Autor: Juan de la Cruz, Bloque Popular Juvenil
El mes pasado se realizó la XXXIV Convención Nacional del FMLN, la cual es reconocida en el interior de nuestro partido como la máxima autoridad sobre el Consejo Nacional y sobre la Comisión Política, por su amplia participación entre las bases. La realización de la Convención se da en vísperas de un proceso electoral importante, donde el partido intentará ganar más diputaciones y más alcaldías.
La Convención viene a ser también el cierre de un proceso de votación y elección de más de 3000 candidatos a elección popular un proceso que también culmina con una alta participación de militantes. Según cifras de Medardo González, secretario general del FMLN, el 81 % de militantes participaron en la elección de los candidatos a cargos de elección popular, diferenciándose del proceso de elección del 2015 donde se eligieron direcciones internas, que contó con la participación de solo el 68 % de militantes. Sin duda el proceso de elecciones generales para Diputaciones y Consejos Municipales percibe un interés más importante en la base, que el régimen de funcionamiento interno del partido, pero también se debe a todo un proceso de depuración en los padrones internos, situación que generó muchas molestias en las bases, pues la forma en cómo este se depuró no fue la más adecuada.
Dentro de la convención se votaron dos resoluciones importantes que tienen que ver con la política internacional. Una en favor del proceso cubano y la segunda fue la reafirmación de apoyo al gobierno de Nicolás Maduro. Desde nuestra postura nos parece que es una posición correcta y revolucionaria pronunciarse ante estos hechos. Mantener una postura internacionalista de cara a nuestros principios socialistas es de suma importancia, en el entendido que una lucha antimperialista no puede darse en los márgenes del Estado nación, sino debe ser ante todo una lucha internacionalista, esta es una condición básica para el avance de las fuerzas socialistas en Latinoamérica.
Desde nuestra organización apoyamos todas las proclamaciones en cuanto a la lucha internacional, así como también damos un apoyo crítico a cada uno de los compañeros y compañeras elegidos y ratificados por las bases de nuestro partido y lucharemos junto a ellos por hacer avanzar las fuerzas de izquierda en el país, bajo la concepción de ganar más espacios para la explicación de las ideas socialistas entre los proletarios y oprimidos. Pero también consideramos importante hacer algunas acotaciones necesarias de todo el proceso de elección de los candidatos y de algunos objetivos generales planteados en la Convención Nacional, con la idea de incentivar el debate revolucionario en las bases del partido.
En muchas ocasiones se ha manifestado que la imposición de la Ley de Partidos Políticos, ha sido una estrategia de la burguesía para acabar o desmoronar el régimen interno del FMLN con el objetivo de desacreditar al partido, lo cual para nosotros no es tan verídico o más bien de ser cierto no es algo a lo que debamos temerle. El proceso de democracia interna es una condición fundamental para la construcción de un partido sano, es preciso recordar que uno de los más grandes partidos de la historia y el único que ha llevado al poder a la clase obrera y a los oprimidos ha sido el Partido Bolchevique de la mano de Lenin y Trotsky, en aquella heroica Revolución Rusa de 1917. Es menester para cualquier partido que busque liberar a la clase obrera de la opresión capitalista tomar este legado fundamental de la clase obrera para poner en práctica sus postulados más generales, y uno sumamente importante, es el que le compete a la democracia del régimen interno, que implica someter a votación a todos los candidatos a elección popular, así como a todos los miembros de dirección del partido. Dado que este proceso permite poner al frente de las luchas a los militantes más honestos y preparados de nuestras filas.
Esto precisa también el combate fundamental contra el carrerismo y oportunismo dentro del partido, contrario a lo que se cree, la aplicación del método de elección interna combate estas tendencias perniciosas, claro, esto debe estar acompañado de una serie de medidas importantes, por ejemplo: la presentación de los candidatos o planillas con un tiempo prudencial para que sea sometido al análisis de las bases en reuniones generales, regionales o barriales. Esto permitirá que la base se identifique o conozca más a fondo a sus futuros representantes; así como la aplicación de los criterios de militancia en las instancias del partido, nadie que no haya militado constantemente en el tiempo, según como lo definen nuestros estatutos, en algún órgano interno del partido debe participar en este proceso. El militante que no cumpla esto no debería ser propuesto como candidato a elección popular ni mucho menos a cargos de dirección, así como también a todo militante se le debe suprimir el derecho a emitir su voto hasta que cumpla con los criterios de militancia. Con esto eliminamos aquellos vicios del pasado donde se buscaba a gente ajena al partido para votar por equis candidato; las propuestas de candidatos pueden venir de la dirección o de las mismas bases. La dirección no puede apropiarse del poder absoluto para proponer, si la forma de elección es sana, no tendría por qué haber algún problema en que existan más propuestas, la idea del consenso y listas únicas sin pasar por un proceso de debate interno serio es incorrecta y no debería ser presentada como una idea de la que debamos jactarnos.
La concepción de partido como la vanguardia del proletariado debe ser retomada, este objetivo primordial nos permitirá tener líderes honestos y comprometidos con nuestros objetivos fundamentales. Para esto es necesario implementar la formación política ideológica en todos los niveles, utilizando el amplio arsenal de teoría revolucionaria con el que contamos, desde Marx hasta el Ché y desde Lenin hasta Fidel, así como también la apertura al debate con todos los mecanismos democráticos para proponer y analizar la táctica y objetivos generales e inmediatos del partido. Estas son condiciones fundamentales para tener un partido revolucionario, democrático y socialista, tal y como lo reza el primero de nuestros principios y va acorde a la lucha por la construcción de un régimen socialista. No es posible pedir la democracia en la sociedad actual, en la lucha con los demás partidos bajo la democracia burguesa, o proclamarnos por la democracia en Venezuela bajo la Constituyente donde son los mismos obreros y obreras los que la eligen con el voto directo y secreto, cuando planteamos que para nuestro partido la democracia interna es una amenaza, esto no soporta en lo más mínimo un análisis serio, esto es una afirmación oportunista y nefasta que debemos combatir.
La crisis de todo el régimen capitalista ha hecho que todo su aparato este siendo amenazado, la lucha contra la corrupción de las instituciones es una expresión mínima de todo el descontento que se empieza a gestar en contra de todo el Estado burgués, ante esto el objetivo del imperialismo es rescatar sus viejas instituciones y hacernos creer que estas pueden funcionar para nuestros intereses, que basta con fortalecer una que otra ley para que todo se recomponga, bajo esta lógica la Sala ha dictado la Ley de Partido Políticos, pues el sistema de partidos también es parte de todo el statu quo capitalista. Esta ley ha causado serios problemas a la derecha, en cambio nosotros hemos salido fortalecidos, no es posible pensar que la Sala no previó esto antes, lo que intentan es salvar a ARENA del descrédito, dándole un toque disimulado de democracia en las decisiones, incluso esto también se debe a las luchas de tendencias internas dentro del aparato político de la burguesía producto de la bancarrota del capitalismo, claro está que para ellos nunca ha sido un problema en reconocer a sus financistas que han sido siempre los grandes empresarios del país.
Creemos que en el FMLN se están dando pasos para democratizar nuestro partido esto también es una expresión de la base, que presiona por rescatar los principios revolucionarios. Como revolucionarios al interior del FMLN lucharemos por profundizar estos procesos, es preciso utilizar todos los mecanismos necesarios para construir un partido unificado en los principios y objetivos fundamentales de la lucha revolucionaria. La crisis del capitalismo nos presenta enormes oportunidades para luchar en contra de la opresión de este sistema. La historia del proletariado nos ha legado una gran cantidad de herramientas para llevar al proletariado al poder, entre ellas el centralismo democrático y el principio inquebrantable de la construcción de una política y un partido independiente con respecto a las demás clases, la burguesa y la pequeño burguesa que tienen intereses contrapuestos a los nuestros.
Reiteramos la necesidad de poner al orden del día la necesidad de la revolución, desde cada una de las instancias que nuestro partido vaya conquistando, toda nuestra batalla y nuestra lucha debe ir orientada, no ha demostrar que estas instituciones funcionan, sino a hacerles ver, a abrirles los ojos a las masas que aun guardan, por toda la propaganda mediática de la clase dominante, la idea de que bajo el actual orden de cosas, bajo democracia que nos presenta la burguesía, bajo las instituciones y leyes que nos impone la burguesía, sus condiciones de vida podrán cambiar. Nuestra misión debe ser demostrarles lo contrario y hacer hincapié incesantemente de la necesidad de la revolución socialista, de la transformación de esta podrida sociedad, ese es nuestro principal objetivo como revolucionarios del FMLN.