Escrito por: Ben Curry
El martes pasado, una fuente anónima filtró el borrador del manifiesto del Partido Laborista para las próximas elecciones generales del 8 de junio, sin duda el manifiesto más valiente y a la izquierda que el Partido Laborista haya defendido en décadas. Las promesas abarcan desde la renacionalización del Royal Mail (la antigua empresa estatal de correos) hasta la restauración de los derechos sindicales y la construcción de 100.000 viviendas municipales al año.
Este es un programa que podría galvanizar genuinamente el apoyo al Partido Laborista y que, si se vincula a un plan socialista claro y audaz, podría servir de punto de partida para desmontar el «sistema fraudulento» que Corbyn ha denunciado correctamente en sus discursos.
La derecha fuera de contacto con la realidad
En sí mismo, el momento de la filtración, que llega antes de la aprobación final del manifiesto, arroja más luz sobre el cisma que se ha convertido en un abismo en el Partido Laborista, entre Corbyn (y sus partidarios) y la derecha blairista. Mientras tanto, el partido Conservador, los medios de comunicación de derechas y «fuentes anónimas» de la derecha laborista han aprovechado la filtración como prueba de que la izquierda de Corbyn está radicalmente fuera de contacto con la opinión pública británica.Varios sabelotodos de la derecha han calificado el manifiesto filtrado de otra «nota de suicidio» para el Laborismo, basándose en el mito de que el manifiesto izquierdista del Partido Laborista de 1983 fue la «más larga nota suicida de la historia», por ser demasiado radical para que fuera tragada por los trabajadores británicos. Lo que se olvida convenientemente en todo esto, sin embargo, es que el Partido Laborista fue elegido en 1975 con un programa mucho más radical que planteaba ¡la nacionalización de los 25 principales monopolios!El verdadero problema en 1983 fue que el Partido Laborista se enfrentó al mismo sabotaje interno al que ahora enfrenta, con todos y cada uno de las figuras principales del Partido Laborista, comenzando por el dirigente del partido Michael Foot, socavando y contradiciendo el manifiesto a cada paso. Además, el voto del Partido Laborista quedó escindido por un grupo disidente formado por el ala derecha del Partido Laborista, el Partido Socialdemócrata –muchos de cuyos miembros fueron bien recibidos de nuevo durante los años de Blair.En realidad, es el ala derecha quien ha manifestado ahora su desapego con el verdadero ambiente en la sociedad al denunciar esas políticas. Políticas como la renacionalización de los servicios públicos básicos, la financiación adecuada para el NHS (el servicio nacional de salud), y poner fin a la crisis de la vivienda mediante la construcción de viviendas municipales, son tremendamente populares y obtendrán un eco real entre los trabajadores, los pobres y los jóvenes.Los gobiernos Conservadores han causado en las últimas décadas un daño inestimable a los más pobres y vulnerables de la sociedad, con recortes en el sector público y en los servicios sociales básicos, que contrastan con la generosidad que han demostrado con los más ricos de la sociedad.Este manifiesto laborista filtrado busca deshacer ese daño con una serie de acciones audaces y de gran amplitud. Promete llevar a cabo una renacionalización del Royal Mail, de las compañías de energía y de los ferrocarriles; abordar la crisis de la vivienda mediante la construcción de 100.000 viviendas municipales al año; abolir las tasas de matrícula universitarias; poner fin a la privatización del NHS y aumentar la financiación de la salud pública en 6 mil millones de libras anuales; y recuperar y fortalecer los derechos sindicales, entre toda una serie de otras promesas.
Una ruptura con el pasado
En su contenido, no hay duda de que este manifiesto, redactado por el jefe de política de Corbyn, Andrew Fisher, representa una ruptura total con el programa «Tory-light» de los años del antiguo dirigente Ed Miliband y del llamado Nuevo Laborismo.Como hemos argumentado anteriormente: para que el Partido Laborista supere las contradicciones planteadas por el Brexit, es necesario que Corbyn deje a un lado las normas establecidas y lance una ofensiva contra este sistema patronal con políticas claras y socialistas.Ya está claro que las políticas contenidas en este manifiesto son tremendamente populares y hablan por sí mismas, ayudando a disolver la espesa niebla de las calumnias mediáticas que constantemente se lanzan contra Corbyn. Una encuesta al final del artículo del diario Daily Mirror, que publicó la noticia de la filtración, mostró que el 70% de los lectores apoyaría este programa en su totalidad.El contenido de este manifiesto ha arrojado directamente el guante a los Conservadores y al ala derecha del Partido Laborista. Les ha pillado con el paso cambiado, y ha puesto la pelota en su tejado, obligándoles a defender su programa de recortes y de austeridad.Ahora deben justificar por qué quieren atacar a la clase obrera y hacerle pagar la crisis.
Cui bono? ¿A quién beneficia?
Una pregunta que muchos se se harán es: ¿quién filtró este borrador del manifiesto?Algunos han sugerido que el ala izquierda alrededor de Corbyn pudo haberlo hecho para quitarle la iniciativa a la derecha laborista y a los Conservadores. Parece improbable, sin embargo, que el equipo del líder laborista tratara de orquestar una filtración tan caótica.Este movimiento encaja mucho más con el modus operandi del ala blairista y de su trama en curso para socavar a Corbyn. Según el Financial Times, el equipo de Corbyn ya había sido advertido de «filtraciones sin fin» de la sede del Partido Laborista, que es un nido permanente de conspiraciones anti-Corbyn.El objetivo de estas filtraciones es claro: perturbar la campaña electoral; pintar a Corbyn como un incompetente; y promover la narrativa de una derrota vergonzosa para el Laborismo el 8 de junio, con la esperanza de destituir a Corbyn como líder posteriormente.Sin embargo, los blairistas, que representan los intereses de los grandes empresarios en el partido, están completamente separados de la realidad de las vidas de los trabajadores comunes. Esto se reveló claramente cuando una fuente anónima de la derecha del Partido Laborista resumió su desapego y desprecio hacia la clase obrera al caracterizar el manifiesto como «una carga de regalos para todos los grupos con intereses especiales» y que sólo manifiesta ¡»preocupaciones por los ‘pobres inútiles'»!Estos bandidos y canallas carreristas no tienen cabida en el Partido Laborista. Sin embargo, si realmente fue el ala derecha quien llevó a cabo esta filtración, les salió el tiro por la culata, ya que estas políticas serán tremendamente populares entre millones de pobres, trabajadores y jóvenes. En el curso de la próxima semana de negociaciones que continúa sobre el manifiesto, va a ser extremadamente difícil que el ala derecha excluya ahora las promesas más audaces.
Compromiso
A pesar de contener muchas medidas audaces y progresistas, también debemos advertir contra los elementos de compromiso que también se encuentran en este borrador de documento.Por ejemplo, en lugar de renacionalizar simplemente las compañías ferroviarias, el manifiesto se compromete a realizarlo a paso de caracol, conforme vayan caducando los contratos de explotación con las diferentes compañías privadas que gestionan el servicio. Las empresas que actualmente se lucran con los ferrocarriles han recaudado enormes beneficios a lo largo de los años. No debería haber ninguna compensación para estos parásitos, que ya han sido compensados generosamente. Todos los operadores del ferrocarril y de los autobuses deben ser nacionalizados inmediatamente bajo el control democrático de los trabajadores.Lo mismo debe decirse también de los grandes monopolios energéticos. En lugar de una nacionalización parcial mediante la creación de empresas públicas de energía para competir contra las principales empresas de gas y electricidad, el Partido Laborista debería estar prometiendo nacionalizar inmediatamente las «Big Six» (las seis grandes compañías de energía, NdT), sin compensación alguna.En cuanto a la inmigración también, hay elementos de compromiso, al hablar de «inmigración controlada» como una concesión a la derecha.Lo más notable en términos de compromiso con la derecha del Partido Laborista es un compromiso con la renovación del Trident, el sistema de armas nucleares de Gran Bretaña – una política a la que el mismo Corbyn se ha opuesto oralmente durante décadas; y, de manera similar, una promesa de cumplir la meta de la OTAN de gastar el 2% del PIB en «defensa» militar (léase: invasión y ataque).Estos son los ejes principales de los blairistas, y están claramente incluidos en el manifiesto como resultado del constante hostigamiento de la derecha del partido. La filtración en sí, sin embargo, demuestra la futilidad de la dirección de Corbyn de tratar de comprometerse y unirse con la derecha blairista. Estos canallas del establishment no estarán satisfechos con tales migajas, y sólo serán felices una vez que Corbyn y sus cientos de miles de partidarios sean apartados del partido, con el control completo una vez más descansando firmemente bajo su férula.Además, los intentos de compromiso sólo servirán para socavar el mensaje de Corbyn y debilitar el tirón necesario de las partes más valientes del programa. El rechazo de un segundo referéndum escocés es la pieza central de la campaña del derechista Partido Laborista Escocés, por ejemplo. Esta política, junto con el compromiso de renovación del programa Trident, caerá como un globo de plomo en Escocia.
¿Quién paga?
Los medios de comunicación más serios del gran capital han tenido que permanecer bastante en silencio sobre la cuestión de este manifiesto filtrado. La razón es clara: las políticas valientes contenidas dentro de él ¡son extremadamente populares dentro de la sociedad! La idea de renacionalizar los ferrocarriles podría sonar como bolchevique a los oídos de la clase dominante, pero a la clase trabajadora esas propuestas le suenan como una respuesta de sentido común a años de enriquecimiento y mala gestión por parte del sector privado.La principal acusación que ha lanzado el ala de derecha a Corbyn y McDonnell es la de incompetencia económica: que los números simplemente no dan. Los «expertos» más histéricos incluso han sugerido que la elección de Corbyn conducirá a una hiperinflación estilo Mugabe, con un futuro gobierno laborista recurriendo a la impresión de dinero para llevar a cabo sus políticas.Es evidente que estas ambiciosas reformas y promesas exigen serios niveles de inversión. Para mencionar algunas promesas, el manifiesto incluye: 1.000 millones de libras adicionales para el gasto en cultura (1 libra=1,18 euro, NdT); 7.600 millones de libras para el NHS y los servicios sociales; la abolición de las tasas de matrícula universitaria y la reintroducción de las subvenciones de mantenimiento de la educación a un costo de 10.000 millones de libras.Éstas parecen grandes cifras, particularmente en el contexto de esta era de austeridad. Pero es evidente que tales sumas existen en la sociedad. La Lista de Ricos del Sunday Times señalaba esta semana que las 1.000 personas más ricas de Gran Bretaña acumulan un total de 658.000 millones de libras – ¡un aumento del 14% desde el año pasado!Son estos individuos, los millonarios y multimillonarios quienes concentran en sus manos toda la riqueza generada por el trabajo de millones de personas corrientes, en este país y en el extranjero.El manifiesto se compromete a crear los medios necesarios para llevar a cabo su programa mediante los impuestos a los más ricos en la sociedad, con un aumento progresivo de los impuestos sobre los ingresos superiores a 80.000 libras esterlinas y un aumento del impuesto de sociedades al 26%.Sobre el papel esto parece bastante razonable. Sin embargo, primero debemos señalar que no es el 5% más rico, como se plantea, quien agrupa a los que ganan más de 80.000 libras al año y concentran toda la riqueza de la sociedad.¡Es realmente el 0.1% más rico!El director de las Cámaras de Comercio británicas, un portavoz confiable de esta fina capa de parásitos, hizo sonar las alarmas. Al leer el manifiesto laborista filtrado, este representante de los patrones y banqueros declaró: «Tenemos que enviar un mensaje de que el país está abierto para los negocios después del Brexit.Un gran aumento en un impuesto a las ganancias no envía ese mensaje».La amenaza es simple: si el país no está «abierto para los negocios», los capitalistas simplemente se irán a algún lugar que lo esté.Ya Frankfurt, París, Dublín y otros centros financieros le están poniendo la alfombra roja al capital financiero británico en sus países, en previsión de la catástrofe que provoque el Brexit de la mano de los conservadores.
¡Luchar contra los Conservadores con políticas socialistas!
En pocas palabras, la única forma de aprovechar la enorme riqueza que existe en la sociedad para conseguir las reformas progresistas esbozadas por Corbyn y su manifiesto, sería que un gobierno laborista socialista nacionalizara los grandes bancos y grandes empresas colocándolos bajo el control y gestión democráticos de la clase trabajadora.El proyecto de manifiesto que se filtró esta semana es un paso adelante positivo para el movimiento obrero, una clara ruptura con el pasado del Nuevo Laborismo. La tarea ahora es que el movimiento Corbyn se organice y movilice para llevar este mensaje anti-establishment a las calles y a los barrios y zonas de la clase obrera; ir a la ofensiva contra los Tories y su «sistema fraudulento»; Y luchar en estas elecciones con un audaz programa socialista.