecimiento de la economía mexicana lo único que refleja es que la burguesía de este país y a la imperialista les va muy bien en sus negocios. No es casualidad que ahora Oxfam diga que Carlos Slim, el más rico de México y de América Latina, concentra más riqueza que los 13 ultra ricos mexicanos juntos. Si tomamos a la población común, él tiene la misma fortuna que 63.8 millones de mexicanos. [11]
La inversión extranjera directa que se está viniendo a asentar aquí esperan condiciones “ideales” para desarrollar su capital, dentro de ellas exención de impuestos, infraestructura y por supuesto, mano de obra barata que no luche por sus intereses. Esto lo que plantea es un incremento en los niveles de explotación salarial y de los recursos naturales de las diferentes regiones del país. Además, esta inversión, que ayuda a crear empleos, está determinada por la situación económica y política de los EEUU. En otras palabras, si este es el motor de crecimiento mexicano, es muy inestable.
Financiamiento del Estado para los programas sociales
Al principio del sexenio explicamos que el gobierno, tarde o temprano, comienza a tener problemas con todos los programas sociales que estaba implementando. La razón es que el gobierno no tiene una forma de financiamiento estable o que produzca riqueza. La forma en que diseñó su estrategia fue sobre tres aspectos. La primera era el combate a la corrupción. El terminar con contratos abusivos, evitar el mal manejo de los fondos, cortar subsidios a delincuentes, etc. Tuvo un impacto positivo en las finanzas del Estado, este dinero se reorientó a apoyar a los pobres.
El segundo aspecto donde el gobierno recogió dinero para los programas fue sobre la idea de la austeridad republicana. Hacer que todos los trabajadores de altos cargos en el gobierno disminuyeran sus salarios, evitar compras innecesarias, celebrar fiestas de lujos, etc. Todo esto también significó un ahorro del gasto y el cual se orientó a los programas.
La última medida fue declarar una guerra a los evasores de impuestos. En esa dinámica se implantó un régimen de terror contra los contribuyentes que debieran impuestos. Esta campaña también tuvo un impacto en las grandes trasnacionales deudoras, las cuales han comenzado a pagar cantidades brutales.
Salvo la campaña de recaudación de impuesto, la cual sigue trayendo dinero al gobierno, las demás se han ido agotando. Últimamente AMLO ha dicho que se puede hacer un esfuerzo para reducir aún más los gastos del gobierno. Hay una batalla cotidiana para la recaudación de impuestos, Hacienda ha dicho que el año 2023 se rompió el récord de recaudación tributaria, aumentando un 12.3% con respecto al año pasado.
Los economistas dicen que las finanzas del Estado están en número rojos y la única forma de avanzar es que haya una profunda reforma fiscal[12], la cual implique el adelgazamiento del Estado y de los programas sociales, esto implicaría comenzar el retorno con respecto a lo hecho por AMLO. Claudia se lo va a pensar mucho antes de asumir esta postura, pero tarde o temprano lo tendrá que hacer.
El nuevo gobierno asumirá una serie de compromisos los cuales tienen que cumplir, al mismo tiempo tiene una situación inestable a nivel internacional y, por si fuera poco, el fondo de emergencia que el gobierno puede utilizar en caso de no cumplir con sus ingresos está en un mínimo histórico.[13] La pregunta clave es la siguiente: ¿de dónde va a sacar Claudia el dinero para mantener los programas sociales?
Los analistas dicen que la única manera de mantener los gastos actuales es endeudarse. AMLO no quiso recurrir a deuda directa, aunque puso a la venta acciones y reservas para tratar de financiarse. Claudia tendrá que adquirir deuda para tratar de mantener la situación, pero no podrá pedirla por siempre. Actualmente la deuda total ronda en el 85% del PIB. La deuda del gobierno ronda el 45% del PIB. Se puede decir que son números aceptables y que se tendrá que caminar por ahí, el caso es que esto ya representa un giro en las políticas seguidas por el actual gobierno.
Vemos, que a pesar de los buenos números, la situación no va a ser nada fácil para el siguiente gobierno. Tampoco lo será para los trabajadores. A pesar de los aumentos decretados durante el sexenio y que representan un aumento real del poder adquisitivo del 60%, la precariedad laboral ha disminuido pero sigue estando por detrás del periodo prepandemia[14]. La deuda en los hogares sigue creciendo de forma alarmante, citemos algunos datos:
“En el primer caso –hogares– muestran que en el sexenio las familias mexicanas se han endeudado cada vez más. Incluso, confirman una regresiva tendencia que apareció desde 2001. ¿Cuál? Justamente, elevación del endeudamiento de las familias en relación con el PIB. ¿Cuánto? Ni más ni menos que 10 puntos porcentuales. Hoy, la relación de la deuda de los hogares mexicanos respecto al PIB es de casi 17 por ciento. En los años 2000 y 2001 era de sólo 7 por ciento…”[15]
En los próximos meses y años, la fragilidad de la economía mexicana saldrá a la luz con toda su fuerza y se reflejará en un aumento de las tensiones entre el gobierno y la juventud (en las escuelas y centros de trabajo), los cuales son los sectores más beligerantes.
La derecha y sus demonios
Es un hecho histórico general que en los países atrasados o colonizados, que se sumaron a la división internacional del trabajo bajo una lógica de “complemento” de las potencias imperialistas, y que por mucho tiempo solo fueron exportadoras de materias primas y agroindustria, fueron impedidas para desarrollar sus fuerzas productivas. La burguesía local, adoptada por el imperialismo, nunca jugó un papel mínimamente revolucionario pues le iba bien como acompañante discreto del gran capital.
Para hacerse de un capital e impulsarse y abrirse camino, siempre necesitó de la ayuda del Estado para que garantizara sus inversiones, protegiera su mercado y adecuará las condiciones de infraestructura necesaria para que pudiera desarrollarse. Para los marxistas no hay nada raro en ello, pues se sabe que el Estado es una maquinaria de opresión para justificar el dominio y desarrollo de una clase.
De la mano del Estado enfrentaron a los monopolios internacionales, recibieron financiamiento de bancos estatales y se hicieron las leyes para tratar de incrementar sus ganancias a costa de los trabajadores y campesinos pobres. Esto potenció la idea que el Estado y sus gobiernos eran suyos, que podían disponer de leyes, recursos y defensa, de manera incondicional hacia su clase. En México esto se desarrolló inmediatamente después de la revolución mexicana y duró hasta el 2018.
Cuando perdieron la elección frente a AMLO, recibieron no solo un golpe electoral sino que se resintieron porque por primera vez en muchos años, el gobierno no corresponde a sus caprichos. Implementaron una campaña de odio y racismo porque había sido un naco, un ignorante, quien había quedado en su presidencia. Rápidamente una parte de la burguesía se posicionó en contra del gobierno y comenzó una campaña “para recuperar lo que es suyo”.
Ciertamente, no puede existir un Estado al margen de las clases en pugna de la sociedad. Este es un Estado de la burguesía, que le administra y adecua las leyes para que sus negocios puedan fluir. En otros países, tanto el Estado como el gobierno asumen un rol menos proteccionista y se hace pasar por más democrático -se hace lo que la mayoría quiere a partir de quien gane en las elecciones-. Nosotros sabemos que esta falsa democracia solo es una tapadera de la dictadura del capital.
En este país, en más de una ocasión los pobres han votado por un cambio de partido y la oligarquía nacional nunca dudó en hacer fraude para mantenerse en el poder. No fue hasta que el triunfo de la izquierda fue tan gigante que no se pudo ocultar. Desde ese momento la derecha ha impulsado una serie de campañas para deshacerse del gobierno actual. No es tanto que AMLO vaya contra los ricos y oligarcas, simplemente él no es un fiel gato de los intereses de esa mafia, realiza reformas al Estado que no rompen su carácter de clase pero que no le gusta a los oligarcas y esto le vale para que no lo quiera en la presidencia.
Desde el comienzo del actual gobierno, se inició con una campaña de mentiras y desinformación en los medios de comunicación masivos; intentaron marchas y un plantón en el zócalo; los vimos asustando a miembros de la extinta Policía Federal; menos claro pero igual aprovechando siempre la confrontación entre el movimiento de mujeres e impulsando la lucha frontal contra el presidente; en los primeros años del gobierno sacaron su dinero del país para provocar una huelga de capitales, etc.
Un banquero anónimo lo dijo muy bien en una entrevista a un periódico norteamericano, parafraseando comentó: no nos gusta AMLO, pero hay que reconocerle que ha logrado una paz social útil para nuestras inversiones. Esta actitud cínica es la que pregona la burguesía y la derecha partidaria. Con una mano reciben todo lo que el gobierno les da o lo que les permite hacer. Con la otra agita un garrote y no dejan de amenazar.
El descredito del régimen de todo el periodo anterior y el triunfo de AMLO les sacudió seriamente y no se han podido recuperar. Hasta hoy van dando palos de ciegos, juntándose todos para aspirar a algo decente pero no les da resultados. Claudio X González, su impulsor, ha tratado de tejer alianzas hasta con el diablo pero sin resultados.
Su candidata es un fiel reflejo de ellos mismos: torpe, despistada, descuidada e inútil. El caso es que todos son iguales, no hay uno mejor. Su campaña a la presidencia es un circo. Lo único que les da un poco de resultados es el poder que tienen en la Suprema Corte y el Consejo de la Judicatura Federal, desde donde boicotean los proyectos de la 4T y liberan a delincuentes. El INE lo han perdido y por el momento ya no es su caballito de batalla.
Los 5 años de gobierno de AMLO le han pasado por encima al PRD y al PRI, ambos partidos están a punto de desaparecer, en casi todos los estados donde se han presentado a las elecciones han perdido y no tienen idea de cuando esto cambiará. Estos partidos siguen existiendo porque son útiles para la burguesía, para impedir un carro completo a AMLO y hacer un circo en las cámaras de representantes.
En un primer momento parecía que quien capitalizaba el vacío eran los blanquiazules, pero al final tampoco ellos han podido. Quienes sí han aprovechado algo este tiempo son los de Movimiento Ciudadano, que utilizando uno los estados donde gobiernan, se han atrincherado y tienen una base para seguir en pie, repudian al PRI más que al gobierno y esto les da cierta proyección de progres.
MC coqueteó con la idea de que Ebrard podría ser su candidato a la presidencia. Si esto hubiera pasado, no cabe duda que aunque no hubiera ganado la presidencia lo dejaría bien posicionado, sobre el cadáver de Ebrard. Esto no sucedió y fue que gobernador de Nuevo León, Samuel García, se perfiló como el candidato fuerte de MC pero la alianza del PRI-PAN–PRD lograron maniobrar para evitar su candidatura, obligando a MC a recular y poner a un candidato gris. Eso favorece a la estrategia central de la burguesía pero no los hace más fuertes.
Los partidos tradicionales de la burguesía son cartuchos quemados pero ésta no logra ni rescatarlos ni sustituirlos por una nueva fuerza. La 4T no les puede dar la estocada de muerte porque su política reformista no logrará dar solución a los problemas de la pequeña burguesía y las masas. Embrionariamente se está gestando un movimiento de ultraderecha que evolucionará. Los reformistas trataran de evitarlo moderándose y buscando la conciliación cuando la única forma de contrarrestarlo es radicalizando el programa y las medidas en líneas socialistas. Pero esto es un desarrollo con consecuencias a futuro.
Ante una elección que ven por perdida, la oposición busca apoyos con la reacción imperialista y deslegitimar lo más posible el triunfo de Morena, para que llegue más debilitada y desgastada, mientras trata de cohesionar a su base social. Pero por el momento van cuesta arriba ellos. En el mejor de los casos ganaran fuerza para la lucha de desgaste del próximo gobierno pero tampoco se descarta que ante su debilidad entren en crisis y divisiones.
Las elecciones están cantadas y los objetivos del bloque de derecha es que Morena no gane mayoría calificada, si lo logran lo asumirán como una victoria. No hay nada a la vista que haga pensar en una recuperación de la derecha. Pero la naturaleza no reconoce el vacío, y frente a un cambio de rumbo en el gobierno morenista, fruto de la crisis internacional, y se vea en la necesidad de atacar los programas sociales, la derecha retomará fuerza.
El gobierno de AMLO
Para hacer un balance serio sobre la situación política nacional y sus contradicciones debemos analizar las clases en pugna y las herramientas de lucha, en este caso el Estado de la burguesía, las organizaciones y partidos de la clase obrera y aliados políticos.
AMLO ha iniciado su carrera política en una batalla constante, desde una edad temprana cuando salía en la prensa con la cabeza rota, pasando por luchas partidarias dentro del PRD, la lucha contra el desafuero, contra el fraude, la defensa del petróleo, la formación de Morena, hasta ahora las ridículas campañas de la derecha en los medios de comunicación. Su lucha ha sido constante y ha durado poco más de 50 años.
Primero se enfrentó a los abusivos de su pueblo y se posicionó al lado de la gente pobre, después contra la derecha del PRD, contra la llamada “mafia en el poder”, contra los partidos de la derecha, contra una parte de la burguesía nacional y medios de comunicación que está controla. Siempre ha estado a la izquierda de ellos, -ya sean de cúpulas burocráticas partidistas o empresarios mafiosos-. De alguna forma, ha utilizado los golpes que ha recibido para aparecer siempre a la defensiva y ganando la simpatía de los desposeídos.
Parecía que cuando llegara a la presidencia esto ya no tendría que pasar, pues él controlaría “el poder”. Sin embargo, aprovechó la campaña sistemática de la derecha partidista, mafiosos y algunos burgueses, para aparecer nuevamente a la izquierda, pero ahora empoderada, peleando mano a mano, exponiéndolos, dándoles golpes, respondiendo mentiras, etc.
Aquí hay dos elementos a destacar, en primera, la tenacidad y trabajo que ha desarrollado AMLO a lo largo de todo este tiempo, que no solo le valió el tener una base de apoyo consolidada, sino que se fue ampliando con los años y que ahora esto se traduce en un 75% de aprobación a su gobierno, que le coreen en mítines, que le amen, etc.
El otro lado de la ecuación, negativo para los sectores revolucionarios y clasistas, es que en esos casi 50 años fue incapaz de construir una alternativa revolucionaria que se presentará por la izquierda del obradorismo y pudiera jugar un papel importante a la hora de capitalizar los zigzagueos entre las diferentes alas de la burguesía política. Ni sectas trotskistas, ni movimientos o partidos comunistas, ni maoístas (la mayoría de estos se fundieron en el llamado movimiento urbano popular), ni el zapatismo decolonial, ni los sindicatos con tradiciones de lucha.
La bancarrota ideológica de la izquierda revolucionaria en México la dibujó Revueltas, cuando hablaba de un Proletariado sin cabeza. A reserva de las diferencias que podamos tener con respecto a su análisis, esta es la situación clave en el último periodo. El factor subjetivo ha quedado marginado a una minoría de la minoría, nadando en un mar revuelto de confusiones decoloniales, de política de identidad, sectarismo y estalinismo.
Está claro que hay tradiciones de lucha tremendas, pero también es muy evidente la carencia teórica y política que existe en las mismas organizaciones que se dicen revolucionarias, de modo que muchas de las flamantes teorías posmodernas en las que se sustenta las luchas sociales actuales, como la queer, la feminista e incluso la ecologista será puesta a prueba de fuego tras sus años en reposo y preparación en las universidades. Esta es la segunda gran conclusión. Sobre estas dos vertientes trataremos de entender la situación política actual.
Las conclusiones que se puedan sacar de ello serán fundamentales. Como hemos dicho más arriba, la situación en la que llegará Claudia a la presidencia no se parecerá en nada a la que Andrés Manuel abordó, ella tampoco cuenta con esa popularidad y fuerza moral del tabasqueño y su actuar político parecerá confuso, como si no pudiera ir más allá y, por el contrario, aplicará una política contra sus mismos planteamientos. En ese momento será obvio que el programa del reformismo habrá llegado a sus límites. Ahí se abrirá una disyuntiva histórica, o se avanza al socialismo o la derecha llegará a tratar de recuperar lo perdido. Una política auténticamente comunista será la clave, no sólo para afianzar las reformas que se han dado y profundizarlas, sobre la base de la expropiación de la gran burguesía nacional y extranjera. Si esto no sucede, la derrota del reformismo allanará el camino de la derecha al gobierno, repitiendo lamentablemente la misma historia seguida tras la llamada Ola Rosa de gobiernos reformistas en América Latina.
El fenómeno AMLO, el papel del individuo en la historia
Para la sociología burguesa, la sociedad sólo se puede explicar a partir del individuo y sus relaciones sociales, es decir, para ellos, “la sociedad no posee existencia aparte de los individuos que la componen”. Le atribuyen a una idea metafísica -ya sea identidad colectiva, alma creadora, colectivismo, egoísmo a priori, etc.- el motor que mueve su actividad individual y colectiva.
Para los comunistas, son las contradicciones que se dan en lo económico y que no tienen una relación mecánica con lo político, que exacerba las contradicciones de la sociedad, causando convulsiones revolucionarias, y está, a consideración de Marx, son el verdadero motor de la historia. Es la lucha de clases y no la acción individual la que genera los grandes cambios.
La incorporación de los individuos, tanto a la sociedad como a la lucha de clases, está determinada por factores sociales, económicos, culturales, predeterminados, no escogidos a voluntad, que guían, norman y expresan las contradicciones mismas de la sociedad. En cada individuo hay una expresión, más o menos distorsionada de la realidad, sus contradicciones y anhelos.
Es aquí, cuando las características personales pueden hacer, cuando las condiciones sociales lo permiten, que características de un individuo puedan aflorar y se conviertan en un “representante general” del deseo colectivo. Ese individuo, impulsado por la masa, en su actuar, proyectará las virtudes y carencias del mismo movimiento, y se entablará una relación dialéctica donde el uno fortifica al otro haciéndose valer ambos en esta relación.
López Obrador refleja en su persona las aspiraciones de las masas de una época histórica determinada. Representa a toda una generación que fue marcada por falta de democracia, por la escandalosa actuación del Estado a favor de la burguesía (como lo dice Marx en el Manifiesto Comunista, el Estado como administradores de los intereses del gran capital), donde el país se convirtió en una máquina de hacer multimillonarios a costa del sufrimiento de las familias obreras.
También es la generación que sufrió la caída de la Unión Soviética y el proceso de bancarrota ideológica que se generó a partir de ello. Ya el estalinismo había hecho bastante en contra del marxismo y la caída de los países del llamado socialismo real terminó de afianzar un eclecticismo en toda la capa de dirigentes de organizaciones y partidos de izquierda reformista y “revolucionaria”. La conclusión más realista que sacaron fue “el socialismo es un experimento totalitario que ha fracasado, tenemos que luchar por reformar el capitalismo”.
Los llamados a “una visión realista de la lucha revolucionaria” significaron, con sus matices, jugar un papel de oposición, dentro y fuera del Estado, pero sin transgredir el sistema actual. Este ambiente e ideas se acentuó en las universidades y hubo un vuelco a reformar todos los programas de estudio donde se veía marxismo y cambiarla por materias más ad hoc a la nueva situación.
Esta es la generación a la que AMLO representa, marcada por derrotas en lo económico y político, sobre una debacle ideológica, con fuertes raíces en la lucha democrática y rechazando la idea, ipso facto, de la lucha por el socialismo. De ahí que su victoria electoral en el 2018 fuera una bocanada de aire fresco para toda esa generación, que se agarra con las dos manos, como a un clavo ardiente, ante las iniciativas y reformas del gobierno. Que lo defiendan infatigablemente contra los ataques de la derecha y se vuelven ciegos frente a otra alternativa revolucionaria, por el momento.
AMLO es la representación de su generación, de ahí su identificación y devoción hacia él, y este factor es fundamental para entender lo que ha sucedido durante su gobierno. El apoyo y apego a su figura no solo es por las reformas progresistas que ha implementado, por los aumentos salariales, por la inversión masiva a la salud o el tratar de recuperar la industria eléctrica. Todos estos factores sí juegan un papel, particularmente en las regiones más pobres del país, donde las familias reciben apoyos, fertilizantes, becas, etc. pero el factor político también es igual de importante. En momentos duros como la pandemia o la crisis que le siguió, no fueron tanto las reformas sino la figura de AMLO la que mantuvo las esperanzas y evitó movilizaciones.
Apostando todo para rescatar al capitalismo
Si recordamos un poco, la victoria del actual gobierno, en el 18, se da en un clima de tensión creciente entre las clases. La situación ardía por la lucha de las mujeres contra la violencia, la de los profesores contra la reforma educativa, precedidos por el movimiento de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa y la huelga del politécnico.
Morena y Andrés Manuel fueron quienes capitalizaron todo ese descontento que amenazaba con desbordarse. Las instituciones del Estado, por lo menos las armadas, eran cuestionadas por todo el mundo, la gente no sentía ninguna confianza en la policía, el ejército o la Marina. Los índices de aceptación eran del 24 por ciento para el ejército y 40 para la Marina.
Una vez que AMLO llegó al gobierno, comenzó, por medio de varios mecanismos, a reconstruir el Estado de la burguesía. Utilizó las finanzas del gobierno para implementar una serie de iniciativas para apoyar a los sectores más empobrecidos. Estos programas sociales hoy llegan a 25 de 30 millones de familias que hay en el país.
Estas iniciativas tenían y tienen dos sentidos. Sí, ayudan a la gente más pobre del país, pero por otro lado también tratan de aplacar el malestar social que se había creado por treinta años de políticas neoliberales. Se nos puede decir que esto es una conclusión subjetiva, que solo nosotros lo percibimos así. Podremos responder a esto fácilmente.
La diferencia entre los reformistas y los marxistas con respecto a las reformas no es si unos u otros las apoyan, los dos apoyamos las reformas, ya sean las de este gobierno o cualquier otro, siempre y cuando planteen un avance con respecto a lo que se tenía anteriormente y ayuden a mejorar los niveles de vida y de consciencia de la clase obrera. La diferencia real aparece cuando observamos el fin que persiguen ambas fuerzas con esas reformas. Para los reformistas, las reformas son un fin en sí mismo, es decir, son hechas para cumplir una demanda determinada y decir a los sectores beneficiados: “aquí tienes lo que demandas, no hace falta la movilización y la lucha en las calles, basta votar por un buen candidato. Ahora permite que sigamos haciendo nuestro trabajo, ya te cumplimos”.
A diferencia, los comunistas, luchamos por reformas porque pensamos que en ese trayecto de participación por demandas democráticas, los trabajadores, los jóvenes y las mujeres, van sacando conclusiones, -como lo decía Marx en la ideología alemana- sobre la necesidad de organizarse y luchar, además, ya en la calle, se comienzan a transformar a sí mismo, deja a un lado prejuicios y va adquiriendo conciencia de clases. Es decir, la lucha por las reformas es una escuela de organización y sacudida ideológica, que sirve de entrenamiento para las luchas de gran envergadura, la lucha por el socialismo.
Cómo podemos ver, hay un abismo de una visión a otra, los reformistas utilizan las reformas para perpetuar el capitalismo, los comunistas las utilizan para animar, organizar y preparar a la clase para derrocarlo. Por eso es que podemos asegurar que las reformas del gobierno tienen un fin dilatorio, son dardos adormecedores con los cuales se cumple una demanda, pero su consecuencia es ratificar la confianza en la democracia burguesa y la inmovilidad y organización de la clase. Por eso pensamos que han servido para salvar la situación.
Además de los programas sociales, se ha empeñado mucho en renovar la cara del Estado, utilizando su capital político para ensalzar a las instancias castrenses, presentándolas como “pueblo uniformado”, empleándolas en un sin fin de tareas civiles y dándoles un nuevo rostro ante la población. El ejército y las demás fuerzas castrenses son una de las instituciones más emblemáticas del Estado, las cuales eran odiadas en el sexenio pasado y ahora tienen niveles de aceptación de 81.7% según un informe del Senado de la República. Esto muestra claramente la forma en que el gobierno ha fortalecido la estructura estatal.
Es tal el apoyo que está dando el gobierno a los cuerpos castrenses que, cualquier movimiento social que los cuestione, es atacado por el presidente, etiquetando de enemigo y pagado por la derecha. Es así como ha tratado a los padres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa y a los integrantes que luchan por la verdad de lo que sucedió durante el periodo de la guerra sucia.
El gobierno ha dado la administración de hospitales, hoteles, aduanas, aeropuertos, trenes, carreteras, la construcción de las sedes del banco de bienestar, etc., al Ejército y la Marina. Han sido su base de apoyo para materializar sus proyectos. Ha insistido en que la Guardia Nacional quede en manos del ejército y con ello que los militares decidan el actuar de la seguridad pública del país. Con el reciente ascenso de la popularidad restaurada en las Fuerzas Armadas, el empoderamiento de la casta militar y tras las enormes manchas de sangre de los sexenios anteriores se puede vislumbrar una oscura militarización que, en el momento del choque de las fuerzas en el terreno político, puedan fungir como un poder que pueda ser el apoyo decisivo de la burguesía y sus intereses cuando vean posible la recuperación de su poder absoluto.
Por último, también ha tratado de evitar conflictos serios que manchen al Estado, y dado una batalla contra la corrupción, haciéndolo más eficiente, menos corrupto y más democrático. Al final esta es otra de las grandes aspiraciones de los reformistas, hacer gobiernos altamente eficaces que puedan gestionar mejor y esto pasa por fortalecer la institucionalidad, es decir, la figura estatal y sus reglamentaciones.
Sin lugar a equivocarnos decimos que el gobierno de AMLO ha hecho lo que no habían podido los gobiernos de la derecha, fortalecer la estructura estatal, dándole credibilidad, al tiempo que con los programas sociales y su figura de por medio han evitado conflictos de gran envergadura en la cual el Estado muestre su verdadera cara, como los guardianes de la riqueza de la gran burguesía. No es que con AMLO el Estado haya perdido su carácter de clase, sino que simplemente ha evitado la necesidad de mostrarlo nítidamente disuadiendo la lucha de clases.
Las bases de apoyo y las herramientas de construcción del gobierno
Hagamos una diferencia importante. A López Obrador le gusta decir todas las mañanas que su gobierno es de y para los pobres. Esto es más demagogia que actos concretos. El gobierno ha reforzado el control de la burocracia sobre la lucha partidaria y sindical. Ha metido a los militares hasta en la sopa.
Las fuerzas armadas han sido la base material para implementar los grandes proyectos de construcción; los encargados de dispersar programas en caso de desastres naturales, como en Guerrero después del Huracán Otis, los que atendieron hospitales COVID, los que se hacen cargo de las aduanas, administran una serie de aeropuertos, son dueños del tren Maya, etc.
No hay una época similar en que los militares tengan una preponderancia económica tan importante como esta. Si queremos rastrear una actividad similar debemos volver a las épocas de la revolución mexicana, donde generales y mandos altos y medios eran los que definían políticamente los designios del país, teniendo una participación de primer orden.
AMLO ha dicho que sin su intervención no se podrían haber implementado una serie de programas de gobierno. Además que las nuevas empresas estatales serán entregadas a los militares para evitar que estas sean privatizadas cuando su gobierno termine. Con estos argumentos y otros más hemos visto como diferentes gobiernos en Latinoamérica han entregado recursos importantes de la nación a los militares. Esta medida no es económica solamente, lo que se hace, después de las experiencias continentales de las dictaduras sangrientas, es comprar a la cúpula de ejército, hacerlos partícipes de las actividades de gobierno y sus beneficios, y así tengan una relación económica y política que les convenga a ambos.
Mientras que a los trabajadores y pobres del país, el gobierno ha dado algunas concesiones económicas para evitar su participación política bajo sus propios métodos -como las movilizaciones de masas o las huelgas-, a los militares anima a utilizar el centro protagónico de su gobierno y les da tanto poder económico como político para su fortalecimiento. El crecimiento y participación de unos va en el decrecimiento y nula intervención de los otros.
Aquí aparece la verdadera contradicción del gobierno. Aunque se dice que es de y para los pobres, la situación real es diferente, quienes tienen ese poder son los militares. Estos se mantienen firmes con el presidente pero si alguien quiere ir más allá, inmediatamente muestra su fuerza. Vemos a AMLO rescatar al General Cienfuegos de la cárcel de los EEUU, luego metiendo las manos ante la petición de la demanda de los padres de Ayotzinapa o la comisión de la verdad para esclarecer los crímenes del ejército en la guerra sucia, etc.
Lo que está claro es que quien se ha fortalecido en este periodo no han sido los trabajadores, a pesar de las reformas y recuperación del poder adquisitivo, sino la maquinaria estatal, que con una pizca de demagogia, se habla en nombre y para el pueblo, pero quién ha reforzado su autoridad y control político son las instancias de la democracia burguesa como las fuerzas armadas.
La inmensa mayoría de la población no ve esto, solo los beneficios que ha traído este gobierno, y es comprensible. Solo los marxistas, con la ayuda de la dialéctica, pueden ver debajo de la superficie. No somos impresionistas que nos dejamos arrastrar por aspectos secundarios, podemos ver los fenómenos que subyacen y hacia donde apuntan estos fenómenos.
Mientras que nosotros vemos un proceso de militarización y decimos que esto es peligroso, porque se volverá contra la clase obrera y la juventud, la inmensa mayoría ve con buenos ojos la expansión y fortalecimiento del ejército. El próximo gobierno, que seguramente será de Claudia, tendrá mejores herramientas con las cuales lidiar, un prestigio alto del ejército, un reforzamiento de la democracia burguesa, y esto le ayudará a sortear, una vez que comience su declive, pero no la salvará de sus propias contradicciones.
Morena, quien por su gusto muere, hasta la muerte le sabe
Otro de los aspectos a analizar es la evolución de Morena, porque este partido se presenta como el necesario para regenerar la vida política y moral del país, apuntalando la 4ta transformación. Desde su nacimiento ha tenido un avance vertiginoso en las elecciones, ahora mismo Morena gobierna 20 estados de la república y la Ciudad de México. Se prevé que en este año se pueda avanzar más y de las 9 gubernaturas gane al menos 7, una mayoría en la Cámara de Diputados, Senadores y la presidencia de la república.
En este ascenso meteórico está su fuerza y debilidad. La dirección del partido dice que los cambios se hacen desde las instituciones, por tanto hay que tomarlas por medio del voto, si ganar la votación implica hacer pactos con el diablo, está justificado. Se aplica bien la máxima de “el fin justifica los medios”.
Bajo esta bandera hemos visto cosas poco decorosas, por ejemplo hacer alianzas con impresentables, levantar mano a gente de dudosa honradez, hacer alianzas con líderes sindicales charros o permitir que entre gente que ha hecho su carrera política votando las propuestas de la derecha pero ahora se reivindican.
La dirección en manos de Delgado ha justificado todas esas marrullerías (con la anuencia del presidente), no sin una resistencia latente de la base del partido. Hay casos que son verdaderamente escandalosos que vale la pena mencionar: en el estado de Chiapas, Morena ha hecho alianzas y entregado su base al Partido Verde, el cual está fuertemente vinculado con el crimen organizado, parte de las candidaturas que Morena promocionará son dirigentes o familiares de asesinos y narcotraficantes.
La misma situación la tenemos en otros estados, donde la delincuencia está presionando a Morena o sus aliados, para que sus candidatos queden: Puebla, Guerrero, Michoacán, Guanajuato, SLP, Sinaloa, etc. Esto no es específico de Morena, en realidad en todos los partidos políticos hay criminales que están en activo y participan políticamente. Lo que llama la atención es la rapidez con que ha sucedido todo esto y la forma en que la dirección lo asume, prácticamente sin chistar.
Las alianzas político-electorales que ha implementado la dirección del partido no son mejores, la más escandalosa era la posibilidad de que Chedraui sea candidato de Morena en Puebla. Este tipo es un empresario y perfecto priísta que ahora toca la puerta para garantizar su victoria. De estos casos son muchísimos los que hay en todos los estados. El proceso ha ido muy rápido y no hay quien lo pare, por el contrario mucho de esto es impulsado desde las diferentes direcciones estatales y la nacional.
Podríamos dar muchos ejemplos más, pero no vale la pena. Lo que nos interesa remarcar es que el proceso de degeneración del partido es increíble en tan poco tiempo. Algunos suelen achacarlo por abandonar cualquier vínculo con la lucha social, o por su actual dirección. Estas dos premisas, sin duda son factores, pero lo más importante no se dice, -y que es la base sobre la que se levanta el régimen de alianza y su espíritu electorero-, el verdadero problema es su programa interclasista y burgués.
Como lo hemos dicho con respecto a las limitaciones del gobierno. Todos los fallos y aspectos en los cuales nosotros discrepamos de él no son fruto de buenas o malas intenciones, incluso ni siquiera si AMLO actúa de buena o mala fe, no se trata de eso, sino que, cuando tú aceptas que la única alternativa es el capitalismo -su visión reformista- entonces tú lo único que puedes hacer es mejorar su administración, pero aceptas las reglas del juego, es decir las del capital.
Lo mismo podemos decir para Morena, su “pecado original” no es tanto la dirección o su falta de vínculo con las luchas del pueblo, sino que se cree que es sobre la dinámica de la democracia burguesa -ganar elecciones- es como se puede buscar cambios graduales. Entonces, como bien lo expresó AMLO en la campaña presidencial del 2018, no importaba incorporar a Lili Téllez y demás panistas y priístas, si se lograba el objetivo de la presidencia. Esta es la línea política que hoy se sigue en su interior. Podrá seguir ganando candidaturas y le cantarán fanfarrias para festejar su fuerza, pero mientras más se integra en la dinámica de administración del Estado capitalista, sus mejores cuadros, su base obrera, se desgastará y desmoralizará. Los más leales se alejarán decepcionados, muchos otros serán los nuevos-viejos políticos sin vergüenzas que van buscándose la vida, saltando de puesto en puesto a partir del dirigente que los quiera acoger.
El llamado plan C es promover el voto y la unidad, independientemente de quien aparezca en la boleta de la alianza y ganar una mayoría calificada. Otro argumento que se utiliza para esto es el no permitir que la lista de los plurinominales de la derecha llegue. Por eso el llamado al voto masivo por Morena, no promueve la crítica ni la reflexión, sino el pragmatismo pequeño burgués electorero.
Seguramente, se ganará una buena parte de los congresos locales y federal, se ve complicado que se tenga la mayoría calificada y seguramente si llegarán algunos plurinominales de la derecha, pero Morena y sus aliados tendrán una buena mayoría. La pregunta fundamental es saber ¿Cuál va a ser el costo político que va a pagar la base de Morena por ello?
La 4T no tendrá un resultado de la magnitud de 2018. En la segunda fase del gobierno de AMLO, éste ya no es capaz de aprobar reformas constitucionales y seguramente la oposición en el parlamento buscará evitar que el gobierno de Sheinbaum realice cambios legales profundos. La 4T, en su lógica cretinista parlamentaria, se verá limitado con una mayoría simple que le permita aplicar leyes pero no cambios constitucionales. El poder judicial defensora implacable de la gran burguesía y el Estado, incluso con la incorporación como magistrada de Lenia Batres, cercana al proyecto obradorista, seguirá siendo un espacio de boicot contra la 4T. Sheinbaum tampoco se apoyará en el movimiento de masas para romper la resistencia de la derecha y aunque tenga un apoyo de masas mucho mayor, al atarse a las estructuras del Estado burgués, no hará valer su fuerza.
Dentro de la 4T hay disidencias organizadas, algunas a nivel nacional, como la que organiza Ackerman o la otra que se llama Encuentro de las izquierdas. Ambas mantienen una actitud crítica hacia la dirección de Morena, pero no hacia el gobierno, sin embargo, ninguna está en posición de marcar una diferencia de rumbo interno. Si por lo menos fueran consecuentes y lanzaran una lucha a fondo, conseguirán atraer a la parte más sana del partido, pero hasta para eso les falta coraje.
Como corolario diremos una cosa más, ahora que se están escogiendo a los candidatos, nuevamente se reactiva una disidencia partidaria, esto es positivo, es muestra que aún hay cierta insistencia de las bases, el problema es que, por la forma vertical del partido, solo hay dos opciones para estos disidentes, o aceptas lo que se dice o te vas.
Esto se ve muy claro con respecto a la fracción de derecha marcelista. Marcelo y compañía pensaron que como segunda fuerza en las internas para escoger candidato presidencial, estarían en la posibilidad de chantajear al partido. Seguramente se negociaron algunos cargos para la gente de Ebrard, pero eso no es lo significativo, lo interesante fue lo que dijo AMLO: la que decide y toma las designaciones ya es Sheinbaum. Lo que hay aquí es una declaración explícita de la vida interna del partido. Una vez que el candidato está afianzado, decide la vida interna, no solo del gobierno, sino del partido.
Esto es relevante por muchas cosas, pero sobre todo por una. Existe el llamado Instituto Nacional de Formación Política que es el encargado de crear una ideología, nuevos cuadros, un pensamiento racional y democrático. Pero en la práctica lo que predomina es la antidemocracia y la imposición. Así, con las mejores intenciones bajo el brazo, y con gente muy voluntariosa y confundida en su interior, todo su esfuerzo queda reducido a nada.
El instituto está agrupando una buena cantidad de gente la cual lee y se trata de organizar para llevar adelante la formación. Seguramente si las contradicciones siguen su curso, será una voz crítica. Pero la desgracia es que están imbuidos en teorías posmodernas, decoloniales y demás, las cuales los paralizará en el momento decisivo.
Sobre la violencia
El último periodo de este gobierno está siendo sacudido por acontecimientos brutales. En Chiapas, la frontera sur de México, territorio candente por el flujo constante de la migración latina y el dominio de grupos paramilitares, ha sido escenario de un ascenso de los conflictos entre grupos del narcotráfico, los del cártel de Sinaloa están peleando contra los de Jalisco llevándose de por medio a comunidades enteras. Les interesa no solo el trasiego de drogas y personas, también se disputan una zona altamente cotizada por los minerales que se pueden extraer del subsuelo.
Es interesante la evolución que han tomado los grupos del narco. Primero se dedicaban al trasiego de drogas, después fueron productores, ampliaron su mercado de mariguana a otro tipo de estupefacientes. Después se interesaron en los migrantes, empresas de carne, cobro de cuotas a pequeños negocios, aguacate, minería, productos agroindustriales, ganaderos, organizadores de carreras de caballos, etc., en muchos casos ahora aparecen como empresarios.
Con esto se ha tenido que lidiar, pero de mala manera. La estrategia del gobierno, que en un primer momento, era ganarles la lucha cortándoles los recursos y sin confrontación directa. El imperialismo de los EEUU les amenazó diciendo que si no endurecían esta política cobrarían impuesto a las exportaciones y declararía a los cárteles de la droga grupos terroristas. Después de esto comenzarían a desplegar a la guardia nacional a diferentes estados, con cuarteles y todo se fueron instalando, pensando que su sola presencia disuadiría la actividad delictiva -en los únicos lugares donde actuaba la GN era en la frontera para frenar el flujo de migrantes-. Se comenzaron a intensificar los combates entre el gobierno y grupos armados arrojando cifras históricas de desmantelamiento de laboratorios y tráfico de drogas, poniendo un énfasis en la lucha contra el fentanilo.
Pero se acabó la lucha contra el dinero sucio, ya no se supo más de acciones que emprendiera el gobierno para atacarlos por ese flanco. Menos aún con la diversificación de las actividades del narcotráfico. Quienes saben de este dinero son las instituciones bancarias las cuales juegan el papel de blanqueador, pero no les interesa denunciar porque al final son grandes sumas de capital que ellos pueden jinetear y sacar ganancia de ello.
Este problema es uno de los más complejos a resolver y el trato que le ha dado la 4T es totalmente insuficiente. Fortalecer el brazo armado del Estado no ha resuelto absolutamente nada en los últimos 5 años. Por el contrario, todo se hace más caótico.
Hay ejemplos de cómo resolverlo. Las asambleas generales por comunidades eligiendo su policía comunitaria, que toda la sociedad esté alerta para declararle la guerra al crimen, erradicando el tráfico local, presionando para que los delincuentes se vayan de la comunidad o se reivindiquen, etc. Pero esto está muy lejos de lo que aspiran los reformistas porque es empoderar al pueblo armado en defensa de sus intereses. Aquí vemos nuevamente y con gran claridad las limitaciones del reformismo.
Cambio de conciencia
A pesar del dominio aplastante que ejerce el reformismo dentro de la izquierda, hay un nuevo ambiente entre una capa de jóvenes. No son solo estudiantes, una nueva generación de chicos y chicas están entrando a los centros de trabajo. Es increíble ver la renovación que se está dando prácticamente en todos los rincones del país. Esto es fruto de tres aspectos. Por un lado, la pandemia jugó un papel de catalizador para que gente mayor dejara sus trabajos, ya sea por despido, jubilación o muerte. Por duro que sea aceptar esto, es muy claro ver cómo muchos de nuestros viejos ya no volvieron al trabajo después de la pandemia. Desafortunadamente no hay cifras sobre esto, pero se puede percibir en hospitales, centros de trabajo, escuelas, etc. La juventud dio un paso al frente por necesidad y ahora es mayoría en casi todos lados.
Otros aspectos que han ayudado a este proceso de renovación es el miedo a otra modificación al régimen de pensiones y perder la ley 73 que permitía una jubilación más decente que la actual. Como un extra también está la cantidad asignada por el gobierno para adultos mayores la cual se ha incrementado hasta llegar a los 6 mil pesos bimensuales.
Esta renovación de la mano de obra ha dado un nuevo impulso en la organización y la lucha a lo interno de los sindicatos. No es solo el hecho de que haya más jóvenes, sino que hay un cuestionamiento sobre la necesidad de la democracia sindical -impulsado desde el gobierno con la reforma laboral del 2019-, y por el derecho a los contratos colectivos.
No podemos decir que experimentamos una ola de luchas laborales, como se ha visto en otros países, pero es incuestionable que hay un ascenso de la lucha obrera en nuestro país, los datos nos dicen que el número de huelgas ha crecido, podemos recordar la de las maquilas en Matamoros, en el sector automotriz, etc. En ellas se han implicado desde trabajadores maquiladores, universitarios, de la industria automotriz, algunas organizaciones, instancias de gobierno, etc.
Esto, a pesar de que el gobierno ha votado una serie de reformas progresistas que favorecen a la clase obrera en términos económicos, por ejemplo, el aumento de los días de vacaciones, pasando de 6 a 12 días como comienzo, la regulación del trabajo en casa, el aumento de las enfermedades por las cuales se puede incapacitar además de los aumentos al salario mínimo anual, la cual suma un aumento del 60% al poder adquisitivo de forma real.
No queremos decir que estas reformas tenían la intención de que las luchas no estallaran, lo que queremos resaltar es que, a pesar de que ha habido una serie de reformas, estas no han detenido huelgas importantes, como la de las maquiladoras en Matamoros en 2019, la huelga más larga de la historia del SITUAM en 2019, la del sector automovilístico en Salamanca Guanajuato y ahora la Audi en Puebla. En este caso las reformas han ayudado a que los trabajadores se envalentonen y den un paso al frente en las reivindicaciones fundamentales como lo puede ser la democracia sindical.
La presentación de iniciativas a favor de los trabajadores es interesante y nosotros la apoyamos, demandas como la reducción de la jornada laboral a las 40 horas y el aumento del pago de los días de aguinaldo son muy importantes pero están congeladas en las comisiones legislativas, en muchas ocasiones por los mismos diputados o senadores de Morena. Las iniciativas que ha mandado AMLO el 5 de febrero, como reformas constitucionales, son importantes, principalmente la que tiene que ver con el régimen de jubilaciones y pensiones que plantea la posibilidad de que los trabajadores puedan retirarse con el 100% de su salario establecido que equivale a $16677 y que la edad de jubilación baje de 68 a 65. Así como la que plantea que el salario mínimo nunca debe de crecer por debajo de la inflación.
El problema, y no es solamente del gobierno, sino sobre todo de la dirección de la clase obrera y sus organizaciones, es que no existe un movimiento fuerte, un sindicato u organización que esté movilizado a la clase obrera en su conjunto para luchar en las calles por estas iniciativas. Está es la gran tragedia de la clase obrera en este periodo, como lo decía José Revueltas, es un proletariado sin cabeza, y sin ella difícilmente se puede disputar la dirección y la lucha del movimiento.
El desarrollo de los futuros acontecimientos seguramente va a dar la posibilidad de crear esa incipiente dirección. Conforme la crisis económica en EE UU arrecie y las empresas, nuevas y viejas, comiencen a sentir la disminución de su demanda, y los dueños comiencen a quitar prestaciones, o cerrar puestos de trabajo, esta nueva capa de activistas que se ha organizado por democracia sindical, o ha participado en actividades a favor del gobierno, tomara la iniciativa y le llevará a un enfrentamiento con la patronal.
A mediano plazo veremos una lucha tremenda en las empresas en defensa de sus derechos y estos someterá a prueba al gobierno de Claudia, la cual tendrá que tomar una posición clara con respecto a la lucha, mucho nos tememos que se posicione a favor de la patronal.
Para cuando estas luchas comiencen, nuestra organización debería de tener un pie en una o dos empresas importantes, con algún trabajo desarrollado para poder intervenir. Reconocemos que hay un pequeño comienzo de organización y lucha en las empresas, que quienes están al frente en su mayoría es gente joven que está sacando conclusiones y ve la necesidad de la organización sindical, algunos de ellos sacaran conclusiones de la necesidad de la organización política, a esos compañeros tenemos que llegar.
La tarea de la organización ahora es comenzar a organizar nuestras fuerzas e ir planificando un trabajo que nos permita entrar en contacto con ese sector e ir ganando de uno a uno a los trabajadores. Y la forma de ganarles es la misma que utilizamos en las escuelas, plantearles claramente la necesidad del comunismo, de una militancia política. Seguramente que muchos trabajadores no querrán entrar, pero no nos inquieta porque nuestra intención no es encontrar a 100, sino a uno y con él comenzar un trabajo. Esto lo tenemos que desarrollar en paralelo a la actividad estudiantil, con las fuerzas que tengamos, pero de forma sistemática y perseverante.
El punto de ataque, la juventud en las escuelas
Hemos hablado, nuestra internacional ha escrito sobre ese proceso de radicalización que se está llevando adelante en una capa de la juventud. Las razones ya las hemos explicado anteriormente, son aspectos tanto coyunturales como generales. A grandes rasgos podemos decir que la pandemia dejó al descubierto ante los ojos de millones el cinismo y grados de explotación del sistema capitalista, de la burguesía y la actitud de los gobiernos para defenderla. Aceleró una toma de conciencia que venía avanzando desde la crisis del 2008, cuando la burguesía en ese momento pidió sacrificios para un futuro mejor, y lo único que tuvo la juventud desde ese momento a la fecha es miseria, guerras, una brutal alienación y degradación de la naturaleza del planeta, violencia a todos los niveles, trabajo precario, mala educación, etc.
Como consecuencia de esta crisis profunda hay un descrédito de las instituciones del Estado, una rabia profunda contra lo establecido, una falta de confianza en el futuro y ahora unas ganas de comenzar un proceso de organización y lucha. Este proceso aún no es masivo en nuestro país, pero la capa se irá ampliando conforme la situación empeore.
Los reformistas que tuvieron relevancia en diferentes países en este periodo (Berni Sanders, Jeremy Corbyn, Podemos, Siryza, Francia Insumisa, PSUV en Venezuela, PT de Brasil, Justicialismo en Argentina, etc.) fueron puestos a prueba y han demostrado su bancarrota ante los ojos de esa juventud.
Todo esto ha creado condiciones muy específicas que están provocando una ola de radicalización en los países. Como hemos dicho también, en México el proceso va a otro ritmo, aún hay confianza en el reformismo, pero ese sector radical, esa pequeña cresta ya la hay aquí también y la estamos comenzando a encontrar. En cuanto las contradicciones en el siguiente gobierno se agudicen, esta capa crecerá y veremos interesantes procesos que podemos capitalizar si estamos preparados, pero el trabajo fundamental ha comenzado ahora.
Este proceso de radicalización es una continuación del periodo 2012-2018, cuando los jóvenes tomaron las calles y, por diferentes motivos, se enfrentaron al gobierno de Peña Nieto. En aquellos momentos salieron a las calles las universidades públicas y privadas de manera casi espontánea, sacudiendo de arriba abajo, no solo la política nacional, sino a las mismas organizaciones estudiantiles tradicionales. El #yosoy132 inició un nuevo periodo de luchas que sentó tradiciones importantes en el movimiento estudiantil, lanzó a una nueva generación a la lucha política y, así como algunos de sus dirigentes terminaron en Morena o cooptados por los medios de comunicación, otra parte de ese movimiento se mantuvo interviniendo en las luchas futuras: la irrupción masiva de las movilizaciones de las mujeres, la huelga del politécnico, la lucha contra el porrismo en la universidad y la lucha contra la reforma educativa.
Estos jóvenes sacudieron la forma “tradicional” del movimiento estudiantil, cuestionando a las organizaciones existentes e impulsado “nuevos” métodos de organización y lucha que fueron dominando la escena en las escuelas. Estos nuevos métodos eran anarquistas, donde la organización de células de encapuchados o encapuchadas “sustituye” la asamblea de masas. Donde la acción directa sustituye a la colectiva y donde bastaba que un colectivo decidiera lo que se tenía que hacer y tomara acciones sin importar la intervención de la comunidad estudiantil.
Esto nunca se afianzó en el politécnico, allí siguieron las tradiciones anteriores, pero lo que sí vimos fue el nacimiento de muchas organizaciones estudiantiles durante y después de la huelga del 2014, las cuales disputaban la hegemonía política en el territorio. Muchas de estas terminaron escindiéndose y desapareciendo, solo quedando su sombra en la actualidad. Demostrando que el espontaneísmo siempre es pasajero.
Otra historia se vivió en la UNAM. Salvo en el periodo de la lucha por Ayotzinapa y en contra de los porros, cuando la participación de la comunidad fue masiva. Fuera de ello, y no podría ser de otra manera, se fortalecieron los grupos anarquistas y feministas dentro de las escuelas, dominando la escena.
Ya durante este gobierno, los grupos anarquistas disminuyeron su actividad, restringiendo su actuar a provocaciones en manifestaciones y la toma de algunas escuelas por vía de acción directa. Además, por la pandemia y el cierre de escuelas, poco se les pudo ver.
El único sector que se mantuvo activo y beligerante, antes y los primeros meses de la pandemia fue el de mujeres, las cuales no cesaron su lucha, principalmente impulsada por colectivas muy radicalizadas las cuales realizaban acciones y eran cobijadas por el movimiento general de lucha. El COVID, pero principalmente sus métodos de lucha -sectarismo, intriga, autoritarismo, filtraciones, etc.- las llevó al aislamiento y desgaste.
Durante el cierre por la COVID 19 se produjo una pausa en las movilizaciones en general y el de los estudiantiles en particular. Pero las contradicciones crecieron fuertemente, convirtiéndose en una bomba de tiempo a punto de estallar. Los jóvenes fueron los que pagaron la factura en las casas llenas de miseria, violencia y falta de recursos digitales. Hubo una deserción masiva de 8 millones de jóvenes que no pudieron seguir estudiando por las causas mencionadas.
Los índices de violencia intrafamiliar y a la mujer se dispararon de manera alarmante, muchos jóvenes tuvieron que salir a arriesgar la vida para conseguir trabajo porque a sus madres los habían echado. En general podemos decir que esta generación fue marcada por la brutalidad de lo que significó el encierro.
En su momento dijimos que una vez que se abrieran las escuelas, centros aglutinadores de la juventud, sería cuestión de tiempo que estallaran luchas, y así pasó. En algunas facultades de la UNAM, en escuelas del poli y la UAM hubo paros, las causas eran muy variadas pero al mismo tiempo, todas reflejaban algo, el hartazgo acumulado por todas las contradicciones del capitalismo.
Esto no paró el año pasado, aunque fueron otras universidades las que salieron y otros estados, vimos el mismo proceso, un accidente provocando respuestas masivas de los estudiantes por ejemplo en Guanajuato contra la tecnificación de la educación, en Veracruz por más presupuesto, en Saltillo contra la corrupción, en Hidalgo, contra el maltrato de las autoridades, etc.
Hay una capa, delgada aún, que está sacando conclusiones correctas: el problema no son las escuelas, el problema es el capitalismo. Esta es la gente que nos comienza a contactar y a la que tenemos que ganar a toda costa lo antes posible.
Seguramente en el próximo periodo habrá luchas en las escuelas. Como lo hemos dicho antes, el capitalismo no puede ofrecer nada estable y duradero a la juventud, por el contrario, los índices de violencia y descomposición comienzan nuevamente a levantar cabeza. Es cierto que en los índices del gobierno tanto las desapariciones de mujeres y en general han disminuido, pero el estado de descomposición se mantiene y se profundiza.
El tema de la descomposición no es un problema que se pueda arreglar con más soldados y Guardia Nacional. Tú puedes tener más cuarteles, soldados y armas, pero no puedes tener a estos en un barrio o una colonia todo el tiempo. Con lo que tienes que terminar es con el origen, pero el origen es el sistema capitalista. ¿Cómo pedir que el capitalismo se aniquile a sí mismo?
La Juventud seguirá saliendo a las calles y entrará en dilemas importantes donde podemos aportar algo de luz, por ejemplo en el terreno de la lucha de la mujer. Ahí se desarrollará un debate interesante pues ahora la presidencia quedará en manos de una mujer, es posible que muchas gobernaciones también. El movimiento feminista se dividirá en tres bloques, las que apoyen, por encima de todo al reformismo, las que se opongan al gobierno bajo la ideología anarquista y otra parte que buscará explicaciones a esto. Ahí tendremos que intervenir.
En fin, nuestra tarea más urgente es ganar a la nueva capa de cámaradas dispuestos a construir la organización de forma entusiasta y sería, ayudarles a convertirse en cuadros y seguir avanzando en el crecimiento. El crecimiento es la tarea más importante que tiene la organización, vamos corriendo contra el tiempo para cuando los acontecimientos estallen, estar preparados.
La lucha por el medio ambiente
Un tema que no hemos desarrollado mucho pero que debemos abordarlo de forma urgente es el cambio climático y la lucha por el medio ambiente. Pareciera que a México no le afecta todo el desajuste y saqueo mundial, pero esta es una idea muy equivocada.
Para que nos demos una idea de lo que estamos hablando podemos dar algunos datos. En este año el sembradío de maíz cayó un 40% por la falta de lluvias[16]. No es todo, científicos han hecho estimaciones sobre cómo el cambio climático afecta la siembra en lugares como Chiapas o Mazatlán, los campesinos dicen que los ciclos han cambiado y esto ha trastornado la siembra de todos los productos.[17] Las conclusiones dan miedo.
Otro acontecimiento más, que por su contundencia nos puede mostrar hacia dónde se dirige el mundo es el huracán Otis el cual azotó la costa de Guerrero, devastó la zona hotelera y las regiones aledañas donde viven pescadores y familias pobres de la costa. El impacto fue brutal pues entró en categoría 4, una de las más devastadoras, y se formó en apenas unas horas. Esto también es fruto directo del cambio climático.
Pongamos el último ejemplo. En los últimos días se ha anunciado un desabasto de agua masivo en el Estado de México y la Ciudad. Se dice que las reservas del Cutzamala apenas tienen agua para los últimos 130 días siguientes. Puede ser que esta última cifra sea falsa, pero todo indica que la falta de lluvias ha afectado tan profundamente la recaudación de agua que el río está en su índice más bajo de toda la historia. No es la primera ciudad donde hay escasez, podemos recordar las tonterías que hacía el gobernador de Nuevo León para que lloviera en medio de una de las crisis hidráulicas más fuertes de su historia.
Las recomendaciones del gobierno es que el agua debe cuidarse más, pero sabemos que ahí no reside esencialmente el problema (esto no quita que si se debe cuidar). En ciudades como la capital del país la construcción de departamentos de lujo para la renta (Airbnb y demás plataformas de turismo) es tan escandalosa que es imposible esconderla.
Dentro del capitalismo el medio ambiente se ve como una mercancía más, quien más tiene puede pagar el agua, lugares cómodos para vivir, con áreas verdes, campos de golf donde nunca falta agua, gimnasio donde hay agua en albercas, regaderas, vapor sin ningún tipo de límites. Los que sufren de agua son los que no tienen para comprar una pipa o agua embotellada. Con estos ejemplos, se puede vislumbrar cómo la naturaleza es forzada a entrar en la lógica del capital, que pasa a ser vista como un simple activo del cual los monopolistas, rentistas y terratenientes puedan extraer beneficios si eso significa entrar en conflicto con sus compañeros industriales. La vida y sus procesos son transformados en simples monedas.
También es importante señalar, que precisamente al ser el medio ambiente una mercancía, las soluciones que el capitalismo nos ofrece están bajo la misma lógica. Últimamente en México se ha estado impulsando la idea de que las energías renovables serán nuestra salvación ante la crisis climática. Se nos repite constantemente que lo mejor sería optar por generar energía mediante parques solares y/o eólicos, así como transicionar de automóviles de combustión interna a eléctricos para disminuir las emisiones de carbono. Suena bien, el problema con esto es que no solo no es suficiente, sino que omite por completo que transformar toda esta industria a nivel internacional implica un enorme costo ambiental que se esconde detrás de la fabricación de celdas fotovoltaicas y componentes de este tipo de vehículos los cuales necesitan de la explotación indiscriminada de materias primas, donde obligatoriamente se requiere de minas para su obtención y, por ende, destruir la naturaleza.
No negamos que el sector petrolero es el principal emisor de CO2 a nivel mundial y se tiene que hacer algo al respecto, pero no se combate un problema ambiental generando otros. Además, después de la industria del petróleo, las industrias del acero, el cemento e incluso la agricultura son los sectores que más contaminan y claro está que no podemos prescindir de ellos. Pero el problema no son las industrias en sí, sino el capitalismo y su anarquía productiva de mercancías, pues la sobreproducción lleva a que estas no encuentren un mercado para ser vendidas, pasando a ser desechadas o destruidas sin reparo. Su fabricación genera un impacto ambiental innecesario para la mayoría de la humanidad, pues son los intereses de la clase dominante los que definen el carácter de la producción. Es decir, producimos más de lo que necesitamos en beneficio de una clase minoritaria y en detrimento de la vida de la mayoría. La manera de revertir esto no será consumiendo productos “verdes” o produciendo energía aparentemente más amigable con el medioambiente, sino teniendo un control sobre las palancas fundamentales de la economía para que se produzca solamente lo que la población necesite, por lo que la supervivencia de nuestra especie depende de una planificación de la producción la cual sólo puede implementarse bajo el modo de producción socialista.
Si no ponemos un alto, sembraremos el camino a la muerte. El medio ambiente pide un respiro y la única posibilidad de darlo es por medio de una economía planificada que priorice el cuidado del mundo, por encima del interés de unos cuantos y que se enfoque en el desarrollo económico (entendido como la satisfacción de las necesidades de la clase trabajadora) y respetando a su vez la relación metabólica con la naturaleza.
Desde finales del siglo pasado, las grandes naciones capitalistas han hecho congresos para atender el problema del medio ambiente. Varios proyectos políticos-económicos han salido de dichas discusiones, con nulos resultados. La apuesta más reciente son los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), los cuales apuestan por el combate al cambio climático y la erradicación de la pobreza. Sin embargo, por la vía del reformismo capitalista la idea de un desarrollo sostenible es inviable. Atender estos problemas estructurales sin derrocar el modo de producción capitalista es equivalente a cortar una mala hierba sin quitar la raíz. Solo una revolución socialista puede asegurar esta salida.
En México se entregaron millones de hectáreas al capital privado para saquear recursos naturales, esas empresas, la mayoría minera utiliza millones y millones de litros de agua; las empresas cerveceras están en la misma situación, las constructoras, los grandes parques comerciales, los centros ecoturísticos, etc. En estos lugares se prioriza que nunca falte nada, pero van destruyendo todo sin ningún tipo de consideración, más que el dinero.
El poner un alto a la devastación del medio ambiente implica una actividad contundente a nivel internacional, porque no puedes parar la contaminación y el saqueo de los recursos en un solo país ya que la lógica del capital ya creó una interconectividad entre las naciones cuya finalidad es la externalización de los daños hacia países pobres oprimidos por los imperialistas. La lucha tiene que ser internacional y contra el capitalismo, solo así daremos posibilidades reales del cuidado del ambiente y de desarrollo al mismo tiempo.
La alternativa comunista
Todo lo antes planteado nos lleva a una cuestión, no hay una alternativa real a los problemas fundamentales dentro del capitalismo. Las reformas que ha hecho el gobierno de AMLO no han resuelto los problemas fundamentales, pero incluso esas reformas se intentan derogar una vez que la crisis del capital se precipite. Y no será la derecha quien comience ese trabajo de torpedear los pequeños avances que se han conseguido, sino los mismos morenistas, ya sea desde la presidencia o desde las camaradas, que iniciarán las contrarreformas.
Como lo dijimos anteriormente, incluso ahora los analistas más serios hablan de una imposibilidad de seguir manteniendo los programas sociales porque las finanzas del Estado están en cero. Ellos recomiendan una reforma fiscal, es decir despidos en los sectores de gobierno o eliminación de proyectos y programas sociales. Si esto no se hace, el gobierno tendrá que contratar deuda y a partir de ello se financiará. Pero como todos sabemos, las deudas se pagan y eso será un punto de choque para las medidas progresistas.
Hay otros problemas que no se han resuelto e incluso se están agravando. La situación de la descomposición social y la violencia está tomando dimensiones muy serias. Los desplazamientos por la incursión del narco en Guerrero y Chiapas, las desapariciones y feminicidios, todo esto no se ha resuelto y ni se puede resolver con medidas tibias.
La línea que se seguirá es de continuación, darle más poder a los militares y que ellos sean la punta de lanza en esta lucha. Su presencia reforzará el proceso de militarización. Por ese medio no hay salida. Se necesita el armamento del pueblo, organizado en asambleas y donde la intervención de la comunidad sea decisiva expulsando a los narcos de las regiones. Esto no se puede admitir porque implica violar el exclusivo derecho de la violencia del Estado.
El tema del medio ambiente es otro tema clave que no se puede solucionar dentro del capitalismo. Un cambio en este terreno no se puede contemplar más que en la dinámica de la revolución mundial. Aquí no hay salidas nacionales. La implicación en esta lucha es determinante para la humanidad y así la deberíamos de asumir. Propuestas como la de una transición a tecnologías verdes o la del establecimiento de un keynesianismo medioambiental es un sueño utópico que no toca con la esencia misma del capitalismo, la del crecimiento infinito.
Hay una amplia experiencia de cómo los gobiernos reformistas actúan frente a las crisis económicas, podemos y debemos mirar las experiencias de la llamada “primera ola progresista en América Latina”. El gobierno de Claudia no será de continuidad, como piensa ella, y no será por falta de ganas, sino por las presiones que se generarán una vez que el imperialismo estadounidense comience a crujir.
No hay una salida viable para ninguno de los problemas de la clase obrera, la juventud y las mujeres dentro del capitalismo. Cada vez están sacando esta conclusión están buscando un lugar para luchar. Nuestra organización debe ser ese sitio donde se organicen y luchen, bajo las ideas del marxismo, por una sociedad mejor.
Debemos encontrar a toda prisa a todos los camaradas que quieran luchar, organizarlos y darles una perspectiva correcta para avanzar en la construcción del partido revolucionario. Hoy más que nunca la necesidad de un Partido Comunista Revolucionario, que adopte las mejores tradiciones teóricas internacionales y las experiencias de lucha de nuestra clase, es un factor fundamental. En nuestras manos está sentar las bases para crear ese partido y luchar por una sociedad comunista.
07-02-2024
[1] https://www.coneval.org.mx/Medicion/Paginas/PobrezaInicio.aspx
[2] https://www.forbes.com.mx/la-economia-mexicana-en-2023-mas-alla-de-la-suerte/
[3] https://www.forbes.com.mx/mexico-crea-173257-empleos-formales-en-octubre-y-marca-nuevo-record/
[4]https://www.forbes.com.mx/economia-crecera-mas-de-3-en-2023-gracias-a-las-obras-de-amlo-y-al-nearshoring-hacienda/#:~:text=La%20Secretar%C3%ADa%20de%20Hacienda%20y,industriales%20y%20bodegas%20para%20las
[5]https://mexicocomovamos.mx/publicaciones/2023/09/semaforo-economico-de-inversion-repunta-y-se-pinta-de-verde-en-el-2t2023/
[6]https://www.forbes.com.mx/produccion-industrial-de-mexico-crece-un-3-7-en-los-primeros-tres-trimestres-de-2023-inegi/
[7]https://www.jornada.com.mx/2024/01/27/economia/016n1eco#:~:text=Las%20exportaciones%20de%20M%C3%A9xico%20sumaron,Estad%C3%ADstica%20y%20Geograf%C3%ADa%20(Inegi).
[8]https://www.jornada.com.mx/2024/02/04/economia/017a1eco#:~:text=La%20Jornada%3A%20La%20marcha%20de%20la%20econom%C3%ADa%20mexicana%3A%20la%20s%C3%A9ptima&text=l%20dato%20oficial%20de%20la,de%2017.763%20pesos%20por%20d%C3%B3lar.
[9]https://www.jornada.com.mx/2024/01/29/economia/022n1eco#:~:text=El%20sector%20de%20la%20banca,(Socaps)%2C%20entre%20otras%2C
[10]https://www.infobae.com/mexico/2024/02/05/el-narco-esta-detras-del-historico-envio-de-remesas-a-mexico-durante-el-gobierno-de-amlo/
[11] https://www.jornada.com.mx/2024/01/27/opinion/010a1pol
[12] https://expansion.mx/economia/2024/03/13/reforma-fiscal-mexico-nuevo-gobierno
[13]https://www.forbes.com.mx/la-4t-gasto-378-mil-555-mdp-del-fondo-creado-para-emergencias-presupuestales/
[14]https://www.coneval.org.mx/Medicion/Paginas/ITLP-IS_pobreza_laboral.aspx#:~:text=Desde%20el%20tercer%20trimestre%20de,cuando%20disminuy%C3%B3%203.2%20puntos%20porcentuales.
[15] https://www.jornada.com.mx/2024/01/21/economia/018a1eco
[16]https://elpais.com/mexico/2023-12-28/la-produccion-de-maiz-en-mexico-cae-un-40-en-2023.html
[17]https://www.jornada.com.mx/2023/08/04/politica/002n1pol#:~:text=La%20Jornada%3A%20Latente%2C%20colapso%20alimentario,impacto%20en%20todo%20el%20pa%C3%ADs&text=M%C3%A9xico%2C%20el%20d%C3%A9cimo%20mayor%20proveedor,hist%C3%B3ricamente%20abandonada%20social%20y%20econ%C3%B3micamente.