Desde el 1° de febrero se iniciaron negociaciones sobre el pliego petitorio de los profesores, representados por la sección 60 del SNTE y la administración del IPN. A estas alturas ya tendría que haberse llegado a una conclusión respecto al conjunto del pliego, no obstante lo único concreto que se ha presentado es: la basificación de 16,000 horas para interinatos de profesores de base y la apertura de un proceso de compactación, respecto a lo cual no hay certeza de que existan plazas para todas las solicitudes.
Uno de los aspectos mas preocupantes es el tema del aumento salarial, especialmente porque la inflación del año anterior rondó el 8% y según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico la cifra para este 2023 será de un 6%. Un antecedente a tomarse en cuenta es que las AAPAUNAM, la asociación sindical de académicos de la máxima casa de estudios acordó un aumento del 4% directo más 2% en prestaciones, cuestión que la base magisterial repudió, lo cual se manifestó en la consulta para la legitimación de su Contrato Colectivo de Trabajo a través del ausentismo en la consulta llevada acabo para ratificar el acuerdo, lo que ha llevado a la Secretaría del Trabajo a pedir la repetición del proceso en condiciones en que todos los docentes puedan participar.
Mal haría la comisión negociadora de la sección 60 en avalar un aumento similar al señalado, la única manera de resarcir la perdida del poder adquisitivo seria con al menos un 10%, la demanda de partida del sindicato ha sido de un 20%. En nuestra opinión debería sostenerse esta propuesta y rechazar ofertas como la planteada a la UNAM.
Otro aspecto es el tema de las horas de basificación. El IPN ha aumentado su matrícula de 180 mil a 220 mil alumnos de 2018-2022, mas de un 20%, mientras que el presupuesto no ha tenido un incremento real. La consecuencia ha sido una profunda precarización de las condiciones de trabajo; profesores cubriendo grupos en interinatos eternos. Por tal motivo, si bien 16,000 horas son importantes, es fundamental extender la basificación para el conjunto de docentes que así lo requieren, especialmente cuando el SNTE ha hecho público un compromiso del gobierno federal para basificar a los docentes que han cubierto seis meses y un día[1]. Por tal motivo no hay obstáculo real para que se otorguen al menos 90 mil horas para basificar a todos los docentes que así lo requieran en los diversos programas, incluyendo a aquellos compañeros y compañeras que por ser parte de alguna jefatura quedan al margen de los diversos programas existentes.
Todas estas necesidades requieren que se otorguen al menos 3,500 nuevas plazas para los distintos niveles, todas ellas necesarias para igualar la situación que el IPN tenía en 2018.
Obviamente, el problema en el IPN no se reduce a las condiciones salariales, los docentes del politécnico desarrollan actividades de creación de material didáctico, diseño y rediseño de programas e investigación tanto para actividades presenciales como en línea. La dignificación de la labor docente implica reconocer todo este trabajo y darle un mayor peso en actividades como la promoción docente, la obtención de becas, entre otras áreas.
Estas y otras demandas deben discutirse por medio de asambleas en todas las escuelas del IPN, como ya se ha hecho en el CECyT 5, de tal manera que se genere un compromiso hacia la comisión negociadora en torno a los temas de mayor trascendencia para los trabajadores docentes.
Obviamente el problema de la comisión negociadora es defender las demandas mas sentidas de la comunidad docente, no obstante el elemento central que debe dar respuesta es la autoridad del IPN y el gobierno federal, particularmente la secretaría de hacienda, ante los cuales se debe hacer sentir la base trabajadora.
En otros tiempos en que la comisión se sentaba sólo a negociar, hoy las cosas han cambiado. Es preciso que la comunidad docente se movilice, que muestre que está dispuesta a pasar de peticiones por escrito a movilizaciones, tanto dentro como fuera de las instancias del IPN.
Es verdad que se puede argumentar que la situación económica del país no es tan buena, no obstante es lo mismo que se nos ha dicho durante los últimos 40 años, que tenemos que sacrificarnos, que debemos hacer más con menos, pero ¿hasta cuándo? ¿Hasta que el deterioro se vuelva irremediable?
Ante estas circunstancias no se puede eludir la posibilidad de cualquier tipo de acción, desde la movilización en las calles a diversos tipos de paros de labores, con la debida consulta y realización de asambleas en los centros de trabajo. La debilidad invita a la agresión y lo menos que puede hacer el magisterio politécnico es mostrarse débil. No podemos, ni debemos permitir que esto suceda, los tiempos de guardar silencio deben terminar o de lo contrario en poco tiempo ya no habrá politécnico que defender.
¡Por una educación al servicio del pueblo!
¡Ni un paso atrás!
[1] https://snte.org.mx/seccion8/basificacion-permanente-principal-acuerdo-entre-el-snte-y-el-gobierno-federal/