Por: Gustavo De Jesús Álvarez
En los últimos días en la Ciudad de México y el Estado de México, se han registrado altos niveles de contaminación, deteriorando la calidad del aire y llegando a ser peligroso para la población.
Esta situación ha llevado a declarar alerta ambiental y tomar medidas y precauciones por parte de la población, además de un inicio tardío del programa doble Hoy No Circula.
Dando un vistazo de años atrás, de 2016 a 2019 han sucedido 20 contingencias ambientales y el 80% de los días en esos años fueron con mala calidad de aire. Esto quiere decir que, día con día, la contaminación está siempre presente junto con los riesgos a la salud que conlleva. Ahora con los recientes incendios, ésta acumulación de contaminantes llegó a tal grado que estamos junto a China como las ciudades con el aire más contaminado en el mundo.
Estos sucesos que de alguna manera tomaron por sorpresa, crea las dudas del cómo se ha llegado a estos niveles y cuales son las soluciones. Muchos lo atribuyen a un problema social, de responsabilidad de cada individuo.
Nosotros vemos que el problema va más allá de las acciones individuales, creemos que el problema es sistémico, de las políticas y acciones que no han ayudado en nada para frenar la contaminación.
Hay ideas que plantean que el problema es la sobre población en las ciudades y a menudo se dice que ello es el origen de los males, sin embargo, haciendo un estudio mas detallado, se entiende que hay factores que están fuera de las manos de las personas comunes y corrientes y son los causantes de la mayor producción de contaminantes. Revisemos unos trabajos previos.
La generación de combustibles fósiles a nivel mundial
En la Conferencia de las Partes (COP), sobre el Cambio Climático de 2015 en París, se reunieron varios países para discutir y tratar sobre el tema del impacto del cambio climático y llegar en acuerdos para frenarlo. El evento se presentó como un avance histórico y con mucho entusiasmo que ayudaría a la reducción de la emisión de carbono, pero al mismo tiempo se dejó en claro las pocas intenciones de algunos países con su negación e inviabilidad para sumarse a ese proyecto.
En un artículo del Financial Times titulado “COP21: Climate obstacles emerge within hours”, Mitch McConnell, el líder de la mayoría en el Senado republicano, cuestionó el acuerdo de Paris y mencionó lo siguiente: «Antes de que sus socios internacionales hagan estallar el champán, deben recordar que este es un acuerdo inalcanzable basado en un plan de energía doméstica que probablemente sea ilegal, que la mitad de los estados han demandado detener y que el Congreso ya ha votado para rechazar». Lo que deja claro la postura de seguir con otros intereses por encima del cuidado del medio ambiente.
Un trabajo presentado para el evento de la COP en París fue el informe de OXFAM, una organización mundial que lucha por los más vulnerables. En este informe se explica como la contribución de contaminantes por el sector más pobre es minoritario en comparación con el sector de los más ricos a nivel mundial. Se explica como de los 3,500 millones de personas que conforman la mitad más pobre de la población del planeta tan solo generan el 10 % de las emisiones contaminantes y que el 10% de la población más rica es quien genera el 50% de las emisiones a nivel mundial. Un ejemplo: más de 600 millones de personas pobres en China tan solo genera un tercio de las emisiones producidas por los 30 millones de personas ricas en Estados Unidos. Si bien los hábitos y el poder adquisitivo de ambas clases son enormemente distintos, la cuestión va aún más allá del cómo viven.
Una pregunta sería ¿Cómo puede esta minoría producir la mayor parte de las emisiones contaminantes? La respuesta es que estos son los dueños de las grandes industrias. OXFAM también informa que las multinacionales de combustibles fósiles se encuentran entre las empresas más rentables del planeta y el como han maniobrado para que sus intereses y tasas de ganancias no se vean afectados por iniciativas de control de emisiones de carbono. Otro trabajo, presentado por el reporte del Proyecto de Divulgación de Carbono (CDP), explica como tan solo 100 empresas son quienes generan mas del 70 % de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo en las últimas décadas. Y la razón es que los combustibles fósiles dominan el 81% del mercado mundial de acuerdo a la Agencia Internacional de Energía. En el Informe de Financiamiento de Combustibles Fósiles de 2019 se da a conocer que los bancos también tienen intereses en la producción de los combustibles fósiles y su apoyo financiero ha llegado a la cantidad de 1.9 billones de dólares.
Las cantidades de dinero que intervienen en el uso de estos combustibles son monstruosas y los intereses económicos se traducen en acciones políticas y es claro que no se quedaran con los brazos cruzados con cualquier acuerdo de combate al cambio climático que implique la reducción del combustible fósil como el caso de Estados Unidos en la COP21.
La contaminación en México
En 2016, la titular de la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México (SEDEMA), Tanya Müller García, declaró que todos los días, por lo menos 70 mil fábricas, las cuales incluyen a la refinería de Tula (Hidalgo) y tres termoeléctricas, contaminan a la Ciudad de México. Esto se dijo en una entrevista con Milenio. En 2017, una publicación por parte de la UNAM vuelve a dar la misma noticia. Los dueños de fábricas son el otro porciento de la clase alta. Una fábrica necesita de la combustión de fósiles para hacer funcionar sus máquinas, ya que es lo mas barato en el mercado de energéticos.
En los últimos dos años, Xalostoc, Nezahualcoyotl y la G.A.M. han sido los lugares con mayor presencia de contaminantes como el CO y PM10. A pesar de que en los programas implementados y los informes de la Secretaría de Medio Ambiente (SEDEMA) se mencionan avances en la calidad del aire. En lo que va del año 2019, en el mes de mayo, se presenta un incremento incluso de las PM2.5, los cuales son más dañinos al no ser filtrados por el cuerpo humano. Los recientes incendios fueron quienes aumentaron los niveles de contaminantes en cuestión de días. En la siguiente tabla se resume la variación de índice de los parámetros en la CDMX de los últimos 4 días.
Es importante mencionar que índices en el intervalo del 101 – 150 significa una mala calidad del aire y el 14 de mayo se llegó a un máximo de 161, cuyo intervalo es del 151 – 200 con muy mala calidad y las personas con problemas respiratorias experimentan efectos graves.
El aire contaminado no solo se da por las fuentes en una zona determinada, también llegan de otros estados y, por las características del valle de México, este se queda estancado lo que hace más difícil la dispersión del contaminante. Pero hay una constante de generación de contaminación y esta dada por las industrias de combustión fósil, las fábricas y los medios de transporte.
La contaminación por vehículos
Si bien un gran porcentaje de la contaminación del aire se debe a los medios de transporte, hay una desigualdad en el poder adquisitivo. De acuerdo al INEGI, hay 31,720,842 automóviles y 11,371,621 camiones de carga registrados en circulación hasta el mes de marzo del año en curso a nivel nacional. Estos representan el mayor porcentaje en los transportes. Las empresas requieren de transportar sus mercancías por lo que los servicios de carga son indispensables. En cuanto al automóvil del tipo particular, en el año de 2017 se registró una cantidad de 30,696,542 a nivel nacional, solo en la Ciudad de México se dio una cantidad de 4,873,995 y en el Estado de México con 5,432,370. La suma de la CDMX y el Estado de México representa un tercio del total en todo el país y la mayor concentración en una zona como el Valle de México en 2017.
Ahora con la población con edad para conducir, de acuerdo a la CONAPO en 2017, en el Estado de México hay una cantidad aproximada de 13 millones de personas y en la CDMX una cantidad aproximada de 6.5 millones de personas. Para 2019, un aproximado seria un total de 94 millones en todo el país.
La suma de la población en la CDMX y el Estado de México, solo un aproximado del 50% tenía un automóvil particular en 2017 y en el año en curso solo un 34%. Podemos concluir que no existe un aumento proporcional de adquisición de automóviles con respecto al incremento demográfico.
Con todo esto, la idea de que la sobre población es un factor enorme de generación de contaminantes es desechada y debemos plantear soluciones contundentes ante la magnitud del problema. Es muy cierto que, como individuos, tenemos la responsabilidad de tener una cultura que sea compatible con el medio ambiente, pero también tenemos una responsabilidad social para cambiar este sistema que no favorece en nada a la vida de los trabajadores y del planeta. No podemos depender de una “solución natural” como algunos piensan con el caso de la lluvia. Si bien la lluvia dispersa la contaminación en el aire, la cuestión es que esta contaminación va hacia el suelo y degradara todo a su alcance.
En el sistema dominante actualmente, el capitalismo, su naturaleza es la de producir indiscriminadamente, explotando todos los recursos posibles para obtener ganancias. Entre esta explotación de recursos esta la fuerza de trabajo de los trabajadores y la naturaleza. La idea de producir con las menores perdidas con tal de obtener la mayor ganancia, implica ignorar el tratamiento de desechos contaminantes si esto causa mas gastos en la producción o si la utilización de energías limpias no es rentable. Y como vimos anteriormente la producción de combustibles fósiles es un gran negocio y el destino de dicho producto será la de crear mas contaminación.
Con los casos de corrupción y descuido a los medios de transporte limpios como el Sistema de Transporte Colectivo Metro o el Trolebús, además de no existir muchas mas alternativas que cumplan con la demanda, no incentivan a la población de usar estos transportes en su vida cotidiana. Casos como la mala planeación del Metrobús y la implementación del Mexibús por solo negocio privado dejan mucho que desear.
Necesitamos organizarnos para crear una economía planificada, donde la producción se de en base a las necesidades de la sociedad y no por las ganancias privadas de una minoría. Un sistema donde el avance tecnológico, la ciencia y la ingeniería no estén atadas de manos por la propiedad privada y así generar proyectos en beneficio de la naturaleza y de los trabajadores. Es decir, necesitamos luchar por el socialismo. Solo de esta manera acabaremos con este sistema que impide el avance de la humanidad y lo condena a una muerte segura en un futuro no muy lejano.