Escrito por: Evert Beltrán González |
Desde hace algunos meses, incluso años, se ha venido discutiendo lo que sucede en Cuba, y no es para menos, la victoria de la Revolución en 1959-1960 justo en las barbas del país imperialista más poderoso del mundo tuvo un gran eco; no podríamos explicar las guerrillas en El Salvador o Nicaragua, y es más, hasta la fecha sigue siendo un acontecimiento sin precedentes.
Aunado a ello, hay otros aspectos de infinita relevancia en el proceso cubano. Creo que el principal es que los habitantes son dueños de todo en Cuba, no ha habido explotación en la isla en más de 50 años. Así mismo, la isla tiene una economía planificada, misma que la ha llevado hasta los más altos grados en materia educativa, deportiva y médica, así como en el desarrollo en materia social.
Por eso es tan importante lo que pasa en Cuba, es un ejemplo de que podemos vivir de otra forma, de que es posible tener una vida digna y sin explotación. En cierta medida Cuba ha sido el ejemplo que han seguido procesos revolucionarios en Sudamérica, como Venezuela y Bolivia. Miles de activistas en todo el mundo miran con atención a la isla, ahora con preocupación, pues no se sabe a ciencia cierta qué pasa, y se plantean la siguiente cuestión: ¿a dónde va Cuba, hacia el socialismo o hacia la restauración capitalista?
El 6to. y 7mo. Congreso del Partido Comunista de Cuba
Desde el 6to. Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), en 2011, se ha abierto la discusión sobre el futuro de la revolución. Desde esa fecha se ha iniciado un proceso de actualización del modelo económico, se han trazado los ejes para ello y ha sido el 7mo. Congreso, en el presente año, en el que se ha ratificado y delineado esos ejes.
En el discurso dejan muy claro que el camino que sigue la actualización del modelo es hacia la construcción del socialismo, y que además es irreversible (algo que personalmente considero cierto), pero hay dos factores a los que hay que prestar cierta atención por lo peligrosos que pueden ser. Pues bien dice el dicho “que el camino al infierno está empedrado con buenas intenciones”.
El primero es que el próximo año la dirección histórica de la revolución dejará en manos de nuevas generaciones el rumbo de la isla. Por ejemplo, el Comité Central del PCC quedó integrado por 142 miembros y algo más de dos tercios de ellos nacieron después del triunfo de la revolución. El problema aquí es que no hay, como tal, democracia obrera; existe participación del pueblo trabajador, de intelectuales y miembros del partido, pero no hay un control de la base hacia la dirección. Esto ha generado en algunos casos burocratismo y eso ha conducido a la corrupción en algunas secretarías, sobre todo de suministros. Lo que genera desmoralización en la gente y da elementos de qué hablar a la contra-revolución.
Otro aspecto importante a mencionar es la incorporación de Cuba al libre mercado, y la apertura de “zonas especiales” para la inversión extranjera, sobre todo en el turismo. El libre mercado puede y desatará fuerzas muy fuertes, que no necesariamente se podrán controlar, ya que el libre mercado tiene una dinámica propia, y justamente no es la que se prevé desde la dirección del PCC.
De la visita de Obama a los desfiles de moda
El gobierno de Estados Unidos encabezado por Barak Obama restableció relaciones diplomáticas con Cuba después de que desde 1961 se rompieran dichas relaciones, al pedirle al gobierno estadounidense que retirara su embajada de la isla, por el apoyo brindado a terroristas cubanos contra el entonces nuevo gobierno revolucionario. Al romper las relaciones diplomáticas la isla fue víctima de un brutal bloqueo económico, que supuestamente iba a ser levantado, pero a la fecha no hay nada claro ni concreto.
El restablecimiento de relaciones dio pie a una visita de Obama a la isla, misma que hizo que el mundo entero volteará la vista. Ya anteriormente los reflectores se habían volcado cuando el Papa Francisco se reunió con Fidel Castro Ruz, ambas visitas dieron mucho de qué hablar. Estados Unidos al parecer ha decidido cambiar de estrategia, porque la anterior después de más de 60 años ha fracasado, pero hay que dejarlo claro: siguen teniendo las mismas intenciones, la restauración del capitalismo en Cuba. En cuanto al Papa considero que su visita se dio para ir preparando el terreno a la visita de Obama, incluso el intermediario para las conversaciones entre Raúl y Obama fue un obispo cubano.
En ambos casos muchos de nosotros nos hemos preguntado si eso es bueno para el proceso revolucionario o cómo perciben los cubanos las visitas. En primer lugar puedo comentar que es bueno tener a los amigos cerca, pero es aun mejor tener a los enemigos cerca, y eso es totalmente válido para Estados Unidos. Sobre lo segundo, se ha notado entusiasmo con ambas visitas, aunque no bajan la guardia; saben que los cantos de sirena del capitalismo (como el desfile de modas en la Habana, de la marca Channel o el rodaje de la película Rápidos y Furiosos) pueden ser el inicio de una restauración salvaje.
Perspectivas para la revolución en Cuba y América
Estamos viviendo acontecimientos sin precedentes, la crisis general del capitalismo ha desencadenado un sinfín de luchas a lo largo y ancho del mundo, en algunos casos se ha planteado la cuestión del poder, las masas han tomado las calles y han visto su fuerza.
Por otro lado la crisis está poniendo a prueba procesos revolucionarios como el venezolano, el boliviano y el mismo cubano. Ante eso tenemos que estar muy atentos, primero para poder apoyar cuando sea necesario y después para poder sacar las mejores lecciones.
Cuba ha sido desde hace más de sesenta años un emblema de la lucha antiimperialista, y de la lucha por el socialismo, mucho de lo que pase en la isla tendrá repercusiones en toda América, por eso es importante lo que pase en los próximos meses y años. Pero también es importante que los procesos tanto venezolano como boliviano se profundicen, ya que esto daría nuevos bríos a Cuba y abriría procesos revolucionarios en otros países. Fortalecer y extender la revolución son la mejor forma de mantener los beneficios de una economía planificada.