El destacado intelectual y académico ruso de izquierdas Boris Kagarlitsky fue detenido por los servicios de seguridad rusos FSB el 25 de julio, en virtud de una investigación criminal contra él por «apología del terrorismo». Fue trasladado a Syktyvkar, capital de la República de Komi, donde un tribunal decretó su detención preventiva. Puede permanecer detenido hasta el 24 de septiembre.
Kagarlitsky es un conocido activista de izquierdas y ha sido encarcelado por sus opiniones socialistas bajo el régimen estalinista, detenido por el régimen capitalista de Yeltsin y ahora arrestado por Putin.
En 2014 criticó al régimen del Maidan en Kiev y se opuso a su «operación antiterrorista» contra el Donbás. El año pasado, adoptó una clara posición internacionalista contra la invasión rusa de Ucrania y, como consecuencia, fue declarado oficialmente «agente extranjero» por las autoridades.
Tras el motín de Prigozhin, el régimen de Putin ha lanzado una oleada de detenciones, que incluye a oficiales del ejército, críticos monárquicos de derechas y ahora también críticos de izquierdas. Quiere asegurarse de que no haya ningún punto de referencia en torno al cual pueda reunirse una oposición.
La detención de Kagarlitsky es una amenaza y una advertencia para cualquier fuerza de izquierda y comunista que se oponga al régimen reaccionario de Putin. No hace falta estar políticamente de acuerdo con él para oponerse a la represión estatal en su contra. Es un deber básico de solidaridad militante.
La Corriente Marxista Internacional desea expresar nuestra solidaridad internacionalista con Kagarlitsky y exigir su liberación inmediata. Llamamos a todas las organizaciones comunistas, de izquierda y de la clase obrera del mundo a movilizarse por la libertad de Kagarlitsky.