El pasado 28 de abril las puertas de la máxima casa de estudios del estado de Sonora cerraron para colgar las banderas rojinegras.
La negativa de las autoridades universitarias a resolver una serie de demandas del Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Sonora (STAUS) respecto al contrato colectivo provocó que con una votación de 720 a favor y 643 en contra se decidiera el estallamiento de la huelga. Después de 4 años sin huelga en la universidad, los estudiantes no podemos mantenernos al margen y debemos sacar conclusiones.
Las demandas de los maestros son variadas, pero entre las principales destacan: aumento del 10% a salarios, aumento del 5% en prestaciones, acceso a una vivienda digna por medio del Infonavit, revisión a los parámetros en descuento de ISR y flexibilización en el otorgamiento de plazas.
Si analizamos estas demandas podemos coincidir con que cada una de ellas es tan legítima que sería un absurdo no apoyarlas; empezando por el aumento salarial del 10%, donde las autoridades universitarias ofrecen un mísero 4%. La demanda tiene todo el sustento, basta con mencionar que la inflación anual en el 2022 fue del 7.82%, aparte de un 14.4% de incremento en alimentos. Es decir, los académicos ni siquiera solicitan un aumento salarial real, solo mantener su poder adquisitivo y nivel de vida anterior a la inflación.
También es inconcebible que no cuenten con derecho a una vivienda digna. La solicitud de tener esta prestación por medio del Infonavit proviene de un opaco y limitado acceso a terrenos y casas por medio de la universidad y el FOVISSSTE. La petición concreta es firmar un convenio entre la Universidad y el Infonavit, para que los trabajadores puedan contar con este derecho fundamental a la vivienda.
Por otro lado, la legitimidad en la demanda respecto al ISR se basa en el hecho de que con la nueva ley de ISR, los descuentos por este impuesto han incrementado. Aquí podemos ver como la política fiscal es totalmente desproporcionada pues aunque la instrucción es “a mayor ingreso, mayor descuento” nosotros tendríamos que preguntarnos ¿Qué impacto tiene ese descuento para el sustento de una familia trabajadora con respecto al descuento del ingreso de un alto funcionario burgués? No es lo mismo sostener una familia con lo que queda de un salario de 20 mil pesos, ya con prestaciones, que “sobrevivir” con lo que queda de un salario de 300 mil pesos o más después de impuestos.
Como se puede ver, la lucha de los maestros sólo busca mantener sus condiciones de vida, pero esto, ¿Qué tiene que ver con la comunidad estudiantil? Creemos que es muy necesario que los alumnos tomen conciencia de que esta coyuntura no es para nada ajena a nosotros. Tenemos que entender que la calidad en la enseñanza está directamente ligada al bienestar y estabilidad de los profesores, ya que un maestro que ve reducido su nivel de vida, que no tiene la certidumbre de un trabajo seguro o un techo digno donde vivir, es un maestro que no rendirá al 100% en el salón de clases. Es por esto que, como estudiantes tenemos que luchar hombro con hombro con los trabajadores académicos por condiciones dignas que permitan el mejor desarrollo en la enseñanza y el aprendizaje.
Desde las filas de los y las estudiantes de la UNISON que formamos parte de La Izquierda Socialista y las Juventudes Marxistas, creemos que no es suficiente con mensajes de solidaridad y posicionamientos al margen del conflicto; es necesario dejar a un lado nuestros intereses personales y levantar la bandera de la lucha por los intereses comunes. Debemos comprender que los únicos culpables de este conflicto son las autoridades de la universidad pues ellos son los que se niegan a cumplir las justas demandas de los profesores. Los verdaderos causantes de que “no podamos terminar el semestre” o de que “no haya garantías para el pronto regreso a clases” se encuentran en rectoría.
Por esta razón, hacemos un llamado a la comunidad estudiantil a no caer presas del amarillismo reaccionario de los medios de comunicación. Los únicos que están afectando y violando nuestro derecho a la educación de calidad son las autoridades al negarles la posibilidad de un salario digno a nuestros académicos, por esto debemos sí, solidarizarnos con la huelga, pero también organizarnos y sumarnos a la exigencia de solución de las demandas por parte de las autoridades y del gobierno del Estado. Debemos vislumbrar que la lucha de los maestros es la lucha en defensa de la calidad en nuestra enseñanza, por lo que esta lucha también es nuestra.
Debemos recordar que nuestro paso por la Universidad es transitorio, nosotros somos hijos de la clase obrera y cuando terminemos nuestros estudios, pasaremos a ser parte de las filas del obrero asalariado. Aunque ostentemos un grado académico, esto no nos exentará de tener que vender nuestra fuerza de trabajo al capital para poder sobrevivir. Es por esto que la lucha que emprenden los profesores el día de hoy, serán nuestras luchas del mañana, por eso debemos hacer un llamado a apoyarlos en sus justas demandas, solidarizarnos en su lucha y organizarnos para continuar nuestra lucha en defensa de la educación pública, hombro con hombro, estudiantes, académicos y trabajadores.
Respecto al papel del Gobierno del Estado, podemos notar que sólo ha salido a dar discursos demagógicos, mostrándose como un gran conciliador en el conflicto. Pero, según Marx, el Estado es un órgano de dominación de clase, puede, en el mejor de los casos, amortiguar pero no eliminar los conflictos obrero-patronales, poniéndose, en última instancia, de lado de los patrones. De no ser así, el Gobernador ya hubiera puesto a raya a las autoridades universitarias por ofrecer aumentos salariales menores a la inflación o por no garantizar el derecho a la vivienda establecido en la ley. Su posición “neutral” no ayuda para nada a las partes afectadas, académicos y alumnos, sino que juega del otro equipo. Su reciente declaración sobre el conflicto donde argumenta que el gobierno no está en condiciones presupuestales para cubrir las demandas comprueba nuestro último punto, pues el Gobernador Durazo ha declarado: “No estamos en una situación presupuestal de jauja, hemos apoyado muchísimo a la universidad. La cuestión es que lo que hagamos por la universidad tendríamos que hacerlo también por otras instituciones de educación superior y es ahí donde nos topamos con una imposibilidad presupuestal”. ¿Por qué tendría que darles también a otras instituciones de educación superior? Porque sabe que existen muchas carencias por la falta de presupuesto, como es el caso de todas las instituciones de educación pública en el país.
Las demandas de los profesores no son insignificantes y solo demuestran una cosa: la vigencia de la lucha de clases. La universidad no es una isla y esta huelga se da en medio de una crisis orgánica del capitalismo a nivel mundial. La burguesía se ve en tremendos aprietos dentro de un proceso inflacionario y un estancamiento de la economía por lo que siempre su salvación será cargar la crisis sobre los hombros de la clase trabajadora. Esto lo podemos ver con el resurgimiento del movimiento sindical en Estados Unidos, las movilizaciones contra el golpe de Estado en el Perú, protestas contra el aumento en la edad de jubilación en Francia, la lucha de las mujeres contra la violencia en Irán, solo por mencionar algunas. Todo esto es parte del proceso de podredumbre del sistema que al no ver la salida ya no tiene margen para otorgar concesiones a los trabajadores por lo que se tiene que volcar hacia un ataque directo contra ellos. Dichos ataques empujan a las masas a la lucha y esta huelga es parte de ello, así como también lo es la reciente movilización de los mineros en Caborca. Por todos lados vemos que la burguesía golpea y los trabajadores responden, es el movimiento vivo de la lucha de clases. Los estudiantes también tenemos que prepararnos para dar esta lucha del lado de nuestros compañeros de clase.
Marx decía: “Nadie hará por los trabajadores, lo que a ellos mismos corresponde hacer por su emancipación”. En este sentido los maestros ponen el ejemplo a los estudiantes de como la unión y la organización contrarrestan los ataques de autoridades insensibles y burocráticas dedicadas al despilfarro y enriquecimiento a costa de la educación pública. Esto es lo que nos depara el futuro terminando los estudios, nos enfrentaremos a intereses contrapuestos con la patronal, donde cualquier intento por una vida digna se procurara aplastar en nombre de la obtención de ganancias y no de la satisfacción de necesidades. Los maestros nos muestran el camino para combatirlos, solo con la organización de las fuerzas de nuestra clase venceremos.
Si estás de acuerdo con nosotros, asiste este martes 9 de mayo al “Encuentro de estudiantes en solidaridad con la huelga del STAUS”, que se llevará a cabo en la plaza Emiliana Zubeldía a las 6pm.
¡Viva la digna lucha de los académicos del STAUS!
¡Por condiciones laborales dignas para todos!
¡Estudiantes, profesores y académicos en defensa de la Educación pública, gratuita y de calidad!
¡Unidos y Organizados, Venceremos!