Una de las banderas que enarbola la 4T es la de la lucha contra la corrupción. Sin embargo, esta bandera, o más bien esta lucha, ya ha comenzado a tener sus claroscuros e incluso ha caído en contradicciones.
Ahora vemos en los noticieros que ha llegado a nuestro país Alonso Ancira, dueño de Altos Hornos de México y que se encontraba detenido en España. Será juzgado por corrupción y lavado de dinero, su proceso inició inmediatamente después de su arribó a nuestro país. La 4T abre otro frente contra la corrupción… esperemos a ver qué sucede.
Ancira y sus cuentas pendientes
Alonso Ancira, dueño y presidente del consejo de administración de Altos Hornos de México (AHMSA) está acusado de lavado de dinero, cohecho y defraudación fiscal por la compra-venta de la planta chatarra de Agronitrogenados (propiedad de Ancira) por la que Pemex habría pagado cerca de 475 millones de dólares, cuando dicha planta estaba valuada en unos 50 millones de dólares.
Pero, no es únicamente por vender a un precio enormemente inflado la planta y causarle daños a Pemex por lo que Ancira será juzgado, sino porque ésta relacionado con Emilio Lozoya y con el caso Odebrecht. Se ha sabido que, después de la compara de Agronitrogenados, Altos Hornos de México, transfirió millones de dólares a las cuentas de la constructora Odebrecht.
La Fiscalía General de la Republica (FGR) tiene pruebas de las transferencias que se realizaron a empresas fantasma de Odebrecht, entre ellas la empresa Grangemouth, a la que salieron en agosto de 2017 cinco millones de dólares supuestamente transferidos a Zecapan SA, una offshore en la que se habrían recibido los sobornos dirigidos a Emilio Lozoya de Odebrecht, según los testimonios ante la justicia brasileña de tres ex altos ejecutivos de la constructora brasileña. Olívio Rodríguez confesó ante los fiscales de Brasil que Grangemouth no existe y solo servía como intermediaria para realizar las transferencias de “pagos indebidos”.
También sabemos que esos “pagos indebidos” fueron entregados a Lozoya y sirvieron, entre otras cosas, para cometer delitos como enriquecimiento ilícito, fraudes electorales, cohecho y asociación delictuosa, pero también, muy específicamente, para pagar el fraude de 2012, año en el que Enrique Peña Nieto se invistió como presidente y que, como también sabemos, fue un sexenio que nos costó mucha sangre a los de nuestra clase.
Ancira fue detenido en mayo del 2019 en España por solicitud del gobierno mexicano, tras la emisión de la orden de captura, tras ser identificado por agentes de la Policía Nacional española con base en una alerta de la oficina en España de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol). Tras su captura logró la libertad bajo fianza y así pudo enfrentar su proceso de extradición. Sin embargo, se entregó a las autoridades judiciales españolas para agilizar el procedimiento.
Por otra parte, y tal vez en un gesto que le reduzca la condena o que abra la puerta para que el gobierno le pida ser un testigo colaborador, los representantes de Altos Hornos han aceptado devolver al gobierno mexicano los 200 millones de dólares que el empresario cobró como sobreprecio. Aunque la cifra no se acerca a la que dio a conocer, al menos se podrá recuperar una parte de lo robado.
A casi dos años de haber sido detenido, mismos en los que evitó por todos los medios su extradición a México, hace unos días se concretó su llegada, dado que desde noviembre del año pasado se confirmó su extradición al considerar que los hechos perseguidos por México no han prescrito y también se persiguen en España. Los jueces también descartaron que exista una persecución política en contra de Ancira como había argumentado su defensa.
La 4T y su lucha contra la corrupción
Ancira no es el primero y muy seguramente no será el último personaje que la 4T juzgue por corrupción. La cuestión es, ¿hasta dónde va llegar la 4T en esta lucha?
Ya hay varios procesos abiertos en contra de personajes que fueron favorecidos por el gobierno de Peña Nieto, ya bien sea funcionarios o empresarios. Rosario Robles, Juan Collado o el mismísimo, Emilio Lozoya.
Lo cierto es que, a pesar de que se encuentran en prisión y están siendo juzgados, hasta ahora no ha habido resultados contundentes. Algunos dirán que son procesos largos, que hay mucho que investigar o que se está en camino de llegar al final, pero sigue sin existir nada claro sobre ningún proceso.
Al inicio Lozoya daba muchas declaraciones, parecía que en cualquier momento Peña o Videgaray iban a ser detenidos y por fin veríamos que la justicia empezaba a llegar, pero hoy seguimos igual que antes. Es como si alguien estuviera impidiendo que se valla a fondo para destapar toda la cochinada que se hizo durante muchos años, y donde muchos más están implicados.
Otro caso alarmante es el del General Cienfuegos, se extraditó de Estados Unidos para ser juzgado aquí, y al final, quedo libre.
Por lo tanto, la pregunta es ¿qué podemos esperar del juicio contra Ancira?, para empezar, se dice que no enfrentará el juicio en prisión, por la edad y cuestiones de salud, también se dice que los cargos no son tan graves, entonces es normal que nos preguntemos ¿hasta dónde es capaz de llegar la 4T en su lucha contra la corrupción?
Nosotros debemos de exigir, no solo la cárcel. Todos sus bienes deberían de ser expropiados y que sirvan para resolver problemas fundamentales que padece la sociedad actualmente. El dinero bien podría servir para comprar vacunas, sus vienes inmuebles para dar casa a los sintecho, etc. No queremos pan y circo, exigimos una política seria y a fondo contra la corrupción.