Escrito por: Ubaldo Oropeza
En la antesala de un triunfo histórico de nuestro pueblo, conviene discutir sobre los métodos que han hecho posible este acontecimiento, además del futuro del partido donde milita AMLO.
Qué es un partido político
Un partido, para un marxista revolucionario, es, ante todo, métodos de construcción, tradiciones de lucha, es memoria histórica colectiva de la clase a la que representa (la memoria de nuestros triunfos y fracasos a lo largo de nuestra historia) y un programa -éste como resultado de todas nuestras necesidades y de las experiencias-. Al final, un partido también es estructura, pues sin ello no se podría materializar todos los planes.
Es importante notar que las actividades cotidianas de un partido político, su forma de organización, su política de alianzas, su formación política, en general todo, es correspondiente con los fines que este mismos se ponga. Los partidos de la derecha tienen como fin perpetrar el sistema de dominación capitalista, de una minoría rapaz que somete a la inmensa mayoría de la población. Su organización interna sus métodos van acorde a esto. Por eso ahí, su formación política es pro empresarial: ser buenos líderes, demagógicos, negociadores, embaucadores, burócratas obedientes, mediocres pensadores. Sus tradiciones no son muy diferentes, existe el carrerismo, oportunismo, acarreo de votos, cooptación por conveniencia, compadrazgos, etc. Como su fin no es mover nada o cambiar nada en lo social, su formación, sus tradiciones, su forma de hacer política es acorde a esto. En todo caso una burocracia engorrosa, pesada, inamovible, torpe y que se mueva bajo intereses muy concretos. Esto es a lo que mejor se aspira dentro de los partidos burgueses de la derecha.
Cómo nació Morena y en que se ha convertido
De forma contraria a lo que hemos descrito arriba es como se conformó Morena. Aunque fue en el 2012 cuando se dio su primer congreso fundacional, las primeras agrupaciones o su germen se gesta 6 años atrás, en 2005 cuando la burguesía y el presidente de aquella época, Vicente Fox, se atrevió a desaforar a Andrés Manuel para cortarle su posibilidad de presentarse como candidato presidencial. Las movilizaciones fueron impresionantes.
Un año después, en 2006 la lucha electoral, las movilizaciones contra el escandaloso fraude, afianzaron una fuerza que desafiaba a la misma dirección del Partido de la Revolución Democrática, la cual se resistía a la lucha. Después hubo una imposición interna del partido con la cual Nueva Izquierda se quedaron con la dirección del partido, en 2007. En 2008 se luchó en las calles contra la privatización del petróleo.
En el 2012, después de las elecciones que compró el PRI, se dio la ruptura definitiva entre la gente que apoyaba a AMLO y que estuvo junto a él en las luchas mencionadas y la dirección de derecha y burocrática del PRD. Las asambleas que precedieron a la formación del nuevo partido, discutieron si Morena tenía que ser movimiento social o partido político. La inmensa mayoría planteó que se necesitaba un partido, no como el PRD o como los anteriores, un partido-movimiento. Que pudiera establecer vínculos con las luchas de nuestro pueblo, que a lo interior se respetará la democracia, que no se aceptara carreristas, ni chapulines que solo anduvieran buscando cargos públicos, se planteó que no existiera salarios internos, que los electos de representación popular entregaran el 50% de sus salarios para construir escuelas, se planteo una comisión nacional de honestidad para que ella fuera la garante que funcionara a lo interno el partido.
Una vez que Morena se enfrentó a las primeras elecciones y que ganó ciertos puestos, que se expresó todo el descredito de los partidos del régimen y que AMLO era el candidato que estaba capitalizando todo ese descontento, diversos grupos del PRD que se habían mantenido en ese partido para preservar sus puestos de trabajo, priistas o panistas que no encontraron cobijo en sus respectivos partidos hay corrido hacía Morena para buscar candidaturas. Hoy, a unos días de las elecciones, que es casi seguro la victoria de la izquierda, vemos a un Morena totalmente diferente de cuando se formó, el partido ha sido infiltrado, con todo el apoyo de la dirección nacional y de los estatales, de arribistas, chapulines, corrutos, incluso de los que votaron las llamadas reformas estructurales.
Empeñar Morena por la presidencia
Esta semana en la Revista Proceso salió un artículo sobre la política de alianzas que a seguido la dirección de morena y lo que a significado de forma muy clara, la entrega de candidaturas a priistas, panistas y perredistas. Todo esto bajo la idea que a planteado AMLO de la “unidad”.
Para Andrés Manuel lo importante es que se sumen más votos a la presidencia. Dice la revista que esto le a funcionado en el norte del país donde se ha visto inmediatamente el apoyo de estas estructuras ex panistas y ex priistas en los mítines que ha hecho el candidato de Morena.
De los candidatos de la coalición Juntos Haremos Historia (Morena, PT y PES) el 50% de sus candidatos al Senado son de otros partidos (PRI, PAN, PRD o PV), el 40% de candidatos a diputados federales igualmente. De los 9 candidatos a gobernadores, 4 vienen de otros partidos; 9 de los 24 ayuntamientos a renovar tienen el mismo origen. De las 62 candidaturas al senado 31 son de gente de otros partidos: 8 del PRI, 5 del PAN, 11 del PRD, 2 del PANAL, 2 MC y 2 del PVEM. De 280 candidatos a diputados federales: 30 vienen del PRI, 14 del PAN, 60 del PRD, 9 de MC y 1 de PANAL.
La gran mayoría de estas candidaturas son para ex perredistas, es cierto que morena nace en parte de una escisión del PRD, y al principio la parte que sale del PRD lo hace sobre la lógica de luchar contra los chuchos, por la democracia interna y contra los ataques del gobierno. Actualmente los que salen del PRD es porque quieren conservar sus puestos en el gobierno o andan detrás de un hueso.
Entre estos nuevos candidatos viene gente con una larga cola por detrás que contravienen los principios y los estatutos de Morena. La fórmula al Senado por Puebla, dos ex priistas, están acusados de corrupción: Alejandro Armenta y Nancy de la Sierra. Hay polémica en los candidatos a diputados federales en los estados de Aguascalientes, Michoacán, Puebla, Quintana Roo y Tabasco. Mario Delgado, Dolores Padierna, Miguel Barbosa, siendo del PRD votaron las reformas estructurales. Incluso algunos candidatos para ayuntamientos, por ejemplo, el de Guerrero es acusado de asesino.
La izquierda tiene que dirigir Morena y retomar su rumbo original
A todo esto, sí ha habido reacción de parte de la base de morena. En casi todos los estados hay inconformidad que se ha expresado de diferentes formas. En algunos casos se han escindido diferentes sectores que fueron fundadores del partido, en otros han aguantado estás imposiciones apretando los puños y esperando que pasen las elecciones para dar la batalla, otros más se han adaptado a “el nuevo partido” y siguen porque les han propuesto algún cargo.
La dirección nacional dice que cualquiera que se oponga a esto, es sectarismo. Este argumento no tiene ni pies ni cabeza. En realidad, tratan de impedir cualquier critica sobre una política equivocada. Lo que se está pidiendo es aceptar que el partido se entrega a gente indeseable que no va a dudar ni un segundo en convertir a Morena en un nuevo PRD o un PRI -en algunos casos la situación es tan escandaloso que ya se acerca peligrosamente-.
La base a insistido en que van a votar por AMLO, pero no por las imposiciones. El planteamiento de AMLO es votar parejo por todos los candidatos de la coalición, “aunque luego se regresen a sus partidos”. ¿Qué sentido tiene esto? Para Morena no tiene ninguno, solo es para sumar votos para ganar la presidencia.
La dirección nacional de Morena dice que todos los candidatos han sido escogidos por las encuestas, nosotros nos preguntamos, ¿es cierto esto? Claro que NO, o en todo caso las encuestas que se hacen es a gente que no son del partido y que no tiene ni idea de la vida interna. Como puede ser que integrantes de otros partidos políticos, que muchos de ellos votaron las reformas estructurales, que han atacado a Morena, ahora sean más reconocidos dentro del partido que gente de base que ha trabajado por años por construir la organización.
Pasando las elecciones tiene que haber una reacción de la gente más de izquierda dentro de Morena para recuperar sus principios y estatutos. Habrá muchas presiones para que sea un partido de estado y esté al servicio de lo que plantea AMLO. Esto no es incorrecto del todo, pero no puede ser que no existan órganos electos, que no haya democracia interna y que el partido no pueda decidir lo que más le convenga a la base del partido, y no solo a Andrés Manuel.
AMLO a dicho que el solo gobernará 6 años, Morena tiene que trabajar una nueva dirección, apegados a las necesidades históricas de nuestro pueblo. Organízate con nosotros para dar está batalla.