El lamentable asesinato de Giovanni López, a manos de la policía del municipio de Ixtlahuacán de los Membrillos en el Estado de Jalisco, que gobierna Enrique Alfaro, ha causado gran conmoción, sobre todo por los acontecimientos en Estados Unidos, que pusieron el dedo en la llaga, por la brutalidad policiaca, al asesinar a George Floyd en Minneapolis, Minnesota.
No es el momento de explicar ni la lucha contra el racismo, ni el papel que juega la policía, sin embargo, es imprescindible mencionar que en ambos casos el abuso policial es el mismo, lo que ha sacado a la luz y ha demostrado que dentro de la sociedad existe una enorme rabia contendida, que ya no pudo ser ni amortiguada, ni desviada, aun con el confinamiento y el riesgo de contagio de Covid-19, miles han salido a las calles, no solo en Estados Unidos, lo que también demuestra que “la nueva normalidad” trae consigo un ambiente de lucha.
Pero regresando a lo que nos incumbe, el caso de Giovanni López ha trascendido porque las primeras movilizaciones para exigir justicia se dieron a casi un mes de haber fallecido, es decir, a un mes de su pérdida, las instituciones de justicia del estado de Jalisco no habían hecho absolutamente nada para esclarecer el caso de Giovanni, lo que deja una serie de preguntas al aire, entre ellas ¿qué fue lo que motivó a la policía a actuar con tal violencia? Pues sabemos que el motivo de su muerte fue un traumatismo craneoencefálico (TCE), o dicho de forma más simple, de golpes en la cabeza. Los vídeos que circulan en las redes sociales presumen que la detención se realizó porque Giovanni no traía cubre-bocas. ¿Qué tan fuerte golpearon a Giovanni o por cuánto tiempo para causarle la muerte? Para tener un panorama más claro, la forma más común de fallecimiento por TCE son los accidentes automovilísticos, seguido por accidentes de trabajo (caídas o golpes con objetos contundentes). Lo que significa que lo debieron de haber golpeado por mucho tiempo o con objetos contundentes (macanas), para causarle la muerte.
Los anteriores cuestionamientos obligan una tercera pregunta: ¿Qué métodos usa la policía a la hora de detener a un ciudadano? En caso de que exista algún método, éste debe de ser supervisado, pero en un vídeo se menciona la presencia de un comandante de la policía de Ixtlahuacán de los Membrillos, entonces nos deja claro que la policía actúa de forma irresponsable, actuaron más como un grupo de sicarios que como elementos policiacos con adiestramiento, además de que en los vídeos se ve al menos a unos 6 policías, deteniendo a un hombre solo y desarmado.
Lo que trae a colación que cuando se dieron las primeras manifestaciones en Guadalajara, la represión y las provocaciones estuvieron a la orden del día, además de que las detenciones ilegales y los levantones fueron al más puro estilo del narco, es más, se sabe por los jóvenes que fueron levantados y arrojados en cerros o lugares lejanos de donde fueron “detenidos”, que los elementos que realizaron dichos actos ilegales, los amenazaron con entregarlos a grupos del crimen organizado, para que ellos se encargaran.
¿Lo dijeron para intimidar o en realidad era una opción? Es algo que no sabemos, no por ahora, pero tenemos mucha evidencia en otras partes del país en donde la policía municipal está coludida con grupos delincuenciales, principalmente del narco, pero también sobre el huachicoleo, trata de personas, extorsiones, etc.
En la Ciudad de México o en el Estado de México se han detenido a elementos de la policía en activo, realizando actividades muy distintas a las que les corresponden, asalto a cuentahabientes, secuestrando, robando vehículos, entre otros delitos. Basta recordar los acontecimientos en Iguala, Guerrero, en donde fueron desaparecidos 43 normalistas de Ayotzinapa, caso en el que estuvieron involucrados elementos del ejército, de la policía municipal y del narcotráfico.
Algo que tampoco es nuevo son los vínculos del narcotráfico con los gobiernos municipales, estatales e incluso federales. El caso de Genaro García Luna no deja dudas sobre la vinculación e integración del narco en los más altos niveles de gobierno. Por lo que no podemos descartar que el gobierno de Jalisco en manos de Enrique Alfaro se escape y sea un caso similar.
La reconocida periodista y escritora Anabel Hernández, con un profundo conocimiento del tema y que ha publicado una serie de libros, de los que se pueden destacar: Los señores del narco (2010) y La verdadera noche de Iguala (2016), ha dicho públicamente, desde 2018, que Enrique Alfaro estaba siendo investigado por las autoridades en Estados Unidos, por sus posibles vínculos con la delincuencia organizada. Hernández también ha declarado que Edgar Valdez Villarreal, mejor conocido como “La Barbie” (detenido en 2010) le dijo en una carta, presuntamente firmada por él mismo, que entregó cantidades millonarias a García Luna, además de que Felipe Calderón, lideraba las reuniones con narcotraficantes, incluido el Chapo Guzmán.
Por otra parte, apareció un vídeo en el que la voz es supuestamente de Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). En el vídeo se deslinda de las casas de seguridad en donde se han encontrado muertos o a gente maniatada. También menciona que es el gobernador Alfaro quién debe responder, pues él sabe a quién pertenecen y hace alusión a Martín Coronel, cuyo nombre real es Martín Beltrán Coronel, quién quedó al mando del Cártel del Pacífico, después del asesinato de Ignacio Coronel. En el vídeo también menciona a Esteban Rodríguez Olivares como responsable de la violencia en Jalisco, que junto a Coronel son narcotraficantes sumamente vinculados al “Chapo” Guzmán y a Ismael “El Mayo” Zambada.
En el vídeo Nemesio también dice saber de cuentas bancarias en Suiza e Islas Caimán, donde supuestamente Alfaro usa prestanombres. Asimismo explica que el gobernador ha traicionado los acuerdos a que habían llegado, entre ellos dejar el control de la plaza al CJNG. Aunque Alfaro ya salió a desmentir el vídeo es de llamar la atención que el líder del CJNG se tome la molestia de ventilarle sus cosas l gobernador de Jalisco, sobre todo teniendo en cuenta que no es la primera vez (y seguramente tampoco la última) en la que se le vincula con el narcotráfico.
Si no hay vínculos con el narcotráfico, como dice Alfaro: ¿A quién se puede responsabilizar de las más de 3 mil personas desaparecidas en Jalisco en los últimos 4 meses y que no se han resuelto? Según un testimonio (su familiar desapareció hace ya más de un año), publicado en la web del periódico La Jornada, el 24 de abril del año en curso, dijo que “hay una serie de irregularidades para proteger a los policías de Tecolotlán que presuntamente habrían entregado a su familiar a delincuentes y que teme por su integridad y la de su madre pues han denunciado a los uniformados”.
En otro ejemplo en que se muestran los posibles vínculos del narcotráfico con autoridades en Jalisco, hace dos años, en 2018 en Tecalitlán, municipio al sur del Estado, desaparecieron tres ciudadanos italianos, en algunas de las declaraciones se repite lo mismo que en Tecolotlán, la policía los detuvo (no se sabe la razón) y los entregó a miembros del cártel (no se sabe cuál, pero hay quienes aseguran fue al CJNG). Hasta la fecha no se ha resuelto absolutamente nada sobre el caso y aunque esto no ocurrió bajo la administración de Alfaro, es obvio que existen sectores de la policía que están infiltrados o que trabajan para algún cártel.
Otro caso que es de llamar la atención, es que, en Jalisco, aunque también en otros estados, grupos del narco han entregado despensas del CJNG, lo que se muestra en los vídeos es a gente formada recibiendo una despensa de manos de gente encapuchada con armas de alto calibre, y con tomas de lo que parecieran drones, algo que no pasa desapercibido fácilmente, pero no hay ni detenidos, ni carpetas de investigación abiertas sobre esos hechos. Enrique Alfaro ha salido a decir que son montajes del cártel para ganarse la opinión pública, no sería mejor iniciar alguna investigación que decir que son montajes o será que él tiene un cártel favorito, como dice el vídeo del Mencho.
Lo cierto es que Enrique Alfaro se ha puesto en el ojo del huracán y, de ser ciertas algunas cosas de las que aquí he expuesto, seguramente no saldrá bien librado. Y no sólo él, también Felipe Calderón y varios ex gobernadores, que se les sabe “algo”, además también se dice que la “Barbie”, fue agente encubierto de la DEA de 2008 a 2010 y que podría atestiguar en el caso García Luna, lo que pone muy nerviosos a los posibles involucrados.