Desde la suspensión de clases en las escuelas, el 23 de marzo, por la emergencia sanitaria, se implementó el programa “Aprende en casa por TV y en línea”. A través de la Dirección General de Televisión Educativa y Canal Once Niños y Niñas con retransmisiones por los canales de sistema por cable, como Total play, Sky, Dish, Megacable e Izzi.
El 21 de abril, cuando se anunció el regreso a las aulas el 1 de junio, se dio a conocer el programa Educación a Distancia, el cual también forma parte de “Aprende en Casa en Línea”, a través de las herramientas que ofrece YouTube y Google para Educación.
Para acceder hay que crear cuentas, este registro permite a G Suite tener acceso a los datos de los usuarios, como nombre, edad, centro de trabajo y número de celular. La extracción de datos personales en Estados Unidos ha generado enormes ganancias.
En la estrategia de educación a distancia la SEP expone que Google, Microsoft, Facebook y Fundación Carlos Slim se sumaron de manera gratuita por la contingencia, es de sobra conocido que la educación es un gran negocio para grandes empresas. Está documentado como en todo el mundo empresas como Google y Microsoft ponen todas las facilidades para que las primeras herramientas digitales sean las suyas y de esta manera crear enormes núcleos de consumidores que a mediano plazo les redituará en interesantes negocios.
La realidad del país y el sistema educativo
En tiempos de la pandemia avanza un proyecto educativo que a todas luces es impositivo y discriminatorio, siguiendo las mismas directrices de los gobiernos anteriores: proponer y dejar que cada centro de trabajo y profesor de forma individual resuelva los problemas que pudieran surgir.
El principal jefe de las oficinas de la SEP, Esteban Moctezuma, propone un proyecto por arriba sin explicar cómo lo llevarán a cabo los profesores a ras de tierra. Parece desconocer la realidad del sistema educativo. Miles de profesores, en la gran mayoría de las regiones del país, comienzan a ser presionados por sus autoridades inmediatas para que entreguen planeaciones, trabajos o elaboren reportes. Niños y jóvenes llamados a realizar tareas, minimizando la situación en la que vive cada estudiante. Peor aún, casi ridiculizando la crisis sanitaria.
Con cifras del INEGI (ENDUTIH 2019) se sabe que de todos los hogares que existen en México, sólo el 56.4% tiene conexión a internet y el 44.3% tiene computadora. Es decir, que casi la mitad de estudiantes se quedará sin utilizar el proyecto de educación a distancia. El resto utilizará la televisión, y quien no cuente con electricidad trabajará con su libro de texto. Las grandes desigualdades de nuestro país solo destapan lo terriblemente discriminatorio que es el programa de la Secretaría de Educación Pública.
Los gobiernos del PAN y del PRI saquearon al país, dejaron al sector educativo bastante minado, las aulas de cómputo en las escuelas de educación básica están prácticamente en ruinas. Es absurdo pensar que los hijos de los trabajadores si tendrán esas herramientas.
Según la SEP confía en que: “los padres y madres de familia se apoyen en los contenidos del programa Aprende en Casa para establecer rutinas diarias de estudio para sus hijos en el hogar y, así, transitar exitosamente hacia la normalidad”. ¿Es en serio, ya no hablemos de habilidades o conocimientos, los trabajadores y sus hijos tendrán cabeza para preocuparse por los aprendizajes en medio de una terrible pandemia que está golpeando duramente la “normalidad” de la vida cotidiana y laboral?
Cercano a la élite
Existen corrientes políticas democráticas dentro del magisterio como la CNTE y el Comité Ejecutivo Nacional Democrático, que han elaborado propuestas pedagógicas, como el Proyecto de Educación Alternativa en Chiapas (PEA Chiapas), el Plan para la transformación de la educación en Oaxaca (PTEO) o el Programa nacional de educación y cultura (PANAEC) en Michoacán. Quien mejor que ellos y otras organizaciones democráticas, que conocen la realidad educativa de sus comunidades, para asesorar en cómo elaborar un plan educativo emergente en tiempos de emergencia sanitaria.
¿Acaso no sería correcto que la SEP hubiera buscado el acompañamiento de estas organizaciones?
Por otro lado, reconocemos el terremoto electoral y el nivel de conciencia a la que llegaron las masas al elegir a Andrés Manuel López Obrador. Y las reformas importantes que ha llevado adelante su gobierno. Sin embargo, de manera honesta también hacemos las críticas pertinentes. Una de ellas es el desacuerdo con el sector de la derecha que se encuentra en su gabinete, como Esteban Moctezuma.
Secretario de Gobernación en los tiempos de Ernesto Zedillo y ex empleado de Ricardo Salinas Pliego durante 17 años. Salinas, el dueño de TV azteca y Elektra que obliga a sus trabajadores a seguir laborando durante la contingencia.
Moctezuma ya como secretario de educación en el gobierno de Obrador, es impulsor del Laboratorio de Educación donde se encuentran representados organismos empresariales como Mexicanos Primero (organización en la que participan Televisa, Cinépolis, Kimberly Clark, entre otros).
¿Sería una casualidad que Moctezuma se inclinara a actuar como Salinas Pliego, o que pensara como Daniel Calderón Presidente Ejecutivo de Mexicanos Primero? Éste último personaje en las últimas semanas se ha dedicado a dar entrevistas en los medios, preocupado por como “los padres tendrán que dar acompañamiento en los aprendizajes de sus hijos”. Parece ser la misma política que sale de las oficinas de la SEP. Totalmente desinteresados en la realidad que vive el país.
Regreso a las aulas
En esta crisis pandémica y económica que está sacudiendo al país, el mensaje que deja entender el Secretario de Educación a padres, maestros y niños, es no se preocupen dedíquense a trabajar y estudiar en sus casas, la tranquilidad llegará.
En México la normalidad está lejos de ser una realidad después de la crisis sanitaria. El Coronavirus es el accidente que aceleró la crisis económica, que ha puesto en jaque a las principales economías capitalistas: China, Italia, Francia, Inglaterra. Sólo en Estados Unidos se han perdido 22 millones de empleos en este último mes.
En México tenemos que prepararnos para una fuerte sacudida. La burguesía mexicana no cesará en el intento de que la crisis sanitaria y económica la paguemos los trabajadores.
El regreso a las escuelas no será el mismo al que estamos acostumbrados, nuestros alumnos tendrán que superar el agotamiento emocional. Los trabajadores del magisterio, aparte de cargar con el desgaste familiar y confinamiento, nos encontraremos con la disyuntiva de tener o no que defender nuestros derechos laborales en un clima donde la oligarquía exige furiosamente al gobierno de Obrador que el estado salga a rescatarlos con dinero público.