Este próximo 1° de octubre Claudia Sheinbaum toma posesión de la presidencia de los Estados Unidos Mexicanos, este acto causa gran expectativa en diferentes sectores: a un sector de las feministas, por ser la primera mujer en el puesto de más alto poder del país; a los reformistas, porque esperan la continuidad de la 4T; a los empresarios, porque quieren seguir duplicando sus ganancias también en este sexenio y también a un amplio sector de trabajadores que quieren materializar mejoras para sus vidas. Sin embargo, analizando su programa político o la elección de su gabinete podemos llegar a algunas conclusiones sobre el gobierno de Claudia.
Su plan de gobierno se encuentra concentrado en los “100 pasos para La Transformación”[1], donde aborda temas como la economía moral, el desarrollo con bienestar, derechos sociales, derechos de las mujeres, soberanía energética y alimentaria, medio ambiente, seguridad, política exterior, entre otras. En este artículo nos daremos a la tarea de analizar 3 de ellas.
Economía Moral
Este fue el nombre que le dio el primer gobierno de la 4T a su política de austeridad republicana que buscaba tener finanzas públicas sanas y buenos indicadores macroeconómicos con la finalidad de reducir la pobreza, sostener los programas sociales y fomentar la economía social a partir de la disciplina financiera y fiscal y de hacer más eficiente la administración pública. Esta es la misma línea que seguirá Sheinbaum: no incrementar los impuestos, mantener el buen equilibrio fiscal y mantener una disciplina financiera eficaz, de hecho el primer nombramiento de su gabinete se lo dio a Rogelio Ramírez de la O para que continúe en su cargo en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Algo nuevo que aparece es “los que ganen más paguen más”.
Sin embargo, esta línea de acción ya asumida por AMLO se ha hecho más angosta pues el aparato del Estado ya se ha reducido y no se podrá reducir más de forma significativa -salvo que el gobierno quiera atacar duramente a un sector de los trabajadores estatales-, limitando los ingresos derivados de la austeridad republicana. Lo confiscado en el combate a la corrupción ya se ha puesto a disposición de las finanzas del Estado (avión presidencial, carros, propiedades) por lo que tampoco habrá mucho más que exprimir de ahí.
Por otra parte, el cobro de “más impuestos a los que ganan más” es una buena idea pero no es una garantía que se haga realidad, pues justamente los que ganan más son los principales evasores fiscales. Tal es el caso de Ricardo Salinas Pliego, “amigo” del presidente AMLO que debe al SAT más de 63 mil millones de pesos, esta suma de deuda es incluso superior al presupuesto anual que reciben estados como Baja California Sur o Tlaxcala. Además el hecho de que los grandes capitales paguen pocos impuestos es uno de los grandes atractivos para atraer capital extranjero.
Sheinbaum es consciente de que el programa de la “economía moral” por sí misma no será suficiente para solventar los programas sociales y la ampliación que pretende hacer a estos, es claro que no podemos confiar en los “valores morales” de los grandes empresarios para contribuir honestamente lo que les corresponde, la única moralidad que respetan los oligarcas es la del lucro y la explotación. A sabiendas de esto, el subgobernador del Banco de México Gerardo Esquivel incluyó en la propuesta económica la potencialización de las inversiones públicas a partir del “uso responsable” de contratación de deuda. En este sentido el nuevo gobierno romperá con una premisa de AMLO, no adquirir más deuda, a pesar de esto, aunque a un nivel menor, la deuda se incrementó debido a distintos factores como el incremento real de tipo de interés.
Queramos o no, la contratación de deuda impone a los países políticas económicas dictadas por los dueños del capital financiero, así que en la medida en que se contrate deuda aumentará el intervencionismo por organismos como el FMI. Durante el gobierno de AMLO, incluso en los momentos más duros de la crisis del COVID-19 no se adquirió más deuda, el nuevo gobierno de Sheinbaum plantea que la vamos a adquirir, pero con “responsabilidad”. Nuevamente apelando a la moralidad y buena voluntad del capital, pero justo este es uno de los problemas de la política reformista su credulidad ante el sistema y sus instituciones burguesas, cierran los ojos ante lo evidente. La experiencia latinoamericana nos ha demostrado una y otra vez que cuando los países se endeudan el FMI es el que termina influenciando la política de recortes al gasto público para orientar esos recursos al pago de la deuda. Por lo que este recurso que se pretende utilizar para aumentar la inversión pública terminará convirtiéndose en su contrario como un incentivo de recorte social.
Por otra parte, esto es el reconocimiento que la política económica del reformismo comienza a agotarse y cada vez más tendrá la necesidad de, o contratar deuda para funcionar, o atacar y terminar con las reformas que AMLO ha iniciado.
Esta situación es completamente absurda, este país desborda de riquezas, lo suficiente como para que toda la población del país viva dignamente; sin embargo, en el último estudio de la Coneval de 2022 señala que hay 46.8 millones de personas en la pobreza y 9.1 millones en pobreza extrema[2], mientras que el 1% de la población, las familias más ricas de México poseen el 41.2%[3] de la riqueza del país.
Estas familias han casi duplicado sus fortunas durante el sexenio de AMLO y la teoría del valor trabajo de Marx nos dice que la acumulación de ganancias se da a partir de la plusvalía, el trabajo no pagado a los obreros por todo lo que producen. Es decir que los empresarios han duplicado sus fortunas a partir de la super explotación de la clase trabajadora mexicana y el gobierno de Sheinbaum no plantea ningún cambio de rumbo para esta situación, al contrario, con la declaración de adquisición de deuda está renunciando a incrementar la recaudación fiscal de las grandes fortunas en beneficio de los intereses de la mayoría, la clase trabajadora.
Esta política servicial va a enfrentar al nuevo gobierno ante la disyuntiva de clase, no podrá aumentar y profundizar los programas sociales sin confrontar los intereses de los imperialistas y de la burguesía nacional, y tendrá que decidir si atacar a los dueños de las grandes fortunas o recortar el gasto social en detrimento de los trabajadores. Para nosotros es claro, no existe la conciliación de clases y los desposeídos debemos prepararnos para defender lo poco que le hemos arrebatado al capital y luchar para conseguir más.
Derechos de las mujeres
La cuestión de la mujer es importante para los gobiernos de la 4T, pero se ve imposibilitada para actuar a fondo. Son muchos los problemas que nos atañen: la violencia, el feminicidio, la discriminación, la brecha salarial, la doble jornada laboral, la falta de derechos democráticos, la desaparición forzada, la impunidad, entre muchas otras más.
El gobierno de la 4T se enorgullece de decir que el índice nacional de feminicidios ha disminuido 30%. El INEGI, sin embargo, reporta que la tasa de homicidios de mujeres por cada 100 mil habitantes se ha incrementado de 5.87 en 2018 a 5.91 en 2023[4]. Reconoce, además, que no en todas las entidades el feminicidio está tipificado, por lo que no podemos asegurar que los feminicidios hayan disminuido mientras el número de mujeres asesinadas sigue en aumento.
La violencia hacia la mujer es un problema esencial y tiene su raíz en la opresión que vivimos las mujeres, derivada de una sociedad de clases, donde nos colocan en una posición de vulnerabilidad social y de dependencia económica que facilitan el ejercicio de violencia. Sumado a esto, tenemos la descomposición social generada por las diferentes carencias a las que se enfrentan las clases desposeídas de este país, la pobreza, la delincuencia organizada y la marginación hacen que la violencia se reproduzca en todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana, siendo las mujeres las principales víctimas de los actos más perversos. Claramente este es un asunto que no puede resolverse a partir de reformas y paliativos, porque se trata de un problema sistémico, arraigado en la profundidad de los cimientos del capitalismo.
El nuevo gobierno de la 4T solo establece compromisos de mejorar las instituciones de seguridad y educarlas con perspectiva de género, de avanzar en la tipificación del feminicidio en todas las entidades, de garantizar legalmente la igualdad entre hombres y mujeres, de disminuir la carga de las tareas de cuidados para las mujeres, de eliminar la brecha salarial entre hombres y mujeres. Para lograr esto, su base fundamental es el legado del gobierno de AMLO y cito:
“Se aprobó de la Ley 3 de 3 que sanciona a quienes tengan sentencias por violencia sexual o física, y a deudores alimentarios. Si una persona está inscrita en el padrón de personas sancionadas por violencia política en razón de género, el INE debe realizar una verificación para valorar si la falta constituye un impedimento para ser considerada candidata a un puesto de elección”.[5]
Esto es lo único que viene en el apartado de Logros de la Cuarta Transformación con respecto a la violencia hacia la mujer. Es decir, no hay nada que impacte en la disminución de la violencia a las que nos enfrentamos millones de mujeres trabajadoras en México. Este será uno de los rubros donde el gobierno chocará su cabeza con la pared.
Sheinbaum, como la primera mujer presidenta del país se ha comprometido en que para el 2030, cuando termine su mandato, ya no existirá la brecha salarial entre géneros. Eso nos hace preguntarnos ¿Por qué existe la brecha salarial si se supone que ante la constitución todos somos iguales? Volvemos a la misma raíz: el sistema capitalista. Son los grandes burgueses los que se benefician de pagar un salario menor a las mujeres, por lo que si la presidenta quiere garantizar que las mujeres tendremos salario igual por el mismo trabajo inevitablemente deberá enfrentarse nuevamente a los intereses de los dueños del capital, cosa que, nos ha quedado claro, no está dispuesta a hacer.
Se plantea también que durante su gobierno se alcanzará la paridad de género incrementando la cantidad de mujeres gobernadoras y presidentas municipales, así como ya lo han logrado en la Cámara de diputados y senadores. ¿Esto es un avance para las mujeres? No, al menos no para las mujeres de la clase trabajadora pues nosotras estamos lejos de poder ostentar uno de estos puestos. Este es un avance para las mujeres de la burguesía quienes reflejan sus intereses de clase en estas cámaras.
Un ejemplo claro de la superficialidad de estas cuotas de género es el papel de Luisa María Alcalde. Cuando estuvo al frente de la Secretaría del Trabajo aceptó la toma de nota del charro espurio de Martín Esparza como dirigente del SME, condenando a miles de mujeres que forman parte de este sindicado o de estas familias obreras a los designios de un personaje corrupto y esquirol de la lucha obrera.
Mencionemos otro ejemplo más reciente. El Congreso del Estado de Aguascalientes cumple con la paridad de género, entonces las mujeres que alcanzan los puestos de poder deberían legislar para que TODAS las mujeres tengamos mejores condiciones (según la lógica de las cuotas de género). Sin embargo, este congreso aprobó la disminución de 12 a 6 semanas de gestación como restricción para poder acceder a un aborto libre, seguro y gratuito, violentando los derechos reproductivos de las mujeres y personas gestantes. Nuevamente nos enfrentamos a la realidad de que no todas las mujeres somos iguales. Rosa Luxemburgo lo dijo muy bien, el género nos une, pero la clase nos divide y Sheinbaum no representa los intereses de las mujeres trabajadoras.
Las mujeres trabajadoras necesitamos igualdad salarial, derechos sindicales, estabilidad laboral, guarderías públicas suficientes, vivienda digna, disminución drástica de la violencia en las calles, actuación rápida y profesional en caso de demandas por violencia, etc. de esto muy poco se dice.
Política exterior y seguridad
Uno de los compromisos de la 4T, y que este nuevo gobierno plantea mantener, es la defensa de la “soberanía” nacional. Sin embargo, nuestra dependencia económica con el vecino del norte nos pone en una situación de sometimiento ante sus propios intereses. El nuevo programa político del nuevo gobierno plantea mejorar las relaciones migratorias, pero lo único que ha sucedido es que México se ha convertido en la patrulla fronteriza y los Estados Unidos han generado una crisis migratoria en México donde miles de personas llegan y son retenidos en nuestro país.
Otra de las cuestiones importantes es el Nearshoring. Estas inversiones se espera que incrementen. Pero hay algunos factores a considerar, uno de ellos es la evidente recesión económica que se avecina en Estados Unidos, lo que sin lugar a dudas reducirá el consumo de este país y por otra parte están pendientes las elecciones donde hay una alta posibilidad de que Trump sea electo presidente, y ha dejado muy claro que de ser así impondrá aranceles a México, razón por la que Elon Musk ha decidido detener la construcción de la planta de Tesla en Nuevo León. Si esto sucede, México ya no será un país clave para las inversiones chinas, poniendo en serias dificultades económicas a México. Lo cual muestra que las inversiones por relocalización no son una garantía y depende de los intereses del gran capital.
Conclusiones
Es muy claro que el nuevo gobierno llegará con mucho apoyo popular, pues sigue representando las esperanzas de millones de trabajadores que votaron por el segundo piso de la 4T. Este nuevo periodo será diferente al de AMLO, la crisis económica arrecia en el mundo, las políticas de recortes y austeridad son las que imperan incluso en los países avanzados y el programa reformista va a atar de pies y manos a Sheinbaum para enfrentar las contradicciones y crisis del capital, ella no podrá servir a dos amos y tendrá que decidir entre garantizar los intereses de la burguesía que controla la política y la economía de este país o empoderar a la clase trabajadora para que arrebatemos al capital lo que nos corresponde.
Las experiencias de gobiernos reformistas en América Latina ya nos han dado la respuesta histórica, por eso nuestro deber como revolucionarios es mantenernos hombro con hombro luchando con nuestra clase, mostrando las limitantes del reformismo y avanzando en aumentar la conciencia de nuestra clase y su poder para transformar de raíz esta sociedad.
[1] https://claudiasheinbaumpardo.mx/wp-content/uploads/2024/03/CSP100.pdf
[2] https://www.forbes.com.mx/pobreza-en-mexico-se-reduce-16-coneval/
[3] https://www.gaceta.unam.mx/distribucion-de-la-riqueza-en-nuestro-pais-el-1-posee-el-41-2/
[4] https://claudiasheinbaumpardo.mx/wp-content/uploads/2024/03/CSP100.pdf pág. 255
[5] Ibidem pág. 253