La pandemia del COVID-19 se extiende en todos los rincones del mundo y le ha dado un empujón a la endeble economía internacional, incluso el Fondo Monetario Internacional ha aceptado que el mundo se aproxima una recesión de igual o de mayores magnitudes a la del año 2008 con un impacto desastroso para las economías latinoamericanas que dependen en gran medida de la dinámica de la economía de Estados Unidos y China, de acuerdo a la directora de la CEPAL, el escenario para nuestros países: «… se va a parecer mucho a una economía de guerra».
El panorama para México no es distinto, las perspectivas son que la economía se desplome entre un 5 y 7% este año con una pérdida de 1.7 millones de empleos, incluidos 700,000 mil en el sector formal.
Paralelamente a la situación económica, millones de trabajadores nos enfrentamos a la problemática del coronavirus:
– La gran mayoría no puede hacer efectiva la cuarentena debido a que se encuentran en las filas de la informalidad (que en 2018 representaba 57% según datos del INEGI), laborando en trabajos precarios. No tienen ingresos fijos, ni seguridad social con que hacer frente a la cuarentena por el coronavirus.
– Parte de las industrias, empresas y en el comercio no se han suspendido actividades, aunque no estén caracterizadas como sectores prioritarios para combatir la pandemia, lo que provoca que nuestras familias no tengan un confinamiento efectivo. Millones salimos a laborar a diario utilizando el transporte público, teniendo contacto con cientos de personas y sin que las empresas tomen las mínimas medidas para evitar el contagio. La avaricia del capitalista y su sed por mantener sus grandes ganancias se ha priorizado sobre nuestra salud y la de nuestras familias.
– En algunas empresas y centros de trabajo que han decidido suspender actividades han optado por enviar a los trabajadores a casa sin un peso en la bolsa o recortar el salario en cierto porcentaje. El caso más conocido y difundido es el del Corporativo Alsea, dueño de la cadena de restaurantes y cafeterías como Chili’s, California, El Portón, Burger King, Domino’s Pizza, Starbucks, entre otros; que emplea a más de 70 mil personas, pidió a sus trabajadores ausentarse un mes sin goce de sueldo. Asimismo, en días pasados se anunció que los pilotos de Aeroméxico recibirán solo el 60% de su salario, al igual que trabajadores de empresas y maquiladoras.
– Los despidos ante la pandemia también han estado presentes, en maquiladoras, empresas, negocios medianos, en el sector turístico, en el caso de Cancún ha habido miles de despidos en este sector.
– El 90% de las grandes empresas del sector automotriz han anunciado paros técnicos mientras dure la contingencia, la situación de los trabajadores en ese sector es incierto, la patronal puede utilizar esa situación para iniciar despidos, recortar prestaciones e incluso no pagar salarios.
– Trabajadores del sector salud de los sistemas nacionales y algunos subsistemas estatales se han manifestado casi a diario, por la falta de material básico de protección, en diferentes regiones del país.
En la actual situación, donde se requiere la máxima solidaridad, y enfocar todos los esfuerzos para erradicar la pandemia, los grandes capitalistas han optado por mantener sus ganancias en lugar de tomar las medidas preventivas para asegurar la salud de millones de personas, ante esa situación la clase trabajadora debemos responder: ¡los trabajadores no somos carne de cañón!, ¡prioricemos la vida, no las ganancias de los capitalistas!
Debemos levantar la bandera de lucha por la salud y la vida de la clase trabajadora frente a la actual pandemia, y ante la crisis económica que se avizora, no podemos permitir que los capitalistas recarguen sobre nuestras espaldas y la de nuestras familias los costos de la crisis, la receta para salir de las crisis económicas es de todos conocida: despidos, rebajas salariares, desaparición de conquistas y derechos laborales y sociales.
Ante esta situación urgente, los jóvenes y trabajadores organizados en torno a La Izquierda Socialista, sección mexicana de la Corriente Marxista Internacional, llamamos a iniciar una campaña de denuncias de todos los sectores de la juventud y la clase trabajadora, bajo el slogan ¡no somos carne de cañón! ¡prioricemos la vida, no las ganancias de los capitalistas! Y que estas denuncias nos sirvan para formar una red de acción y solidaridad entre las luchas de la juventud y los trabajadores.
¿Qué puedes denunciar? Abusos de la patronal, despidos, intentos de rebajas salariales o eliminación de prestaciones, falta de insumos en el sector salud, etc.
¿Cómo puedes hacerlo? Envía un correo electrónico a contacto@marxismo.mx, un mensaje vía WhatsApp al 55-3730-9868 envía un mensaje a nuestra página de Facebook, o llena el formulario de Google que a continuación te presentamos.
Cualquier denuncia garantizaremos el anonimato de la misma, el objetivo es fortalecer la organización de los trabajadores.