Escrito por: Comité de Lucha Estudiantil del Politécnico
El pasado 19 de noviembre fue designado el Dr. Mario Rodríguez Casas como director del IPN, y en su toma de protesta ante el Consejo General Consultivo expresó su compromiso con el cumplimiento de los acuerdos de noviembre de 2014 y toda la disposición al diálogo, respectivamente, en entrevista con el periódico La Jornada, donde aseguró que el Congreso Nacional Politécnico es una prioridad en su administración.
La consulta politécnica realizada los días 7 y 8 de noviembre y sus resultados entregados en movilización a Los Pinos el día 9 de noviembre dejaron claro y preciso que más de 32 mil politécnicos (maestros, estudiantes y trabajadores) no permitiríamos 3 años más de obscuridad en el politécnico con un periodo más al frente de Enrique Fernández Fassnacht. La administración autoritaria implementó todo tipo de hostigamiento para frenar la consulta pero no pudo evitar su descalabro ante una comunidad cansada de tanto despotismo, corrupción y falta de proyecto académico después de 3 años al frente. La consulta tuvo impactos afuera del IPN, a tal grado que el ejecutivo federal no tuvo más opción que dar las gracias a Fernández Fassnacht.
La no ratificación de Fassnacht al frente del IPN es el primer paso, es un paso adelante y un gran logro de la lucha politécnica. Es el claro ejemplo que la organización sirve y que a pesar que la consulta no era el legal tuvo la legitimidad por parte de la comunidad. Sin embargo aún quedan acuerdos del paro de 2014 por resolver y una cantidad considerable de problemas gravísimos que enfrenta el IPN y que no hay tiempo que perder por parte del nuevo director general.
Ahora mismo se discute el proyecto de egresos para el año 2018, donde la educación pública y particularmente las universidades saldrán afectadas en sus presupuestos asignados. El IPN necesita recursos para salir del estancamiento académico y laboral en que se encuentra.
En las escuelas dañadas por el sismo del 19 de septiembre no hay autoridad que sepa dar soluciones después de 2 meses de los sucesos. La práctica viciosa de los directores designados por la vieja administración se manifiesta en las brillantes palabras de la Directora de la ESCA Tepepan, que ante una asamblea estudiantil que exige respuestas y soluciones para su escuela caída responde: “Si no les gusta, cambiense de escuela”. Estos y muchos ejemplos más podemos dar, pero queda claro que es urgente poner al IPN de pie y al servicio del pueblo, las autoridades centrales mucho que rendir cuentas y trabajo que hacer.
Los que nos organizamos en el Comité de Lucha Estudiantil del Politécnico – CLEP, fuimos parte de los impulsores de la Consulta Politécnica y que luchamos por una mejor educación creemos que cambiar de director general no es el objetivo principal, aún desde la presidencia se sigue asignando, una de nuestras luchas es por la democratización donde la comunidad sea escuchada para el nombramiento de sus autoridades. Creemos que la consulta politécnica ha sido el primer artífice de la unidad de estudiantes, trabajadores y maestros para la organización permanente en defensa del proyecto histórico que vio nacer al instituto.
Mantener la organización y lucha para seguir exigiendo y aportando para la solución de la problemática académica-laboral, la participación activa y consciente de la comunidad es el objetivo primordial después de lograr la no ratificación de Enrique Fernández Fassnacht, David Cuevas García y Julio Gregorio Mendoza.
Hacemos el llamado a la comunidad a mantener la organización y próximamente reunirnos en una gran coordinación que retome las bases democráticas de la Asamblea General Politécnica- AGP para que no siga en manos de 5 traidores a la comunidad estudiantil y sí luche por llevar hasta el final el cumplimiento de los acuerdos del 2014 e incluya a los sectores docente y no docente. Al nuevo director general Dr. Mario Rodríguez Casas, le exigimos borrar toda huella de represión y agresión en el IPN, dejar de reunirse con la llamada mesa 5×5 que no representa al estudiantado mucho menos al resto de los sectores y emprender un franco diálogo con la comunidad politécnica y que las declaraciones no solo queden en discursos.
¡Unidos y organizados… venceremos!