En los últimos meses hemos visto como el Covid-19 ha puesto en jaque la realidad y vida cotidiana (aparentemente normal y tranquila) de millones alrededor del mundo, colapsando los sistemas sanitarios, la economía global y empeorando la realidad de las capas más pobres de la sociedad que viven al día. Somos testigos de la velocidad con la cual están sucediendo los acontecimientos. Día tras día se dan a conocer noticias cada vez más alarmantes sobre la situación sanitaria y económica internacional sobre miles de muertes en todo el planeta, las medidas tan brutales que algunos gobiernos y empresas están incurriendo para defender los negocios del gran capital. Como bien lo dijo Engels, hay períodos en los que pueden transcurrir 20 años sin pasar nada y otros en donde en 2 semanas pasa lo que en 20 años.
Otro efecto que estamos viviendo a raíz de esta situación es el impacto en la conciencia de miles, millones de personas en el mundo. Todas las contradicciones que habían estado “ocultas”, o que los medios de comunicación habían ocultado por muchos años, ahora salen a relucir con claridad. Lenin decía que la escuela de la vida es la gran escuela para las masas. Ahora mismo cada acontecimiento de injusticia e inhumanidad está sacudiendo profundamente la conciencia de la gente. Se puede ver perfectamente como los empresarios solo se interesan por el dinero, sus ganancias y no les preocupa en lo más mínimo que los trabajadores puedan morir por el COVID-19. Está claro, para millones, que el modelo económico donde la propiedad privada y la “superación personal” eran lo máximo, es una completa basura y que las privatizaciones, particularmente en el sector salud, son las causantes de que casi ningún país del mundo esté listo para hacer frente a una enfermedad respiratoria que ni siquiera es de alta letalidad. Otra gran mentira que está siendo despedazada es la supuesta inexistencia de la clase obrera; en las universidades o medios de comunicación masivos hablaban acerca de que ya no existía la clase obrera, afirmaban que los creadores de la riqueza eran los empresarios y sus inversiones, pero la realidad explotó en sus rostros y vemos que es justo lo contrario: la centralidad de la clase obrera, no sólo en la producción sino salvando vidas en los hospitales, en los medios de transporte prestando sus servicios, en el campo manteniendo la producción para la alimentación de millones en la cuarentena, etc., es fundamental.
Todas las grandes diferencias entre los ricos y los pobres han salido a la luz. Los millonarios están pasando la cuarentena en sus residencias privadas, ajenos a todo, sin tener que preocuparse por nada, se la pasan nadando en sus albercas privadas, montando a caballo y demás. Mientras los pobres no pueden dejar de trabajar porque los patrones los amenazan con el despido, o si les respetan la cuarentena son mandados a casa con el salario mínimo o solo una parte del salario; esto mete presión para la supervivencia, además las condiciones en las casas de los pobres son insalubres, muchas no tienen ni los mínimos servicios, hay hacinamiento, etc. En muchos casos alrededor de México y el mundo los trabajadores de empresas privadas son obligados a cumplir jornadas en plena contingencia y el “libre capitalismo” da a esos trabajadores la libertad de elección de renunciar y quedarse sin comer o exponer a sus familias y miembros más vulnerables a la enfermedad.
Somos testigos de cómo la economía mundial colapsa. En las últimas cuatro semanas el desempleo en los Estados Unidos ha llegado a más de 32 millones de personas; las ventas del petróleo han caído estrepitosamente y esto ha repercutido en el desplome de los precios del barril; algunos analistas hablan de que la economía de China caerá este año en un 6.8%; se espera un descenso económico de la región latinoamericana de un 6.9%, etc. Podríamos dar muchísimos más datos, pero no tiene mucho sentido porque todos ellos son proyecciones inciertas, nadie sabe lo que va a pasar a fin de año: si es que hay un nuevo contagio o a qué grado llegará la crisis. En todo caso, los datos ilustran que nos acercamos rápidamente a una situación en donde más del 90% de los países del mundo entrarán en una crisis muy grave.
El sistema educativo es uno de tantos rubros que se está viendo afectado por esta crisis del coronavirus donde tanto nivel básico, medio superior y superior cerraron instituciones hasta nuevo aviso, las clases y actividades estudiantiles se cancelaron (las autoridades afirman que el regreso a clases se dará hasta septiembre) y para “no perder el periodo” se está dando seguimiento por medios virtuales y “clases en línea” donde vemos que la mayoría de las instituciones se ha acoplado rápidamente a los medios digitales pero “de ninguna manera, es una exageración señalar que la gran mayoría de los académicos en el mundo no están capacitados para ofrecer cursos a distancia; que tampoco cuentan con la tecnología suficiente para hacerlo, y que son muy pocas las instituciones de educación superior que han adaptado su currículum para ser enseñado a distancia” como señala la revista nexos en su artículo “El impacto del coronavirus en la educación superior” donde se señala el avance y recrudecimiento de la crisis de la educación en medio de la pandemia. Estas medidas de educación a distancia han provocado diversas reacciones, los alumnos no ven el objetivo de clases, tareas y trabajos masivos en línea sobre algo que aún no han aplicado en clase, hay que entender que los profesores también son víctimas de estas circunstancias, ya que a ellos les exigen sus directores, jefes de enseñanza y demás burócratas de la SEP o Universidades. Muchos otros jóvenes ni siquiera tienen acceso a internet o equipos de cómputo para realizar sus labores, aparte de que no existen las dinámicas que incluso en el aula son complejas de llevarse a cabo.
La educación hoy
Es claro que la educación a nivel mundial (incluso antes del coronavirus) estaba en crisis al igual que muchos otros sectores en materia social, política y económica.
Muchos jóvenes a lo largo de su vida se han preguntado: ¿Quién inventó la escuela y para qué sirve? y con justa razón ya que en el mundo entero la escuela se ha convertido en un sufrir para los estudiantes y los maestros.
La escuela tal y como la conocemos hoy no ha existido así por siempre, de hecho, han existido solo 2 grandes revoluciones en la educación, la primera cuando el mono se transforma en hombre y de ahí se conserva por miles de años con sus diferentes matices hasta finales del siglo XVIII cuando triunfa la revolución francesa y asciende la burguesía al poder, es cuando se empieza a consolidar la escuela moderna.
Las escuelas tal y como las conocemos en la actualidad fueron fundadas en la misma época que las fábricas, la época de la revolución industrial, donde se preparaba a los niños y jóvenes para trabajar en dichas fábricas y ser esclavizados con la mínima oportunidad de pensar o salirse de su rol de simple trabajador. Los sistemas educativos adoctrinan a los futuros ciudadanos, los van desensibilizando y aprenden que el mundo es una jungla donde sobrevive “el más fuerte”, de esa manera se prepara a los futuros ciudadanos indiferentes a las injusticias sociales y que tampoco van a reclamar para sí la solidaridad de los demás, prepara a un individuo más maleable y manipulable.
El sistema educativo bajo el capitalismo no elimina la desigualdad. Según la UNESCO el 60% de los niños que hoy entran al primer año de primaria nunca llegarán a la educación media superior (preparatorias, bachilleres o vocacionales) y aquél que no cuenta con ese certificado será discriminado y descalificado en el ámbito laboral para toda su vida, recibiendo menos de lo que la sociedad ofrece por no contar con esos papeles. Por lo general se piensa en la escuela como un mecanismo para generar igualdad donde todos pueden aprender lo mismo, pero al final termina convirtiéndose en su contrario.
Muchos “estudiosos” de la educación aseguran que las soluciones las podemos encontrar modificando los salones, enseñando a los educadores a enseñar, invirtiendo en tecnología equipando las escuelas, aumentar los campus de las universidades, incrementar y mejorar material didáctico, salir del salón, la intervención de los padres e incluso los fundamentalistas cristianos aseguran que lo que se necesita es el “salón libre” es decir que nadie les defina la educación (en otras palabras que no exista plan de estudios), que tampoco existan líneas de corriente política o de filosofía académica, que sean las familias y comunidades las que decidan qué estudiar y cómo hacerlo.
Cada uno de estos planteamientos forzosamente te lleva a una crítica mayor del sistema educativo, ya que para que exista más presupuesto para las escuelas, mejor inversión en tecnología o mejor capacitación para los educadores necesariamente lleva a criticar todo el sistema económico y político, por ello todos estos planteamientos son superficiales, es como tratar de parchar un barco que está partido por la mitad en medio del océano.
La crisis del empleo es otro gigantesco problema, pero el problema no solo es para aquellos que no van a la escuela, sino para aquellos que pueden ir y al final no tienen el empleo que les prometieron. Solo el 8% de todos los egresados van a poder trabajar alguna vez en aquello que estudiaron.
Los pueblos de Oaxaca en 1997, en su foro estatal declararon públicamente después de un año de reflexión: “la escuela ha sido el principal instrumento del estado para la destrucción de nuestros pueblos indios y recordemos la historia: a mediados del siglo XIX se creó el actual sistema educativo mexicano con el propósito de ‘quitarle lo indio a los indios’ y que México podría llegar a ser tan grande como Estados Unidos si no fuera por esos ‘indios’”. ¡Los pueblos de Oaxaca hartos de esta situación insostenible empezaron a cerrar escuelas y ya recordarán el amarillismo de los medios y gobernantes de la época, en primera plana ponían “estos bárbaros están condenando a sus hijos a la ignorancia, NO PODEMOS PERMITIRLO!”. Las autoridades prepararon pruebas para “darle una lección” a esos ‘indios’, evaluando a sus hijos y poder mostrar al país el daño que estaban haciendo al cerrar las escuelas. Para su sorpresa y la del país, los niños que no iban a la escuela y aprendían con sus comunidades estaban mucho mejor preparados en todo: leer, escribir, contar, geografía, historia, etc. que los que iban a la escuela, con una excepción, que los que iban a la escuela sabían cantar el himno nacional. Recientemente se han hecho pruebas y todas estas comunidades cuentan con los estándares internacionales de la UNESCO, una prueba de que la escuela puede ser planteada no solo como la clase en un salón, sino como la necesidad de la interacción del estudiante con el mundo.
Lo que se intenta hacer en algunas comunidades donde el magisterio democrático tiene fuerza va un poco encaminado a la idea unificar la educación y el trabajo, no aprender de alguien que sabe enseñar algo, sino el que sabe algo porque lo está practicando, es decir un geógrafo que no está enseñando geografía, sino que está haciendo los mapas. Claro que la academia es muy importante y si se tiene acceso a ella, dejar la institución es lo peor que se puede hacer, ya que la educación por sí misma tiene una intrínseca capacidad transformadora, utilicemos esos conocimientos, aunque limitados, para aprender, estudiar por nuestra cuenta: filosofía, literatura, matemáticas, artes, música, etc. hacernos polímatas y así con ese conocimiento poder transformar la realidad.
Hoy la escuela incluso hace creer a los estudiantes que son inútiles para ciertos tópicos como las matemáticas, artes o deportes, cuando lo que realmente es inútil es la metodología y pedagogía que se emplean (en ciertos casos ni siquiera se emplea pedagogía alguna y mucho menos estrategias adecuadas para los contenidos), un buen ejemplo de ello es cuando los estudiantes de nivel medio superior tienen que elegir una carrera. En las preparatorias o bachilleratos en su “orientación vocacional” realizan pruebas para saber en qué carreras podrían ser buenos o podría ir encaminada su vocación, pero esas pruebas contienen preguntas inútiles, sin fundamentos o sin bases de análisis pedagógico e incluso la diagnosis de esos datos es meramente mecánica. Heráclito dijo “los ojos y oídos son malos testigos para los hombres que tienen alma y no entienden su idioma”.
La dinámica en las escuelas nuevamente está cambiando, a diferencia de los jóvenes que, hace unos años, requerían orientación vocacional “por dudas o conflictos entre carreras”, hoy –según Claudia Messing– suelen presentar “estados de apatía, resultado de una gran desconexión emocional”
La orientación vocacional es un tema meramente trivial que los estudiosos de la educación aseguran que es aquí donde se puede transformar la escuela, realmente el problema es mucho más profundo. Incluso viéndolo desde su punto de vista y encuestando estudiantes de medicina, derecho, economía, artes o filosofía, se pregunta la razón por la que escogieron su carrera: la primera es porque no quieren estudiar nada relacionado con las matemáticas; la segunda es “por dinero”; otros muchos ni siquiera tienen una respuesta o ni se lo han preguntado y solo buscan “tener un título”. Pocos estudiantes escogen una carrera porque les gusta, apasiona, interesa o motiva y eso se ve reflejado en los profesionistas de hoy.
Por otra parte, los estudiantes de ciencias exactas que en ocasiones creen ser dueños y poseedores del conocimiento absoluto, caen en el ego del saber, ignorantes de su propia ignorancia acerca del entorno en el que viven, capaces de comprender complejos temas de álgebra, análisis matemático o topología sin entender realmente las bases del pensamiento.
El conocimiento no es propiedad de nadie, le pertenece a la sociedad en general, ya que el conocimiento se construye, de científicos que pusieron su conocimiento e investigaciones al servicio de la sociedad y se ha nutrido a lo largo de cientos de generaciones, es decir, el conocimiento es propiedad colectiva, el objetivo de que alguien aprenda algo es que pueda enseñarlo y desarrollarlo (aplicándolo en beneficio de la sociedad). Este planteamiento casi utópico del conocimiento puede llegar a sonar como lo que nos venden de la educación actual, pero nada más lejos de la realidad, aunque los líderes mundiales tengan ese discurso la verdad es que el capitalismo en que vivimos, el conocimiento es una mercancía al igual que la ignorancia, que las empresas explotan para sacar beneficios.
Debemos entender que la educación pública es producto de la lucha de clases al igual que las vacaciones, el aumento de salarios, prestaciones, salud pública, etc. son resultado de luchas revolucionarias, pero parece que a los pueblos del mundo se les ha olvidado o los han hecho olvidar.
“Ligada estrechamente a la estructura económica de las clases sociales, la educación no puede ser en cada momento histórico sino un reflejo necesario y fatal de los intereses y aspiraciones de esas clases. La confianza en la educación como medio para transformar la sociedad, explicable en una época en que la ciencia social no estaba constituida, resulta totalmente inadmisible después que la burguesía del siglo XIX descubrió la existencia de la lucha de clase” -Aníbal Ponce.
Para el Estado e instituciones como la Secretaría de Educación Pública (SEP) en México, la educación no es un derecho sino una mercancía. Si por la burguesía fuera viviríamos trabajando jornadas de 18 horas o más, salarios para morirse de hambre, sin vacaciones ni prestaciones o aguinaldos, toda la educación privada con más del 90% de la sociedad sin posibilidad de pagarla, solo salud privada imposible de pagar para la mayoría de la población mundial, igual que en las épocas más voraces del capitalismo pero fueron frenados por los millones de trabajadores organizados alcanzando los logros antes mencionados a través de la historia, hoy sobrevivimos más o menos como sociedad por las luchas revolucionarias y no porque los capitalistas sean generosos y quieran pagar mejores salarios, que tengamos vacaciones etc. sino por las luchas revolucionarias.
Las condiciones en que encontramos hoy el sistema de salud pública, la privatización de decenas de universidades alrededor del país, la tecnificación del IPN e implementación de la educación 4.0, los sindicatos corruptos como el SNTE o el del IPN que sirven y se sirven por intereses de la burguesía Mexicana.
“Un país que le apuesta a la educación reduce la corrupción” militarizar el país como Calderón lo hizo en 2006, es simplemente enviar al pueblo mexicano al matadero con 323 mil asesinados, más de 32 mil desaparecidos y más de 320 mil desplazados de guerra, aparte de solapar, colaborar y nutrir a los cárteles de droga en todo el país, se ha convertido en uno de los más grandes genocidas de la historia moderna de México. Ni hablar de Peña Nieto que entregó el país, entregó la fuerza de trabajo de los mexicanos y regalo los recursos para que las empresas extranjeras se sirvan a manos llenas, solo es otro asesino que los medios han mediatizado, pero de ninguna manera la muerte es una situación de risa, todas estas son estrategias de la burguesía que van socavando al país. Solucionar los problemas de hambre, pobreza y falta de desarrollo sustancialmente es un problema no de balas, más bien de pluma y papel, aunque no se habla necesariamente de la escuela formal.
Por un lado, la educación debe ser personalizada ya que cada individuo tiene pensamientos y cuestionamientos diferentes por sus condiciones materiales, desarrollo y educación en casa, pero al mismo tiempo debe ser colaborativa y en casi todos los países no es ninguna de las dos, al contrario, es competitiva. La mejor herramienta pedagógica durante décadas ha sido el miedo y realmente cualquier niño que no te ponga atención quiere decir que no estás utilizando la metodología adecuada, pero para la educación de hoy (Educación bancaria) es mucho más importante la información académica, es decir la palabra, que la capacidad transformadora de la educación en sí.
La educación que hoy nuestros niños viven es la “educación bancaria”, se le dice bancaria porque el educando se sienta en un banco como un recipiente que el educador tiene que llenar, donde los seres humanos son vistos como seres de adaptación y ajuste. Mientras los educadores mejor llenen de información a los estudiantes mejores educadores serán, y si los estudiantes se dejan llevar más dócilmente por el educador, mejor educados estarán y de esta forma menos se desarrollará la conciencia crítica de la que resultará su inserción en el mundo como transformables de él, satisfaciendo así a las clases dominantes. Hoy el saber es un privilegio, una mercancía y el estado lo vende al pueblo ignorante y al mismo tiempo esa ignorancia es vista como consecuencia de la ideología de la opresión por lo cual siempre será el pueblo el poseedor de la ignorancia y así los oprimidos se adaptarán al mundo estando cada vez más lejos de transformarlo.
La educación bancaria pretende cambiar la mentalidad de los educandos sin cambiar la realidad en la que viven. Freud nos dice que “la educación es un acto de amor por lo tanto es un acto de valor”. El ser humano como ser inconcluso y consciente de ello emprende un incansable movimiento en la búsqueda de ser más, pero en ese movimiento entendamos que nadie educa a nadie, nadie se educa a sí mismo, los hombres en conjunto, en comunidad y colectividad se educan en la mediación con el mundo y el educador genuino siempre busca que otro pueda florecer.
El docente es una de las partes más importantes en la superestructura del gran edificio que es la educación, pero diariamente se enfrenta a difíciles conflictos y situaciones donde tienen un salario precario, un muy bajo nivel de vida y ahora un rol social denigrado. El docente no es respaldado ni por los padres de familia ni por los directivos, está solo y aún, así se les pide que cambie.
El sistema educativo está diseñado para tener maestros mal pagados, con problemas de motivación muy serios y niveles de estrés altísimos, la educación se convierte en un problema.
A los profesores les exigen imponer una educación sobre parámetros donde sus libertades se ven cortadas. Debemos señalar, reconocer y valorar la importancia de los trabajadores de la educación. A los maestros los maltratan, los denigran cuando dicen ‘solo a un maestro de escuela vas a llegar’ (refiriéndose al maestro de educación básica) pero es mucho más importante un ‘maestro de escuela’ que cualquier profesor de educación superior (por lo menos en el camino a transformar la educación) ya que es mucho más importante comprender las bases del pensamiento.
José Mujica, expresidente de Uruguay dijo “Un buen profesor que se gane el corazón de los muchachos, tiene un valor imperecedero” ya que en la educación es más importante el alumno en sí que los conocimientos técnicos y académicos que se le puedan enseñar.
Desde la neurociencia incluso se llegó a decir que el problema eran los maestros que no podían entender a esta nueva generación tecnológica, pero lo que en realidad sucede es que el alumno es apático y un sector se la vive desprestigiando a sus profesores o hasta insultándolos, haciéndolos menos donde él es intocable en su propio cuento, pero el problema real de los alumnos que actúan así radica en sus familias, se sienten vacíos y sin apoyo ya que dicha familia está, ya no desintegrada porque eso se ha vuelto tan común, sino desinteresada.
La participación de los padres dentro de la educación es deficiente y hay que entender que la educación no es un problema de la escuela únicamente sino de toda la sociedad, de la familia particularmente, y en México se vive una violencia en el hogar como en casi toda América Latina, donde los padres enseñan a golpes a los hijos y la violencia contra la mujer que llega a un nivel barbárico en las familias.
La familia es la institución más violenta, con casos donde los padres golpean y violentan con brutalidad a los infantes, la violencia hacia la mujer es un punto clave en la putrefacción de la sociedad, aunque hay que estudiar toda la teoría de la lucha por la emancipación de la mujer, las condiciones inmediatas y como son sojuzgadas, el contexto en que son asesinadas y un sinfín de etcéteras, la lucha de la mujer es tan legítima como la vida misma.
La pobreza y las condiciones sociales les arrebatan la niñez obligándolos a trabajar o pedir dinero en las grandes urbes desde muy pequeños o en el caso de los pueblos y pequeñas comunidades indígenas los niños trabajan y apoyan con todo lo que pueden a sus padres para salir adelante, caminan horas para llegar a sus espacios de estudio y en su hora de receso no tienen más que una tortilla y un chile para alimentarse, no conocen la leche o los productos que se comercializan en las ciudades, por ello la lucha por la mejora y el progreso de un país en cualquier ámbito, más específicamente cuando se habla de avanzar en educación, debe empezar por la erradicación de la pobreza.
La cultura
La cultura debe ser algo integral que vaya desde la educación primaria, las costumbres, la religión hasta las tradiciones culturales, es decir, la visión antropológica de la cultura, sin embargo, hoy vivimos una visión de la cultura muy segmentada, cuando se dice que la cultura es solo la pintura, el baile, la música, artes plásticas, etc. en otras palabras el folclore donde todo queda en el ámbito lúdico, recreativo o estético donde los elementos centrales de la cultura ni siquiera están dados.
Hay que entender la cultura como una visión del mundo, la manera de concebir las relaciones con los demás seres humanos, la calidad de esas relaciones y tal vez entender la educación como la manera de expresar esa cultura.
El pensamiento pedagógico o el discurso educativo, la relación entre educación y política, el hecho de que todo arte y cultura es político.
Partiendo de la idea de que no existe cultura y arte despolitizados ya que toda expresión artística de una forma u otra se refiere a un contexto social, económico, político etc. por eso decimos que siempre, el arte es política. Todas las grandes obras de arte a través de la historia han sido fruto de amor, ira, sufrimiento, alegría, tristeza, melancolía, miedo, etc. y cada una de ellas en un contexto social es decir que tienen una identidad.
El canto y arte político tienen una larga historia, se conoce desde los cantos homéricos, como el hecho de que la historia fue ya cantada desde la antigüedad. El mismo poema del Mio Cid es un canto político, tiende a crear dentro de la gente que lo escuchaba una concepción de una patria y una tierra, está el cantar del Roldán, todo el medievo está lleno de este tipo de cantos, además de que la cultura capitalista también ha hecho sus cantos.
Se busca en el canto y las artes, aparte de un mero entretenimiento también como un elemento de formación.
La canción política ya en una sociedad liberada (socialista), en condiciones de construir todavía una mejor sociedad, la canción política es hasta una canción amorosa. Si damos una visión más perfecta, más humana, más revolucionaria de las relaciones entre quienes se aman, eso también es política y eso también influye en la formación de los niños, los jóvenes y de los miembros de una comunidad. No solo se pretende que la canción tenga más contenido político y con identidad, si no también hacer una canción más bella, recurrir a la poesía, demostrar que hay un lenguaje más depurado, más hermoso y más pleno que expresa con más profundidad los sentimientos y las relaciones de los seres humanos. Todo es político en aras de mejorar al hombre.
¿Quién ejecuta la economía?” Ya ha quedado explicado y demostrado como ni el capital (el dinero) ni en los empresarios ni las máquinas (ensambladoras, cortadoras, fundidoras, etc.) pueden generar valor alguno, los únicos con la capacidad de generar valores son la naturaleza y el trabajador. A partir de esta afirmación sabemos que aquél que ejecuta la economía tiene que pensar, saber y conocer, tiene que responder obligadamente a intereses políticos determinados y la escuela es quien precisamente garantiza formar a ese sujeto, hacer el ciudadano que el proyecto capitalista necesita.
Como ya se explicó el conocimiento es una mercancía al igual que la ignorancia y esto lo podemos ver reflejado en todos los inventos y avances en materia de energía, tecnología, medicina o ingeniería que existen pero que no son llevados a cabo ya que van en contra de los intereses del gran capital, como la bien conocida historia de Tesla, es claro que la ciencia, la educación y la tecnología para el capitalismo no son más que fuentes de ingresos y los permitirán siempre y cuando sus intereses lo permitan. El capitalismo está lleno de mentiras e ilusiones que a lo largo de los siglos han convertido en sus verdades.
El pueblo y el acceso a la educación
Para poder entender mejor el sistema de educación actual debemos empezar por clasificar a la sociedad en dos grandes grupos: Opresores y oprimidos (o Burguesía y proletariado)
La deshumanización, el fatalismo y la incapacidad sumados dan como resultado la dominación.
Lo que las clases dominantes buscan generar de forma constante, permanente y reiterada dentro de la sociedad son tácticas como adormecer su conciencia e infundir temor al cambio, donde las personas están acostumbradas a no opinar, generan desunión dentro de los mismos oprimidos con resultados increíbles para sus intereses.
Los opresores realmente creen que es su deber oprimir y los oprimidos siempre sienten culpa y vergüenza de su situación de pobreza por lo tanto se acomodan a esa realidad donde los opresores son falsamente generosos, por ejemplo, los actos de la iglesia o de las empresas con fundaciones de caridad “sin fines de lucro”.
El papel de la iglesia en la educación de América y el mundo es determinante, es la institución de opresión ideológica de las masas más brutal que existe (cuando hablamos de iglesia, hablamos sólo de la institución) ya que prácticamente ofrecen cátedras de sumisión, conformismo y en otros casos la enajenación durante cada domingo de toda la vida de los creyentes, ese ha sido el papel fundamental de la iglesia desde su nacimiento. Aunque el camino al socialismo no está peleado con la fe ni la creencia en Dios, es claro que se lleva una guerra abierta y declarada contra estos mecanismos de opresión, la necesidad del replanteamiento de la iglesia mediante la teología de la liberación que los curas de Latinoamérica con sus vidas han defendido, conscientes que la iglesia podría hacer mucho por los pobres del mundo. La teología de la liberación nace dentro de la misma iglesia, pero reconoce el carácter opresor de la misma y plantea la reconstrucción del catolicismo y su papel en la educación. Camilo Torres y cientos de curas más fueron asesinados por la iglesia por plantear la propia Teología de la liberación, Camilo decía “Aquellos que pusieron todo en su plato dejando los platos de otros vacíos, sé que a ellos debo gritarles ¡¡ los primeros violentos, los provocadores de toda la violencia son ustedes!! Ante la mirada de Dios ustedes tienen probablemente más sangre en sus manos de inocentes que las que tendrá nunca ningún desesperado que haya tomado las armas para intentar salir de su desesperación” Él acuñó el término de “amor eficaz” donde amar al prójimo no solo debe ser de palabra, sino que tiene que expresarse con el compromiso con los sectores más populares para que esos sectores puedan tener una vida digna en una sociedad más justa. En México y el mundo no es posible intentar concretar un amor al prójimo solamente con la beneficencia. La ONU dice que más de mil millones de personas sobreviven con menos de 1 dólar al día y el gran pecado es que millones que trabajan no puedan subsistir. “Solo cuando no haya pobres no será necesaria la teología de la liberación” es llevar la fe cristiana hasta las últimas consecuencias. “Si le doy pan a un hambriento soy santo, pero si pregunto por qué tiene hambre soy comunista”
La realidad en el capitalismo es injusta, deshumanizante y violenta.
Las clases dominantes mantienen el poder con mitos como:
-El de la libertad.
-El mito de que todo mundo puede llegar a ser empresario.
-El mito del heroísmo de los oprimidos. Como los discapacitados que salen adelante y el capitalismo los mercantiliza, los convierte en símbolos y dice “tú sin discapacidades y no puedes” como diciendo “¿de qué te quejas? Tu estas bien, el que quiere puede” cuando la gran voluntad de esas personas no significa que los oprimidos están bien.
Los opresores no son tontos, han encontrado la manera de implantar esto en la mente de las personas por medio de la escuela, ese preciso momento en que las mentes son jóvenes y están en formación.
La educación en México es un fracaso para los trabajadores y un éxito para los empresarios, y hablamos de verdaderos empresarios, verdaderos saqueadores de comunidades y explotadores, no aquellos que se creen capitalistas y en realidad no tienen ni idea.
Henry Ford, dueño Ford Motor Company fue uno de los empresarios, hombre de negocios y político más influyente del siglo pasado, dijo “Es bastante bueno que la gente de la nación no entienda nuestro sistema bancario y monetario porque si no habría una revolución antes de mañana por la mañana”.
Las derrotas o errores del pasado deben servir como experiencia a las nuevas generaciones en su lucha por la defensa de la educación pública.
El movimiento estudiantil de 2014 y la huelga de las vocacionales en 2016 marcó a toda una generación. Sin embargo debemos hacer un balance crítico de los movimientos y el papel de su dirección. Nadie puede negar el ímpetu y la contundencia de la lucha de los estudiantes politécnicos en aquellas jornadas pues durante décadas no se habían vivido movimientos similares.
La visión confusa de algunos representantes y voceros estudiantiles de las escuelas llevó al movimiento en ocasiones a callejones sin salida. Es bien sabido que en los debates dentro de la Asamblea General Politécnica en el 2014, un sector de representantes insistía en mantener al movimiento en los márgenes del IPN, aislándolo y desvinculándolo de los procesos sociales que se vivían en ese año, en particular las masivas movilizaciones por la presentación con vida de los normalistas de Ayotzinapa.
El papel que jugaron algunos representantes y voceros de escuelas superiores en 2016, fue contener el movimiento que había estallado en las huelgas de las vocacionales, lo que llevó a un proceso de ruptura dentro de las coordinaciones estudiantiles.
Por supuesto que debemos luchar contundentemente por resolver las demandas más sentidas de los estudiantes, y en el 2014 era prioritario resolver las demandas de la huelga Estudiantil en el IPN, sin embargo ¿cómo es más efectivo hacerlo?.
Aislándose del proceso general de lucha que estaba sucediendo a nivel nacional o plantear un frente de lucha con el proceso general para que esté a su vez levantara las demandas de los estudiantes del IPN, sirviendo como elemento de presión mayor al gobierno federal en turno (que estaba en una profunda crisis) y poder resolver las demandas de una forma más rápida y contundente.
En realidad esta visión de encauzar al movimiento estudiantil por los márgenes institucionales y por la vía puramente académica no es nueva y parte de la visión de que el problema educativo es un problema aislado de todos los demás problemas sociales que existen actualmente.
Sin embargo la política educativa es dictada por los gobiernos, que a su vez tienen una visión política y económica, que se origina a los sectores de la sociedad a los que obedece. Por ejemplo en las últimas décadas la política educativa fue delineada o intento ser delineada por los grandes organismos financieros internacionales y los grandes banqueros y empresarios.
¿Entonces por qué después de la huelga del 2014 fueron necesarias las movilizaciones de 2016? Porque en la lucha de 2014 nunca se planteó un crítica más profunda del sistema educativo, es decir que por mucho que los estudiantes quiten y quiten directores generales la estructura seguirá intacta y siempre vendrá alguien más, tal vez peor que el anterior. Por lo tanto como ya se explicó, la educación no esta aislada ya que la política, educación, cultura, economía, etc. están profundamente enlazados, no se puede transformar uno sin transformar los demás.
Por lo tanto desde nuestro punto de vista ¿cual tiene que ser el papel del movimiento y las organizaciones estudiantiles?
A su vez que impulsamos el resolver las demandas inmediatas de los estudiantes, debemos explicar pacientemente que el problema educativo no solamente se resuelve en el margen de nuestras aulas o instituciones, el movimiento estudiantil debe vincularse al proceso general de lucha por la transformación radical de la sociedad.
Podemos y debemos obtener derechos dentro de nuestras escuelas, pero para transformar la educación en beneficio de la mayoría, debemos transformar profundamente la sociedad.
Los “mejores” sistemas educativos
Singapur, el sistema educativo número uno en el mundo tiene problemas gigantescos, el más preocupante: hacen competir demasiado a sus estudiantes, tanto que llegan a tener niveles de estrés altísimos y el estrés genera ansiedad y la ansiedad impide pensar. Similarmente sucede con los estudiantes de todo el mundo cuando intentan estudiar por su propia cuenta ya que los alumnos no saben lo que significa estudiar, pero no es culpa de ellos ya que nadie les ha mostrado y enseñado como hacerlo y lamentablemente los educadores tampoco lo saben.
Corea del sur es uno de los países con el mejor sistema educativo en el mundo donde los estudiantes literalmente se matan por entrar a las prestigiosas universidades. Padres, sistema educativo y estudiantes, todos luchando por lograr entrar a una famosa universidad, un país donde el 50% de los estudiantes tienen pensamientos suicidas. En el mundo entero de 3 a 4 estudiantes se suicidan por el acoso, y muchos de ellos se preguntan si: ¿la universidad los puede hacer felices? pero no tienen otra opción ya que este mundo competitivo, de voracidad capitalista, “búsqueda del éxito” (aunque eso signifique pisotear a quien sea necesario) y de “superación personal” solo puedes llegar a “ser alguien” con un papel que lo acredite, pero realmente de nada sirve la mejor universidad en estas condiciones.
Debemos también entender que la educación debe mirar siempre a causas sociales y encaminada al bienestar de la misma y no para el ego personal (como lo hacen los pseudo-intelectuales de hoy).
Pareciera que no hay donde mirar, en todos lados la educación es perjudicial para los estudiantes y principalmente para los hijos de las capas más pobres.
Un gran ejemplo de educación que no se puede pasar por alto y nos puede dar alguna pista de a dónde mirar en este túnel oscuro donde no parece haber opciones para una buena educación lo vemos en la década de 1920 en la URSS, que tenía una forma y nivel de vida obsoleta para el resto de Europa, una Rusia en donde solo se conocía pasar hambre y temer a la autoridad, en ésa época Tolstoi escribió: “Sois esclavos y no debería ser así”.
Para los soviéticos, en ese momento histórico, el sistema educativo seguía favoreciendo a las clases altas (actualmente es igual), ya que se convierte a la escuela en un aparato que legitima y reproduce las desigualdades. Se propuso crear una armonía entre la educación y el trabajo, un descanso y distracción seguida una de la otra, pero no se debe entender el trabajo como trabajo forzado al igual que el capitalismo lo ha hecho en toda su historia hasta hoy, cuando en siglos ha llevado a los niños a las fábricas con jornadas de 8, 10 y hasta 14 horas en Europa y Estados Unidos, y ahora acusa a los socialistas de realizar esas prácticas, no, el trabajo de los niños debe ser en medida de sus capacidades, más que nada como aprendices o incluso en sus hogares, donde el niño tenga una responsabilidad y evitar situaciones como las de hoy en día, donde el niño se cree patrón que los padres tienen que servir y complacer o llegará a insultarlos o intentar golpearlos, en la mayoría de los casos simplemente no obedecerá cuando tienen que realizar alguna de sus labores o apoyar en tareas del lugar y se convierten en simples parásitos, todos tenemos una responsabilidad y deber de incidir y participar en el ambiente en el que nos desenvolvemos, en la sociedad, en la escuela, el trabajo y en la casa para no convertirnos en parásitos que se sirven y gozan del trabajo de otros, todos deben cooperar y trabajar por el bien común, eso en esencia es el socialismo, contrario al capitalismo que algunos se sirven del trabajo de millones a costa de su pobreza y hambre.
En la URSS se llevaron a cabo reformas y transformaciones en la educación y en tan solo 40 años pasaron de tener un país semifeudal y con más del 90% de analfabetismo a lanzar cohetes al espacio y ser la superpotencia internacional, con el casi 100% de alfabetización pero esas transformaciones en la educación son imposibles sin la transformación de las sociedades en sí.
Para el partido Bolchevique, el marxismo, la ciencia y la educación son uno de los pilares fundamentales para el buen funcionamiento de la sociedad (se reconoce que en la URSS se cometieron muchos errores y desviaciones de las verdaderas bases del Marxismo, pero aún, así sus “competidores” no tuvieron oportunidad contra el crecimiento soviético). El partido Bolchevique en la URSS le dio tal importancia a la espontaneidad del niño de hacer el bien por naturaleza (para aquellos que dicen que el ser humano es “malo” por naturaleza, eso es una falacia, y como decía Albert Einstein “La verdadera causa de todos los males de la humanidad es el capitalismo” en sus escritos “el porqué del socialismo” de 1949) y para los soviéticos lo más importante era redirigir y educar esta misma naturaleza en función de la sociedad.
Hablando en términos más depurados, más filosóficos y más profundos, desde niño tenemos preguntas, cuestionamientos y pensamientos que los adultos difícilmente pueden explicar en términos sencillos. En la URSS se enseñaba a los niños desde muy pequeños (con la guía científica de los adultos) a vislumbrar la verdad por su cuenta y esa herramienta solo la puede ofrecer la lógica dialéctica, la didáctica crítica y en general de la dialéctica materialista ya que no sólo es una corriente política y económica, sino también la más completa, lograda e integral teoría y filosofía del hombre.
Muchos creen que el avance al socialismo significa que cada uno de nosotros tendremos que compartir nuestras abundantes riquezas, pero la idea de la abolición de la propiedad privada no significa eso, hay una diferencia entre propiedad privada y propiedad personal. La propiedad personal son tu auto, tu celular, tu ropa, tu tv, tus objetos personales o el producto de tu trabajo (lo que realmente merecemos y no la miseria de salarios que existen).
La propiedad privada son las playas que le pertenecen a empresas y creen que han pagado por ellas, las minas y tierras que arrebatan a los campesinos, las grandes fábricas de industria, edificios de departamentos (de los cuales los parásitos arrendatarios viven del trabajo de sus inquilinos como bestias chupasangre, como vemos en el capitalismo alguien si cobra por no trabajar, la burguesía).
Metodología
En el complejo proceso de educar, aunque ya antes se mencionó que la metodología es una de las partes fundamentales, ahora trataremos de explicar un poco esa parte.
Debemos tener en cuenta que los problemas no se pueden reducir a cuestiones meramente intelectuales, epistemológicas y mentales sin considerar su carácter práctico, real.
La metodología es un punto crucial dentro del planteamiento de la construcción de una mejor educación. Los métodos no son un conjunto de reglas, instrucciones mecánicas o procedimientos rígidos y formales, elaborados especulativa y arbitrariamente al margen de los fenómenos reales que se estudian, o agregados desde afuera que debe cumplir ciegamente el investigador, sino una guía flexible que puede variar de acuerdo al propósito y naturaleza de la investigación a partir de las leyes fundamentales del objeto de la ciencia. No hay, ni puede haber ciencia sin método científico, ambos van indisolublemente unidos.
La dialéctica materialista se opone en metodología al método metafísico, Lenin decía que “La dialéctica es en general, inherente a todo el conocimiento del hombre, engloba lo que hoy se llama teoría del conocimiento o gnoseología, ciencia que debe enfocar también históricamente su objeto investigando y sintetizando los orígenes y el desarrollo del conocimiento y el paso del no conocimiento hacia el conocimiento.”
Para comprender los fenómenos hay que analizarlos en sus múltiples conexiones, pero metodológicamente hay que considerarlos de manera aislada, extraerlos de la trabazón general, momento en que se manifiestan los movimientos mutuos, las relaciones de causa efecto teniendo en cuenta que la cualidad contiene muchas gradaciones cuantitativas, matices, que aunque cualitativamente distintos, son mensurables, en un tránsito constante de uno a otro estado, sin desconocer que son un conjunto de procesos de relativa estabilidad, al igual que sus reflejos mentales en la cabeza de los hombres, ambos pasan por un proceso de génesis y caducidad en una concepción del desarrollo que acaba imponiéndose siempre una trayectoria progresiva.
En la teoría del conocimiento como en todos los dominios de la ciencia hay que razonar con dialéctica, o sea, no suponer jamás que nuestro conocimiento es acabado e inmutable, sino indagar de qué manera el conocimiento incompleto inexacto llega a ser cada vez más completo y exacto.
Consideremos los principios y orientaciones más generales del ser sin reducirlos a determinaciones operacionales, teorías o concepciones formalizadas o matematizadas. Solo teniendo en cuenta los principios de objetividad, concatenación universal del desarrollo, de la práctica, del análisis histórico concreto, se puede desarrollar la investigación científica en este complejo mundo de hoy, sin desechar los métodos específicos sino armonizándolos en la búsqueda de la verdad, permite seguir una lógica materialista dialéctica sin eclecticismos, fanatismos absurdos, sólo pensando esa realidad dialécticamente y este enfoque se concreta en la educación cuando:
1.- Se analizan los objetos y fenómenos de la realidad en sus múltiples conexiones, en su contexto histórico, sus interrelaciones generales y en su dinámica, un proceso en que lo arrancamos de esa trabazón general, los consideramos aisladamente y es ahí donde se manifiestan los movimientos mutuos, en sus relaciones causales para volver al todo en la unidad de lo cuantitativo y lo cualitativo.
2.- Se rompe con las soluciones definitivas y verdades eternas en todas las ramas del saber humano, de especial significado para la ciencia, que constantemente demuestra que todos los resultados son limitados y están condicionados por las circunstancias en que se desarrollan.
3.- Se analizan los fenómenos en esa dinámica de lo concreto sensible al pensamiento abstracto y de ahí a lo concreto pensado, es la vuelta a la realidad, pero enriquecida con todo el conocimiento nuevo adquirido.
4.- Se estudian los fenómenos en su devenir, en una dinámica que va de la contemplación viva del fenómeno, a la esencia, y de una esencia menos profunda a otra más profunda para volver a lo concreto enriquecido con el conocimiento adquirido.
5.- En la unidad de la teoría y la práctica en esa concepción amplia de la ciencia para la transformación de la realidad en la búsqueda de la verdad, con una visión objetiva de esa transformación.
La metodología marxista ha aportado a la sociedad el método materialista dialéctico de análisis de la realidad en las tres esferas del ser: naturaleza, sociedad y pensamiento humano, un método de carácter filosófico por el grado de máxima generalidad y por su influencia en la concepción del mundo.
Constituye en metodología en tanto considera lo ontológico, epistemológico, metodológico y axiológico en una unidad coherente con la realidad, en una concepción filosófica como base de las ciencias y del análisis de diferentes facetas de la realidad en tanto funciones de la filosofía. Puede ser considerado un paradigma en el sentido de que aporta un estilo de pensamiento, una forma de ver el mundo y los problemas que se presentan en él, con un sólido fundamento teórico, fija claramente los marcos conceptuales a desarrollar la investigación científica, pero no se reduce a un paradigma pues su nivel de máxima generalidad la limita de aportar pasos, procedimientos específicos para la solución de cada problema, los cuales deben aportar las metodologías específicas pues su carácter de metodología general sobrepasa lo paradigmático.
La educación
Para introducirnos en este mundo, primero hay que notar que la educación, la instrucción y la formación técnica son elementos distintos, donde la educación es, o debería ser “EL PROCESO POR EL CUAL APRENDEMOS A TENER UNA VIDA BUENA”, y una vida buena la entendemos como una vida bella, digna y valiosa. Pero la gran pregunta, ¿Cómo educar?
Para poder responderla debemos primero preguntarnos ¿Qué somos? Kant decía que todas las grandes preguntas que nos podemos hacer como: ¿Qué soy? ¿Qué puedo saber? ¿Qué me cabe esperar? ¿Qué debo hacer? Se pueden resumir en una sola: “¿Qué es el hombre?”
En esencia todas las grandes pedagogías encierran en su interior una teoría del hombre del ¿qué somos? y ¿para qué estamos aquí?
La educación debe ser un proceso de comprensión, libertad y felicidad donde intelecto, voluntad y emociones deben converger para poder construir al individuo.
Solo estudiando y viendo las cosas de diferentes puntos de vista podremos llegar a una posible conclusión. En ese largo recorrido de teorías del hombre, podemos encontrar las más destacables:
-
Optimismo y Pesimismo: y la pregunta central de esta teoría es ¿Tendemos a “lo bueno” o a “lo malo” por naturaleza? y el pesimismo nos dice que el hombre por naturaleza tiende a “lo malo”, es decir que como seres humanos somos intrínsecamente pecaminosos en un lenguaje teológico salvo por una providencial gracia divina, nada nos saldría bien. El optimismo por su parte nos dice que por naturaleza tendemos a “lo bueno” y a veces erramos y nos equivocamos, es decir, hacemos el mal.
-
-
Esta teoría es muy cómoda y perduró por siglos ya que deslinda al ser humano de su responsabilidad social pues cuando comete errores o “pecados” no es culpa completamente suya, es decir que es así por naturaleza y puede ser fácilmente absuelto de culpa si se arrepiente, aunque después puede volver a “caer” en las garras del pecado y ser absuelto nuevamente rindiendo cuentas solo a Dios.
-
-
Anarquismo: donde a la pregunta de ¿Qué soy? ellos responden “nada”, ¿Para qué estoy aquí? también responden para “nada” y para esta educación la mejor educación es la no educación ya que toda institución, ya sea escuela, estado, familia o iglesia intenta formarte bajo estándares a partir de tu esencia (la cual también es nada) y toda educación es manipulación así que lo mejor es dejar que el niño haga lo que quiera y como pueda, donde los padres tampoco le dirán que hacer ni cómo comportarse y solo así el niño llegará a ser quien realmente es.
-
-
Aunque en realidad implementar la no educación es al final de cuentas un tipo de educación, una en donde la responsabilidad de guiar a las futuras generaciones es ignorada y entonces todo el conocimiento obtenido por miles de años es tirado a la basura, aunque uno de sus pilares fundamentales y más importantes es que hay que educar para la libertad.
-
-
Emotivismo: Partimos de que nuestro único fin en esta realidad es “ser felices” y la esencia del ser humano son los sentimientos. Pero no debemos entender la felicidad desde un punto de vista burdamente egoísta de la satisfacción privada ya que estamos dotados de un profundo sentimiento empático y contamos con sentimientos asociados con el trato solidario, por ejemplo, un sentimiento de injusticia cuando vemos un trato desigual y la clave de todo es el amor.
-
-
Pero inmediatamente surgen las preguntas y la central es “¿Qué es la felicidad?” es decir ¿Somos capaces de darnos cuenta que somos felices? y si es así ¿En qué medida nos damos cuenta?
-
Imaginemos un país utópico socialista y Estados Unidos amenaza con una guerra donde ellos tienen más armamento, más soldados y equipo, Estados Unidos propone “si sacrifican a un miembro de su sociedad la guerra termina antes de empezar”
Quizá la verdad y la justicia no son negociables en términos emocionales pues llevar una vida auténtica y decente puede ser más importante que ser felices y se tiene que optar por una educación moral y racional.
Kant decía que no hay nada bueno más que la buena voluntad. Si lo pensamos por un momento en términos filosóficos Dios es más voluntad que razón, sus designios son inescrutables. ¿Pero qué es lo correcto? Según Kant lo correcto tiene que ver con la felicidad. “Tan libre como soy yo lo debe poder ser cualquier otro” por lo que ninguna expectativa de satisfacción ya sea privada, colectiva o universal puede justificar la más mínima injusticia pues “una humanidad o individuo que sobrevive gracias a una injusticia no merece su supervivencia”, por lo tanto, la felicidad no debe ser nuestro fin, no debemos aspirar a serlo, solo a merecerlo. Pero ¿acaso la libertad consiste en saber qué es lo correcto e incorrecto y la capacidad de elegir entre ellos?
La razón debe de ser la parte más importante, antes que la voluntad y las emociones, pero no entendida como una razón meramente instrumental, sino en el sentido pleno de la capacidad de intuir la esencia real y el valor de las cosas (como la naturaleza y los animales, las culturas indígenas que tanto quiere erradicar el capitalismo tienen infinitas cosas que enseñarnos, su filosofía y comprensión de la realidad, sus métodos de enseñanza, etc.) Todas las culturas cuentan con una corriente gnóstica para la cual conceptos como pecado y culpa son sustituidos por los de error e ignorancia.
Lo que comprendo lo quiero y lo que quiero me hace feliz, es decir que ‘verdad’, ‘bien’ y ‘belleza’ son esencialmente lo mismo.
Pero ¿Qué es el hombre?
El hombre es un ser espiritual capaz de comprender en cierto modo las ideas eternas de constante cambio de las cosas y la realidad auténtica. La naturaleza ya sea natural, material o corpórea del hombre no es más que una imagen de su esencia, inaccesible a los ojos de la carne. La inteligencia conduce a la voluntad y a los deseos, pero por ignorancia el hombre se identifica con su peor parte, las impulsiones racionales y egoístas, de esa forma deja de gobernarse a sí mismo. Como ya vimos la cultura es prácticamente toda la filosofía y la educación es la esencia de la vida, la vida sin reflexión es una vida ilusoria, buscamos comprender en medida de lo posible nuestra esencia y la del resto de las cosas, en esa búsqueda uno quizás llega a ser quien es.
No se trata de introducir en su la mente vacía y por la fuerza cosas ajenas que no estaban ahí sino limpiar una mente inconsciente de su propia sabiduría. Implica la necesidad de un diálogo amistoso entre estudiante y maestro, donde cada uno tiene que entender su importancia vital y solo bajo un estado de amor, de amor por el saber, puede haber verdadera educación.
Debemos entender que la burguesía busca con su educación opresora un pueblo manso y resignado, respetuoso y discreto, un pueblo para quien los amos tienen siempre razón, ¿Cómo no habría de ser el ideal de una burguesía que solo aspira a resolver su propia crisis? descargando crisis (Como en el 2008 en todo el mundo y hoy en el 2020 se aceleran los procesos de la crisis con el coronavirus) sobre los hombros de las masas oprimidas, solo un pueblo “gentil meditativo” podría soportar sin parloteo la explotación feroz.
En una sociedad sin clases, es decir, en una sociedad fraternal de producción donde se trabaja de acuerdo a un plan, la escuela no puede ser ya ni la precaria escuela elemental ni la cerrada escuela superior, para formar a los obreros conscientes de una sociedad en que la relaciones de dominio, la sumisión hayan desaparecido en absoluto, es menester crear una escuela que fije con extraordinaria precisión el propósito inmediato que le corresponde, la milenaria separación entre las fuerzas intelectuales y fuerzas físicas que apareció en la historia en el mismo instante en que la comunidad primitiva se convirtió en sociedad de clases desaparece así bajo el impulso del proletariado. Los niños de los obreros y de los campesinos no irán ya a la escuela para sustraerse a su clase social y adquirir la mentalidad de la clase enemiga, van para unirse a la vanguardia consciente y para el acelerar la construcción del progreso real y del socialismo.
Es importante señalar que la revolución de octubre fue algo más que una revolución, fué un cambio de época y en el mundo estamos por vivir otro proceso parecido, pero a escala mundial, esa etapa transitoria del capitalismo al socialismo independientemente de que en ese tránsito haya derrotas momentáneas como la caída de la Unión Soviética y que ahora se refleja en un reimpulso de todas estas ideas revolucionarias en toda la humanidad.
En la actualidad la burguesía sabe que la educación está en crisis y el descontento de la sociedad en este terreno está alcanzando niveles peligrosos y revolucionarios para la misma burguesía, por ello tratan de hacer sus “reformas” a la educación. Como ya se explicó antes plantean soluciones superficiales para la educación que de fondo no resuelven nada, pero si tranquilizan, desmovilizan y engañan a la capa más despolitizada y sumisa de la sociedad. En las universidades por ejemplo enseñan “marxismo crítico” el cual es un falso marxismo, vaciado de todo su contenido revolucionario.
No hay peor tendencia contrarrevolucionaria que la supuesta neutralidad de la educación, es decir, que la escuela no sea “ni liberal ni socialista” (según ellos) y los intelectuales de la educación burguesa actual han acusado a los socialistas de querer fundar una escuela de clase, pero la escuela ha sido siempre una escuela de clase, de clase burguesa, donde se ha enseñado e inculcado: la supervivencia del más fuerte, la individualización, el ego del saber, la inhumanidad, la competencia etc. y es aquí donde dicen las capas más enajenadas e ignorantes (que tampoco es su culpa) “con mi niño no te metas” es decir que el capitalismo y liberalismo puede meterse con el niño de ese enajenado, todos las multinacionales, los medios de comunicación y la cultura degenerada pueden manipular a ese niño pero un estado realmente democrático en un proceso de liberación para ellos es una injerencia grosera en la autonomía de su niño. Para no dejar duda alguna efectivamente buscamos una escuela que defenderá absolutamente los intereses, el bienestar y el progreso de la sociedad a manos de los trabajadores ya que la tecnología, la ciencia, la medicina, la mecánica, el desarrollo en sí sólo depende de la clase trabajadora, quienes levantan hoy los hospitales, quienes salen a trabajar y sostener en medida de lo posible la economía, son los reales productores de la riqueza y hoy quedan al descubierto como los burgueses y empresarios forman parte solo de un gran parásito para la humanidad.
Hablar de transformar la educación es hablar de transformar las condiciones de vida de los más pobres, de la sociedad en general, de toda la cultura degenerada, de la transformación económica y política, de limpiar a la sociedad de todas las mentiras e ilusiones, avanzar al siguiente modo de producción, abolir la propiedad privada, dejar la guerra atrás e invertir todas las fuerzas de la humanidad al genuino progreso, sin hambre, sin pobreza y sin miseria, y solo el socialismo científico puede vislumbrar el camino a aquella sociedad utópica.
Si la educación tiene una intrínseca capacidad transformadora y el capitalismo se la arrebata, tenemos la obligación de recuperarla, esa verdadera educación y no será posible sin la reconstrucción de la humanidad.