Escrito por Adrián Alvarado
Este año se realizarán elecciones en el Estado de México, el cual consta de características peculiares, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) siempre ha gobernado la entidad mediante el clientelismo, la compra de votos y las amenazas en cada proceso electoral, además es el estado con el mayor número de personas registradas en el padrón electoral, el cual supera las 10 millones de personas, este, junto a 5 estado más, puede ser decisivo para la elección presidencial de 2018. La elección se realiza en un contexto de des-legitimidad del régimen, crisis económica y social; y estos factores pueden expresarse, de alguna forma, en el proceso del 4 junio.
El Estado de México lleno de contrastes y contradicciones
De acuerdo al Instituto Nacional de Geografía y Estadística (2015) vivimos en el Estado de México más de 16 millones de personas, distribuidas en 125 municipios, entre los cuales podemos encontrar a ocho municipios cuya población supera el medio millón de personas, entre los que resalta Ecatepec y Nezahualcóyotl con más de un millón de habitantes; como podemos observar existen municipios con un número de población superior o similar a algunos estados en el país.
Ocupa el segundo lugar en porcentaje de los estados que aportan al Producto Interno Bruto (PIB), con un 9.3%, se encuentra detrás de la Ciudad de México y por delante de Nuevo León. Entre los principales sectores y actividades productivas se encuentran, la automotriz, alimentos y bebidas, químico farmacéutico, textil y turístico. Los municipios cercanos a la Ciudad de México, que son parte de la Zona Metropolitana, concentran la mayor parte de la población y la actividad económica. Siendo el Estado de México una de las entidades más industrializadas del país.
Dentro de su territorio podemos encontrar municipios enmarcados en la Zona Metropolitana, junto a la Ciudad de México; pero también comunidades con un fuerte arraigo a la tradición indígena, como puede ser las comunidades otomís del municipio de Lerma, o la comunidad que se dirige por usos y costumbres de San Francisco Magú, del municipio de Nicolás Romero.
La desigualdad, la pobreza, la violencia y la desigualdad también es una constante en el estado.
De acuerdo a cifras oficiales del Consejo Nacional de Evaluación (Coneval), 8.3 millones de personas viven en condiciones de pobreza, de los cuales un 1.2 millones viven en condiciones extremas, es el estado con mayor índice de inseguridad en delitos de alto impacto y en feminicidios, y es que ser mujer estudiante o mujer trabajadora se ha convertido en un riesgo en algunas regiones, a tal grado que en once municipios fue declarado Alerta de Género por parte del gobierno.
Cuna también del grupo Atlacomulco, una especie de cofradía política – empresarial ligada al PRI, que desde hace décadas se disputa el poder político y del cual provienen los principales políticos de la entidad e incluso el propio Enrique Peña Nieto, es lugar donde grupos paramilitares dirigidos por el PRI, como Antorcha Campesina, ejercen un poder por medio del miedo, en diferentes lugares. También es epicentro de la resistencia de los campesinos de Atenco en contra del despojo de sus tierras por la construcción del aeropuerto, la lucha de las comunidades por la administración del agua en municipios como Coyotepec, de las comunidades de Lerma en contra del despojo a sus comunidades por la construcción de la autopista Naucalpan – Toluca, de cientos de esfuerzos organizativos juveniles y populares en los municipios, y punta de lanza de la protestas contra el gasolinazo recientemente.
Bajo el anterior panorama es como se llega a las elecciones del presente año.
Las elecciones, la lucha de clases y los candidatos
Sabemos que los procesos electorales, si bien no es la herramienta fundamental para la transformación social si son un termómetro de la lucha de clases en el país o la región, y nos puede dar una especie de fotografía particular de toda la película general de la lucha de clases; los marxistas no nos asumimos como anti electorales o electorales de principio, analizamos la realidad social tal y como es, no de manera idealista o como quisiéramos como fuera, y a partir de ahí planteamos las diversas tácticas de lucha y de nuestra intervención en los procesos sociales y la lucha de clases.
Debemos reconocer que los partidos que reflejan más fielmente los intereses de la oligarquía y la burguesía en nuestro país son el PRI y el PAN, los cuales han intentado llevar a cabo su proyecto económico y social, mediante las llamadas reformas estructurales, proyecto que en las últimas décadas se le ha denominado neoliberalismo, el cual es parte de un modelo propio del sistema capitalista, el cual ha entrado en crisis a partir del año 2008. Los candidatos del PRI y el PAN, Alfredo del Mazo y Josefina Vázquez Mota, junto a sus partidos satélites: Nueva Alianza, Encuentro Social, Humanista y Verde, representan a estos intereses.
Alfredo del Mazo surge de la cantera del grupo Atlacomulco, representa la continuidad de la política del gobierno federal, con Josefina Vázquez Mota podemos ver un cambio en los personajes en las estructuras del poder pero en el programa de gobierno no hay una gran diferencia respecto a los gobiernos del PRI, solo representaría una cambio cosmético.
La ausencia de un partido de la clase trabajadora y la tradición de la corriente nacionalista desde la época del cardenismo es otra de los factores que se han hecho presentes en la izquierda en México, como es el caso de la formación del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) dirigido por Andrés Manuel López Obrador, con todos sus vicisitudes, como expresión política ha capitalizado una parte del proceso de la lucha social en nuestro país. En el Estado de México han postulado a Delfina Gómez, ex presidenta municipal de Texcoco.
La burocracia del PRD busca evitar el colapso de su partido para mantener vivos sus privilegios, está en una crisis profunda producto del Pacto por México – y de la polarización social del país-, de donde derivaron las actuales reformas estructurales, primero hablaron de una alianza con el PAN, ahora mismo son incapaces de ponerse de acuerdo para nombrar a un candidato, incluso se habla de una alianza no formal de la estructura del PRD y el PRI para que este último permanezca en el gobierno y los primeros poder mantener los pocos privilegios de los que gozan.
No podemos obviar que ante la crisis del régimen, de los partidos y el inicio desmoronamiento del modelo neoliberal, un sector de la burguesía se ha acercado a Andrés Manuel López Obrador como una vía de escape y mantener de pie sus negocios y evitar el colapso completo del régimen, también diversos actores políticos y ex dirigentes de partidos se han acercado a Morena como una opción de continuar en los puestos gubernamentales; a su vez el partido cuenta con un fuerte respaldo popular ante décadas de ataques a las condiciones de vida por los gobiernos en turno con la esperanza de un cambio profundo.
Todos estos factores están presentes en la elección del Estado de México, también nosotros aspiramos a la derrota de los partidos del Pacto por México (PRI, PAN, PRD) y sus satélites en la próxima elección del Estado de México, a la vez que señalamos que el programa de un gobierno surgido por la izquierda debe atender las demandas populares, de los trabajadores, jóvenes, campesinos pobres y oprimidos del estado, no pude haber concesión en ese terreno a los sectores burgueses que se han acercado que pretenden moderar, aún más el proyecto político e imponer su programa. La primera tarea de un gobierno de este tipo será atender las demandas de los movimientos sociales que anteriormente mencionamos, que han surgido como rechazo al despojo, la privatización y la sed de ganancia empresarial.
Hacemos un llamado al voto, muy crítico, a Morena, no como planteando un mal menor, sino para que ponga a prueba sus planteamientos de gobierno, que nosotros mantenemos, que no son realizables dentro del capitalismo en crisis. A su vez nosotros no renunciamos a la construcción de una alternativa revolucionaria y socialista en la izquierda, el movimiento obrero, popular, estudiantil y campesino, para luchar por el socialismo.